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The Reason por Itachi Uchiha Girl

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Notas del capitulo:

¡Hola!!!!!

 

Antes que nada una disculpa por la demora, eh estado ahogada en trabajo TwT... esto de las nuevas reformas fiscales me trae loquisima y cansada, cabe mencionar que ya es tardisimo, pero hoy me dije, debo actualizar y no dormire hasta hacerlo o0o/...


Aquí ta el resultado, perdonen ustedes las faltas de ortografía, las ire corrigiendo poquito a poco (siempre cuelgo el capi y releo por cualquier cosa), pero teno sueño TwT ...

 

Saludos especiales a: madame rosa, kiras70, Pandito, lininis, sansara, Gizza, Amon, mary-chan (te extrañaba ToT), plantita, Anthony Sanji Kaburagui Stark, Adry y Gabriel

 

Nota: las letras en cursiva y con apostrofes, son pensamientos :3

 

LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN, PERTENECEN A MARVEL Y SUS RESPECTIVOS DUEÑOS

 

 

Sin mas, ENJOY IT!

Se revolvía las hebras rubias con desespero mientras sus zafiros se clavaban en el basto reino asgardiano. Aun no podía comprender porque había huido de aquel lugar tras haber contemplado la escena dentro del auto de Stark. Era Loki, un prisionero, su hermano cegado por la ira y exiliado, y aún asi el ser más hermoso que pudiese haber contemplado. Jamás lo había entendido hasta el día en que el mismísimo pelinegro le había confesado la verdad. Es decir, Loki, era delicado, con rosados labios, piel tan blanca y pulcra como porcelana, hebras de color negro como la noche que se acomodaban perfectamente a la altura de sus hombros y poco más abajo, dándole un aire encantador. Sus bellas esmeraldas con aquel aire pensativo de siempre. ¿Cómo era aquel perfecto ser podía ser su hermano? Él, rubio y tosco, amante de la guerra. Él, moreno y delicado, amante de lo culto. Podía recordar claramente la pelea en el bifrost, cuando le reprendía por haber cambiado debido a Jane. Los sentimientos de Loki a flor de piel y él había sido un ciego al no notarlo…

No, no tenía caso pensar en ello ahora. Cerró los ojos con fuerza poco antes de sentir la delicada mano de su madre posándose en su hombro derecho.

  – Muy bella ciudad de noche, ¿No lo crees?  – Cuestionó Frigga con una sonrisa en los labios.

El rubio tan solo guardó silencio y le dedico una suave y efímera sonrisa.

  – Pensé que estarías feliz de volver a Midgard y estar cerca de tu mortal, pero ahora estás aquí, haciendo oídos sordos a la tarea que tu padre te encomendó. Claramente hay algo que te perturba, ¿Puedo saberlo?  – Cuestionó curiosa la diosa mientras reclinaba su antebrazo derecho en la orilla del balcón.

  – No puedo con la tarea que mi padre me ha encomendado, Loki, él… Stark…  – Tartamudeó por unos minutos mientras acomodaba las palabras en su mente.

  – Tu padre decidió que tomarías su lugar en el trono, es claramente obvio que él sabe que puedes con esta tarea   – Respondió Frigga mientras una bella sonrisa se acomodaba en sus labios.  – Además…   – un suspiro, antes de que su mirada se volviese en una llena de angustia   – Tu hermano… Temo por él. Desearía tanto que pudiese pasar su sentencia cerca de mí… De ti… de Asgard…   – No pudo continuar, desvió el rostro para ocultar las evidentes lágrimas que se asomaban por sus ojos.

El rubio tan solo observó aquello en silencio, sosteniendo la mano de su madre entre las suyas, intentando tranquilizarla y obteniendo tan solo una falsa sonrisa por parte de la diosa.

  – Por favor, cuida de Loki  – Agregó Frigga antes de deshacerse del agarre de su primogénito y caminar hacia dentro del palacio mientras sollozaba por lo bajo.

Aquello definitivamente había tocado lo más profundo del corazón del dios del trueno, ver a su madre sufriendo no era demasiado lindo. La persona que le había dado la vida, que le había llevado en su vientre, ahora sufría por un hijo que ni siquiera era de su sangre, pero que había criado como su hermano y bajo su tutela durante años. Pero no quería volver, no quería verlos juntos, no podría soportarlo de nuevo… Espera, ¿Qué? ¿Por qué no podría hacerlo? … Ya no podía entender, ya no quería entender, su mente estaba trabajando demasiado rápido, apuntando a la respuesta más obvia, ¿Celos?... ¡Claro que no! ¡Él tenía a Jane! Claro, Jane, ella era su salvación, podía ahogar sus estúpidos pensamientos en la dulce y sensual piel de la castaña. Esas dudas estúpidas se esfumarían en cuanto compartiera de nuevo el lecho con la mujer. Ya no había más que pensar, empuñó a Mjolnir en la diestra y sin más, salió a toda prisa para llegar al bifrost.

 

~*~*~

Se había quedado gran parte de la noche recostado en la suave seda de las sabanas de color carmín que adornaban sus aposentos. Recordaba las manos ajenas recorriendo su cuerpo tan solo para sentir como su cuerpo se estremecía ante el mero recuerdo.  Estaba cansado, tan solo quería cerrar los ojos y dejar que Morpheo hiciera lo suyo. Ladeó el rostro tan solo para encontrarse con la mirada achocolatada del multimillonario que lo observaba desde el marco de la puerta. Sonrío por lo bajo mientras a duras penas se sentaba a la orilla de la cama, manteniendo aquel cruce tan perfecto de miradas.

  – ¿Vienes por un segundo round, Stark?  – Bromeó el pelinegro mientras le dedicaba una suave sonrisa al otro.

El castaño tan solo sonrío sin moverse de su lugar. Aun no podía entender cómo es que el pelinegro se había entregado a él de esa manera tan absoluta.

  – Gracias…   – Fueron las únicas palabras que brotaron de sus labios antes de darse la media vuelta y salir sin más de la habitación.

Necesitaba estar a solas con sus pensamientos. Caminó tan rápido como le permitieron sus piernas, tomó el elevador tan solo para ir hasta el último piso de la torre, ahí donde sus pensamientos fueran propiedad del mismo espacio y cielo, donde nadie pudiese escuchar sus mudas suplicas y tortuosos pensamientos. En cuanto las puertas del elevador se abrieron, prácticamente corrió hasta su pequeña barra para servirse un buen trago de buen whisky. Observó las copas, vasos… Al demonio. Destapó la botella y bebió directamente de esta. Ya había bebido aquella noche poco antes de la junta, que había dejado a la mitad por ir a buscar a Loki. Él no era así, siempre egoísta, siempre preocupándose por él, por él y solo por él. ¿Cómo es que había cambiado de aquella manera tan radical y se había convertido en un amante empedernido? Si bien, no debía preocuparse por mucho, puesto que Pepper se la pasaba viajando y prácticamente, solucionándole la vida, ahora su mundo se encontraba de cabeza. Pero no podía, simplemente no podía evitar estar prendado sin remedio de aquel dios de las mentiras, y más aún que había logrado aquella máxima expresión de amor con él… Soltó un suspiro profundo poco antes de darle un nuevo trago a la botella. Pero no podía aceptarlo tan fácilmente. Era obvio que Loki había hecho aquello  por el inminente y constante rechazo del dios trueno estúpido.

  – ¡Maldita sea!  – Clamó antes de tirar la botella al vacío y romperla en el acto. Bien, ya estaba mareado y sus pensamientos no le ayudaban en lo absoluto.

 

~*~*~

 Se revolvió en la cama tan solo al sentir el pequeño bulto que se acomodaba a su costado, deslizó su brazo alrededor del cuerpo para envolverlo contra sí. Un suave aroma emanó apenas las sabanas se movieron. Aspiró su aroma sin abrir los ojos… ¿Era cierto?

  – Loki…   – Murmuró por lo bajo antes de abrir los ojos por completo y darse cuenta que la persona que yacía dormida a su lado era la castaña en traje de Eva, que siquiera había escuchado el despiste que había tenido de llamarla de esa manera.

Se puso de pie casi de inmediato, despertando en el acto a Jane, quien tan solo lo observó somnolienta desde la cama.

  – ¿Sucede algo, Thor?  – Murmuró la chica mientras sonreía suavemente y se volvía a sumergir en la inconciencia.

El rubio tan solo soltó un suspiro mientras observaba como el astro rey comenzaba a asomarse en el horizonte y con sus rayos comenzaba a penetrar la cortina que cubría la gran ventana del cuarto de la chica. Hizo de lado la tela tan solo para observar la torre Stark, que se alzaba majestuosa a tan solo un par de cuadras del departamento que ahora rentaba Jane. Claro, debía vivir cerca de su nuevo trabajo, más aún si se trataba de algo tan importante como eran las industrias Stark.

No recordaba cómo había acabado en la habitación de la chica. De cualquier forma ese hecho parecía carecer de importancia, pues ahora sus pensamientos estaban enfocados en ir de nueva cuenta a la lujosa torre y verlo una vez más. No, ya no podía soportarlo. Tomó sus prendas y rápidamente se las puso, para poco después abrir la ventana e ir en búsqueda de respuestas. No demoró más de unos segundos en llegar hasta la lujosa torre del castaño, siendo recibido de inmediato por la imagen de un Anthony completamente ebrio y dormido en el sofá de siempre en la estancia cercana al balcón.

La insana necesidad de abrirle la cabeza con Mjolnir lo invadió. Se aproximó con pasos veloces, quedando a escasos pasos de este, deteniéndose tan solo ante el sonido del elevador abriéndose.

  – Loki…   – El nombre del pelinegro se deslizó fuera de sus labios mientras el pelinegro cambiaba radicalmente su expresión pasiva en una notoriamente molesta.

  – Idiota…   – Susurró por lo bajo el pelinegro mientras caminaba hasta el par, procurando no hacer ruido.

Sujetó al rubio de la muñeca izquierda para posteriormente arrastrarlo hasta el elevador.

  – ¡¿Qué demonios estás haciendo aquí!  – Soltó en cuanto las puertas del aparato se cerraron, dejándolos solo en la estrechez de aquel lugar.  – ¡No tienes derecho!  –

  – Te recuerdo que nuestro Padre me encomendó vigilarte en tu exilio…  –

  – ¡Tú Padre! No lo olvides…   – Bramó de inmediato el menor mientras se cruzaba de brazos y fruncía el ceño.  – Será mejor que te largues y cumplas tu tarea desde una distancia prudente   –

  – ¿Por qué? ¿Tu noviecito me va a pegar? No me hagas reír   –

  – No tienes derecho a hablar así de Anthony  –

  – ¿Ahora es Anthony?  – Replicó el rubio exasperado mientras las puertas del elevador se abrían dándoles acceso al estacionamiento de la torre.  – Claro, ya cogiste con él cual puta cualquiera y ahora le llamas hasta por su nombre, ¿Se te puso dura, eh?  –

Aquello le había calado en lo más hondo. Rápidamente su puño se estrelló en el rostro del rubio con toda la fuerza que pudo reunir en aquel instante.

  – ¡No tienes derecho a reclamar nada!  – Bramó el dios de porcelana mientras su rostro se descomponía rápidamente sumergido en la furia e impotencia, sabía que no tenía más fuerza que aquella…   – Tú cogiste con la puta de Jane en mi casa, si Thor, MI casa, porque ahora vivo aquí…   – Agregó mientras aun temblaba de enojo.

El rubio tan solo sonrío por lo bajo, poco antes de sujetar con firmeza de los brazos al pelinegro para posteriormente robarle un rudo y cruel beso. La mente de Loki su nubló en ese momento. Su razón se esfumó, si bien en un principio lo rechazó, terminó por abrir los labios y dejar que la lengua experta de Thor se adentrará en su boca.

Sus piernas temblaban, todo su cuerpo se estremecía.

“Reacciona…”

El beso se tornó más profundo, más salvaje, apenas se separaron para tomar una bocanada de aire y proseguir con el contacto.

“Anthony…”

Aquel nombre resonó en su cabeza, haciendo que de inmediato se apartara del rostro del mayor, para poco después de nuevo estampar su palma en la mejilla del otro.

– Aún me amas, ¿Para qué negarlo? – Murmuró divertido el rubio mientras se limpiaba la pequeña hilera de sangre que comenzaba a deslizarse por la comisura de sus labios.

– No tienes derecho de negarme una nueva oportunidad…  Será mejor que te largues, no quiero verte de nuevo, ¿Escuchaste? – Finalizó el pelinegro poco antes de darse la media vuelta, deteniéndose poco antes de entrar al elevador. – Además... Él coge mejor que tú  – Agregó mirándole de reojo y sonriendo vencedor, poco antes de adentrarse en el aparato y marcharse del lugar.

Aquello definitivamente había dañado el orgullo del dios del trueno, cuyo rostro se descompuso en furia de un momento a otro. Loki sabía cagarle el día de una manera estupenda.

 

~*~*~

– ¿Dónde estabas? – La voz adormilada del castaño fue lo primero que había recibido a Loki apenas se abrieron las puertas del elevador.

– En ningún lugar… – Murmuró antes de pasar a lado del castaño, notoriamente molesto para luego encerrarse en su habitación.

El multimillonario tan solo observó la escena desconcertado, llevándose una mano a la sien para masajearla suavemente. Su cabeza le estaba matando.

– Señor…–

– Ahora no, Jarvis – Musitó Tony mientras se disponía a seguir al pelinegro.

– Pero señor, me encomendó avisarle de la presencia del señor Thor, quien hace pocos minutos estaba con el señor Loki en el estacionamiento –

Aquellas palabras lo hicieron reaccionar de inmediato. ¿Así que la razón por la que Loki actuara de esa manera había sido Thor? La rabia le hizo hervir la sangre en un minuto. Se adentró rápidamente al elevador. Aquellos segundos en los que el aparato se deslizaba hasta la planta inferior se le hicieron eternos… Apenas las puertas del elevador se abrieron, pudo divisar la tosca figura del dios rubio que yacía cruzado de brazos maldiciendo.

– ¡Creí haberte dicho que no te aparecieras de nuevo por aquí! – Thor rápidamente se dio media vuelta para poco después encontrarse con la mirada castaña amenzante.

 – Justo con quien quería hablar…  – Murmuró el rubio por lo bajo mientras empuñaba el Mjolnir.

– Perfecto, vamos a acabar con esta farsa de una vez  – Sentenció Anthony mientras movía el brazalete de su muñeca, esperando que su armadura hiciera acto de presencia.

– ¡Oh vamos! ¿Crees poder ganarle a un dios? –

– En todo caso, ¿Por qué pelear? Creo que ya habías dejado en claro que amabas a Foster  – Contestó Anthony sin perder tiempo, directo al orgullo de Thor.

– ¿Y tú crees tener derechos sobre él solo porque ya abrió las piernas para ti? – Golpe bajo…

– ¿Cómo…? – Stark observó al dios bastante desconcertado. Estaba seguro que estaban solos…

– Es una puta que abre las piernas a cualquiera, las abrió para mí y ahora para ti, no te sientas especial  –

Aquello tan solo había desatado la furia del multimillonario, tan solo deseaba partirle la cara al estúpido dios ególatra que yacía frente a él. Amigos en las batallas, enemigos por el corazón y el amor de un hombre que en su momento les había hecho pelear juntos… ¿Cómo habían llegado a ello? La armadura llegó justo a tiempo, adhiriéndose a su cuerpo de inmediato.

– Te haré pagar por eso, ricitos  – Sentenció el castaño.

No hubo más palabras. El ruido de la motocicleta que entraba en el lugar interrumpió la batalla que siquiera había empezado. La mirada de los ahí presentes de posó en el peculiar conductor. El rostro del castaño se descompuso en un segundo.

– Steve…  –

Notas finales:

Vamos aclarando, o,o quien dijo "Steve" fue Tony, ¿Oki? Y si! Jajajajajajaja muajajajaja muajajajajajajjajajajaj los dejare con la incognita hasta que tenga chance de seguir escribiendo x3 muajajaja no se preocupen, no demorare, ¿Vale?

Recuerden que todo comentario es bien recibido, y respondo todos y cada uno de ellos con todo el amor que merecen, :3 los amo!


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