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Colores del Amor por LunaPieces

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Notas del capitulo:

Pareja principal: Kid x Law

Parejas secundarias: Marco x Ace, Sanji x Zoro y Doflamingo x Crocodrile

Género: Romance/Angst

Autor: Manato

Traducción japonés-inglés: Amaitsumi

Corrección inglés: Beposbutt

Traducción inglés-español: LunaPieces

Corrección español: LunaPieces

 

Algunas palabras japonesas permanecen intactas para preservar el sabor de la historia. Las traducciones respectivas serán dadas al final de la página. ¡Muchas gracias por apoyar esta historia!

 

Colores del Amor

Capítulo 4 ~Negro~

 

Me senté detrás del harimise como siempre, viendo distraídamente a las multitudes pasar con una expresión en  blanco. De repente vislumbré un destello rojo.

—… ¡Eustass-ya!

Antes de darme cuenta, llamé al hombre. Era la primera vez que me dirigía directamente a un cliente de esa manera  y los demás prostitutos a mi alrededor parecía impactados con mi arrebato.

—Hace tiempo que no te veo, Eustass-ya. ¿Has venido a verme de nuevo?

—...Mmm. No, sólo paso por aquí hoy.

—Oh… Ya veo… perdón por llamarte.

Eustass-ya tenía una expresión indescifrable en su rostro que contrastaba con su actitud brillante de siempre.

—¡Trafalgar-san! Tienes un cliente.

—¿Eh…? ¡Bien, ya voy!... Lo siento Eustass-ya, tengo que irme.

Eustass-ya se giró para irse, se detuvo por un momento y se giró de nuevo hacia mí-

—Oye…

—¿Sí?

En ese momento, una nube oscureció la brillante luna sobre nosotros fundiendo el rostro de Eustass-ya en una oscura sombra. Fue imposible distinguir su expresión.

—¿Así que te divierte ser follado por hombres…eh?

La nube pasó y el rostro de Eustass-ya se iluminó de nuevo en la luz de la serena luna, aunque su expresión era todo lo contrario. Ira o irritación, estropeaba sus facciones en una mueca desconocida.

Sin esperar una respuesta, se giró y comenzó a caminar.

Era demasiado tarde, recordé que acababa de llegar de una sesión con un cliente. Mi mano se posó hasta los cardenales que decoraban mi cuello sin duda alguna.

—¡Espera! ¡Eustass-ya! ¡Esto no es lo que pien…!

“Esto no es lo que tú crees”.

Pero era un prostituto, comprado por hombres para placer sexual. Esa era una realidad que no podía negar. ¿Qué era lo que intentaba explicar? ¿Qué era lo que intentaba ocultar?

¿Por qué me había acercado a Eustass-ya en primer lugar?

—Trafalgar-san, tu cliente está esperando.

—....Sí… Ya voy…

El cliente en el mostrador de la recepción tenía una sonrisa vulgar estampada en el rostro. Su lujuria inocultable era evidente en sus ojos mientras recorría su mirada por mi cuerpo como un depredador acechando a su presa. Contuvo la respiración agradecido por lo que había visto.

Él era todo lo que Eustass-ya no era.

La realidad estrujó mi corazón y por primera vez en mi vida, sentí temor de un cliente.

 

………………

 

—¡D-detente…! ¡Por favor… no quiero esto...!

—Oye, oye, ¿por qué estás actuando como una virgen?

Le había servido a ese cliente en el pasado y el recuerdo de su actitud prepotente regresó. Era un visitante frecuente en los suburbios de placer y había escuchado de su amor por nosotros, los servidores masculinos. Tenía fetiche con los del tipo delgado y me había castigado en múltiples ocasiones.

Usualmente eso no me molestaba, pero hoy, el pensamiento de satisfacer a ese hombre creaba una sensación enfermiza que revolvía mi estómago.

”¿Así que te divierte ser follado por hombres, eh...?”

No, ¿cómo podría ser eso verdad? Eso era algo que había hecho durante toda mi vida.

Pero justo ahora, el hombre manoseando mi cuerpo me hacía enfermar.

—Por favor.... ¡no puedo hoy!…por favor déjame…

—¿Eh? ¿Qué dijiste? ¡¿No tienes elección o sí?! ¡Sólo haz tu trabajo y sé un buen culo!

—...En verdad lo siento. Organizaré un buen reembolso… es sólo que yo…

Murmurando disculpas, extendí mi mano hacía el den den mushi. Tenía que contactar a la recepción, tenía que quitarme de encima a ese cliente.

Sí, y después de eso, llenaría una queja y lo pondría en la lista negra; así no podría regresar. Nunca más serviría a un cliente tan repugnante.

—¡Maldita sea! ¡¿Qué intentas hacer?!

Como si leyera mis pensamientos, el hombre me propinó una patada en el estómago. Tosiendo y doblado de dolor, sólo pude mirar cómo me arrebataba el den den mushi de los dedos.

—¡Regrésamelo!

El hombre golpeó mi cara antes de tomar mi brazo y torcerlo dolorosamente detrás de mi espalda.

—¡¿Cómo te atreves a hablarme de esa manera?! ¡Ninguna puta me dirá lo que tengo que hacer!

Sin ninguna preparación, el hombre hundió su hinchado miembro dentro de mi cuerpo desprevenido. Aún estaba dilatado debido a la anterior sesión, así que la penetración no me desgarró, pero un agudo dolor estremeció mi cuerpo por la intromisión repentina. Grité.

—¡¡Ahhhhhhh!! ¡¡Duele!! ¡Ah, duele, ahh!

—¡Perra! ¡Deja de actuar como una puta virgen! ¡Maldita puta!

—¡No, detente! ¡Sácalo, detente! ¡Ahhh! ¡No, ahhh! ¡Por favor!

Ignorando mis súplicas el hombre continuó arremetiendo contra mi cuerpo. Después de unas cuantas fuertes embestidas, sentí mi cuerpo inundarse con el familiar líquido caliente.

—¡Ah, ah...no! ¡Dentro no!

Antes de darme cuenta de lo que estaba haciendo, me zafé del cliente

, su miembro se deslizó fuera de mí con un sonido húmedo. Con una mano temblorosa, extendí mi mano hacía mi entrada e inserté dos dedos, tratando desesperadamente de remover la semilla de aquel tipo.

El hombre me miró con incredulidad durante un segundo y entonces sus labios formaron una sonrisa enferma.

—...Oh, ahora lo entiendo. ¿Es ese pelirrojo, verdad?

—…¡¿?!

Mi corazón dio un vuelco.

—Es cierto. Estaba allí contigo cuando yo estaba en la recepción, ¿no?... Dime, ¿él es tu amante?

—¡No! ¡Eustass-ya es un...amigo!

—¿Un amigo~? Ah, eso tiene sentido. Nadie en su sano juicio querría a una puta como amante.

El hombre continuó sonriendo y yo me sentí como un ratón pequeño a merced de su malvado depredador.

—De cualquier forma, me pregunto cómo te mira. Dices que es un amigo, pero apuesto a que sólo tiene desprecio y desdén  por lo que eres; ¡una puta barata!

—… ¡Eustass-ya nunca…!

“Eustass-ya nunca pensaría eso de mí”.

¿Pero por qué no lo haría? Soy un prostituto, follado diariamente por incontables extraños.

“Pensé que eras realmente hermoso.”

“¿Así que te divierte ser follado por otros hombres, eh…?”

“¡Puta!”

—¡N-no...! ¡No Eustass-ya! ¡No quiero esto! ¡Nunca lo he querido…!

El hombre se movió y apareció enfrente de mí presionando una mano sobre mis ojos. Mi mundo se puso negro mientras me susurraba.

—¿Qué es lo que no quieres? ¿Ser un prostituto? ¿Ser follado por hombres? En ese caso has olvidado que eso es lo que has estado haciendo toda tu vida. Cada noche, pasas tus horas en la compañía de hombres, dándoles placer. Después de que usan tu cuerpo, ellos te dejan aquí como basura desechada. Y tú, tú eres una puta que se divierte con eso, ¿no?

Sentí la otra mano del hombre recorrer mi cuello, moviéndose hacia mi pecho antes de apretar uno de mis pezones.

—¡...Aah!

—Tu cuerpo no puede resistir todo este placer. ¿Quieres ser follado, no? No puedes tener suficiente.

Su mano siguió avanzando hacia abajo. Mis pezones permanecieron duros, como su pidieran más atención.

—... ¿Tus pezones se sienten bien, eh?

—¡Ahh…! ¡No…!

El hombre mantenía su cara presionada muy cerca de la mía y yo me estremecía cada vez que su aliento rozaba mi oído. Sentía sus dedos en mi entrada empujando y moviendo el anillo de músculo.

—…¿Puedes sentirlo? ¿Puedes sentirte succionando mis dedos?

—¡Ah, ah, detente…! Por favor, no quiero esto…

Los dedos siguieron masajeando mi entrada y la sentía estremecerse, abriéndose y cerrándose, expulsando los restos de la previa eyaculación.

—…¡No me toques!....¡Ahhn...! ¡No, déjame ir…!

El hombre finalmente quitó su mano de mis ojos, moviéndola hacia mi pecho para seguirse burlando de mis tetillas.

—Tu culo se está sacudiendo. Así que… ¿qué quieres que haga?

Sus manos continuaron tocándome de la forma más íntima. El placer inundó mi cerebro dejándome aturdido y tembloroso. Miré hacia abajo y vi que el pene del hombre estaba completamente erecto otra vez.

—...Lo quiero dentro…

—No puedo escucharte Trafalgar. ¿Qué es lo que quieres?

“Trafalgar”

Me estremecí, la imagen de un cabello rojo apareció en mi turbia mente, junto con una voz gentil, diciendo mi nombre. Era tan tenue, como si viniera de algún lugar muy lejano; un lugar imposible de alcanzar.

Las lágrimas surcaron mis mejillas y no pude entender por qué.

—Por favor, ponlo dentro de mí… Por favor, ¡sólo dámelo!

—¡Así está mejor, estúpida zorra!

Con un sollozo triunfante, el hombre hundió sus dedos más profundo. Las sensaciones intensas me abrumaron mientras llegaba al clímax.

—¡Jajajaja! ¡¿Sólo estoy usando mis dedos y ya te viniste?!

El hombre reemplazó sus dedos por su miembro palpitante y me obligué a relajarme, tomando al hombre dentro una vez más. Sosteniendo mis caderas me embistió repetidamente y mi propio miembro se puso de nuevo duro por el placer de ser follado tan fuerte.

—¡Hah! ¡¿Cómo te sientes ahora, siendo follado por un hombre?! ¡Mírate, ya estás duro de nuevo! Y estas tetillas también, muy sensibles, ¡justo como una zorra! ¡Oye, respóndeme! ¡Zorra!

—¡Ahh! Se siente, bien… ¡Aaanh! ¡Mis tetillas y mi culo, se sienten tan bien! ¡Eustass-ya, lo siento, lo sien-Aah!

—¡¿Por qué te estás disculpando?! Ah, ¿no me digas que estás enamorado de ese pelirrojo? ¡Hah! ¡Eres divertido! Sólo eres una estúpida zorrita. ¡Jajajaja! ¡Eres tan ridículo, no puedo dejar de reír!

—¡Uugh! ¡Aah, uuh! ¿Enamo-enamorado…? ¡No lo entien-...! ¡Hyaa! ¡No! ¡V-voy a desgarrarme!

—¡Idiota! ¡Una puta como tú no se desgarra fácilmente!

—¡Aah! ¡Me…! ¡Hngh! ¡Me vengo…!

El orgasmo fue muy fuerte, el hombre me siguió después y saliéndose de mí, deslizó sus dedos dentro de mi abusada entrada vaciando su semilla en su palma y levantó la mano dejando escurrir la maloliente sustancia en mi cara.

—...Ahh, g-gracias por usarme…

Me forcé a mí mismo a agacharme ante el miembro del hombre lamiéndolo para limpiarlo con mi lengua. Fue una respuesta automática al acordarme de cómo me forzaba a hacerlo durante las sesiones previas.

—Allí, puedes hacerlo si quieres.

El hombre rió mientras tomaba mi cabello con una mano y me daba una fuerte nalgada con la otra. Dejé escapar un doloroso quejido, el sonido fue ahogado por su pene en mi boca y movió sus caderas hacia adelante, forzando su polla flácida a llegar al fondo de mi garganta. Era usado como garganta profunda así que no era insoportable, pero aun así dolía.

En pocos segundos, el hombre liberó su carga dentro de mi garganta. El líquido pegajoso llenó mi boca mientras intentaba tragarlo con jadeos. Alejando mi boca respiré profundamente y miré el rostro del hombre.

—G-gracias por usar a una zorra como yo… por favor regrese de nuevo para follarme… soy su esclavo sexual… y siempre esperaré su orden…

—Setenta y ocho puntos. Siempre dices las mismas cosas. Quiero que hables sucio la próxima vez. Sé que no hay nada en tu cabeza más que sexo, pero usa ese cerebro inútil por una vez para decir un mejor guion.

—Sí. Lo siento…

—Bueno...me divertí hoy, enorgullécete de ello.

Entonces el hombre se inclinó para susurrarme al oído:

—...Quizá algún día, puedas convertirte en mi esclavo personal…

Incapaz de entender el significado detrás de sus palabras, murmuré un “gracias” mientras se enderezaba y dejaba la habitación.

Una vez solo, fui al baño para limpiarme. Vislumbré mi reflejo en el espejo mientras pasaba; mi cara y mi cuerpo estaban manchados de semen blanco, mi cabello era un desastre por todo el ajetreo, marcas rojas decoraban mi cuello y torso, mis pezones estaban duros e hinchados. Algunos moretones comenzaron a aparecer en mi cara y estómago donde había sido golpeado y pateado. Pistas de semen seco se deslizaba por el interior de mis muslos.

El cliente no había sido el único sucio.

Había sido yo.

Con este cuerpo vergonzoso, sensible incluso al mínimo placer.

Con la mente de una zorra, fácilmente influenciable por el sexo.

“Pensé que eras realmente hermoso”

“¿Así que te diviertes siendo follado por hombres, eh...?”

—¡Lo siento...Eustass-ya!

¿Por qué me estaba disculpando? ¿Por qué la voz de Eustass-ya, el rostro de Eustass-ya no dejaban mi mente?

Lágrimas frescas se deslizaron por mis mejillas mientras me metía a la bañera y dejaba que se limpiaran todos aquellos pecados que habían manchado mi cuerpo.

“No seré capaz de mirarte nunca más”.

Gruesas nubes se enrollaron en el cielo, bloqueando la luna de nuevo. Nunca brillaría de nuevo esa noche.

 

……

 

Notas finales:

……

 

Harimise: Jaulas enrejadas enfrente de los burdeles donde las prostitutas eran exhibidas.

 

 Nos leemos n.n/


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