Un día antes del viaje…
Había tenido un pésimo día en la escuela ya que había recibido regaños de casi todos sus profesores por no poner atención y ahora solo quería regresar a su casa para ver a su dulce abuela que era la única razón por la cual seguía allí, llego a casa queriendo correr a los brazos de su abuela, noto algo raro cuando entro al living, su gemela Mei lloraba a mares en brazos de su madre que estaba junto a su padre consolándola luciendo sumamente afligidos por lo que fuera que le pasara a su estúpida hermana mayor por eso fue que decidió pasar de largo hasta que su padre le llamo.
-¿No planeas saludar?-reprocho su padre
-Si solo que vi que Mei no estaba bien y no quise importunar-se excuso
-Lu, Lu-llamo su hermana que corrió a sus brazos para llorar en sus brazos hipócritamente, sus padres miraron enternecidos a su princesa al ver lo cariñosa que era con el gemelo menor, si supieran, pensó Luhan
-¿Qué pasa Mei?-pregunto sin expresión alguna sintiéndose asqueado cada que ella lo tocaba
-Llego una carta hoy, mi prometido solicita que me vaya a vivir con el todo este año antes de que se gradué y nos casemos-explico con tristeza fingida
-Se oye bastante mal-dijo con desinterés
-Es horrible porque aun hay muchas cosas que quiero ver y hacer-hablo la afligida chica
-Más bien ser la perra más grande del mundo pobre del imbécil que está destinado a casarse contigo-pensó Luhan
-Aunque...-la sonrisa que su hermana tenia no eran buenas noticias y menos si te llamas Xi Luhan y eres el gemelo de esa diabólica chica-Tu podrías tomar mi lugar-sugirió ella
-Si claro el quiere conocer a su prometida mujer pero llega un chico, claro que se lo creerá-soltó con ironía
-Eres mi gemelo te pareces a mi así que con ropa de chica y maquillaje eres yo-explico ella con obviedad
-No, eso es un delito y no planeo hacerlo-respondió tajante
-Por favor Lu solo será este año para que yo pueda ser libre, además no te estoy pidiendo casarte con él si no solo pasar un tiempo con él además no veo porque te opones si de todos modos te gustan los hombres será perfecto para ti ¿acepta si?-suplico haciendo un puchero y Luhan la miro con odio impregnado en sus ojos deseando poder matarla solo con eso
-¡Qué gran idea!-chillo emocionada su madre
-Nuestra niña es muy inteligente-halago su padre y a él ya no le sorprendió si ellos se ponían de su parte, Mei era la bonita, la inteligente, la talentosa, la que todo lo hacía bien, su perfecta hija mientras él era solo Luhan su insignificante hijo
-No lo hare, además el que a mí me gusten los hombres no quiere decir que vaya queriendo algo con cualquier hombre que vea así que no lo hare-contesto con firmeza
-¡Luhan!-llamo severamente su madre, su hermana comenzó con su llanto falso y manipulador lo cual decidió ignorar y dio la vuelta para irse con su abuela
-Pues lo harás a no ser que quieras que tu abuela deje esta casa y vaya a un sanatorio-advirtió su padre deteniéndolo en seco
-¡No puedes hacer eso es tu madre, papá!-recalco
-Ya es una mujer mayor allí estará mejor aquí ya no podemos cuidarla a menos que aceptes claro está-dijo como si nada, Luhan apretó los puños y mandíbula molesto hasta que se vio obligado a ceder
-Muy bien lo hare-dijo resignado sacándole aquella sonrisa que podía verse dulce e inocente pero era solo una máscara que escondía lo perversa y cruel que era su hermana
-Muy bien hoy hare la maleta con mi ropa para ti y mañana vendrá la maquillista para explicarte una cosas y arreglarte para que te vayas mañana-infirmo muy feliz su hermana, Luhan solo pudo asentir resignado
-Recuerda que esto es importante así que trata muy bien al heredero de los Oh y haz lo que diga siempre y cuando no corras el riesgo de ser descubierto-explico su madre
-No sabes como te lo agradezco Lu-sonrió ella nuevamente, Luhan solo los miro con odio a todos y se fue corriendo con su abuela para poder llorar en paz
Su abuela era un mujer ya mayor que padecía una enfermedad en fase terminal, la enfermedad estaba ya tan avanzada que ella ya no podía levantarse y ahora solo estaba postrada en una cama al cuidado de un enfermero, ella era la única persona que realmente parecía quererlo además de su primo y sus dos mejores amigos, el no podía darse el lujo de que sus desalmado padre la enviara a un asilo donde seguramente solo acelerarían su muerte, llego a la amplia habitación de su abuela y entro con cuidado.
-Hola cariño-saludo suavemente la anciana mujer, se veía peor que ayer, más pálida, más demacrada y mucho más débil
-Hola abuelita-saludo suevamente para que no notara las ganas de llorar que tenía al verla así
-Ya estaba extrañando a mi pequeño ciervito-sonrió
-Y yo a mi abuelita preciosa-sonrió entrando para sentarse en la silla junto a la cama y sostuvo la mano de su abuela para besarla
-¿Algo nuevo?-pregunto suavemente su abuela mirándolo con esa mirada que cada día se apagaba más
-Bueno yo…tendré que viajar abuelita…mis padres quieren que haga algo y…me iré por un tiempo-explico con tristeza
-¿Y ahora que te pidió mi desalmado e inhumano hijo?-pregunto afligida la mujer
-Debo…yo debo hacerme pasar por Mei y…pasar un tiempo con su prometido…no será mucho solo un año ya verás cómo pasa volando-aseguro sonriendo sin ganas
-Lo siento Lulu…si yo hubiera educado mejor a tu padre el no sería esto que es ahora-se disculpo con tristeza su abuela
-No te preocupes abuelita-sonrió tratando de quitar un poco el pesar de su abuela
-Lulu-llamo su abuela acariciando su mano-Pásame esa caja sobre el tocador cariño, la cajita negra-Luhan asintió poniéndose de pie y tomo el pequeño alhajero que su abuela le pedía
-Aquí tienes abuelita-dijo poniendo sobre las piernas de su abuela el alhajero, vio a su abuela abrirlo y rebuscar entre todo lo que allí había hasta que saco un collar muy de plata que tenía un colgante con la forma del sol y en la otra uno con la forma de la luna, era algo bastante bonito-Esto es algo que hicimos tu abuelo y yo en nuestra juventud, la luna era mía y él era el sol-explico sonriente
-Es muy bonito-sonrió de vuelta a su abuela
-Toma cariño-dijo colocando en la mano de Luhan-Ahora es tuyo, tu sabes cuánto te queremos tu abuelo y yo es por eso que me pidió que te entregara a ti nuestro más grande tesoro, cuídalo mucho-pidió sonriendo suavemente-Un año es mucho tiempo Lulu y quiero dártelo ahora-Luhan sintió que lloraría pero se obligo a sonreír
-No te preocupes abuelita ya verás cómo se nos pasa volando este año además te escribiere cada mes-animo sonriente
-Yo también Lulu, le pediré a XingXing que te escriba las respuestas a tus cartas-aseguro ya que su enfermero era realmente adorable y ayudaba a su abuelita en todo lo que ella pedía
-Ok, ahora me voy que debes descansar-aseguro besando la frente de su abuela con suavidad y se fue dejándola en paz nuevamente, cuando estuvo fuera no pudo detener más su llanto y se recargo en la puerta de madera de aquella habitación llorando silenciosamente
-Luhan ¿qué paso, por qué lloras así?-pregunto apresuradamente Yixing el enfermero de su abuela y uno de sus mejores amigos abrazándolo para dejarlo desahogarse
Se quedo consolando a Luhan que le conto todo lo sucedido ese día, agradeció a Lay, como solía llamarlo algunas veces, cuando cambio de tema y comenzó a contarle algunos chistes muy malos pero las caras del chico era graciosas así que termino riéndose igual, Lay se despidió cuando tuvo que ir a darle su medicamento a su abuela y lo dejo solo en su habitación, llamo a su mejor amigo lo había conocido en la escuela pero se había tenido que ir a Japón y ahora solo podían comunicarse a la distancia, le explico sobre el viaje se río un montón cuando escucho las quejas y las maldiciones que su amigo le lanzaba a sus padres y a su gemela, hablaron un buen rato hasta que Luhan se despidió para poder dormir.
Por lo general siempre ponía el seguro de su puerta pero estaba tan cansado emocional y físicamente así que solo se metió a la cama dejándose vencer por el enorme cansancio que lo envergaba, grave error, había una razón para que Luhan siempre asegurara la puerta, había una razón por la que odiaba quedarse a solas con Mei y había una razón por la cual lamentaría su descuido.
12:00 am, media noche y Luhan estaba profundamente dormido así que no escucho cuando la puerta se abrió, no vio la delicada figura que camino hacia su cama entre las penumbras, no sintió la suaves manos que ataron sus muñecas con suaves pañuelos de seda al respaldo de la cama, no se percato de la pañoleta de seda roja que se dedica a dejarlo amordazado pero sin duda sintió el solo punzan de dolor que tenía cuando Mei se deslizo sobre su cama y puso sobre su pie cubierto por una linda zapatilla de tacón de aguja que presionaba en su estomago con mucha fuerza haciéndole daño y sacándole el aliento logrando que abriera los ojos de golpe completamente aterrado, miro a su alrededor y se vio impotente de huir o gritar, odiaba a su hermana porque esta disfrutaba de torturarlo física y emocionalmente cuando nadie los veía pero actuaba tierna y dulce con él cuando todos los observaban, Mei era la chica perfecta ante los ojos de todos pero con el no era más que un monstruo.
-Lu eres muy cruel con tu hermana mayor-hablo con tono meloso mostrando su cara más dulce que no tardo en volverse en aquella mueca perversa que lo aterraba-Pensé que te había quedado claro que debías decir sí a todo lo que yo diga pequeño gusano-aseguro aumentando la presión de su pie logrando que Luhan se removiera adolorido-Ahora bien debemos dejarte en claro que no debes desobedecerme-sonrió de forma retorcida mientras Luhan luchaba por liberarse y sus ojos se llenaban de lagrimas
La chica se sentó sobre sus muslos evitando que siguiera removiéndose como loco, Luhan miro con horror como su hermana sostenía una pequeña navaja que acerco hasta su vientre, Luhan se retorció con más desesperación lo cual solo causo una sonrisa más perversa en el rostro de la chica, el objeto afilado comenzó a presionarse en su vientre para romper la piel lentamente, Luhan gritaba pero no era para nada útil considerando la mordaza, estaba llorando y Mei solo se reía quedito.
-D-E-S-O-B-E-D-I-E-N-T-E-deletreaba al tiempo que se encargaba de gravar cada letra en el vientre perfecto de su hermanito, lentamente y no tan profundo para que la cicatrices no fueran tan problemáticas y se cubrieran con facilidad, así era, ella lo hería pero siempre en lugares invisibles, cuando termino vio satisfecha su obra y sin ninguna consideración dejo caer todo el contenido del una botellita de alcohol en las heridas abiertas y sangrantes de Luhan que arqueo la espalda en un intento de gritar por el dolor que sentía-Ya, ya Lu no es para tanto-sonrió ella bajando de la cama de un saltito, lo desato y Luhan se hizo de inmediato un ovillo llorando de dolor, cubriendo con cuidado su estomago lacerado-Mañana viene la maquillista así que descansa que viene temprano-anuncio ella y se fue como si nada
Luhan se levanto desesperado y cerró la puerta con seguro para seguir llorando en el suelo como un loco, se levanto adolorido hacia el baño y atendió las heridas con mucho cuidado, vio la marca de los tacones de su hermana y se sintió peor, el miedo a que esa psicópata volviera a entrar no lo dejo dormir y cuando la mañana llego la cabeza le dolía horrores, se iría ese día y tras lo de anoche tal vez no era tan mala la idea estar muy lejos de esa loca.
La mañana se le hizo eterna mientras la maquillista le enseñaba como maquillarse, como combinar los colores de la ropa y accesorios y lo más importante como colocarse aquella hermosa peluca pelirroja, al final termino de pie frente al espejo con una bonita falda corta de color blanca, una blusa color rosa de mangas corta y unos zapatitos rosas, era la imagen perfectamente igual a la de su hermana a la que tenía parada a su lado, su cara estaba ligeramente maquilada y un dulce aroma se desprendía de el debido al perfume.
-¡Eres la perfecta imagen de Mei!-chillo emocionada su madre, sintió ganas de llorar le dolía eso, siempre todo mundo decía que él se parecía a su hermana y eso era tener suerte, eran gemelos si le hubieran dado a escoger jamás hubiera querido parecerse a ella
-¿Por qué debo usar ropa interior de mujer?-pregunto incomodo
-Es por si acaso-explico su madre
Lo dejaron despedirse de su abuela antes de irse, no fue mucho ya que ella estaba dormida y solo pudo dejarle un beso en la frente e irse, viajaron al aeropuerto en silencio o bueno por lo menos el iba en silencio, la despedida fue lo que imaginó su madre lloro y abrazo a más no poder a su hermana Mei repitiéndole lo mucho que la quería y a él solo le dije que si lo arruinaba no se lo perdonaría jamás, al parecer aun no le perdonaba nacer, el vuelo se lo paso dormido para así no romper a llorar allí mismo, llego siendo recibido por un chofer que lo llevo a la mansión del prometido de su hermana.
Las puertas se abrieron dándole la bienvenida, tres chicos estaban frente a las escaleras mirándolo fijamente y se sintió nervioso al no saber quién de ellos era su prometido, una amble mujer lo recibió con un abrazo cálido y sus ganas de llorar aumentaron sintiéndose envidioso del muchacho al tener a una madre como esa.
-Mei cariño estas hermosa seguro mi hijo se enamorara de ti con solo verte-aseguro la dulce mujer-Hablando de mi bebé, el es mi hijo Oh Sehun-dirigió su mirada escaleras arriba y se topo con el chico de sus sueños, el prometido de su hermana era todo lo que siempre espero de un hombre y le recordaba lo irónica que era su vida ya que Mei siempre tenía todo lo que el llegaba a desear.