Luego de estar con el padre de Furihata-kun fuimos de nueva cuenta a la granja para descansar. Furihata-kun estaba muy aliviado puesto que su padre sería dado de alta en tres días, quiso quedarse en el hospital pero no pudo porque Akashi-sama le dijo que se fuera a descansar y él cuidaría a Furihata-san. Algo me decía que Akashi-sama anda detrás de Furihata-san. Y de eso ya fue un mes.
Para nosotros y conforme pasó el tiempo, nuestro embarazo se hizo más notable, siendo el de Himuro-san más apreciable por sus mellizos. Además de que con nosotros vivía Furihata-san, quien estaba a nuestro cuidado hasta que se recuperase. Ah, y siendo constantemente visitado por Akashi-sama quien cada vez que venía les traía muchas cosas que hasta a nosotros nos tocaba.
En este tiempo muchas cosas habían cambiado, entre ellas que los más grandes ya asistían a la universidad a sus respectivas facultades y nosotros, gracias al súper ingenio de mi otro tío, asistíamos a la preparatoria anexada a la universidad. Himuro-san lo hacía siempre acompañado de Wei-san, Imayoshi-san acompañaba a Hanamiya-san- según él porque quería merodear y buscar a su zorrito- y Miyaji-sempai andaba en busca del amor también. Pero quien más nos sorprendió fue Izuki-sempai, porque sin deberla ni temerla, había conquistado a Nijimura-sempai. ¡¡A Nijimura-sempai!! ¡¡A la fiera de Teiko!!
FLASHBACK
Un par de días después, estábamos atendiendo la cafetería del tío Hinata. Había clientes variados y estábamos con algo de trabajo en sí. Izuki-sempai se encontraba arreglando unas mezas y decorándolas con unos floreros. Iba a hablarle para decirle que era hora de su turno de descanso cuando sentí la mano de Kise-kun jalarme de pronto.
—¿Qué pasa, Kise-kun?
—¡Ocultémonos Kurokocchi!- chilló bajito y fuimos a escondernos a la barra. Ahí mismo estaban Hanamiya-san, Kagami-kun, Imayoshi-sempai, y los demás sempais. Nos asomamos por un borde y observamos aterrados como por la puerta entraba Nijimura-sempai con un aire imponente y vestido de manera casual. Sus ojos escaneaban el lugar de manera crítica y por un instante, de veras que sí, sus ojos y su expresión cambió a una más relajada, alegre, y algo boba.
—Hola, Shun-kun.
El aludido se volteó y se puso tan rojo como un tomate tartamudeando un saludo breve. Nosotros observábamos como si fuésemos los que estaban sufriendo ahí mismo.
—¿Qué hace por aquí, Nijimura-san?
—Vine a pasear por estos rumbos, y por recomendación de uno de mis kouhais diciéndome que este café era el mejor de la ciudad.- su sonrisa sincera hasta a mí me dio escalofríos- Es una muy grata sorpresa encontrarte por aquí. ¿Trabajas en este lugar?
—Ve por Sexymura, Izuki-chan xD.
—¡Guarda silencio, Takao!- chilló bajito Miyaji-san y le tapó la boca.
—S-Sí, aquí trabajo: es el café de mi tío- su ruborizado rostro se desvió un poco-¿L-le llevo a una meza, Nijimura-san?
—Por supuesto, pero no me digas Nijimura-san, ya te he dicho que puedes decirme por mi nombre.
Ambos se encaminaron a una meza e Izuki-sempai le dejó la carta mientras se excusaba con ir a la barra. Para disimularla, ahí estaba Wei-san y él nos serviría de tapadera junto con Himuro-san e Imayoshi-san.
—Felicitaciones, Izuki-sempai, has domado a la fiera de Teiko.
—No es momento para eso, Kuroko, no sé qué hacer.- siseó bajito- Ha estado supervisándome desde que entré a los cursos de la facultad y siempre que salgo de ellos me espera para irnos a almorzar e incluso se lleva mi mochila.
—Eso, mi querido Izuki, se llama “Conquistando terreno” en el lenguaje de semes.- habló Imayoshi-san acomodándose sus gafas- Además de la mirada matadora que me está enviando justo ahora. Esa significa “Aléjate de mí territorio, maldito.”
Imayoshi-san volteó levemente un espejo para que disimuladamente viéramos a lo que se refería. Y en efecto: Nijimura-sempai estaba, literalmente, calcinándolo con su mirada y ya hasta había roto los palillos de madera y doblado unos cubiertos de ahí.
—Izuki-sempai, ¿Qué has pensado? Por lo visto, y esto, Nijimura-sempai ha estado mostrando interés por ti.
—Kuroko tiene razón, el Sexymura quiere contigo.- afirmó Takao-kun- Solo falta que venga y se te declare.
—Ellos tienen razón- Kagami-kun asintió- Harían una muy linda pareja.- admitió con las mejillas rojas y aproveché para robarle un beso.
—Izukicchi, seamos honestos: ¿A ti te atrae Nijimuracchi-sempai?- la pregunta de Kise-kun lo puso muy nervioso y comenzó a balbucear cosas inentendibles. Al final, terminó asintiendo de manera rápida.- ¿Qué estás esperando? ¡Ve por él!
—No quiero, Kise, no me haré ilusiones porque no quiero salir herido.- murmuró bajito- Él aún no sabe que voy a tener un hijo y siento que por eso me va a rechazar. ¿Creen que aceptará estar conmigo al saber la verdad? ¿Creen que aceptará a mi hijo?
—Pues él sería un imbécil si hace eso.- siseó Hanamiya-san- Mira que lo conozco desde que nos enfrentamos en la secundaria, y se ve que no es del tipo de bastardo como ciertas personas. En especial como ese estúpido de Moriyama. En tus manos está ser feliz o ser un desdichado para siempre.
—Makoto-san tiene razón, Shun, se ve que es un gran chico y que se está preocupando mucho por ti.- Himuro-san se apoyó para darle un apretón en las manos.-No tengas miedo en intentarlo.
—Y si te hace sufrir, para eso está el tío Midori.- rió Takao-kun con malicia- Por ahora ve y conquista al Sexymura.
Izuki-sempai se llevó con él una orden con bocaditos para llevárselos a Nijimura-sempai y este suavizó su expresión en cuanto lo vio. Luego, mientras Izuki-sempai hacia rondas junto con Himuro-san y Takao-kun, Nijimura-sempai lo vigilaba con recelo y siempre estaba al pendiente de sus acciones.
Y así se lo pasó hasta que se tuvo que ir.
Desde ese día, Nijimura-sempai lo venía a visitar con la excusa de venir a tomar café- eso según él- pero más bien se la pasaba viéndolo y hablando en las oportunidades posibles, y nosotros escondiéndonos de él. De eso pasaron unas cuantas semanas.
Un día, mientras hacíamos el inventario, llegó Izuki-sempai a la granja hecho un mar de lágrimas. Todos de inmediato nos espantamos al verlo así y de inmediato lo comenzamos a interrogar sobre lo que le había pasado. Muy triste, nos dijo que ya le había dicho a Nijimura-sempai sobre su bebé, y que este se quedó como idiota sin decirle nada y se marchó dejándolo solo.
—Esto es guerra, yo si voy a partirle su mandarina en gajos.- Hanamiya-san se puso como fiera y ya casi se sale pero Imayoshi-san lo detuvo-¡Suéltame! ¡Voy a matar a ese desgraciado!
—Tranquilo, no sirve de nada hacerlo.
— ¡Claro que sirve! ¡Me desahogaré con partirle la ma#$”#!
—Lo primero que debemos hacer es calmar a Izuki-chan.- Takao-kun tenía razón, debíamos calmarlo ya que estaba llorando mucho mientras era abrazado por Himuro-san y Sakurai-kun. Lo llevamos a su cuarto y nos quedamos con él hasta que vino el tío Midori y le dio algo para calmarlo y hacerlo dormir.
Después este nos interrogó y cuando supo se puso peor que Hanamiya-san: él si se iba a armar con todo lo que tuviese a su alcance.
—¡¡MENDIGO MOCOSO!! ¡¡NADIE HACE SUFRIR A UNO DE MIS BEBÉS Y SALE ILESO!! ¡¡HINATA!! ¡¡ENLISTAME A LOS PAVOS!! ¡¡VOY DE CACERÍA!!
—Cálmate Midori, no hagas nada aun.- el tío Hinata se le encimó hasta que lo tiró al suelo- Mejor vamos a darte un masaje, te ves muy tenso. Ya después, harás lo que quieras.
Después de muchas insistencias, el tío Hinata se llevó al tío Midori a su cuarto para mantenerlo ocupado- cof cof, iban a tener sexo del hard- y así salvar de alguna manera al tonto de Nijimura-sempai. Nos quedamos en la sala pensando en que hacer, y para eso pasaron varias horas hasta que ya era de noche, cuando escuchamos que el timbre resonaba de manera insistente. Kise-kun fue para asomarse por el mirador y sus ojos se dilataron en pánico.
—¡Por los calzones del tío Midori! ¡Es Nijimuracchi-sempai!- chilló bajito y mis pelos se erizaron. Corrí a ver al mirador y ahí estaba el culpable luciendo agitado como si hubiese corrido una maratón. Ya me encontraba listo para ir y darle su merecido cuando Kagami-kun me detuvo.
—Cálmate, Kuroko, que tu sempai nos cachará si nos ve.- en eso tenía razón- Escondámonos rápido.
Mi primo Tokiwa fue el encargado de ir a abrirle y nosotros nos escondimos escaleras arriba y lo hicimos justo en el momento en que abrió. Nijimura-sempai se veía demasiado agitado y hasta casi se tiraba al suelo.
—¿Qué se le ofrece, Nijimura-sempai?
—T-Tokiwa-kun, n-necesito hablar con Shun-kun ahora- Nijimura-sempai escaneó el lugar rápidamente- dime en donde está.
—Eh, Nijimura-sempai, no creo que eso sea posible: Shun-kun está dormido.- mi primo sonrió de manera maligna como lo hace el tío Midori ¡Hasta sus pajaritos lo imitaron!-Lo hiciste llorar mucho. Le rompiste el corazón.
—Maldición, no quería que pasara esto.- y para acabarla de rematar, mi primo lo miró de manera fea haciéndolo sentir peor-Sé que me equivoqué al reaccionar de esa manera y que con ello lo lastimé, pero necesitaba pensar en lo que haría a continuación.
—Pues vaya que lo lastimaste mucho. Se puso tan mal que papá tuvo que darle algo para que se durmiera puesto que en su estado es perjudicial.
—No quise lastimarlo, me siento muy mal por haberlo hecho. Ya hasta Kaede-sensei me dio un buen sermón.- su cabeza se agachó y vi su semblante ponerse decaído- Y he venido aquí para pedirle perdón.
—No creo que eso sea conveniente: él está muy dolido y el verte ahorita solo lo lastimaría más.
—Escúchame Tokiwa: sé que fue un completo idiota, estúpido, imbécil, bastardo, y no sé cuántos adjetivos más crucen por tu cabeza, sé que metí las cuatro y hasta el fondo y que en este momento tú y tu demás familia quieran matarme.- Su rostro mostró una determinación que no veía desde los tiempos de Teiko- Pero también me di cuenta de que lo amo. Lo amo demasiado como para dejarlo ir por mis ahora inexistentes pretextos. No me importa quién es, ni de donde venga, no me importa su pasado, ni el poco tiempo que llevo de conocerlo. Él lo es todo para mí, sé que lo conozco desde hace muy poco, pero algo me dice que él es el indicado: él es la persona que he estado buscando.
—… ¿Y su hijo? ¿Qué hay del bebé?- mi primo se quedó cruzado de brazos mientras nosotros esperábamos la respuesta-Porque si quieres que él esté en tu vida, también con él está ese bebé. También debes aceptar a ese bebito.
—…Kaede-sensei me contó todo.- casi nos ponemos a chillar- Me contó cómo fue que el imbécil ese le ponía los cuernos con medio mundo y él decidió dejarlo.-suspiramos aliviados-Yo no lo lastimaré de esa manera, no voy a herirlo como ese bastardo. Y volviendo al tema del bebé…esa es la mejor parte. Sabes, ni él ni ese pequeño tuvieron la culpa de nada. Si ese estúpido no supo apreciarlos y cuidarlos, yo lo haré.
—Ya decía yo que Sexymura no era tan bastardín después de todo. Está como quiere el condenadote xD.- Takao-kun se mofó y su sempai de nuevo le calló la boca.
—No sé si deba dejarte que lo veas.
—Lo siento, Tokiwa, pero no te pediré permiso.- vimos correr a mi sempai escaleras arriba mientras nosotros rápido nos escondíamos en donde apenas podíamos. Vimos a mi sempai ver la puerta con el nombre de Izuki-sempai, el de pila, y sin pensarlo dos veces corrió y entró ahí mismo. Nosotros discretamente nos fuimos a espiar para ver qué pasaba.
Nijimura-sempai veía embobado a Izuki-sempai mientras este dormía profundamente abrazando su abultada pancita; se acercó a donde estaba él y comenzó a acariciarle los cabellos y las mejillas. Izuki-sempai frunció el ceño y poco abrió sus ojos hasta que vio por completo a mi sempai y espantado pegó un salto. Agradecimos todos que las luces estaban apagadas y solo estaba la luz de la luna o Nijimura-sempai habría notado que el cabello de Izuki-sempai es negro y no castaño.
—Nijimura-san…
—Shun, perdóname por mi actitud de hace unas horas. Estaba confundido por todo, tenía tantas cosas que pensar.- la mirada de Izuki-sempai se entristeció y mi sempai le tomó el rostro suavemente con sus manos.-He venido a pedirte que me perdones, y también he venido a pedirte que estés en mi vida de ahora en adelante, que ambos lo estén.
De su abrigo sacó una pequeña pulserita de cristales y del otro bolsillo sacó una cajita que al desdoblarla reveló una mantita color azul pálido con estampados de nubecitas. Las futuras madres, Kagami-kun y yo casi nos ponemos a llorar por la emoción del momento, y más cuando Izuki-sempai asintió todo lloroso y dándole un beso de improviso a Nijimura-sempai, el cual ni lento ni perezoso, correspondió de manera suave y lenta. Hasta que un estruendo se escuchó y el tío Midori hizo su aparición. Estaba súper despeinado, con la bata mal puesta, el cuello lleno de chupetones, y eso sí: blandía una buena hacha y lucía tan sádico como siempre.
—¿Con que tu eres el mocoso que hizo sufrir a mi precioso Shun-kun, eh? ¡¡SUFRE LAS CONSECUENCIAS, MALDITO!! ¡¡A LA CARGAAAAAAAAAAAAAA!!
El tío Midori lo correteó por toda la casa y por todos los campos de la granja. Nijimura-sempai debe agradecer que su velocidad es asombrosa o si no ya estaría a tres metros bajo tierra.
FIN DE FLASHBACK
Y ahora son novios, ¿Quién diría que Nijimura-sempai podría ser alguien tan dulce y buen novio?: consiente a Izuki-sempai, le mima, es el novio perfecto. Ah, y lo cela mucho. La otra vez que un chico le andaba coqueteando, el pobre tipo terminó en la enfermería.
Pero nos olvidamos de otra cosa: el tío Midori ya enfrentó a su yerno.
FLASHBACK
Después de la corretiza que le dio el tío Midori a Nijimura-sempai, nos quedamos espiando y ayudando- disimuladamente- a escapar al pobre para que no muriese. Al día siguiente estuvimos en el café y al llegar ahí vimos llegar a Nijimura-sempai con un enorme mega oso de peluche y un enorme ramo de rosas rojas, blancas y rosadas.
—¡Kyaaaa! ¡Sexymura!- Takao-kun chilló desde la barra y ahí, en nuestro escondite para cuando Nijimura-sempai venía, vimos como este se acercaba a Izuki-sempai y le daba los obsequios poniéndolo colorado. Fue a sentarse a su meza usual e Izuki-sempai vino hacia acá para darle la orden del café con leche y extra espuma.
Vimos llegar a un chico castaño de ojos avellana, vistiendo casual y llevando un ramo de alcatraces, las flores favoritas de mi primo. Este chico, al ver a mi primo, se le pusieron los ojos de corazón y se lanzó para abrazarlo.
—¡Tokiwa-sempai!
—¡¿H-Haruka-kun?!
—¿Ese es el mentado Haruka?- masculló Kagami-kun viéndolo de pies a cabeza desde la barra- ¡Es un enano!
—Guarda silencio, Kagami-kun, que no tenemos la culpa de haber nacido tan chaparros.- hablé por todos aquellos más bajos que Kagami-kun.
—Oye, Kurokocchi, ¿El tío Midori está aquí?
Eso me cayó como balde de agua fría: el tío Midori estaba en el área, y eso significaba…
—Hola Haruka.
Nos escondimos en la barra viendo con pavor al tío Midori aparecer a espaldas de la parejita y viendo como temblaba Haruka-kun. El otro se volteó y vio la expresión macabra del tío Midori. Esto era el fin.
—H-hola s-suegrito.
Error. Cometiste un error Haruka-kun. El tío Midori al escuchar eso se encendió como pólvora y de la nada sacaba una ametralladora. Dio un chiflido y a su encuentro acudieron un montón de pavos listos para el ataque.
—Hasta aquí llegó el yerno.- musitó Hanamiya-san y nosotros le dimos la bendición desde nuestros lugares.
—¿Con que tienes agallas para venir a mis dominios y desafiarme, mocoso? Esto fue lo último que hiciste en tu vida.- le apuntó con su ametralladora y el otro se puso blanco.- Ni madres voy a dejar que mi bebito esté contigo. Este es tu fin, maldito depravado. ¡Hasta la vista mocoso! ¡Muereeeeeeeeeeee!
El tío Midori comenzó a dispararle como un chiflado y Haruka-kun corrió por su vida a lo largo de todo el café chillando por su vida. Los pavos le daban muchas picotizas y el pobre no esquivaba ninguna.
—¡¡Waaaaaaaaaaaa!! ¡Auxilio!
—¡¡Midori noooooooooooo!!- el tío Hinata persiguió junto a Tokiwa-nii a mi tío Midori entre una nube de polvo, plumas y mentadas. Todos los clientes y nosotros observamos el numerito que ocurrió y suspiramos con cansancio.
—Compadezco al tipo- musitó Nijimura-sempai bebiendo el café y Kagami-kun, a la distancia, asintió con un aura deprimente.
—Se joden, a mi me hace sufrir a diario TwT.
FIN FLASHBACK
Me acerqué a la cocina por unos bocadillos y ahí vi a Sakurai-kun negar con la cabeza mientras terminaba unos bocaditos de melón para llevárselos a Furihata-san, a pesar de las insistencias de él de que decía que podría hacerlo. Me acerqué para ayudarlo y de paso preguntarle bien del porqué de su actitud. Hoy teníamos el día libre y estábamos en la granja.
—¿Qué pasa, Sakurai-kun?
—Es Imayoshi-sempai, no está y ya sospecho en donde pueda encontrarse.- terminó de servir los bocaditos y aprovechó para servir té.-Solo espero que él esté bien.
—¿De verdad lo crees?
—…la verdad no: Imayoshi-sempai es el demonio en persona, ahora se fue por Kaname-san al templo.
FLASHBACK
Poco tiempo de nuestra llegada a la granja hubo una pequeña cosa que nos extrañó y que nos sorprendió a todos. Un día, el tío Hinata nos había pedido que llevásemos unos cuantos víveres al encargado del templo que estaba a pocos minutos de distancia de la granja. Nos acompañó mi primo ya que lo conocía y sabía el camino al templo. No llevábamos los disfraces puesto que la zona era segura y no había gente alrededor.
Al llegar al lugar estuvimos maravillados por el lugar, pequeño pero muy bonito, y lleno de flores. Mi primo llamaba a gritos al encargado porque nos mencionó que tiene la particular maña de estar en el fondo del templo y a veces no escucha.
—¡Kaname-san! ¡Kaname-san!
—Ya voy, Toki-chan, ya voy. No tardo.
Cuando este salió del templo nos quedamos con los ojos abiertos como platos: ¡Era casi idéntico a Kise-kun! La única diferencia radicaba en que era un poco más alto y los ojos los tenía de una tonalidad azulada. También al vernos se quedó perplejo en dirección a donde estaba Kise-kun.
—Toki, hola. No mencionaste que traerías visitas. ¡Hubiera preparado bocadillos!
—Gomen, Kaname-san, fue algo de improvisto. Los presento- hizo alusión de nosotros- Chicos: él es Kaname-san, es el encargado de este templo. Kaname-san, ellos son Taiga, Tetsuya, Tatsuya, Ryou, Ryouta, Kouki, Kazunari, Shun y Makoto. Están viviendo con nosotros.
—¡Mucho gusto!- exclamamos todos y después Kagami-kun despertó de la conmoción.
—¡Kise! ¡¿Por qué no mencionaste que tenías un hermano?!
—¡No tengo hermanos Kagamicchi!- chilló Kise-kun inflando las mejillas-Tengo dos hermanas pero no nos llevamos muy bien que digamos.
—¡Pero son idénticos! ¡Hasta en los ojos!- Sakurai-kun hizo alusión al mismo tipo de ojos únicamente difiriendo en color.
—Mooo, podría ser que si sea mi pariente perdido.- reflexionó Kise-kun viendo al otro el cual también lo observaba curioso.
—Tienes razón: de hecho no tengo familia. ¡Por fin tengo un hermanito!- el rubio más grande abrazó a Kise-kun- ¡Es genial!
Nos quedamos un buen rato en el templo hasta que nos tuvimos que retirar pero ellos seguían viéndose.
Con la llegada de los sempais, fue que la cosa cambió. No entendí lo del zorrito que decía Imayoshi-sempai hasta que una vez que fuimos al templo todos juntos escuchamos un grito y fuimos a lo que nuestros cuerpos permitían. Vimos extrañados como Kaname-san blandía una escoba en contra de Imayoshi-san el cual lucía demasiado enamorado.
—Zorrito, no te pongas así. El destino ha unido nuestras vidas. ♥u♥
—¡No creo en el destino! ¡Y no me digas zorrito! >0<
—Pues velo creyendo, lindura, porque tú y yo estamos destinados el uno para el otro. *0*
—¡Auxilio! >0<
Después Sakurai-kun me explicó que Imayoshi-san había ido a caminar al bosque al llegar a aquí pero que se quedó como tonto al ver a Kaname-san mientras éste barría las escalinatas del templo. Y que según él fue amor a primera vista, más bien a primer acoso, y que no se detendría hasta que conquistara a Kaname-san.
FIN FLASHBACK
—Oraré por Kaname-san.
—Creo que haremos oración nacional.- Hanamiya-san se nos unió-Conociendo a Imayoshi, el pobre va a sufrir mucho.
—Llevaré esto a Furihata-san, no me tardo.- Sakurai-kun se llevó las cosas y Hanamiya-san y yo nos encaminamos hacía el pórtico de la granja pero nos vimos un poco abruptamente interrumpidos ya que nos percatamos de que Wei-san estaba hablando con Himuro-san y este se notaba nervioso y angustiado. Hanamiya-san y yo nos escondimos cerca de un arbusto y por casualidad dimos con Kise-kun, Takao-kun e Izuki-sempai.
—¿Qué pasa? ¿Qué sucede con el chino y Tatsuya?- preguntó Hanamiya-san viéndolos y acomodándose mejor en el arbusto- Por lo que veo no es algo bueno.
—Lo que pasa es que Weicchi se le va a declarar a Tatsuyacchi.- explicó Kise-kun comiendo unos chocolates que le ofreció a Hanamiya-san- Pero al parecer no le va a ir muy bien.
Observamos bien la escena que ocurría delante de nuestros ojos sin perderle el hilo. Kise-kun tenía razón: esto iba a terminar bien.
—Tatsuya, por favor, piénsalo bien: yo te amo, te he amado desde el primer momento en que te vi y siempre has estado en mis pensamientos.- Wei-san lo abrazó de manera cuidadosa sin soltarlo ni dejar de verlo de frente- El que estuvieras con Atsushi me dolió mucho y pensé que te había perdido. Pero ahora es diferente.
—Liu no, por favor. Eres un gran chico, una excelente persona. Pero no siento lo mismo que tu.- Himuro-san se veía prácticamente acorralado- Por ti siento un cariño especial, eres como un hermano para mí. Jamás podría verte de otra manera.
—Dame una oportunidad, Tatsuya, dame una oportunidad de estar contigo. Prometo no fallarte, te amaré por siempre, prometo ser un padre para tus dos hijos. Jamás te lastimaré- en ese momento me sentí mal porque sabía que Himuro-san aun amaba a Murasakibara-kun.
—Liu, no me hagas esto por favor. No quiero salir herido ni lastimarte tampoco.- sollozó Himuro-san y le vió con una sonrisa triste- Sabes que mi corazón ya tiene un dueño muy difícil de sacarlo de ahí, pero no te aferres a mí. Hay alguien allá quien está esperando por ti. Alguien que si te ama de verdad y te hará muy feliz.
—Tatsuya, tú eres esa persona.- Wei-san sostuvo su rostro y estuvo a punto de besarlo, y nosotros casi chillábamos, pero las manos de Himuro-san fueron más hábiles y detuvieron a Wei-san antes de que completara su cometido y sin borrar su sonrisa le dijo.
—Esa persona no soy yo, Wei.
Un sonido seco se escuchó y ambos, junto con nosotros, voltearon para ver a la dirección del ruido. Ambos se quedaron helados al ver a la persona quien los veía con dolor, sorpresa, terror y traición. Esa persona era nada más y nada menos que el otro sempai de Himuro-san: Fukui-san.
—F-Fukui-sempai…-susurró Himuro-san demasiado aterrado y temblando como gelatina mientras el otro respiraba de manera agitada llevando ambas manos al pecho y poniéndose blanco como el papel.
—No, esto no…esto…no puede ser…Himuro…estás vivo…-musitó el rubio atónito- estás vivo…
—¡Fukui-sempai!- chilló Himuro-san y nosotros también cuando lo vimos caer totalmente desmayado. Sin pensárnoslo dos veces, corrimos a socorrerlo y Takao-kun fue a buscar al tío Midori.
—¡Fukui-sempai! ¡Despierte! ¡Despierte por favor!- Himuro-san lo sacudía levemente mientras Hanamiya-san, Izuki-sempai y yo le hacíamos aire con las manos, Kise-kun había apoyado la mitad de su cuerpo en él y sostenía su cabeza entre sus piernas.- ¡Liu! ¡Busca en sus maletas! ¡Hazlo rápido!
El otro obedeció y comenzó a revolver las cosas sacándolas de las maletas que se habían caído.
—Tranquilo, Himuro-san, Fukui-san va a estar bien.
—¡No es verdad, Tetsuya! ¡Fukui-sempai tiene problemas de hipoglucemia! ¡No puede alterarse demasiado porque se pone muy mal!- me espanté y más al ver al aludido respirar con dificultad a pesar de estar inconsciente. Su piel comenzó a tener un sudor frío y su palidez comenzó a acentuarse- ¡Apúrate, Liu! ¡Está empeorando!
—¡No encuentro la inyección! ¡No está en sus maletas!- nos aterramos por el grito de Wei-san y vimos que no estaba el mencionado objeto. Suspiré al ver a lo lejos al tío Midori correr con el tío Hinata. Takao-kun sí que había sido rápido. Mi tío lo evaluó rápido y se giró hacía el tío Hinata.
—Hinata, ve al almacén y tráeme una ampolla inyectable de glucagón.- mi tío asintió y se marchó corriendo- Hay que llevarlo adentro. Me explicarán después lo que pasó.
El tío Midori lo alzó en brazos y se lo llevó corriendo en dirección hacia dentro de la casa. Himuro-san se quedó llorando mientras nosotros nos quedábamos para tratar de calmarlo. Minutos después, Wei-san lo tuvo que llevar en brazos ya que no podía caminar y porque entre tanto llanto se quedó dormido.
Wei-san lo llevó a su habitación y ahí esperamos, todos nos reunimos en el cuarto, hasta que el tío Midori entró al cuarto y sin más le hizo un rápido chequeo a Himuro-san y a sus mellizos.
—¿Cómo está?
—Los signos vitales de los tres están elevados e inestables, lo mejor será que lleve a Tatsuya-kun al hospital para tenerlo mejor vigilado.- nos pusimos algo histéricos por lo dicho y mi tío comenzó a calmarnos- No se alarmen, nenes, es para verificar el estado de los tres. Recuerden que su embarazo es algo delicado.
—¿Y Fukui? ¿Cómo está?- preguntó temblorosamente Wei-san sosteniendo una de las manos de Himuro-san. Mi tío suspiró pasando una mano por sus cabellos y soltó un suspiro cansino.
—Ya está estable, pero aun así tendremos que llevarlo al hospital también. Niños, Hinata se va a quedar con ustedes a cuidarlos. Todo va a estar bien.- dicho esto mi tío se levantó con Himuro-san en brazos y Sakurai-kun le puso una manta encima- Les avisaré en cuanto ya estén mejor, no quiero que se me pongan mal ¿De acuerdo? Todo saldrá bien.
—Está bien.- susurró Takao-kun con los ojos anegados en lágrimas que hizo que todos nos pusiéramos así. Mi tío nos miró de manera serena y luego llamó a Tokiwa-nii.
—No lloren, bebés, ellos van a estar bien. Le diré a Hinata que los lleve más al rato al hospital. Toki, cielo, cuídalos por favor.
Mi tío se marchó llevándose a Himuro-san y luego nos fuimos a la cocina para que el tío Hinata nos preparara un poco de té. Al poco tiempo llegó Kagami-kun junto a los demás sempais, y al enterarse quiso ir al hospital pero se contuvo y espero noticias junto a nosotros. Furihata-san se quedó con nosotros y estuvo dándonos ánimos para quitarnos un poco la tristeza.
—No se pongan tristes, chicos, si Midori-san les dijo que no se preocuparan eso deben de hacer.- abrazó a su hijo- Todo va a estar bien, niños, no se angustien.
—Acabo de recibir mensaje de Midori, chicos-volteamos a ver a Akashi-sama el cual se veía sereno y tranquilo- Fukui-kun y Tatsuya-kun ya están mejor. Se quedarán en el hospital en observación.
—Eso es un alivio, que bueno que ambos ya estén bien.- musitó Furihata-kun luciendo más relajado- Queremos ir al hospital, queremos verlos.
—Arreglaré para que puedan llevarlos a todos, sus respectivos entrenadores ya están en el hospital: avisaron que llegarían hoy.- asentimos mientras Akashi-sama hacía unas cuantas llamadas. Vimos a Furihata-san levantarse de manera rápida y murmurar algo de querer ir pero los ojos desiguales de Akashi-sama lo fulminaron de inmediato.
—Usted se queda, Taki-san, aún está delicado y no puede sobre esforzarse.
—P-pero ya me siento mejor, Akashi-san, de verdad…
—No cuestione mis órdenes, Taki-san, necesita guardar reposo absoluto y no agitarse.-le interrumpió mientras se encaminaba hacia él y lo tomaba delicadamente por un brazo-Lo llevaré a su habitación y me quedaré con usted. Chicos, mis guardaespaldas los llevarán al hospital y que quedarán con ustedes.
Después de media hora nos encontrábamos en la sala de espera del hospital para que el tío Midori saliera y nos diera noticias de ambos chicos. Abracé a Kagami-kun al verlo tan desolado y Wei-san era abrazado por su entrenadora. El entrenador de Kaijo se cayó al momento en que Kise-kun se le aventara para abrazarlo.
—¡Entrenador Gentacchi! ¡Lo extrañé mucho!
—¡Ryouta! ¡No hagas eso!- al no poder detener los chillidos del rubio suspiró abrazándolo de vuelta y posando una mano en su abultada pancita- También te extrañé, hijo, a ti y a mi nieto. ¡Oh, vaya! Al parecer será tan chillón e hiperactivo como tú.
—¡Entrenador!- de igual manera Takao-kun se le aventó para abrazarlo pero en reflejos rápidos, el entrenador de Shutoku fue superior y lo atrapó.
—¡Ay, Kazunari! ¡Tú nunca aprendes! ¡Espero que este niño no salga igual que tú!- pasó una mano por la abultada barriguita obteniendo unas cuantas pataditas- Mejor que si, no aguantaría a otro Midorima.
—¡No sea cruel, entrenador! ¡Mi bebito no saldrá como Shin-chan!
—¡Ryou! ¡Pequeño!- acá la situación fue al revés: el entrenador de Touou se lanzó por Sakurai-kun para abrazarlo y acariciarle la pancita- T estás poniendo cada vez más lindo. Y mi nieto, ¿Cómo está? ¿Cómo te has sentido?
—Estamos bien, entrenador, ya comenzó a dar pataditas.
—Niño bonito, chico malo, es bueno verlos- saludó Kagetora-san viendo a ambos, en especial a Hanamiya-san el cual rehuyó un poco la mirada- Por lo visto no has cambiado de opinión, chico malo ¿Eh? Escucha…
—No quiero escuchar nada de Kiyoshi, ahórrese su discurso.- le interrumpió Hanamiya-san viéndolo cansado- Izuki, acompáñame por algo a la cafetería.
—Está bien, vamos.
Ambos se marcharon y suspiré al ver ello. Hanamiya-san aun no olvidaba lo que Kiyoshi-sempai le había hecho y no lo superaba. Luego vi un rayón rubio y estuve siendo apresado por el abrazo de Alex-san la cual chillaba.
—¡Ow! ¡Tetsuya! ¡Estás cada vez más bonito! ¡¿Cómo está mi nieto?!- se agachó a la altura de mi vientre y pasaba repetidamente sus manos sobre el- ¡Hello baby! ¡¿Cómo está todo por allá dentro?!
—¡Alex! ¡No hagas eso!- musitó abochornado Kagami-kun poniéndose rojo como su cabello.
—Está bien, Kagami-kun, no pasa nada.- sonreí para calmarlo- Ya quiero que salga mi tío y nos informe del estado de Himuro-san y de Fukui-san.
—Qué bueno que me invocan, Tetsu-chan- me giré y vi a mi tío ahí mismo. De inmediato todos le rodeamos- Tatsuya-kun y el otro chico ya están bien. Pueden pasar a verlos, síganme.
Rápidamente fuimos a la habitación de Himuro-san y lo vimos a este despierto con un montón de aparatos, un suero y monitores para él y sus bebés.
—Hola chicos.
—¡Tatsuya!/¡Tatsuyacchi!/¡Tatsuya-chan!/¡Tatsu!/¡Bro!...-gritamos casi todos y nos lanzamos a acribillarlo con montones de preguntas. Vimos a la entrenadora decir que iría a ver a Fukui-san a la otra habitación y siendo acompañada por Wei-san.
—Estoy mejor, chicos, les agradecemos mucho que estén aquí.- nos sonrió apoyando sus manos en su vientre.- ¿Cómo está Fukui-sempai? ¿Se encuentra mejor?
—Ya está mejor, se pondrá bien.- mi tío le despeinó los cabellos- Pero tú no te preocupes, hablaremos con él.
—Nos asustaste mucho, Tatsuya, tienes que estar más relajado.- Alex-san se sentó a su lado y le tomó una de las manos.-No quiero que les pase nada.
—Está bien, Alex, seré más cuidadoso.
Estuvimos un rato más con ellos y una hora después entró Akashi-sama junto con Furihata-san. El castaño lucía pálido y el pelirrojo irritado y muy furioso.
—Seitarou, ¿Qué sucede? ¿No me digas que la alondra se te fue de las garras?
—No es momento para bromas, Midori, esto es my grave.- miró a los presentes un poco sonrojado- Ocurrió algo que no estaba en mis planes, no hasta ahora.
—¿Qué pasa, Seitarou?
—Seijuuro, Seijuuro va a casarse mañana.
Esa noticia nos cayó como bomba a todos, no era posible ¡Akashi-kun no podía casarse!. No perdí tiempo y miré a Furihata-kun el cual estaba con los ojos anegados en lágrimas y con la sorpresa plasmada en su rostro. Sin perder tiempo, Akashi-sama lo abrazó al verlo casi al punto del llanto.
—…era inevitable, después de todo… estoy muerto para él.
—No pierdas las esperanzas, Kouki-kun, él te ama aun creyéndote muerto. Esto es obra de Mei y no voy a permitir que esto suceda.- le miró con decisión y luego se giró a los demás- Les pido que los cuiden mucho, debo hacer algo muy importante.
—¿Crees poder detener la boda? Si quieres te presto a mis pavos y armamos un zafarrancho.- rió el tío Midori ayudando a sentar a Furihata-kun y Kagami-kun ayudó a Furihata-san a sentarse en el otro sofá. La sonrisa sádica de Akashi-sama se acentuó negando con la cabeza.
—No habrá necesidad Midori: tengo todo bajo control. En mis manos tengo la llave que hará que Seijuuro no se case y por si eso me falla, tengo bajo mi manga a tres llaves más.- avanzó hacia la puerta y se detuvo unos breves instantes.- Confíen en mí, esta boda se cancela porque se cancela.
Akashi-sama se marchó junto a los demás entrenadores y nos quedamos un poco pasmados en la habitación de Tatsuya-san por la noticia. Pero la sonrisa del tío Midori nos dejaba pasmados, era sádica y muy macabra.
—Mañana a primera hora enciendan el televisor, esta boda se transmitirá en canales nacionales. Y no me perderé la caída de Akashi Mei por nada del mundo.
ANTES DEL AMANECER EN TOKYO
Aomine miraba con resquicio la fina invitación de bodas de Akashi y así mismo se preguntaba qué demonios pasaba por la cabeza del pelirrojo para hacer esa acción tan estúpida. Suspiró cansino y miró hacia el frente de la ventana. Estaban en la casa de Midorima junto con Murasakibara, Kiyoshi y Kasamatsu para arreglarse para la boda del pelirrojo.
—¿Por qué tienes esa cara, Aomine?- preguntó Midorima bebiendo un poco de café y ajustando su broche de rosas negras, su lucky ítem del día, junto con un dije de esmeraldas, el lucky ítem de Takao. Esto porque después de la muerte de Takao, se juró llevar los lucky ítems del halcón para sentirlo cerca.
—Creo que esta boda es muy estúpida: no entiendo a Akashi. No comprendo porque está haciendo esto.
—¿Quién lo diría? No tiene un mes de muerto el amor de su vida y Akashi ya está casándose.- musitó amargamente Kasamatsu y negando con la cabeza- Esto no es amor después de todo, ¿Dónde quedó aquel amor que tanto le profesó?
—Es obvio porque lo está haciendo: es una forma de torturarse así mismo.- habló Kiyoshi- Quiere castigarse de una dura manera siendo infeliz por el daño que pudo haberle causado a Furihata.
—¡Esa no es la respuesta! ¡¿No tiene suficiente con su muerte?!- bramó Aomine- ¡Yo en su lugar no hubiera hecho esto!
—¿Qué hubieras hecho tú, Mine-chin? ¿Qué hubieras hecho en el lugar de Aka-chin?- cuestionó Murasakibara mostrándose un poco más maduro. La muerte de Himuro fue un duro golpe y estaba demostrando ser capaz de aprender de sus errores.
—Yo en el lugar de Akashi viviría la vida por él, demostrando que he cambiado y que seguiré fiel a él. Cometí muchos errores, pero nos haría esto: no mancharía la memoria de Ryou ni me mataría viviendo una vida que me haría más desgraciado.
—Pero esto es muy sospechoso, nadie se casa al mes de luto.- murmuró Kiyoshi pensando en una posibilidad- ¿Qué motivos tendría Akashi para esto?
—…él no pero su madre sí-musitó Midorima abriendo los ojos como platos- Si Akashi se casa con Toshiro Hana las empresas lograrían una alianza muy poderosa y a como son de ambiciosos los Toshiro, desplazarían a Akashi a como está de deprimido y tomarían el control de todo.
—¡Eso es muy bajo! ¡Usar a alguien como un peón!- gritó Kasamatsu cayendo en cuenta- ¡No podemos permitir esto!
—Y ¿Cómo lo haremos? La boda es en Kyoto y estamos demasiado lejos como para poder hacer algo.- Midorima tenía razón, estaban muy lejos.
—Pero no nos quedaremos con las manos cruzadas para esto.- sonrió Aomine con malicia- Arréglate para una boda, Midorima. O mejor dicho, para un zafarrancho.
—¡¿Qué?! ¡Demonios! ¡Hagámoslo rápido! ¡Conseguiré boletos para el tren bala!- Kasamatsu junto con Kiyoshi hicieron rápidas llamadas para los boletos cuando ya todos estaban arreglados y listos para partir. Aomine vio a Midorima revolver en sus cajones sacando y buscando algo mientras musitaba palabras inentendibles.
—¡Midorima! ¡Tenemos que irnos muévete!- gritó Aomine y luego vio algo raro en las manos de Midorima!- ¡Y esa gallina! ¡Demonios!
—Es el objeto de la suerte de los sagitarios, Akashi lo va a necesitar.
Todos ellos corrieron agitados con un solo propósito: detener esa boda a como dé lugar.
Mientras, en su mansión de Kyoto, Akashi se estaba preparando en su habitación. Esta boda sería su castigo, pagaría por todo aquel mal que le había hecho a su amado chihuahua siendo infeliz toda la vida. Ya no tenía intentos de suicidio, pero había decidido casarse para ser un miserable por toda su vida.
Miró la fotografía de Kouki sonriendo y derramó unas lágrimas dándole un beso.
—Kouki, sé que con esto no arreglo nada, pero esta es una manera de pagar por todo lo que hice.
—¿Realmente estás seguro de esto, Seijuuro?
Akashi se giró sorprendido al ver a su padre parado en las puertas de su habitación y luciendo serio y con un aire imponente.
—Lo estoy padre, proseguiré con esta boda- le miró confuso- Creí que no vendrías.
—Soy tu padre, hijo, y se cuando estás mintiéndome. Esto no es lo que quieres, Seijuuro, es lo que quiere tu madre.- apretó sus facciones- ¿Realmente crees que Kouki-kun estaría feliz viéndote así de desgraciado?
—Quiero pagar por todo lo que le hice. Y esta es la única manera de hacerlo.
—De acuerdo, hijo, si eso es lo que deseas. Seijuuro, quedas a cargo de mis empresas. Sanada queda a tu disposición. Esto porque me iré de viaje de retiro por un tiempo pero estaré al pendiente. Pero antes- caminó hasta él y depositó en sus manos una pantalla con un video- Te dejo esto, es mi regalo de bodas para ti. Asegúrate de verlo hasta el final.
Dicho esto se marchó de la habitación dejando a su hijo solo en esa habitación. Tenía un presentimiento y sin perder tiempo comenzó a ver el video. Al final de este quedó hecho un mar de lágrimas llorando sin parar.
Se había enterado de dos crueles verdades: Kouki, su amado chihuahua estaba esperando un hijo suyo y la otra era que fue su madre quien orquestó todo. Ella hizo que huyera a base de amenazas de muerte y además junto con Toshiro Hana habían planeado la boda.
Cuando una luz de comprensión alumbró su mente, la ira de Akashi se encendió como pólvora al fuego y se levantó dispuesto a hacer pagar a todos aquellos causantes de sus desgracias. Todos pagarían por desafiar al emperador. Ordenó la presencia de Sanada en su habitación y este acudió de inmediato.
—¿Qué sucede, Seijuuro-kun?
—Sanada, quiero que arregles unos cuantos detalles en estos papeles.- su sonrisa maligna había borrado todo rastro de lágrimas-Y cuando los tengas listos, quiero que pasemos a la firma de contratos prenupciales cuanto antes.
—Así será, Seijuuro-kun.
“Que comience el juego”
Las doce ya habían dado y el lugar de la boda lucia abarrotado: múltiples invitados de toda índole estaban en el lugar para el importante acontecimiento. Los equipos de las preparatorias estaban ahí y las cámaras listas para grabar el momento. Todo el mundo cuchicheaba comentando y rumoreando sobre la pareja de boda y demás. La madre de Akashi sonreía con malicia viendo sus planes realizarse y todo marchando a la perfección. Seitarou se sentó firme en su lugar y viendo todo este teatro que estaba seguro iba a dar un giro muy inesperado.
Pronto se escuchó la marcha nupcial y todo el mundo giró su vista hacia el principio donde venía caminando Akashi Seijuuro con un aire imponente y vestido de un yukata de bodas negro. Caminaba con decisión al altar y con una sonrisa muy engañosa por dentro. Midorima junto a los otros acababan de llegar y se percataron de que la boda ya estaba comenzando.
—¡Maldición! Llegamos demasiado tarde.- masculló Aomine puesto que querían hablar con Akashi antes para que recapacitara y ahora no podrían.
—Aka-chin, no te cases- musitó Murasakibara viendo con tristeza al otro.-No lo hagas, por lo que más quieras.
—¡Akashi!- gritó Midorima obteniendo la atención del mencionado y le lanzó la gallina que atrapó con maestría. El pelirrojo les sonrió caminando de nuevo y eso desubicó un poco a los otros.
—¿Qué demonios? No sirvió de nada.- siseó Kasamatsu y Murasakibara negó con la cabeza.
—Aka-chin ha vuelto, prepárense para su ira.
Fueron a sus respectivos asientos y se sentaron ahí viendo como entraba la despampanante novia la cual lucía un atuendo de millones. Caminó al altar de la mano de su padre y quedó al lado de Akashi para dar comienzo a la ceremonia. Esta avanzó sin problemas hasta la parte de los votos y los milagros restantes se miraron y decidieron actuar justo después de esto.
—Toshiro Hana-san, ¿Acepta usted por esposo a Akashi Seijuuro-san para amarlo, respetarlo y serle fiel en lo prospero, en lo adverso, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?
—Acepto, señor juez.
—Akashi Seijuuro-san ¿Acepta usted por esposo a Toshiro Hana-san para amarlo, respetarlo y serle fiel en lo prospero, en lo adverso, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?
—…No.- hubo una conmoción por parte de todos- No acepto casarme con Toshiro Hana.
Todo el mundo comenzó a cuchichear sin parar y hubo unos cuantos que comenzaron a festejar. Midorima y ellos suspiraron aliviados al ver que el emperador había reaccionado justo a tiempo. El mismo, se giró hacia los presentes y les habló en una actitud sardónica y muy macabra.
—Lamento tener que darles esta noticia pero esta boda se cancela.
—¡Seijuuro! ¡¿Qué crees que estás haciendo?!- chilló su madre yendo hacia él- ¡No puedes estar hablando en serio! ¡No puedes cancelar la boda!
—Tu, maldita víbora. ¿Cómo te atreviste? ¡¿Cómo demonios te atreviste?! ¡¿Acaso pensabas que nunca me iba a enterar?!- ella se quedó pasmada por la reacción tan violenta de su hijo el cual la fulminaba con los ojos llenos de ira-¡Fuiste tú! ¡Fuiste tú la causante de que Kouki se fuera! ¡Tú lo obligaste a dejarme!
—¡¿De qué estás hablando?! ¡¿Qué estás diciendo?!
—¡No te hagas la víctima! ¡Tú amenazaste a Kouki con matarlo a él y a mi hijo si no desaparecía de mi vida para siempre!- los murmullos de todos comenzaron a ir en aumento- ¡Maldita asesina! ¡Te odio!
—¡Soy tu madre, Seijuuro! ¡Y harás lo que yo te diga que tengas que hacer!
—Oh no, eso sí que no. Fuiste tan estúpida junto con esta otra víbora.- el semblante de ambas mujeres se puso tenso y blanco- ¿Creyeron que firmaron un contrato prenupcial, verdad? Lo que en realidad firmaron fue un contrato de cesión de derechos en los cuales tú, estúpida novia mía, me cedes todas las acciones de las compañías Toshiro y tú, maldita madre, te quedas sin un solo quinto: estás fuera del clan Akashi.
—¡Tú no puedes hacer esto! ¡Soy tu madre!-chilló la mujer-¡No puedes contra mí!
— Esto es guerra, nadie podrá conmigo, ni siquiera tu.- la fulminó mostrando toda su rabia y coraje, dándose a conocer como el emperador que tanto aclamaba ser- Mis decisiones son absolutas y ni tu ni nadie me dirán que hacer o que no. ¡Soy Akashi Seijuuro después de todo!
—¡Seitarou! ¡Has algo!- la mujer buscó apoyo en su marido pero lo único que encontró fue rechazo y asco.
—No puedo, querida, Seijuuro es ahora el líder.- se paró al lado de su hijo y viendo el semblante de la mujer descomponerse en rabia y coraje- Y como bien ha dicho, estás fuera del clan. Ah, se me olvidaba: mis abogados te llegarán con los papeles del divorcio y quiero que dejes mis dominios este mismo día.
—Hasta nunca, Adachi Mei.
Dicho esto la mujer salió hecha una fiera del lugar. Lo mejor era retirarse por ahora. Seitarou llamó a uno de sus abogados para informarle de la situación y esclarecerles unos puntos en momento. Akashi vio a sus compañeros venir y vio a la que sería su esposa con rabia y sadismo.
—¿No te funcionó el plan, querida? Debo decirte que tienen que entregar las acciones en un plazo no mayor a dos días o lo pagarán muy caro.- se burló Akashi de la novia la cual estaba perpleja y conteniendo su rabia. Esta iba a lanzársele pero una mano la giró para toparse con una rubia muy furiosa.
—¡Hasta aquí llegaste, zanahoria con patas!
La “rubia” le plantó una cachetada y luego ambas estaban rodando por el lugar agarrándose de los cabellos y maldiciéndose a diestra y siniestra. Akashi miró atónito la escena y luego vió a su compañero Nebuya quien venía con una linda pelinegra la cual llevaba un vestido azul pálido de tirantes y unos tacones muy altos.
—Hola, Seijuuro, veo que no tuvimos que hacer nuestro show para impedir tu boda.
—¿De qué hablas, Eikichi?- miró a la pelinegra con su ojo de emperador y abrió la boca mostrándose asombrado- ¿Reo?
—¿Mibuchi?- murmuró el resto de los milagros y quienes lo acompañaban. La “pelinegra” rió asintiendo.- ¿De qué plan hablan?
—Nuestro plan era disfrazarnos de mujerzuelas y hacer un show diciendo que éramos las esposas de Sei-chan.
—¿Mujerzuelas? ¿Entonces?...- Akashi miró a la rubia, quien trapeaba el piso con la novia, adivinando a la otra “casi esposa”- Debo suponer que esa rubia es Kotaro.
—Supones bien, Sei-chan.
—¡Ya Kotarou! ¡Déjala!- Nebuya tenía problemas para quitarle a Kotaro de la novia la cual chillaba como loca- ¡Ya fue suficiente!
—¡Nunca! ¡Esta perra barata de cabaret me las pagará por intentar matar a Reo-nee! ¡Esa zorra por poco y lo mata cuando fue a decirle sus verdades!
—…Eikichi, deja que Kotarou barra el piso con ella.
—Como ordenes, Seijuuro.
El otro dejó al rubio seguir dándole una paliza y corretear a la novia para darle su merecido. Akashi se acercó a Reo para preguntarle lo anterior pero este lo detuvo.
—Ahora no, Sei-chan debo hacer algo.- el pelinegro se acercó a donde estaba el equipo de Seirin y se plantó frente a Hyuga el cual lo miraba escéptico, ya había visto y escuchado el teatro anterior.
—Hyuga-chan.
El otro no alcanzó a contestar cuando un fuerte puñetazo impacto duramente contra su cara.
—Esto es por traicionar a Teppei-chan.
Y cuando iba a responder, le dio una patada en un costado que lo mandó a volar hasta aterrizar en el suelo.
—Y esto, es por destruir la vida de Mako-chan.
Después de eso se marchó dejando a Hyuga sorprendido y reflexionando por los golpes que recibió del pelinegro. Este, fue con Akashi y se lo llevó lejos para hablar. Nebuya se quedó con los demás milagros y anexos, y luego Kotaro se les unió luego de dejar a la novia en un bote de basura, no pregunten como lo hizo.
—Esta pelea me dejó hambriento, vayamos a comer. La comida no se puede desperdiciar.
—¡Comida!
Nebuya y Aomine no se negaron, y mucho menos los otros.
DE VUELTA EN EL HOSPITAL
—¡Qué bien!
Todos festejábamos en la habitación de Himuro-san porque la boda falló y Akashi-kun no se casó. Furihata-kun se veía aliviado en los brazos de su padre y el tío Midori sacó su escopeta y disparó al aire.
—¡Toma eso, zorra barata! ¡Muahahahahahahahaha!
—¡Midori! ¡Estamos en el hospital!
—Ay Hinata, es que estoy tan feliz. Pero bueno, niños, vamos a traerles algo para que se alimenten.- el tío Midori se levantó y mi tío Hinata le siguió junto a Furihata-san.- Volveremos pronto.
Los tres salieron y nosotros continuamos festejando y apretujando a Furihata-kun. ¡Hasta aquí mismo estaba Kaname-san!
—¿Lo ves, Furihatacchi? Akashicchi no se casó.- Kise-kun lo abrazó revolviéndole los cabellos- Tu suegro sí que cumple sus promesas.
—No llores, Furi-chan- Takao-kun comenzó a llorar al ver al otro hacerlo y en segundos todos estábamos así.
—¡Gorditos hormonales!- lloró Kagami-kun llorando también y hasta Kaname-san se puso a hacerlo. Varios minutos después nos calmamos y luego estuvimos conversando sobre cosas triviales para distraernos.
—Ahora que Akashi-kun sabe la verdad no sé qué rumbo tomarán las cosas.- hablé abrazándome de Kagami-kun- Él no parará hasta que todos paguen por el daño que le hicieron.
—Esto sin duda marcó muchas cosas. Pero no podemos echarnos para atrás.- Hanamiya-san bostezó recargándose en el sillón. Sakurai-kun le dio un poco de gelatina a Himuro-san e Izuki-sempai le acomodó unas almohadas. Oímos la puerta entre abrirse y pensamos que era mi tío que nos traía la comida.
—Solo nos queda ver hacia el frente.
—Así que eran ustedes después de todo.- una voz siseante nos puso tan blancos como las sabanas y volteamos aterrados a la puerta donde una figura nos observaba- ¿Creyeron que podían engañarme? ¿Acaso pensaron que jamás me daría cuenta? Yo siempre estoy a tres pasos por encima de ustedes, mocosos. Es hora de que hablen: mi amor, Ryouta, Tetsuya y agregados.
Adiós teatro. Nijimura-sempai nos había descubierto.