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El club de los corazones rotos por Momoka Black

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Notas del capitulo:

Hola hola! Queridas lectoras!!

Muchisimas gracias por leerme en este fic, cada fin de semana les traigo un nuevo capitulo y quedo muy satisfecha al ver que es bien recibido. Se los agradezco mucho, mucho. 

Notas importantes. 

Respondiendo a algunas preguntas que me han hecho en sus comentarios sobre la duracion del fic. Por lo menos yo lo planeo para mas de 30 caps xD

Habra mucho que leer!!

Tenganme paciencia, quiero responderles los reviews pero con esto del fin de semestre y proyectos finales TWT

Ya me librare pronto!!!

Saluden al muro de los corazones!!: MER, Asahina Kaori, Clary-Astrid, naruke-love, Megane Michiru-chan, sole, sabela, arale, azunay, MB, tp, NanaRose,  hanakae13, vane pahntomhive, Anónimo, Emmily y shia1624. 

Se les agradece muchisimo por sus bonitos reviews :D

A leer!!

El ambiente en esa fría sala de espera de hospital era muy tenso, lleno de angustia y de desesperación. Todos y cada uno de los presentes emitíamos esa aura, unos más que otros, siendo Izuki-sempai y yo los principales.

Después de que trajeran a Nijimura-sempai de gravedad al hospital junto a Kagami-kun, y a Nigou lo llevaran a una veterinaria, nos quedamos en la sala de espera por noticias de los mismos. El tío Midori estaba que se lo llevaba la fregada junto a su hermano mientras que el tío Hinata junto al tío Rintarou trataban de calmarnos a todos. Akashi-sama, al enterarse de esto, se puso más histérico que Kagami-kun y pronto estuvimos custodiados por un ejército de guardaespaldas. Ahora no se despegaba de Furihata-san ni de Furihata-kun, y lo mismo hacían Reo-san, Nebuya-san y Kotaro-san. El más afectado de todos era Izuki-sempai, quien no paraba de llorar y repetir que todo había sido su culpa.

—Izuki-san, trata de calmarte.- Sakurai-kun le ofrecía un té que el otro rechazaba-Te servirá para que te tranquilices.

—N-no quiero, Sakurai, no p-puedo calmarme.- sollozó el otro hecho un mar de lágrimas- T-Todo fue mi c-culpa…

—Nada de esto fue tu culpa, Izuki, la culpa la tuvo esa zorra desquiciada.-masculló Hanamiya-san acariciándole el cabello y viendo como unas enfermeras se nos quedaban viendo raro-¡¿Qué nos ven?!- chilló porque aún no nos habíamos quitado los disfraces y luego se giró hacia Izuki-sempai- Tienes que calmarte, le hará daño al bebé.

—S-si Shuuzou n-no…

—Él va a salir de esta, Izuki-chan-Takao-kun le sonrió secándole las lágrimas-Sexymura no puede dejarte. Es muy fuerte, se va a reponer…¡Izuki-chan!-me alarmé al ver al aludido ceder ante sus rodillas y agarrarse fuertemente el vientre con el semblante lleno de dolor.

—M-me d-duele mucho-o, n-no aguanto-o,-eso me alarmó demasiado y sin pensarlo comencé a llamar a al tío Midori a gritos en lo que los demás y yo ayudábamos a Izuki-sempai.

El aludido al correr hacía nosotros no lo pensó dos veces y tomó a mi ya casi inconsciente y lloroso sempai en brazos.

—Midori…- llamó el tío Hinata demasiado nervioso y angustiado y el tío Midori le devolvió el gesto.

—Debo llevarlo al área materno-infantil: si no hago algo rápido entrará en labor. Ven conmigo y ayúdame.

Así como llegó desapareció de pronto mientras nosotros nos quedábamos impotentes sin saber nada y sin hacer nada. ¿Por qué pasaba todo esto, maldita sea? ¿Por qué?

Me senté en una silla tapándome los ojos con mis manos y llorando desahogándome así de todos los pesares que me atormentaban en ese preciso instante. No podía con tantas emociones juntas, era algo devastador para mí. No soportaba ver sufrir a los demás, ¿Por qué la vida se ensañaba con nosotros de esa manera? Unas inesperadas pataditas me sacaron de mis pensamientos negativos por unos instantes haciéndome sonreír aun con todo y mis lágrimas.

—No llores, tonto, trata de tranquilizarte.-una mano cayó suavemente sobre mi cabeza y al alzar la vista vi a Kagami-kun frente a mi apoyado con unas muletas- No te hace nada bien que llores.

—Kagami-kun- sin pensármelo dos veces me abracé a él y este me recibió soltando las muletas y envolviéndome en sus brazos.

—Todo estará bien, Tetsuya, todo saldrá bien.

—Taiga-chan tiene razón, chicos, deben tranquilizarse- Reo-san comenzó a hacer reparticiones de té y galletas- Sé que han pasado varias horas y no hay noticias, pero debemos mantener la calma y las esperanzas.

—¿Cómo mantenerlas? ¿Cómo mantenerlas cuando ahora Izukicchi está mal?- lloriqueó Kise-kun siendo abrazado por Kaname-san.- Anikicchi, ¿Por qué pasa esto?

—Kise-chan tiene razón, ¿Por qué tuvo que pasar esto?-Takao-kun se acurrucó en los brazos de su sempai-Sexymura e Izuki-chan se veían también juntos, sufrieron mucho para poder estar juntos y ahora pasa esto. ¡No es justo! ¡No es justo, demonios!

—En la guerra del amor, siempre queda un corazón roto.- suspiró Kaname-san acariciando los cabellos y vientre de Kise-kun para tranquilizarlo- Y el corazón roto a veces lastima a los otros para desahogar y descargar su rabia y dolor por ser el perdedor en el duelo del amor.

—Y mírenla ahora. Sus errores le van a costar muy caro.-intervino Akashi-sama dándole su abrigo a Furihata-san y Nebuya-san le daba unas píldoras- Quedará en prisión por el resto de sus días, pero es demasiado tarde: el daño ya está hecho.

—¡Maldita sea! ¡Si no lo hubiéramos dejado solo!-explotó Hanamiya-san en llanto-Si tan solo no lo hubiéramos dejado irse solo, esto no…

—No lo sabíamos, Hanamiya, esto estuvo fuera de nuestras manos.- lo abrazó Imayoshi-san obligándolo a sentarse- No sabíamos que iba a reaccionar de esa manera.

—Le avisé a sus entrenadores, chicos, de hecho ya están en camino.- el tío Rintarou se acercó junto al tío Kaede el cual tenía un semblante muy serio- No pierdan las esperanzas, chicos, no las pierdan.

—Va a ser muy difícil: la vida de ambos está en riesgo.- musitó Himuro-san teniendo a Wei-san y a Fukui-san cuidándolo- Si Nijimura-sempai no hubiese protegido a Izuki-san…

—Entonces él jamás se lo perdonaría, Shuuzou es capaz de volver a hacerlo con tal de que él esté a salvo.- todos nos giramos hacia dónde provino la voz: había un hombre parado al lado del tío Kaede; pelinegro, muy alto, de piel muy pálida y ojos azul grisáceo. Vestía un pijama a cuadros blancos y negros y se apoyaba en una barra de metal donde colgaba una bolsa de suero. Era muy guapo, tan atractivo como…

—Yusei, ¿Qué haces aquí? Deberías estar en tu habitación descansando.- el tío Kaede rápidamente, junto al tío Rintarou, lo llevaron a uno de los sillones para que se sentara.-Tu médico se molestará si te ve aquí.

—Mi hijo es más importante ahora, Kaede, no puedo quedarme tranquilo después de lo que pasó.- suspiró el otro mirándonos a todos con una tenue sonrisa.-Es una pena conocernos en circunstancias como estas, soy Nijimura Yusei: soy el padre de Shuuzou. Él me ha hablado de todos ustedes.

—M-mucho gusto, Nijimura-san.- nos inclinamos todos hacia delante en modo de respeto.

—De igual manera, chicos, les agradezco que estén aquí.- su mirada se paseó por todo el recinto-¿Dónde está Shun-kun? ¿Por qué no está aquí?

—Él se puso mal, Yusei-san, Midori-nii se lo tuvo que llevar a urgencias- al tío Rintarou se le escaparon unas lágrimas y pronto fue abrazado por el tío Kaede-Hay riesgo de que se le adelante el parto. Si eso pasa el bebé no sobrevivirá, aún es muy pequeño…

—N-no puede ser…- susurró atónito el otro poniéndose más pálido de repente- ¿Hay noticias de él? ¿Se sabe algo?

—No desde que Midori se fue, Yusei, debemos esperar…

Antes de que continuara salió una enfermera preguntando por los familiares de Nijimura-sempai. Todos, prácticamente la rodeamos exigiéndole respuestas rápidas sobre nuestro sempai.

—Tranquilos, todos, Nijimura-kun está bien. Ya está fuera de peligro.- suspiramos aliviados ante ello-Afortunadamente la bala no llegó al corazón, pero perdió mucha sangre. Va a necesitar sangre, y requerimos dos donadores para ello.

—Iremos nosotros.-Miyaji-san e Imayoshi-san levantaron la mano y se fueron con la enfermera. Media hora después apareció el tío Hinata con un semblante tenso.

—¿Cómo está Izuki-sempai?- habló Furihata-kun  mientras nos arremolinábamos alrededor del tío Hinata.

—No les voy a mentir: su condición es delicada.- todos compartimos una mirada triste-Presentó contracciones prematuras y niveles altos de presión, que ya pudimos controlar. Si esto continúa así, me temo que deberemos inducir a que el bebé madure más rápido y hacerle una cesárea. 

—¿Podemos verlo?- sollozó Sakurai-kun limpiándose las lágrimas y el tío Hinata negó apesumbrado.

—Por ahora no: está en un área restringida. En cuanto su condición mejore, podrán entrar a verlo.

 

Por decisión propia no quisimos movernos de la sala de espera y unas enfermeras amablemente nos dieron ropa limpia y nos llevaron a unas duchas para que nos pudiésemos asear. Reo-san se fue para la casa y a su regreso lo hizo con mucha comida para nosotros. No perdimos tiempo y nos dispusimos a comer ya que el hambre hacía mella en nosotros. Nebuya-san quiso abalanzarse sobre los platillos pero Reo-san de un buen golpe lo sentó.

—¿A dónde vas, tragón? La comida es para Kouki-bocchan y los demás- nos señaló a las demás madres- Kaname ya viene con la nuestra.

—La comida está deliciosa, Reo-san, muchas gracias por ello-Reo-san se sonrojó por los halagos de Sakurai-kun.

—No hay de que, Ryou-chan n.n

—De veras, Reocchi, tu comida es tan buena que ya te puedes casar.- Kise-kun rió comiendo un poco y pronto vi los ojos furiosos de Furihata-kun, Hanamiya-san y Kotaro-san.

—Reo-sempai no se casará con nadie.- susurró tenebrosamente Furihata-kun demostrando que había aprendido las malas mañas de Akashi-kun: estaba bien abrazado de Reo-san sin soltarlo.

—Ni se te ocurra, Reo, me encargaré de alejar a cualquier imbécil.- Hanamiya-san amenazó con un tenedor- Más le vale a cierto cuatro ojos que ni se atreva a pensar en ti.

—Reo-nee es mío, no se lo daré a nadie.- chilló Kotaro agitando las manos y luego vi a Takao-kun escupir su bocado de comida en toda la cara de Miyaji-san.

—¡Demonios, Takao! ¡Eso es asqueroso! ¡¿Qué diablos viste para que me hicieras eso?! ¡¿Un zombi?! ¡¿Un fantasma?! ¡¿Una piña gigante?!

—¡A Sexymura en ese pasillo!

No le entendimos hasta que vimos: Nijimura-sempai estaba caminando de manera tambaleante sosteniéndose de la pared y yendo con decisión hacía la sala materno-infantil. No perdimos tiempo en correr hacia él y tratar de llevarlo a su habitación.

—Nijimura-kun, vuelva a su habitación: llamaré al médico a cargo.- una enfermera, de esas molestas y enfadosas, trató de acercarse a él pero la mirada que le dirigió mi sempai la dejó helada.

—Llame a quien se le dé la gana, vieja ridícula, nadie me va a impedir que vaya a buscar a mi prometido y a mi hijo.-siseó barriendo con todos. Nos acercamos a él y al no ver a Izuki-sempai con nosotros se desesperó más- Tienen cinco segundos para decirme donde está Shun o ya verán de lo que soy capaz.

—Nijimura-sempai, va a lastimarse más…

—¡No, Taiga! ¡Nada de Nijimura-sempai! ¡Me vale un cuerno si me lastimo o no!- bramó el otro agarrándose el pecho y removiéndose del agarre de Kagami-kun- ¡¡¿Dónde está Shun?!! ¡¡¿Por qué nadie me dice nada?!!- no supimos que decirle y eso acrecentó su ira-¡¡Díganme la verdad!! ¡¿Qué pasó?! ¡¿Dónde está?!

—Shuuzou, vamos a tu habitación: ahí te explicaremos todo-el tío Kaede lo llevó arrastrando hasta su habitación y con nosotros siguiéndole el paso. Segundos después, estaba con el suero de nuevo y los aparatos conectados a él. Eso sí, bufaba como una fiera embravecida y a punto de atacar.

—Quiero respuestas ya, sensei, las quiero ya.

—Iré al grano, Shuuzou, no me gustan los rodeos: Shun-kun está muy grave.- eso dejó a mi sempai paralizado-Midori nos informó que por la tensión, el estrés y lo demás, tuvo contracciones prematuras. Hay posibilidad de que se le adelante el parto, pero si eso ocurre: hay riesgo de que ambos mueran.

—Shun…debo estar con él, quiero verlo.- murmuró con lágrimas y luego se sacudió violentamente cuando el tío Kaede quiso detenerlo-¡Déjenme verlo! ¡Déjenme verlo por favor! ¡Debo estar con él! ¡Maldita sea, suéltenme!

—¡No puedes, Shuuzou! ¡Está en terapia intensiva y no puede recibir visitas!- mi tío se vio silenciado por un cabezazo de mi sempai el cual en un arranque de dolor se lo dio. Fue tan fuerte que lo hizo sangrar- ¡Contrólate, con un carajo! ¡Te abrirás los puntos!

—¡Me importa una mierda! ¡Quiero verlo! ¡Necesito verlo!- me dolió verlo llorar, la última vez que lo había visto llorar fue cuando su padre enfermó. Pero ahora estaba peor- ¡Por favor, sensei! ¡Lléveme a verlos! ¡Quiero estar con Shun y con nuestro hijo! ¡No quiero perderlos! ¡No quiero que se mueran!

Una enfermera vino y con mucha ayuda lograron sedarlo. El pobre se puso tan mal que le lastimó un brazo al tío Rintarou, le rompió la nariz a Wei-san, le abrió una ceja a Miyaji-san y le dejó un ojo morado a Imayoshi-san.

 

 

Nos quedamos en la habitación de Nijimura-sempai para que no se levantara de nuevo. Los entrenadores habían ido a traernos más provisiones y en su lugar para cuidarnos se había quedado Alex-san: ella tenía a Nigou de contrabando en su mochila, el cual solo tenía una patita lastimada. Una enfermera venía cada cierto tiempo para revisar a Nijimura-sempai y vigilar que no estuviese despierto.

—Si Nijimura-kun se despierta y vuelve a ponerse mal, opriman este botón- la enfermera señaló un botón rojo al costado de la pared- y vendré de inmediato. Me retiro.

—…¿Ya se marchó?- la voz adormilada de mi sempai se escuchó después de que la enfermera se fuera, abrió los ojos y escaneó de manera inmediata la habitación: estuvo fingiendo todo este tiempo- Perfecto. Escúchenme bien, me van a ayudar a ir donde está Shun.

—Nijimuracchi-sempai, estás recién operado…- Kise-kun se vió interrumpido por la mirada rabiosa de mi sempai.

—Me importa un pepino que esté recién operado, Ryouta, me ayudan o les juro que cuando esté recuperado vomitarán sangre y sus vísceras por el entrenamiento que les daré, malditos.

—¿En qué te ayudo, Sexymura?- chilló Takao-kun poniéndose listo y los demás le seguimos. ¿Cómo no hacerlo? Nijimura-sempai nos mataría de no ayudarlo. Además de como dejó a los sempais, mejor lo ayudamos.

—Consigan una silla de ruedas, vigilen a esa enfermera de pacotilla y averigüen en qué habitación tienen a mi prometido.- siseó y en menos de lo que contamos ya habíamos cumplido con los encargos.- Muy bien, Reo, tú te vistes de enfermera y me llevas en silla de ruedas hasta allá. Ustedes me ayudarán a que pueda hacerlo sin dificultades.- asentimos de inmediato nos dispusimos a ello.

En el pasillo no había tantas enfermeras y rogábamos que no se dieran cuenta porque dejamos a Imayoshi-san en lugar de Nijimura-sempai, íbamos ya casi llegando a la sala donde estaba Nijimura-sempai pero nos encontramos a la enfermera que vigilaba a Nijimura-sempai. Esta al vernos se puso rabiosa y ya iba a arremeter contra nosotros pero Kotaro-san se situó delante de nosotros con un aire decidido y se arremangó las mangas de su playera. A todos nos salió una gota en la cabeza cuando se pintó dos rayitas debajo de los ojos y comenzó a brincar como boxeador.

—¡Ya verá, vieja de pacotilla! ¡A la carga!- Kotaro-san chilló y la tacleó reteniéndola en el suelo. Pronto ambos estuvieron en una nube de gritos, jalones de pelo y chillidos. Kotaro-san sacó la cabeza antes de volver a la acción-¡Vayan sin mí! ¡Shuu-chan! ¡Vete ya! ¡Tú amado te espera!

—¡¡Cuando vuelvas te haré dos cosas: un altar y una paliza por llamarme así, imbécil!!-gritó mi sempai mientras emprendíamos carrera hasta la habitación de Izuki-sempai.

Vigilamos que no hubiera nadie en el pasillo y nos adentramos a la habitación de Izuki-sempai: el aludido estaba dormido con una máscara de oxígeno pegado a su rostro, conectado a múltiples aparatos junto a su bebé. Se veía demasiado pálido, parecía un muerto durmiendo. Escuché unos sollozos y al voltearme vi a  Nijimura-sempai llorar sin parar. Hizo acoplo de todas sus fuerzas y se levantó para llegar al lado de Izuki-sempai; cayó de rodillas y tomó su mano para llevarla a su rostro.

—M-mi amor, ya estoy-y aquí- sollozó besando la mano de mi sempai y quitándole unos mechones de cabello-S-sé que es m-mi culpa el que estés a-aquí, pero no p-podía dejar que nada les pasara. P-prefiero morir a v-vivir en un mundo donde tú no estés, Shun, p-por favor no m-me dejes. N-no me dejen, s-se los ruego.

—…¿Shuuzou?- escuchamos un murmullo y vimos a Izuki-sempai queriendo abrir los ojos. Nijimura-sempai levantó la cabeza y secó las lágrimas que tenía en el rostro.

—A-Aquí estoy, mi amor, no me iré- le abrazó besándole repetidamente el cabello-Todo va a estar bien, Shun, no tienes nada de qué preocuparte.

—¿P-por qué lo hiciste? ¿P-por qué me salvaste?- susurró mi sempai, ya más despierto, y con muchas lágrimas cayendo por sus mejillas.

—Por qué uno por amor es capaz de hacer lo que sea, hasta de dar la vida si es necesario.-pegó su frente a la de Izuki-sempai- Te amo, Shun, y prefiero volver a hacerlo las veces que sean necesarias para asegurarme que tú y nuestro hijo estén bien. Porque yo no podría vivir en un mundo donde ustedes no estén.

—Creo que lo mejor será dejarlos solos.- susurré y salimos dejando al par de tortolos para que disfrutaran su momento.

Al día siguiente, y con buenos regaños, trasladaron a los tortolos a una misma habitación- porque Nijimura-sempai amenazó con destruir el hospital-. Afortunadamente ambos ya estaban mejor y pronto les darían el alta. Nosotros, como buenos compañeros, les hicimos compañía hasta que Nijimura-sempai nos corría de la habitación.

Finalmente llegó el día en que los darían de alta y podrían recuperarse en casa. El tío Hinata y los demás organizamos una pequeña celebración para festejarlos. Los entrenadores estaban ahí mismo y pasábamos un excelente tiempo.

—¡¡Entrenador Gentacchi!! ¡¡Mire!! ¡Le presento a Kaname anikicchi!- chilló Kise-kun tomando de la mano al otro rubio y presentándoselo a su entrenador. El hombre se quedó perplejo al ver el parecido impresionante de ambos.

—Mucho gusto, Kaname-kun- luego de esto, fue abrazado por ambos rubios chillando y  sacándole un  montón de venitas y muchas gotitas en la cabeza.

—¿Hasta cuándo van a darse el sí?- Kagetora-san escupió el sake que bebía y fue auxiliado por Katsunori-san. Vaya que la pregunta de Sakurai-kun los tomó por sorpresa.

—¿Qué dices, Ryou? N-nosotros no estamos saliendo.

—Por favor, Katt-chan, está más que claro que entre ustedes dos hay algo.- bufó el tío Midori- Si no, entonces Genta está tan delgado como una varita de nardo y Masaaki está tan liso como la seda.

—¡¡Midori!!

Por otra parte, Masaaki-san-después de gritarle al tío Midori por la comparación- le entregó a Takao-kun una bolsa llena con cositas para bebé.

—¿Ya has pensado en un nombre para el bebé, Kazunari?- frunció el ceño cuando Takao-kun negó-Ya tienes siete meses, niño, ya debes ir pensando en un nombre para mi nieto. Y nada de ponerle Shintarou.

—Por supuesto que no, entrenador, mi bebé no se llamará como Shin-chan.-bufó el otro cruzándose de brazos- Ya pensaré en un nombre, y no: no le pondré Masaaki.

—Rayos.

—¡Mis nietos son preciosos! ¡Son una ternura!-chilló Masako-san junto a Alex-san viendo las fotografías de los bebés de Himuro-san. Ambas parecían comadres de muchos años.-¡Mas les vale hacerme abuela pronto, mocosos!- señaló a Wei-san y a Fukui-san los cuales se pusieron rojos.

—¡Sí! ¡Ya quiero que nazcan los babys! ¡Espero se parezcan a Taiga y a Tatsuya!- sus ojos se pusieron en forma de corazón- ¡Pero un mini Tetsuya sería tan adorable! ♥u♥

—Llevan fantaseando desde que llegaron a la celebración, no van a parar- susurró Himuro-san a Kagami-kun el cual estaba todo abochornado.

—Ya sabía yo que si se juntaban iba a ser peor TnT

—No te quejes, Kagami, que si ellas son así la abuela de Kiyoshi es peor.- Kagetora-san murmuró, ya no tan nervioso por el otro momento, y haciendo que Hanamiya-san se removiera incómodo.-Tu y yo tenemos mucho de qué hablar, chico malo.

—No tengo nada de qué hablar con usted. Así que déjeme- trató de irse pero dos personas más se lo impidieron: Reo-san y Katsunori-san.

—Vamos, Hana-chan, tienes que escucharlo. Hay muchas cosas de las cuales debes enterarte.

—Yo iré y me aseguraré de que Kagetora no te presione de más.- el otro pelinegro lo empujó suavemente- Además, Hinata-san estará ahí.

Después de renegar un poco, Hanamiya-san accedió y se fue con ellos. Por dentro, esperaba que pudiera razonar y encontrar una solución a sus problemas. Sakurai-kun estaba con Imayoshi-san y Kaname-san comiendo de unos bocadillos y el castaño le relataba al rubio todo lo que sabía de su sempai.

Mientras, con los tortolos, ocurría una peculiar situación: Nijimura-san se había llevado a la perfección con Izuki-sempai y, después de que se enterase de todo, lo quería mucho más. Al cabo de estar supervisando que todo estuviese perfectamente con él y con su bebé, incluso le llamaba a Nijimura-sempai para cerciorarse.

—¿Y para cuando la boda, Shuuzou? Porque ya quiero que Shun-kun forme parte de la familia.- Nijimura-san tenía abrazado a Izuki-sempai desde su asiento y acariciándole repetidas veces su abultada pancita- No me digas que planean vivir en unión libre ¬-¬**

—Por supuesto que no, padre, de hecho he estado viendo las posibles fechas.- mi sempai le dio una mirada de borreguito a medio morir a Izuki-sempai-Solo esperaremos a que nazca el bebé, y a que Shun se recupere.

—Creo que será más o menos dos meses después que nazca el bebé. La primavera es una buena estación para casarse.

—¡Excelente! ¡Ya puedo ver todo esto! ¡La boda en los jardines de la mansión Nijimura! ¡A mi nieto con los anillos de boda!-los ojos de Nijimura-san parecían fuegos artificiales-¡Tengo que contactar a mis agentes! ¡Esta será la mejor boda de todas!

—¿Ustedes planean casarse, papá?- la tímida pregunta de Furihata-kun puso de los mil colores a Furihata-san. Ellos junto a Akashi-sama estaban frente a nosotros en la pequeña salita improvisada.

—A-aún no l-lo sé, hijo, apenas estamos comenzando.

—Si por mí fuera, ya estaríamos casados y encargando a nuestro tercer hijo.- el pobre de Furihata-san se puso más rojo de ser posible- Pero disfrutaremos nuestro tiempo juntos para conocernos mejor, y así poder conquistarlo adecuadamente. Planificaremos nuestra boda cuando todo esto esté solucionado. Además- su sonrisa se ensanchó- ansío mucho la llegada de mi nieto…¿Has pensado ya en un nombre, Kouki-kun?

—E-es sorpresa, lo sabrán en cuanto nazca.

—Kuroko, tengo que hablar contigo. Sígueme.

Me extrañé por el tono tan serio de Kagami-kun y asentí siguiéndolo hasta el otro extremo del jardín. El pobre se veía tan, pero tan nervioso que sudaba mucho y tenía una fuerte mirada llena de decisión.

—Kagami-kun…

—Kuroko, sé que esto parecerá precipitado pero lo he estado pensando desde hace mucho tiempo, bueno lo he estado pensando desde que ideamos este loco plan.- se rascó la cabeza con un fuerte sonrojo en la cara- Te amo, Kuroko, desde que hicimos la promesa de vencer a la Kiseki no Sedai, te robaste mi corazón. No te lo pido que me lo devuelvas, eso es imposible. Pero a cambio quiero que me des el tuyo, para protegerlo y cuidarlo como se debe. Kuroko, no, Tetsuya- me tomó de las manos y lentamente se fue hincando- quiero que a partir de este momento estés en mi vida, Tetsuya, quiero que formemos una familia y vivamos juntos para siempre. Tetsuya, ¿Aceptarías estar conmigo para siempre? ¿Aceptas casarte conmigo?

Mis ojos se llenaron de lágrimas y más cuando Nigou se acercó medio cojeando con una cajita anudada a su espalda. Kagami-kun la cogió y la abrió mostrándome un bonito anillo.

—¡Sí! ¡Sí quiero, Kagami-kun!-me le lancé y ambos caímos al suelo, el protegiéndome y yo besándolo.

—¡Ten cuidado, Kuroko! ¡Puedes lastimarte!

—¡Sí quiero casarme contigo!

Después de que me colocó el anillo, y después de que nos dimos muchos besos, escuchamos los chillidos y aplausos de los demás presentes. Mi tío lo miraba con promesa de sufrimiento al igual que mi tío Kaede,  pero Kagami-kun ahorita estaba en otro mundo.

—Tenemos bodas que planear- chillaron tanto mi tío Hinata como mi tío Rintarou junto con las demás madres y los sempais.

—Tenemos venganzas que planear- susurraron de manera sadica mis dos tíos sonriendo como villanos de películas de miedo. Pronto habría bodas y el tiempo sigue avanzando. La vida sigue y las posibilidades de que esto se descubra son menos a partir de ahora.

 

UN MES DESPUÉS EN LA CENA NAVIDEÑA

 

—Chicos, no es por alarmarlos pero…se me rompió la fuente.

Notas finales:

Yo hasta aquí le dejo. ¿Qué les pareció? No olviden poner sus comentarios y nos leeremos el próximo fin de semana.

Como no, su avance semanal.

 

-Maldita sea, ¿Por qué tardan tanto?

-Tranquilízate, es primerizo y sabes que por su embarazo es quien va a tardar más.

-Imagínate si él estuviera aquí.

-¡Llévenme al hospital ahora! ¡Me duele mucho!

-¡¿Qué hago?! ¡¿Qué hago?!

-O te sientas, o te golpeo.

-¡Alguien recoja a Nebuya-chan, ya azotó como res!

-Como marrano, dirás, ahí déjenlo.

-Tranquilo, respira y trata de calmarte.

-Te aseguro que donde quiera que esté, ahora debe estar peor que nunca.

-¡Mis nietos son tan hermosos!

-¡Son un primor! ¡Mira, se chupa su dedito!

-Alguien más ha venido a visitarte.

-¡Esto no puede ser! ¡Hasta se da el lujo de ignorarme!

-Los nombres por favor.

-Taiyou y Sorato. Taiyou y Sorato Himuro.

-¡Soy abuelo! ¡Soy abuelo!

-Un hermoso regalo de navidad.

-Es la mejor navidad de mi vida.

 

¡No se lo pierdan!

Les saluda Momoka Black ♠♥♦♣


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