Al ver la cara de mi sempai ponerse blanca como el papel por dentro me sentí culpable. Pero mi sentimiento de culpabilidad se fue por el caño cuando este se largó corriendo escaleras arriba y pronto le escuché cerrando la puerta de alguna de las habitaciones superiores como si se estuviese escondiendo de nosotros. Con enojo subí las escaleras y sin respeto alguno fui pateando las puertas para tratar de encontrarlo.
—¡Kuroko! ¡Cálmate! ¡Piensa en el bebé!- Kagami-kun trataba de que no lo hiciera pero mi enojo era más grande.-Pobre sempai. Creo que casi lo matamos del susto.
—¡Kiyoshi-sempai! ¡Si es inteligente salga en este preciso momento! ¡No querrá verme enojado!
—¡Esto solo es un sueño! ¡Son producto de mis alucinaciones!- una vena apareció en mi frente por los gritos de mi sempai, esto era lo único que me faltaba-¡Déjenme en paz!
—No vine desde la muerte para jugarte una broma, sempai- llegué a la puerta donde estaba escondiéndose y comencé a patearla sin vacilación.- O me abre la puerta, o lo va a lamentar.
—No nos abrirá la puerta, nos cree una alucinación…
Kagami-kun no terminó de decir eso cuando el tío Midori abrió la puerta de una patada y entró al cuarto como agente de policía en busca de un maleante. Kiyoshi-sempai nos veía como si fuésemos la pesadilla más bizarra de toda la existencia y agarró de escudo una almohada.
—Ustedes…ustedes están muertos…
—No estamos muertos, Kiyoshi-sempai, estamos tan vivos como tu.- Kagami-kun se acercó a él- La realidad es que…todo fue un engaño.
—No e-es posible, el accidente…todo esto…¿Fue un engaño?
—Eso lo puedo explicar yo: soy Midori Sumizome, soy el tío de Tetsu-chan y la persona detrás de todo este bizarro cuento.- mi tío, sin pena ni nada, se acercó al otro y le estrechó la mano- Soy la persona que los ayudó a escapar y también soy quien orquestó sus “muertes”.
— ¿De qué están hablando?- mi sempai se puso más confuso todavía y poniéndose cada vez más pálido.
—Hablemos, chico, esto será largo y no tenemos mucho tiempo.
Al escuchar toda la explicación, exceptuando el hecho de que no sabía de la existencia de su hijo, Kiyoshi-sempai se subió muy furioso a su habitación y se encerró de nuevo. Ahora, el tío Midori junto con Reo-san fue por él y lo trajeron a rastras ya que se había puesto muy necio. Yo me sentía peor: lejos de aceptar la noticia, se había puesto muy enojado por tomarle el pelo.
—Ah no, mocoso, ahora si me vas a escuchar.- pobre, Kiyoshi-sempai sacó al tío Midori de sus casillas- No vine desde muy lejos para escuchar los reclamos de un mocoso estúpido que todavía tiene el descaro de reclamar.
—¡¿Cómo no quiere que reclame, Midori-san?! ¡Me están diciendo que todo fue un burdo teatro para fingir sus muertes! ¡¿Tienen idea alguna de cuantas personas han sufrido por lo que han hecho?!-gritó fuera de sí-¿Tiene idea de cuánto sufrí por la muerte de Makoto? ¿Tiene idea de cuánto le he llorado a su tumba?
—¡Pero ustedes, bola de mocosos malditos, no se pusieron a pensar en cómo lastimaron a esos pobres muchachos!- por lo visto el tío Midori tampoco se quedaría atrás en los reclamos- ¡Créeme que se merecen eso y más! ¡Merecen sufrir por las acciones que cometieron! ¡¿Creyeron que jamás la vida les cobraría lo que les hicieron a esos pobres muchachos?! ¡Este fue el escarmiento de sus vidas, ¿No?!... Dime Kiyoshi Teppei- el tío Midori bajó su tono de voz hasta hacerlo un frío siseo- ¿Qué se siente perder a la persona más importante de tu vida? ¿Qué se siente perderla y sabiendo que fue por culpa tuya?
—…
—No me vengas con reclamos cuando a comparación de ti, que solo tienes rasguños, otros tienen profundas laceraciones. Te pondré de ejemplo a tu novio. Makoto-kun ha sufrido demasiado: la vida le arrebató a sus padres, creció en un orfanato donde los niños son muy crueles y no le dan ni una pizca de cariño, creció ahí porque la estúpida persona que se haría cargo de él por coraje no lo hizo y lo dejó a su suerte. Aprendió que la vida es muy cruel a la mala, con el odio de la gente a sus espaldas, aislándose de todos para no ser dañado.- las palabras de mi tío eran crueles y verdaderas- Vienes tú y poco a poco lo fuiste sacando de su mundo… pero ¿Para qué? ¿Para luego botarlo? ¿Para lastimarlo?
—¡Yo jamás lo dañé! ¡Nunca le hice daño!- gritó mi sempai con lágrimas en los ojos y coraje en su voz- ¡Yo lo amaba! ¡Makoto era mi vida!
—Y ¿Cuándo se lo demostraste? ¿Cuándo le demostraste que lo amabas?- si algo que a mi tío le salía muy bien era ser cruel, y darle los golpes más fuertes a las personas- No me vengas con cuentos baratos de amor cuando siempre ponías sobre él a tus amigos, amigos que no le importaron sus sentimientos y le trataron como a una basura. Tu sabías que ellos le herían, ellos lo odiaban, lo sabias y siempre viviste en tu estúpido mundo rosa donde todos son amigos y viven felices y armoniosos como hermanitos de la caridad.- de acuerdo, aquí el tío Midori fue muy cruel- Gracias a ello, tu amiguita le dio el peor golpe y tú, ni siquiera hiciste nada. Se burlaron de él, lo pisotearon a su antojo. Tú lo viste y no hiciste nada. Permitiste que sufriera, porque aún no le perdonas lo de tu lesión en esa rodilla a sabiendas de que fue un accidente…
—¡Eso es una vil mentira! ¡Nunca lo he culpado! ¡Makoto no tuvo nada que ver!
—¿Entonces por qué le pides tanto perdón a su tumba? ¿Por qué pasas la mayor parte de tu tiempo llorándole a una fría lápida implorando por un perdón que sabes que nunca podrás escuchar?- mi tío se sentó elegantemente en uno de los sillones sin dejar de mirar a mis sempai- Tu conciencia está siendo muy cruel contigo, mocoso, ese es el castigo que mereces por tu estupidez.- suspiró revolviéndose los cabellos- Pero bien dicen que hasta los tontos merecen una segunda oportunidad.
—¿Qué?
—Kiyoshi-sempai, hemos venido por ti porque queremos que estés con Hanamiya-san.- me paré y le miré con la decisión plasmada en mi rostro- Él está sufriendo mucho, y a pesar de que sigue en su necio plan, él te necesita.
—Teppei-chan, he estado con él y también fue un shock para mí el saber de esto pero, trata de entender.- Reo-san le tomó de las manos- Hana-chan ha sufrido demasiado como para que lo lastimes más. Él sigue muy dolido pensando en que tú le pusiste el cuerno con la sosa esa, y a pesar de que le conté la verdad aún sigue resentido. Lo está por todo el tiempo en que tu le dejaste de lado por tus amigos y nunca le creíste.
—Tienes dos opciones, mocoso, la primera es aceptar y venir con nosotros. La segunda es que ignores esto y jures guardar el secreto porque si no lo lamentarás.- el tío endureció su rostro- Porque no permitiré que lastimes a Makoto-kun de nuevo, hazlo y sentirás el infierno. O ¿Acaso no lo amas?
—Yo lo amo, lo amo tanto. Más que a mí mismo, más que a mi propia vida.- sollozó mi sempai encogiéndose en su lugar-Pero no quiero lastimarlo, me siento tan confuso.
—Sempai, por favor, ya no se hagan desgraciados el uno al otro. Ambos ya han sufrido demasiado como para que lo sigan haciendo- bufó Kagami-kun- y no cuando hay algo que los unirá para toda la vida.
—Hanamiya-san va a tener un hijo suyo, Kiyoshi-sempai, vas a ser papá.- mis palabras lo pusieron blanco como el papel y temblar como una hoja- Y no vas a dejar que ese bebito crezca sin tener la familia completa.
—Chicos yo…esto es…Makoto y mi hijo…
El sonido de un celular nos distrajo a todos y el tío Midori lo sacó de inmediato. Puso el celular en altavoz al ver que se trataba del tío Hinata.
—¿Qué pasa, amorcito? Ya estamos terminando de convencer al mocoso.
—¡¡Midori!! ¡¡¿Por qué demonios no contestabas el celular?!! ¡¡De por si hay una fuerte tormenta de nieve que me limita las llamadas!! ¡¡Tengo seis horas llamándote!!
—Cálmate, Hina-chan, no entiendo porque no entraban las llamadas.- mi tío golpeó el celular y frunciendo el ceño- Esta cháchara ya empezó a dar lata.
—¡Tío Midoricchi! ¡Esto es grave! ¡A Hanamiyacchi se le adelantó el parto!
¡Demonios! ¡Justo lo que nos faltaba! Todos compartimos una mirada angustiada y un sudor frío me recorrió todo el cuerpo.
—Tranquilícense, por favor, no pierdan la calma. Díganme lo que está pasando.
—Hay problemas, Midori, y grandes: el bebé no puede nacer.-tuve un muy mal presentimiento por las palabras angustiadas del tío Hinata- No ha podido acomodarse y Mako-kun está perdiendo mucha sangre debido a que la placenta del bebé se ha desprendido. No puedo llevarlo al hospital debido a que estamos atrapados por la tormenta y no puedo hacerle una cesárea debido a que sus signos están peligrosamente bajos. Date prisa o ambos morirán.
—Tienes que calmarte, amor, todo va a estar bien. No sé como pero vamos en camino hacia allá. Primero que nada, tenme listos a Shoichi-kun y a Toki para que puedan donar sangre. Trata de darle calmantes suaves a Makoto-kun que le aminoren el dolor sin que lo alteren, no dejes de monitorizar a ambos, y quiero que los demás estén calmados. No hará falta que otro de ellos se ponga en labor.
—Aguanta, Hanamiya, tienes que resistir.
—Ya no puedo…más,…no creo…poder resistir…
Kiyoshi-sempai comenzó a llorar al escuchar la débil voz de Hanamiya-san al otro lado del teléfono, teníamos que hacer algo pero ya.
—Tienes que aguantar, cariño, todo va a salir bien. Se fuerte mientras llegamos, aguanta por favor.- el tío Midori a base de empujones llevó a Kiyoshi-sempai a la salida junto con nosotros para subirnos al auto en que llegamos. Escuchamos más traqueteos y los sollozos de Hanamiya-san ya no se escuchaban cerca.
—Muevan sus traseros, el tiempo se les acaba.
—¡Dense prisa! ¡Traigan a Teppei-san!
—Kazu-kun, Tatsuya-kun, traten de ayudar en lo que puedan a Hinata. Sé que estamos muy lejos pero haremos lo que sea para estar allá lo más pronto posible.- el tío Midori se subió al auto y encendió pronto el motor, le dio el celular a Reo-san en lo que tomaba el volante- Ryou-kun, Ryouta-kun y Shun-kun, de igual manera ayuden y traten de estar con Makoto-kun.
—No dejaré que nada malo les pase, no lo permitiré.
—Necesitamos ayuda, minna-san, así que presten atención.
—Nos encargaremos de esto, tío Midori, traten de llegar pronto.
El tío Midori cortó la llamada y aceleró el vehículo a la máxima velocidad. Se voló semáforos, topes y casi chocamos con varios autos y transeúntes.
—¡¡Esto es mejor que rápido y furioso!! ¡¡Ni Sei-chan conduce tan rápido!!
—¡Waaaaaaaaa! ¡Kuroko! ¡Antes de morir debo decirte que te amo! ¡Te amo!
—Eres un gallina, Kagami-kun, exagerado a lo peor.- musité sosteniéndome del asiento por la velocidad del auto. Parecía que nos íbamos a estrellar- Esto es lo más lento que conduce el tío Midori.
—¡¿Eh?!
—No hay que perder tiempo, niños, tenemos carrera contra el reloj.- gruñó mi tío acelerando más aun- Tenemos que llegar al aeropuerto donde el helicóptero de Seitarou nos llevará hasta la granja. Agárrense porque tenemos poco tiempo.
En menos de lo que pensamos ya estábamos a bordo del helicóptero y esperando al piloto del mismo. Decir que el tío Midori estaba enojado era muy corto, estaba furioso. La azafata nos había dicho que el piloto estaba en la base revisando no sé qué y que se tardaría un poco en llegar.
—¡¡A la mierda el jodido piloto!! ¡¡Yo me llevo esta cosa!!- mi tío, tan loco como solo él solo, se metió a la cabina de mando y tomó el puesto de piloto.- ¡¡Agárrense fuerte, niños!!
Yo en lo personal temblé cuando encendió el helicóptero y en menos de lo que me imagino ya estábamos por los cielos volando en dirección hacia la granja. Escuché a Kiyoshi-sempai orar en voz baja con lágrimas bajando por sus mejillas, me sentí mal por él, muy mal de hecho.
—Resiste, Makoto, resiste por favor.
—Todo saldrá bien, Kiyoshi-sempai, Hanamiya-san va a estar bien.
—Si pierdo a Makoto de nuevo, y a mi hijo…
—No pienses eso, Teppei-chan, ellos van a estar bien.- Reo-san le apretó las manos- Tienes que ser fuerte. Además, ese bebé es como tú.
—¿Ah sí?
—Sí, Hana-chan dice a cada rato que es tan exasperante y tan inquieto como tu n.n
Tardamos más de lo esperado en llegar a la granja, hablo de muchas horas dándome a entender que el sol ya estaba ocultándose, porque las turbulencias y el clima no estaban a nuestro favor, tanto que Kagami-kun rezó como nunca en su vida. Sobrevolamos por la casa y vimos que los sempais habían limpiado parte de la granja para que nos sirviera como pista de aterrizaje. El tío Midori no perdió tiempo y aterrizó en la zona, al momento fuimos abordados por nuestros sempais y Kise-kun junto a Kaname-san. Mi apurado tío se fue pitando en dirección hacia dentro y nosotros le seguimos a paso lento.
—¿Cómo va todo, Kise-kun?
—El bebé lo logró, Kurokocchi, ya ha nacido.- su voz se rompió- P-pero Hanamiyacchi…no creo que lo logre…se está muriendo…
Eso fue un golpe demasiado fuerte. Kiyoshi-sempai sin pensárselo dos veces comenzó a correr en dirección a la granja pero Imayoshi-san le detuvo agarrándolo por detrás e inmovilizándolo junto con Wei-san.
—¡¡Suéltame Imayoshi!! ¡¡Debo ir con Makoto!!
—¡Tranquilízate, Kiyoshi! ¡Si vas ahora vas a entorpecer las cosas!- los lentes de Imayoshi-san volaron en el forcejeo- ¡Contrólate con un demonio!
—¡¡¿NO LO ENTIENDES?!! ¡¡DEBO IR CON MAKOTO!! ¡¡TENGO QUE ESTAR CON ÉL!!-desvió su mirada hacia la casa mientras trataba de liberarse- ¡¡MAKOTO!! ¡¡MAKOTO!! ¡¡NO PUEDES DEJARME!! ¡¡YA TE PERDI UNA VEZ Y NO QUIERO VOLVER A HACERLO!! ¡¡TIENES QUE SEGUIR LUCHANDO MAKOTO!! ¡¡LUCHA POR TU VIDA!! ¡¡POR LO QUE MÁS QUIERAS NO ME DEJES, MAKOTO!! ¡¡NO ME DEJES!! ¡¡NO ME DEJES MAKOTO!! ¡¡NO PUEDES RENDIRTE!! ¡¡NO TE RINDAS!! ¡¡MAKOTOOOOOOOOOOO!!
Duraron forcejeando casi veinte minutos hasta que Kiyoshi-sempai se soltó y emprendió la carrera hacia la casa con nosotros siguiéndoles por detrás. Kiyoshi-sempai derribó la puerta y deduciendo rápidamente, comenzó a correr escaleras arriba pero a medio camino fue detenido por el tío Midori el cual lucía sombrío. Todos los demás estaban en el pasillo de las escaleras demasiado tensos y angustiados.
—No hagas tanto escándalo, mocoso.
—¿Qué pasó, tío Midori? ¿Cómo está Hanamiya-san?- pregunté muerto de la preocupación y de los nervios.
—Me dio el peor susto de toda mi existencia cuando su corazón dejó de latir por diez minutos.- mi sempai al igual que todos nos caímos de rodillas por el susto- No lograba reanimarlo pero gracias a los gritos del mocoso este-señaló a mi sempai-fue que logró reaccionar. Está débil, pero fuera de peligro.
Me sentí aliviado abrazándome a Kagami-kun y soltando unas cuantas lágrimas por el susto pasado. Reo-san corrió a abrazar a Furihata-kun soltándose en llanto.
—¡Bocchan! ¡Kouki-bocchan! ¡Taki-kachan!! ¡Sei- otosan! ToT
—Todo está bien, Reo-sempai, misión cumplida.
—Quiero verle, Midori-san, quiero ver a Makoto y a mi hijo.- Kiyoshi-sempai se recuperó del susto y miró decidido a mi tío. Este, le miró feo por un rato y después cedió con un suspiro.
—Está bien, solo un momento ya que se encuentra un poco delicado todavía.
Lentamente ellos fueron subiendo y nosotros también para ver qué pasaba. Cuando entraron a la habitación nos apresuramos en abrir lentamente la puerta y espiar dentro de la habitación para no perdernos el momento. Himuro-san, Takao-kun y las demás madres rompimos en llanto junto con Reo-san, Kaname-san y Nebuya-san al ver a Kiyoshi-sempai recostado en la cama de un muy pálido Hanamiya-san sosteniendo a este en sus brazos con cuidado, debido a que el otro tenía vías y muchos cables, todo lloroso y mirando al bebé que Hanamiya-san sostenía en sus brazos a pesar de su somnoliento estado. A lo lejos vi unos pocos cabellitos oscuros del bebé y este estaba muy sonrojado y cachetón. Kiyoshi-sempai no dejaba de acariciar la carita del bebé ni dejaba de besar los cabellos de Hanamiya-san susurrándole palabras amorosas y sin dejar de llorar.
—M-Makoto, Makoto, perdóname p-por todo lo que t-te hecho, p-perdóname por lastimarte. Ya estoy aquí y esta vez no te fallaré, no te volveré a fallar nunca.
—T-Teppei…gracias…