Cuatro meses, cuatro meses habían pasado y con ello dejamos atrás ese doloroso año. Un año lleno de dolor para la mayoría de nosotros, pero también un año lleno de felicidad puesto que en este año recién pasado, habían nacido nuestros bebitos. Dejamos todo atrás, y eso implica negros recuerdos.
Pero conforme el tiempo pasó, nosotros fuimos sobrellevando la situación junto a nuestros adorables bebés. Aunque la cosa sea tan divertida como se plantea. Al principio fue difícil, como todos padres primerizos nos enfrentamos a todas esas cosas como los desvelos, llantos nocturnos, pañales de madrugada, biberones de medianoche. Peor todo eso valió la pena, cada momento que pasamos lo atesorábamos con mucho cariño y amor. Ya que no pasamos por esa experiencia solos: nuestros amigos estaban con nosotros para darnos una mano y apoyarnos en esto.
Para empezar: nos llevábamos a nuestros bebés a la escuela. Esto porque cuando íbamos a empezar un nuevo semestre, se pusieron a llorar y no tuvimos más remedio que llevárnoslos a la escuela y dejar los al cuidado del tío Rintarou y del tío Kaede. El par anterior ni se quejaba, al contrario: estaban tan maravillados por hacerlas de niñeros. Cada que teníamos breves recesos íbamos a darles vueltas para darles de comer y estar con ellos la mayor parte del tiempo posible.
Aunque estaba un poco nervioso: precisamente hoy se celebraba el festival del inicio de la primavera y todos los alumnos-tanto los de preparatoria como los de la universidad- debíamos estar presentes. Aunque estábamos en la parte del equipo de basket, Nijimura-sempai fue implacable con las decisiones.
Todos los sempais y nosotros estábamos ya en el club de basket- bueno, nosotros a medio tiempo porque aun amamantábamos a nuestros bebés- y a los demás les ponía unos entrenamientos tan brutales que los pobres terminaban vomitando. Aunque bueno, se había ablandado mucho luego de que había sido padre.
Ahora estaba dando los avisos en la cancha de basket, teniendo a Shuusei-kun en un canguro para bebés sosteniéndolo en su pecho mientras el bebito jugaba con un gusanito de juguete, lo cuidaba porque Izuki-sempai estaba teniendo un examen de matemáticas. Así se le quitaba un poco la imagen de entrenador sádico y macabro.
—Escúchenme todos, por motivo del festival de primavera los entrenamientos quedan suspendidos.- los vítores no se hicieron esperar pero una mirada dura de mi sempai los acalló-Ni se les ocurra celebrar tan pronto, mocosos, porque antes de irse quiero que den cien vueltas a la cancha.- un balbuceo de su bebito le hizo agacharse y darle un besito en la cabecita- Eres tan bonito, Shuusei, tan hermoso como tu madre ♥u♥
—A Nijimura-sempai se le quita lo sádico con ese bebito.- murmuró Kagami-kun y pronto fue acallado por un zapato que le aventó mi sempai haciendo reír a su bebé.
—¡Harás doscientas vueltas a las canchas, Taiga!
—Eso te pasa por tonto, Kagami-kun.
—No me sermonees, Kuroko, TOT- el pobre de mi novio se fue a correr las doscientas vueltas que le eran encomendadas porque Nijimura-sempai era implacable con sus órdenes. Nos pusimos a correr y luego vi que sus alumnos del club de artes marciales habían llegado. Desde el nacimiento del bebé, ellos estaban demasiado contentos por el niño: lo apodaban Ouji-chan ya que era su principito. Ellos se ponían a babear al ver a Izuki-sempai, ya que mi sempai les hacía tener suspiros soñadores y los trataba con cariño. Eran una familia media rara, como de patitos: Nijimura-sempai como el padre, Izuki-sempai como la madre, ellos como los hijos y el más reciente pequeño. Eso según Izuki-sempai y sus ejemplos medios raros.
—Cuando tenga un hijo lo casaré con el hijo de Nijimura, se nota que ese bebé será toda una belleza como su madre.
Escuché a un sempai, uno que andaba echándole los canes a Izuki-sempai pero como este nunca lo peló, decir eso y luego sentí el aura intimidante y macabra de Nijimura-sempai el cual ya lo había derribado y tenía un pie sobre su cara. Mi sempai lo miraba con unos ojos llameantes y se tronaba sus nudillos sonriendo de manera asesina.
—Nunca en tu podrida vida casarás a tu futuro engendro con mi hermoso hijo, Nishida, sobre mi putrefacto cadáver con gusanos lo harás. Pero como no me pienso morir, y para que dejes de pensar en eso, tú darás vueltas por toda la cancha hasta que vomites las vísceras, maldito desgraciado.
El pobre sempai no le quedó de otra más que obedecer ya que sino los miembros del club de artes marciales lo harían sufrir. Daban miedo, porque habían agarrado las malas mañas del sempai.
—Papi te protegerá, mi vida, no dejaré que ningún mequetrefe estúpido poca cosa se atreva a posar sus ojos en ti y a querer arrebatarte de mi lado.- sus ojos llamearon con fuerza- Aun no nace el maldito mocoso que se atreva a enamorarse de ti.
Pues lastima, Nijimura-sempai, porque ese mocoso ya nació y está más cerca del bebito de lo que tú piensas.
Por la tarde estábamos en los estanes de la escuela ya que al club de basket le tocó el tema de un café, algo irónico y sencillo ya que nosotros trabajábamos en un café. Con la diferencia de que los sempais eran los meseros y nosotros nos encargábamos de preparar todo. Kagami-kun estaba en la parte de la improvisada cocina junto con Kaname-san haciendo los pequeños platillos mientras que los demás atendíamos a los clientes. Los bebés estaban en canguros con cada uno de nosotros mientras desempeñábamos nuestras labores y causando muchos chillidos de ternura.
—Todo les está saliendo bien, chicos-Akashi-sama estaba en el lugar junto a Furihata-san. Ambos eran atendidos por Furihata-kun y el pequeño Seitaki se divertía mucho-Mis nietos son el mejor atractivo del lugar.
—Ni que lo diga, Akashi-san, Kazu-chan ya recibió muchos chupetines hoy.- Takao-kun le mostró una bolsita con chupetines de muchos sabores mientras su bebé estaba medio entretenido en jugar con las pequeñas gafas de sus ojitos.
El pequeño Kazuo-kun, para su mala suerte, heredó la miopía de Midorima-kun y lo notamos cuando al pequeño le hicieron sus análisis de rutina y porque el niño estaba muy lloroso y se agarraba mucho su cabecita. El tío Midori lo llevó con un oftalmólogo pediatra y dijo que cuando creciera le haría una operación pero mientras llevaría unas gafas especiales. Cosa que al pequeño, de alguna extraña manera, le gustaban. Herencia de Midorima-kun.
—Es un bonito bebé-megane, ¿Cierto, pequeñín?- el bebito gorjeó agitando sus bracitos poniendo coloradas sus rechonchas mejillas por las caricias en sus cabellitos por parte del pelirrojo mayor- Es idéntico a su padre, a excepción de los ojos. En eso es igual a ti, Kazunari, heredó tus mismos ojos azules.
—Sí, con esos lentes es igualito a Shin-chan. Aunque también saca sus momentos tsunderes.
—Ha llegado Midori-san, al igual que Kaede-san.
Furihata-san apuntó a la entrada del stan y vimos a los aludidos junto a mis otros tíos para aproximarse a donde estaba Akashi-sama y sentarse junto a ellos. Cabe decir que los bebés al ver al tío Midori se pusieron a chillar y a agitarse hasta que nosotros, las madres, fuimos hasta él y ellos estuvieron a su alcance.
—¡Mis hermosos y preciosos nietos! ¡El abuelo Midori ya está aquí!
Nijimura-sempai entró al café junto con Imayoshi-sempai y Otsubo-sempai quienes traían cajas con provisiones para el café. Shuusei-kun al ver a mi sempai, se empezó a agitar haciendo chillidos hasta que logró llamar la atención de mi sempai el cual dejó las cajas y pronto corrió al encuentro del bebito haciéndole mimos y acariciándole las mejillas.
—¿Cómo está mi hermoso y precioso bebé?-el bebito le respondió a balbuceos y a sonrisas desdentadas-Eres un amor, Shuusei, te adoro.- luego besó a Izuki-sempai al estilo francés-¿Cómo va todo, mi amor? ¿Quieres que me ocupe de Shuusei?
—Hasta ahora va todo bien, Shuuzou, descansa.- Izuki-sempai lo sentó en una mesa junto a los demás que venían con las cajas-Les traeremos algo de beber porque se nota que están cansados. Takao, Sakurai, Kuroko vayamos.
Fuimos y nos aproximamos a la barra donde Kagami-kun servía unos cuantos batidos junto a Kiyoshi-sempai. Hanamiya-san, Himuro-san, Reo-san y Kise-kun eran los anfitriones. Cada uno con su respectivo bebé, en este caso Reo-san llevaba a Sorato.
—Se nota que los bebés son el mayor atractivo del lugar.- señaló Kagami-kun a unas chicas universitarias las cuales chillaban y le hacían mimos a los bebés de los anfitriones. Otras chicas mimaban al bebé de Takao-kun por sus gafas. Luego mi prometido, después de dejar los pedidos en el carrito, le revolvió los cabellitos a Tora-Nuestro Tora es hermoso. Mira que le vi haciendo pucheritos a unas universitarias y estas le regalaron unos cuantos chupetines.
—Lo es, Kagami-kun, ya lo han llenado de besos y le han tomado muchas fotografías.
—¡Posa, posa Taikicchi! ¡Has un puchero!- chilló Kise-kun mientras Kaname-san le tomaba fotografías al bebito el cual si demostraba ser un buen modelo: hacia pucheritos, reía, jugueteaba y demás- ¡Taikicchi es fotogénico! ¡Justo como mamá!
—Ya tengo el álbum completo, Ryouta, mi sobrino es un amor. ^^
—Shuusei se robó el corazón de Shuuzou y de Yusei-san.- suspiró soñadoramente Izuki-sempai dándole a su bebito un chupetín-Y creo que hasta los de los chicos del club de artes marciales.
—Sí, Izuki-sempai, Nijimura-sempai los tiene embobados con el bebito: dice que aquellos quienes terminen el entrenamiento a tiempo les dejará cargar por cinco minutos al bebé.- a todos nos salió una gotita en la cabeza por lo que dije- Porque luego se malacostumbran y se lo quieren robar.
—Es Nijimura-sempai después de todo…¡Ay! ¡¿Quién fue?!- chilló Kagami-kun sobándose la cabeza viendo como algo pegajoso se resbalaba por la cara. Entrecerró los ojos y luego vió al bebé de Himuro-san el cual acababa de llegar a la barra. Cabe decir que el bebé tenía un gesto maldoso en su rechoncha carita-Peloncito de hospicio, bodoque rechoncho, fuiste tú.
—No le digas así Taiga, Taiyou no está pelón. Y tú, Taiyou, no le avientes chupetines a tu tío Taiga.-le regañó dulcemente su madre dándole otro chupetín y luego le vio con una sonrisa nostálgica por el gesto del bebito con el chupetín- Se ve tan tierno con el chupetín, como lo era Atsushi.
—¡Tatsuya! ¡No lo consientas! ¡Lo echarás a perder al igual que a Murasakibara!
—Hemos llenado el lugar, salí apenas por unas cuantas cosas y luego un sequito de universitarias y universitarios me siguieron babeando por este chiquitín.- Reo-san llegó restregando su mejilla contra la del risueño Sorato-kun el cual se dejaba querer- Es un ikemen, como su mami.
—Creo que alguien se ha puesto celoso.- Furihata-kun llegó y señaló a su propio bebé el cual miraba de manera intensa a Reo-san porque mimaba al pequeño pelinegro. Reo-san rió haciendo lo mismo con el pequeño pelirrojo logrando que el bebito sonriera.-Su mirada es tan intensa como la de Seijuuro-san.
—Tienes razón, Furihata-kun, los bebés están mostrándose como los papás.- Sakurai-kun rió mostrando a su bebito el cual ya roncaba levemente haciendo que todos suspiráramos de manera tierna.- Duerme como un tronco, justo como lo hace Aomine-san.
—Sakurai, dame al bebé para ponerlo en el portabebé.- Imayoshi-san llegó con una mantita azul para envolver al bebé. Sakurai-kun asintió entregándole al bebé para que se lo llevara y lo pusiera en el portabebé que había traído el tío Hinata.
Seguimos atendiendo el café aunque estábamos muy atareados, y más porque los clientes nos elogiaban a cada rato a los bebés y nos entretenían en lo que les daban muchos mimos, tomaban fotos y les hacían caras graciosas. El festival terminó casi a las cinco de la tarde y nos quedamos a recoger en lo que los sempais y Kagami-kun cuidaban a los bebés. Los tíos se habían marchado muy sospechosamente junto con Akashi-sama y Furihata-sama.
—Tetsuya, Ryouta, Ryou, Kazunari, Tatsuya, Makoto, Kouki, Kaname y Reo: vengan conmigo ya que debo hablarles de un asunto sumamente importante.- eso nos extrañó a todos porque no llamaba a Izuki-sempai, aunque claro que no lo iba a despertar ya que estaba profundamente dormido en el sillón. El pequeño bebé de Izuki-sempai se despertó y comenzó a gimotear a lo que Nijimura-sempai lo tomó en brazos y nos guió hasta uno de los salones-Lo siento, amorcito, pero debemos dejar que mamá descanse.
—¿Qué sucede, Nijimura-sempai? ¿Para qué nos mandó llamar?
—Ya voy, Tetsuya, no seas impaciente.- masculló mi sempai poniéndose rojo por alguna razón y luego tomó un largo suspiro.- Escuchen, quiero pedirles un enorme favor a todos ustedes. Quiero que todos ustedes sean los padrinos de mi boda.
—¡Por fin! ¡Por fin Sexymura e Izuki-chan se casarán!- chilló Takao-kun abrazándose de mi sempai-¡Por fin habrá boda!
—¡Takao! ¡No te me cuelgues! ¡Me vas a tirar!
—Muchas felicidades Nijimura-sempai, estoy muy feliz por ustedes.-sonreí de manera tenue- Se lo merecen, ya era hora de que dieras ese paso tan importante…sempai, ¿Izuki-sempai lo sabe?
—¿Lo de la boda? No, no sabe nada.- todos lo miramos atónitos hasta que Takao-kun chilló- Creo que Takao ya lo sabe.
—¡Una boda sorpresa! ¡Que genial Nijimuracchi-sempai!- chilló Kise-kun dando saltitos junto a Takao-kun y a Reo-san- ¡Debemos planear todo! ¡La fiesta! ¡El salón! ¡La ropa! ¡La comida!...Pero, ¿La boda será en dónde? ¿En Sapporo? ¿En Tokyo?
—En una isla en el mar Caribe.
—¡Que hermoso! ¡Es bellísimo!- Reo-san se dirigió a Nijimura-sempai con los ojos brillosos de emoción- ¿Cuándo será la boda?
—Este fin de semana.
—¡¿QUEEEE?!
—Escuchen: lo he pensado mucho y he decidido que quiero estar con Shun para siempre y quiero que seamos una familia con todo el nombre.- nos miró y luego vio a su bebé- No quiero que nada ni nadie nos separe. Quiero estar junto a él para siempre. Además de que el sueño de Shun es casarse en la playa, y que mejor que una isla paradisiaca caribeña para celebrar la boda.
—Usted despreocúpese, Nijimura-sempai, nosotros nos encargaremos de todo eso.
Volvimos a la sala del café por los bebés pero vimos a los sempais lucir demasiado nerviosos. Kagami-kun estaba que se arrancaba los cabellos y buscaban algo como locos. Me extrañé al ver que Kagami-kun no tenía a mi bebé…¡¿Kagami-kun no tenía al bebé?! ¡¿Por qué todos lucían histéricos?! ¡¿Por qué faltaban dos bebés?!
—¡Cálmate, Kagami! ¡No ganas nada estando así!- Miyaji-san seguía a un histérico Kagami-kun teniendo en brazos a Kazuo-kun dormido.- ¡Si sigues así te daré con una piña! ¡No estoy bromeando!
—¡¡Sempai!! ¡¡Esto es grave!! ¡¡Kuroko va a matarme!! ¡¡Perdí a Tora!!
—Eres hombre muerto Kagami-kun.
Murmuré furioso y haciendo que nos notaran. Kagami-kun se puso más aterrado que nunca y se echó a mis pies chillando como una magdalena junto con Nebuya-san el cual lo hacía con Furihata-kun. No entendí eso pero si lo que hacía Kagami-kun. Lo agarré de la ropa y lo sacudí como muñeca de trapo sacando fuerzas de quien sabe dónde.
—¡¿Dónde está Tora, Kagami-kun?! ¡¿Dónde está mi bebé?!
—¡No lo sé! ¡Estaba en su portabebé y de repente desapareció!- chilló parándose y buscando al bebé por todo el lugar- ¡Heredó tu misma maña de desaparecer!
—¡Perdónenos bocchan, Reo-nee! ¡Perdimos a Seitaki-bocchan!
—¡¡Dense por muertos, idiotas!!- bramaron el par anterior con llamas en los ojos y poniéndose más histéricos a más no poder.-¡¡Los voy a matar, estúpidos!!
—Cálmense todos, y escúchenme con atención- Nijimura-sempai se paró en una mesa con su hijo en su canguro de nuevo- separémonos y busquemos a esos bebés, son unos enanos de cuatro meses que no pudieron haber ido muy lejos.
—Cuando lleguemos a la casa, dormirás en el granero Kagami-kun.
—Ya lo sé, Kuroko. TOT
Me escabullí buscando por los pasillos cercanos para ver si mi bebé estaba cerca. Estaba en el fondo muy asustado porque mi bebito no estaba conmigo y temía porque algo le hubiera pasado. Maldito Kagami-kun, esta noche iba a dormir con Nigou, no se iba a salvar de mi ira: ahora si iba a sufrir a manos de mis dos tíos.
Corrí por un pasillo y subí un piso hasta escuchar murmullos y me asomé para ver. Vi a Kotaro-san el cual se veía aterrado viendo hacia una parte de la biblioteca, a donde había llegado, y me acerqué curioso hasta situarme a su lado. El pobre estaba que se moría y mordía sus dedos de manera constante.
—¡¿Cómo llegó Seitaki-chan a ese lugar?! ¡Si bocchan o Reo-nee lo ven me matarán!
Observé atónito a Seitaki-kun el cual estaba en un enorme estante de libros balbuceando feliz de la vida abrazando a mi hijo…¡¿Abrazando a mi hijo?! ¡¡Mi bebé también estaba ahí!! Escuchamos pasos apurados y en menos de lo que pensaba todos estaban ahí. A Furihata-kun casi se le salen los ojos y Reo-san cayó al suelo teniendo una crisis de asma por el susto de ver al mini pelirrojo a una considerable altura. Kagami-kun se puso blanco a mas no poder y más cuando mi bebé al querer gatear se resbaló y cayó junto con el pequeño Seitaki-kun.
—¡¡¡TORAAAAA/SEITAKIII!!!
Gritamos todos y ya estaba llorando por el horror de ver a mi bebé caer y no poder moverme debido al pánico y a la desesperación. Vi en cámara lenta caer a los dos bebés y no quería imaginarme lo que pasaría después pero lo que nunca me imaginé fue a alguien saltar, de no sé dónde, y agarrar a los bebés en el aire para luego aterrizar de sentón pero con ambos bebitos a salvo. Pude respirar tranquilo al igual que los demás ya que el miedo pasó y ahora solo quedaba ver quién era el que había salvado a los bebés. Aunque algo en mi interior me decía que ese movimiento ya lo había visto en el pasado, solo una persona podía hacer esas atrapadas en el aire y nadie, absolutamente nadie era mejor para esas atrapadas.
—¡Fiu! ¡Qué buena atgapada! ¡Pego pogque dos bebés están grateando ahí!(Fiu, Que buena atrapada. Pero porqué dos bebés están gateando ahí)-el aludido nos miró y cuando lo vimos bien nos devolvió la sonrisa con un toque de nostalgia-Cgei veglos hasta mugchos años después, pegro la vida da muchas sorgpgesas (Creí verlos hasta muchos años después, pero la vida da muchas sorpresas.)
—¡¡HAYAKAWA/HAYAKAWACCHI-SEMPAI!!