Como han pasado los años, esa frase tan característica de una que otra canción aplica directamente a nosotros. El tiempo había pasado, y vaya que había pasado. Cada uno de nosotros habíamos cambiado para bien y así debía ser. Habíamos crecido, madurado, éramos totalmente diferentes a aquellos chicos que simplemente habían huido huyendo de un cruel pasado y con el tiempo acumulando fuerzas para enfrentarlo totalmente y cerrar esa puerta para siempre.
Cuatro largos años habían pasado, cuatro largos años llenos de emociones. Kagami-kun y yo, junto a los demás, en ese tiempo habíamos asistido a la universidad y nos habíamos graduado de nuestras respectivas carreras: Kagami-kun quería ser bombero, pero por la peligrosidad de ese oficio y por las amenazas del tío Midori, ahora ejercía dando clases en la academia de bomberos de la ciudad; yo por mi parte ahora soy profesor de un jardín de niños junto con Himuro-san, Miyaji-san y sorpresivamente también Nebuya-san; Takao-kun es ahora enfermero infantil en el hospital del tío Midori; Kise-kun trabajaba como modelo, claro que bajo otro seudónimo y solo para la ropa y accesorios de una tienda pequeña propiedad de Kaname-san, el cual era ahora diseñador; Sakurai-kun es ahora chef y tenía un pequeño restaurante en conjunto con el tío Hinata y además de ahí laboraban también Wei-san y Fukui-san; Furihata-kun es contador trabajando en secreto para Akashi-sama al igual que Kotaro-san pero él como asistente personal y Reo-san laboraba como diseñador de interiores; Hanamiya-san es abogado y trabaja para el tío Midori junto con Haruka-san mientras que Kiyoshi-sempai trabajaba como entrenador de basket; Tokiwa-nee ayudaba como profesor de ciencias en la universidad junto con el tío Kaede; Nijimura-sempai dirigía una de las empresas y además de que fungía como profesor de ciencias mientras que Izuki-sempai trabajaba como maestro de matemáticas.
Suspiré terminando de recoger unos juguetes del suelo y viendo de manera nostálgica una fotografía de Kagami-kun y yo teniendo en brazos a nuestro bebé. Acaricié los bordes con nostalgia y luego vi una pequeña manita posarse al lado de la mía. Di un pequeño brinco sonriendo y viendo a la personita que estaba a mi lado, Tora estaba ahí haciendo gala de sus dotes fantasmales.
—Mami, ¿Qué haces?
Tora ya tenía cuatro años y es un niño muy vivaz y alegre, comelón como Kagami-kun y serio y apático como yo. Él había heredado los ojos de Kagami-kun. La mezcla perfecta entre él y yo, no había para más.
—Recojo unos juguetes, cariño, ¿Dónde dejaste a papá?
—Está con tío Tat, están arreglando todo para el cumpleaños del tío Reo.
Reí y terminé de recoger todos los juguetes para ir a los jardines y ver como todos ayudaban en el cumpleaños de Reo-san. Los niños corrían de aquí para allá y más por jugar con los más pequeños. Si, los más pequeños.
Izuki-sempai y Nijimura-sempai habían tenido, dos años después de haberse casado, a dos gemelitos igualitos a Nijimura-sempai en todo, para nuestro dolor, hasta en su genio y coraje junto con un buen lado sádico. Ambos bebés, de dos añitos, se llaman Haruki y Takuto. Ambos niños demasiado sobreprotectores con su hermanito mayor no dejándolo ni a sol ni a sombra.
Esto porque al pequeño Shuusei le habían detectado una terrible enfermedad llamada epilepsia. El niño, a los dos años, mientras estaba en la casa ya que celebrábamos el cumpleaños del tío Midori de la nada se quedó ausente y segundos después estuvo convulsionando de manera violenta asustándonos a todos, en especial a sus padres. Afortunadamente el tío Midori actuó a tiempo y controló la situación.
Después del incidente fuimos al hospital donde después de practicarle muchas pruebas al niño resultó con ese terrible padecimiento. Izuki-sempai se consternó muchísimo, más porque estaba esperando a sus gemelos y Nijimura-sempai igual que él. Mi sempai reveló que los antecedentes de ese tipo de enfermedad venían de Moriyama-san. Pero un especialista pediatra, quien resultó ser un compañero de Nijimura-sempai, lo atendió y ahora el niño está en una condición estable. Claro que nosotros estamos al pendiente de él todo el tiempo, y más el pequeño Taiyou-kun, el cual no se separa de él y junto con su hermanito lo cuidan muchísimo. Bueno, los niños no van a un kínder si no que los educamos aquí en casa ya que llamarían mucho la atención.
Pero volvamos al presente, ahora volvamos al cumpleaños. Todos estábamos ahí celebrando y ayudando. Reo-san estaba siendo entretenido por Furihata-kun y Seitaki-kun. El suegro, osea Akashi-sama, estaba ahí supervisando todo y ayudando. En estos cuatro años había estado alternándose entre aquí y Kyoto para estar también con su otro nieto.
—Ay niños, como crecen tan rápido.- murmuró Sakurai-kun llegando a mi lado y viendo a nuestros hijos ir de aquí para allá jugando y brincando bajo nuestra supervisión- Apenas eran unos bebés y ahora…
—Lo sé, Sakurai-kun, ya han crecido mucho.
—El pastel está casi terminado, ¿Podrían venir a ayudarnos?- vimos a Fukui-san llevar una duya con merengue y a su lado venían los pequeños Shuusei-kun, Taiyou-kun y Sorato-kun con merengue en sus caritas.
—Vayamos entonces, Reo-san no tardará en llegar.
Nos apresuramos en ir a donde estaba el enorme pastel de casi cuatro pisos de sabor a chocolate con crema de vainilla, para gusto del festejado, estaba a punto de ser decorado. Wei-san ayudaba al pequeño Sorato-kun mientras que Taiyou-kun ponía la crema junto a Shuusei-kun. Ambos se veían de manera tierna y el pequeño Shuusei-kun se veía súper sonrojado.
—Que hermoso, el amor infantil es de lo mejor.- murmuró Izuki-sempai parándose a nuestro lado y observando a su hijo- Puedo jurar que mi Shuusei va a ser novio de Taiyou-kun cuando crezca.
—Que no te oiga Shuu-chan o me deja sin un hijo.- rió Himuro-san acercándose con unas cuantas botanas- Es un celoso total con su pequeño.
—Sí, pero coincido con Izukicchi.- Kise-kun señaló a un lugar en el jardín viendo como Kou-kun jugaba con una pelota junto con Taiki-kun- Ese par también va a terminar junto: me recuerdan a la relación que teníamos Aominecchi y yo.
—¿Ustedes dos anduvieron?- murmuró Sakurai-kun un poco atónito mientras Kise-kun se largó a reír.
—Sí, pero no funcionó. Ahora somos amigos, bueno éramos: estoy muerto.
—Ni que lo digan, pero hay algo que estamos ignorando- intervino Takao-kun uniéndosenos y señalando a su propio hijo el cual estaba de la mano con Miyaji-san y este le ayudaba a decorar unas mesas- Kazuo-chan cada día se parece más a Shin-chan y no solo él: varios de nuestros hijos a sus respectivos padres. Dentro de poco no podremos seguir ocultándolo.
—Takao tiene razón: no podrán ocultarlo para siempre.- volteamos a ver a Hanamiya-san el cual se limpiaba las manos luego de terminar de preparar unos cuantos bocadillos y poniendo una mano en su abultado vientre de cinco meses.-En el caso de Kuroko y mío no hay problema, pero en el de los demás si: los niños pronto empezaran a preguntar por sus padres y no podemos mentirles toda la vida.
—¿Y en mi caso?- Izuki-sempai se mostró confuso y fue cuando de manera inesperada el tío Midori intervino.
—Shun-chan, no dudo que Shuuzou-kun sea un excelente padre y toda esa cháchara pero cuando se sepa la verdad también se sabrá que él no es el verdadero padre de Shuusei-chan.- en eso tenía razón- Y debemos estar preparados. La vida da muchas vueltas, esto será inevitable.
—Cuando sea una edad prudente le diremos la verdad a los niños.- suspiró el abuelo Nijimura-Pero eso no indica que no ame a mi nieto. Tal vez no lleve mi sangre, pero lo amo y adoro al igual que a ti.- abrazó a Izuki-sempai cuando lo notó con los ojos llenos de lágrimas-No te preocupes, cariño, no dejaremos que nada les pase.
—Pero no pensemos en eso, es el cumpleaños de Reo-kun.- el tío Hinata nos sacó de nuestro momento de estrés y nos volvimos a enfocar en terminar lo del cumpleaños de Reo-san.
Duramos un par de horas más y después todos nos fuimos al jardín donde esperábamos al festejado y a sus acompañantes. En efecto, llegaron poco después y saltamos gritando un feliz cumpleaños. Reo-san se puso demasiado emocional y hasta el punto de las lágrimas llegó. El pequeño Seitaki-kun escaneó todo el lugar y hasta que dio en la dirección donde estaba Tora, sonrió de manera alegre y abrió los pequeños bracitos para que mi pequeño se fuera corriendo y se arrojara cayendo ambos al suelo entre risas infantiles.
—¡Kuroko! ¡Ese enano bipolar se quiere robar a Tora! ¡Es como Akashi!-bramó mi esposo de manera exagerada y viendo la escena con la peor de las caras posibles.
—Kagami-kun, no seas un exagerado. Estás muy paranoico.
—¡Feliz cumpleaños, tío Reocchi!- chilló Taiki-kun brincando alrededor del mencionado, él heredó esa muletilla al igual que los mellizos de Himuro-san -¡¿Te gustó la sorpresa?!
—M-me encantó, bebés, muchísimas gracias.
—No somos bebés, tío Reo, ya somos grandes.- no pude evitar reirme un poco por las palabras de Kou-kun mientras este llegaba al lado del pequeño rubio y lo abrazaba por los hombros.-¿Verdad, Tai?
—¡¡K-Koucchi!! >//<
—Tío Reo-chin, ¿Podemos darle la mordida al pastel?- al pequeño Taiyou-kun le brillaban los ojitos viendo al pastelote-¿Puedo? ¿Puedo?
—Hijo, tu tío Reo debe darle la mordida porque es el festejado.- le regañó cariñosamente su madre haciendo que el niño frunciera el ceño- Pero te dará pastel y podrás morderlo cuanto quieras.
—¡Wiiiiiii! ¡Shuu-chin! ¡Sora-chin! ¡Vamos!- el pelimoradito agarró a los dos niños mencionados, a su hermanito y a su casi novio, yendo hacia el pastel pero en el acto fue detenido: Nijimura-sempai agarró a su hijo y Reo-san agarró al pequeño Sorato-kun en brazos.
—Olvídalo, niño obseso de los dulces, no malcriarás a mi pequeño bebé.- mi sempai fulminaba al pequeño niño, y este tampoco se le dejó, pero los ojitos de su hijo le hicieron flaquear.
—P-pero, papá, m-me gusta estar con Taiyou-kun.
—…está bien, mi vida.- Nijimura-sempai bajó a su nene y luego vio al niño moradito sonreír por haber ganado- Mocoso, ganas por esta vez, lo cuidas bien o me encargaré de que nunca lo vuelvas a ver.
—Entendido, tío Shuuzou-chin.
—Yo no puedo bajarte, cariño, realmente te extrañé.- Reo-san llenó de mimos al pequeño Sorato-kun mientras este se dejaba hacer. Ellos dos son muy unidos, Sorato-kun es tan unido a Reo-san como lo es con su madre.
—Yo también, tío Reo-chin. n.n
—¡Tío Reo-chan! ¡Tío Reo-chan! ¡Tu lucky ítem!- Kazuo-kun le dio a Reo-san un prendedor en forma de flor a Reo-san y este se lo colocó en el cabello.
—Muchas gracias, bebé, eres un amor.- le revolvió los cabellos y le acarició las mejillas al niño.
La fiesta comenzó con mucho ánimo y más para diversión de los niños quienes parecían más bien los festejados. Los gemelos andaban de aquí para allá, más bien Takuto-kun porque se la pasaba abrazado de Sorato-kun como un chicle y con las parejitas infantiles ya mencionadas, para dolor y coraje de Kagami-kun y de Nijimura-sempai. Yuuki-kun se la pasaba pegado con la cabecita en la pancita de Hanamiya-san y Kiyoshi-sempai se veía demasiado feliz por la espera de su segundo bebé. Akashi-sama andaba consintiendo a su pequeño nieto y de paso a mi hijo junto a Furihata-san mientras que Furihata-kun y sus niñeros andaban murmurando algo como de un regalo para el festejado.
Después de la partida del pastel preparamos unos bocadillos para pasar el rato entre adultos. Reo-san se metió para ir por algo de beber a la cocina y nosotros nos quedamos en los jardines. El tío Midori se dispuso a hablar con nosotros para unos asuntos mientras los niños estaban con Reo-san.
—Nenes, sé que esto les parecerá algo precipitado pero no podemos estar mucho tiempo guardando el secreto.- nos miró a todos de manera serena- Los niños ya comienzan a preguntar por sus padres, preguntan la razón de que porque solo Tora-chan, Yuuki-chan y Shuusei-chan tienen a sus dos padres.
—Debemos hacer algo para decirles la verdad de una manera adecuada.- intervino el tío Hinata bebiendo un poco de té- No podemos decirles la verdad tal cual. Los lastimaría muchísimo.
—Lo sé, pero ya me veo venir los problemas en cuanto ellos se enteren.- suspiró Himuro-san de manera triste- Se pondrán furiosos, y temo que nos quieran quitar a los niños.
—Para eso entraremos Midori y yo, porque les sacaremos los trapitos al sol a esos mocosos ya que no tienen con que cara alegar por sus estupideces.- lo bueno que Akashi-sama estaba de nuestro lado- No se preocupen, en todo caso…
Akashi-sama no pudo continuar puesto que Yuuki-kun entró llorando de manera fuerte haciéndonos pensar en uno y mil escenarios.
—¡¿Qué pasa, bebé?! ¡¿Qué tienes?!- Hanamiya-san corrió, a cómo podía, hasta su hijo abrazándolo y revisándolo concienzudamente- ¡¿Qué te pasó?! ¡¿Por qué lloras?!
—T-tío Reo, tío Reo está c-como muerto-o.
—¡¡¿Qué?!!
Los demás no perdimos tiempo en correr a la cocina para ver que estaba sucediendo. Llegando vimos a los niños tratando de despertar a un inconsciente Reo-san y llorando como si de verdad este estuviera muerto.
—Tranquilos, niños, tío Reo va a estar bien. Déjenme revisarlo.- el tío Midori se abrió paso entre los niños para inclinarse al lado de Reo-san y tomarle el pulso. Los niños corrieron con nosotros demasiado asustados- Hinata: trae mi maletín, Toki: trae un poco de alcohol.
—¿Qué tiene Reo, Midori? ¿Qué es lo que le pasa?- Akashi-sama se veía muy asustado abrazando a Furihata-san el cual estaba en las mismas condiciones.
—No lo sé, su pulso está un poco acelerado. Niños, ¿Qué fue lo que pasó?- el tío Midori miró a los niños para que le dijeran algo- Su tío va a estar bien, pero necesito saber que pasó.
—E-estábamos con tío Reo sirviendo té, d-dijo que s-se sentía mal y después se cayó.- el que habló fue el pequeño Seitaki-kun mientras se abrazaba de su mamá y viendo como el tío Midori revisaba a Reo-san- Tratamos d-de despertarlo pero no…
—No se preocupen, niños, su abuelito Midori ya está revisándolo.- el tío Kaede ayudó a mejorar la situación para que los niños no se pusieran peor.- ¿Midori? ¿Cómo está?
—Sus signos están un poco inestables, voy a llevarlo a su habitación para que esté más cómodo.- Akashi-sama se le adelantó tomando en brazos a Reo-san y llevándolo a su habitación a donde le seguimos todos.
Le pusimos ropa cómoda y luego le dimos alcohol a oler, cosa que lo despertó de golpe para alegría de los niños.
—¿Hm? ¿Qué me pasó?- en un instante tuvo a todos los niños encima suyo-No lloren, bebés, ya me siento mejor. Perdónenme por asustarlos de esta manera.
—¿Qué pasó, Reo-sempai? ¿Te sentías mal?- Furihata-kun se acercó a él y le tomó de una mano- ¿Te sientes mejor?
—Ya un poco mejor, solo algo mareado.- suspiró con pesar- No quise asustarlos de esta manera, lo siento mucho.
—Reo-chan, te he estado notando demasiado extraño estos días y tengo una ligera sospecha de que algo te está sucediendo.- el tío Midori lo miró- Quiero que me respondas con la más sincera honestidad…¿Estás saliendo con alguien?
—¿A qué viene la pregunta, Midori?- el tío Kaede frunció el ceño extrañado y todos volteamos a ver a Reo-san el cual estaba confuso.
—Reo…puede que estés preñado…- todos, y hasta el propio Reo-san, nos quedamos con cara estupefacta-…no me miren así, recuerden que he visto a muchos y Reo-chan cabe en los que ya están encinta.
—N-no puede e-estar pasándome, y-yo no puedo…
—Reo, ¿Qué pasa? ¿Qué estás ocultándome?- Akashi-sama le miró con la duda y la consternación plasmada en la cara- No estoy molesto, pequeño, pero dime la verdad ¿Qué es lo que está pasando? ¿Sales con alguien?
—S-sí, salgo con alguien…-todos lo miramos en espera de una respuesta, la cual demoró unos minutos- yo…estoy saliendo con Jun-chan…
—¿Jun-chan? ¿Quién es ese jodido Jun-chan para ir en este preciso momento para castrarlo?- parecía que el tío Midori, Akashi-sama, Hanamiya-san, Furihata-kun, Nebuya-san y Kotaro-san se pusieron de acuerdo para hablar al mismo tiempo.
—…no me digas que estás hablando de Hyuga Junpei, ¿Cierto?- hablé de manera entrecortada y al asentimiento de Reo-san pareció que se encendió una mecha de pólvora haciendo un reverendo desastre que fue calmado por Furihata-san.
—Reo, cariño, cuéntanos todo. Desde un principio hasta ahora.
—He mantenido una relación con él desde que los niños cumplieron un año.- suspiró ya más calmado- Nos veíamos cada fin de semana en Kyoto cuando iba a visitar a Sei-chan. Al principio fue difícil pero poco a poco me fue enamorando. Jun-chan es muy detallista, algo tonto y torpe pero muy romántico. Comenzamos a tener relaciones…
—D-Detente ahí, Reo, que no puedo escuchar más sin salir a matar a ese inepto.- musitó Akashi-sama con un aura negra y deprimente a la vez.
—Te haré una prueba para cerciorarme de que estás en espera, pero con solo verte me doy cuenta.- el tío Midori se paró y salió de la habitación. Los niños nos miraron con los ojos bien curiosos y luego comenzaron a preguntar sobre que estaba pasando.
—L-lo que pasa, niños, es que su tío Reo…él va a tener un bebé-habló mi tío Hinata- Va a ser mamá.
—¿Cómo mamá y mi hermanito?- Yuuki-kun ladeó su cabecita con los ojitos brillosos- ¿Por qué su bebé está en la panza de tío Reo? ¿Se lo comió? Mamá y papá no me quieren decir como mi hermanito llegó a la panza de mamá.
—Porque aun estás muy chiquito, y todos ustedes también-Hanamiya-san estaba rojo como un tomate-Cuando crezcas, sabrás como llegaste a mi panza al igual que tu hermanito.
—Yuuki, verás, cuando dos papás se quieren mucho, mucho, el papá le pone una semillita en la pancita a la mamá y así nacen los bebés.- Nijimura-sempai salvó el día- Pero se los diremos a detalle cuando crezcan.
—Pero Reo, debes decirle la verdad a Hyuga- Kiyoshi-sempai miró al aludido- no puedes ocultarle el que va a ser padre. Tiene derecho.
—Lo hablaremos cuando esté más tranquilo, debe estar sereno ya que no es bueno para su bebé.- el tío Rintarou le sonrió- ¿Quién lo diría, Reo-kun? Tuviste un bonito regalo de cumpleaños.
—Sí, un bonito regalo de cumpleaños.- con una dulce sonrisa Reo-san veía a los niños darle caricias a su plano vientre y hablándole al pequeño bebito que ahí se estaba gestando.
Días después estábamos en la granja con todos, bueno Reo-san se llevó a Seitaki-kun para comprarle un regalito a Furihata-kun por su cumpleaños. Queríamos hacerle un cumpleaños muy lindo y más porque pronto Akashi-sama lo reuniría con Akashi-kun y pronto estarían juntos. Pero algo no me gustaba, no sé por qué pero tenía un presentimiento extraño.
Kagami-kun estaba a mi lado viéndome tan alterado y sabía que algo me estaba sucediendo. Mientras los demás niños jugaban en la sala, los adultos les vigilábamos. Un celular sonó y Akashi-sama contestó poniendo el altavoz de manera accidental.
—Diga, ¿Quién habla?
—Oh, vaya querido, que tan formal te has vuelto.
—¿Mei? ¿Qué demonios quieres? ¿Cómo conseguiste mi número?- gruñó el pelirrojo alertándonos a todos- No sé porqué pierdo mi tiempo contigo…
—Si me cuelgas, te juro que haré que maten a ese maldito huérfano que acogiste.-sus palabras nos dejaron congelados y pensando en miles de cosas aterradoras- Verás, querido, llevo un par de semanas vigilando a ese mocoso buscando en una manera de vengarme de ti por dejarme en la ruina. Y hoy, encontré la oportunidad perfecta. Y más perfecta, ya que no estaba solo: estaba con ese mocoso bastardo que nunca debió haber nacido.
—¡¿Dónde demonios tienes a Reo y a mi nieto?!- Akashi-sama estaba angustiado y rabioso, Furihata-kun se desmayó por la noticia y Furihata-san empezó a tener dolores de pecho- ¡¿Qué les hiciste?!
—¿Creyeron que jamás me daría cuenta de su teatrito? Sé que esos mocosos ayudaron a escapar al maldito mocoso y ahora se están escondiendo. Pero tengo en mi poder a este mocoso y a otro par más. –su voz se tornó macabra-La venganza es muy dulce, todos ustedes me las van a pagar.
—Si te atreves a ponerles un solo dedo encima…
—Y para que veas que no estoy mintiendo, te enviaré una foto para que me creas. Espera mi llamada, querido.
La madre de Akashi-kun colgó y pronto mandó la dichosa foto. Al verla, Akashi-sama lanzó un grito de ira y de rabia mientras los demás veíamos la fotografía de Reo-san atado de pies y manos con los ojos vendados junto a dos pequeños pelirrojos.
—¡¡Maldita perra!! ¡¡Tiene a Seijii también!! ¡¡Tiene a Reo y a mis nietos!!-sus ojos brillaron de manera macabra y tan diabólica que nunca sentí tanto miedo como cuando Akashi-kun despertó el ojo del emperador- ¡¡Esto ya es personal!! ¡¡Tengo que resolverlo por mi propia mano: uno de los dos quedará en pie mientras el otro dejará de existir!! ¡¡Nadie se mete con los Akashi y sale ileso!! ¡¡Todo aquel que dañe a mi familia terminará muerto!!
MIENTRAS EN KYOTO
—Seijuuro, debemos mantener la calma. Ya los agentes están trabajando para rescatar a Seijii y a Reo.- musitó el peligris viendo como el otro estaba sentado temblando de la rabia y el dolor- Trata de calmarte, los mejores están trabajando para traerlos sanos y salvos.
—Mi propia madre se los llevo, mi propia madre.- siseó el pelirrojo lleno de rabia- Esa maldita perra pagará por haberse metido con lo mío, si le toca un solo cabello a mi hijo va a lamentar haber nacido. ¡¡No descansaré hasta aplastarle el cráneo con mis propias manos!! ¡¡No descansaré hasta verla muerta y tener su cabeza a mis pies!!
Sus ojos refulgían de furia, el ojo del emperador clamaba venganza, y no se detendría hasta que lograra derrotar a su enemigo.