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El club de los corazones rotos por Momoka Black

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Notas del capitulo:

Hola queridas y queridos lectores de AY.

Nuevamente les ofrezco una disculpa por ausentarme pero tuve una serie de inconvenientes que me impidieron escribirles y subirles el cap.

(Sale Nijimura a escena) 

Lo que sucedio con Momoka fue que si bien pensó que ya la había librado...pues no. En la universidad sus tiranos senseis le atiborraron de trabajos y examenes nivel Akashi xD. Además de sufrir un problema muy malo para cualquier escritor: problemas de vista. Pero está reponiendose y alerta.

Ahora viene la parte que nadie quiere y que se veía venir: el final.

Antes que nada, quisiera darles las gracias a todas aquellas personitas que me han seguido desde un principio, desde el primer capítulo de esta historia y que al menos les he sacado una sonrisa con mis ocurrencias. Este fic espero les haya dejado una enseñanza, algun recuerdo o una carcajada con solo leerlo. Miles de gracias puesto que a pesar de todo lo bueno y malo, seguimos aquí. 

Es triste porque es mi primer fic de KnB al que ya le doy un final pero así debe ser. Y para mas drama, en este cap me inspiré con la canción de Lantana, el último ending de la serie. Snif snif.

Muchas gracias a las chicas y chicos si hay, que comentaron en el cap anterior.

Muro de los corazones: himitsu akira (linda, esos fics son los siguientes en tener conty, en especial TLOTM, gracias por tus palabras), kanita (jojo amarás el cap especial de la serie y no te hare larga la espera, lo subo en breve, saludos) Chuli (te lo dejo en incognita para que te sorprendas al final en los especiales) kati (en este cap sabras el desenlace de los NebuMayu junto con los demas :)) Tsuki no Megami (jajaja yo también me enojaria si usasen asi mi boda, pero a ellos les toco xD y espera al cap con Kagami) Yuki100 (si ese cap te causo emociones, el siguiente mas. Muchas sorpresas fueron en el cap anterior y las que se vienen) Ozrock (gracias por la bienvenida, lamento la tardanza, saludos)

No me alargo mucho y les dejo el cap.

Fue un honor escribir este fic!!!

Todos de inmediato nos movilizamos ante las palabras de Akashi-kun. Consideraba muy bien ya el hecho de que Akashi-kun era un brujo o mas bien que ya se estaba haciendo un seguidor de Oha Asa. Dejando eso de lado, me apresuré a calmar a Reo-san junto con Himuro-san porque Hyuga-sempai estaba vuelto loco como una gallina sin cabeza. El tío Hinata junto con Takao-kun y otros más se apresuraron en llevarse a los niños puesto que se habían asustado un poco por los gritos de Reo-san. De inmediato el tío Midori llamó al hospital para que tuviesen todo listo y Akashi-kun llamó para que preparan uno de los autos.

—Hyuga, trata de tranquilizarte.- Kiyoshi-sempai fue el único que se fue con Hyuga-sempai para tratar de calmarlo- No pierdas la calma.

—¡¿Cómo me pides eso?! ¡Mi hijo ya va a nacer!

—Por eso mismo, Reo te necesita tranquilo. Lo vas a asustar más de la cuenta si te pones en ese plan.

Como si esas palabras le hicieran efecto se calmó al instante y ya más tranquilo se fue con Reo-san el cual respiraba agitado y sudaba de manera copiosa. Le entendía: los dolores de las contracciones eran terribles.

—Tranquilo, amor. Estamos juntos en esto: pronto vamos a tener a nuestro  bebé con nosotros como tanto lo hemos esperado.

—Jun-chan…-sollozó Reo-san siendo levantado en brazos por mi sempai-Jun-chan…

—Todo estará bien, Reo. Todo saldrá bien.

Prontamente nos dirigimos al hospital para estar con ellos. Todos estábamos en la sala de espera, bueno, demasiado abarrotada debido a que éramos muchos. Mayuzumi-san no se había querido retirar pese a que debía descansar. Quiso quedarse y nadie pudo convencerle de lo contrario. Ni siquiera las amenazas de Akashi-kun. Hace rato que Hyuga-sempai se había metido al quirófano para la cesárea, que fue la opción más viable para Reo-san, y aún no habían salido para darnos noticias.

—Mayuzumi-san ¿Estás bien? Deberías irte a descansar.

—Estoy bien, Tetsuya, solo un poco ansioso.-se sobó un poco su abultado vientre-Aun no nos dicen nada.

—Por eso mismo, ambos necesitan descansar…se siente un poco duro.

—Debe ser por los nervios, Tetsuya, ya han pasado casi tres horas.

—Tetsuya tiene razón, Chihiro, deberías descansar un poco.- intervino Akashi-kun trayendo consigo a Akashi-sama y a sus dos hijos. Furihata-san estaba repartiendo cafés junto con Furihata-kun a todos los presentes-Y tu también, Tetsuya, ambos necesitan descansar.

—Estoy bien.

—¿Por qué no van a descansar a uno de los cuartos que hay disponibles aquí? Shun ya fue a descansar y Makoto ya llevó a su bebé para que durmiera un poco.

—Me iré cuando digan que tanto Reo como su bebé están bien.

Y Mayuzumi-san seguía en su necio plan. Al parecer nadie lo iba a sacar de su idea. No fue que hasta media hora después salió el tío Midori junto con Midorima-kun quien lo había asistido también. Todos nos arremolinamos en torno a ellos para exigir noticias de Reo-san y su bebé.

—Todo ha salido bien. El pequeño bebé y Reo-chan están en buenas condiciones.-celebramos en voz baja para no hacer mucho ruido-No hubo complicaciones para ninguno.

—El bebé está en el nido y Reo en la sala de recuperación. Aún está bajo los efectos de la anestesia. En un momento más pueden pasar a verlo. Si van al nido no hagan mucho ruido: hay unos cuantos bebés inquietos.

No perdimos tiempo y fuimos a ver al adorable bebé quien estaba dormidito emitiendo suaves gorjeos. Tenía una pelusita de cabello oscuro y mejillas redondas y sonrosadas. Parecía un duraznito. De inmediato le tomamos muchas fotografías al adorable pequeñín mientras el tío Hinata había ingresado a la sala, vestido adecuadamente, para poder cargarle y mostrarlo más de cerca. Mi primo Toki había ido por los niños, indicándoles que no hicieran mucho ruido, para que conocieran al bebé. El más encantado era Sorato-kun.

Poco después fuimos a ver a Reo-san el cual estaba algo agotado pero muy sonriente. Le llevamos unos cuantos obsequios y conversamos con él y con Hyuga-sempai sobre como fue el parto, y de que mi sempai dio el azotón cuando le tocó cortar el cordón  umbilical del niño. Eso le valió muchas burlas por parte de Hanamiya-san y de Kiyoshi-sempai.

—Ya no te burles, Kiyoshi, no es gracioso.

—Jeje, es que no puedo evitarlo, Hyuga.

—Mejor ni te rías, Kagami-kun, que tu andabas más histérico cuando nacieron los mellizos de Himuro-san y nuestro hijo.

—¡¿Cómo no iba a estarlo, Kuroko?! ¡Mi hermano los dio a luz de manera natural y eran enormes! ¡Sobre todo ese peloncito de hospicio!-señaló al moradito el cual, ya ni afectado, comía su paleta y le daba una a Shuusei-kun y a su mellizo. Himuro-san estaba todo rojo de la vergüenza-¡Y por supuesto que iba a estar nervioso cuando nació nuestro bebé!...Oh por cierto, ahora que me acuerdo. Tú, Murasakibara-el aludido lo miró de manera extrañada-ni creas que yo te he perdonado. Primero debes conseguir mi aprobación para que estés con mi hermano y sus enanos. Debes demostrarme que has cambiado y que ahora si eres un buen hombre.

—Vaya, por primera vez te doy la razón Taiga.

—¡Maldito Akashi! ¡También puedo ser justo! ¡Y tu mocoso deberá demostrarme que es digno de estar con mi hijo!

—Hasta que por fin lo aceptas, Taiga. Y mi hijo es un excelente partido para mi yerno.-hinchó su pecho orgulloso-Es un Akashi después de todo.

—¿Por qué debería hacerlo, Kaga-chin?

—Porque soy su hermano y ellos mis sobrinos. – se acercó amenazadoramente hacia Murasakibara-kun mientras ambos se fulminaban-No pude darte una paliza hace cinco años, pero ahora si puedo.

—No te salgas por la tangente, Kagami-kun.

—¡No me salgo, Kuroko! ¡Únicamente le estoy advirtiendo!

—…Bueno, estoy de acuerdo contigo.-ahora yo miré feo a Murasakibara-kun junto a todos los que éramos mamás, y hasta el tío Midori le entró al quite-Pero no solo a ti. Deberás demostrarme a mi y a todos nosotros que has cambiado para bien.

—Kuro-chin…

—Sobre todo a mí, mocoso, que si no pasas ni creas que te dejaré que estés cerca de Tatsuya y de mis adorables nietos.-el tío Midori lo acechó como el cuervo oscuro que aparentaba ser y asustando a Murasakibara-kun con un cuervo haciendo que chillara y se ocultara debajo de la cama-Como todos deberás pasar mis pruebas. Tú, junto a toda tu prole de amigos inútiles buenos para nada, tendrán que pasar mis pruebas para conseguir mi aprobación. Y para eso, lo harán junto con Kagami-kun.

—¡¿Por qué siempre yo?!

—Porque no te perdonaré que te hayas llevado a mi precioso Tetsu-chan.

Una enfermera había entrado a traerle a su bebé para que lo alimentara y estuviera con ambos. El pequeño Tenshi pasó por todos los brazos de los adultos y le tomamos la tradicional foto con todos los niños, de manera sorpresiva no lloró y se mantuvo muy tranquilo. Hyuga-sempai estaba todo embelesado con el pequeñito.

—Siento haber arruinado la boda e interrumpido tu viaje Sei-chan.

—No te preocupes, Reo, lo importante es que tú y Tenshi están bien.-vio al pequeño en brazos de Akashi-sama quien lo mecía como todo un orgulloso abuelo-Y ahora solo resta que te recuperes para volver a caminar. Porque vas a hacerlo.

—Lo sé, Sei-chan, pero queda algo aún más importante todavía.- con la mirada señaló a un más dormido que despierto Mayuzumi-san quien estaba sentado en un sillón de la habitación-Falta que nazca Tsubasa-chan.

—Exacto, y queremos pedirles que cuiden a Mayuzumi-san en nuestra ausencia.- Furihata-kun le puso una manta encima para que no pasara frío-Faltan casi tres semanas para que de a luz y queremos que esté cuidado y no le falte nada mientras no estemos.

—Descuiden, lo cuidaremos mucho.

—Quizás ya hasta en lugar de ser dos regresen tres.

—Tu no aprendes, ¿Verdad, Daiki?

.

.

Una semana había pasado desde que fue la boda y era una semana en la cual Seitaki-kun estuvo viviendo con nosotros. El niño disfrutaba en sacarle canas a Kagami-kun mientras se divertía de lo lindo con Tora. Akashi-kun y Furihata-kun llamaban muy seguido para saber de Seitaki-kun, aparte de que llamaban a Akashi-sama y a Mayuzumi-san, preguntándoles por los otros dos.

Secretamente nos organizamos todos para estar vigilando a Mayuzumi-san en estos días para que no le sucediese nada en el tiempo en que Akashi-kun y Furihata-kun estuviesen fuera. Claro que lo hacíamos discretamente y tuve que mentirle al propio Mayuzumi-san cuando me preguntó que estaba pasando. Veía muy sospechoso a Nebuya-san y oraba por dentro que ya recapacitara pronto.

Hoy después de cenar, y de que Kagami-kun fuese a acostar a los niños, me di un baño para tratar de calmarme. Estaba algo intranquilo, algo me decía que debía estar precavido.

—Kuroko, ya ven a la cama. Los niños ya están dormidos. Es hora de que duermas…- se detuvo en cuanto vio mi semblante-¿Qué pasa?

—No sé pero algo está por suceder. Kagami-kun tengo un mal presentimiento.

—Deberías calmarte, Kuroko, ¿Quieres que le llame a Midorima o a tu tío para que te revisen?...¿Tetsuya?

El celular en el buró resonó y me apresuré a contestarlo. No había que ser un genio para saber de quien se trataba. Era Akashi-kun.

—Diga.

¿También lo sentiste, Tetsuya?

—Sí, Akashi-kun. ¿Has sabido algo?

He llamado infinidad de veces a su celular, al parecer está muerto su batería. Llamé a los agentes que lo cuidan y me dicen que se escapó, pero revisaron sus cosas y todo está en orden. No hay nada fuera de su lugar. La maleta del bebé está junto a todo lo demás.

—Llamaré a los demás para decirles.

Estoy a punto de tomar  junto con Kouki un vuelo en el jet desde Rusia para allá. Llegaré en unas siete u nueve horas. Mantenme informado Tetsuya. Diles a mis niños que los adoro. Y a mi yerno por supuesto.

—¡Escuché eso, Akashi!

Colgué la llamada y comencé a enviar un mensaje en cadena a todos los que podía. Kagami-kun me veía extrañado por lo que estaba haciendo.

—¿Qué pasa, Kuroko?

—Es Mayuzumi-san, Kagami-kun.

.

.

.

 

Inquietud, remordimientos, coraje…todo era una maraña en la mente de Nebuya. No sabía que hacer o creer. Pese a que las charlas con Kuroko, Akashi y Nijimura, él aún seguía teniendo dudas. Se encontraba en una vorágine sin salida y con múltiples caminos que le llevaban a un mismo punto: Mayuzumi Chihiro.

Aun podía recordar la primera vez que lo vio: no fue cuando Akashi lo había llevado como un miembro titular en Rakuzan. Él había visto por primera vez al peligris una tarde de otoño cuando este había ido a comer a un restaurante nuevo en la ciudad. Mayuzumi estaba en una mesa no muy lejos de la suya comiendo un tazón de kusaya y mientras lo hacía estaba leyendo un libro de una enorme pila que llevaba en una peculiar maleta. Fue como amor a primera vista.

Posteriormente el tiempo avanzó y se dio cuenta de que sentía algo más por ese chico pese a su aire de seriedad y frialdad aparente. Pero no era ningún tonto: él sabía que Mayuzumi se había enamorado perdidamente de Akashi. Era muy obvio y se fue haciendo a un lado para no estorbar. Luego ocurrió que Akashi se había enamorado de Furihata y se habían hecho novios. Él fue el único testigo del dolor del amor no correspondido y secreto de Mayuzumi, él lo había visto llorar de manera triste y dolorosa durante todo ese tiempo tragándose su dolor y aparentando que nada sucedía. No por nada era una sombra. El conocido fantasma de Rakuzan.

Se sintió dolido cuando ocurrió el accidente de los chicos y cuando Mayuzumi estuvo al lado de Akashi como si eso le hiciese sentir un poco de amor por parte del otro. Cuando se quedó a su lado como su mano derecha, cuando le ayudó en la crianza de su hijo y aceptó todas y cada una de sus decisiones. Se sintió lleno de coraje en contra de Akashi y contra Mayuzumi. Del primero por haber sido tan ciego en no ver los verdaderos sentimientos del peligris y del otro por ser tan tonto como para seguir a su lado sabiendo que jamás lo iba a amar. Era un juego terrible en el cual los tres saldrían perdiendo.

Lo peor fue que se había enterado de que Mayuzumi ahora esperaba un hijo de Akashi. Él enloqueció del coraje y dolor en contra de Mayuzumi. ¿Tan bajo había caído? ¿Tan desesperado estaba que no le importó nada? Le había dolido en el alma la traición del peligris que no dudo en arremeter contra él sintiendo tanto deseo por dañarlo. No pensaba con claridad, su mente se nubló por esos momentos y dejó que la ira tomara control. Tarde se dio cuenta de que lo que hizo no estuvo bien, pero el orgullo no lo dejaba en paz.

“Debes darte cuenta Eikichi, lo que pasó entre Chihiro y yo no fue culpa nuestra. Ambos fuimos víctimas y ahora estamos pagando por eso. Los más afectados son Chihiro y el bebé”

“Nebuya-san, Mayuzumi-san lo ama. Él se siente peor por lo que pasó. Él no tuvo la culpa de nada. ¿Por qué se niega a ver una realidad que es más que obvia?”

“Eikichi, tu no tienes que reclamar nada. Él no es nada tuyo. Si realmente no lo amas, déjale en paz y desaparece de tu vida. Que únicamente lo lastimas con tu fría indiferencia y tus argumentos estúpidos. Si lo único que sientes por él es odio y rencor, aléjate de él para siempre. Ya llegará alguien a su vida que le pueda dar lo que tu no fuiste capaz de hacer por tu orgullo y por tu idiotez.”

Todos le insistían que estaba equivocado: Akashi, Kuroko, Nijimura, todo el mundo. Pero se encontraba sin saber que hacer o que pensar.

Justo en esos momentos se preguntaba porqué rayos estaba sentado en una cafetería frente a una librería a las afueras de la ciudad. Oh si: ya lo recordó. Estaba siguiendo a Mayuzumi. Sus sentimientos eran una turba enardecida que se encontraban en guerra y no parecían darse tregua. No sabía que era lo que estaba pasando por su mente. Solo quería tomar una decisión correcta.

—Señor, ya estamos por cerrar.

Se vio distraído hasta que el mesero le indicó que debía irse. Se había quedado más de cinco horas ahí y ya estaba muy oscuro. Asintió y pagó la cuenta de lo que había consumido. Salió del local y vio la librería ya cerrada. Chasqueó su lengua y caminó hacia su casa debido a que ya comenzaba a querer nevar.

Se detuvo de  la nada. Algo le impedía irse. No podía ser posible. La librería estaba cerrada al igual que todos los locales. No había nadie: todos se habían marchado ya. Pero él no podía. Algo dentro de él le decía que no debía marcharse. Era imposible: él debió marcharse debido a que ya era tarde y no debía estar fuera de casa por mucho tiempo debido a su condición.

“Chihiro es el elemento que nos dará una amplia ventaja y para alcanzar la victoria. Él será nuestra sombra protectora, el centinela fantasma.”

Oh no, había recordado esas palabras de Akashi cuando lo presentó. Había recordado perfectamente el motivo por el cual Akashi lo había reclutado: Chihiro tenía habilidades especiales. Él no era como Kuroko Tetsuya, el cual era una sombra. Chihiro era literalmente un fantasma, un fantasma el cual nadie podía ver debido a su baja o casi inexistente presencia.

Nebuya no perdió tiempo y comenzó a forzar la puerta de la librería queriendo entrar. Ahora lo comprendía todo. No cesó hasta que pudo zafar la puerta y entró buscando como un loco al peligris. Corrió por los pasillos tirando algunas cosas en el camino sin importarle mucho en realidad. Únicamente quería encontrarlo. Temió por unos instantes que sus presentimientos hayan sido errados.

No lo fueron. Porque lo encontró en un rincón en el pasillo de libros infantiles jadeando con los ojos cerrados, demasiado pálido mientras un charco debajo de él comenzaba a hacerse notorio. Se sujetaba el vientre con dolor gimiendo por ayuda. Llegó a su lado y trató de acomodarlo llamándole varias veces hasta que logró que abriera los ojos.

—E-Eikichi, ¿C-Cómo?

—Eso es lo de menos, debo sacarte de aquí y llevarte a un hospital.-intentó hacer amago de levantarlo pero el otro negó.

—N-no, n-no puedes…y-ya coronó…

Nebuya maldijo en voz baja por lo dicho y se le pusieron los pelos de punta cuando Mayuzumi gritó por una contracción. Debía calmarse y no perder la cabeza: vio como comenzó a nevar y a como estaba el otro no podía sacarlo. El bebé iba a nacer ahí. Se paró corriendo por toda la librería y comenzó a acarrear cosas que le pudiesen ser de ayuda: agua caliente de una dispensadora, toallas limpias que había en un mueble, tijeras, algodón y arrancó un botiquín de una pared cercana a la caja registradora. Los llevó a donde estaba Mayuzumi y con una disculpa comenzó a romper con las tijeras los pantalones del otro. Tuvo que darse una palmada cuando le dio la razón a Mayuzumi: vio la cabecita del bebé ya asomándose. Se limpió las manos adecuadamente y le pidió que pujara mientras él recibía al bebé.
—¿Cómo me e-encontraste?

—T-Te vi cuando entraste y no te vi salir del lugar.-masculló dejándole descansar un poco y después pidiéndole que pujara de nuevo-¿Por qué te quedaste?

—Me sentí muy cansado. Cuando desperté por las contracciones me di cuenta de que todos se habían ido, nadie se dio cuenta de que estuve aquí.-rio el otro de manera melancólica aguantando otra contracción-Nadie puede ver a un fantasma.

—Yo si lo hice, Chihiro.

Mayuzumi derramó unas cuantas lágrimas, hacía mucho tiempo en que él no lo llamaba por su nombre de pila. Cuando las cosas entre ellos fueron peor se limitó a llamarlo por su apellido y hasta que después le dejó de hablar.

—Eikichi…lo siento mucho, perdona por fallarte…

—No digas eso, Chihiro, no tengo nada que perdonarte.-le miró asustado por la manera en que estaba hablando-Quien se debería disculpar soy yo. Tu deberías perdonarme.

—No. T-Tenías razón después de todo…mi amor por Seijuurou no me iba a llevar a nada bueno.

—No, no, no, te equivocas. Uno no elige de quien enamorarse.-le miró de manera sincera-En ocasiones uno es correspondido, y en otras no. No tuviste la culpa.

—T-Te lastimé mucho, Eikichi, t-te hice mucho daño.

—Yo también te hice mucho daño, estamos en igualdad de condiciones.

El peligris se concentró en seguir pujando pese al dolor que estaba sintiendo mientras veía como su hijo nacía. Nebuya por su parte se concentraba en ayudarle, si bien había visto a otros bebés nacer, esta era la primera vez en que le tocaba recibir uno. Media hora después ya tenía al pequeño llorando a todo pulmón en sus brazos mientras se apresuraba en limpiarle después de cortar y pinzarle el cordón. 

Se lo entregó al peligris el cual lo acunó de manera sollozante dándole un pequeño beso en su cabecita, lo miraba con mucho amor y mucha tristeza. Después el peligris lo miró con suplica en sus ojos hablando con voz ahogada y entrecortada.

—Eikichi…quiero pedirte que… cuides a Tsubasa…cuídalo mucho por mí…

—¿De qué hablas? ¿Por qué hablas como si te estuvieras despidiendo?-Nebuya se aterró cuando vio que Mayuzumi estaba perdiendo mucha sangre. Sacó su celular enviando un mensaje a Kuroko pidiéndole ayuda de manera rápida. Le sacudió levemente para evitar que se durmiera-¡Maldita sea! ¡No te duermas! ¡Tú no vas a morirte!

—No me queda mucho tiempo…promete que lo vas a cuidar…promete que lo vas a querer mucho…que no vas a odiarlo por mis errores…

—No digas eso, tú no vas a morir. Vas a estar bien, debes estar bien por él.-le tomó el rostro sintiendo como de sus ojos ya bajaban lágrimas-Tienes que vivir para verlo crecer, para quererlo mucho, no puedes dejar a tu hijo…

—Sé que no voy a sobrevivir…estoy m-muy débil…no quiero morirme sin que me prometas que lo vas a cuidar y…y saber que m-me has perdonado.

—Ya te dije que no tengo nada que perdonarte, pero no te duermas. Resiste un poco más.-le vio ponerse más pálido y como sus ojos comenzaron a querer cerrarse-Aun tienes muchas cosas por hacer, Chihiro, tienes toda una vida por delante. Ya has sufrido demasiado y no es justo que tengas un final así…-sollozó tomando la mano que temblorosamente trataba de quitarle las lágrimas de su mejilla-Mereces ser feliz, mereces amar y ser amado. No te mueras Chihiro, no te vayas.

—Fui amado…pero no fui capaz de amar… cuando tuve la oportunidad…-el peligris sollozó sin contener sus lágrimas-lamento tanto n-no haberlo hecho…

—No, aun no has amado, la vida no te ha dado esa oportunidad…-se sintió frustrado, impotente por verlo morir y no poder hacer nada por él-¡La vida no puede ser tan ruin contigo! No lo mereces…no lo mereces, Chihiro.

—Es el pago por mis acciones, Eikichi…l-lastimé a personas inocentes, fui un mal hijo, te lastimé a ti…-su voz se fue haciendo cada vez más lenta y apagada, como si la vida se le fuera a cada segundo-Vi muy tarde las cosas que habías hecho por mí, fui tan ciego…todo esto es culpa mía.

—No digas más, aguanta por favor. Ya viene la ayuda, resiste un poco más…por tu hijo…

—Voy a echarlo mucho de menos…me duele mucho dejarle-le dio una última mirada a su bebé que lloraba quedito dándole un pequeño beso en su pelusita gris. Después le miró con las pocas fuerzas que le quedaban-Voy a extrañarte mucho, Eikichi…

—No, no, no, no te vayas, no te mueras…-su voz se quebró cuando vio su mano caer sin fuerzas entre las suyas y como sus ojos se habían quedado sin luz-Chihiro, por favor háblame, no me dejes, ¡No me dejes! ¡Regresa! ¡Por lo que más quieras regresa! ¡No puedes irte…!-hecho un mar de lágrimas le abrazó sosteniéndolo junto al pequeño bebé en brazos del otro-perdóname Chihiro, regresa por favor…vuelve, por favor regresa…

.

.

.

—Nebuya-san, Nebuya-san…

—K-Kuroko…¿Qué pasó? ¿Dónde estamos? ¿Chihiro…?

—Trata de calmarte, Nebuya-san, estamos en el hospital: colapsaste debido al shock y al frío.-le miré mientras este buscaba desesperado con la mirada a Mayuzumi-san-Llevas varias horas dormido.

—Chihiro, él…él está…

La mirada de Kuroko se volvió muy triste y más cuando derramó lágrimas silenciosas.

—Midorima-kun y el tío Midori hicieron todo lo posible pero su corazón no respondió. Mayuzumi-san está muerto.

Destrozado, Nebuya miró a donde señalaba Kuroko y vio en otra cama el cuerpo pálido y sin vida de Chihiro. Dolido y lleno de dolor se salió de la cama para ir a abrazar a Chihiro sintiendo la frialdad de su cuerpo y rogaba desesperado que abriese los ojos. Kuroko llamaba a gritos a médicos para que lo ayudasen.

—Chihiro…por favor despierta, despierta. No puedes irte, hay muchas cosas que no te he dicho aún; aún no te he dicho cuanto te amo y cuanto lamento el haberte hecho tanto daño. Perdóname, Chihiro, por favor regresa. Prometo ser una mejor persona…prometo amarte y darte lo que realmente mereces…prometo comprarte esas novelas que sé que adoras leer…prometo cuidarte, a ti y a Tsubasa…los cuidaré y protegeré con mi vida y prometo hacerlos felices…pero por favor regresa, no te vayas, no me dejes…Chihiro regresa…

Él no se ha ido…más bien tú debes regresar

Extrañado vio como unas sombras le arrebataban a Chihiro y a él lo empujaban a un oscuro abismo.

¡¡¡CHIHIROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!

.

Nebuya despertó exaltado y jadeante en su cama. Todo había sido un sueño. Un sueño que amenazaba con volverse realidad si él no actuaba pronto. Vio el reloj de su celular y ya era tarde: ya pasaba de la media noche y para colmo amenazaba con nevar. No perdió tiempo y marcó al celular de Chihiro, rogando porque el peligris contestara. Sin embargo, no fue posible. El número no estaba disponible.

Con los nervios a flor de piel salió de la cama y apenas vistiéndose con lo necesario. Nebuya corrió pitando hasta la casa dónde se supone vivía Chihiro y vio a los dos guardias que Seijuurou le había puesto para que lo cuidaran. Los ignoró y aporreó la puerta hasta que la derribó asustando a los que estaban presentes. Ingresó a la casa y buscó como un loco a Chihiro y no lo encontró.

—¡¿Dónde está?! ¡¿Dónde está Chihiro?!

—No lo sabemos. No ha salido desde que llegamos del centro comercial.

—Chihiro puede pasar desapercibido. ¡Por algo Akashi les pidió que lo cuidaran demasiado!- vio la maleta del bebé y al esculcarla la encontró llena de papel periódico-Escapó…y no tiene planes de volver…-y como si fuese una epifanía se puso alerta y se adelantó a la salida-La estación…¡Su destino es la estación!

Nebuya salió pitando de la casa corriendo como un loco en dirección a la estación de trenes donde sospechaba que estaría el peligris. Llegó jadeando buscándolo desesperado pero no daba con él. Lo llamó gritando su nombre, viendo como algunas personas lo veían como si estuviera demente. No se detuvo, hasta que lo vio. Lo vio a punto de ingresar a un tren el cual lo llevaría muy lejos.

—¡Chihiro! ¡Detente!

Mayuzumi no se había dado cuenta de su presencia, estaba muy concentrado en sus pensamientos. Había roto la promesa que le había hecho a Seijuurou, a Kouki, a Seijii y a todos. Lo lamentaba mucho, pero su bebé era primero. Quería que su hijo tuviese una vida tranquila, en un lugar donde nadie lo señalara por ser el hijo bastardo de Akashi Seijuurou ni tuviese que llevar el peso de sus errores. Comenzarían juntos desde cero. Iría a Tokyo para esconderse unos días y después se iría en avión a América.

Sin embargo, sus pensamientos se vieron interrumpidos ya que un tirón le impidió subirse al tren y después chocó con un cuerpo muy duro el cual lo tenía aprisionado. Iba a reclamarle al tipo que le había hecho esto pero su reclamo quedó en su garganta al ver quien era.

—E-Eikichi…

—¡Chihiro! ¡No te vayas!- aprovechando su estado de estupefacción el mayor lo arrastró junto a las maletas del otro-Tu no puedes irte.

—¿Por qué haces esto? ¿Por qué me detienes?

—Lo hago porque te amo.- eso causó una enorme sorpresa en el rostro del peligris-Y no dejaré que mis estúpidos prejuicios me sigan controlando. Me di cuenta de eso después de todo lo que pasó entre nosotros. Intenté olvidarte pero no pude. Persistes en mi mente y tu recuerdo me niega a dejarte. No puedes irte, Chihiro, no lo hagas.

—Ya nada me ata aquí. Y lo único que lo hace es dañino para mí.- sollozó tratando de soltarse-Yo ya no tengo un lugar aquí ni una cabida en su familia pese a lo que digan.

—Sé que te lastimé por ser un idiota, te hice mucho daño, tú no tenías la culpa de todos mis problemas. Sentí tanta rabia cuando supe que te habías acostado con Akashi…que no me detuve a pensar en ti. Reconozco que me equivoqué, hice mucho mal y estoy dispuesto a lo que sea con tal de que me perdones.-lo tomó del rostro viendo como las lágrimas caían de esos ojos grises que tanto amaba-Tal vez no tengas una cabida en la familia de Akashi…que se vaya al demonio si es preciso, pero tienes una cabida en la mía. Los dos. Haré lo que sea porque los dos sean felices a mi lado.

—Oh Eikichi…

—No te vayas, Chihiro, por lo que más quieras no lo hagas.- le abrazó de nueva cuenta y dándole también un fugaz beso-Fui un idiota. Pero te amo.

—¿Por qué hasta ahora?

—Lo lamento, perdóname por llegar tarde. Sin embargo más vale tarde que nunca.

De repente vio al peligris retorcerse gimiendo de manera dolorosa. Lo sostuvo viendo como sucumbía sujetándose el vientre y respirando de manera agitada. Oh no, eso ya lo había vivido. Y no solo una: varias veces ya. De múltiples maneras y en todos los escenarios.

—Chihiro…

—M-mi hijo, ya v-viene mi hijo…

Sin pensarlo dos veces lo tomó en brazos y corrió como nunca hacía la salida de la estación ante la mirada de todos los pasajeros quienes habían presenciado la reconciliación. Unos aplaudiendo conmovidos, otros renegando porque fue un idiota, y uno que otro tomando fotografías. Mientras corría por las calles buscaba un hospital para que lo atendiesen tratando de calmar al peligris quien se retorcía por las fuertes contracciones.

—Aguanta, Chihiro, ya casi llegamos. Respira profundo…

—M-me duele mucho, no aguanto…

No supo como pero pronto vio el hospital central y emprendió carrera más veloz gritando por ayuda. Todo pasó muy rápido: le quitaron al peligris de los brazos, lo empujaron varias enfermeras llevándoselo para que pudiese entrar al paritorio, lo arreglaron y se lo llevaron al mencionado lugar, vio a Chihiro pujar ante las órdenes del médico a cargo y después escuchó el llanto del niño, vio a Chihiro con el bebé en brazos y después de sonreírle se desplomó en el suelo.

—¡Código rosa! ¡Azotó el papá! ¡Traigan a tres para que ayuden! ¡Es de peso completo!

Esa voz se le hizo muy conocida. Y antes de cerrar los ojos pude divisar una mata de cabellos negros junto a un par de ojos azules que lo miraban maliciosamente.

.

.

—Nebuya-san…Nebuya-san…¿Puede oírme?

Le llamé varias veces e incluso le sacudí un poco. Después Nebuya-san se despertó saltando de la cama y cayendo hecho bola de la misma. Una gota salió de mi cabeza mientras lo veía levantarse del suelo sobándose el chichón en su frente.

—Kuroko…¿Qué pasó? ¿Por qué estás aquí?-me vio extrañado y después abrió los ojos de manera enorme-¡¿Dónde está Chihiro?! ¡¿Cómo está?! ¡¿Por qué tengo vendas en la cabeza?! ¡¿Y el bebé?! ¡¿Dónde está Tsubasa?!

—Bien, te lo diré por partes: Mayuzumi-san está bien. Está recuperándose del parto.-vi como su cara se iluminó exigiéndome respuestas-El tío Midori nos llamó en el momento en que terminó el parto. Además de decirnos que tu habías azotado nada más nació el bebé y que te habías golpeado de manera fuerte. Kagami-kun junto con Midorima-kun y Aomine-kun fueron a levantarte. El tío Midori dijo que  Mayuzumi-san está en cuidados intensivos ahora: está fuera de peligro y que el parto sucedió sin complicaciones.

—¿Dónde está Tsubasa?

—Tsubasa-kun está en los cuneros. Está bien, están ambos bien gracias a ti.-le ayudé a incorporarse al mismo tiempo en que Kagami-kun entraba con una silla de ruedas-Te llevaremos con Mayuzumi-san.

Le ayudé a que se subiera a la silla de ruedas y Kagami-kun le empujó de manera leve hasta que llegamos a la habitación. Nebuya-san al ver a Mayuzumi-san ya despierto, por la ventana de la puerta, se levantó de manera veloz y abrió la misma con violencia haciendo que esta resonara.

—¡Chihiro!

—¡Sei! ¡¿Estás bien?!-vi a Akashi-kun deslizarse hasta el suelo, era obvio que él estaba detrás de la puerta y por lo que hizo Nebuya-san quedó estampado. Ayudé a Furihata-kun mientras Akashi-kun se sobaba el chichón que amenazaba con salir de su frente-¿Sei?

—Pasaré por alto esto, Eikichi, pero…veo que ya has recapacitado.-vio al aludido ya teniendo en brazos al peligris mientras ambos estaban en la cama-Sin embargo…Chihiro, fue muy imprudente lo que hiciste.

—Lo siento, Seijuurou, pero sabes bien que lo iba a hacer tarde o temprano.

—¡Pero no tan pronto! ¡Es tu estado era peligroso viajar! ¡Se te adelantó el parto casi una semana! ¡Que insensato!

—Tranquilo, Sei, lo importante es que sempai y el bebé están bien.

—Chihiro, fue estúpido el que trataras de huir. Te encontraría en donde fuese.- Akashi-kun se acercó a él y le miró de manera seria-No puedes llevarte a mi hijo de mi lado.

—Entiende, Seijuurou, no se trata de ti. ¿Te has puesto a pensar en lo que le deparará a Tsubasa? ¿Qué pasará el día que me pregunte por ti? ¿Qué le diré? ¿Qué su padre no está conmigo porque tiene otra familia? ¿Qué no tendrá una familia normal como lo merece?- sollozó cubriendo su rostro con sus manos-Mi bebé no merece pagar ni por mis errores ni por los tuyos.

—Debemos calmarnos todos.-hablé parándome en medio y Furihata-kun hacía lo posible para que Akashi-kun no perdiera la cordura-Es un asunto delicado y Mayuzumi-san está recién recuperándose del parto.

—Tetsuya, no puedes pedirme que me quede calmado. También es mi hijo.-Sin embargo Akashi-kun seguía de necio-No voy a permitir que lo aleje de mi lado.

—Y yo les dije que ambos estén calmados. Los dos están tensos. Aquí nadie viene a apelar por lo suyo. Akashi-kun, entiende. Mayuzumi-san tiene razón: el niño preguntará por ti y Mayuzumi-san deberá decirle los motivos por los que su papá no está con él como un papá normal. Todo el mundo lo va a señalar como el hijo bastardo de Akashi Seijuurou y Mayuzumi-san quedará como un vulgar amante. Ambos llevarán ese peso a sus espaldas.

—No lo permitiré.

—¿Puedes mandar callar a millones de bocas? No, es imposible Akashi.

—Sin embargo, Akashi-kun también tiene razón, Nebuya-san.-ahora todos me miraban-Él es el papá y no pueden llevarse al niño de su lado. Tiene derechos y lo que menos queremos es que se vaya esto por la vía legal. Es lo peor que pudieran hacerle al niño. ¿Quieren que el niño ande sufriendo por que sus padres se pelean en tribunales?

—¿Entonces que proponen? Yo no dejaré que Chihiro se lleve a mi hijo.

—¿Por qué en lugar de pelearse porque el niño tenga un padre mejor no ven que tenga dos?-todos miramos anonadados a Kagami-kun quien se encogía de hombros-No es tan complicado: Mayuzumi no se irá, puesto que se ha reconciliado con Nebuya, y ambos se quedan juntos. Nebuya figurará como el padre de Tsubasa y Akashi también. Conviven de manera que el niño sienta la presencia de Akashi y Nebuya, también para que conviva con sus hermanos como debe ser. Sin irse por la vía legal ni nada de eso: ambos estarán como los padres de Tsubasa y así él lo verá. Cuando sea mayor le explican la situación del porqué tiene dos padres, uno biológico y uno de crianza, para que entienda. No pueden callar a millones de bocas, pero pueden prevenir a los oídos correspondientes.

—Kagami-kun, esto es lo más inteligente que pude haber escuchado de ti.

—¿Estás diciéndome idiota, Kuroko?

Pronto todos los demás junto con los niños comenzaron a llegar trayendo regalitos y demás cosas para la nueva mamá y el bebé. Los niños estaban impacientes por conocer al nuevo miembro, en especial Seijii-kun. Los mayores empezaron a hablar en grupitos sobre el asunto anterior hasta que la voz del tío Midori los interrumpió.


—Eso lo dejaremos para después, que ahora traigo al pequeño protagonista.

El tío Midori ingresó al cuarto con un pequeño bultito envuelto en mantas abrigadoras abriéndose paso entre todos los que estaban ahí. Llegó hasta Mayuzumi-san y dejó al bebito en sus brazos. Mayuzumi-san acunó a su hijo meciéndolo suavemente y dándole múltiples besitos sobre su gorrito.

—¿Es pelirrojo? ¿Es peligris? Mayu-chan, no nos dejes con la duda.

—Calla, tonto.

Miyaji-san le dio un zape a Kotaro-san por el comentario. Todos reímos de manera baja y Mayuzumi-san fue retirando de manera lenta el gorrito que cubría la cabecita de su bebé. Todos exhalamos un suspiro de ternura ya que el pequeñito tenía una matita de fino pelito gris haciéndolo ver como un copito de nieve.

—Es muy bonito, mamá.

No era de extrañarse que Seijii-kun se dirigiera a Mayuzumi-san como mamá, eso porque el peligris lo había criado desde bebé. Akashi-kun subió a ambos pequeños pelirrojos para que vieran a su nuevo hermanito y después se abrazó a Furihata-kun quien veía el cuadro de manera sonriente junto a todos los demás. Pronto los demás pequeños reclamaron que los subiéramos para ver al bebé arrancándonos unas tenues carcajadas a todos.

Todos estábamos felices, después de tanta amargura, dolor, tristeza y lágrimas, por fin habíamos dejado el pasado atrás y dar un paso al frente de esta nueva vida que ahora nos deparaba. Solo nos quedaba mirar hacia el futuro y avanzar hacia él con la mirada en alto y una gran sonrisa en los labios.

 

FIN

 

Notas finales:

¿Que les parecio? ¿Les gusto? 

Nos leeremos muy pronto minna!

(Aparecen todos los personajes)

KnS: ¡Hasta la próxima!

 

Atte: Momoka Black

 


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