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El club de los corazones rotos por Momoka Black

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Notas del capitulo:

Hola hola!! 

Mil gracias por leerme chicas y dejarme sus bonitos reviews!

el fic ya casi llega a las 2600 visitas y llegamos a los 50 reviews!!

todo gracias a ustedes que me apoyan en este fic!! TuT

el cap va con dedicatoria a: Ayumi_Yume, tp, sole, kitsune loli, Megane Michiru-chan, hannakolove, miyuchan, luky_luze, Mely Wolfy, Ushio-Tsuki, Kina Ni Juu, vivian, :3, azunay, NanaRose, ciel-sakura y vanessa.

he contestado los reviews del cap 3 y 4 

no me extiendo como verdolaga y a leer!!!!

Despertamos muy temprano en la mañana para ayudar al tío Hinata para hacer el desayuno, ya que como éramos más tendría que hacer mucha comida- eso porque Kagami-kun estaba y también mi tío Midori, porque comen como si fuesen pozo sin fondo-. Escuché los pequeños gimoteos de Nigou el cual ya también tenía hambre y de la nada Tokiwa-nii se acercó y le dio un cuenco con comida y agua. Sus dos pajaritos ya estaban en sus hombros y tenían unos peculiares gorritos.

—Gracias, Tokiwa-nii, te ves muy cansado. ¿Dormiste bien?

—No mucho, Tetsu-nii, estuve terminando un reporte.- bostezó tallándose los ojos- Necesito entregarlos a finales del semestre.

—¿En qué preparatoria estás, Tokiwa-chan?- Takao-kun medio preguntó porque vió un pan de crema y con los ojos brillosos comenzó a comerlo.

—Estoy en la preparatoria local, pero ya estoy viendo a que universidad puedo ir.

—Sabes que tu tío Kaede ya te tiene en la mira para que te vayas a la universidad de Hokkaido.- volteamos al escuchar la voz del tío Midori el cual estaba recargado en la puerta- Buenos días, mis amados bebes ^0^

—Buenos días tío Midori/ Midori/ papá.

Respondimos todos al unísono con una sonrisa y viendo su pijama de dos piezas con pantuflas y gorro con detalles de ¿Cuervos?

—Bellezas, ¿Dónde está el vago?- preguntó con un montón de tics y con una sonrisa siniestra- ¿Conque todavía está durmiendo, eh? Muy bien, ya es hora de que se levante.

De nueva cuenta mi tío chifló y ahora quien acudió a su encuentro fue una manada de pavos.

—Despierten al vago, muchachos.

En segundos los pavos desaparecieron y nosotros nos decidimos por llevar el desayuno al comedor. Nos sentamos y procedimos a servirnos y en eso escuchamos los pasos agitados junto a los alaridos de Kagami-kun. Pronto, este voló escaleras abajo en una nube de plumas y gugluteos de los pavos, hasta que se estrelló en una pared. Kagami-kun se levantó furioso dispuesto a reclamar pero su ira disminuyó a niveles bajísimos al ver a mi tío Midori.

—Buenos días, Taiga-kun, me preocupé al ver que no bajabas a desayunar y mandé a unos amiguitos para que te despertaran ÒuÓ.- mi tío lucía como todo un tierno sádico, su sonrisa podía asustar hasta Akashi-kun.

—N-no se h-hubiese preocupado, t-tío Midori.

—¡Ningún problema! Desayuna porque no creas que lo de ayer concluyó: esto es solo el comienzo.

Kagami-kun suspiró sentándose mientras yo le ayudaba a quitarse las plumas que tenía tanto en la cabeza como en todo el cuerpo.

—Kuroko, tu tío me va a matar- musitó Kagami-kun entre dientes y sobándose un brazo el cual tenía varios picotazos-Primero fue el pavo, después una legión de pavos, ¿Qué seguirá? ¿El ataque de las vacas?

—No me tientes, Kagami-kun, que aun no saco todo mi arsenal- siseó de manera peligrosa- Mejor desayuna, que te necesito fuerte para que me ayudes a arreglar el granero. ÒuÓ

—Ya, ya, Midori, deja desayunar al chico en paz.- mi tío Hinata tan dulce le sirvió los platos bien llenos a mi novio- Adelante, Kagami-kun, hay mucha comida.

—Kuroko, tu tío Hinata es un ángel.- sollozó Kagami-kun comiendo el guisado que estaba en su plato- Pero tu tío es un vil demonio TwT.

—Tranquilo, Kagami-kun, mi tío no es tan malo.

—Eso dices tú. Bajo esa fachada de hermanita de la caridad se esconde un vil demonio.

—A ver chicos, Tetsu-chan me había dicho algo sobre querer trabajar- nos quedamos en silencio al escuchar al tío Midori, su voz sonaba un poco reprochante- Déjenme decirles que no podrían: en su estado deben evitar fatigarse.

—Pero tío Midori, no podemos estar aquí como si fuésemos vagos.- Takao-kun comenzó a hacer pucheritos como borreguito a medio morir- Tenemos que ser de ayuda en algo.

—Takaocchi tiene razón, tío Midoricchi, por favor.- Kise-kun se le unió a Takao-kun a los ojitos de borreguito logrando que las futuras madres los siguiéramos y pusiéramos al tío Midori en un dilema.

—… Ó-Ò-se quedó pensando y luego suspiró- está bien chicos, los dejaré hacerlo.- ya andábamos dando brincos- Pero, no deben fatigarse. Y ni se les ocurra descuidar la escuela.

—Hablando de eso, Midori, ¿Cómo le van a hacer? Cada institución tiene sus papeles y sin estos no pueden inscribirse en otro.- el tío Hinata tenía razón: nos olvidamos por completo de los papeles y sin ellos no podríamos seguir.

—Yo me encargo de eso, porque si utilizaban esos papeles los encontrarían de inmediato.- suspiró mi pelinegro tío- Y aparte no podrían ir a la escuela: muy pronto les crecerá la barriga y empezarán a especular. Y dado que allá hay varias personitas que ya lo saben, y a como son de chismosos en la ciudad, los encontrarán más rápido que ni tiempo tendrán de escaparse.

—Pero ¿Qué haremos?

—No les queda de otra mas que volver a disfrazarse cuando vayan a la preparatoria, eso será hasta después de que tengan a sus bebés.- le miramos con horror- De chicas no, aunque se vean lindas ^o^.

—Eso es un alivio, no quiero llevarme una sorpresa- murmuró Furihata-kun terminando de comer un pequeño bollo.

—Bueno, les iba a decir lo que van a hacer: Hinata tiene una pequeña cafetería-librería en el pueblo que está a unos cinco kilómetros de distancia. El lugar es perfecto: no hay mucha gente y únicamente es visitado cuando hay festivales.

—¿Y yo que haré, tío Midori?

—Tú me ayudarás en la granja, Taiga-kun, serás mi ayudante oficial- no sé por qué pero tenía el presentimiento de que Kagami-kun iba a sufrir y mucho.- Y por lo de la escuela, ya lo tengo todo preparado: por la noche le hablé a Kaede y aceptó ayudarme. Él será su tutor por lo que queda del embarazo y periodo de maternidad.

—¿Kaede? ¿Quién es Kaede?- murmuraron todos mirándome así que solo atiné a responderles.

—Kaede es el hermano del tío Midori: osea es mi otro tío.

—Kuroko, ¿Tu tío Kaede es como tu tío Midori?- murmuró Kagami-kun tiritando del miedo y poniéndose blanco.

—En una escala del 1 al 10 en la categoría de lo sádico, ambos llegan al infinito y más allá.  Son casi iguales: en lo físico como en lo sádico.

—Kuroko, dile a nuestro hijo que lo quiero mucho. Los veré en el más allá- chilló Kagami-kun a lo que atiné a darle una patada.

—Ni se te ocurra morir y dejarme viudo antes de casarnos, Kagami-kun.

—Es cierto: si te atreves a morirte, Taiga-kun, soy tan capaz de ir al infierno por ti y traerte a rastras- vi volar un dardo cerca de Kagami-kun y este chilló cuando le pasó volando cerca de la cara.-Así que ni se te ocurra morirte, ¿Eh, mocoso?

—S-sí, tío.

—Eso me gusta, ahora viendo que ya terminaste de desayunar es hora de que me ayudes con el granero.

Los demás vimos como el tío Midori se llevaba a rastras a Kagami-kun mientras reía peor que en una película de terror.

 

Por la tarde, fuimos al café de mi tío Hinata para que nos diese las instrucciones de lo que  haríamos ahí. El lugar era pequeño: muy japonés, con un jardín muy bonito lleno de flores y varias fuentes. El atractivo principal era el lago artificial que estaba ahí y en si los clientes podrían disfrutar de un delicioso café en un ambiente de este tipo. Había otra sección, cuando estaba el clima un poco frío o cuando las personas preferían estar en un ambiente más cálido, cerca de la chimenea. La parte de la librería estaba junto a esta y las cocinas al igual que la barra estaban incluidas en la otra habitación.

Por suerte ahora nos habíamos cambiado de pelucas- ahora estas ya no eran tan femeninas, era como en nuestros cortes pero de la misma coloración que las primeras y los lentes de contacto fueron vueltos a usar- y usábamos unas yukatas largas de color durazno- según el día- y unas muy cómodas zapatillas. Tokiwa-nii estaba ahí, después de que terminó sus deberes escolares, junto a sus gorriones con gorritos.

—Muy bien, chicos, les daré instrucciones enseguida- mi tío nos llevó a una meza y nos sirvió un poco de té- No creí que la noticia les diera tan fuerte.

—A nosotros no tanto: pero a Himuro-san sí.- respondí mientras veía al aludido estar muy pensativo y con un gesto un tanto preocupante en su rostro.

 

FLASHBACK

 

Después del desayuno, y de que mi tío Midori torturara a Kagami-kun en el granero, fuimos al hospital que es propiedad de mi tío para que nos hiciesen las revisiones pertinentes. Porque ninguno había llevado un chequeo previo más que la prueba de embarazo. Mi tío era tan popular en el hospital que las enfermeras se desmayaban con solo verlo, causando un poco de celos en el tío Hinata, y que los demás médicos vieran a este con mucha lujuria, y causando que el tío Midori los quisiese volver cenizas con sus feroces ojos.

Para no hacerles el cuento muy largo, la parte de los sonogramas fue emocionante y a la vez sentimental, y más cuando escuchamos sus respectivos corazoncitos. Kagami-kun y yo nos pusimos a llorar al ver al pequeño bebito, que aproximadamente tendría el tamaño de una semillita; Izuki-sempai creo que quedó seco de tanto llorar y lagrimear al ver al suyo al igual que Kise-kun, él lloró tanto que el tío Midori llenó como dos cubetas con sus lágrimas; Sakurai-kun por primera vez no se disculpaba y tenía una sonrisa de oreja a oreja ya que su bebé estaba más formadito que el mío;  Hanamiya-san entre sonrisas y lágrimas vio al suyo a pesar de que no le encontraba alguna forma; Furihata-kun no podía parar de llorar cuando mi tío le explicaba todo conforme a esta etapa de mes que tenía; pero él que se llevaba los premios fue Takao-kun porque su bebé estaba más formado y hasta sus manitas y piecitos ya podían distinguirse.  

Según los sonogramas, yo tenía 4 semanas, Kise-kun tenía 5 semanas al igual que Furihata-kun, Sakurai-kun tenía 7 semanas, Takao-kun tenía 10 semanas, Hanamiya-san e Izuki-sempai tenían 6 semanas. Pero el último fue Himuro-san, y por la sonrisita de mi tío sabía que había algo más. Mientras le hacía el sonograma, detalló mucho su vista a la pantalla frunciendo el ceño y haciendo unas tantas muecas.

—¿Qué pasa? ¿Hay algo mal con mi bebé?- Himuro-san se vió asustado al igual que todos. Kagami-kun apretó mi mano mientras todos esperábamos la respuesta por parte de mi tío el cual negó con una sonrisa.

—No hay ningún problema, Tatsuya-kun. ¿Puedes ver esto de aquí?- mi tío señaló algo en la pantalla-¿Ves estos dos puntitos pulsando? Son los dos corazoncitos de tus bebes.

—¿Eh? ¿Bebés?- murmuramos todos y más cuando los escuchamos: dos latidos completamente diferentes resonando.

—Estás esperando dos bebés.- Himuro-san rompió a llorar sin dejar de sonreír mientras veía con cariño a sus dos bebés en la pantalla- Al parecer son mellizos, ya que ambos tienen su propio saco.

—Eso quiere decir que Himuro-san deberá tener más cuidados que nosotros.

—Así es, Tetsu-chan, Tatsuya-kun tendrá más cuidados debido a que lleva a dos bebes. Tiene 8 semanas y en los embarazos múltiples se debe tener un mayor control en tanto a la madre como a los bebés. Probablemente nazcan antes de lo previsto y debes cuidarte mucho.

Mi tío, después de que terminó, nos dio una pequeña charla y nos surtió de suplementos y dietas que deberíamos llevar. Sin olvidarse claro de las primeras fotografías de nuestros pequeños chiquitines.

 

FIN FLASHBACK

 

—No es que me diera fuerte la noticia, pero son dos…-suspiró Himuro-san posando sus manos en su casi ya abultada pancita. El tío Hinata suspiró y le acomodó unos mechones de cabello y le acarició las mejillas.

—Entiendo tus miedos, Tatsu-kun, y es normal: son prácticamente unos niños y ya van a ser madres- nos miró a todos con melancolía- Pero son muy valientes al preferir a sus bebés en vez de la salida fácil.

Nos pusimos sentimentales por un ratito más- esto fue por las hormonas-  hasta que mejor nos pusimos a hacer lo que habíamos venido a hacer.

—Muy bien, chicos, me ayudarán de la siguiente manera: Ryou-kun junto con Kouki-kun me ayudarán en la cocina; Makoto-kun y Takao-kun estarán en la barra; Tetsu-kun y Ryouta-kun van a ayudar a Toki-chan a servir a los comensales; y finalmente, Tatsu-kun y Shun-kun serán los anfitriones.- vimos el reloj y teníamos poco más de una hora para preparar todo- Manos a la obra chicos.

Para ser nuestro primer día nos fue muy buen: hubo más clientes de los esperados y cada uno desempeñó su función mucho mejor de lo planeado. Cabe decir que hubo algunos clientes que hasta nos dejaban notas con sus números telefónicos, siendo de ellos Himuro-san junto con Takao-kun pero el tío Midori se encargó, de manera muy macabra, de espantarlos.

—¡Aquel que atreva a poner un ojo en mis adorados bebés le cortaré sus preciadas joyas! ¡Muahahaha!

Y así pasaron dos meses. Dos meses de haber dejado nuestra antigua vida allá, dos meses en los cuales no habíamos tenido noticias de ellos y era lo mejor.

Dos meses en los que ya nos habíamos acostumbrado a nuestro ritmo de vida nuevo. Kagami-kun trabajaba con nosotros en el café- con disfraz claro está- pero en la sección de librería, aunque también ayudábamos en la granja con los cultivos. Durante ese lapso de tiempo, mi otro tío Kaede y su novio Rintarou fungían como nuestros tutores para que no nos atrasásemos.- Esto se los cuento más adelante-.

Pero lo más importante: los bebés. Cada uno de nosotros estaba más rellenito de alguna manera, con un montón de fotografías de nuestros bebitos en nuestros propios álbumes. Al que más se le notaba era a Himuro-san siendo que esperaba dos. Tokiwa-nii, de quien no sabía que era su pasatiempo, nos había ya hecho montones de ropita y mis tíos comenzaban a comprarnos cositas como pequeños juguetes y montones de pañales.

Por lo pronto, estábamos en el café atendiendo a pocos clientes. El día estaba un poco lluvioso y no había tanta gente.

—Te noto algo pensativo, Kurokocchi, ¿Pasa algo?- miré a Kise-kun luego de que él había dejado una orden de panecillos a unas universitarias en una meza cercana a la ventana.

—No pasa nada, Kise-kun, estaba pensando en cómo había cambiado nuestro mundo. Pero lo importante es que estamos bien.- le sonreí para no preocuparlo- Además, estoy viendo para que vayamos a comprar unas cuantas cosas para los bebés mañana.

—Me parece genial, Kurokocchi.

Seguimos atendiendo a los comensales y una hora después, luego de que ya casi estuviésemos por cerrar y mientras nos concentrábamos en limpiar el recinto, escuchamos a un auto chirriar por la calle y estacionarse de manera perfecta justo en la entrada. Asustados, vimos como el tío Midori entraba de manera veloz escaneando el lugar con sus ojos y luego traer a Kagami-kun de un solo tirón.

—¡¿Ahora que hice, tío Midori?! ¡¡Le juro que yo no me comí sus brownies!!

—Escúchame bien, Taiga-kun, te llevas a los chicos de inmediato a esconderse a los cuartos de almacén. Tokiwa, vas con ellos.

—¿Qué pasa, tío?- todos nos pusimos blancos por lo que había dicho, eso no significaba nada bueno.

—Midori, ¿Qué sucede? ¿Qué es lo que pasa?

—Hinata, ellos vienen para acá. Acabo de recibir una llamada del idiota de Kagetora diciéndome que llegarán todos, los de mi antiguo equipo,  en menos de quince minutos aquí para hablar conmigo.- nos miró serio a todos y cada uno de nosotros- Y puedo jurarles que vienen a mi para que los ayude a encontrarlos a todos ustedes.

 

MIENTRAS, NO MUY LEJOS DE AHÍ

 

—¿Están seguros de que esa persona podrá ayudarnos a encontrarlos?- murmuró un chico de acento extranjero mirando impacientemente la ventana del vehículo en cual iban un sequito de gente muy impaciente.

—Estoy completamente seguro, si hay alguien que puede ayudarnos es él- murmuró Katsunori con un brillo de esperanza en su mirada viendo una fotografía de él con Sakurai años atrás.

—Sé que nos pateará el culo a todos por no haber mantenido contacto con él por muchos años.- murmuró Genta mirándose los dedos y logrando un bufido de molestia en Masaaki.

—¿Tu qué crees? ¿Qué nos recibirá con los brazos abiertos y nos pondremos ebrios rememorando nuestros tiempos en el basket? Mínimo espero que nos dé un sermón sobre la amistad y luego que nos eche a sus extraños animales en venganza. Lo conozco muy bien, y sabes que en cuanto nos vea se nos echará encima.

—No seas tan dramático, Masaaki, no hay que ser tan pesimistas.

—Escuché de él y hasta yo le tendría miedo.

—Oh, no lo subestimes Masako y la rubia tiene razón: es un ser tan perverso que hasta yo siento miedo- murmuró Eiji y para que el entrenador de Rakuzan sintiera miedo debía ser algo muy malo, pensaron los tres chicos que los acompañaban.

—¿No me digas que tienes miedo, cuatro ojos dos?...bueno, hasta yo siento miedo. Tengo el presentimiento que no me irá muy bien en cuanto me vea.- suspiró Kagetora pasándose una mano por el cabello y frunciendo la cara ante lo que posiblemente le iba a pasar.

Al fondo, un no tan desconocido-y temido- personaje miraba unos papeles. Su porte elegante y arrogante aún se conservaba en sus peculiares ojos mientras hojeaba los expedientes con fotografías de los chicos desaparecidos. Uno en especial llamaba más su atención

—No importa lo que debamos pasar: hemos agotado todas nuestras opciones y él es nuestra única salida. Midori Sumizome es nuestra última esperanza para encontrar a los chicos.

 

 

Notas finales:

Hasta aquí le dejo chicas, muchas gracias por dejarme sus reviews y sigan comentando. Sus comentarios me ayudan a seguir.

Nos leeremos muy pronto.


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