—Creo que lo mejor será que vayamos a los jardines: un poco de aire fresco nos vendría bien a todos.
Las palabras del tío Hinata aliviaron un poco el ambiente de hace un momento. Eran muchas lágrimas las que se estaban derramando ahora y lo más conveniente era que tuviésemos un poco de paz. De inmediato, todos nos fuimos a los jardines donde previamente el tío Hinata había preparado el lugar para un picnic. Nos asentamos ahí con una especie de incómodo silencio. El cual fue roto por el entrenador de Rakuzan.
—Creo que merecemos una buena explicación de esto, ¿O no, Midori?
—A callar, Eiji, que tu vienes de relleno- el otro bufó cruzándose de brazos- Pero tienes razón, es mi deber darles una explicación.
—Ya deberías decirla, Midori, esperamos impacientes- Kagetora-san se quitaba las plumas del cuervo del tío Midori, el cual le miraba receloso desde un árbol cercano listo al ataque.
—Ya voy, Bakagetora- siseó el tío Midori comiendo un pequeño bocadillo-la cosa está así: ayudé a los chicos a esconderse por pedido de mi querido sobrino Tetsu-chan.
—¡¿Qué demonios estás diciendo?!/¡¿Cómo demonios pudiste?!/¡¿Tetsuya es tu sobrino?!/¡Eres un maldito!- gritaron los entrenadores de Touou, Kaijo, Shutoku y Yosen poniéndose muy enojados. El tío Midori los fulminó con la mirada y a todos los que lo miraban así.
—Eso es lo que estoy diciendo, Katt-chan, yo mismo me ofrecí a esconderlos hasta que ustedes nos descubrieron. ¿Cómo pude? Muy sencillo, Genta: soy el gran Midori Sumizome y puedo hacer lo que se me da mi gana. ¿Qué si Tetsuya es mi sobrino? ¡Por supuesto que lo es, Masaaki! Esta belleza es mi muy amado sobrinito, hijo de mi hermano perdido. Y si, soy un maldito Masako, pero mi prioridad eran ellos así que ustedes se joden xD.
—No me extrañaría de ti, Midori.- suspiró Kagetora-san negando con la cabeza- Pero ¿Por qué hacer todo esto?
—Mejor creo que ellos son los que deben hablar.- mi tío nos miró de manera serena- Kazu-kun, será lo mejor. Dile a Masaaki la verdad, dile porque te fuiste.
—Kazunari, dime que es lo que está pasando.- el entrenador miró a Takao-kun de manera algo tensa por saberlo. El aludido solo suspiró con tristeza en sus ojos.
—Entrenador, yo…me fui de Shutoku porque voy a tener un hijo- Takao-kun lo dijo todo de un jalón sin trabarse o detenerse. Su entrenador se quedó en shock para luego pasar a la ira y a comenzar a vociferar poniendo a Takao-kun muy asustado.
—¡¿Qué demonios estás diciendo?! ¡¿Cómo está eso de que estás esperando un hijo?! ¡¿Es de Midorima?! ¡¿Él hijo que estás esperando es de Midorima?!...
—¡Guarda silencio, tarado!- el grito de mi tío, junto a un pavo que cayó de manera inesperada sobre el vociferante haciéndolo bajar de volumen: seguía gritando pero ya no lo hacía tanto.
—¡EL pavo no va a impedir que hable, Midori! ¡Escúchame bien Kazunari: vas a regresar conmigo y haré que Midorima se case contigo!
—¡Entrenador! ¡No puede hacer eso!- negó Takao-kun de inmediato- ¡Usted no puede hacerlo!
—¡Claro que puedo! ¡Midorima debe hacerse responsable de este niño! ¡A las buenas o a las malas!
—¡Somos una molestia para ese idiota!- Takao-kun llamando la atención de todos y por fin logró que su entrenador se callara.
—E-escuché a Shin-chan hablando con Miyaji-sempai diciéndole que soy una molestia para él, que solo soy un estorbo para su futuro.- sollozó abrazándose a sí mismo y Miyaji-san se quedó de piedra por eso. El entrenador de Shutoku volvió a llenarse de ira pero la mirada de mi tío Midori, junto a los picoteos del pavo, lo hizo retroceder.
—¿Es cierto eso, Miyaji? ¿Es cierto?
—…lo es, entrenador.
—No voy a volver, entrenador, no quiero ver a Shin-chan nunca más.- Takao-kun se limpió las lágrimas con la decisión plasmada en su mirada.
—Mientras Masaaki se pone a pensar, pasemos con el siguiente. Gordis…
—No me digas Midori: Kise está igual que Takao.- mi tío se quedó un poco sorprendido por la respuesta del otro al igual que Kise-kun.
—¿C-cómo lo supo, entrenador?-murmuró atónito Kise-kun obteniendo una pequeña sonrisa por parte de su entrenador.
—Fácil hijo: encontré una prueba de embarazo en tu apartamento cuando fui ahí a buscarte. No te lo dije antes para no agobiarte y a darte oportunidad de escaparte de nuevo.- le miró de manera más comprensiva que el entrenador anterior- Solo respóndeme si es que ese niño es de Yukio.
—Lo es, mi bebé es de Kasamatsu-sempai.- suspiró Kise-kun derrotado y con lágrimas amenazando con salir.
—¿Qué harás ahora Kise? ¿Qué pasará contigo? Lo que decidas, te apoyaré hijo.- sonrió dándole un abrazo- En lo que sea, si quieres puedo ir y darle el escarmiento de su vida a Kasamatsu.
—No lo haga, no vale la pena. He decidido alejarme de las pasarelas de manera definitiva y de todo por ahora, entrenador Gentacchi. Quiero dedicarme por completo a mi hijo.
—El escarmiento se lo daré yo, gordis, tu mejor dedícate a Ryouta-kun.- siseó mi tío haciendo enojar al otro.
—¡Deja de llamarme así, Midori!
—Fíjate que no se me da la gana hacerlo, eso les pasa por no reportarse conmigo en dieciocho años- mi tío le fulminó con la mirada- Katt-chan, tu ya estás haciendo planes de querer llevarte a Ryou-kun de vuelta a Tokio, ¿No es cierto?
—Así es, Midori, quiero llevarme a Ryou para cuidarlo yo mismo- el entrenador de Touou miró a un negativo Sakurai-kun- ¿Qué pasa Ryou?
—No quiero regresar, entrenador, si lo hago veré a Aomine-san y a Momoi-san.-susurró poniéndose triste- No puedo hacerlo.
—Pero Ryou, no puedes esconderte por siempre y además él tiene derecho a saberlo: tiene que saber que va a ser padre- Sakurai-kun volvió a negar con más fuerza. El entrenador suspiró mirándolo- ¿Estás seguro de no decirle nada a Aomine, Ryou? ¿Realmente no le dirás nada?
— Totalmente seguro, no quiero saber nada de él nunca más. Él no merece saber ni de mi ni de mi hijo.
—Ahorita que me acuerdo, ¿Tu porque estás aquí, chico malo?-interrumpió Kagetora-san mirando a Hanamiya-san el cual se sintió amenazado.
—Por los mismos motivos que él: el idiota de Teppei me puso los cuernos con su hija-lo fulminó con la mirada llena de ira- y simplemente decidí irme sin decirle que va a ser padre.
—Eso no es posible, no puede ser cierto. Mi hija no sería capaz de hacer algo así…-de inmediato Kagetora-san salió en defensa de su hija.
—¡Por favor! ¡Su hija no me soporta! ¡Y con tal de que yo saliera de la vida de ese idiota haría lo que fuese! ¡Pues bien, lo logró! ¡Solo que no solo logró que yo saliera de la vida de Teppei! ¡También logró que su hijo lo hiciera!
—¡Ah no! ¡Eso si que no!- brinqué cuando Kagetora-san apresó en sus brazos a Hanamiya-san para sacudirle-¡En este mismo instante le marco a Kiyoshi y decirle que estás aquí! ¡Tengo que decirle que va a ser padre!
—¡No se atreva! ¡No lo permitiré!-Hanamiya-san no podía soltarse, por la fuerza del otro pero no se iba a callar-¡Ni se le ocurra ir a decirle a Kiyoshi, viejo! ¡Si lo hace, le juro por su maldita hija que desaparezco y nunca vuelven a saber de nosotros!
—¡Si es preciso te llevaré a rastras, mocoso!
—¡Suéltalo Bakagetora!- Kagetora-san cayó bien noqueado al suelo, producto de un buen sartenazo que le dio el tío Midori, y soltando a Hanamiya-san en el proceso. El tío Hinata corrió a abrazarlo ya que Hanamiya-san se puso un poco histérico- Ups, creo que se me pasó la mano. Bakagetora, ¿Sigues en este mundo?- lo pateó sin ninguna consideración y luego el entrenador de Touou fue a ayudarlo.
—¿Lo crees, Midori?- murmuró sarcásticamente el entrenador de Rakuzan y de inmediato mi tío lo amenazó con el sartén.
—Mejor cállate Eiji, porque a Masaaki lo tiene sometido mi pavo- señaló al sometido entrenador el cual sufría de picotazos del rechoncho pavo que estaba encima de él- y a Bakagetora lo sometió mi sartén. ¿Quién quieres que te someta? ¿Mi escoba? ¿Mi cuervo? ¿Mis chanchitos?
—Mejor me callo.
—Eres inteligente, Eiji, por eso me caes bien.
—Kuroko, tu tío me da miedo.- chirrió en voz baja Kagami-kun, creo que su miedo por Nigou quedaba en segundo plano por su miedo a mi tío.
—Guarda silencio, Kagami-kun, que no quiero que nuestro hijo se quede huérfano.
—Entrenadora, al igual que los que han hablado hasta ahorita, no voy a regresar.- La entrenadora de Yosen miró de manera incrédula a Himuro-san- Sé que esto es muy egoísta de mi parte, pero no puedo.
—P-pero no puedes quedarte aquí, Tatsuya, yo me haré cargo de ti. Si no quieres volver a ver al idiota de Atsushi lo entiendo. Más sin embargo, regresa. Te juro que yo me hago cargo, cuidaré de ti y de tu hijo…-se vio interrumpida cuando Himuro-san le mostró dos dedos después de señalar su poco abultado vientre-¿Dos? ¡¿Dos bebés?!
—¿Vas a tener dos bebés, Tatsuya?- Wei-san lo abrazó acariciando de manera tierna la pancita a Himuro-san. Aunque luego la entrenadora de Yosen se le unió abrazándolo fuertemente y haciendo lo mismo que el gigante.
—Ahora solo falta que Taiga tambien me diga que va a ser padre- murmuró Alex-san mostrándose un poco preocupada, a lo que Kagami-kun captó su atención y señaló mi vientre y asintiendo con una sonrisa afectada-¡Taiga y Tatsuya! ¡Par de mocosos desconsiderados! ¡Van a hacerme abuela muy pronto!
— No te pongas histérica, Alex, tienes que verle el lado bueno.- Kagami-kun la abrazó revolviéndole el cabello. Himuro-san se paró, luego de librarse del abrazo fatal de su entrenadora y abrazar a la rubia la cual gimoteaba.
—¡¿Cuál es el lado bueno?! ¡¡Son un par de mocosos!!
— Taiga tiene razón: serás la abuela más joven y guapa de tres bonitos niños.
—¿Quieres un poco de té, Kuroko?- la voz de Izuki-sempai me distrajo un poco y acepté la taza que me ofrecía.
—Gracias, sempai. Izuki-sempai- le detuve antes de que se marchara- no volverás a hablar con tus padres…
— No, Kuroko, ellos me dijeron que no volviera ya que para ellos no existía más.- su voz se quebró y se abrazó a mí- Dijeron que tanto mi bastardo como yo estábamos muertos para ellos.
—Katt-chan, en cuanto el inútil de tu novio despierte le dices que me de la dirección de los padre de Shun-kun- mi tío se sirvió más té e hizo poner rojo al otro entrenador.-Mis pavos y yo les haremos una visita.
—¡Midori! ¡Kagetora y yo no estamos saliendo!
—¡Ajá! ¡Y yo soy santa Claus!- se mofó mi tío- A mí no me engañan. Este idiota- señaló al inconsciente Kagetora-san- está enamorado de ti desde que estábamos en el equipo de basket. Pero, por idiota cobarde, se casó y nunca se animó contigo.
—Kouki-kun, hablé con tu padre luego de que te fuiste y a pesar de que le insistí mucho no quiso revelarme nada.- Furihata-kun se puso nervioso luego de escuchar al padre de Akashi-kun hablarle de manera serena-Espero que seas tú quien me lo diga. ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué dejaste a Seijuuro?
—T-Tuve que hacerlo, Akashi-sama, m-me tuve que ir pero n-no puedo decirle.
—Tiene que haber una razón, Kouki-kun, ¿Alguien te dijo algo? ¿O te hicieron algo? Regresa conmigo a Tokio, te prometo que…
—¡No puedo volver!- Furihata-kun se puso frenético interrumpiendo a su “suegro” - ¡La madre de Seijuuro-san me juró que si no desaparecía me iba a matar junto a mi hijo!
—…¿Hijo? ¿Vas a tener un hijo?-murmuró el pelirrojo anonadado por el grito de Furihata-kun quien al darse cuenta de que había hablado de más se quedó mas espantado que Sakurai-kun y más cuando su suegro posó una mano en su vientre-¿Voy a tener un nieto?
—¡Aterriza, Seitarou! ¡Baja de la nube!- mi tío le dio varios zapes de manera graciosa sacando al otro de su trance- Presta atención a las palabras del niño: tu querida esposa lo amenazó para que se alejara de la vida de tu hijo. ¡Amenazó su vida y la de su hijo!
—Ya decía yo que “mi esposa”- escupió con el ceño fruncido que me hizo recordar a Akashi-kun cuando estaba molesto- ya no tardaría mucho en hacer de las suyas. Pero lo grave de todo esto, es que Seijuuro es un tanto más apegado a su madre y ella es tan chantajista y buena actriz que lo ha tenido engañado.
—Lo bueno es que sabes eso, Seitarou, por lo menos sabes qué tipo de víbora tienes en tu nido.
—Ella misma me dijo de la relación de Seijuuro con el chico, yo personalmente hablaría con el chico cuando Seijuuro lo llevara a la casa para presentármelo formalmente- suspiró pasándose una mano por el cabello- No creí que fuera capaz de esto, con razón andaba tan sonriente poco después de la desaparición de Kouki-kun.- se acercó al aludido y lo abrazó de manera protectora- No te preocupes, hijo, te aseguro que nada va a pasarles. Yo me haré cargo tanto de ti como de mi nieto.
—¿Por qué ustedes dos huyeron, eh?- la pregunta del entrenador de Rakuzan, quien nos apuntaba a mí y a Kagami-kun,- Ninguno de ustedes dos tenían motivos válidos para escaparse.
—Lo hicimos para ayudarlos, no podíamos dejarlos solos en esto. Y porque si no nos íbamos nosotros también, los padres de los respectivos bebés irían con nosotros y darían con ellos.-bufé sintiéndome molesto y al instante Kagami-kun me dio un masaje en los hombros- Además, ellos tenían más prioridad. No podíamos dejar que se fueran a su suerte.
—Creo que debemos calmarnos todos- volteé a ver al tío Hinata el cual estaba sentado en un sillón y tenía sobre sus piernas a un dormido Hanamiya-san; Takao-kun estaba siendo abrazado por Miyaji-san, el cual hizo que dejara de llorar-Los chicos ya hablaron de sus razones para huir. En vez de estarles reclamando, deberían comprenderlos y ayudarlos.
—Mi adorado esposo tiene razón, lo mejor es calmarnos y no hacer un drama- el tío Midori se acercó a mi tío Hinata y levantó en sus brazos a Hanamiya-san- Además no podemos estresarles, esto les hace daño.
—Entonces, ¿Qué sugieres Midori? ¿Qué es lo que planeas?- El entrenador de Shutoku habló ahogadamente ya que el pavo aún no se le quitaba de encima- ¡Pero quítame a tu bicho!
—Ash, no aguantas nada Masaaki- con un chiflido el pavo se levantó, no sin antes darle otro par de picotazos- Y vuelves a hacer algo estúpido y quien te atacará será la legión de pavos y gallinas.
—Auch, ¿Qué me pasó?- Kagetora-san se levantó sobándose un enorme chichón- ¡De seguro fuiste tu, Midori!
—Cállate, Bakagetora. Ya te di con mi sartén, pero tengo una buena escoba para usarla contigo y no precisamente para barrer-el otro tragó saliva- Vayamos dentro. Esto es lo que vamos a hacer.
—¡¿Estás loco, Midori?! ¡¡Es prácticamente ilegal!!- chilló el entrenador de Kaijo, y no era para menos: el plan del tío Midori estaba de plano bien loco. Todos nosotros, los implicados y demás, nos pusimos blancos cuando lo escuchamos.
—No estoy loco, gordis, y no es ilegal. De hecho, puede hacerse y es pan comido.
—¡¡Midori!! ¡¡Date cuenta de lo que estas planeando hacer!!- bramó la entrenadora de Yosen fuera de sí. Himuro-san estaba siendo resguardado en los brazos de su muy alto sempai.
—¡Masako tiene razón! ¡Piénsalo bien Midori!- el entrenador de Shutoku se unió a esto pero aun así mi tío no retrocedió.
—Escucha, idiota: tu plan está tan loco como tú. Es prácticamente una atrocidad- Kagetora-san se escondió detrás del sillón porque el tío Midori le lanzó un sartén-¡¡Es la verdad idiota!!
—El plan me agrada- Alex-san sonrió complacida y satisfecha haciendo chirriar al entrenador de Rakuzan.
—Midori, estamos hablando de un plan tan macabro que hasta yo me estoy echando para atrás- el entrenador de Rakuzan negó de manera frenética y pronto comenzó a dar vueltas como león enjaulado.- ¡Seitarou! ¡Dile algo! ¡Esto es una soberana estupidez!
—Esta vez apoyo a Midori- el entrenador lo miró como si fuese un alien. El padre de Akashi-kun nos miró a todos con una firmeza tan fuerte que supe que iba en serio- Apoyo el plan, además es perfecto: si Mei encuentra a Kouki-kun no quiero ni pensar en lo que le hará, ahora mi prioridad son Kouki-kun y mi nieto. Además, mi hijo junto a toda esa bola de mocosos necesitan aprender una lección. Una muy valiosa lección- su sonrisa se tornó tan maliciosa que hasta ahora entendí de donde la había sacado Akashi-kun.
—Espero que con esto aprendan realmente, solo espero que esto no tenga efectos no deseados que trataremos de impedir- suspiró el entrenador de Touou con pesar y ya resignado al plan.
—¿Estás seguro de esto, Midori? ¿No es un plan muy alocado?
—Nunca dudo, Hinata, y mis planes son absolutos. Mejor que se preparen ellos: que la vida va a hacerles pagar muy caros sus errores con el golpe que nunca se esperaron.- el tío Midori miró a los entrenadores y sonrió de manera macabra- Mas les vale sacar sus buenas dotes actorales y que hagan un buen papel. Y necesito que los chicos me den algunas cositas para dar el tiro de gracia en esto.
—¿De verdad podrás hacerlo, Midori?
—Soy el gran Midori Sumizome y puedo hacer lo que se me venga en gana. Además que con la ayuda de mi súper socio Akashi Seitarou, esto será como matar a una manada de vacas con un solo tiro. – las sonrisas de ambos rallaron en lo sádico- Además, los accidentes suceden.
DIAS DESPUES DE VUELTA EN TOKIO
Los entrenadores junto con los tres chicos y Alex habían reunido a los equipos en el gimnasio de Seirin para darles noticias de los chicos luego de que pasaran meses de búsquedas sin resultados. Todos ellos estaban impacientes y de verdad desesperados. Cada uno a su manera.
Aomine se puso un tanto frenético al saber que había noticias de Sakurai; Midorima estaba en las mismas solo que lo disimulaba aferrando su peluche de halcón, su lucky ítem del día; Kasamatsu se mordía las uñas de la desesperación y pateando repetidamente el suelo; a su lado, Moriyama estaba en las mismas; Kiyoshi estaba hablando con sus compañeros pensando en las noticias de que pudieran darle sobre Makoto; Murasakibara se mostraba un poco frío y culpable por lo que le había dicho a su Muro-chin y apenas le iba cayendo el veinte de que iba a ser padre, hasta le había comprado un pequeño peluchito en forma de pandita; y Akashi estaba sentado en un borde del palco sosteniendo en sus manos una cajita roja con un anillo especial para su chihuahua, en cuanto volviera le pediría matrimonio.
—Papá, díganos ¿Qué averiguaron? ¿Los encontraron?- la chica de Seirin se acercó a su padre y este la miró con un sentimiento extraño que alarmó a todos. Una sonrisa triste se asomó por sus facciones.
—Sí, Riko, los encontramos.- los vitores no se hicieron esperar por todos al saberlo. Los “culpables” suspiraron aliviados.
—¡Eso es genial! ¡¿Cuándo vamos…?!- la expresión de alegría de Wakamatsu se detuvo acercándose a Imayoshi- ¿Qué pasa, Shoichi? ¿Por qué todos ustedes tienen las caras largas?
—Wakamatsu…- bajó su rostro cubriendo su mirada con su flequillo y dejando escapar un par de traicioneras lágrimas.
—Liu, ¿Qué pasa?- preguntó Kensuke se alarmó al ver a su compañero con los ojos anegados en lágrimas que clamaban por salir.
—¿Dónde están Kuroko y los demás?- preguntó Hyuga notando la tensión del ambiente y los entrenadores comenzaron a hablar.
—Hace una semana recibimos información de parte de la prefectura de Hokkaido sobre nueve chicos desaparecidos que parecían ser los nuestros.- musitó el entrenador de Kaijo hablando con voz susurrante y mostrando su decaído semblante.
—Al llegar allá de inmediato nos redirigieron a la estación de policía puesto que ahí nos darían la demás información- prosiguió el entrenador de Shutoku mostrándose desolado y llamando la atención de los presentes.
—Ahí se nos informó que precisamente los chicos estuvieron en Hokkaido y que estuvieron en la estación de autobuses de la misma.- siguió la entrenadora de Yosen conteniendo por quebrar la voz y abrazándose de Alex, y a su vez fueron abrazadas por un muy desolado Liu.
—En la estación nos dijeron que los chicos habían abordado un autobús con dirección hacia Kushiro…- el entrenador de Touou no pudo más y rompió a llorar siendo abrazado por el ex entrenador de Seirin poniendo de manera tensa a todos.
—Tienen que ser fuertes chicos- musitó el entrenador de Rakuzan viendo como los chicos de los equipos comenzaban a negar y a sollozar temiendo lo peor.
—El autobús en el que iban los chicos tuvo un accidente: cayó por un acantilado y estalló en llamas. No hubo ningún sobreviviente.- el encargado de decir esas palabras fue Akashi Seitarou haciendo que todos los presentes soltaran el llanto, gritos y alaridos de dolor, angustia y tristeza acumulados. Destacando los que de alguna manera tuvieron algo que ver.
Kasamatsu negaba con la cabeza gritando y llorando una y otra vez siendo sostenido por Moriyama el cual estaba en shock derramando lágrimas sin cesar y repitiendo constantemente “No es verdad, no es verdad”. Midorima dejó caer su lucky ítem al igual que caía de rodillas tapándose el rostro y cubriendo así sus gritos de impotencia y sus lágrimas; Aomine gritó impotente y golpeando repetidamente el suelo descargando toda su ira y su dolor con cada lágrima y cada golpe; Murasakibara, entre sollozos y lágrimas, cayó de sentón en el suelo sosteniendo con fuerza el delicado peluche que tanto resguardaba la noticia le llegó por partida doble: había perdido a Himuro y a su hijo; Kiyoshi se abrazó de Mitobe y Hyuga, los cuales lloraban por Kuroko y Kagami, totalmente destrozado y devastado por la noticia soltando gritos y llantos desgarradores; Akashi se había quedado estático con la noticia resonando en su mente mientras lágrimas silenciosas se escapaban de sus ojos desiguales. No era cierto, eso no era cierto, no podía ser verdad.
—No es verdad, padre, eso no es verdad, ¡Dime que no es cierto!- Akashi se aferró de su padre, luego de correr hacia él, y sacudirlo preso del dolor y la desesperación- ¡No pueden estar muertos! ¡Es mentira! ¡Dime que esto es una mentira, padre! ¡Te lo ruego, te lo suplico! ¡Dime que Kouki no está muerto!
—No lo es, Seijuuro, es la verdad: ellos murieron- Seitarou no se apiadó del dolor de su hijo- Fuimos al forense para reconocer los calcinados cuerpos y los mismos nos entregaron esto: fue por esto que los reconocimos- Akashi vio aterrado como su padre levantaba una bolsa plástica que contenía un bello collar dañado por el fuego, un bello collar de un león dorado que él mismo le había obsequiado a Kouki por su pasado cumpleaños. Él no fue el único, cada entrenador hizo lo suyo: Genta mostró un collar de plata con un dije de una luna y un sol, propiedad de Kise que Kasamatsu le dio ; Masaaki mostró una pulsera con un halcón, de Takao y regalo de Midorima por aprobar un examen; Katsunori mostró un collar junto con un dije de una pantera, Aomine lo reconoció ya que se lo dio a Sakurai por ayudarlo; Alex y Masako mostraron las cadenas con los anillos de Taiga y Tatsuya además de un dije de tigre y de un pastelillo respectivamente, Murasakibara reconoció el dije puesto que el mismo se lo hizo en una clase de artes; Kagetora mostró un dije de un corazón de acero, el mismo que le dio Kiyoshi a Hanamiya cuando se hicieron novios; Eiji mostró un dije de un perrito, propiedad de Kuroko, y aparte un dije de un águila, propiedad de Izuki que le dio Moriyama cuando tuvieron su primera cita.
Akashi Seitarou, decidió dar el golpe final a esto viendo que el plan estaba ejecutado: los culpables estaban totalmente deshechos viendo esas pertenencias y derrumbando sus últimas esperanzas.
—No hubo necesidad de hacer otras pruebas: también usaban sus uniformes cuando murieron- Dijo Seitarou y el encargado de traer estos fue Miyaji, quien demasiado dolido los dejó caer dejándolos a la vista de todos- Se confirmó así el deceso de Kuroko Tetsuya, Kagami Taiga, Izuki Shun, Kise Ryouta, Hanamiya Makoto, Takao Kazunari, Sakurai Ryou, Himuro Tatsuya y Furihata Kouki.- su hijo cayó de rodillas sosteniendo el collar y llorando como nunca lo había hecho en su vida- Los cuerpos serán traídos mañana para poder darles la merecida sepultura y los funerales que todos ellos se merecen. Avisaremos a los respectivos familiares. Lo lamento mucho, chicos.
Seitarou se sintió en el fondo muy mal por ser un participe en esto: el ver destrozados a todos esos chicos le hizo sentir pena y arrepentimiento. Pero aun así no se echó para atrás, ellos debían aprender la valiosa lección.
“Espero que tu plan funcione, Midori, debemos cuidar de nuestras luces hasta que las anteriores lleguen a la cima”
No muy lejos de ahí, un lujoso Aston Martín estaba estacionado cercanamente al gimnasio de Seirin el cual era origen de muchos gritos de dolor y desesperación. El conductor del auto se bajó los lentes y miró un poco hacía el lugar sonriendo de manera serena.
—Todo está saliendo conforme fue planeado- tomó un pequeño reloj de arena el cual lo ladeó repetidas veces- Es hora de que las arenas fluyan en el tiempo.
Dicho esto ladeó el reloj dejándolo en el tablero y observando como los minúsculos granos de arena caían arrancó de manera silenciosa perdiéndose entre la espesura de la noche.