Después de su estallido fúrico y rabioso, el tío Midori reposaba en la sala con una bolsa de hielos en su cabeza- pero estos se derretían de manera rápida por lo que el tío Hinata se las cambiaba de manera veloz- y Sakurai-kun le preparó un buen te de tila para el susto y el coraje. Mi pobre primo aun permanecía escondido con sus pajaritos detrás de la barra mientras Takao-kun y Hanamiya-san trataban de hacerlo salir.
—Oi, Kuroko, ¿Tu tío estará bien?
—Digamos que está en un estado de furia y maquila una buena venganza, Kagami-kun.
—No es para tanto…- de la nada, ni tan de la nada, un pavo salió volando y corrió picoteando a Kagami-kun. Lo hizo hasta que lo tiró y se posó sobre él aun picoteándolo. Mi tío le miró con los pelos erizados y con los ojos llameantes en furia.
—¡¡¿CÓMO DEMONIOS DICES QUE NO ES NADA, MOCOSO?!! ¡¡MI PRECIOSO TOKI, MI HERMOSO Y ADORADO BEBÉ ESTÁ SIENDO ACECHADO POR UN BASTARDO!! ¡¡Y LO DICES PORQUE TODAVÍA NO ERES PADRE!! ¡¡CUANDO NAZCA EL BEBÉ DE TETSU-CHAN VAS A SENTIR LO MISMO QUE YO CUANDO TE LO QUIERAN QUITAR!!
Bramó mi tío casi rugiendo por todas sus emociones. Kagami-kun se quedó algo pensativo y mirando a mi abultado estómago con un sentimiento raro.
—Kuroko, lo he decidido: cuando nuestro niño nazca y sea mayorcito, lo encerraremos en una torre.
—Estás demente, Kagami-kun, no dejaré que a mi bebé le hagas eso- le di una patada- Si sigues con ello, te encerraré con Nigou.
—Toki-chan, sal de ahí.- Takao-kun trataba de jalar a mi primo junto con Hanamiya-san- No puedes quedarte ahí.
—…
—Midori, mira como está nuestro hijo por tu culpa.- le regañó el tío Hinata- Ni siquiera conoces al chico y ya lo quieres matar.
—Es cierto, Toki- el aludido se encogió más en su sitio- cariño, ven hacia acá. Papá no va a comerte.
Mi primo, muy lentamente, fue hasta donde el tío Midori y se quedó frente a él temblando como gelatina. Este, por su parte, se quedó sentado y de una manera rápida y acurrucó en su regazo como su fuese un bebé.
—Cariño, mi bello y adorado pichoncito- la voz del tío Midori sonaba tierna y muy macabra, y su mirada auguraba algo muy malo- dile a papá quien es la persona que te quiere robar de mi lado. Prometo no matarlo…aun.
—¿N-no lo harás, papá? ÓnÒ
—Lo prometo n.n
—…E-es H-Haruka…
—¡¡ME LLEVA LA $”#%”!! ¡¡ESE CONDENADO MOCOSO!! ¡¡MALDITO ENGENDRO!! ¡¡YA DECÍA YO QUE SE ESTABA TARDANDO MUCHO EN QUERER HACER ALGO PARA LLEVARSE A MI BEBITO DE MI LADO!!- el tío Midori se levantó como piojo resucitado y con los pelos tan erizados que hasta a Nigou espantaron- ¡¡HINATA!! ¡¡PREPÁRAME TODO MI ARSENAL!! ¡¡TENGO UNA BATALLA CONTRA ESE DESGRACIADO!! ¡¡LO BORRARÉ DEL MAPA!!
—Midori, haces una tormenta en un vaso de agua. No es el fin del mundo.- suspiró mi tío Hinata- Por favor, conozco a Haruka-kun y sé que es un buen chico.
—Ni madres, Hinata. Mataré a ese desgraciado. Haruka va a morir.- susurró de manera lúgubre dando un silbido y de manera veloz una legión de gallinas, pavos, pollitos, patos y gansos se pusieron a la orden. – Nenes, a la carga. En cuanto venga ese mocoso, lo acabaremos.
Al día siguiente, para distraernos un poco, los tíos nos llevaron a la universidad de Hokkaido para que viéramos sus instalaciones y los sempais conocieran mejor sus facultades. La verdad estábamos haciendo esto para que el tío Midori desistiera de sus intenciones homicidas hacia el chico pero lo dudo: más porque estaba por reunirse con el otro demonio en sus dominios.
—¡Wao!
Exclamamos todos al ver la enorme universidad y a varios estudiantes caminando y hablando mientras iban a sus clases o pasaban el rato fuera de ellas. Los edificios era enormes, muy grandes, de aspecto elegante y había muchos árboles. Era una universidad hermosa.
—Nenes, iremos a hablar con Kaede. Siéntanse libres de recorrer la universidad a su antojo.- el tío Midori tomó al tío Hinata de la mano y a mi primo Tokiwa de la otra- Taiga, los cuidas: no quiero que ningún depravado calenturiento ande detrás de ellos. Nos veremos en la oficina principal dentro de dos horas.
—Aquí tienen unos mapas para que se guíen en la universidad y no se pierdan.- el tío Hinata nos dio uno a cada uno- Los veremos pronto, chicos. ¡Diviértanse!
—Bebés, si necesitan ayuda solo silben esto.- el tío Midori me dio un silbato pequeño y después se fueron desapareciendo por el edificio principal.
Pronto nos quedamos viendo en que haríamos en esas dos horas. Prácticamente estábamos libres por esas dos horas.
—¿Y bien? ¿Qué hacemos?- Kagami-kun se nos quedó viendo, más específicamente a los sempais porque estos ya estaban haciendo planes de sus edificios para irlos a ver.
—¿Qué tal si hacemos esto de manera equitativa? Con un Jan ken po- propuso Takao-kun y todos nos pusimos a jugar. El que ganó fue Himuro-san, después fue Izuki-sempai y al último quedó Hanamiya-san. Por decidida, comenzamos a caminar en dirección al edificio de Educación y de paso yo aprovecharía para ver el que también sería mi edificio en cuanto yo llegase a este lugar.
El edificio en cuestión es muy grande con muchas aulas, talleres y demás ¡Hasta tenía su propio auditorio! Himuro-san y yo parecíamos niños en una tienda de juguetes nuevos y Kagami-kun batallaba para mantenernos en control ya que no podía con nosotros. Pero, al igual que nosotros, los demás se dispusieron a vagar por ahí.
Con lo que no contábamos era con que nos topáramos a una bola de universitarios que nos daban unas miradas muy lascivas y pronto nos cerraron el paso a Himuro-san y a mi. Demonios, en mal momento escogimos para separarnos.
—Mira nada más que deliciosos bocaditos nos hemos encontrado por aquí, Kaito- murmuró uno tomando a Himuro-san por la cintura- Yo me quedo con este bocadito de aquí, se ve muy apetecible.
—Y yo con este, no me gustan tan altos.- una venita se me hinchó en la frente cuando uno de ellos, el mentado Kaito, me dio una nalgada y me tomó por los hombros- Te ves muy apetecible, bombón.
—Mira, idiota, no soy un bombón y quítame las manos de encima.- le manoteé- Será mejor que se alejen sino quieren sufrir las consecuencias.
—Jaja- se rieron todos y con ello acrecentaron mi rabia- y ¿Qué vas a hacer, fierecilla?
—Él no hará nada, pero nosotros sí.
Nos giramos hacia donde estaba esa voz y sonreí con malicia al ver como Kagami-kun se tronaba los dedos junto con Wei-san, Miyaji-san e Imayoshi-san. Los cuatro se veían muy listos para los golpes y elevándose en toda sus enormes estaturas. Mientras que los tipos que nos tenían ni tiempo tuvieron para chillar cuando ya estaban huyendo por sus vidas.
—Gallinas… ¿Estás bien, Tatsuya?- Wei-san se acercó al mencionado y lo abrazó- ¿Los tres están bien?
—Estamos bien, Liu, estamos bien.
—Kagami-kun, te tardaste demasiado.
—¡No fue mi culpa! ¡Ustedes dos que se fueron corriendo como dos niños!- medio chilló Kagami-kun- Y aparte de que los sempais nos interceptaron.
—¿Qué están haciendo aquí, Miyaji-sempai?- Takao-kun se abrazó de su sempai- Creí que estarían ahora mismo haciendo los exámenes para la universidad de Tokio.
—Lo decidimos mejor y aplicamos para esta universidad.- respondió Imayoshi-san despeinando los cabellos de Sakurai-kun- Queremos estar más al pendiente de todos ustedes.
—Por cierto, los entrenadores vendrán pronto para visitarlos.- ahora sí habló el rubio- Solo tienen que terminar unas cuantas cosas y se vendrán.
—Ya me aburrí, además de que aquí dice que la universidad tiene un equipo de basket.- los ojos de todos nos brillaron por las palabras de Kise-kun- ¡Vayamos, Kurokocchi!
En el camino hacia el edificio, tuve un pequeño presentimiento que no me dejaba en paz. No sé por qué pero algo iba a pasar.
—¿Qué te sucede, Kuroko? ¿Pasa algo con el bebé?- Kagami-kun pasó su mano sobre mi vientre y negué con la cabeza- ¿Te sientes mal?
—No, Kagami-kun, pero tengo un presentimiento. Algo va a pasar.
—Deben ser tus nervios, Kuroko, no te preocupes.
Proseguimos en nuestro camino y pasamos por las canchas abiertas donde vimos al equipo de basket tener un partido de práctica. Al parecer era un equipo grande puesto que había muchos chicos apoyando a su equipo y con uniformes ya numerados. Decidimos ir a observar el partido y nos encaminamos por la orilla para poder sentarnos en los asientos con bancas. Escuché a Izuki-sempai decir que iría por unas golosinas, tenía antojos, y pronto lo vi encaminándose a una máquina expendedora. Analizó bien lo que quería y se dispuso a sacar unas monedas de su bolsillo pero estas se le cayeron. Mientras se disponía a recogerlas, no vio como el balón de basket se dirigía a él y mucho menos vio al jugador el cual se lanzaba sin verlo.
—¡¡¡Izuki-sempai, cuidado!!!- gritamos todos y con horror vimos como el jugador chocaba contra Izuki-sempai aventándolo y este caía de manera brusca al suelo abrazando su barriguita. Escuchamos un brusco silbatazo y ya estábamos corriendo hacia Izuki-sempai cuando un rayón de cabellos negros nos ganó y este se materializó en un muy alto chico el cual le dio semejante patada guajolotera, de esas que da el tío Midori, al jugador que tiró a Izuki-sempai.
—¡¡¡¡¡PEDAZO DE IMBÉCIL!!!!! ¡¡¡¡¿CÓMO PUDISTE SER TAN ESTÚPIDO?!!!!- esa voz me hizo tener muchos, muchos escalofríos-¡¡¡¡TE DIJE QUE NO FUERAS MÁS SALVAJE, ANIMAL!!!!
—P-pero capitán, él se cruzó en mi camino…
—¡¡¡¡SILENCIO, “#$%!!!! ¡¡¡¡TU YA ESTABAS FUERA DE LA CANCHA, INEPTO!!!! ¡¡¡COMO CASTIGO SERÁS MI OPONENTE EN LA PRÁCTICA DE MAÑANA!!! ¡¡¡¡Y POR LO PRONTO, QUIERO CIEN VUELTAS A LA CANCHA YA!!!!
Pronto sentí un jalón, obra de Kise-kun y en menos de lo pensado, estábamos escondidos en unos arbustos. Vi como “él”, después de gruñirle y gritonearle a su kouhai, se acercó a Izuki-sempai calmando toda su rabia.
—Me disculpo por el accidente. ¿Te encuentras bien? ¿Estás herido?- se hincó a su lado y ayudó a Izuki-sempai a incorporarse- ¿Te lastimaste en alguna parte?
—M-mi pie m-me duele- tartamudeó Izuki-sempai al verlo con las mejillas algo rojas. Y como no, esos ojos azules calaban como el más duro y frío hielo. “Él” dirigió su mirada hacia el pie de Izuki-sempai y maldijo por lo bajo al poner sus manos en el tobillo y por el gemido que soltó Izuki-sempai.
—Al parecer está torcido, lo mejor será llevarte a la enfermería.- Sin previo aviso, alzó a Izuki-sempai en brazos al estilo princesa. Mi sempai se puso tan rojo como un tomate-Perdona por no presentarme antes. Soy Nijimura Shuuzou, el capitán del equipo de basket. ¿Podrías decirme tu nombre? ¿Perteneces a esta universidad?
—S-Sumizome Shun, mi nombre es Sumizome Shun- balbuceó de manera boba mi sempai y de paso dejando al otro un poco aturdido-A-acabo de entrar a la universidad…
Ambos emprendieron el camino hacia uno de los edificios hasta que se perdieron de nuestras vistas. Me quedé blanco junto con Kise-kun y Hanamiya-san hasta que la risa de Takao-kun nos sacó de nuestro trance. Himuro-san rió bajito viendo el camino del par anterior.
—El amor está en el aire ¿No es cierto? Tal parece que Cupido ya comenzó a enmendar nuestras vidas. Por lo menos la de uno de nosotros.
—Creo que alguien acaba de largarse del corazón de cierta persona para siempre.- rió Takao-kun mofándose- Y está re bueno el condenadote. Tiene unos brazos, las piernas y tiene un buen trasero xD.
—¡Takao! ¡No digas eso!- le tapó la boca Miyaji-san y fue cuando Kise-kun reaccionó poniéndose a chillar como loco.
—¡Santa cachucha! ¡Por los calzones del tío Midori! ¡Estamos en serios problemas!- el pobre comenzó a abrazarse de Kagami-kun- ¡Es él! ¡Es él!
—¡Kise! ¡No te me cuelgues!- frunció el ceño Kagami-kun- A todo esto, ¿Por qué lo dices, Kise? ¿Acaso le temen a este tipo? ¿Quién es Nijimura Shuuzou?
—Kagami-kun, Nijimura Shuuzou no es cualquier persona: fue el capitán anterior de la Generación de los Milagros.- la cara de los demás quedó peor: ellos si sabían quien era él-Una persona que al primer momento en que nos vea nos reconocerá. Nos reconocerá al instante.
—Tenemos que ser precavidos, si los descubren será el fin.- las palabras de Imayoshi-san nos dejaron helados. Maldita sea nuestra suerte: si Nijimura-sempai nos descubría, el teatro se caería.
DIAS DESPUÉS
Después de rescatar a Izuki-sempai de la enfermería, y fue porque Nijimura-sempai tuvo que retirarse. No quisimos agobiarlo pero en su momento nos lo contaría. Ahora estábamos en el hospital acompañando a Furihata-kun. Esto porque el tío Midori nos comunicó que habían trasladado a su papá porque su condición empeoró pero ahora estaba en cirugía y esperábamos la resolución de esta. Nos sorprendió ver ahí mismo a Akashi-san, el cual mantenía abrazado a Furihata-kun para mantenerlo calmado.
—Todo saldrá bien, Furihata-kun, tu padre va a estar bien.
—Tetsuya-kun tiene razón, Kouki-kun, tu padre aún tiene que ver nacer a su nieto.
Vimos llegar a Imayoshi-san junto a Kagami-kun, los cuales traían chocolate caliente para los presentes. Desde que llegó, Imayoshi-san tenía un gesto muy bobo en sus facciones. Y algo me decía que ya estaba haciendo de las suyas.
—Imayoshi-sempai, ¿Por qué está tan alegre?- preguntó Sakurai-kun viéndolo con sospecha.- Su cara es muy sospechosa. ¿Ahora que hizo? -_-
—¡Que mal piensas de mí, Sakurai!- respondió mostrándose un poco ofendido, pero su cara boba y rara volvió a aparecer.- Pero aun así te lo diré. He encontrado a un zorrito muy lindo que es vecino tuyo. ♥u♥
—¡Imayoshi-sempai! ¡Deje de perturbar al encargado del templo!
Ya iba a preguntarle a Sakurai-kun que me explicara pero en eso salió el tío Midori del quirófano con una sonrisa en la cara. Todos nos acercamos para pedirle respuestas, en especial Furihata-kun y extrañamente Akashi-san.
—Todo ha salido perfectamente: Furihata-san está fuera de peligro.- suspiramos aliviados- Ahorita mismo está consciente. Seitarou, será mejor que hables con él antes.
El aludido asintió y se marchó a la habitación mencionada y poco después le seguimos todos. Furihata-kun estaba muy nervioso por ver a su padre mientras nosotros tratábamos de tranquilizarlo.
—Todo saldrá bien, Furi-chan, no te pongas nervioso.-Takao-kun le palmeó el hombro-Tu papá estará ansioso por verte.
—T-Tengo miedo de que algo más le pase.- lloriqueó abrazándose de mi tío Hinata-Primero fue el infarto…
—Estoy seguro de que tu padre ahora mismo quiere verte.
La puerta de la habitación se abrió mostrándose a Akashi-san el cual con una sonrisa le indicaba a Furihata-kun que entrara a la alcoba. Nosotros le seguimos con la mirada y le empujamos lentamente. Furihata-san vio con los ojos llenos de lágrimas a su hijo y lentamente abrió los brazos haciendo ademán de abrazarlo. Furihata-kun no se lo pensó dos veces y corrió a abrazarlo con todas sus fuerzas.
—H-hijo, oh Kouki, estás vivo, estás vivo mi bebé…
—Papá, lo siento tanto…perdóname por todo esto- lloriqueó mientras su padre lo abrazaba y besaba sin soltarlo.
Me sentí bien y feliz por la buena acción del día. Aunque tengo el presentimiento que el tío Midori pronto haría de las suyas. Y su primera víctima sería el propio nuevo yerno.
—Prepárate, Haruka. Muahaha…
UN MES DESPUÉS EN TOKIO
Que rápido pasa el tiempo. Es inevitable que este se detenga. No importa que o nada, el seguirá fluyendo con buenas o malas rachas. Después de la muerte de los prodigios del basket nada volvió a ser lo mismo. Nada.
Los equipos de basket, en su mayoría, quedaron disueltos: Touou, Kaijo, Seirin, Shutoku, todos ellos disolvieron los equipos de basket puesto que ninguno de ellos se repondría jamás de la perdida de sus estrellas y miembros más queridos e importantes. Rakuzan fue el único intacto, pero el capitán estaba tan deshecho que no quería saber nada del basket nunca más.
Pero volvamos con las personas que aún no se repondrían de la noticia fatal. Cada uno de ellos había tomado una firme decisión con respecto a lo que haría de ahora en adelante.
Una decisión que cambiará sus vidas para siempre.
—Me iré, ya nada me ata a esta ciudad. Quiero dejar este pasado atrás.- Aomine acarició la lápida de su amado después de dejar un ramo de margaritas y un pequeño peluche en forma de flor.- Vendré a visitarte, amor mío, a ti y a nuestro hijo. Juro que en mi vida no habrá nadie más, ambos son las únicas personas dentro de mi corazón.
Aomine dejó el lugar viendo el folleto de la academia de policías de Tokio y perdiéndose entre los árboles de aquel silencioso cementerio.
Por su parte Midorima caminaba por los solitarios pasillos de Shutoku yendo en dirección al consejo estudiantil. Acudió con el presidente directamente y cuando le expuso la situación este se quedó perplejo.
—Entiendo que estés dolido por la pérdida de Takao, pero Midorima ¿Estás seguro?
—Es mi firme decisión, Saotori-sempai, me cambiaré del club de basket al club de medicina infantil.- sonrió de manera triste viendo la fotografía de Takao junto a él y al equipo de basket que reposaba en la pared- Cumpliré el sueño de Takao, es lo menos que puedo hacer por él.
Kasamatsu salió de sus clases universitarias dentro de Kaijo ya que decidió quedarse ahí mismo para continuar con sus estudios. La pérdida de Kise aún estaba en su mente y era algo que no olvidaría jamás. Su meta era ser un gran abogado, pero sin Kise ese sueño ya no importaba. Era algo vacío, mezquino y triste.
Había hablado con su entrenador sobre su decisión, y a pesar de que este aún estaba algo renuente aceptó sin miramientos. Él sabía que su sueño era ser abogado, pero ahora estaba en algo totalmente diferente. Estudiaría aviación para lograr no su sueño, sino el de Kise.
—“Sé que cometí muchos errores, pero quiero enmendarlos y esta es la manera que encuentro para ello.”
Fue lo que le dijo a su entrenador la última vez que lo vio. Cumpliría el sueño de su amado Kise. De su amado Ryouta.
Moriyama suspiró dentro del vagón del tren con destino a Osaka, después de pensarlo bien decidió marcharse de la ciudad puesto que los recuerdos no podían dejarlo en paz. Sus padres decidieron mandarlo con un tío suyo para que olvidara, para que sanara, para que dejara todo atrás.
¿Cómo dejar un pasado atrás? ¿Cómo dejas toda una vida olvidada? Eran los pensamientos de Moriyama mientras se recargaba en el vagón derramando lágrimas silenciosas.
—No puedo olvidar a Shun, esta culpa me seguirá para siempre.
En Akita Murasakibara estaba sentado en un parque viendo a varios niños corretear y jugar entre ellos. Suspiró con melancolía al pensar en que si no hubiera sido tan cruel con su Muro-chin, pronto ellos estarían de esa manera, jugando con su pequeño hijo. Pero la vida es dura, y te recalca tus errores tal cuales como los cometes.
Y él, en su afán de castigarse, habia renunciado al equipo de basket de su escuela.
—Entrenadora, dimito del equipo de basket para siempre.
No espero una respuesta de la otra, simplemente dijo eso y se marchó. No habría más basket para él, no sin su Muro-chin.
En Seirin, Kiyoshi guardaba todas sus cosas en la mochila que siempre cargaba y después de darle un último vistazo al gimnasio el cual había sido casi un refugio y un santuario de basket para él. Pero aquel lugar ya no lo era más, aquel lugar fue el testigo del engaño que sufrió Makoto y que por consecuencia, lo llevara a su muerte. La traición nunca la perdonaría.
Se encaminó hacia el cementerio, después de comprarle muchos alcatraces, y al llegar ahí se quedó platicándole a su lápida lo que había sido su día de hoy. No se fijó y vio que ya era tarde, había prometido a sus abuelos que estaría pronto en casa para no preocuparlos.
—No puedo vivir de esta manera, Makoto, pero encontraré mi camino hasta que pueda reunirme contigo.
En la mansión Akashi, el dueño estaba boquiabierto y con los ojos dilatados en furia mientras la mujer sonreía muy maliciosamente. El pelirrojo menor tenía una muy débil decisión en su mirada además de una pena muy grande. Seijuuro había durado todo ese mes en tratamiento para la depresión y finalmente había logrado vencerla poco a poco. O eso creyó su padre.
—¿Qué estás diciendo, Seijuuro?
—Voy a casarme, padre, me casaré con Toshiro Hana por el bien del clan.
—¿Acaso no es una noticia increíble, querido? Uniremos nuestros dos imperios con esta boda y Seijuuro podrá ser feliz.
—¿Feliz? ¡Felices mis calzones! Pero esto no se quedará así. Esta fue tu última jugada, querida-Seitarou sonrió macabramente-Mi poder es absoluto y mis deseos son órdenes. Voy a impedir esa estúpida boda y el tiro de gracia te lo dará tu propio rey. Jaque mate.