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La chica del internado entre mis recuerdos por Sthephannia

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Notas del capitulo:

Segundo capítuloso :3

Es más corto que el primero, seguiré subiendo la continuación progresivamente, espero que sea de su agrado y gracias por leer

                                           Sthephannia ^^

-¡¿Por qué Courtney estaba en la urna masculina?! –preguntó alterada una chica del club de animación.

 

-Tranquilos por favor, debió haber un error –intentaba tranquilizar Cooper.

 

-¿Dónde está la capitana? –se escuchaba una y otra vez  entre el público.

 

-Courtney no se encuentra aquí, le avisaremos después –decía Cooper con las ideas confusas en su mente.

 

-¿Algo así está dentro de las reglas? –le preguntó otra chica del club de animadoras.

 

-Tranquilos por favor –decía Cooper en el micrófono- Seguiremos con las parejas que faltan, pero momentáneamente dejaremos a Courtney fuera del evento de citas por ahora… les pido disculpas.

 

 

No pude dormir en toda esa noche, sabía que no me conocía nadie, pero llamar la atención de esa manera para mí era algo interplanetario, pensaba que quizás fue un malentendido y me sentía un poco aliviada de que mañana fuera sábado, que la mayoría del internado no estaría.

 

Desperté con unas ojeras terribles, había logrado dormir un par de horas, bajé sigilosamente por las escaleras, los recuerdos de mi día anterior me golpeaban lo mente con una fuerte jaqueca y me sentía como la criminal más buscada del planeta; entre al baño, me lave la cara con abundante agua, entró una de mis compañeras de clase, mientras se lavaba las manos me dirigió una fuerte mirada de odio, y fue cuando noté más aún, que la dueña del nombre del día de citas, era yo.

 

A pesar de desearlo, estar encerrado no era sano para mi salud mental, detrás del edificio de ciencias, cerca de las periferias hay un enorme patio de área verde, no había mucha gente que estuviera ahí, me dirigí asustada y me posé bajo el árbol más grande en medio de este y me recosté; si pudiera volver hacerlo lo haría una y otra vez, sin importar lo que sucediera.

 

 

-¡¿cómo te atreves?! –escuché el grito de una conocida voz, pero antes de voltearme mi ropa ya estaba siendo tironeada con fuerza obligándome a despegar el cuerpo del piso.

 

-¡¿de qué hablas?! –retrocedí unos pasos atrás, la mirada de Lilian era más enojada de lo normal.

 

-¡Hiciste trampa, maldita perra! –me empujó con violencia haciéndome caer sobre el césped.

 

-¡oye espera! –le grité con miedo, su fuerza parecía mayor y mi cuerpo dolía aún, la jaqueca no ayudaba, el caos, el delirio sentía que me iba a matar.

 

-Cómo pudiste… y con la capitana –me agarró fuertemente el cuello de la blusa, azotándome en el piso con rabia.

 

No podía quitármela de encima por mucho que pataleara, golpeó fuertemente mi rostro, sentía en mi boca la cantidad de sangre suficiente para que se me resbalara por el labio, rompió mi labio también, me pateaba las costillas, recuerdo ese momento tan latente mejor que otro,  entre golpes me defendía a rasguños, pero era inútil, demasiado como para considerarse una pelea justa y más que pelea, me masacraba entre sus puños, entre que me ahorcaba y yo me defendía sin éxito Rebecca llegó a la escena, por suplicar ayuda no serviría en lo absoluto.

 

-¡Lily detente! –pronunció Rebecca con un desgarrador grito.

 

La intentó quitar de mí, pero era imposible, Lilian estaba enloquecida.

 

-¡Atrás! –Empujo a su amiga- estoy harta de ti…-su mirada volvió a mí entre sollozos de rabia.

 

En un flash del momento relacione todo, recordé en un momento fugaz cuando sus amigas se reían porque Lilian estaba enamorada de Courtney.

 

-¡¿qué pasó Lilian?! –le dije con dificultad, mi rostro era irónico, burlón.

 

Ella abrió los ojos de par en par, me golpeó más fuerte aún, entre el forcejeo me quitó la blusa dejándome semi desnuda sobre el pasto golpeándome más y más fuerte, pero en ese momento, recuerdo que sentí una resistencia sobre humana.

 

-¡¡¡¿por qué tú?!!! –gritaba y sus lágrimas caían sobre mí.

 

-¡Suel…tame! –sus manos se dirigieron a mi cuello me estaba ahorcando con fuerza, el aire me abandonaba.

 

Lilian reaccionaba sobre mi cuerpo, entendí cuando vi su llanto, el porqué de tanta violencia, dejó de ahorcarme cuando me tranquilicé y nuestras miradas se cruzaron más profundamente, el metálico sabor de la sangre recorría mis dientes, de tener más valor en ese momento la podía haber golpeado ocupando los segundos para defenderme, pero pensé, que no hay mejor dolor que las palabras para herir, y esa vez cobardemente salieron de mis labios, sin pensar en el después.

 

¿Qué ocurre Lilian?...-dije con mucho dolor en la boca- ¿tienes celos?... –veía en su rostro que quería decirle y más la enrabiaba-  ¡ohhh qué pasó! –Dije burlándome, hasta una risa se asomó por mi voz-  tengo una cita con Courtney ¿la querías tú? Ohh no lo sabía –terminé sonriéndole.

 

-¡¡cállate!! –Gritó con odio, su puño se clavó con fuerza en mi mejilla- ¡te mataré, prometo que lo haré! –seguía golpeándome pero no, yo ya había ganado la pelea.

 

Me dolían, realmente me dolía, pero disfrutaba la sangre que corría por mi frente, ahora me golpeaba con razón, y mi voz le hizo más daño que todos sus golpes en mí.

 

-eh…¡¡¿Oye qué te pasa?!! –escuché una desconocida voz a lo lejos acercándose,  debido a los golpes ya ni podía respirar bien, sentía mareos y la vista extraña, creí quedarme inconsciente de a poco.

 

-Es la capitana… corre…-le dijo Rebecca huyendo del lugar.

 

Lilian fue alejada de mí con rapidez, me levanté un poco, lo suficiente para poder escupir la sangre que tenía, el anillo de Lilian me había roto el labio, al ver demasiada sangre salir, el pánico se apoderó de mí.

 

-Court…-balbuceó Lilian, miré a su dirección y una animadora la golpeó en el rostro con brusquedad.

 

-¡¡¡¿acaso eres idiota?!!! ¡¿Cómo te atreves?! –Lilian parecía asustada ante esa persona.

 

Lilian se paró con rapidez y salió corriendo por quizás qué lado, yo seguía en el piso intentando pasar el aire por mis pulmones, sin ahogarme con la sangre.

 

La chica me agarró de los hombros, estaba lo suficientemente débil como para defenderme de ella si me iba hacer daño.

 

-¿Estas bien? ¿Puedes respirar bien? –Me preguntó, su mano se posó en mi rostro, me ayudaba a levantarme del piso, era como un ángel entre todo el ajetreo, la fuerza de sus manos en mi cuerpo era una extraña protección,  intenté observarla entre lo borroso de mi vista, su cabello era castaño, su mirada me acosaba con un hermoso azul, comencé a llorar.

 

-No te molestes…-le dije alejándome de ella, mi persona es sinónimo de asco para todas.

 

-No, no puedes andar así –me detuvo un poco, me abrazó levemente evitando que me cayera.

 

Miró a todo el alrededor, no sabía si sentirme bien o mal, el calor que me producían sus manos era totalmente majestuoso, podría haber dicho que me sonroje pero tenía la cara tan adolorida que ni eso podía estar segura.

 

Sentí un abrigo en mi espalda, entre la vista que recién se me arreglaba, una chaqueta del club de futbol americano fue apoyada sobre mi cuerpo, evitando que se viera más de lo que podía verse, mi sostén rosa, que cubría mis pequeños pechos no era suficiente para tener algo de dignidad.

 

-G-gracias…-le dije con la voz quebrada, no podía mirarla, estaba agradecida que estuviera conmigo, podría recordar ese momento una y otra vez, y a pesar del dolor en mi rostro volver a sonreír como idiota.

 

-Estarás bien, déjame acompañarte a la enfermería, por favor- su voz era hermosa, pacífica, dulce, tan ella.

 

Difícilmente podía caminar, me cubrí en lo posible con su azulada chaqueta, me dirigí por el edificio principal.

 

-Espera… por ahí no, aún hay gente –dijo tomándome la mano, llevándome en la dirección contraria –gracias al evento de citas por aquí ya no hay tantas personas.

 

Su mano… recuerdo tan nítido y gentil ese momento, sus dedos cubriendo los míos, la pequeña capa de sudor que nos juntaba,  sólo veía con la mirada gacha como sus zapatillas me arrastraban detrás de ella. Deseo ahora poder revivir ese momento, soportaría los golpes que Lilian me diera a su gusto por volver a tomarle la mano, la calidez que expendían sus palabras y la fuerza indirecta que me protegía.

 

Entramos al edificio de enfrente, cada vez que había una chica en los pasillos, ella, esperaba un momento delante de mí para que se fuera, y no nos vieran pasar, como si ocultándonos del mundo estuviéramos, entramos en la enfermería.

 

-¡Joder! –Exclamó enojada- que sea fin de semana no les da derecho a no tener enfermera –dijo molesta con la mirada inquieta.

 

La veía y la vez no la veía, pensaba para mis adentros el bendito momento en el cual apareció, su cuerpo era bien formado de ser porrista era algo obvio, parecía un par de años mayor que yo, necesitaba alzar mi vista a su lado, ya que era media cabeza más alta que yo.

 

-Tranquila… no te preocupes –le dije sentándome sobre la camilla de ese cuarto impregnado de blanco, con la cabeza gacha empezaba a suspirar.

 

Se acercó a mí, posó su delicada mano sobre mi frente, quitándome el cabello que escondía mis ojos, miró mi rostro de cerca, estaba adolorido, sangrante y avergonzado, lleno de miedos. Me miró con tristeza, sus azulados ojos crearon una pequeña capa de lágrimas sobre sus pupilas. Observó atenta la estantería de nuestro costado.

 

-Espera, sé que hacer…-dijo antes de ir a ella a revolver los útiles.

 

-No te molestes…

 

-No me molesto –esbozó con la primera sonrisa- te desinfectaré en lo posible, confía en mí –con un pequeño trapito empapado de agua comenzó a acariciarme las facciones quitando todo rastro de suciedad y sangre.

 

Lo disfrutaba, el frío del agua besándome las mejillas, cerré los ojos, escuchaba su respiración y los fuertes latidos de mi corazón.

 

-¿qué ocurrió? –preguntó distorsionando su perfecto rostro a una apariencia iracunda y extrañada.

 

 

-Es normal –le dije- siempre pasa –mientras su mano me acariciaba, yo sentía lo mismo, mi rostro acariciaba su mano, me gustaba sentirlo así.

 

-Ella estaba destrozándote, algo muy grave le hiciste ¿o qué? –dijo secándome el rostro con un poco de gaza.

 

-Soy la vergüenza de este lugar… -voltee mi vista- creen que hice trampa en algo que ni siquiera sé realmente como pasó- le confesé recordando hasta el último segundo cuando Cooper gritó mi nombre en el gimnasio.

 

-¡¿Trampa?! –Dijo empapando un algodón en alcohol –te arderá un poco…

 

Puso el algodón en mi mejilla, ardía como fierro hirviente apuñalándome, pero su sonrisa me tranquilizaba y nada podía sanarme mejor que aquello.

 

-Arruiné el día de citas –mi voz se quebró, mi llanto empezó tortuoso y caían mis lágrimas sobre el alcohol.

 

-Ni creas, yo lo hice peor- se reía-  Cooper está muy enfada conmigo –dijo melancólica acariciando mi rostro con el algodón, la sanación me parecía un simple pretexto para que me tocara.

 

-Mi nombre salió sorteado ayer… la chica que me estaba golpeando, lo hacía por esa razón –mi voz era baja, pero por dentro me reía al ver esa expresión en su rostro, y el dolor que le era más fuerte a ella que a mí.

 

-¿Cómo te llamas? –sonrió al ver que yo lo hacía, me preguntó aquello mientras quitaba los mechones de mis ojos.

 

-Dénnis –le dije con un sabor amargo en la boca, pronunciar mi nombre no era muy cómodo ahora.

 

Me miró extrañada un momento, cerró los ojos suspirando unos segundos, abrió sus ojos repentinamente debido a la sorpresa examinando mis facciones.

 

-¿Miller? –preguntó con una ceja alzada y una cara de poca seguridad.

 

Me aplicaba una pomada en los labios, que me mirara tanto me ponía nerviosa.

 

-¿Tanta fama tengo ahora? –dije creyendo que después del show en el sorteo, nadie olvidaría mi nombre.

 

-Eres mi pareja este año –se reía con una dulce risa- o bueno lo eras, creo que nos descalificaron –seguía riendo, como si fuera una situación normal o no le interesara en lo absoluto, en cambio a mí era el fin del mundo y…¡¿su pareja?!

-¿Eh?...-exclamé entre horror y confusión, espera…  ¿entonces ella es “esa persona”?

 

-Me llamo Courtney Evans –me estrechó su mano y su rostro se puso serio- siento mucho haber arruinado tu inscripción, esto no sé cómo pasó –dijo distorsionando su rostro a vergüenza.

 

Recuerdo que solía verla como una más, pero en verdad era bella, perfecta, amigable… con razón todos la amaban y aprovechándome de esa circunstancia yo también la ame, pero como ningún otro pudo hacerlo.

 

-Tienes que irte, no pueden verte conmigo –le dije alterada.

 

-Hey qué cosas dices, no te preocupes –agarró mis hombros- olvidé asistir al sorteo, y me quedé dormida bajo el árbol donde esa…-pensó enojada- chica… te estaba golpeando, no puedes inscribirte después de la fecha, pero Cooper me exigió hacerlo y puse la esfera en la urna equivocada, al menos eso dijo Cooper –dijo mirando al horizonte como recordando.

 

-Disculpa… ellos esperaban que salieras con otra persona –dije recordando la multitud de chismes que pasaron.

 

-¿A qué te refieres? –preguntó con un rostro adorable ¡¡seguía agarrándome de los hombros!!

 

-Eres muy popular aquí por eso.

 

-¿Tú crees? –dijo alzando una ceja.

 

-¿qué no lo sabes? – recordaba eso y luego todo era tan evidente.

 

-Bueno…-dijo dudosa.

 

-Todas querían que salieras con el capitán del equipo de futbol, un tal Brad, creo –le dije recordándolo, después de todo era lo único que se habló durante las dos semanas.

 

-¿Brad? –Cerró los ojos mordiéndose el labio inferior- ¿por qué? –dijo extrañada.

 

-Dicen que ustedes están enamorados – Courtney me parecían tan adorablemente idiota en ese entonces.

 

Me miró unos segundos dudando de mis palabras, hasta que su risa rompió el silencio.

 

-No lo conozco –dijo mordiéndose el labio inferior con una risotada.

Era encantadora, solía morderse el labio y a mí me hacía gracia, después como supuse, sólo eran chismes.

 

-¿Y a dónde quieres ir? –dijo limpiando cada herida en mi rostro.

 

-Quiero morir…-le dije entre sollozos con los ojos llenos de tristeza, la realidad volvía a mí.

 

Parecía no tener palabras, simplemente ella me abrazó… su cuerpo, la calidez de su cuerpo, como poder explicar aquella hermosa sensación de seguridad, cuando hace años no recibía un abrazo.

 

Sentí un beso en mi frente, caliente y adorable, recorrió mi mejilla hasta alejarse, desapareciendo y volviendo como una hermosa mirada sobre la mía.

 

-No mueras –dijo- … tenemos una cita –dijo sonriéndome.

 

 

 

 

Notas finales:

Si alguna de mis fans locas *se siente sexy* se pasa por aquí ewe dos cosas:

1) ya escribiré el cap del Nicco x Arly <3

2) las amo <3

3) las amo <3

4) las amo <3

5) todas las anteriores.

 

                                              ¡Saludos! Sthephannia <3


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