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Spiteful Fate por carina_mew12

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Notas del capitulo:

hola de nuevo owo/

lamento mucho la tardanza, pero seguimos con las escenas de acción y ya saben que esas me cuestan mucho, más que los lemon jajaja xD y no pude pedir ayuda así que lo hice yo solita, espero que lo disfruten m(_ _)m

nos vemos abajo~

15. Hermanos

- no dejaré… que toques a mis amigos…- a pesar del dolor y la rápida pérdida de sangre, Shachi extendió los brazos frente al enemigo para cubrir a los tres a sus espaldas- mucho menos… agh… tocarás a mi… mi amado Penguin…

- suéltalos Doffy- una voz profunda interrumpió la pelea junto con el chasquido de un arma cargándose. Al girar levemente los ojos pudo ver el resplandor metálico de una pistola a centímetros de su sien junto a una pálida mano sosteniendo el gatillo- ellos no tienen nada que ver contigo

- Rocinante…- las gafas sobre su rostro cubrían sus ojos pero aun así se podía percibir la sorpresa del hermano mayor.

- 01746, Comandante Donquixote Rocinante de la División Especial del Comandante en Jefe Sengoku- se presentó formalmente el menor ante su hermano- ¡Donquixote Doflamingo, estás bajo arresto!

- fufufu, es una broma ¿cierto?- Doflamingo dejó caer el brazo con el que sostenía su arma y se llevó la que tenía libre hacia la frente, tratando de contener las venas que resaltaban sobre su frente- ¿tú, mi propia sangre traicionándome? No me lo puedo creer, además… ¿desde cuándo hablas Roci?

- siempre he podido hacerlo, es sólo que no tenía nada de qué hablarle a alguien como tú- tragó lento, debía controlar su pulso o se daría cuenta de lo nervioso que estaba- entrégate de buena manera Doffy, no quiero tener que lastimarte

- adelante- el mayor no retrocedió, al contrario, dio unos cuantos pasos al frente para dejar el cañón del arma justo sobre su pecho- dispara Rocinante, estoy esperando…- su sonrisa se hizo más amplia al ver los ojos de su hermano; jamás le vio dispararle a alguien y como policía seguramente tampoco lo había hecho- ¿desde cuándo? ¿Cuánto tiempo hace que me ves la cara de imbécil?

- ¿recuerdas cuando éramos niños? Te dije que no dispararas, que no podías matar a nuestro padre pero aun así lo hiciste para tomar su lugar dentro de la familia. En ese momento supe que no quería pertenecer a tu mundo, ¡no podía seguir siendo tu hermano!- un golpe seco le cerró la boca e incluso le aflojó un diente; el mayor acababa de golpearle de lleno en la cara con la culata de su arma.

- así se dispara un arma-  con facciones serias y sangre fría, Doflamingo disparó tres veces contra la pierna de su hermano menor, quien enseguida cayó gritando del puro dolor. Pero ese dolor no se comparaba con el que Doflamingo sentía en el pecho, quizá era la única vez en su vida que había sentido las lágrimas acumularse en sus orbes… mas logró contenerlas, ese sujeto en quien estúpidamente había confiado no merecía ni una sola. La mira del arma subió hasta la frente de su hermano, sólo bastaba una bala más para acabar con aquel traidor; haló el gatillo y escuchó el chasquido del disparo… y nada, la bala no salió. Disparó una, dos, cuatro veces más con el mismo resultado; había agotado sus balas con Law y los otros sujetos. Aunque todavía le quedaban las armas que portaban los heridos a sus espaldas. El rubio sonrió y se giró de un movimiento hacia donde estaban los otros; o mejor dicho, a donde solían estar, pues lo único que quedaba de ellos era un caminillo hecho de gotas de sangre- no tienten mi paciencia, sabandijas. Sólo muéranse de una vez- se guardó las manos en los bolsillos y avanzó tranquilamente; no tenían sitio a dónde escapar y con sus heridas seguramente no llegarían muy lejos…

****************************

Habían aprovechado la distracción de Doflamingo para escapar del sitio, no querían desperdiciar la oportunidad que Corazón les había brindado. Sin embargo, con las heridas que llevaban sabían que no tenían oportunidad alguna y la policía estaba tardando mucho en entrar.

- yo lo distraeré- fue Sanji quien se ofreció. Se acercó a Shachi y tomó una de sus cuchillas para rasgar un trozo de su empapada camisa, exprimiéndola levemente para dejar caer unas gotas de sangre- puedo distraerlo al menos un rato, ustedes busquen ayuda- no esperó que los otros dijeran algo, tan sólo comenzó a correr en dirección contraria  a ellos mientras dejaba un falso rastro de sangre

- no deberíamos dejarlo ir solo- Penguin era el menos herido en esos momentos, así que arrastró al pelinaranja y a su jefe a la primera habitación que tuvieron cerca, un pequeño pero lujoso baño- ¿cree que esté bien?

- cuando corrió apoyaba su pierna derecha de forma extraña, por supuesto que no está bien- Law se dejó caer en el suelo junto a Shachi, quien apenas y  mantenía los ojos abiertos- sólo nos queda confiar en que pueda sobrevivir, nosotros tenemos problemas propios- le quitó a su subordinado su otra cuchilla y se recargó en la orilla de la bañera. Palpó su hombro y sin aviso se clavó el cuchillo en el hombro; tuvo que meterse la cortina de baño en la boca para no gritar

- ¡¡jefe!!- Penguin se arrastró por el piso hacia donde el moreno al ver un chorro de sangre brotar de pronto- ¡¿jefe, qué hace?!

- ngh… sólo saco las balas- hizo palanca con la hoja del cuchillo hasta que la bala salió de su piel, botando en el suelo junto con otras gotas de sangre- Doflamingo no disparó en ningún punto vital, el muy infeliz quería que sufriera hasta el último momento. Tras esa sacó varias balas más, al menos unas cuatro, y luego bajó el cuchillo hacia su pierna- Penguin, mantén a Shachi despierto, esto sólo me tomará un minuto

- bien- el pelinegro regresó a donde el otro, quien sólo sonrió al verle- no tenías que hacer eso idiota- levantó cuidadosamente la cabeza de Shachi y la colocó sobre sus piernas mientras le acariciaba- no te atrevas a morirte aún ¿entendiste?, o veré la forma de revivirte para matarte a golpes

- haa… no te desharás… tan fácil de mí…- sus labios se curvaron sutilmente- Kuroashi tenía razón… no hay mejor forma de… demostrar tus sentimientos que hacer algo inesperado…- sentía que la vida se le iba en cada suspiro, incluso le costaba enfocar la mirada- estoy exahusto… creo que… dormiré un poco…

- ¡no Shachi, no cierres los ojos! ¡no los cierres!- le dio unas cuantas palmaditas en su frente- ¡Shachi el jefe dijo que no te durmieras, no puedes dejarme!

- baja la voz Penguin- el moreno se había cubierto las heridas con tela de su propia ropa para detener la hemorragia y soportar el dolor, así que tuvo fuerza suficiente para levantarse y reunir todas las toallas del baño- voy a hacer lo que pueda. No sé qué tan profunda es su herida pero está perdiendo mucha sangre- colocó una de las toallas sobre la herida y tomó una de las manos de Penguin para que sostuviera la toalla- mantén la presión constante y no dejes de hablarle, yo me encargo del resto- aflojó un poco la ropa del pelinaranja y usó las toallas restantes para cubrir su cuerpo y mantener su calor.

Lo primero que hizo fue despejar sus vías respiratorias sacando los residuos de sangre de su boca, fuera de eso estaba consciente así que aún tenía oportunidad de salvarse pero se les acababa el tiempo, tenía que ir por ayuda. Justo en ese momento un fuerte golpe les encogió el corazón a los tres; del otro lado de la puerta podía verse una silueta merodear antes de dar otro golpe. Si esa puerta se abría ninguno de los tres saldría con vida de ahí

- ¡¿hay alguien ahí?!- lo escucharon claro, una voz fuerte pero infantil a la vez habló desde el otro lado- ¡oi, ¿hay alguien?!

- ¿Luffy?- era imposible, le había ordenado al menor salir junto con su hermano; ahora que lo pensaba era una estupidez, esos dos siempre hacían lo que les venía en gana. Pero no pudieron llegar en mejor momento, así que Law finalmente abrió la puerta- ¡Luffy, necesito que…!- sabía que esos dos hermanos estaban afuera pero no esperaba ver al peliblanco también- ¿Smoker?

- ¡Torao!- el chiquillo prácticamente le tacleó y le tiró en el suelo. Aunque su alegría duró poco al notar toda esa sangre no sólo en el moreno, sino en la habitación completa- ¡Torao, estás herido!

- estoy bien, Shachi es quien necesita ir al hospital ahora- miró a los otros dos, Smoker estaba igual o peor que ellos, por lo que su única esperanza eran los hermanos D.- no podemos moverlo más o agravaremos su condición, tienen que traer a alguien

- Luffy, esto va a sonar como una locura pero debes salir de la mansión- le ordenó el pecoso- la policía está afuera, seguramente ya han llamado una ambulancia. Busca ayuda, diles que hay heridos aquí- sujetó al menor por los hombros y le miró directo a los ojos- Law y los demás dependen de ti Luffy, sé que puedes hacerlo

- ¡Salvaré a Torao!- el menor alzó los brazos en pose de victoria, quizá no era la persona más inteligente del mundo pero sabía cuándo ponerse serio y definitivamente no quería decepcionar a su hermano y mucho menos podía dejar que el moreno o alguno de sus amigos muriese. Echó los hombros hacia atrás, aspiró con fuerza y corrió tan rápido como le dieron sus piernas; no pararía de correr hasta que encontrase ayuda.

- ¿dónde está Sanji?- el peliblanco fue el primero en percatarse que faltaba alguien ahí, el único que no tenía entrenamiento para afrontar ese tipo de situaciones

- está distrayendo a Doflamingo- le respondió Penguin sin dejar de acariciar el cabello de Shachi- dejó un camino falso para que lo siguiera. Sólo espero que no lo haya alcanzado todavía

- joder, ese tonto no aprende- a veces Sanji podía ser igual de temerario que Luffy y eso preocupaba a puños de fuego. Debía llevar al rubio al altar con Zoro costara lo que costara- Smoker, lamento esto- bajó el brazo con el que el mayor lo rodeaba y le empujó hacia dentro del baño antes de cerrar la puerta de nuevo

- ¡Ace!- el comandante intentó abrir la puerta pero el pecoso se las había ingeniado para asegurarla desde el otro lado. En su desesperación, Smoker golpeó a puño cerrado la puerta sin lograr nada, no estaba en sus mejores condiciones-  ¡¡Ace, no hagas cosas innecesarias!! ¡Abre la puerta!

- espera aquí, volveré pronto- le habló con completa tranquilidad- Saldremos de este sitio y te daré la familia que mereces

********************************

Sus pasos se hicieron más lentos conforme avanzaba por la mansión pues el dolor en su pierna estaba intensificándose; aquel bastardo le había roto algo, de eso estaba seguro. Pero Sanji no podía detenerse, no cuando contaban con él para distraer a ese sujeto, no tenía más opción que sujetarse de la pared y seguir hacia la salida. Su pierna herida apenas y tocaba el suelo pero era suficiente para producir el sonido de sus pisadas… no, esas no eran sus pisadas. Se detuvo sólo para cerciorarse y de pronto se dio cuenta, alguien estaba caminando detrás de él. Miró por encima de su hombro sólo para comprobar lo que ya temía, Doflamingo acababa de alcanzarle, marcando sus pasos en el suelo mientras reía sínicamente

- ¿de verdad creíste que ibas a engañarme Don Sanjino? No, Kuroashi Sanji- su larga lengua se paseó por encima de sus labios mientras se acercaba al herido cocinero- no me interesan esos idiotas, no tienen a dónde escapar y seguramente al menos uno ya esté muerto, pero tú… tú y los nietos de Garp arruinaron mi gran noche- de tres largos pasos se colocó frente al otro y le levantó del cuello con suma facilidad, dándose el lujo de apretarle para impedir que el aire siguiera entrando- voy a hacer lo que Crocodile nunca pudo, deshacerme de ti para siempre- una de las manos del cocinero se movió con rapidez y le clavó un cuchillo directo en el antebrazo esperando que lo soltase, pero no fue así. La sangre y el dolor no era suficiente para detener a Doflamingo, de hecho le sujetó con más fuerza hasta que le hizo soltar el cuchillo y se lo quitó- vaya que eres persistente. Tan sólo muérete en silencio, me aseguraré de enviarle tu cuerpo a Roronoa- escuchó un sonido metálico cortar el aire segundos antes de ver una de las lámparas del corredor hacerse añicos- creí que te había enseñado cómo disparar un arma, Rocinante- no necesitaba mirar para saber que su hermano menor era quien había hecho eso pero aun así Doflamingo se giró sobre sus tobillos para verlo a la cara mientras dejaba caer al rubio cocinero- ¡dispara Rocinante, mátame!- guardó el cuchillo que recién había obtenido entre su abrigo y levantó sus brazos, dejándole vía libre al menor para atacarle

- no lo haré- Corazón dejó caer el revólver al suelo y lo pateó lejos de su alcance y el de su hermano- ¡no voy a dispararte, no seré como tú!

Ante esas palabras las venas de la frente del mayor palpitaron furiosas, como si de un momento a otro fueran a estallar. Pero el que estalló en realidad fue Doflamingo, quien enseguida se fue sobre el otro rubio tumbándole en el suelo y golpeándole a puño limpio en la cara. Los lentes del menor se hicieron trizas y su cara comenzó a hincharse por las contusiones y la sangre comenzó a fluir por los orificios de su rostro

- ¡¿por qué Roci?! ¡¿por qué me obligas a lastimarte?!- sus nudillos estaban empapados con la sangre de su hermano mas eso no impedía que lo dejara de golpear- ¡¿por qué lo hiciste?!

- porque… te amo, Doffy…- Rocinante sonrió alegre y sinceramente a pesar de tener la cara hecha un desastre; esa expresión bastó para descomponer al mayor, deteniendo finalmente sus furiosos puños. Lo único que podía ver Corazón en esos momentos era la silueta de su hermano encima suyo, ¿qué estaría pensando?, ¿cómo se sentiría? Hubiera preguntado directamente de no ser porque otra sombra apareció detrás de ellos y literalmente le quitó al mayor de encima de una certera patada.

- oye, ¿estás bien?- el cocinero aún y con pierna herida se las había ingeniado para soltarle una buena patada a Doflamingo. No sabía quién era ese sujeto pero les había ayudado y eso bastaba para ayudarle también- ¿puedes levantarte?- las heridas de bala en su pierna eran más que obvias, seguramente estaba peor que él, así que le tendió la mano para ayudarle a levantarse.

- ¡cuidado!- lo vio en cámara lenta mientras tomaba la mano de Kuroashi; su hermano se había levantado y, cual bestia, levantó sus brazos para atacarle… pero otra sombra apareció detrás de ellos inesperadamente y le soltó un golpe que lo dejó tumbado en el suelo de nuevo- ¿Eustass?- ese cabello alborotado color rojizo y ese macizo cuerpo eran inconfundibles- ¿qué haces aquí?

- sólo estoy devolviendo el favor- estampó al rubio contra la pared más cercana, sosteniéndole con el brazo que todavía le servía- quizá no esté en mi mejor condición, pero aun puedo detenerte Joker

- eres como una maldita plaga- estaba harto de ese maldito así que decidió usar un as bajo la manga, literalmente. De entre su abrigo rosa deslizó aquel cuchillo que le había quitado a Kuroashi y lo encajó justo en el costado izquierdo de Kid.

El pelirrojo tan sólo frunció el ceño al sentir el arma atravesándole la carne mas no era un dolor que no pudiese soportar; o al menos eso pensó hasta que el otro comenzó a girar la hoja de la cuchilla, ensanchando la herida y tocando partes sensibles entre sus músculos. Fue cuestión de distraerse un par de segundos por el dolor lo que le permitió a Doflamingo levantar una pierna y sacarse a ese tipo de una patada, dejándole espacio suficiente para respirar. Pero no podía darse el lujo de distraerse pues su hermano menor le atacó a puño cerrado al mismo tiempo que Kuroashi usaba la poca fuerza que le quedaba en las piernas para asestarle una patada en las costillas.

La patada la recibió directo pero detuvo el golpe del menor con una mano y le empujó lo suficiente para hacerle retroceder unos cuantos pasos, formando una abertura perfecta para usar el último método desesperado que le quedaba… tiró de la pierna de Sanji y le acercó lo suficiente a él, y con la mano que le quedaba libre sujetó el brazo del rubio y le hizo girar de un movimiento, torciéndolo sobre su espalda al mismo tiempo que colocaba el filo del cuchillo sobre su garganta. El cocinero intentó resistirse pero lo único que logró fue lastimar su cuello al intentar tragar saliva, el rubio era demasiado fuerte como para soltarse de su agarre.

- ¡Joker, habla la policía!- hablaba alguien a través de un megáfono o algo similar, pues se escuchaba en cada rincón de la mansión, o al menos eso aparentaba- ¡Los líderes del bajo mundo han sido capturados, ya no hay nadie que pueda ayudarte! ¡Sal en buenos términos y consideraremos no usar la fuerza bruta!

- fufufu, justo a tiempo- sus manos sujetaron con más firmeza al rubio, sacándole un quejido del dolor- hagamos un trato, Roci. Sácame de aquí y no le rebanaré la garganta a este sujeto

- ¡como si import…!- las palabras de Kid fueron interrumpidas cuando sintió una mano posarse cobre su hombro, encontrándose al girar con el gesto de Corazón negando suavemente

- no Kid, yo me encargo- agradecía la ayuda que intentaba brindarle pero no podía arriesgar a más personas- el lema de la policía es proteger y servir, ¿qué clase de oficial sería si dejo que lastimes a un simple civil?- suspiró profundo en señal de derrota- de acuerdo Doffy, te sacaré de la mansión

- bien pensado querido hermanito. Ahora camina- hizo un gesto con la cabeza para indicarle al menor que fuera al frente- y tú Kid-chan, sé un buen chico y quédate aquí

- descuida Eustass, volveré en cuanto Kuroashi esté a salvo- le regaló una última sonrisa al pelirrojo antes de marcharse con los otros dos. Qué amargas eran las mentiras. Una vez vio a Doflamingo asesinar a un tipo sólo porque había derramado vino en una de sus preciosas alfombras, no había manera que a él le dejara vivir pero al menos debía asegurarse de poner al rubio a salvo. La voz en el megáfono y los constantes sonidos de armas detonadas opacaban bastante el ruido de sus pasos al estar cada vez más cerca de la salida pero no era necesario escucharlo, esa sensación fría en la nuca de Corazón era suficiente para saber que su hermano mayor seguía detrás de él, tramando algo en su mente- Promételo Doffy, promete que Kuroashi estará a salvo cuando te marches

- claro, él estará a salvo- y de pronto lo sintió, un empujón que hizo que sus pies tropezaran seguido por un intenso dolor en la espalda- lamentablemente tú no, Roci- Doflamingo sacó el cuchillo del cuello del cocinero sólo para clavarlo en su hermano, esta vez cargado con todo el odio que tenía contenido- ¿duele, no es así?- le habló cerca de su oído mientras sentía el peso de su hermano recargándose contra su pecho- duele que alguien en quien confías te apuñale por la espalda…

- Doffy…- mientras su cuerpo parecía caer lentamente su vida pasó ante sus ojos; pese a la clase de familia que tuvo la había disfrutado en todo momento, tan sólo le hubiera gustado tener un poco más de tiempo para hacer algunas cosas, quizá… agradecer a Trafalgar por su ayuda y… conocer un poco más a Eustass Kid…

**************************

Tal vez Luffy no conocía esa mansión pero al menos podía decir que conocía a la mayoría de personas que estaban ahí. La misión que le había dado su hermano mayor era simple, pedir ayuda; sólo debía esquivar a los que reconocía como enemigos y seguir avanzando hacia afuera o al menos a alguien que tuviera pinta de ser policía o médico. Su avance había sido relativamente tranquilo hasta que alguien se atravesó en su camino; esa mujer que había visto en el departamento de policía donde trabajaba su hermano en algunas ocasiones y luego esa noche junto a Doflamingo… incluso él pudo darse cuenta que ella los había engañado.

- ¡oye, mujer!- le gritó el chico de paja señalándola- ¡dime dónde está la salida!

- me encantaría decírtelo pero no puedo dejar que salgas de la mansión- la peliverde tan sólo sonrió mientras permanecía de pie en el corredor observando al chico- si te detengo, el joven amo estará muy feliz~- levantó una mano y movió el dedo índice hacia ella misma, indicándole que se acercara- vamos pequeño, muéstrame si eres tan fuerte como tu abuelo

Enfurecido, Luffy levantó su puño y corrió hacia aquella mujer que sonreía sin preocupación alguna, como si estuviese muy segura de sí misma. Pero era imposible que ella ganara, lucía tan frágil y escuálida, por algo decía Sanji que no se debía golpear a una mujer, pero ella se lo había ganado a pulso. Justo cuando su puño estuvo por conectar contra el vientre de la peliverde ella se movió grácilmente hacia un lado, eludiendo su ataque con facilidad. Luffy dio unos cuantos saltitos para no caer y volvió a atacarla, sin embargo la chica volvió a esquivarle con facilidad. A cada golpe que lanzaba, la chica tan sólo se hacía a un lado y le dejaba pasar, haciendo enojar cada vez más al pelinegro

- ¡quédate quieta!- gruñó molesto el menor sin dejar de intentar golpearla- ¡esto no es una pelea, sólo estás huyendo!

- hay muchas formas de ganar una pelea- Monet soltó una risita antes de esquivar un ataque más en el cual vio la oportunidad perfecta para contraatacar. Aprovechando el punto ciego que el chico había creado, la peliverde hizo su movimiento y se apartó enseguida para evitar ser alcanzada por sus golpes

- ¡agh!- Luffy trastabilló un poco al sentir un dolor punzante en uno de sus brazos. Por un momento creyó que la chica lo había apuñalado mas al llevarse la otra mano hacia el brazo herido se dio cuenta que lo que tenía incrustado entre los tejidos era una jeringa con apenas unas cuantas gotas de un líquido rosado. Enseguida Luffy se quitó aquella molesta aguja y la tiró lejos para comenzar a revisarse- no pasó nada…

- espera un momento, sólo es cuestión de unos segundos…- vio que el pelinegro corrió de nuevo hacia ella pero esta vez no huyó pues sabía que no lograría alcanzarla. Y así pasó. Los pasos del menor se hicieron más lentos hasta que finalmente cayó de rodillas castañeando los dientes y con el cuerpo temblando de pies a cabeza- oh, ahí está. El joven amo es más bien conocido en el bajo mundo por traficar con drogas sumamente extrañas, justo como la que acaba de entrar en tu torrente sanguíneo. Al principio no sientes nada, pero cuando la sangre contaminada llega al corazón, comienza a hacer efecto… tus latidos se van haciendo más lentos y pronto toda tu energía desaparece; la sangre deja de circular como es debido, los pulmones no se llenan de suficiente aire, tu temperatura desciende más y más; es como si tu cuerpo se apagara lentamente- se acercó al nieto de Garp y se puso de rodillas frente a él, sujetando su rostro entre sus delicadas manos- no es algo mortal pero si tu corazón no es lo suficientemente fuerte, morirás sin duda- la chica se relamió los labios y le regaló un pequeño beso en la frente al chico antes de abrazarlo- vamos, deja que ese frío te consuma… se siente bien, ¿cierto? Es como si tomaras una pequeña siesta- recargó al muchacho sobre su hombro y le dejó descansar, seguramente no volvería a abrir los ojos.

“Law y los demás dependen de ti Luffy”

Qué extraño, parecía como si Ace le llamara de algún sitio cercano pero era imposible, su hermano estaba… ¿en dónde estaba? Ah, sí. Había ido a buscar a Sanji porque estaba en peligro; sí, ahora recordaba, Sanji estaba en peligro al igual que Torao, humitos, el pingüino y su novio; estaban muy heridos, había mucha sangre la última vez que le vio, necesitaban ayuda…

“Sé que puedes hacerlo”

Sus ojos se abrieron de golpe, ¡NO! ¡No podía sólo quedarse a dormir! ¡Tenía que ayudar a todos, tenía que ayudar a Ace! Su ceño se frunció y enseguida abrió su boca, propinándole una buena mordida a la peliverde.

Monet gritó de dolor y lo apartó enseguida, y como había hecho ella, Luffy aprovechó su distracción y la golpeó de lleno con la cabeza en su frente. La mujer parecía mareada, confundida, era el momento perfecto para golpearla, sólo esperaba que Sanji no se enterara o jamás volvería a cocinarle. Apretó un puño, el que estaba menos dormido en esos momentos, y lo encajó en el estómago de la chica con tal fuerza que sus ojos quedaron en blanco y cayó de lado en el suelo, con unos cuantos hilillos de sangre bajando por su cabeza y sus finos labios.

El menor de los hermanos D. rio bajito, había ganado una pequeña batalla pero aún no estaba bien, por lo que literalmente tuvo que arrastrarse por el pasillo para seguir avanzando, sus amigos lo necesitaban. El frío en su cuerpo era tal que comenzaba a dolerle el pecho pero no podía rendirse, tenía que encontrar ayuda, no le importaba si moría en el intento

- abuelo…- murmuró luchando por mantener sus ojos abiertos; recordaba perfectamente al anciano en esa pelea, peleó hasta el último aliento para defenderlo, tenía que hacer lo mismo o no lo lograría.

- ¡hay alguien aquí!- una silueta enorme apareció de pronto en el pasillo con lo que parecía una linterna en mano, por lo que no podía verle el rostro, ¿su abuelo había ido a buscarle?- creo… ¡creo que es el nieto de Garp! ¡está herido!

- ¡¿qué?! ¡¿Luffy?!- esa voz, estaba seguro de haber escuchado esa voz antes. Una segunda luz apareció de pronto y se acercó a él con rapidez, moviéndole ligeramente- ¡Luffy soy yo, soy Shanks! ¡Luffy, ¿puedes escucharme?! ¡¡Luffy!!

- ¿Shanks?- era verdad, esa voz era del pelirrojo. Sonrió suavemente, al menos había encontrado a alguien que los ayudara- Shanks… están heridos…- su tembloroso brazo se levantó señalando hacia el camino que según él había tomado y en donde estaban sus amigos- tienes que… ayudarlos…

- ¿Luffy? ¡¡Luffy, no cierres los ojos!! ¡¡LUFFY!!

**************************

Lo único que tenía que hacer era seguir el rastro de sangre en el suelo y estaba seguro que podría encontrar a Sanji. Tenía que darse prisa, tenía que ir más rápido pues el rubio era un simple civil después de todo, una persona que fácilmente se podía impresionar cuando un arma le apuntara, alguien que no podía defenderse en esas situaciones. Apuntando su pequeña lámpara al suelo Ace aceleró el paso, lo que más temía era que Zoro perdiera a la persona que amaba; conocía esa sensación y no deseaba que nadie más pasara por ello.

- ¡Sanji!- finalmente vio a alguien en ese inmenso pasillo, tenía que ser el rubio y el que estuviera solo le dio esperanzas. Sin embargo al acercarse se dio cuenta de que algo estaba mal, no porque el cocinero estuviera paseando de lado a lado del corredor, sino porque al estar junto a él se hizo más grande, más musculoso… ese no era Sanji. Se detuvo en seco al reconocer al pelirrojo e inevitablemente la ira subió rápidamente a su cabeza- Eustass Kid- sus palabras estaban llenas de odio, fue por culpa de ese sujeto que nadie pudo ayudar a su abuelo

- puños de fuego- respondió el otro con el mismo odio, no le agradaban los policías pero en ese momento no podía confiar en nadie más- Smoker tenía razón, deben hacer una revisión entre el personal de policía, parece que cada vez son más incompetentes

- ¿y tú qué sabes de Smoker?- apuntó sus armas hacia él, si se atrevía a acercarse a su amado no dudaría en vaciar sus armas contra ese tipo

- yo arrastré su trasero hasta la mansión. Dijo que tenía a alguien importante a quien salvar, y yo también tenía mis asuntos aquí, así que le acompañé- el pecoso se puso a la defensiva y seguía apuntándole, eso lo estaba molestando- si estás buscando a Kuroashi, sé a dónde fue

- ¿qué?- al escuchar eso bajó sus armas- ¿en dónde está?

- Joker lo tomó como rehén para salir de la mansión y yo no puedo seguirlos o asesinará a Corazón, por eso estoy aquí, esperando

- tal vez los oficiales no sean los más listos pero tú tampoco lo eres. Doflamingo no va a perdonar la vida de nadie, ni siquiera a su hermano menor. Va a matar a todos los que pueda antes de irse- el pelirrojo parecía legítimamente sorprendido cuando lo escuchó, por alguna razón sentía que actuaba diferente- dime por dónde se fueron, yo los salvaré

- sígueme- si lo que puños de fuego decía era verdad había sido un completo idiota al confiar en el rubio, si no hacía algo no iba a volver a verlo. No había visto todo el camino que los hermanos Donquixote habían tomado pero en el poco tiempo que estuvo trabajando para Joker había conocido cada rincón de la mansión y sabía exactamente a dónde iban.

Ambos llegaron justo a tiempo para ver esa macabra escena a lo lejos cuadro por cuadro, como si estuviesen viendo una película en cámara lenta; Doflamingo empujó al cocinero para dejar sus manos libres y apuñalar a su hermano menor por la espalda, quien enseguida jadeó adolorido mientras se desplomaba en el suelo. Al ver todo, Sanji intentó golpear a Doflamingo con una de sus potentes patadas pero su ataque no logró alcanzar a su objetivo pues Doflamingo lo esquivó con facilidad y enseguida el cuchillo que había herido a Corazón fue dirigido hacia Sanji… Ace intentó correr pero sabía que no lo lograría, estaba demasiado lejos; incluso usando sus armas éstas no alcanzarían a detener el ataque; aun así tiró los gatillos…

Y lo impensable sucedió. Portgas D. Ace, conocido por siempre acertar a su blanco, falló el tiro por unos cuantos centímetros, no sólo no había alcanzado su objetivo, había podido proteger a Sanji, no había forma de que esquivara ese…

- ¡¡Ni siquiera lo pienses!!- Sanji interpuso sus manos en el ataque de Doflamingo, atrapando su filosa hoja antes de que llegara a su pecho. Su sangre comenzó a derramarse enseguida, pero la expresión decidida del rubio no desapareció- ¡¡Ni tú ni nadie va a acabar conmigo!! ¡¡Tengo que asistir a una boda!!

Continued…

Notas finales:

a mi en lo personal me encantó la última escena xD Sanji arriesgando sus manitas para poder reunirse con Zoro asdasdasd *w* a ustedes qué les pareció?

bueno, qué les pareció el capi en general? xD no se olviden de dejar su opiniones~

omg, ya estamos tan cerca del final 8(>w<)8 qué les gustaría leer? ya han preparado sus pañuelitos para los siguientes capis?

bueno, espero leerlos pronto xD procuraré no tardarme tanto esta vez

bye bye~

 


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