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Spiteful Fate por carina_mew12

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Notas del capitulo:

holo peques!! no crean que me olvidé de los especiales xD es sólo que quería subirlos todos juntos, por eso sienten que me he tardado pero no (?) jajaja en fin, algunos capis son más largos que otros, aun así espero que los disfruten nwn nos vemos cuando hayan terminado de leer todos los capis owo/

Extra 1. Cautivo Corazón

De nuevo estaba ahí, literalmente pudriéndose tras las rejas. Esta vez ni siquiera tenía un compañero a quien molestar pues nadie quería compartir celda con Eustass Kid, un sujeto que prácticamente debería estar muerto pero que de alguna forma burló todas las leyes naturales y lo único que perdió tras una auténtica guerra fue su brazo izquierdo. Y a pesar de la falta de esa extremidad y de todas las cicatrices que ahora atravesaban su cuerpo, él seguía de pie en ese lugar, preguntándose el por qué seguía con vida. Ah, seguramente era por aquel sujeto. La primera vez que le fue a ver no le dio importancia, pero él siempre regresaba cada cierto tiempo con esa estúpida y enorme sonrisa a hablar con él a pesar de que nunca le respondía.

- Eustass, tienes visita- el pelirrojo gruñó al ver el par de guardias frente a su celda, no quería desperdiciar la única hora que tenía permitido salir escuchando parlotear a ese sujeto- anda, no tenemos todo el día- no podían esposarlo puesto que le faltaba un brazo, aun así los temerosos guardias tomaban sus precauciones con ese hombre colocando un extremo de las esposas en su brazo y el otro en el brazo de uno de los guardias

- comandante Rocinante, aquí está Eustass Kid- anunció uno de los guardias al rubio apenas llegaron a la habitación aislada especial que solía usar la policía para interrogar a los presos- ¿realmente necesita otra audiencia con él?- ya habían perdido la cuenta de cuántas veces había ido el comandante a ver a ese tipo en los últimos meses

- no me es permitido hablar del asunto, lo único que deben saber es que Eustass Kid tiene información valiosa para nosotros- el rubio ya estaba sentado frente a una sencilla mesa de metal, por lo que esperó a que soltaran al pelirrojo y tomara asiento- no se preocupen, lo tengo bajo control

- como usted diga- los guardias se miraron entre ellos y asintieron- estaremos esperando afuera, procure no tardar demasiado- ambos salieron en silencio, uno se colocó frente a la puerta a esperar y el otro fue a vigilar las cámaras.

- hace mucho que no nos vemos Eustass, ¿Cómo has estado? ¿Te has sentido bien?- el pelirrojo tan sólo le miraba serio desde su sitio, sin alguna expresión concreta en su rostro- sé que te digo esto cada vez que vengo, pero las cámaras no tienen audio y las paredes están hechas de un material aislante, no hay forma que alguien afuera sepa lo que decimos aquí

- ¿Por qué sigues viniendo?- por primera vez en mucho tiempo, Kid se atrevió a hablarle- ya le he dicho a la policía todo lo que sé, no tienes nada que hacer aquí- y de hecho el comandante jamás le hizo interrogatorio alguno, tan sólo hablaba de cosas triviales con él

- tienes razón. La verdad es que no estoy aquí por alguna misión en particular, sólo necesito con quién hablar de vez en cuando. De hecho, jamás pude agradecerte por ayudarnos con la misión de la familia Donquixote

- estás buscando un reemplazo- soltó de pronto el pelirrojo- no tienes a ese bastardo de Doflamingo a tu lado y ahora estás aquí tratando de llenar el espacio que dejó. No sé si sentirme ofendido o halagado

- ¡No es así! ¡Yo no estoy buscando algo como un reemplazo, estoy aquí porque quiero verte!- su rostro enrojeció de golpe ante su involuntaria confesión- umm bueno, yo… yo no…

- ¡Deja de burlarte de mí idiota!- su puño golpeó la mesa con furia, haciéndola trastabillar- ¡¿por qué alguien que apenas conozco vendría a verme cuando ni siquiera Law se ha aparecido por aquí?!- no es que Kid esperara que su antiguo jefe le tuviese algún tipo de afecto; nunca le hizo una visita la primera vez que le arrestaron, pero esperaba que después de todo lo que había hecho por él, al menos iría a darle las gracias- supongo que tiene mejores cosas que hacer con ese estúpido mocoso- claro, el médico llevaba una vida feliz, ¿por qué tendría que arruinarla yendo a visitar a un manco a prisión? Tal vez había dedicado su vida a servir al cirujano de la muerte después de que éste le sacara de las calles, tal vez le había literalmente entregado su vida, pero al parecer su existencia era una porquería frente a ese chiquillo- deben estar burlándose de mí en algún sitio- soltó una risa amarga, se sentía como el mayor idiota en esos momentos.

- también lo sé… yo sé que duele…- las manos del oficial envolvieron la de Kid, aunque lo que verdaderamente desconcertó al pelirrojo fueron las cristalinas lágrimas que comenzaban a deslizarse por la mejilla del otro.

Ese sujeto no dejaba de burlarse de él. Le hacía sentir tan patético, tan débil y miserable y sólo porque Rocinante estaba llorando en su nombre. Apartó las manos del rubio de un manotazo y le lanzó un puñetazo, mas antes de que lograra alcanzar su objetivo, su mano se extendió y sujetó al otro por la nuca, impulsándose hacia él hasta que sus bocas hicieron contacto entre sí. Corazón se tensó al contacto pero no se apartó; de hecho se aferró al brazo del pelirrojo mientras separaba sus temblorosos labios, dejándole vía libre al interior de su boca.

Eustass nunca imaginó que alguien pudiese corresponderle un beso de esa manera; cada vez que intentaba algo así con Law terminaba golpeado en el mejor de los casos pero con ese rubio era diferente, Rocinante no sólo movía su lengua al compás con la suya, también jadeaba entre el húmedo sonido de sus bocas, dificultándole la respiración. Sin embargo ese ambiente tan apasionado y hambriento que habían creado fue desquebrajado cuando tres oficiales entraron de golpe y literalmente le forzaron a soltar al comandante. Lo tumbaron al suelo con violencia junto con su silla y empuñaron las macanas en contra del pelirrojo dispuestos a darle una paliza por atacar a su superior

- ¡Esperen!- ante la voz jadeante del rubio, los oficiales se detuvieron a pocos centímetros del prisionero- no hace falta

- comandante, ¿está bien?- desde la cámara habían visto al pelirrojo hacer un movimiento brusco y rápido así que se apresuraron a ayudar sin darse cuenta siquiera de lo que había sucedido en realidad

- sí, sí. Sólo…- decir que el rostro de Rocinante estaba rojo era quedarse corto y su expresión perdida no hacía otra cosa que preocupar a los guardias- sólo me tomó desprevenido- se llevó una mano a los labios y siguió su contorno con un par de sus dedos, ese hormigueo sobre ellos aceleró su pulso de tal forma que parecía ser lo único que su cuerpo sentía

- debería dejar su investigación por hoy- le sugirió otro de los oficiales

- tienes razón. Dejaré mis asuntos para la próxima semana, será mejor que no te mueras hasta entonces, Eustass Kid- le sonrió casi imperceptiblemente mientras los guardias sacaban al pelirrojo a empujones de la habitación.

Si antes Kid ya se sentía intrigado por ese hombre ahora lo estaba más. Ya le había ayudado sin saber nada de él, le visitaba regularmente desde que estaba en prisión y ahora hasta le había respondido un beso, uno lo suficientemente intenso como para causarle una erección. Esta vez cuando estuviera en la celda de castigo no volvería a torturarse con el recuerdo de su antiguo jefe, ahora tenía una nueva sensación que le ayudaría a masturbarse por lo menos hasta la siguiente semana.

**************************

Trafalgar Law no era de los que dejaban cabos sueltos y sus asuntos con Eustass Kid no eran la excepción. Aun no le perdonaba el haber atentado contra la vida de Luffy, pero tampoco podía negar que sin su ayuda no habrían salido con vida de la mansión de Doflamingo. Sólo necesitaba hablar con él y asegurarse que no le debía nada, pero el trámite burocrático siempre se interponía en su camino. Le costó mucho conseguir el permiso para viajar a la prisión de Loguetown, sin embargo, nada más al llegar, los guardias le negaron el acceso

- ¿Y por qué carajo no puedo pasar?- ya había pasado casi seis horas junto a dos molestos guardias en un auto viejo, Law estaba al límite de su paciencia- seguí el procedimiento al pie de la letra, no vine hasta aquí para que unos idiotas me impidan entrar

- tú no estás en posición de exigir nada, cirujano de la muerte- soltó uno de los oficiales con desprecio- tal vez seas apoyo de la policía, pero no por eso dejas de ser escoria; la única forma en la que pasarás por esa puerta será cuando te encerremos

- ¿qué es este escándalo?- el comandante Rocinante apareció en el momento justo para presenciar la escena, o al menos parte de ella pues su atención iba centrada en ese escozor que el pelirrojo había dejado en sus labios- ¿Law? ¡Vaya, ha pasado tiempo! ¿qué te trae por aquí?- no podía haber preguntado algo más estúpido, sabía perfectamente la respuesta

- intentaba hacer válidos los derechos que supuestamente se me concedieron y hablar con Eustass pero aparentemente un ex criminal no puede entrar a prisión- dijo con una sonrisa irónica

- ummm ya veo- aunque el moreno no lo dijera, Rocinante entendía el mensaje subliminal en esas palabras, le estaba pidiendo ayuda. Sus voces internas le decían que lo ignorara, que no le dejara ver a Kid hasta que estuviera seguro que lo había olvidado, que los separara hasta que tuviera el valor de decirle al pelirrojo lo que sentía… pero no importaba qué tan celoso estuviera, Rocinante no era una persona egoísta- no te preocupes, haré todo lo posible para que puedan verse. Aunque hoy no será posible, tengo que hacer unas llamadas primero y además Kid estará en confinamiento solitario unos cuantos días. Te prometo que la próxima semana estará todo listo

- ¿Kid?- el médico enarcó una ceja, al parecer el que el policía llamase a Kid por su nombre había sido más relevante de todo lo que dijo. Mas al ver ese nerviosismo y el obvio sonrojo en su rostro lo supo; había gato encerrado ahí- se lo agradezco, comandante. Pero debería decirme qué día planea visitarlo usted para que no tengamos problemas de horario

- ¡¿cómo sabes que…?!- tosió nervioso para tranquilizarse, no podía dejar que los oficiales se dieran cuenta- bien, no importa. Arreglaré todo para la próxima semana entonces, espero que ustedes puedan zanjar sus asuntos

- lo haremos

Cruzaron miradas furtivas antes de que ambos tomaran su camino; se conocían desde hace relativamente poco pero se entendían a la perfección, tal vez en algún universo alterno se hubiesen llevado muy bien, casi como si fueran familia.

 


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