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Spiteful Fate por carina_mew12

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Extra 3. El Próximo Ramo de Flores

El reloj de su muñeca marcaba las tres en punto, había llegado justo a tiempo. Apagó el motor del auto y se recargó en el asiento, esperando a que su pequeño llegara. A pesar de que ya había pasado un año todavía no se acostumbraba a su vida tan tranquila. Sus manos ya no olían a pólvora y las venas de su frente ya sólo eran visibles cuando estaba entrenando a los nuevos reclutas; pero a pesar de todo le gustaba su nueva vida, su nueva familia.

- ¡Smoker-san, estoy de vuelta!- la puerta del copiloto se abrió y por ésta entró un pequeño rubio, quien enseguida tomó asiento y cerró la puerta

- te he dicho que no me llames tan formalmente- le reprendió con suavidad el peliblanco mientras encendía el auto- puedes llamarme papá, incluso padre estaría bien- de cierta forma era vergonzoso pedirle eso a un niño pero era algo que deseaba desde hace un tiempo- ¿cómo ha estado la escuela?- preguntó al comenzar a conducir e incorporarse al tráfico

- estuvo bien, aprendí muchas cosas- el niño estaba realmente entusiasmado al hablar- ¡hice una nueva amiga! Se llama Koala, es muy graciosa y valiente; me ayudó cuando los demás niños me estaban molestando- al ver que el mayor sostenía con más fuerza el volante, el rubio se apresuró a corregirse- ¡estoy bien! ¡Prometo que la directora no va a llamarlos!

-...- Smoker soltó un suspiro. Siempre intentaba mantener un perfil bajo con Ace frente a la escuela, sin embargo era inevitable encontrarse con alguien que aborreciera su “tipo” de relación- tal vez debamos cambiar de escuela de nuevo…

- ¡No! ¡No quiero seguir huyendo, mi familia no me avergüenza!- el niño se tapó la boca al darse cuenta que había gritado, mas al ver al peliblanco sonreír ligeramente y acariciar su cabello supo que lo había hecho feliz, y eso también lo alegraba de alguna manera. Levantó su mochila del suelo y la echó hacia los asientos traseros, notando enseguida que había algo más atrás- ¿por qué hay maletas?- si había equipaje ahí era porque la cajuela estaba llena- ¿vamos a algún lado?

- primero iremos por Ace al trabajo y luego a Loguetown; te quedarás con Luffy el fin de semana- le explicaba Smoker- Ace y yo tenemos que atender unos asuntos importantes y no podremos llevarte con nosotros. Iremos por ti el domingo en la noche, así que procura no causar muchos problemas- Sabo sólo asintió y siguió mirando por la ventana con una enorme sonrisa en su rostro; visitar a su tío Luffy sonaba como una gran aventura que podría contarle a Koala el lunes.

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Después ir a Loguetown a dejar a su pequeño, Smoker y Ace tomaron rumbo hacia su destino. No querían preocupar a su niño así que no le mencionaron el asunto importante que iban a atender; la doctora Kureha le había recomendado al peliblanco un viaje para intentar sanar su cuerpo. Debido a sus obligaciones sólo podían ausentarse un fin de semana, así que irían a una ciudad a una hora de Loguetown para visitar unas aguas termales que, según la anciana, eran medicinales. El sitio era bastante tradicional; tenía puertas de madera, decoraciones con bambú y hasta tenía futones en la habitación.

Después de desempacar, la pareja se puso las yukatas que prestaba el lugar y juntaron sus demás cosas en un par de canastas. Anduvieron dando algunas vueltas hasta encontrar las aguas termales al exterior; esas nunca se cerraban y además a esa hora no había nadie más que ellos ya que era de noche y muchos de los huéspedes dormían ya. Se desnudaron y se dieron una ducha rápida antes de entrar a la piscina con sólo una toalla sobre la cabeza; el agua estaba bastante caliente y el vapor parecía abrir cada uno de sus poros

- no puedo creer que convencieras a Roronoa para que te cubriera el fin de semana- hablaba Smoker recargado en una de las piedras del sitio- pero lo verdaderamente increíble es que lo hayas dejado a cargo

- es el vice comandante ahora, ¿no? Es su trabajo reemplazarme cuando me ausento- el pecoso nadaba alrededor del mayor, de verdad estaba disfrutando el agua- y aunque no lo creas es bastante competente cuando se lo propone. Además le estoy ayudando con algo, con esto estamos a mano

- así que lo estás ayudando- si había algo que no le agradara de su nueva vida era que no podía ver a Ace en horas de trabajo y era Zoro con quien pasaba bastante tiempo

- ¡no es lo que crees!- Smoker era tan transparente cuando se trataba de celos- estamos preparando una sorpresa para Sanji, se acerca su aniversario, ¿recuerdas?- pero el mayor no le respondió- oi, eres un adulto, no puedes estar enfadado por algo que jamás sucedió- Ace se acercó nadando al mayor, sentándose sobre su cadera mientras lo abrazaba- después de todo lo que pasó no creo que pueda amar a alguien que no seas tú- levantó el rostro para robarle un beso al otro, uno dulce y corto que a la vez era prueba del profundo amor que le tenía

- espero que pueda entregarme su declaración por escrito, comandante- le sonrió travieso antes de besarlo y abrazarlo contra su pecho, le encantaba sentir el calor natural que desprendía el pecoso; era muy diferente a la temperatura el agua, y también más agradable.

El ambiente a su alrededor comenzó a calentarse más cuando su beso se hizo profundo y atrevido; intercambiaban y mezclaban sus salivas, gemían cada vez que sus lenguas se enredaban y sus cuerpos se frotaban ansiosos en busca de esa agradable sensación que se provocaban. Pronto el contacto no fue suficiente para satisfacerlos por lo que el peliblanco sumergió una de sus manos en el agua y le dio un apretón a uno de los glúteos del pecoso, separando ligeramente sus nalgas en el proceso

- mhh- el pecoso se estremeció al sentir el agua colarse en sus entrañas por lo que se sujetó con fuerza del cuello del mayor- no Smoker, se darán cuenta- conocía bastante bien a su amante como para saber en lo que pensaba- vamos a la habitación

- el que lo noten o no dependerá completamente de ti- uno de sus dígitos se paseó por el contorno en su entrada antes de hacer presión, abriéndose paso con lentitud hasta introducirse por completo- aunque prefiero ser el único que te disfrute- sus labios acariciaron suavemente desde su oreja a su cuello, donde mordió con algo de fuerza para dejar una marca más que visible en él

- ¡ahh!- Ace enseguida se cubrió la boca con una mano intentando mantener el ruido en su perfil más bajo, pero el mayor no era de mucha ayuda con eso. Cuando menos lo esperó ya tenía tres dígitos en su interior, todos moviéndose en diferentes direcciones y a distinta velocidad, tocando cada punto sensible que el peliblanco sabía que tenía- mghh… Smo… Smoker…. Ahhh… más… despacio…- podía sentir lo duro que ya estaban ambos y de seguir así terminaría corriéndose mucho antes que su pareja, por lo que pensó en incitarle meciéndose de un lado a otro sobre su pierna como si lo estuviera montando

- sigues siendo pésimo para el sigilo- buscó rápidamente los labios contrarios para callar esos jadeos con otro beso; estaba seguro que en la sección para mujeres los habían escuchado pues repentinamente las sutiles voces de las chicas habían dejado de escucharle; quizá se habían marchado o incluso hasta intentaban espiarles, pero el vapor hacía de una cortina perfecta para evitar las miradas indecentes.

El pecoso sólo gemía en la boca contraria; era tan difícil tener cercanía íntima con un niño en casa, debían aprovechar ese momento. Sus manos recorrieron el pecho del peligris, sintiendo sus marcados músculos y las profundas yagas que habían quedado como evidencia de lo cerca que estuvo de perderlo. Tomó distancia para mirarlas pero enseguida sacudió la cabeza para sacar esos pensamientos y concentrarse en ese valioso momento. La única marca que quería ver en Smoker eran las que él provocaría, y como había hecho el mayor hace unos momentos, Ace mordió su cuello para dejar una acentuada marca rojiza.

- Smoker, ya es suficiente- su frente quedó recargada sobre el hombro del peliblanco, haciendo su voz apenas audible- te… te quiero dentro…

- voy a tomar eso como una orden- sacó los dedos del interior del pelinegro para posicionar la punta de su pene en su lugar. El agua fue de mucha ayuda pues entró prácticamente de un movimiento gracias a ésta. Era increíble que su interior se sintiera más caliente que el agua en la que estaban sumergidos- mghh sigue siendo delicioso aquí dentro…

- cállate- aún recargado en el hombro del mayor, Ace comenzó a mecerse sobre él, sintiendo cómo el otro entraba y salía junto con algo de agua; era una sensación extraña pero le provocaba un nuevo tipo de placer que no había experimentado antes- Smoker… el agua… en el agua no…

- muévete más- sus manos sujetaron las firmes nalgas del pecoso y las nalgueó para marcarle el ritmo a seguir. Ace brincaba impetuoso sobre él, haciendo chapotear el agua entre sus cuerpos.

Se acoplaban tan perfectamente que no hacían falta muchas palabras, sólo jadeos placer entremezclados con palabras cursis y miradas furtivas. Sus labios chocaban armoniosos de vez en cuando para robar el aliento del contrario y las burbujas se formaban a su alrededor por el movimiento frenético que llevaban. Probablemente ya los habrían escuchado pero había dejado de importarles; en su mente sólo estaban ellos amándose

- mghh no… voy a correrme…- Ace se sujetó a los cabellos del mayor, tirando de ellos con sus manos- no quiero… el… ahhh el agua…

- es… tan fastidioso…- uno de sus brazos rodeó la cintura del pecoso y la otra se sujetó a una de las piernas contrarias; una vez que lo sintió seguro se puso de pie, cargando al pecoso para sacarlo del agua y dejarlo en el aire

- ahh ¿Qué estás…?- tuvo que abrazarse con fuerza a él pues sentía que caería en cualquier momento

- no quieres correrte en el agua, ¿Cierto?- estar en esa posición era excitante pero demasiado agotador para su cansado cuerpo, por lo que recostó al pecoso en la orilla de piedra y se colocó entre sus piernas sin darle tregua alguna- ahora sí…

- mhh- el mayor se movía con tanta fuerza que su espalda comenzaba a arder por la fricción contra las rocas pero poco le importó. Sujetó su miembro con ambas manos y se masturbó con la masculina imagen que tenía delante suyo; el fuerte cuerpo de Smoker repleto de cicatrices goteando agua y con el rostro ligeramente sonrojado por el calor. Pronto sus paredes se cerraron con fuerza alrededor del pene contrario, exprimiéndole de la misma forma que hacían sus manos contra su propio miembro- ¡Ahh! ¡Smoker!

- Ace…nhh…- terminó dentro del pecoso y al mismo tiempo que él, expulsando algo de agua de dentro del menor para que su semen le inundara completamente. Golpeó su interior un par de veces más y luego salió despacio- te lo tragaste todo- le dijo con burla pero el otro no respondió- ¿Ace?- al ver su rostro notó enseguida que estaba muy rojo y que sus ojos parecían girar descontrolados- ¡¿Un golpe de calor?!- al parecer el sexo y las aguas termales no eran buena combinación.

Sacó al pecoso del lugar con sólo una toalla encima;  no podía pedir ayuda o se enterarían de lo que hacían y seguramente terminarían echándolos de las aguas termales, así que lo llevó a su habitación y lo recostó en un futón con un trapo húmedo en la frente para bajar su temperatura. Tal vez cuando Ace se sintiera menor podrían seguir en donde se habían quedado.

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Loguetown, Domingo por la noche

Ace tuvo un mal presentimiento desde que bajó de elevador así que prácticamente corrió hacia el departamento de su hermano y golpeó la puerta como si su vida dependiera de ello. Smoker le alcanzó poco después, pero en vez de detenerse en el departamento del menor de los D., caminó un poco más hasta la siguiente puerta y llamó con golpes suaves pero firmes a la vez.

- ¡quítamelo Penguin! ¡quítamelo!- gritó alguien adentro antes de que la puerta se abriera. Penguin era quien, con todo y rayones en la cara, había ido a abrirle, dejando ver el desastre del lugar; un sinfín de cosas tiradas en el suelo, rayones sobre los muebles y un pelinaranja corriendo de un lado a otro tratando de quitarse al niño que llevaba encima- ¡me está mordiendo! ¡ahh!

- ¡Sabo!- al darse cuenta del alboroto, Ace se asomó al departamento de al lado, encontrándose con esa extraña escena. Cuando el menor notó su presencia, se agachó un poco y abrió los brazos para recibirle

- ¡papá Ace!- el chiquillo rubio corrió a los brazos del recién nombrado, dando un salto para alcanzarle. En ese momento Law salió de su departamento para ver lo que sucedía, riéndose internamente de la situación

- ¿has sido un buen niño?- despeinaba al menor con sus manos- ¿qué estás haciendo aquí?- enseguida miró al médico, quien simplemente formó una vaga sonrisa

- tuvimos que salir a atender un asunto- le respondió calmadamente el moreno desde su sitio- ellos se ofrecieron a cuidarlo un rato- Penguin guardó como pudo las cosas del niño en su maleta y se la entregó a Smoker como diciendo que se lo llevara de una vez- son excelentes niñeras- su hermano menor apareció de pronto detrás de Law y se colgó cariñosamente a su espalda, cosa que el médico no rechazó

- ummm- al menos a Ace sabía que no hicieron nada ilegal pues los oficiales encargados de custodiar a Trafagar le hubiesen llamado de inmediato. Sin embargo, al poner más atención a su hermanito, notó algo “diferente” en su persona- ¿Luffy, desde cuándo usas anillo?- un momento, sólo había una clase de anillo que se colocaba en el dedo anular

- ¡¡Torao y yo nos casamos esta tarde!!- respondió alegre el menor de los D., atreviéndose a besar la mejilla del moreno- lamento no haberte invitado, pero Torao dice que debemos mantener bajo perfil- después de todo sabía muy bien que si se hacía pública su relación con alguien como el moreno, perdería credibilidad como futuro oficial de policía

- ¡¡YO TE MATO!!- sin pensarlo dos veces el pecoso se le fue encima a Law, pero el brazo fuerte de Smoker lo detuvo por la cintura- ¡¡Maldito Trafalgar!! ¡¿Cómo te atreves a casarte antes que yo?!

- …- aun con el pecoso gritando, Smoker agradeció a Law y a los demás por el favor brindado y se dio la vuelta, tomando de la mano al pequeño Sabo, quien arrastraba su maleta por el pasillo mientras caminaba a su lado- sabes que se arriesgaron mucho, ¿Verdad?- le hablaba al pecoso que llevaba- si se enteran que Luffy mantiene una relación con un ex criminal no le permitirán siquiera graduarse de la academia y aun así lo hizo. Trafalgar debe importarle demasiado

- no lo acepto- el pecoso se mantenía de brazos cruzados y con el ceño fruncido- Mi hermano no puede estar con ese tipo- quizá lo que más le molestaba era que ellos se casaran primero; Smoker y él aun no tenían fecha fija para su matrimonio

- te guste o no ya tomó su decisión, no es algo que te incumba- lo bajó en cuanto las puertas del elevador se cerraron- además, creo que estás molesto por otra cosa… ¿tanto deseabas atrapar el ramo esta vez?

- ¡cla-claro que no!- su rostro se coloró de golpe, más todavía al darse cuenta de lo que había dicho- ¡no es que no quiera casarme! ¡yo… es decir…! ¡nues… nuestra boda! ¡¡Arghh!!

- tomaré eso como un “acepto”- el peliblanco sonrió para sus adentros; no había querido tocar el tema de la boda hasta que el pecoso estuviese listo, y a su parecer ya estaba más que dispuesto- mañana iré a comprar los anillos de compromiso y después podremos planearlo todo. Una boda en invierno suena bastante romántica

- ¿eh?- si el rostro del pecoso ya estaba rojo, ahora era como un semáforo en luz de alto- ¡no creo que una boda sea adecuada en invierno, el clima es impredecible y… y no! ¡ahh!

- Smoker-san- el pequeño Sabo tiró de la mano del mayor para llamar su atención- ¿esta vez podré atrapar el ramo?

- ya has crecido unos cuantos centímetros, estoy seguro que lo atraparás- mas se quedó en silencio al procesar mejor lo que el menor acababa de decir- pero Koala y tú son muy pequeños para casarse

- ¡yo no dije nada de Koala!- el rubio se había puesto igual o más rojo que el pecoso, de cierta manera verlos así a ambos era sumamente adorable- ¡ella me agrada y es mi amiga, pero nosotros no…!- apretó sus puños y bajó la mirada al suelo para darse algo de valor- papá…- era la primera vez que llamaba así al peliblanco, por lo que no se atrevió a verlo a la cara- ¿crees que yo le guste?

-…- el peliblanco pudo sentir un fuerte golpe de alegría en el pecho al ser llamado así por su hijo; le hacía sentir más completo. Bajó al pecoso y se agachó a la altura de Sabo para levantar su rostro y hacer que le sostuviera la mirada- la única forma de saberlo es decírselo. Lo que pase después de eso dependerá de ustedes dos

- papá…- Sabo sentía las lágrimas agolparse en sus ojos pero eso no le impidió abrazar a su padre. No podía pedir una familia mejor que ellos

- un momento- aunque enternecido, Ace miraba con cierta confusión a los otros dos- ¿quién es Koala?- Los otros dos tan sólo se miraron cómplices y sonrieron. Había mucho que contar de camino a casa.

 


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