Capítulo 2
Perdiendo la inocencia
Por Sehun
Me senté “tranquilamente” en la cama, después de la decisión tomada no quedaba más que esperar, no podía permitir que mi querida Taeyeon se viera envuelta en ese sucio homicidio, para mi estaba bien pero ella era tan débil, tan inocente que no podía dejarla hundirse, así que decidí tomar la carga de su culpa y ponerla sobre mis hombros, sé que cuando todo esto termine, podremos ser felices.
“Esta deuda no la podré olvidar, estaré en deuda contigo el resto de mis días” esas fueron sus palabras de despedida, junto con un abrazo que nos fundió durante 5 minutos y un corto beso.
Tomé un suspiro y me acerqué a la ventana cuando escuché las sirenas, respiré profundamente mientras veía las patrullas de policía estacionarse frente al Hotel, sentí un vacío inmenso, no era miedo a perder mi libertad, era dolor, dolor de dejar mi mundo, de dejar a mi hermano, tenía la mirada perdida cuando las lágrimas empezaron a inundar mi cara, lo que más me dolía era Baekkie… ¡!Oh Baekkie!!, había quedado de regresar y ahora…ya no sucederá, tomé mi celular y marqué.
-¿Si diga?- respondió con voz cansada
-Baeekie… Soy Hyung ¿Estas bien?- Dije pasando saliva lentamente, me dolía el pecho y las lágrimas no cesaban.
-Si Hyung, ¿Cuándo regresas?, te quiero ver, te necesito, quiero verte Hyung.
Solté una risa cansada, todo mi cuerpo temblaba, nunca le había fallado un promesa y me dolía más que nada en el mundo que fuera de esta manera en la que fallara, sé que me necesitaba y yo a él, pero mi determinación era una sola –Lo siento, no podré ir en este momento- mi cuerpo temblaba escuchando su respiración forzada, el silencio inundó la línea –Baekkie pero no te preocupes, llamé a Chanyeol para que te lleve al Hospital- dije con tono melancólico y reí tímidamente.
-¿Cómo? ¿Qué pasa Hyung, estás bien?
-Si claro es tan solo que no seré capaz de mantener mi promesa, de nuevo lo siento.- Sin esperar a que respondiera colgué, recosté mis brazos en la ventana y lloré inconsolablemente hasta que los policías entraron por mí a la habitación.
Se condena al señor Oh Sehun a 6 años de cárcel, sin derecho a libertad condicional, por homicidio culposo…
7 años más tarde…
Okinawa – Japón
Hace tan solo un año que salí de prisión, desde que salí todo parece irreal, mi mundo ya no era mi mundo, en realidad dejó de serlo desde que pise esa celda asquerosa y maloliente, aunque debo decir que no me fue tan mal al final, era el chico inocente que todos querían cuidar, contrario a lo que siempre me habían dicho, lo pude sobrellevar y en gran parte gracias a BaekHyun y ChanYeol, sin ellos creo que hubiese muerto hace mucho tiempo, perder todo de un día para otro no es fácil, temía el día en el que llegara mi libertad, pensaba cosas como ¿A que me dedicaré? ¿La sociedad aceptará un ex convicto? ¿Podré obtener de nuevo la confianza hacia mí mismo? ¿Querré volver a estudiar? Esta última pregunta me la respondí inmediatamente, no, no volvería a ser el mismo de antes, todo había cambiado, en mi mirada ahora siempre fría solo guardaba rencor, nadie se volvería a burlar de mi ni a engañar vil y cruelmente, las únicas cosas en las que me enfocaba con seguridad era en obtener el mayor dinero posible fácil y rápidamente para mantener a mi hermano y mi sed de venganza, ella siempre estaba en mi mente, no la había vuelto a ver desde hacía 5 años, entonces recordé sus últimas palabras mientras miraba a través de la ventana del hotel “Esta deuda no la podré olvidar nunca” ja! Solté una risa sarcástica, ¡Pues tienes muy mala memoria Taeyeon! Me dije a mi mismo en voz alta mientras miraba el paisaje.
-¡Good morning!- susurro Chae Rin a mi oído con un tono meloso, cosa que odiaba, aghhh de hecho toda ella la odiaba, todo me daba asco, hasta su timbre de voz me molestaba. –¿Desayunamos en el Hotel Miyaco hoy?- Dijo mientras me daba un beso en la oreja.
Tome aire me giré y le sonreí sarcásticamente, se acercó a besarme y justo cuando estaba rozando mis labios le dije con suficiencia – Terminemos esto aquí- ella con tan solo una sábana puesta y los ojos abiertos como platos empezó a temblar, la aparté y busqué mi billetera, saqué 10 millones de wons y se los entregué.
-Es todo lo que tengo en este momento.
-¿Qué es esto?- preguntó confundida.
-¿No puedes leer los números? Respondí fríamente y me quité la bata que llevaba y comencé a vestirme.
Se acercó y me tiró el billete por la cara. – ¿Me estás tratando como una prostituta?
-No, eres una caza fortunas- sonreí irónicamente, conocía su método porque yo lo utilizaba a menudo en mi “trabajo” o como fuese que se le llamara, si, eso era a lo que me dedicaba ahora, me dedicaba a brindar cariño y tomar un pequeño reconocimiento por la compañía que disfrutaban a mi lado.
Ella me miró con pánico reflejado en su mirada, era cierto lo que decía, así que continué.
-pero esta vez seguiste a la persona equivocada, no soy una persona adinerada, así que perdiste tu tiempo- noté como ella apretó la sabana que aún llevaba enrollada, salí del cuarto y me dirigí a la puerta pero ella me detuvo.
-¿Cuándo supiste?
-¿Acaso eso importa?
-Porque no dijiste nada
-Porque no me importa si eres una caza fortunas o no- le dije con tono suave y la hice a un lado para salir.
Me tomó del brazo y con tono suplicante me dijo –Por favor no te vayas, es verdad, al principio me acerqué a ti pensando que eras rico, pero con el tiempo noté que eras diferente, por favor no me dejes. Claro que si no me crees, yo te entiendo…- me dijo llorando y con la mirada gacha.
-Te entiendo, por supuesto que te entiendo- dije en tono seco mirándola con los ojos en blanco.
Me abrazó y comenzó a llorar desesperadamente pidiendo perdón, correspondí el abrazo, tomando inconsciente una pequeña sonrisa triunfal, mi mirada que se había tornado fría y vacía desde hace años, se endureció aún más –caíste en mi juego- pensé.
Por Luhan
Había soñado con mamá, sudaba y me dolía el pecho, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo alguien estaba al lado mío secándome el sudor, así que desperté sorprendido.
-Director Ejecutivo, buenos días
-Abogado Zhang, ¿Qué hora es?- Saludé adormilado
-Son poco más de las 9- me respondió tranquilamente
-¿Cómo se siente? ¿Pudo descansar?
¿9 am? Me levanté de un salto – ¿No era el vuelo del presidente Tanaka a las 9?- pregunté asustado.
-Ellos ya partieron al aeropuerto.
Pero como que partieron y no me avisaron pensé, ¿podían ser tan incompetentes?, se me subió la sangre a la cabeza. -¿Por qué no me despertó? ¿Qué estaba haciendo el imbécil del secretario Joong? ¿Por qué son tan incompetentes?- Grité perdiendo mis estribos, claro dichos estribos pocas veces se encontraban en su lugar.
-Yo ordené que no lo despertaran.
Mis ojos casi se salen de sus cuencas. -¿Qué usted hizo qué?
-Durante toda la semana durmió tan solo 8 horas, para una persona normal es manejable, pero para una persona con una enfermedad puede ser peligroso, es bueno que trabaje duro pero…
-Aprenda a conocer su lugar Abogado Zhang Yi Xing.- Le interrumpí.
-Lo siento pero la salud del Director ha sido advertida por el doctor Chun, no se puede arriesgar a sufrir otra recaída.
-Antes de preocuparse por mí, preocúpese por su cuello abogado Zhang.- dije mientras le lanzaba una mirada amenazante y me levantaba para tomar mi baño, antes de entrar al baño me giré a mirarlo ladeando un poco la cabeza –si la negociación falla, yo me encargaré de cortar su cuello abogado.- sonreí, a lo que él me miro con temor y pasó saliva.
-Ahhh- Me recosté en la puerta, -Y ¿Qué pasó con la queja de nuestros cosméticos?
-Los productos Skin Etude han sido devueltos en su totalidad por el Hotel Miyaco.
-¡Asssssshhh no puede ser!- Grité, mientras me pegaba en la cabeza con el marco de la puerta, a estas alturas mi humor ya era totalmente negro, sin embargo me divertía un poco intimidar al abogado Zhang con mis ataques de histeria, él siempre se alarmaba y me miraba nervioso sin saber que hacer mientras yo reía en mi interior, algo me decía que yo le gustaba pero era tan tímido que no se atrevía a decirme nada y yo le agradecía eso puesto que lo último que quería era enamorarme, de hecho ningún hombre (y digo hombre porque desde hace años tenía clara mi orientación sexual y todos ya lo sabían) se me acercaban por mi comportamiento hostil.
Entré al baño tirando la puerta y me metí rápidamente en la ducha, tan pronto la abrí pensé en una gran idea (como todas las que se me ocurrían a mí), así que salí de un golpe del baño con una toalla envuelta en mi cintura y el torso desnudo, no sé si fue el susto de mi escandalosa salida del baño o que estuviese a medio vestir lo que sobresaltó a Yi Xing.
-Solo una clienta es la que está reclamando sobre la inconformidad del producto ¿verdad?.-
-Si- respondió nervioso evitando verme.
-Perfecto, contáctela inmediatamente.-
-¿A... Quién?- respondió aclarando la garganta y mirando al piso.
-Pero Yi Xing de quien estamos hablando, ¡pues a la clienta!- Le dije con obviedad, por supuesto riendo interiormente.
-Esto… si está claro.
-Nos disculparemos con ella en principio, pero además quiero que investigue su cuenta bancaria y de sus familiares, no me importa con que método lo hace- lo miré altivamente.
-Si- susurró.
Me miré divertido y me dirigí de nuevo al baño deteniéndome a mitad del camino –a usted le gustan las mujeres ¿verdad?- pregunté mirándolo con picardía.
-¡Sí!
-Y no va a cambiar su tipo, por un hombre ahora ¿verdad?
-No- respondió con una pequeña sonrisa de resignación.
-Eso espero… Hyung- Dije tímidamente mientras me ponía en puntas, con una mirada sexy y caminando lentamente al baño.
El pasó saliva, mientras salía de la habitación asomé mi cabeza para verlo retirarse aguantándome la risa, tan pronto se fue cerré la puerta del baño y terminé en el piso de las carcajadas por aquel episodio, pobre abogado era tan inocente y tierno, era el único que me divertía y a la vez aguantaba mis berrinches.
Terminé de arreglarme y nos dirigimos al Hotel Miyaco para hablar con la clienta que se había quejado por el uso de nuestros cosméticos.
Entramos a la sala VIP donde tanto la decoración como el amoblado eran de estilo tradicional, en realidad todo el hotel pertenecía a este estilo, incluso nuestra clienta vestía kimono, hice una reverencia prolongada en señal de disculpa.
-Me disculpo en nombre de nuestra Compañía por las molestias e inconvenientes que le hallamos causado.- Dije en japonés mientras me arrodillaba.
La señora no mayor de 40 años, tenía en la cara unas manchas color café, que “según ella” habían aparecido luego de utilizar nuestros productos.
-Le hace esto a la cara de una persona y solo ¿pide disculpas? ¿Eso es todo?- bufó indignada.
Se acercó Yi Xing con un sobre donde contenía una suma importante de dinero, esta la tomo y revisó, yo solo la miraba con ojos fríos, soltó una risa irónica.
-¿Piensa arreglarlo con dinero?
-Si quiere algo más por favor hágamelo saber- e hice señal de disculpa arrodillándome y bajando mi torso al piso.
Ella abrió los ojos y sonrió a lo que yo pensaba que la tenía como quería.
-Tengo hambre, almorcemos por ahora.
Sonreí y asentí, levantándome y sentándome enfrente de ella, mientras comíamos hice que Yi Xing me llevara kimchi a lo que mi invitada se sobresaltó de la emoción.
-Lo siento estoy acostumbrado a comer kimchi donde quiera que voy, espero que no le moleste.
-Por supuesto que no, quisiera probar el kimchi coreano aunque fuese una vez.- Sonreí y seguí comiendo, definitivamente era lo que yo pensaba.
Terminamos el almuerzo y cuando comimos el postre ella me manifestó que debía retirarse, yo le hice una venía asintiendo y le dije
-Antes de irse me gustaría obsequiarle esto- puse una caja encima de la mesa.
-Esos son los cosméticos por los que me quejé- Me miró aterrorizada
-Sí, lo son y ese postre que comió está hecho a base del yogurt utilizado para los cosméticos- afirmé con mirada retadora y triunfante.
Empezó a toser y tomar agua – ¡Pero me está alimentando con cosméticos! ¿Está loco?-
Yo le sonreí y en tono sarcástico dije –No se preocupe, nuestros cosméticos están hechos con productos naturales, son orgánicos, así que si no son aptos para usar, nos veremos mañana en el hospital, mi piel es también del tipo que no soporta las molestias- terminé la frase hablando en coreano.
-¿Qué dijo ahora? Hable en japonés- dijo con voz temblorosa
-Usted entiende coreano ¿o no? Ya que comió kimchi muy bien- Le seguí hablando en coreano, me miraba entre sorprendida y asustada.
-Los japoneses también comemos kimchi bien…
-¡Ve! Entendió lo que dije, usted es lo que llamamos Dong-Po (coreanos que viven en el extranjero), tan solo sabe hacer el acento japonés, así que deje de jugar.- La reté.
Entró Yi Xing con un sobre en sus manos y se lo entregó a la mujer, que solo pasaba saliva y nos miraba atónita, Yi Xing me dijo algo al oído y se paró a mi lado, sonreí y la miré con suficiencia, por supuesto la tenía en mis manos, -Esa es su cuenta… ¿verdad? Y los 3 millones que fueron depositados en dicha cuenta, ha sido hecho por nuestro competidor el Grupo Gama, vaya ¿solo por ese pequeño monto daño su cara?- touché pensé mientras ella empezó a hipear.
Me levanté y me dirigí a Yi Xing.
-Lleva a esta ahjumma a la estación de policía y contacta a los medios, anúnciales nuestra postura frente a este incidente.
Me volteé para retirarme y antes de salir le dije al abogado –y prepara una fuerte represalia contra el Grupo Gama- salí de la habitación.
Caminaba tranquilamente hacía un puente que quedaba atrás del Hotel, como dije su arquitectura era tradicional lo cual me atraía y además necesitaba tomar aire después de la situación vivida, caminaba despacio cuando de pronto sentí una punzada en el pecho y me faltó la respiración, intentando tomar aire me agarré el pecho fuertemente, estaba mareado y veía dos figuras borrosas a lo lejos, eran ¿dos hombres? No lo pude descifrar, quise por un momento pedirles ayuda, pero se veían lejanos, sentí que me ahogaba y como si fuese a desmayar me agaché intentando recuperarme, cuando alguien corrió a mí para sostenerme y no dejar que cayera.
Era mi madrastra la cual detestaba con todas las fuerzas de mi corazón, si había alguien que odiase en este mundo era ella precisamente y que me tocara me causaba escozor.
-¿Estas bien?
Tomé aire y me quedé quieto recuperando mí compostura, así me sintiese mal no quería que me vieran débil y menos la bruja que tenía delante mío, me levante y la miré con odio pero haciendo una mueca que podía llamarse “sonrisa”.
-Por supuesto. ¿Ha probado las aguas termales de aquí? Son realmente buenas- dije para cambiar el tema.
-No te ves bien, deberías descansar.
Miré al piso soltando una carcajada. –Tranquila, esto es solo un pretexto, para aparentar que he trabajado más de la cuenta- usé un tonó tranquilo pero con odio contenido y la miré nuevamente con mi mirada retadora.
-¿Dónde está mi padre? ¿Sigue en el cuarto?
-Se acaba de ir, tenía una reunión en Seúl muy importante.
-¿Y el resto de los empleados?- pregunté con tono tierno.
Ella comenzó a limpiarme el sudor de la frente con un pañuelo, -tu padre pidió que me quedara para volver contigo, ¡oh! Luhan tienes fiebre, regresemos de inmediato, vamos al hospital- habló “preocupada”.
Yo solo podía mirarla con todo el rencor posible, le tomé su asquerosa mano y la quité de mi frente.
-Detengamos la actuación, todos ya se han retirado así que es suficiente….
-Luhan…- resopló.
-¡vaya! Pero creo que hoy actué mejor que usted, creo que el día de hoy he ganado Kim TaeYeon- sonreí.
-Omma omma- decía mi hermanastro mientras se acercaba a nosotros llorando, yo solo torcí los ojos y metí mis manos a los bolsillos.
-Te dije que te quedaras adentro- le contestó Taeyeon, de pronto el pequeño de 4 años se acercó a mí y me abrazó.
-Hyung, ¿jugamos videojuegos? ¡Por favor!.
-Debe ser genético- le dije a la bruja, está me miró confundida a lo que proseguí –Esto no tiene sentido- dije mirando al pequeño Hwi Joon y zafándome bruscamente de su agarre.
-No es cualquiera, ¡eres su hermano!- me reprochó
-¿Hermano de quién?, no lo considero ni reconozco como mi hermano, ¡que te lo he dicho varias veces, mocoso! ¡Tienes cabeza de piedra! – le grité a lo que el pequeño lloró y se aferró a su madre quien me miró con odio revuelto con miedo.
-¿QU… HACES? ¡Es tan solo un niño!
-Antes que ser un niño de 4 años, es el hijo de Kim TaeYeon- ella me miraba con asombro
-¡Si! Kim Taeyeon quien a los 21 años se convirtió en la amante de un hombre tan mayor como para ser su padre, gracias a ella ese mismo hombre echó a su esposa fiel a la calle, dejando abandonado a su hijo, ¡SI! La famosa Taeyeon cuyo veneno no ha parado de salir desde que la vi por primera vez una noche frente a mi casa aferrándose a los brazos de mi padre.- Grité sacando todo el odio que me carcomía por dentro. Ella solo calló mirándome nerviosa.
-Por lo mismo no lo considero mi hermano- Me arrodillé frente a él y abrí mis ojos un poco mas de lo normal –no vaya a ser que un día saqué sus mismos colmillos venenosos y venga a mi garganta a morderla- hice un gesto con mis manos como dos colmillos, me levanté y me fui dejando al pequeño llorando y su madre consolándolo.
POR SEHUN
Llegué a la parte trasera del Hotel, exactamente al puente donde nos quedamos de ver con Chanyeol, al llegar lo encuentré tirado en el piso con su cabeza entre las piernas y llorando como niño pequeño, yo lo miré burlándome y a la vez sintiendo tristeza por su situación.
-uuumjumjuumuujuummumjmmmr52;
-¿Vas a seguir llorando?- pregunté con mirada indiferente cuando él me miró, se limpió las lágrimas y sonrió, siempre tan melodramático pensé.
-No lloraba, mocoso- lo miré con obviedad -¡En serio no lloraba! Mis ojos estaban demasiado secos y me los froté por lo que…. ¡Agh! ¿Quién no lloraría después que le han mentido, engañado y llevado toda su fortuna? ¿Lloraría por una caza fortunas? ¿Por qué me abandonó? ¿Todavía albergaría sentimientos por una persona tan detestable?- Me miró con ojos de ternero.
- Si, con tu personalidad, creo que aún sigues esperando que regrese.
Le miré y estiré mi mano entregándole la libreta de una cuenta bancaria.
-¿Tan pronto lo lograste?, ha pasado tan solo una semana, desde que comenzaste a conquistarla.- tartamudeaba.
-El dinero con el que fuiste estafado por la caza fortunas, ocúpate de él, el resto gíralo a la cuenta de BaekHyun.
-100..1000…100000…1000000… ¡Un millón quinientos mil wons!- gritó –¿Ella te dio todos tus ahorros?
Estaba cansado solo quería irme a descansar.
-Regresemos a Seúl, mi trabajo en Japón ya terminó, por cierto no dejes que te vuelvan a estafar, que yo trabaje en esto no quiere decir que estaré detrás de ti sacándote de líos.
-Pero…. ¿Te acostaste con ella?
Le hice una sonrisa ladina, como sigue pensando en eso después de todo lo que ha pasado.
-Eyyy yaaa… Te dije que le quitaras el dinero que me robó no que te acostaras con ella.
-¡Que puedo hacer es parte del trabajo!- Decía sin parar de sonreír.
-Dime cuantas veces, responde maldito gigoló- gritaba mientras yo lo dejaba atrás y me iba
-2 veces 10- grite riendo.
Horas más tarde…
Íbamos de regreso a Corea, yo llevaba mis auriculares puestos e intentaba dormir, Chanyeol se encontraba a mi lado moviendose de una lado a otro, siempre era tan hiperactivo e inquieto que a veces me sacaba de quicio, lo miré con un ojo entre abierto, pues escuchaba que estaba escribiendo algo, alcancé a leer un letrero que le enseñaba a la chica que se encontraba al lado nuestro, de nuevo está en su plan de conquista.
“Ese tipo al que miras es un gigoló, es un mujeriego”
Patético, pensé cerrando los ojos de nuevo, ¿acaso no se cansa de estar rodeado de cabezas huecas?, escuche de nuevo el bolígrafo en movimiento y volví a ojear.
“En cambio yo soy un tipo, guapo, de buena familia, la joya de mi hogar y con solvencia económica”
Y ahí estaba mi mejor amigo Chanyeol, haciendo lo mismo de siempre, jactándose sobre sí mismo, abrí los ojos a lo que este asustado bajó la hoja y fingió estar leyendo, yo sonreí por las ocurrencias de mi amigo y me levanté para dirigirme al baño.
Me quedé parado al final del pasillo y me volteé a mirar su táctica de seducción, este se levantó de la silla y fue a cortejar a la chica que por cierto no tenía muy buena pinta, le pasó el celular de él, dándole una señal para que esta guardara su número, cuando ¡Oh no! Vi como un grandulón con cara de mafioso le tomó la mano a Channie, me acerqué un poco en caso de que necesitara ayuda, este lo miró con los ojos muy abiertos y asustado, la chica tomó un bolígrafo y comenzó a hacer una nota tal cual había hecho Channie momentos antes, me asomé más para alcanzar a leer.
“Novio gangster”
Chanyeol tenía la cara desencajada, sudaba y temblaba, estaba a punto de interrumpirlos cuando escuché:
-Que quiere- dijo el mafioso.
-Esto, ya vio lo último en tecnología de ¿teléfonos?- Le entregó su celular -Esto es lo mejor que ha llegado al mercado de HTC, veo que usted es un hombre de negocios y quizás esté interesado- dijo con una sonrisa nerviosa.
Yo me volví a alejar y reí para mí mismo, Chanyeol era el único que en circunstancias como esa tenía alguna ocurrencia de ese estilo, me paré afuera del baño que estaba ocupado, cuando de pronto giraron el pomo y la señal cambio a verde quedando libre.
Alcé mi cabeza pero tan pronto abrieron la puerta, alguien cayó encima mío, solo cerré los ojos y suspiré cansadamente –No hay necesidad que hagas esto, yo estoy completamente libre, pero este es un avión y estamos en público- hablé con voz seductora, fue entonces cuando sentí cada vez mayor el peso, abrí los ojos y encima mío se encontraba un chico rubio, joven muy joven, menor que yo pensé, su cara era angelical, tenía la nariz muy delicada y su piel era tan blanca que parecía porcelana.
Por un momento quedé perplejo ante tanta belleza, pero enseguida noté que estaba desmayado, lo tomé entre mis brazos y lo recosté contra mi pecho, se veía tan frágil y respiraba con dificultad, me tenía como hechizado, parpadee varias veces para constatar que era real y lo recosté en el piso, le tomé el pulso y era casi un susurro, sudaba y tenía fiebre.
-¡Director! ¡Director!- Gritó la azafata arrodillándose al lado del joven, salí de mi ensoñación, me levanté y me dirigí a mi asiento, no quería meterme en asuntos ajenos, ese ya no era mi estilo.
-“Requerimos un médico urgente, por favor si algún médico se encuentra entre los pasajeros necesitamos su colaboración URGENTE, tenemos un pasajero muy enfermo”- hablaron por el altavoz.
Yo volví a ponerme mis auriculares y me recosté en la silla, Chanyeol comenzó a picarme con el dedo a lo que no presté atención hasta que me pellizcó y lo fulminé con la mirada.
-¡¡Yaaa!! Tú eres médico, ¿no crees que podrías ayudar?
-¿Olvidas que abandoné la escuela en mi tercer año de medicina? Dije de mala manera mientras me ponía de nuevo los auriculares y recostaba de nuevo, pero claro mi amigo seguía dando lora al lado.
-Si pero sabrás más que cualquiera de nosotros- lo ignoré, este me quitó los auriculares.
-¿Quieres morir?- dije con rabia –Lee un libro, una revista que se yo- tomé una revista y se le tiré por la cara.
-¡Oye! Pudo haber sido Baekkie,- y con ademanes teatrales continuó -tu hermano menor se desmaya en la calle y ¿crees que la gente lo dejaría así? Que dirían “No lo conozco” “no es asunto mío”, si fueran así Baekkie no habría podido sobrevivir hasta este momento, si recibiste algo de ayuda deberías retribuirla en este momento, piensa en tu hermano, esa persona por lo que dicen se encuentra muy mal.
Lo mire con cara de que no me importaba.
-Estúpido, inhumano, decir que eres desagradable es poco, bastardo egoísta.
Me levanté lentamente y mi “amigo” sonrió -¿vas a ir?
-Es mejor que verte escupir saliva, bastardo- me alejé hacia primera clase.
Entré a la sala empresarial, el chico continuaba inconsciente, le habían puesto una mascarilla de oxígeno y estaba más pálido que antes, todos lo miraban sin saber que hacer.
-¿Puedo revisarlo?
La azafata se levantó para darme espacio, me quité el abrigo y me acerqué a él, respiraba de forma agitada ahogándose con el poco aire que tomaba, le puse el esfingomanómetro en el brazo y noté como su presión bajaba rápidamente a 160, si no actuábamos pronto el chico moriría.
-¿Es serio?- preguntó la azafata
-Me temo que sí, ¿el tutor se encuentra aquí?
-Ella fue a llamar al Presidente no debe tardar en regresar.
Me agaché a seguir revisando al chico.
-¡Señora! ¡Encontramos un doctor!- Dijo otra azafata.
Tenía mi cabeza agachada al levantarla para mirar al tutor y volver a mirar al chico, devolví la mirada con los ojos abiertos como platos, de la sorpresa dejé caer el estetoscopio.
-No puede ser… Taeyeon- Pasé saliva.
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