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La Gravedad del Amor por Kunay_dlz

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Notas del capitulo:

Estamos a nada de terminar.

 

 

La Gravedad del Amor

VII

Media Naranja

 

 

 

En un set de producción entraba a toda prisa un encapuchado, esquivaba a las personas que se atravesaban, iba directo al camerino de una famosa banda que anunciaba su regreso a la industria musical. Abrió la puerta del camerino, su respiración irregular se escuchó por todo el recinto, se bajó la capucha dejando ver un pelo negro y alborotado que enmarcaban unos bellos ojos amatistas.  

--¡Shu! ¿Dónde estabas? Llevamos un buen rato buscándote. –decía Suguru desde un sillón en que practicaba algunas notas.

--¡Espero que tengas una buena explicación pequeño! –amenazaba K armando su pistola.

--Nunca cambiarás Shu, ¿Te cambiarás o seguirás con esa sudadera? Tus fans pronto encontrarán tu cambio de imagen, así que no abuses de tu suerte al salir a lugares concurridos. –decía Hiro mientras hacía que su amigo se quitara la sudadera.

--Ya, está bien, ya estoy aquí. Aún no es hora, sólo les gusta preocuparse de más. No es la primera vez que hacen música. –decía Shu con tranquilidad.

--No es posible Shu, hemos estado fuera de los escenarios por un tiempo y es inevitable que sintamos un poco de nervios. –alegaba Suguru.

--Tranquilo, todo va a estar bien. Mira, las letras ya están listas. –decía Shu acercándose a Suguru y mostrándole unas hojas. Hiro se acercó para mirarlas sobre el hombro de Suguru.

--¿No crees que son un poco cortas? –preguntaba Hiro.

--Tal vez, pero, esta vez habrá más música y algunos pasos de baile. –respondía un alegre Shu.

--¿Por qué baile? –inquiría Suguru.

--¿Por qué más puede ser? Porque quiero.

Se podía observar a un pelinegro con tres chichones en su cabeza cortesía de sus compañeros. Después de legar a un acuerdo, convinieron que Shu podía incluir algunas canciones cortas con coreografía pero que también escribiera como solía escribir. Iniciaron con la primera canción en su retorno a la industria musical.

  

Toqué, la luna gracias a ti

Estoy, tarumba claro que sí

No sé, ni cómo fue

Sin embargo te conquisté

 

Después terminar con la musicalidad de la canción, iniciaron con las otras; se sintieron como si nunca se hubieran tomado ese descanso. Parecía que nada había cambiado. Una de las novedades en la disquera había sido que tenían una nueva banda llamada Nittle Graspers donde el mismo Thoma era miembro. Una de las razones que Bad Luck terminó su descanso fue debido a las insistencias de Thoma para les apadrinaran en el ámbito musical.

--Hola chicos, ¿Terminaron su trabajo? –preguntaba Thoma quien les interceptó en el pasillo de salida.

--Hola jefe, si terminaron, estaba por llevarlos a sus casas. –contestaba K mirando a las personas que estaban tras Thoma y que miraban a sus chicos con intensidad.

--Bien K, antes de que se retiren les presentaré a mis compañeros, ella es Noriko, y él es Ryuichi. –los mencionados saludaron.

--Y ellos son, Suguru, Hiro y Shu. –decía K señalándolos –Ahora, si nos permiten, debo llevarlos a sus casas. ¿Qué les parece una reunión entre ustedes mañana? Para que se conozcan mejor.

--No hay problema K, nos vemos mañana. –respondía Thoma a la sugerencia de K.

Tras unos movimientos de manos en son de despedida por parte de los miembros de Bad Luck, Thoma se volvió a sus compañeros y hablaron un poco antes de marcharse a sus respectivos hogares.

 

Tal vez, mi boca rojo clavel

Igual que a las hormigas también

Fue quien te trajo aquí

Limpio, más que agua de Abril

Sin pedir, lo que todos piden y…

Pisando fuerte

 

--¿Qué piensan de ellos? –cuestionaba K.

--Son agradables, me alegra que podamos ser sus padrinos. –decía un alegre Shu –parece que llegarán muy lejos.

-- Claro, quizá lleguen a ser a ser mejores que nosotros. –picaba Suguru.

--¿Qué? Suguru, debes ser más seguro de la música que hacemos. Además, la música no puede ser monopolizada, es todo un arte. Todos tienen la misma oportunidad de brillar, mientras demos lo mejor de nosotros. –afirmaba Shu –¿Qué? –preguntaba al ver que todos le miraban.

--Bueno, esperaba cualquier cosa menos esa respuesta. –confesaba Suguru.

--Por cierto Shu, ese tal Ryuichi no te quitaba los ojos de encima. –rompía la tensión Hiro.

--¿Qué? Bueno, platicamos un poco y parece que tenemos algunos gustos similares, tal vez por eso.

Sus amigos le miraban incrédulos, más obvio no pudo ser Ryuichi y Shu ni en cuenta. Antes de decir algo pensaron que deberían hablar con Thoma, después de todo, él es quien maneja todo. Así no ilusionarían a su amigo, no hasta que Thoma diera el veredicto, después de todo ya pasó el tiempo suficiente como para que Shu reinicie su vida en el ámbito sentimental.

 

Tú mi complemento

Mi media naranja

Ya te quiero

Sin cruzar palabra

Si esto no es un sueño

Eres mi otra mitad

Oh, oh, oh…

 

Después del gran evento del regreso de Bad Luck y el inicio de Nittle Grasper llegaron una serie de rumores que involucraban a Shu y a Ryuichi. La plática que sostuvieron ambas agrupaciones con Thoma terminó de una manera que no habrían pensado.

--Son rumores que se desataron luego del lanzamiento Ryuichi, sé que simpatizas con Shu pero abstente de demostrar tu afecto en público, en conciertos, y en programas, menos si son programas en vivo. –establecía Thoma.

--No te preocupes jefe, yo vigilaré a Shu. –decía K para aligerar un poco el ambiente.

--¿Yo? K, yo no te doy problemas. –dijo Shu como niño chiquito.

--Claro que no, sólo los provocas cada que tienes oportunidad. –aseguró Hiro mientras abrazaba a Shu con uno de sus brazos.

--Lo siento Thoma, pero no negaré esto que siento por Shu. –habló Ryuichi viendo cómo Shu no se alejaba de Hiro y mejor le sonreía y bromeaba con él.

Ante su declaración, todos quedaron en silencio, Thoma con un ligero gesto de advertencia, Shu con sus amatistas ojos tan grandes como platos y los demás creían que algo pasaría.

--Ryuichi…

--No Thoma, no ocultaré nada. –se volvió hacia Shu, caminó hasta tenerlo de frente, lo jaló hacia él para alejarlo de Hiro –Me gustas Shu, dame una oportunidad de estar contigo, verás que te haré muy feliz. Dime ¿Quieres salir conmigo?

 

Bailé, con toda el alma bailé

Logré, que tú bailaras también

Floté, sé que floté

Como en agua flota el pez sin dejar

Que te separaste más

Toda la noche

 

En el estudio de Bad Luck se encontraban reunidos todos mirando de forma interrogatoria a un Shu en la esquina con papel y pluma ignorando tales miradas. Después de un rato en la misma posición, Suguru rompió el silencio.

--Oye Shu, no creo que debiste tratar de esa manera a Ryuichi ¿Qué no habías dicho que era agradable y que te alegrabas de ser su padrino?

--Sí lo dije. –fue la escueta respuesta.

--¿No te parece que deberías de darle una oportunidad? A fin de cuentas no se dejó intimidar por el jefe con tal de salir contigo. –decía K.

--Eso no importa. –volvió a responder el pelinegro de ojos amatistas.

Hiro no decía nada, sabía lo que le ocurría a Shu y si él no decía nada del tema entonces no abriría la boca.

--Hiro, di algo. –pedía Suguru.

--Shu… ¿Quiénes son los chicos que mandaste llamar? ¿Los conoces de algún lado? –los demás suspiraron, en verdad Hiro no cambiaría.

--Sí los conozco –decía Shu ya con su característico humor –fue por ellos que llegué tarde al set. Los conocí en un bar y me recordaron a ti y a mí, dijeron que querían ser actores y me gustaría ayudarlos.

--Pero Shu, los videoclips puede no ser algo que les guste. –seguía Hiro con su duda hasta que la puerta se abrió dando paso un castaño y un pelinegro.

 

Tu mi complemento

Mi media naranja

Ya te quiero

Sin cruzar palabra

Si esto no es un sueño

Eres mi otra mitad

 

--¡No puede ser! –Exclamaban los muchachos señalando a Shu. –¡Conoces a los integrantes de Bad Luck!

--Claro que los conozco –decía Shu al quitarse la capucha de la sudadera que se había puesto a propósito para recibir a los chicos –después de todo yo también soy un integrante.

Shu rió a rienda suelta al ver la cara de los chicos al ver que lograron reconocerlo por sus ojos.

--¡Tú eres Shu! –volvieron a gritar los chicos.

--Sí yo soy Shu, por cierto ¿Cómo se llaman ustedes? –trataba de aguantar la risa.

--¿Cómo es que mandaste por ellos pero no sabías sus nombres? –preguntaba Hiro jalándole la oreja a un lloroso Shu.

--Por sus descripciones, además me dijeron dónde estarían. Ya Hiro, duele, duele, duele. –se quejaba Shu.

--Bueno, yo soy Hal –dijo el pelinegro –y él es Lu –refiriéndose al castaño.

--Es cierto, estás bien enano. –decía Lu para luego reír al igual que lo había hecho Shu –Espera, espera que duele… ya. –se quejaba el castaño por un jalón de orejas que su amigo pelinegro le daba.

Todos los presentes rieron, parecía una comedia lo que hacían. Por un lado estaba Hiro y Shu y por el otro estaban Hal y Lu, haciendo lo mismo. Al parecer Shu no se equivocó cuando declaró haber encontrado a unos chicos que le recordaban a él junto con Hiro.

 

Tu mi complemento

Mi media naranja

Ya te quiero

Sin cruzar palabra

Si esto no es un sueño

Eres mi otra mitad

 

Ya que se impuso el orden Shu y los chicos nuevos platicaron para aclarar las cosas. Les había contado su historia porque así lo quiso y había intuido que ellos no tomarían ventaja de lo que escucharan. No se cansaría de repetirlo, en verdad que ellos le recordaban a él y a Hiro.

--Y ¿Quieres que bailemos contigo en tu gira de verano? –preguntaba el castaño.

--Sé que no se relaciona directamente con la actuación pero me gustaría que nos acompañaran y, podrían salir en algunos videoclips y luego le pediría a Thoma que use algunos contactos y…

--Basta Shu, –intervino el pelinegro –conque nos dejes acompañarte será suficiente. Eso bastará que nos acerquemos a nuestro sueño. Lu usa ese tono simplemente porque aún no lo cree.

--¡Será genial! –al fin reaccionaba el castaño –¿Te imaginas Hal? ¡Saldremos de gira con Bad Luck!

--¿Ves? –decía alegre el pelinegro.

--Genial, ¿Cuándo pueden empezar a ensayar? ¿Sin descuidar la escuela? –preguntaba Shu para establecer que no por eso descuidarían los estudios.

--Sin faltar a clases y al termino de hacer tareas… los jueves por la tarde y los fines de semana. –dijo el pelinegro.

--¿No interfiere con sus actividades sociales? –inquirió Shu.

--No, además no creo que nos tengas las cuarenta y ocho horas que dura el fin de semana. –bromeaba el castaño. Al ver el semblante serio de Shu, tragó en seco.

--No se preocupen, –dijo Hiro que llegaba a salvar a los adolescentes –sólo está considerando la suerte que tienen ya que él no puede zafarse de esas cuarenta y ocho horas de ensayo.

--¡Hiro!

--Es la verdad Shu, admítelo.

Reían de la pequeña broma cuando alguien entró corriendo al estudio en busca de un pelinegro con ojos amatistas.

--Shu, sal conmigo por favor. –decía Ryuichi con un ramo de rosas rojas y varias cajas de chocolates para el cantante de Bad Luck.  

 

Tu mi complemento

Mi media naranja

Ya te quiero

Sin cruzar palabra

Si esto no es un sueño

Eres mi otra mitad

 

--¿Quién era el que te pidió una cita la otra vez Shu? –preguntaba el castaño.

--Es el cantante de la nueva banda de la disquera para la que trabajo. –contestaba Shu.

--¿Qué le hiciste para que lo tengas así de loco? –inquiría el pelinegro.

--Solo hablamos un poco, no recuerdo haberle dicho nada. Creo me la pasé hablando de los demás, de música y de mis sueños. Nada que le insinuara algo. –soltaba un suspiro Shu luego de hablar.

--¿Por qué tu jefe no le advierte que mantenga su distancia? Digo, después de todo están en la misma disquera ¿No puede traer problemas o algo así? –insistía el pelinegro.

--Thoma le advirtió y él se negó. Dijo que no callaría lo que siente. –contestaba Shu.

--Eso es extremo, merece algún crédito ¿No crees? –dijo el castaño.

--¡Lu! –reprendió el pelinegro a su amigo castaño.

--¿Qué? Es la verdad. –se defendía el castaño.

--Esa no es la forma de pedir una cita, no para mí. –dijo Shu.

--Lo sé –dijo el pelinegro –digo, con tu relato lo dejaste muy claro. ¿Alguna vez… te permitirás amar de nuevo?

--Por supuesto que sí. Los recuerdos ya no duelen y sí quiero volver a caer en el encanto del amor, pero, Ryuichi no es para mí. –declaró Shu –Vamos, sigamos ensayando.

 

Tu mi complemento

Mi media naranja

Ya te quiero

Sin cruzar palabra

Si esto no es un sueño

Eres mi otra mitad

 

--Hola Shu. –saludaba Ryuichi a un solitario Shu en el elevador de la disquera.

--Hola. –contestó Shu por cortesía.

En un rápido movimiento Ryuichi paró el elevador con el botón de emergencia y se encaró a su estrella inalcanzable.

--¿Qué haces? –decía Shu molesto.

--Sólo quiero hablar contigo…

--¿En el elevador?

--Es que si no es ahora, no me darás la oportunidad. Escucha, ¿Bien?

>>Me sentí atraído hacia a ti desde que te vi en Tv, tu voz me encanta y sé que yo podría hacerte feliz. Tú eres la estrella que me gustaría alcanzar y brillar junto a ti. Compartimos gustos y me gustaría hacer realidad tus sueños. Sólo acéptame. Dame la oportunidad de hacerte feliz.

--Ryuichi, lo siento. Creme que no es porque me sienta la gran estrella, yo solo hago lo que me gusta. En verdad me alegra que también te guste la música tanto como para hacer y compartirla con otros. No puedo ofrecerte más que compañerismo en el ámbito laboral. Lo siento.

--¿’Compañerismo’? Ni siquiera tu amistad me puedes dar.

--Amistad es lo que no se debe ofrecer cuando uno de los dos alberga otro sentimiento, sería autodestruirse. No quiero hacerte daño, Ryuichi. Dejémoslo así. No te hagas daño.

Con la mirada gacha, Ryuichi puso en marcha el elevador. Shu salió en el próximo piso. Ryuichi sólo pudo ver a Shu alejarse… Es duro que algo termine cuando ni siquiera ha empezado.

Shu llegó al estudio, dejó sus cosas y se puso a ensayar.

 

Tu mi complemento

Mi media naranja

Ya te quiero,

Sin cruzar palabra

Si esto no es un sueño

Eres mi otra mitad

 

 

 

>>Continuará...

Notas finales:

Gracias por leer.


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