Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un milagro por amor por pri_sasukelove20

[Reviews - 141]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

 

 

 

Hola queridos lectores. Hoy vengo con una nueva actualización, lamento que sea tan corta, prometo recompensarles en la próxima. Muchas gracias por sus reviews, gracias por su apoyo. Me alegra que esta historia le haya gustado y espero que siga agradándoles de aquí en adelante.

 

 

 

(Personajes de Masashi)

 

 

 

Y empezaré mi nuevo proyecto, espero su presencia también allí. Se llamará “Cambio de género” :D

 

 

 

 

 

 

 

¿Qué demonios había hecho? Había dejado que sus emociones le controlaran por completo antes que su razón. El observar la actitud sacada de su hija le había dejado boquiabierto y una horrible amargura con la cual no lograba todavía librarse. Ino le había lastimado en la mejilla por actos tan egoístas como esos, no se arrepentía de haber repartido los bienes en ese orden, sin duda su corazón y su experiencia habían elegido bien. Ahora aquellas miradas reposaban sobre su persona por no haber sabido mantenerse callado y no hacerse notar tan escandalosamente.

—Yo…-se sintió incomodo—Yo necesito tomar aire, lo siento-se disculpó apresurado. Salió de la mansión con dirección al patio trasero, de verdad necesitaba enfriar su cabeza o podría atentar contra su propia hija.

—Es sorprendente que ese idiota haya osado gritarme con tanta confianza-respondió molesta.

—¡Jamás te perdonaré, Ino! Si no fuera porque eres mujer, ahora mismo estaría sobre ti repartiendo golpes-Itachi no lograba estar pasivo como antes, Sasuke era su única familia y él mismo había sido su protector y padre del pequeño desde que quedaron varados en las calles.

—Me importa un bledo, se lo merecía por testarudo.

Su despreocupada reacción solo hacia enfurecer más al pelinegro quien apretaba sus puños conteniéndose. El menor sabiendo de esto, dejó expuesta su herida y tomó a su hermano de la muñeca haciéndolo despertar de esa ira.

—Ignórala, por favor-murmuró—Hermano, estoy bien, no vale la pena poner tus manos en ella.

—Sasuke…-miró al azabache que todavía sangraba y tenía la mejilla colorada y marcada.—Vamos a lavarte y ponerte una venda adhesiva.

Entonces su carácter parecía volver a la normalidad gracias a la presencia de Sasuke.

—Disculpe que haya tenido que presenciar esta embarazosa situación, señor.

—Está bien, no se preocupe. No fue su culpa. Mi trabajo aquí ha concluido, le enviaré una copia del testamento en cuanto pueda.

—Muchas gracias.

El notario se retiró de la casa dejando un silencio denso en el ambiente. La rubia todavía seguía disgustada y Menma simplemente se mantenía alejado del drama de su hermana, era demasiado molesto para él.

—Como han oído, soy el nuevo propietario de este lugar. Pueden quedarse tanto como gusten, no tengo la intención de correrlos, pero tendrán que aceptar mis reglas.

—¡Ni lo pienses, Itachi! Yo no voy a obedecerte en nada. Solo estaré aquí hasta que pueda habilitar el departamento que dejó mi tonto padre.

—¡No insultes a papá!-gritó irritado, Sasuke.

—Quédate callado mocoso. Ah, estoy que vomito aquí, necesito salir. Andando, Menma.-se dirigió hasta la puerta.

—Yo tengo que volver a mi trabajo. Lo siento, Ino.

—Como quieras-se encogió de hombros.

Itachi los vio salir y suspiró más relajado.

—Vamos a lavar tu mejilla, hermano.

—Sí.

—Me pregunto… ¿Qué estará haciendo, Naruto?

Caminaba admirando su verde jardín repleto de flores de todos los colores y tamaños. Sin embargo, las que más adoraba era la de los rosales, las blancas. Mostraban una pureza que no tenía comparación alguna con otras. Sasuke lo recordaba siempre, incluso después de su muerte, él no dejaba de olvidar algo tan simple como eso.

—Me siento… muy feliz… Oh, Dios.

¿Porque sus ojos no podían detener esas escurridizas lágrimas? El solo hecho de saber que Sasuke e Itachi le amaban sinceramente, era más que suficiente. A pesar de tener dolor y una gran decepción por parte de sus propios hijos, era tan maravilloso ese sentimiento en su pecho.

—Debo recuperar la compostura. No puedo dejar que me vean de esta manera…

Jamás pensó que podría ver las verdaderas intenciones de Ino. Nunca imaginó que ella andaba tras su herencia tan desesperadamente y odiara con fuerza a sus hermanastros. Sabía que no les agradaba, el día que pisaron la mansión fue evidente su descontento cuando comentó que los había adoptado, pero no hasta este punto. Menma parecía seguir los mismos pasos que su hermana, definitivamente el camino que transitaban ambos no era nada bueno. Aún así, no estaba seguro de cómo podría ayudarlos a encaminarse por el camino que creía el correcto. Como padre de ellos, parecía haber sido un fiasco total por no saber poner límites cuando se los necesitaba, en su lugar les llenaba con caros obsequios y paseos al extranjero.

¿Con una joven apariencia podría hacer un cambio en sus vidas?

Más importante ahora, debía regresar y ver como estaba su hijo Sasuke.

—Volviste-sonrió, Itachi, bajando de las escaleras.

—Sí, lamento haberme comportado como un demente-respondió serio.

—Oh, no. No lo lamentes, yo hubiera reaccionado peor. Sasuke es todo lo que me queda en la vida, no puedo evitar preocuparme más de la cuenta por él, a pesar de que ya no es un niño pequeño-sonrió. —De todas maneras, gracias.

—Eh, no, yo… yo no hice nada-rió nervioso.

—Créeme que si me ayudaste. Pensé que golpearía a Ino, si lo hubiera hecho jamás me lo hubiera perdonado. Papá tampoco podría perdonármelo.

—A mi tía le hacen falta modales. Ha vivido con lujos por lo que no conoce la humildad de una persona.

—Eso no puedo negártelo. En fin, sobrino-sonrió—¿Tienes donde quedarte esta noche?

—Pensaba dormir en un hotel, y luego buscar un departamento a primeras horas de la mañana.

—Alguien de mi familia no puede hacer eso-se acercó frente a él y posó sus manos a ambos lados de sus hombros—Por favor, quédate aquí cuanto gustes. Mi casa es tu casa.

—No quiero ser una molestia.

—No lo serás. Nos hace falta compañía, Menma e Ino son difíciles para conversar.

Bien. Esto había resultado ser demasiado fácil. Vivir nuevamente en su hogar tan rápidamente, todo parecía ir de maravilla.

—Estaré a tu cuidado a partir de ahora, tío-sonrió.

—Buscaremos una habitación para ti, acompáñame.-comenzaron a subir la larga escalinata hasta el pasillo.

—Ah, ¿Cómo está, Sasuke?

—Mi hermano está mejor, no te preocupes. Dejó de sangrar y ahora se encuentra descansando en su cuarto. Necesita reponer fuerzas para mañana, sonará duro pronunciarlo, pero aunque papá ya no esté con nosotros la vida continua. Sasuke debe volver al instituto y acabar su último año, y yo a la universidad y sacar mi título en doctorado.

—Es verdad-susurró—Todo sigue.

Naruto sabía con antelación que su hijo lo llevaría a la habitación de huéspedes que se encontraba al fondo junto a su ex cuarto, a su vez a solo unos metros estaba la habitación de Sasuke seguida de la de Itachi. Se detuvieron frente a ella, cuando abrió la puerta vislumbró el interior como lo recordaba. Una cama, un escritorio, piso alfombrado, una lámpara, armario y justo al frente, un enorme ventanal que daba al patio trasero de sus rosas favoritas.

—Todo está limpio. Cambiamos las sabanas con regularidad a pesar de no haber venido nadie.

—Es perfecto-entró. Se dejó caer de espaldas sobre el mullido colchón que olía a dulce lavanda. —Ah, estoy cansado.

—Duerme lo que gustes. Yo debo repasar para mi examen, te dejo.

—Gracias.

Una vez cerrada la puerta, se puso de pie y sacó de su bolsillo su dinero y tarjetas de crédito. Debía comprar más ropa y algunos accesorios. Esto de ser joven tenía sus desventajas, ninguna de sus antiguas ropas le entrarían a ese cuerpo musculoso y tonificado. La moda de hoy era completamente otra, tardaría tiempo en los comercios, frunció el seño.

Lo haría después. Volvió a recostarse en la cama aun con los zapatos y el traje dejándose llevar por un profundo sueño.

 

 

 

 

 

Todo estaba oscuro. No había ningún sonido excepto aquellos nítidos sollozos de la habitación conjunta. Dormían sin escuchar aquel lastimoso quejido, pero él no podía conciliar bien el sueño sabiendo que uno de sus niños estaba llorando.

—¿Sasuke?

Cuando abrió la habitación, le vio sentado en medio de la claridad de la luna sobre la cama, sus manos frotaban una y otra vez sus ojos intentando parar sus lágrimas.

—Mi niño, ¿Has tenido otra pesadilla?-preguntó en la negrura.

—S-sí…-sollozó.

—Entiendo-sonrió dulcemente.

Prendió la pequeña lámpara junto a la cama alumbrando el recinto y viendo los ojos hinchados en esa pequeña carita. Un tierno Sasuke de ocho años. El blondo se sentó en la orilla y lo tomó en sus brazos otorgándole un cálido abrazo, su hijo adoptivo no dudó en apresarlo con sus cortos brazos.

—Nadie va a hacerte daño, Sasuke. Tú eres el amo de tus sueños y tienes la fuerza para repeler las cosas que te desagraden. No dejes que ellos tomen el control.

—Lo he intentado, pero no funciona… esas horribles sombras me persiguen. Quieren lastimarme, papi…

—Sssh, no llores. Hijo, nadie te hará nada mientras yo esté a tu lado-le acarició sus cabellos. —Ya sé. Tengo una idea, dormiré a tu lado hasta que puedas enfrentar esas pesadillas.

—¿De verdad, lo harás?-sus ojitos negros se abrieron grandes de la emoción.

—Sí, ahora recuéstate.

Sasuke se metió debajo de las sabanas un poco más calmado, su padre se acostó junto a él e instintivamente el menor se pegó contra su pecho haciéndose un ovillito.

 —No me dejes, papi…-cerró sus ojos.

—No lo haré, mi niño-lo rodeó con sus brazos—Descansa.

 

 

Cuando abrió sus ojos sintió la humedad en sus mejillas, en efecto, estaba llorando pero lo que lo dejó helado era la presencia de Sasuke en el cuarto de invitados. Parado junto a la cama con una mueca extraña a su parecer.

—Tú, estabas llorando.

—Lo… lo siento. Tuve un sueño bastante nostálgico-se sentó sobre la cama.

—Lo escalofriante desde mi punto de vista no es que llores dormido, sino más bien, que menciones mi nombre en tus “nostálgicos sueños” dejándome con una enorme interrogante.

Oh, no. Esto estaba mal, muy mal.

—Así que… Naruto, me molesta el solo hecho de que te llames como mi querido padre. ¿Por qué me llamabas en sueños? ¿Acaso nos hemos visto antes?

El blondo se puso pálido. La mirada intensa de Sasuke parecía quemar sus propias pupilas. Su mente estaba en blanco. Nuevamente había metido la pata otra vez.

—¡Responde, maldición!-lo tomó del cuello de la camisa, acercándolo lo suficiente como para que sus respiraciones chocaran. Entonces… entonces sus ojos se conectaron, negro y azul, azul y negro.

 

 

 

Entonces Sasuke acortó la distancia… y lo besó.

 

(Continuará)

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).