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Un milagro por amor por pri_sasukelove20

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Notas del capitulo:

 

Hola amados lectores, otra vez actualizando. No se acostumbren, ja, ja, bien, hasta aquí dejo por ahora ya que tengo otras historias que actualizar. Me encanta dejarlo en suspenso, espero les guste mucho y sigan apoyándome :D GRACIAS POR SUS REVIEWS, feliz de que les esté agradando la trama. Y se pondrá mejor aún.

(Personajes de Masashi)

 

—¿Cómo es eso? ¡Deja de bromear!

—Lo sé, lo sé, suena una locura, pero es la verdad.

—Tiene el mismo nombre que papá-susurró Sasuke, pasmado.

—Si lo analizas con cuidado, él tiene sus mismos rasgos. Su cabello y sus ojos son exactamente iguales a los de nuestro padre. No parece estar mintiendo-comentó Itachi.

—Tiene hasta sus marcas de nacimiento en sus mejillas. Pensé que papá sería el único en tenerlas.

—¿De verdad crees que vamos a creerte? ¡Vienes aquí tras la muerte de mi padre, una gran casualidad! ¿Acaso andas tras su herencia?-respondió fuera de sí.

—Hermana, cálmate. Estás llamando mucho la atención-susurró, Menma tomándola de los hombros—No dejes que el chiquillo te ponga en ridículo.

—Tíos, yo no estoy aquí por el dinero de mi abuelo. Puedo mantenerme perfectamente yo solo, solo vine a conocer mis raíces. Incluso puedo hacerme una prueba de ADN si no me creen, estoy más que dispuesto.-se mostró seguro.

—Esto se ha vuelto un desastre-exclamó, Itachi exhausto.

—Ino, si le ves detenidamente, se parece a papá de niño.

—¿Eh?

Miró al joven de pies a cabeza fijamente, ciertamente tenía características similares a su fallecido progenitor, especialmente las líneas en sus mejillas que Menma no había heredado. No había muchas fotografías de la juventud de su padre, y las pocas que poseía estaban en manos de Itachi, quien las guardaba secretamente en algún sitio de la casa. Cabe destacar también que tenía la misma similitud con su hermano menor, su cara, su cabello corto en picos hasta sus expresiones de cuando eran niños.

Maldijo en su interior, solo esperaba que no se involucrara con el repartir de los bienes, suficiente tenía con tratar a los adoptivos bastardos que seguro tendrían su parte considerando el gran amor que profesaban al anciano.

Francamente no podía creer que su padre haya tenido una amante además de mamá, y encima de ello, un hijo o hija que había traído al mundo a su único nieto. Frente a sus ojos se hallaba una posible amenaza.

—Bien, chico. No dudo de tus palabras debido a tu apariencia. Sin duda llevas sangre Namikaze en tus venas.-admitió seria—Terminaremos esta conversación luego, dejemos que el padre termine con la oración.

—Concuerdo-sonrió.

El padre al fin continúo la homilía, quien ya estaba prácticamente empapado. Hasta algunos empresarios ya se habían retirado aprovechando el escándalo de un nieto perdido. Todo parecía tranquilizarse, al menos por ahora, Naruto se quedó al lado de sus hijos adoptivos sin perder de vista al menor que parecía un poco ido después de su loca idea.

La gente comenzó a despejarse ofreciendo sus condolencias a Ino y Menma sin tener en consideración a los huérfanos que habían sido reconocidos solamente por Naruto. Ella despedía a los peces gordos llenos de dinero que seguramente volvería a ver en las reuniones de la empresa, la rubia estaba convencida de que manejaría la empresa de su papá por ser la mayor y tener su sangre. Solo lo sabría al llegar a casa y estaba impaciente.

—Vamos a casa, hermano.

Itachi siguió a Sasuke hasta donde habían estacionado el vehículo, la  lluvia comenzaba a parar y podía respirarse el aire puro y el olor de la tierra húmeda.

—¡Itachi!

El pelinegro se dio vuelta sorprendido al escuchar la mención de su nombre tan familiarmente del nieto de su padrastro. Llegó corriendo a su lado y se detuvo para recuperar un poco el oxigeno.

—Ah, vaya. Estoy fuera de forma, deberé salir más a partir de ahora-sonrió.

—¿Te puedo ayudar en algo?-preguntó tranquilo.

—Quiero estar presente cuando se lea el testamento de mi abuelo. ¿Sería mucha molestia si voy con ustedes?

—No, claro que no. Sube en la parte trasera-respondió amable. El chico de alguna forma le contagiaba su animado espíritu.

Sasuke observó unos segundos al nuevo pasajero sentándose a unos centímetros de él, no estaba de humor ni si quiera para oponerse, puso su mirada tristona en la ventana e Itachi inició el recorrido hasta la mansión.

 —Estoy muy contento de conocerlos. El abuelo ha hablado mucho de ustedes-comenzó una amena conversación para ganarse el aprecio de sus niños.

—¿De verdad?-preguntó curioso el mayor, sin despegar la mirada de la carretera—Pues déjame decirte que papá nunca nos habló de ti. Lo cual me extraña, el siempre fue muy apegado a su familia. Incluso en las fiestas de fin de año, él llegaba con anticipación del trabajo para ayudarnos a decorar-comentó lleno de nostalgia.

—Eran buenos tiempos, muy bellos tiempos-murmuró, Sasuke, participando en la charla.

—Yo entiendo que desconfíen de mí, pero les aseguro que soy una buena persona.

—Nadie ha hablado de desconfianza. Solo no te conocemos lo suficiente, pero si eres quien dice ser, tienes todo el derecho de venir con nosotros. Es más, tú deberías figurar en el testamento.

—Te lo agradezco enormemente. Pero sé con anterioridad que no aparezco allí, mi abuelo no quería que nadie se enterase de su relación con su amante. Obviamente mis padres no quedaron en la calle, el contribuía con casi todo.

Dios, qué manera de mentir. Tenía una facilidad para crear historias cuando le contaba a sus hijos de pequeños, jamás pensó que le servirían algún día. Aunque en su mente pesaba, ya que odiaba ocultarle a sus personas más amadas su verdadera identidad.

—Entonces es verdad-susurró el menor. Miró al chico rubio al fin a su rostro—Mi padre tenía una amante, él salía con otra mujer…

—Hermano, papá nos amaba por sobre todas las cosas. Lo que él hiciera con su vida no nos debe de importar, si él fue feliz con esa mujer debemos estar agradecidos.

—¡Pero Itachi, papá era…!-cayó en cuenta que estaba presente el “nieto” y cerró abruptamente sus labios—Olvídalo-volvió a mirar por la ventana, cruzándose de brazos.

—Sasuke, el abuelo te amaba mucho. Él siempre pensaba en ti cuando estaba conmigo-se acercó al azabache hasta el punto de rozar su cuerpo—Y para que lo sepas, cuando conoció a la abuela, él ya llevaba viudo dos años.

—Entonces padre fue fiel a su esposa, es bueno saberlo. No tuvimos el placer de conocerla, él nos adoptó al poco tiempo de su fallecimiento, fuimos afortunados de conocer tan gentil hombre.-comentó, el ojinegro sonriendo.

—Fue una gran persona-respondió el blondo. Era demasiado raro hablar de él mismo, esperaba no meter la pata.

—Llegamos-anunció deteniendo su vehículo para que abrieran la puerta enrejada.

Saludaron a los guardias y disminuyeron un poco la velocidad pasando por el enorme jardín y las fuentes de agua. Itachi detuvo el auto frente a las escaleras que llegaban a la mansión, Sasuke no dudó en bajarse de inmediato seguido del blondo.

—Esta es la casa de mi padre. Bienvenido, muchacho.

—Por favor, llámame Naruto, eres mi tío después de todo.

—Lo sé, pero… es tan repentino. No sé si merezca ese derecho, nosotros somos solo personas adoptadas por el señor de esta casa.

—Eres muy humilde en ese aspecto-sonrió con dulzura.

—Yo y mi hermano hemos pasado por mucho, y sé que el dinero destruye familias y no quería eso para Sasuke. De pequeño le he enseñado tantos las cosas buenas como las malas de este mundo, ser pobre no es malo mientras se viva dignamente.

—Concuerdo contigo.

—¡Oigan lerdos! ¿Piensan quedarse todo el día parados allí?-gritó el menor. Ya estaba al final de la escalinata y les dio la espalda para entrar a su hogar.

Naruto quedó sorprendido por su actitud.

—Lo lamento, mi hermano es… complicado.-rió nervioso—Todavía debe estar enfadado por enterarse de ti. Sasuke estuvo mucho tiempo junto a papá, incluso cuidó de él la última noche antes de morir.

—Entiendo-su corazón latió con prisa—Debió amarlo mucho.

—Sí-sonrió.—Demasiado.

—¡Oh, por fin, que lentos que son! No podemos escuchar los últimos deseos de padre sin ustedes, que molestia-habló fastidiada, Ino. —Y veo que el mocoso vino con ustedes, mm, quiero decir mi amado sobrino-mostró la mejor sonrisa posible en sus labios. Debía comportarse amablemente frente al notario.

En la gran sala se encontraron todos reunidos. El hombre de traje encargado de leer el testamento de pie y sus familiares en los juegos de sofá color beige. Sasuke e Itachi se sentaron juntos, Naruto en un sillón individual y Menma e Ino en otro de a dos.

La rubia estaba que se comía las uñas y Menma tampoco parecía calmado tocándose los dedos y agarrar su pantalón. Aún empapados por la resiente llovizna, Sasuke parecía estar en la nada y su hermano mayor miraba gracioso las expresiones de la blonda.

—¡Por favor, proceda ya!-gritó desesperada.

—Bien, confirmo que sus cuatro hijos están aquí presentes. Aunque no sé quien es el otro jovencito.-se refirió al blondo.

—No se preocupe por él, es también de la familia. Puede estar presente-habló, Itachi.

—Si usted lo dice, lo aceptaré.-con sus gafas puestas, sacó de una planilla un sobre y lo abrió sin dificultad desdoblando la pequeña hoja—Fue confirmada su puño y letra, de manera que lo que se diga en esta carta fue enteramente decidido por el difunto Namikaze y se hará respetando su voluntad sin excepciones.

Amados hijos:

He de partir pronto y quiero irme tranquilo sabiendo que ustedes tendrán un futuro prometedor y prospero. Quiero creer que estarán más que de acuerdo con mis condiciones, y los cuatro convivirán en armonía con ello. Amo a cada uno de ustedes con el mismo amor, los cuatro son mi más valioso tesoro que dejaré en este mundo. Ámense por sobre todas las cosas y cuiden la espalda del otro cuando uno de sus hermanos lo necesite.

Ino; tú fuiste mi primera hija. Eres la mayor, y por lo tanto, tendrás el deber de velar por tus hermanos menores. Hija a ti te dejo mi departamento del centro de Tokio, una cuenta bancaria que está a tu nombre y que podrás retirar con ayuda de mi asesor. Él está informado de ello y te aconsejará. También dejaré la joyería de mi esposa en tus manos, sé cuanto amabas los collares y aretes de tu madre, estarán al cuidado del banco y podrás retirarlos sin demoras. Espero que puedas llegar a ser una persona generosa y contribuyas a este hermoso país, te amo hija.

—¡Eso es todo!-manifestó descontenta. Esperaba obtener las empresas, pero tal parecía no ser la elegida para el puesto.

—Señorita, pido silencio, todavía no hemos acabado-habló el adulto.

Se cruzó de brazos aguantando las ganas de explotar de rabia.

Menma; mi segundo hijo. De niño siempre fuiste muy soñador y vivaz, sé que estarás a gusto con lo que dejaré en tus manos. Mi colección de autos tanto antiguos como modernos quedan a tu cuidado, son cuarenta exactamente y sé que los cuidaras con tu vida. Puedes hacer lo que gustes con ellos. También dejo una cuenta bancaria para ti, sé cuanto insististe en querer tener tu propio casino desde que viajaste una vez a las Vegas. Quedarás a gusto con la suma, y espero logres invertirla. Te amo, hijo.

Esto no podía ser posible, ni su hermano había logrado obtener el trabajo que hizo millonario a su papá. Eso solo los dejaba al par de huérfanos adoptados, y ya temía que no terminaría nada bien. Mientras Menma se mostraba conforme con su parte, ella no era para nada una simple conformista, quería más.

—Vayamos con el siguiente.

Itachi; tú y Sasuke fueron una bendición en mi vida. Cuando estaba sumido en la tristeza y pensaba que nunca podría recuperarme tras la muerte de mi esposa, los encontré luchando por sobrevivir en un mundo que yo jamás había conocido. Me dieron más amor junto a mis propios hijos, mi vida volvió a tener sentido al tener una enorme familia que estaría siempre a mi lado.

Itachi se tapó la cara escondiendo sus ojos los cuales comenzaron a escocer, y Sasuke se abrazaba a él ocultando el rostro en el pecho de su hermano.

Itachi, te dejo la mansión junto con todas las posesiones que contenga. Las dos cuentas bancarias restantes están a tu nombre, una es para terminar tu carrera, sé que anhelas ser un reconocido doctor en el campo de la medicina, estoy orgulloso de tu esfuerzo. La otra cuenta podrás usarla para tus necesidades personales, te quiero mucho, gracias por haber sido mi hijo.

Itachi comenzó a llorar quedándose al descubierto.

—¡Hermano, es fabuloso, la casa es tuya!-lloró, Sasuke—Tienes que estar feliz-lo abrazó.

—Lo… estoy…-sollozó.

Ino estaba que se tiraba de un puente. Tal parecía que su sueño de mudarse y remodelar la mansión no se podría concretar. Más importante aún, era el hecho de quien tomaría el control de las empresas Namikaze, no podía ser el renacuajo de Sasuke, no sabía nada del tema. Los llevaría a la quiebra.

 Por último, pero no menos importante. Sasuke; cuando llegaste a mi casa tuviste muchos problemas para adaptarte. Recuerdo cuando llorabas después de haber tenido pesadillas y tenía que dormir a tu lado para tranquilizarte, eras mi niño consentido. Tan dulce e inocente, y posees hoy un alma fuerte y al mismo tiempo sensible, por eso no dejes que nadie se aproveche de tu bella gentileza. Has estado a mi lado desde el principio, y me has hecho mejor padre de lo que jamás creí ser, Sasuke, dejo es tus manos la casa de la playa. Ya que amas el mar tanto como yo, y nunca nos cansamos de visitarla, y aunque eres joven e inexperto mi niño; quiero que seas el presidente de mis dos compañías. La de maquinaria y la de manifactura textil, no temas, no estarás solo mis colegas te ayudaran en todo lo que necesites. Tú no tendrás ninguna cuenta en el banco, porque sé que ganaras montones de dinero levantando la empresa en lo más alto del cielo, tengo fé en ti. Te amo, hijo.

—¡Esto no puede ser verdad! ¡Es una injusticia!-se levantó de un salto del sofá.

—Señorita, por favor, cálmese-habló el notario—Es la voluntad del señor Namikaze.

Sasuke no lograba asimilar por completo lo escuchado, Itachi estaba realmente orgulloso de su hermanito. Llegaría muy lejos.

—Papá, me dio… la empresa. ¡Itachi, no tengo idea de cómo sacarla adelante!-murmuró angustiado—Si defraudo a papá, jamás me lo perdonaré.

—Yo sé que podrás hacerlo, yo te ayudaré-le acarició la frente.

—¡Debe haber una equivocación! ¡¿Por qué darle a un mugroso que no es de su sangre semejante responsabilidad?!

—Hermana…-Ino parecía a punto de estallar.

—¡Nosotros somos sus hijos biológicos! ¡Sangre de su sangre, maldición! ¡Y tú, niñato, tú que has tenido la suerte de llevar nuestro apellido, legas algo que no podrás llevar a ningún lado más que a la quiebra!-apuntó con el dedo, a Sasuke, que comenzaba a enfadarse.

—¡No le hables así a mi hermano!

—No te metas, Itachi, más que la casa, lo que yo quería era la empresa de papá. ¡Sasuke, dame la compañía a mí, yo sabré manejarla mejor que tú!

El notario decidió no intervenir y guardar silencio, esperando que alguien acabara con esa tonta discusión sin sentido. En ese momento, Sasuke ya estaba de pie a solo unos pasos de la rubia que destilaba odio puro a través de sus ojos contra él.

—Padre ha decidido dármela a mí, y cumpliré con su voluntad como estipula en el testamento.-respondió firme.

—¡Vas a arruinar todo, estúpido mocoso!

—¡Sasuke!-gritó, Itachi.

Ino cegada completamente por la furia se acercó a él sorpresivamente y sin esperárselo el menor, ella rasguñó su rostro con las largas uñas pintadas de rojo. Se apartó agarrándose la mejilla que comenzaba a enrojecer y sangrar, la herida era superficial, pero igualmente punzaba de dolor.

—¡Tú… maldita!-logró romper por completo la compostura tranquila de Itachi, al ver la sangre escurrir del rostro de su hermano.

—¡INO! ¡LO QUE HAS HECHO NO TIENE PERDÓN!

Sin embargo, la furia del mayor quedó aplacada al escuchar el rugir potente del nieto de Naruto, quien hasta hace poco se mostraba neutral ante la situación. Había finalmente intervenido con ese par de ojos azules afilados, llenos de frio desdén y dolor.

Sasuke y todos los presentes se quedaron en silencio ante su manifestación de ira.

—¡NO TE PERMITIRÉ QUE TOQUES UNA VEZ MÁS A SASUKE! ¡Si lo haces tan solo una vez más, créeme que sufrirás graves consecuencias!

Naruto, había perdido el juicio en instantes olvidando por completo su papel. No podía, no quería, que hicieran daño al más preciado de sus hijos, Sasuke era…

 

 

 

 

 

Su más grande deseo de volver a vivir.

 

(Continuará)

 


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