Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lay it down slow por pislib

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 

Hola :)

Antes que nada, muchas gracias por pasar a leer otras de mis ocurrencias.

¡Dale una oportunidad a los Originales!

PISLIB n_n

 

Notas del capitulo:

 

Hola :)

Antes que nada, muchas gracias por pasar a leer otras de mis ocurrencias. Esta historia ya está finalizada desde hace mucho tiempo; sin embargo apenas decidí sacarla a la luz. 

Espero que al igual que en ‘El muchacho de ojos tristes’, esta historia les toque el corazón y tengan una manera distinta de ver las cosas.

Los lugares y personajes son meramente ficticios, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, no pretendo hacer sentir mal a alguien ni mucho menos etiquetar y/u ofender a las personas que se encuentren en alguna situación por la que pasan los personajes de esta historia.

Los títulos de los capítulos son fragmentos traducidos de la canción llamada “Lay it down slow” que interpreta Spiritualized. No están en orden, solo fueron tomados para hacer referencia al título del capítulo. Obviamente la canción no me pertenece y en ningún momento se pretende lucrar ni violar derechos de autor. Aquí el link de la canción: https://www.youtube.com/watch?v=jVXeveYTR04

 Gracias por entrar a leer. Y por acompañar a Chris y a Andy en esta aventura.

 ¡Dale una oportunidad a los Originales!

PISLIB n_n

 

 

Lay it down slow

(Descansa con calma)

 

 

Capítulo I

Sueños en tu corazón.

---------------------------------------------------------------------------------------------

Si tienes sueños en tu corazón.

¿Por qué no los compartes conmigo?

-----------------------------------------------------------------------------------------------

 

En cada historia hay un final y la que les estoy por contar no es la excepción. Les diría que todo comenzó aquella tarde lluviosa cuando Chris vio de otra manera a su ex compañero de cuarto pero sería una reverenda mentira. Podría decirles que dos mejores amigos se hicieron novios, pero entonces la amistad quedaría sobreevaluada. No. Tal vez comience hablando del tema que les causó muchísimos problemas: amor. He de advertirles, estimados lectores, que el concepto que estos jóvenes formaron del amor es diferente a como los demás lo entiende. Así que, tampoco comenzaré hablándoles de este tema porque a estas alturas es difícil de explicarlo. Comenzaré por aquella pequeña discusión que tuvieron Chris y Danelly.

Si están dispuestos a embarcarse en esta historia de una vez les advierto que no esperen un final feliz, porque no lo tiene. Esta es una historia distinta, una historia que involucra el amor de dos muchachos que tenían sueños, dos chicos que solían ver las cosas de manera diferente, dos personas que con el paso del tiempo se distanciaron y olvidaron aquello que los unía. Una historia, mis estimados lectores, que tal vez les haga recordar malos ratos. Y aún con mi advertencia quieren seguir, entonces comencemos…

Transportémonos a esa mañana de otoño, mientras las hojas de los arboles caían con el rozar del viento, Andy caminaba tranquilamente por la calle, después de setenta y dos horas de trabajo en el Hospital Sagrado Corazón, se dirigía hacia su departamento. Era común que un par de personas lo señalaran mientras caminaba, a él no le importaba… o eso quería aparentar. Normalmente estaba alerta a su alrededor, pero ese día estaba agotado, solo pensaba en llegar a su hogar y desparramarse en su cama. Y lo hubiera logrado sin contratiempos sino fuera porque al dar la vuelta en una esquina lo estaban esperando dos personas. La primera se encargó de estrellarle el puño en su cara y la segunda en darle un par de golpes en el estómago. Andy no es precisamente un muchacho musculoso, así que terminó en el suelo. Sus dos atacantes hubieran seguido moliéndolo a golpes sino fuera porque un buen samaritano llegó a auxiliarlo. El buen samaritano lo dejó abandonado a su suerte en cuanto lo identificó, se arrepintió de inmediato el haber ahuyentado a los agresores.

Media hora después, Andy llegó a su añorado hogar. Se dirigió hacia el baño en donde se lavó el rostro desapareciendo todo rastro de sangre mientras internamente se preguntaba qué haría primero: comer o dormir. Cuando terminó de lavarse, el cansancio le ganó al hambre, así que se dirigió hacia su habitación. Y hubiera dormido sino fuera porque alguien más estaba en su cama.

-¡Hola! – Le saludó el intruso con demasiado entusiasmo – Creí que no llegarías, hace mucho que te esperaba y…

 El semblante del intruso cambió drásticamente. Frunció el ceño.

-¿Quién fue?

-¿Quién fue, qué? – respondió con voz cansina, mientras se quitaba los zapatos.

-El que te hizo ese golpe – el intruso señaló hacia su mejilla.

-Fue un accidente en el trabajo, un paciente llegó…

-¿Un paciente, eh? Como el de la semana pasada, el de hace un mes o como el…

-Chris…

-Esta vez no me quedaré callado, Andy.

Y no lo haría, Christopher llevaba nueve años quedándose en silencio.

Verán, Andy es hijo de un señor que fue muy conocido por todos sus delitos. Un violador de menores y asesino en serie. Un periodista publicó la biografía de su padre, revelando datos reales. Desde ese entonces, la gente que reconocía a Andy comenzó a acosarlo, acusando al muchacho de los delitos de su padre. En más de una ocasión Andy llegó al hospital por heridas graves.

-No es tan malo.

-No es justo.

-¿Qué hiciste? – esta vez fue Chris quien frunció el ceño.

-No hice nada.

Chris nunca fue bueno mintiendo, así que era de esperarse que Andy no le creyera. Ambos se conocían, se sabían sus derechos y sus anversos, sus mentiras y sus verdades. Todo.

-Chris.

-Discutí con Danelly – confesó el aludido – te juro que no fue mi culpa.

Andy rodó los ojos, decidió irse hacia la cocina a prepararse algo rápido para comer, con su visita inesperada sabía que no lograría dormir pronto.

-Insisto, ¿Qué hiciste?

-¿Qué te hace pensar que fui yo el que comenzó la discusión?

¿Ya les he dicho que ambos se conocían sus mentiras y verdades?

Andy enarcó una ceja.

-Llamé sin querer “bruja” a su madre, aunque técnicamente no es un insulto – confesó.

El dueño del departamento comenzó a prepararse un emparedado.

-Chris, se supone que en esa cena pondrían fecha para la boda.

El aludido gruñó.

-¿Por qué lo haces?

-No entiendo – Chris sirvió un poco de leche en un vaso.

-Es la tercera vez que haces lo mismo. Cuando decides que es hora de ponerle fecha a la boda terminas arruinando las oportunidades.

-¿Insinúas que lo hago a propósito?

Andy lo escudriñó con la mirada. Asintió con la cabeza.

-No, no es así.

-Dime, ¿quieres o no casarte con ella?

Chris hace pucheros.

-Cuando no duermes tus seis horas seguidas te pones gruñón. Bebe tu leche, hablemos después.

Andy entrecerró los ojos, observando el inofensivo vaso.

-¿Le has echado algo?

-No.

-No me mientas Christopher – Andy gruñó – la última vez le pusiste un somnífero al jugo de naranja.

-Y era justificable, no habías dormido por mucho tiempo, justo como hoy.

-Tengo planes para hoy.

-¿Sexo salvaje con tu mejor amigo? – Chris jugueteó con sus cejas, Andy se sonrojó.

-No. Iré a visitar a Hannah.

Les relataré un poco de la familia de Andy. Hannah es su hermana menor, tiene diez años. Cuando su madre murió ambos hermanos quedaron al cuidado de su padre, y como ya les he dicho, no fue precisamente un padre ejemplar, cuando lo capturaron Andy tenía catorce años y su hermanita uno, al no tener más familiares ambos fueron colocados en distintas familias sustitutas.

Desde ese entonces Andy se desvivió por estudiar y trabajar arduamente para poder pedir la tutoría de su hermana.

-Genial, ¿puedo acompañarte?

-¿No tienes que ir a algún lugar?

-Hasta donde yo sé, a ninguno.

-¿El nombre Danelly no te dice algo?

-Ella está enojada, dejaré que se le pase el enojo.

-Chris…

-Vamos, Andy. Si voy ahora, ella me reclamará por no haber ido hacer las paces después de la discusión.

El aludido entrecerró los ojos.

-¿Desde hace cuánto que estás en mi departamento?

-El suficiente como para saber que no has alimentado a nuestra hija.

-¿Qué? ¿Qué tiene que ver Lola en todo esto?

-¡Es nuestra hija!

-Es una ardilla – aclaró.

-Hieres sus sentimientos – dejó salir melodramático – y sigue siendo nuestra hija.

Y Chris no mentía. A Lola la encontraron en el parque en una tarde lluviosa. Andy y Chris habían ido al cine, de camino a casa pasaron por el parque y justo cuando habían decidido quedarse un rato a conversar comenzó a llover, fueron a resguardarse bajo el árbol más cercano cuando encontraron a la pequeña ardilla tirada en el suelo. Aparentemente había caído del árbol. Ambos decidieron llevarla al veterinario. Cuando estuvo mejor, la regresaron al parque, pero para ese tiempo la ardilla ya no quiso irse, así que acordaron adoptarla.

-Le dejé suficiente comida.

-Se la terminó.

-No me cambies la conversación.

-No quiero ver a Danelly – dejó salir.

Andy lo observó fijamente.

-De acuerdo.

-Deberías dormir – Chris le recomendó, al verlo bostezar.

-Si no voy hoy, no podré verla hasta dentro de tres semanas.

-Ibas a dormirte, por eso fuiste a tu habitación.

-Solo iba a descansar un par de minutos, los cuales ya pasaron al tener esta conversación – atajó, saliendo de la cocina.

Chris no se movió de su lugar. Su mirada aún seguía fija en donde vio desaparecer a su amigo. Suspiró largamente antes de dirigirse hacia donde se había ido Andy. Se recargó del marco de la puerta, observándolo detenidamente. A pesar que lo conocía desde hacía nueve años, Andy era muy reservado para muchas cosas. Nunca lo escuchó quejarse o hablar mal de su padre a pesar de las consecuencias que le traía al ser su hijo. Incluso, físicamente, se parecía a él. Cabello castaño claro, ojos color azul claro y largas pestañas, de tez morena clara. Tal vez, esa era la causa por la cual las personas descargaban su enojo contra él. Era una versión joven del padre.

-Eso no “borrará” lo ocurrido – confesó Chris al ver que Andy se ponía maquillaje natural sobre su reciente herida.

-No quiero que Hannah me vea así.

Chris lo observó detenidamente, preocupado. Días como ese odiaba al padre de Andy, no le gustaba que las personas descargaran su odio y frustración en su amigo.

-¿Crees que…? ¡Lola! – gritó de pronto al ver a la pequeña ardilla subírsele por las piernas.

-Te ha extrañado – confesó el castaño.

-Digo lo mismo – Chris le sonrió.

-Es hora de irse – anunció.

*0*0*0*0*0*

Media hora después, ambos amigos se encontraban en la puerta delantera de la casa en donde residía actualmente la hermana menor de Andy.

-¡Andy! Buen día – saludó una mujer pelirroja.

-Buenas tardes, señora Burbage – saludó, entrando en la casa, seguido de Chris.

-Lo lamento Andy – se disculpó inmediatamente en cuanto el muchacho comenzó a buscar a su hermana.

-¿Qué cosa?

-No podrás estar mucho tiempo con Hannah.

-¿Qué? – Andy perdió el poco color que tenía en el rostro.

-Hay una pequeña reunión. Salimos en menos de diez minutos.

-Pero… es mi día de visita y…

-Lo sé, lo lamento – la mujer le brindó una mirada de total culpabilidad.

-No podré verla hasta dentro de tres semanas – suplicó.

-Como ya dije, lo lamento – esta vez la mujer endureció el rostro.

-Señora…

Andy silenció a su amigo antes que dijera algo que le impidiera ver a su hermana en los escasos ocho minutos que ya le quedaban.

-¿Dónde está?

-En su habitación. En un momento la hago bajar.

-Gracias.

La mujer avanzó hacia las escaleras que conducían hacia el segundo piso y las habitaciones.

-Esa maldita bruja no quiere que estés con tu propia hermana.

-Chris – reprochó.

-Es la verdad, ¿o lo negarás?

-Sé que creen que no soy de fiar, pero al menos me dejan estar con ella.

-Pero…

-¡Andy! – una dulce voz llamó desde las escaleras.

-¡Hannah! – el muchacho fue al encuentro de su hermanita.

Ambos se abrazaron fuertemente, como si temieran que al soltarse jamás volverían estar juntos. Y, lamentablemente, así lo sería.

Hannah, a diferencia de su hermano, tiene el cabello negro y rizado. Lo único que ambos comparten es la forma y el color de los ojos. Azul claro y largas pestañas.

-Te he extrañado, Andy.

-Y yo a ti, pequeña. No te imaginas cuánto – la miró directamente a los ojos, Hannah lo volvió a  abrazar – te tengo una sorpresa – confesó al separarse de ella.

Andy buscó entre su mochila y sacó un pequeño conejito de peluche, se lo extendió a su hermanita.

-Es muy bonito, Andy – la pequeña abrazó al peluche – gracias – le dio un beso en la mejilla.

-Es hora de irnos, Hannah – anunció la señora Burbage. Chris frunció el ceño mientras consultaba la hora en su reloj de mano. No habían transcurrido siquiera tres minutos desde el encuentro.

-¿Puede venir Andy con nosotros? – interrogó la pequeña.

-Lo siento, Hannah. Tal vez en otra ocasión.

La pequeña se decepcionó.

-Te prometo que nuestra próxima visita será más prolongada – Andy la animó – te llevaré a donde tú quieras.

-¿Lo harás?

-Lo prometo.

Hannah se abalanzó hacia su hermano, ambos se fundieron nuevamente en un abrazo.

-Te quiero, Hannah – le susurró al oído – pronto estaremos juntos.

-Yo también te quiero hermano.

La despedida entre ambos hermanos siempre fue dura. Una hora de visita nunca fue suficiente para ellos, en este caso fueron escasos cinco minutos.

¿Por qué una hora de visita? Déjenme explicarles la absurda decisión que tomó el juez. Después del juicio contra el padre, el juez tuvo la estúpida idea que ambos hermanos solo podrían verse cada tres semanas y a determinada hora. Si Andy por algún motivo no podía llegar a tiempo o no podía asistir a la visita, perdía su turno y tendría que esperar nuevamente tres semanas para ver a su hermana. Era realmente ridículo. Cualquiera que viera a estos dos hermanos interactuar se daría cuenta que ambos no pueden vivir separados. Se necesitan, se quieren, son lo único que se tienen. Y lo único que los mantiene alejados es el maldito prejuicio. Todos ven al señor Morgan en su hijo. Creen que Andrew se convertirá en su padre tarde o temprano.

¡Que estupidez!

 

-------------------------------------------------------------------

 

Nota de autor:

He decidido retirar mis fanfics de algunas plataformas. Oficialmente estarán en Fanfiction, El foro del Dragón y  en mi blog. Estos son los foros oficiales, todos mis fanfic bajo el Nick de Pislib Nott. Si una de mis historias anda por ahí rondando bajo otro Nick, agradecería infinitamente que me avisaran para comenzar la cacería (muajaja). Como le dije a una de las que me plagió, “simplemente me cansé de ser amable”. Si quieres continuar leyendo esta historia, la encuentras en los siguientes links:

 

Blog Pislib Nott. https://pislibnott.blogspot.mx/search/label/Historias%20Originales

Besos

Pislib Nott.

 

 

Notas finales:

 

Hasta aquí llega el primer capítulo.

¿Qué les ha parecido? ¡Acepto críticas constructivas!

Muchas gracias por leer y nos estamos leyendo, si me leen por estos lares: “El efecto de la Luna de queso”, “No me olvides…” y “Tu historia fue conmigo”, todos del fandom Harry Potter.

Besos.

PISLIB n_n

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).