Escuchando mucho ruido cerca de su oído abrió los ojos con mucho cansancio, haber jugado Snap explosivo hasta las tres de la mañana por cuatro días seguidos no había sido buena idea, sin embargo ninguno se rendiría con tal de ganar la oportunidad de ser “rey” por un día, su clásico premio para cualquier actividad.
Se frotó los ojos desganado, ya era de día, o eso parecía porque pudo divisar un tímido rayo de sol colándose por la cortina, pero de lo que más pronto cayó en cuenta era la gran actividad que presentaba cierto persona que parecía no importarle la gente durmiendo.
-¿Ya te vas?- preguntó Harry al rubio que ya estaba bien arregladito con su túnica bien puesta, su cabello engominado (o "relamido" como solía burlarse ganando graciosas muecas y muestras obscenas con sus dedos) y con su perfume almizclado.
-Por su puesto… quedé con mi papi y con… umm… como sea… vamos a ir al museo... y no te invité porque no estoy dispuesto a gastar dinero en alguien que solo iría a dormir y bostezar a más no poder...-dijo arqueando una ceja, pues esa declaración era más que obvia, y sabia que el azabache mejor ni se molestaría en negarlo.
-Que considerado de tu parte Dray, tus súbditos te lo agradecen- agregó burlón haciéndole una reverencia solemne para después reír.
-¡¿Me quedé dormido?! ¡¿Qué hora es?!- preguntó Ron saltando de la cama buscando a tientas sus pantuflas maltrechas por culpa de los intentos de bromas de sus hermanos.
-Descuida comadreja, solo son las siete...- Draco rodó los ojos. El pelirrojo por su parte lo miró estupefacto como que no creía lo que acababa de escuchar.
-¿¡DORMI TODO EL DIA!?- la consternación en su mirada le sacó una sonora carcajada al rubio y el azabache negó con la cabeza reprimiendo su risa.
-No, Ron... son las siete de la mañana...- dijo con calma, pero por la expresión contorsionada de su amigo, lo notó molesto.
-¿Cuál es su problema? son vacaciones...- como si despertar temprano fuera una especie de complot, Ron sacudió la mano en señal de que regresaría a dormir y por favor no lo molestaran y en efecto, en menos de lo que canta el gallo comenzó a roncar. Tanto Harry como Draco se destornillaron de risa por dicha acción ¿que se le iba a hacer?
Tras una buena sesion de buen humor Draco se le quedó viendo a su amigo pelinegro escudriñando su semblante impasible.
-Borra esa estúpida sonrisa de tu rostro Harry... eres demasiado predecible y ni a mi tío Tom ni mi tío James se les pasara por alto tu "excitabilidad" por cierto profesor...- dijo con el mejor tono inocente que pudo y Harry siguiéndole el juego frunció el entrecejo y volvió su sonrisa una línea fija -ahora parece que estas constipado...-
-¡Ashh hurón, nada te parece!- exclamó abalanzándose para hacerle cosquillas. Draco se declaró vencedor tras unos breves minutos y con un movimiento de varita arregló nuevamente su ropa.
-Bueno... nos vemos en la noche- dijo con su fingida sonrisa de superioridad ganándose la desaprobación de Harry -mas te vale que le digas al ministro Riddle que le mande carta a Sirius para que nos de permiso de aterrizar un par de días con ellos, quiero hacer ese tremendo maratón de peliculas del que hablamos- se miró en el espejo una última vez para asegurarse que ningún cabello se escapara, el ojiverde asintió.
-Espero que te diviertas en el museo- dijo asiendo una mueca de asco.
-Y yo espero que te diviertas sonsacando a Sev...- dijo socarrón ante el rubor del otro.
-¡Por supuesto!- declaró emocionado. No podía esperar para abalanzarse sobre su pocionista favorito y besarlo como si no hubiera un mañana y tal vez, solo tal vez marcar su cetrina piel como suya… sintió un agradable espasmo surcar su espalda y trató de apartar su sobre agitación – aunque creo que el único que no va a divertirse tanto será Ron...- dijo entre risas.
Draco también rió de solo imaginarse al pelirrojo pasar un día con los despistados Vincent y Gregory, Pansy con su volátil humor… aunque tal vez Zabinni podría servir de intermediario "¿o tal vez no?" pensó Harry imaginándose la escena, pero era casi imposible, ver para creer.
"Se lo merece por todas las que me ha hecho" pensó malicioso el rubio despidiéndose con la mano de su amigo y rogando que el italiano tuviera una cámara para extorsionar a la comadreja con imágenes comprometedoras.
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Tras la partida del rubio, los dos chicos que quedaron se dedicaron a comer con parsimonia, bueno dentro de lo que cabe en cada uno porque como siempre Ron engulló todo lo que le sirvieron como si en años no hubiera probado bocado alguno.
-Puedo jurar que el hurón esta que irradia luz por salir con Bill- exclamó burlón echándose a la boca otro poco de tarta de fresa que Dobby les había traído.
-Puedes apostarlo aunque el jure y perjure que no lo trae acabándose el oxigeno entre suspiro y suspiro-
-Jaja cierto pero, ¡oh no! él no lo admitiría… ya puedo oírlo si le pregunto seguro y me contesta "muérete comadreja"- dijo imitando la voz exasperada de Draco y los dos comenzaron a carcajearse.
-Me voy a duchar- declaró el azabache levantándose -ay me platicas como te fue con tus... “Amigos”- agregó burlón Harry ganándose un bufido y un grito diciendo “traidor" de parte del pelirrojo que se dejó caer con pesadez sobre la mesa.
"Una reunión con todo el sequito de Drake, ¿que podría ir mal?"
Claro, nada si eres el único hijo de los Malfoy- Lupin que podía poner a cualquiera en su lugar con su gélida mirada, pero para Ron eso era una tarea titánica.
Estuvo listo en un santiamén y se despidió de Harry quien parecía que estaba entreteniéndose para no tomar su baño.
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-Rony darling, ¿dónde está Potty? ¿Y mi amore?- preguntó Pansy buscando a sus amigos cono si acaso vinieran escondiéndose tras la espalda de pecoso.
-No vendrán, están muy ocupados provocando rabos verdes.. err... quiero decir divirtiéndose a lo grande por ahí...- dijo alzándose de hombros cuando la pelinegra rodó los ojos.
-Ashh la misma cantaleta, como si no supieran otra, podría jurar que les gustan las rancheras- dijo dándole un chirriante beso en la mejilla
-Las adoran...-
-¡Rojo! ¡PansPans!- exclamo Blaise saludándolos con su mano en alto mientras la otra la mantenía guardada en el bolcillo de su pantalón.
-Ya se arruinó la fiesta- declaró bostezando la chica para después mirarse las uñas recién pintadas de un brillante color morado.
-Que grosera- declaró ofendido el moreno llevándose las manos al corazón fingiendo un dolor.
-Y así me adoras, Blaisy- dijo con su irónica sonrisa recibiéndolo con un abrazo-¿Alguien sabe donde se metieron Gregory y Vincent?- preguntó buscándolos con la vista.
-Como nos preguntas a nosotros mujer, si acabamos de llegar- dijo muy mordaz Zabinni limpiándose las manos.
-Aunque... ¿cómo es que alguien de su tamaño se pudo perder de esa forma?- preguntó Ron realmente consternado ya que era prácticamente imposible.
-¡Y yo que sé!- dijo la pelinegra que hacía solo unos segundos los había visto, pero realmente se le resbalaba si estaban o no, pero estaba segura que si los dejaban atrás irían con el chisme con Draco y se molestaría horrores con ella por dejar de lado a sus guardaespaldas mastodontes.
-¡Ya los vi, están en la librería!- dijo el moreno señalando a una fachada tres puestos más adelante.
-¿Saben leer?- la mirada punzante de Blaise le hizo corregir sus palabras -digo que bueno que los encontramos, muévanse, chicos que no tengo todo el día, el traslador de mis deliciosas vacaciones en el Caribe se activa dentro de cuatro horas- dijo sonriente comenzando a caminar con sus altisimos zapatos de plataforma.
-Ya va a comenzar a mangonear a todos-
-Claro, es lo mejor que sabe hacer- dijo Ron haciendo reír al moreno por lo bajo ganándose la atención de la ojiverde que no le cayó muy en gracia lo que dijo de ella.
-¿Tienes ganas de jugar Ronny?- el pelirrojo tragó en seco.
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-Hola Drake- dijo en voz alta Bill atrapando su pálida mano entre las suyas que eran un par de centímetros más amplios que las suyas.
Contuvo la respiración “cállate estúpido corazón, solo hace cinco dias que no lo veo” dijo apretando los ojos haciendo unas pausadas inhalaciones y expiraciones, demostrándose a sí mismo que es el amo de su cuerpo y no mostraría los estragos que le hacia ese odioso pero tan maravilloso ser humano –Remus, que bueno que llegaron- estrechó con agrado la mano del castaño, el cual no pudo evitar notar el peculiar intercambio de miradas entre su hijo y el “profesor”.
-Bill, que bueno que hayas llegado-
-Oh, al contrario, les agradezco que me hayan invitado, moría por ver a Cezanne pero terminaba por posponerlo y posponerlo hasta que temí perdérmela- dijo risueño viendo de soslayo al rubio cuya vista estaba clavada hacia la larga fila para entrar evitando los ojos azules que tanto le emocionaban frunció la boca al notarse observado y el sonrojo inminente que surcaba sus mejillas.
-Aunque creo que hubieran preferido venir con Lucius…-
-No te preocupes por ello, Luke está de viaje de trabajo, además, el ya tuvo el honor de ver la exhibición mucho antes- dijo sonriendo condescendiente.
-Pues bueno, creo que ya debemos de formarnos si queremos entrar-
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Arreglándose con su túnica de auror, James Potter estaba a punto de salir cuando vio a su pequeño ya no tan pequeño revolotear en la sala buscando sus gafas.
-¿No que te ibas a bañar, cachorro?- preguntó con media sonrisa.
-Sí, pero… no encuentro…- se agachó en el piso revisando cada rincón -¿Has visto a Scarlet? Seguro ella tiene mis gafas, ya sabes cómo le gusta jugar con ellas-
-Si es una pequeña diablilla- dijo con tono fantasioso de que la vena merodeadora en sus hijos estuviera intacta –pues ve a preguntarle de la manera más atenta que te las devuelva ya que ya sabes que es difícil negociar con ella, no se a quien se parecerá- dijo inocente.
-Si… lo sé…- dijo el menor sabiendo que esa pequeña era cosa seria.
-Está en el jardín con quejicus- Harry se paró al instante quedándose con las palabras en su boca –será mejor que me vaya yendo que se me hace tarde- dijo mirando su reloj de muñeca y dándole un beso en su aun petrificado hijo.
-¡¿Severus está aquí?!- pegó el grito, mitad ansiedad mitad emoción que antes de que su padre pudiera decirle algo salió volando al patio trasero.
Su corazón galopaba en su interior a una marcha incansable, por fin podría verlo nuevamente aquel que con tanto ahincó se le escondía y que estaba emocionado por no soltarle.
Cuando por fin pudo divisarlo ahí en medio del gran reguero de todos juguetes que estaban en el cuarto de su hermana, no pudo evitar esbozar una tremenda sonrisa de emoción. Se veía tan bien con sus ropas muggle, no es que no le fascinara con sus elegantes túnicas negras, pero los vaqueros y la playeras remarcaban sus curvaturas naturales tan majestuosas que temía perderse en contemplarlo.
“Bendito sea que el astigmatismo sea mínimo” pensó en un suspiro.
-¡Severus!- lo llamó aproximándose hacia él y la pequeña de ojos avellanas frunció el entrecejo.
-¡Harry estas pisando la mesa de té!- chilló la chiquilla haciendo aspavientos con la mano para que alejara sus pies descalzos del mantel desparramado en el césped. Quien viera a su hermana dudarían que realmente tuviera cinco años, pues su léxico y comportamiento demostraban lo despierta y hábil que estaba.
-Ay lo siento Scarlet…- su disculpa no sonó para nada sincera, pero la pequeña simplemente rezongó.
-Buenos días Potter…- dijo el pocionista tomando un sorbo de la taza de té que la niña le había alargado.
-¡Sev! ¡No tienes que llamarme así, no estamos en la escuela!- dijo molesto haciendo un mohín en su lugar. El mayor esbozó una media sonrisa oculta clavándoles sus primorosos ojos negros en los esmeraldas – ¿desde a qué hora llegaste?-
-Desde hace media hora... al parecer Merope estaba muy inquieta y vine a jugar con ella…- hizo una pausa –lindo atuendo, Harry- dijo con burla a lo que en automático el chico regresó a ver su piyama de snitch fluorescentes “¡no, Merlín!” pensó avergonzado buscando un hoyo donde enterrarse.
-Por cierto, creo que esto es tuyo- dijo alargándole unas gafas que estaban sobre el rostro de un gran oso sentado también “tomando” el té.
-¡No Sev! ¡Parry Oser las necesita para ver!- el chico frunció el ceño ¿se suponía que el oso era un alter ego suyo?
-Creo que Harry las necesita más que él, aparte Parry podrá ayudarse de mi para ver- dijo tratando de sonar lo más comprensivo posible y al parecer funcionó porque la niña sonrió.
“Maldito oso” pensó el ojiverde apretando la mandíbula pretendiendo que no le molestaba en absoluto como el oso era acomodado por su hermana sobre el regazo de Severus. “perfecto, celoso de un oso… ¿Qué más bajo puedo caer?”
Ver la molestia y exasperación del menor le hizo sonreír con sorna, nada mejor que ese pequeño espectáculo “una pequeña recompensa por lo que el idiota de James me dijo” pensó malicioso.
Realmente había odiado la “tranquila charla” que le dio de ni siquiera pensar en poner un solo dedo sobre su pequeño, que si quería podía pasar tiempo con la pequeña Merope podía hacerlo, pero que no se hiciera ideas tontas con Harry… como si necesitara que se lo recordara, el mismo sabía que estaba mal la relación que tenia con Harry o mejor dicho “extraña unión de conocidos de una diferencia de edades significativa que suelen besarse…” eso en definitiva no sonó nada bien.
-Harry... Scarlet y yo vamos a ir a comprar un helado… ¿te gustaría venir con nosotros?- el rostro molesto del niñato se iluminó como pleno amanecer y asintió.
-¡Denme 10 minutos!- dijo campante regresando a toda velocidad a la casa para por fin darse su baño.
Lo que sea que sucedía entre ellos realmente no valía la pena devanarse los sesos en ellos “lo que tiene que darse se dará” pensó muy filosófico el pocionista, aunque no tan convencido de su propio pensamiento.
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Realmente adoraba el arte y había que admitirlo, Cezanne era uno de sus favoritos, pero no podía deleitarse como era debido y todo por ese maldito pelirrojo que de vez en vez le lanzaba miradas sugerentes.
-Tonto…- murmuró avergonzado viendo como él y su papi conversaban animadamente con respecto a las pinturas que veían.
Aun no podía creer que ya se había llevado a cabo la “platica” con Bill y con Charlie “por Salazar que vergüenza” pensó abrumado.
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-¿Pueden calmarse ustedes dos?- preguntó verdaderamente irritado el rubio llevándose al rastras a los dos pseudo- adultos lejos de la mirada publica mientras se dedicaban miradas asesinas entre sí.
-Pero es que Drake !este idiota debe de disculparse contigo por…!- dijo señalando las tres terribles marchas que tenía en su cuello que Draco con pánico lo culto mientras que el domador de dragones sonreía triunfal.
-Y tu quita esa estúpida sonrisa de autosuficiencia Charlie Weasley que estoy furioso con los dos… ¿Qué tienen en la cabeza para armar semejante escena?-
-A ti- dijeron quitados de la pena ambos Weasley haciendo que un furibundo sonrojo se apoderara del heredero de los Malfoy.
-Bueno, Dragón, creo que a ambos nos come las ganas de saber porque nos tienes aquí, ya que algo has de querer decir aparte claro de regañarnos-
-Amm… bueno…- se maldecía, tenerlos ahí tan abrazadores robándoles el aliento e impidiéndole pensar adecuadamente, solo podía sentir a sus criaturas internas tan alborotadas pero parecían que habían hecho las paces entre ellas. Carraspeó.
-Bill… Charlie… como ambos saben debido a la sangre veela de parte de mi padre y la parte licántropo de mi papi, yo… poseo una extraña mezcla en mi interior y…- eso estaba resultando más difícil de lo que esperaba y lo peor es que los dos adultos estaban expectantes e impacientes observándole, esperando el meollo de su asunto.
-Te amo Charlie…- dejo ir y vio la tristeza reflejada en los ojos azules mientras que el otro dio una muestra triunfal acercando su mano para tomar la del rubio que en seguida Draco le dio un golpe en el dorso.
-Auch…-
-Aun no he terminado…- dijo dándole una mirada molesta al pecoso que se alzó de hombros.
-Es verdad que te amo, pero también amo a Bill…-Ninguno de los dos creía haber escuchado bien y lo miraron significativamente.
-¿Es enserio Drake?- dijo el mayor de los Weasley poniéndose de pie.
-No jodas ¿Cómo es posible?- dijo sin poder creer el domador de dragones.
-Como lo oyen… no pude evitarlo pero asi son las cosas.. mis criaturas internas ya han decidido y los han escogido a ustedes...-suspiró cansado y abrumado por las intensas emociones que le transmitian los hombre frente a él -ahora si me disculpan…- se dio la media vuelta alejandose lo mas que podía de ahi ya que los mayores parecian tener bastantes preguntas que no podía responder en ese instante “asi no es como se debe de comportar un Malfoy…” se dijo mentalmente pues ya no podía ocultar su total sonrojo y nerviosismo.
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Sin embargo, para la mala suerte de los profesores, no tuvieron la oportunidad de exigir respuestas a sus interrogantes, puesto que Lucius Malfoy llegó alegando que estaba ahí para recoger a su pequeño, pues tenían que ir a visitar al abuelo Abraxas.
“Claro, nada más perfecto que dejar a mis idiotas para ver a un vejete engreído y senil que siempre esta con la misma cantaleta de la pureza de sangre y quien sabe que ocho cuartos” fue lo que pensó en ese instante antes de caer en la cuenta que se refirió a los mayores Weasleys como suyos “estúpido subconsciente” pensó abochornado.
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-¡Muévete Ronald!- demando Pansy quien estaba cómodamente sentada en la espalda del pelirrojo, quien ya sentía que se le doblaban los brazos del gran rato que llevaba llevándola a cuestas.
-PansPans, ya no seas una amargadita, deja en paz a Ronny...- pidió Zabinni por millonésima vez al ver que la pelinegra no cedía.
-¿Cómo va a aprender a no ofender a una dama en su presencia si uno no tiene mano firme?- preguntó acodando su largo cabello tras su oreja.
"En definitiva fue una mala idea venir" pensaba "aunque esto es cien veces mejor que estar temeroso por el siguiente movimiento de mis odiosos hermanos... aunque esto se le semeja por mucho..." en definitiva su vida era una tragedia tras otra.
-Oh dulce madre de todos los waffles...- dijo en voz baja Pansy bajándose de Ron quien cayó al suelo aliviado -¿ven lo que veo?- preguntó con una sonrisa maliciosa surcando su rostro.
-No puede ser... ¿quién tenemos a quien?- Zabinni también sintió esa impulso de hacer algo divertido.
-¿No es Nott?- preguntó Crabbe como si no entendiera la relevancia del asunto. Pansy se golpeó la frente con la palma de su mano, le seguía pareciendo increíble que alguien como ella se "juntara" con alguien como ellos.
-Si cabecita de alcornoque...- dijo la Slytherin con toda la delicadeza que pudo juntar (que claro, no era mucha).
-Seguro y su amorcito no anda lejos Pansy...- dijo burlón pensando lo mismo que la chica.
-Tienes razón Blaise. Incluso te puedo apostar que puedo descubrirlo antes que tu-
-¿Qué te parece una apuesta?- los ojos verdes de Pansy brillaron.
-Suena tentador Zabinni... ¿qué tienes en mente?-
-Si yo lo descubro antes me haces la tarea por todo un mes- la mueca de estupefacción en la chica no tuvo precio "en definitiva debí traer una cámara" se lamentaba el moreno.
-¿La tuya? ¡Pero si con trabajos hago la mía! está bien, está bien... pero si yo gano usaras falda por todo el jodido mes-
-Eres malvada Pansy Parkinson...-
-¿Tenemos un trato?-
-Claro-
Caminando sigilosamente siguió a su misterioso amigo, tenía que ganar púes ni loca le hacia los deberes al idiota de Blaise.
-Esto es bastante aburrido... nosotros nos vamos a comer un helado...- declaró bostezando Goyle, pero pareció que nadie les hizo caso.
-Vente Ron, que tengo una idea de dónde irá Theodore y podremos llegar antes que esa Pansy- alzándose de hombros Ron lo siguió.
La Slytherin ya se estaba dando la arrepentida de su vida al no traer zapatos más cómodos pues sus preciosas zapatillas de diseñador no estaban hechas para la marcha por un tiempo prolongado, solo esperaba que no se le doblara un pie o peor aún, que le salieran ampollas.
Pisando una piedra sin querer sintió trastabillar, que al no tener nada de que apoyarse cayó sobre algo blando.
-¡Sangre sucia!- chilló al ver esa inconfundible melena aleonada de la Ravenclaw -err... quiero decir ¡Granger!- la susodicha aun intentaba recuperarse de la impresión y del santo golpazo de sus posaderas contra el suelo de piedra.
-¿Pan... Parkinson?- preguntó aun sin tener la completa noción de que fue lo que pasó -¿Parkinson?- repitió al enfocar con claridad a la chica que intentaba por todos los medios de ponerse en pie y le ayudó.
-Sí, si Granger, ese es mi nombre no lo gastes...- dijo cansinamente sacudiendo su falda de mezclilla que se había llenado de polvo.
-¿Estás bien?- dijo ignorando lo previamente dicho.
-Creo que si... estos estúpidos zapatos...- y luego la regresó a ver, en definitiva la aguilita no tenía sentido de alguno de la moda pues los pantalones rectos de mezclilla y el suéter rosado era tan colgado que no le favorecía en absoluto -aunque al parecer tu no lo estas...- la chica arqueó una ceja.
-Claro que lo estoy ¿porque lo dices?- preguntó súbitamente con las mejillas enrojecidas pero el ceño fruncido ante la espera de una ofensa.
-Nada, nada, olvídalo Granger... ¡maldición! ¿Has visto donde se metió el idiota de Theo?-
-¿Quien? ¿Nott?- la azabache asintió con obviedad -no, la verdad no...- dijo con un tono algo resentido al pensar que habían ido juntos como algo más que amigos.
-¡Ya lo tengo! ¡tu me ayudaras a encontrarlo! pero claro eres una enciclopedia andante!- la castaña apretó los labios ante la ofensa -ahh ni te lo tomes así que fue un cumplido- declaró como si hubiera intuido su pensamiento "sirve que incluso me sirve de bastón" pensó triunfal.
La molestia creciente ante lo que realmente fue un insulto se hizo notar en el rostro de la chica, por lo que comenzó a avanzar enfurruñada. La pelinegra lo notó y alzó la ceja divertida.
-Vamos nena, no te sulfures- chasqueó la lengua con una picara sonrisa al notar el inminente rubor en las mejillas de la chica -ven- dijo tomándola de la mano guiándola
-E-Esta bien…- declaró tras aclarar su garanta, evitando a toda costa que la otra notara su creciente nerviosismo “¿Qué podría salir mal pasar un rato con ella?” pensó dándose ánimos mientras se perdían entre la muchedumbre.