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En el amor no se manda por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

Hihi!! quien de ustedes extrañaba este fic? quien lo haya extrañado muestren sus axilas! (o levanten la mano, es lo mismo xD)

aqui estoy nuevamente!! Por circe que no podia dejar de escribir... se alargaba y se alargaba mas y ya queria detenerme pero por fin quedo como queria!! yey!~

Quiero mandarles saludines especiales a Cris, Erenxxxrivaille, Alexandra, Marsalperroyaoista y kaorugloomy!! muchas gracias por sus rr!

por cierto kaoru-chan! este capi va para ti!! (yey!~ esque incluye una de las tres cosas que te gustaria ver en el fic ;P descuida, las otras dos cositas se daran mas adelanta ojojo! +w+)

Sin entretenerlos mas, a leer se ha dicho!~

 “En definitiva, no fue una buena idea” pensaba Severus teniendo a la pequeña Scarlet Potter sobre su regazo comiendo alegremente su helado de frambuesa mientras que el mayor de la progenie Potter-Riddle echaba chispas de lo celoso que estaba de su hermana.


-Merope, ahí hay una silla, siéntate en ella como una persona normal- imploró Harry con una mirada roja sangre, tan desafiante, que la pequeña no dudó en contestar.


-Nup, se está muy cómodo en las piernas de mi Sevy…- dijo volteándose para abrazar con fuerza al pocionista haciendo rechistar a su hermano.


-¡El es mío!- chilló Harry haciendo que el mayor se sonrojara imperceptiblemente y entrecerrando los ojos le exigía que bajara la voz.


-¡Claro que no! ¡Sev ya me prometió que se casara conmigo cuando sea mayor y seré Merope Scarlet Snape te guste o no Harry!- siseó a la par que sus ojos se teñían de rojo.


-¡Ni en tus sueños Merope, yo me casaré con él, yo lo he amado por más tiempo que tu así que él me pertenece!- el mayor sentía su particular vena de la frente brincar de todo el coraje que le estaban haciendo pasar esos mocosos “debí de haberme quedado en mi casa a seguir trabajando en mi pócima contra alergia estacionaria, no haciéndole de niñera de estos dos…”


-¡O se callan de una buena vez o los regreso a su casa!- profirió iracundo mirando a uno y luego al otro –yo no he prometido casarme, ni soy pertenecía de alguien ¿les quedó claro niñatos?- La pequeña puso ojitos de borrego a medio morir implorando su perdón y Harry se cruzó de brazos, no le gustó que no le haya dejado en claro su relación, porque era una relación hecha y derecha la de los dos ¿o no?


La dolida mirada verde le apaciguó su ira y desvió los ojos, no podía mantenerle la mirada pues recordaba aquellos vergonzoso sueños que había tenido con ese tan terriblemente adorable niño “por Salazar si apenas va a cumplir 13” se decía horrorizado.


Los chiquillos se regresaron a ver para luego fruncir el ceño denotando su molestia el uno con el otro.


-Voy a ir por un helado SOLO y espero que cuando regrese hayan solucionado sus problemas, de lo contrario le mando una carta a su inútil padre para que los recoja y me largo- dándose la media vuelta dejó a los dos azabaches con la palabra en la boca.


-Tonto Harry, todo por tu culpa Sev está molesto…- dijo la pequeña viendo la silueta del pocionista alejarse.


-Ok, ok, es mi culpa…- declaró Harry a regañadientes, no quería que su ojinegro siguiera molesto evitando así poder besarlo nuevamente “ya pasó cerca de un mes” pensaba agobiado y si tenía que ceder, lo haría a causa de fuerza mayor.


Cuando el ojinegro regresó las cosas estaban mucho mejor y pudo suspirar aliviado, en definitiva la convivencia diaria con los herederos Potter- Riddle le sacarían canas verdes disminuyendo sorpresivamente su expectativa de vida.


-¡¡HARRYYYYY!!- lo llamó una vocecilla tras de él. Harry salió de su preciosa nube de ensoñación a la cual quería aferrarse con uñas y dientes pues ver comer a Severus era un deleite sin par y tan sexy como pasaba su rosada lengua de abajo hacia arriba que se imaginaba lo que haría con esa lengua… -¡HARRY!- el ojiverde bufó exasperado para encontrarse con Ginny Weasley.


-Ah, hola Ginny ¿Cómo estás?- preguntó poniéndose de pie para saludar a quien en un principio pensó que era la timidez andante; tan dulce  y retraída que miraba con sus ojitos redonditos como a punto de llorar, resultando ser todo un estuche de sorpresas y para nada cohibida; con decir que Merope decía que era su modelo a seguir “Salazar nos apampare” pensaba frotando sus sienes.


La menor de los Weasley sonrió al notar los ojos negros entrecerrados mirándola recelosamente y abrazó su amigo.


-Estoy bien, gracias… wow, no esperé encontrarte por aquí creí que estarías en Hogsmeade con Ron…- no terminó la frase pues era bastante divertido ver las muecas que el hombre le dedicaba, casi como si fuera un insecto que necesitaba ser aplastado.


 “Vaya vaya ¿Qué tenemos aquí?” pensó durante unos instantes ideando un plan-¡Ven, quiero mostrarte algo!- tomándolo de su mano comenzó a alejarlo de ahí.


-En un momento regreso Sev…- la ojicafe seguía sin poder creerse los cambios humorales que ocasionó en el pocionista, pues su siempre impasible faz, estaba turbada en una mirada de hastió con el ceño fruncido y las manos apretadas en puños, dedicándole todo su odio solo a ella.


Con disimulo rodeó por los hombros a Harry.


-No puedo creerlo- le dijo en voz baja -Snape te esta celando- dijo emocionada a lo que avergonzado regresó a ver al de ojos color como la noche que lucía igual de calmado que siempre.


-Me estas choreando, Gin…- contestó abatido cuando no vio nada más que  profundo aburrimiento en los ojos ónix de su amado y suspiró audiblemente.


-Vaya que sabe fingir- dijo cuando miró cuando Harry lo hice –pero te lo puedo garantizar, incluso puedo jurarlo por mi mamacita santa que se puso celosito…- “ojala fuera cierto” pensó Harry.


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Con un crispamiento, Ron se irguió lo más que pudo; podía reconocer esas típicas cabelleras rojizas donde sea.


“¿Por qué a mí?” se preguntó cómo lo solía hacer a menudo, aunque lo único diferente de todas las veces anteriores fue que no pudo evitar sentir el calor expandirse en sus mejillas.


Durante todas las vacaciones no los había visto y aunque estaba alivio, aun sentía cosas extrañas en sus entrañas de solo recordar… ESO… negó con la cabeza.


“Eso no fue nada” se dijo terminado, pues esta vez no dejaría pasar la oportunidad de hacerlos quedar mal, así que aferrándose de su varita, conjuró un hechizo de piernas de gelatina justo cuando llegaron al centro de su reunión de amigos.


Cuando todos comenzaron a reír se dio cuenta que le había llegado la hora de esconderse y jalando a un alborotado Zabinni se escondieron tras unas enormes cajas de madera.


-¡¿Por qué hiciste eso?!- regañó el moreno pues Pansy le estaba sacando ventaja en la apuesta y joder que no podía perder.


-Shhh…- imploró Ron cubriendo la boca. Sus hermanos ya se habían recuperado de la impresión y estaban al asecho.


-¿Y qué pasará con Nott?-  preguntó con su voz ahogada por las manos aun en sus labios.


-No sé, pero de lo que te perdiste…- dijo riendo en voz baja “ahh que linda es la venganza y todavía lo que me falta…” pensó en tono anhelante.


-Óyeme Ronald, si pierdo esta apuesta por culpa de tu estúpida venganza, tú te vestirás como chica por el siguiente mes- amenazó el moreno severamente, pero por el momento nada podía azorar al pelirrojo que seguía ensimismado saboreando la dulce, dulce vendeta.


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“Ni creas que me engañas, cachorro, llegando a la casa tendrás que explicarme TODO” esas palabras y mas podía leer en los ojos amielados de su papi y sabía que estaba en problemas.


Asintió preocupado mordiéndose el labio dándole su mejor miradita tierna, sabía que Remus era débil ante ella y así disminuía un par de horas de enojo, así que era mejor aplicarla.


-Eres como tu padre…- declaró vencido acariciando los platinados cabellos de su cachorro –pero ni pienses que te libraras de mi sermón- Draco suspiró. ¿Qué le se iba a hacer?


Siguieron avanzando como si nada cuando Bill los regresó a ver muy interesado en lo que ocultaban en su silencio y como no se enteró de nada, se rascó su cabeza pelirroja tratando de averiguar qué había pasado, pero Remus solo le dio una palmeada en el hombro antes de caminar a grandes zancadas dejándoles atrás.


El rubio le correspondió una mirada cómplice y accedió muy digno a caminar con sus meñiques entrelazados, pues ambos creían que así era más fácil disimular que tomar toda la mano.


Cuando terminaron de recorrer toda la exhibición los tres sentían una paz en su pecho por todo lo que el arte les transmitía con cada brochazo y cada color observado que las exigencias de una detallada charla al dragoncito quedaban en segundo término, por el momento.


-Mmm… Bill… no… espera… mi papi… regresara en un momento…- lloriqueó Draco siendo devorado tan lento y cadencioso por su maestro de defensa contra las artes oscuras.


-Shh… está muy ocupado hablando con su jefe- volvió a abalanzarse contra él. Bendita la hora en la que se habían cruzado con ese hombrecillo tan correcto pero tan adicto a su trabajo que no dejaba de hablar con Remus o mejor dicho, mantener un monologo de cómo eran las cosas en la oficina y como le gustaba que se mantuvieran mientras el pobre castaño no veía la hora de escabullirse de ahí.


-¡Mgghh!- sentía que no podía contener su voz –maldito pervertido…- bufó rodeando su cuello con ambos brazos sintiendo como se curvaban esos deliciosos labios en una sonrisa en medio del beso.


Se sentía expuesto, vulnerable y aunque estaban en una parte más o menos escondida del museo, temía que algunos ojos curiosos los descubrieran a través de los frondosos abedules.


-Vamos Drake… vuelve a decir que me amas…-pidió con su ronca voz de tanto deseo y por unos instantes se perdió en esos ojos tan azules como el mar que estuvo a punto de hablar de mas, pero su pequeña voluntad era necia.


-Nunca…- dijo relamiéndose los labios con tal sensualidad que el mayor sintió un terrible tirón en su parte baja por el desenfrenado esparcimiento de allure veela del pequeño rubio –los Malfoy no decimos la misma cursilería dos veces…-


-Tacaño…- rechistó lamiendo su cuello con lentitud y prosiguió a marcarlo.


-No… no tan arriba… el de Charlie tardo más de una semana en quitarse…- dijo sintiéndose desfallecer con esa interminable succión en su sensible piel que casi podía sentir toda la cantidad de sangre que se juntó para darle vida a su cardenal.


-Pues el mío tardará más de dos semanas…- Pasó su lengua por todo el contorno erizando los vellos de su nuca que tuvo que aferrarse a su camisa para no caer.


-Son unos barbaros…- dijo fingiendo toda la indiferencia que pudo cuando le vio sonreír. Era imposible hablar con ellos.


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Blaise rodó los ojos cuando notó porque estaba tan feliz el pelirrojo "con razón" pensó levantándose y se comenzó a alejar, sabía que eso terminaría mal y no quería estar ahí cuando sucediera.


-Zabinni traidor- le murmuró Ron molesto, quien por nada del mundo abandonaría su ventajosa situación. Sus hermanos aun no daban con él y eso lo eleva y hacia crecer su nariz de satisfacción.


Cuando Fred y George desencantaron sus piernas y el mocomurciélago que furioso aleteaba en sus narices, se deshicieron de su público, comenzando a buscar al causante de esa burla y para ellos era más que obvio de quien se trataba.


-Oh, Won-Won ¿donde estas primor?- Ron contuvo la respiración. Eso no presagiaba nada bueno y sabía que había una posibilidad de 99.99% de no salir de ahí ileso si le encontraban.


-Sabemos que estas ahí conejito o sales por las buenas o por las malas...- "oh-oh" estaba escandalizado ahora menos saldría.


-Buen como no quieres cooperar accio Ronald Bilius Weasley- sintió un fuerte tirón de su cuerpo obligándole a avanzar saliendo de su escondite.


-¡Noo!- chilló al ver sus miradas malévolas cuando se acercaba, pero se negaba darles esa satisfacción de verlo derrotado y luchó con todas sus fuerzas.


-Mira lo que tenemos aquí Freddy-


-Parece ser que atrapamos un conejito enojado, ¿no crees Georgie?- comenzaron a reír haciendo que le hirviera la sangre al menor que intentando huir tropezó con su cazadora y escuchó al instante un crack.


-¡Oh no!- gritó "por favor que no sea lo que creo que fue" rogaba, imploraba que haya sido todo menos eso -¡noo mi varita!- berreó cuando vio el triste palo roto por la mitad -¡mamá me va a matar y todo por su culpa!- los gemelos no podían evitar divertirse por su rabieta y se pusieron en cuclillas para ver de cerca los amenazantes ojos azules.


-¿Nuestra culpa?- jugaron a los inocentes- ¿quién fue el que empezó Ronny?-dijo acusador Fred ladeando la cabeza.


-Te llevas, te aguantas hermanito- agregó George solemne viendo rabiar al menor.


-Pero bueno, como somos tan benévolos creo que podemos ayudarte- George le cuestionó con la mirada, tenía tanta curiosidad por lo que tramaba su gemelo.


-¿A que se refieren?-


-Pues, como los objetos mágicos no se pueden reparar… podemos comprarte una varita igual a esa claro, si es lo que quieres...- George captó el mensaje enseguida y asintió.


Ron abrió los ojos esperanzado, era demasiado bueno para ser verdad ¿acaso por fin sus odiosos bullys lo tratarían de una vez por todas como su hermano menor?


-¿Enserio harían eso por mi? ¿Ahorita?- su sonrisa disminuyó cuando notó ese particular brillo en sus ojos como cuando lo bañaron con arañas cuando dormía o cambiaron todos sus bóxers por ropa interior de mujer.


-Wow no tan rápido Won-Won, no somos filántropos, pero si negociantes- tragó con dificultad.


-¿Que es lo que quieren?- "en verdad demasiado bueno para que hubiera sido cierto..." pensó entrecerrando los ojos "malditos convenencieros"


-Solo 10 favores...- Fred alargó su sonrisa ante la ceja alzada del menor.


-Son demasiados- la verdad ni quería enterrarse a que se refería con favor.


-Las varitas son caras Ronny- contesto George –y tendremos que ingeniárnosla para conseguirla sin que nos descubra nuestra jefecita-


-No lo haré-


-Bueno como quieras, mira allá esta mamá, tal vez puedas explicarle calmadamente que le pasó a tu varita…- abrió mas los ojos deteniéndolo por la túnica.


-¡No! Está bien ¡lo haré! pero no se atrevan a decirle nada si no… yo…- no pudo terminar su amenaza pues al unísono Fred y Gerge exclamaron.


-Trato hecho- sin miramientos tomaron sus manos en un suave apretón felices de hacer negocios con él. "Rayos, siento que acabo de firmar un trato con los peores demonios del abismo"


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-Granger, ¿Qué no puedes ir más despacio? Mis pies me están matando…- rezongó exasperada, realmente quería botar sus costosos zapatos en medio del camino, pero ¿andar descalza en plena avenida? Ni que estuviera demente, eso no es de damas.


-¿Y eso porque habría de importarme?- dijo con orgullo la castaña tratando con todas sus fuerzas ignorar los acelerados latidos de su corazón. Pansy estaba prácticamente colgada de su hombro utilizándola como un bastón humano, pero tristemente no podía estar molesta con ella.


“¡¿Por qué?!” se preguntaba molesta, seguro su delicioso perfume de gardenias era un idiotizante que no la dejaba pensar con cordura y solamente podía concentrarse en lo bien que le sentaba esa pequeña falda de mezclilla o su largo cabello negro tan suave como la seda calleándole como una cascada hasta la cintura o sus brillantes ojos verdes que literalmente ardían por la malevolencia de ver a Zabinni envuelto en el uniforme femenino y de paso descubrir de una vez por todas la pareja de Theo.


“No es como si me gustara ni nada” frunció el ceño irritada “solo es por el cumulo de circunstancias y la falta de escuela, si, seguro” pensó apretando los ojos sin dejas de avanzar.


-Ashh que humorcito Granger…- dijo con burla viendo que si era posible que su ceño se frunciera más. “wow quien lo diría” pensó chasqueando la lengua.


-¿Y donde tenemos que entrar?- preguntó.


“¡Merlín!” se quedó petrificada al verle pasar su lengua por los carnosos labios pintados con ese lipstick de cereza “Piensa en duendecillos de Cornualles, piensa en duendecillos de Cornualles” se repitió desviando su mirada como si buscara, aunque no estaba segura que.


-En Tomes and Scrolls-  dijo con una picara sonrisa señalando que ya estaban bastante cerca; ya casi podía oler el olor de la victoria y separándose de la águila empujó la puerta para notar que una mano morena tenía la misma intensión.


-¡BLAISE! – ¡PANSY!- exclamaron a la par mirándose ceñudos.


-¿Chicos, que hacen aquí? Pensé que ni sabían leer…- las dos serpientes sisearon molestos por tal insolencia. Hermione solo rodó los ojos.


-NOTT!! ¿Dónde ESTA?- preguntó la azabache poniéndose de pie de un salto viendo por todos lados esperando una señal, un indicio de que ahí estaba su “tierno Gryffindor”


-¿Quién? ¿Mi novio? Lastima Pans, vinieron por él, oops que lastima, será para la próxima- dijo chasqueando la lengua cuando vio a la Slytherin caer de rodillas en el suelo a punto de hacer un berrinche como una niñita.


-Maldito Theo, sabias que te seguíamos ¿o no?- dijo el moreno molesto; tanto esfuerzo para nada.


-Mentiría si dijera que no- y comenzó a reír muy sínico –fueron bastante obvios, hasta creen que voy a dejar que asusten a mi leoncito- les sacó la lengua y se despidió de ellos con una mano –hasta luego perdedores…-


Qué afán de menospreciar a otros” pensó Blaise ayudando a Pansy a levantarse.


-¡Esto no se quedara así Nott, te lo aseguro!- aunque el otro ni la escuchó no le importó –Blaise, nuestra apuesta sigue en pie, ¡ahora es personal- un pequeño temblor le invadió ante su férrea determinación pero asintió, el también tenía que enterarse de quien se trataba: sí o sí.


-¡Granger, sígueme!-


-¡¿Qué?! ¿Y ahora porque? ¿A dónde?- dijo siendo llevada a rastras nuevamente.


-¡Cierra la boca y dame tus zapatos!- Puso los ojos de plato y parpadeó varias veces “¿está de broma?”


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En el otro extremo de Hogsmeade Fred y George habían dejado por la paz a su querida presa con agobiantes pensamientos sobre lo que le harían pues un “ya verás cuando regresemos a Hogwarts” no fue muy reconfortante para él.


-¡Billy! Que milagrito nos ha mandado la tierra-


-O querrás decir mini-Malfoy- contestó con burla George recibiendo un codazo de su hermano mayor.


-Tiene razón Georgie, ¿no que te estabas agasajando de lo lindo en el museo?- Bill se alzó de hombros, realmente había sido una esplendida mañana pasar gran parte del tiempo en compañía de su precioso niño sin ser evitado por él y no recibir malas palabras, o bueno, no muchas.


“y al parecer Remus no le molesta del todo nuestra cercanía” pensaba con optimismo sintiéndose a un paso más cerca del pequeño niño.


-Estaba, pero ya no tenía permiso para seguirme agasajando ni aunque rogara- sus hermanos rieron –y estaba buscando a Charlie, tengo que cruzar unas palabras con él-


-¿Enserio? ¿Ahora así se le dice Billy?- el ojiazul puso los ojos en blanco al notar su doble sentido. Sus hermanos en verdad eran unos pervertidos, pero bueno, el mismo no estaba lejos de serlo pues babeaba con un idiota por un niño “y vaya niño” pensó en esos besos tan fervientes compartidos que lo ponían al cien de en un segundo.


-No sé, tal vez. Ustedes díganme ya que son los expertos en “cruzar palabras” con su hermanito…-


-Uhh, golpe bajo Bill- Fred aplaudió cuando George se recargó en su hombro –pero tampoco lo negaremos-


-Son imposibles…-


-Bueno, hablando del rey de roma él se encuentra por allá, escondiéndose de mamá para poder fumar-


-¿Y qué les dio para cubrirlo?- preguntó curioso pues estaba al tanto que los gemelos nunca harían nada de gratis.


-Es un secreto de estado- declararon al unisonó dando por zanjada la conversación mientras corrían a encontrarse con su amigo Lee Jordan.


-Niños…- dijo para él mismo saludando con la mano a Charlie. El domador de dragones soltando una bocanada de humo tiró al suelo la colilla de su cigarrillo y la apagó con su bota.


-Veo que te divertiste bastante en el museo…- la sorna en su voz no pudo ocultar el tinte de celos que hizo sonreír con satisfacción a Bill.


-No tienes idea…- dando un suspiro exasperado se dejó caer en la banca más próxima y su hermano le acompañó.


-Ok, para que soy bueno, porque supongo que querías hablar de algo además de regodearte-


-Tienes razón- concedió, pues aunque se moría de ganas de restregarle en su cara lo que había hecho con Draco, tenían cosas más importantes que atender, que, por cuestiones de tiempo, aun no había discutido su dilema compartido.


-Quería discutir el asunto de Drake…-  hizo una pausa mirando a todos lados esperando que nadie les interrumpiera y agradecía que esa zona de Hogsmeade estaba semi-desierta.


-¿Sobre qué? ¿Sobre el hecho que dice amarnos?- dio una pesada inhalación tratando de calmar sus ímpetus. Cuando lo escuchó no quiso creerlo, era como si los estuviera bateando a los dos por no querer escoger a uno.


“Mierda” se mordió el labio nervioso, pues aunque pesaba eso, su lado de maestro en cuidado de criaturas mágicas le decía que tenía bastante sentido, pues tener en su cuerpo sangre veela y licántropo fluyendo en su cuerpo era más que obvio su gusto por dos personas.


-Pues si quieres abordar el tema así de lleno, pues si, de eso quiero hablar… se que te parece bastante loco y créeme que a mí también me costó aceptarlo…-


-Oye, ahórrate el rollo de hermano mayor ¿quieres?- el otro rejuntó sus cejas comenzando a molestarse –lo entiendo, vaya que lo entiendo, pero… lo que no entiendo es que ¿Por qué de entre todas las personas tengo que compartir galán contigo?- Bill rió pues él pensaba exactamente lo mismo.


-Pues después de pensarlo mucho creo que la única respuesta a esta encrucijada es aceptarlo, si nos escogió a los dos no podemos ponernos nuestros moños negándonos… moriría…- Charlie rechinó los dientes ante esa idea nada metafórica. Rayos que lo sabía.


-Por supuesto que lo entiendo, maldita sea… claro que no dejaría que algo así le pasara, primero yo que él- Bill asintió pues no podía concordar mejor –y haría lo que fuera por él… aunque sea… compartirlo… pero piénsalo Billy, no tengo ni la jodida idea de cómo funcionaría-


-Ni yo- echó la cabeza hacia atrás y soltó todo el aire de sus pulmones – no es como si pudiéramos decir tu lo tienes de lunes a miércoles y yo de jueves a sábado…-


-¿Cómo padres divorciados?- arqueó la ceja –Já, ni en broma, si entiendo bien las reglas de las criaturas mágicas y de hecho lo entiendo, no por nada doy esa materia… tenemos que estar juntos, juntos, de estar juntos… y para ser sincero no me emociona ni un poco coger con mi dragoncito con tu carota ahí en el cuarto- un escalofrió recorrió la espalda de Bill.


-¿Y crees que a mi si?- el otro hizo una mueca de asco y desvaneció la imagen de su mente –pero…- hizo una pausa al pensar llegar a ese momento con Draco retorciéndose bajo de él con el ardiente rubor tiñendo sus pálidas mejillas sintió que se le escurría la baba –aunque… creo que podría hacer el esfuerzo…-


-¡Eres un pervertido! ¡Te lo acabas de imaginar!- dijo con burla.


-Calla que tú fuiste el primero, pude ver tu cara- le contestó con un golpe en el hombro.


“Tal vez si podría funcionar” pensaron por unos segundos esperando no arrepentirse después.


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Contemplando a Harry a través del vidrio charlando de lo lindo con la menor de los Weasley no podía evitar removerse inquieto queriendo patear lo primero que se le atravesara.


La pequeña Merope estaba diciéndole algo, pero, aunque no lo demostrara, su entera atención estaba en ese chiquillo que se acomodaba con descuido las gafas y era ayudado por la pelirroja.


-Idiota ¿Por qué no te das cuenta que te esta coqueteando niñato?- rumió entre dientes sin apartar su mirada ónix.


-¿Ya nos vamos Sevy? Merope tiene sueñito y Parry Oser ya ha de querer sus lentes devuelta- el azabache asintió agradeciendo al señor Florean por darle a la pequeña una probada de todos los helados y se puso de pie.


-Ahí vienen Harry, pronto, dame un beso- dijo Ginny poniendo su mejilla para que procediera pero Harry hizo una mueca, pues no quería hacer enojar a Severus o peor, darse cuenta que le era indiferente hiciera lo que hiciera.


-No lo sé Ginny… ¿no puede ser un abrazo?-


-Créeme que un beso convence mas…- dijo cerrando los ojos- ohh vamos, ¡no seas niñita miedica!- Harry bufó –oye no te estoy pidiendo que me lo des en la boca, dioses, ¡no!- dijo negando efusivamente con la cabeza –no me lo tomes a mal, eres lindo y dulce pero no eres mi tipo, ¡prefiero a los rubios como Draco!- dijo suspirando.


-¿Ya sabes que esta apartado por tur hermanos mayores?- dijo divertido al ver la reacción de la chica que se quedó con la boca abierta.


-Jodida ciruela dirigible ¿Por qué siempre me entero al último?- hizo un mohín cuando Harry por fin le dio el beso y Ginny con disgusto por la previa noticia lo abrazo.


-Señorita Weasley ¿Qué no tiene otra cosa que hacer además de zarandear a mi ahijado?- ambos chicos se separaron al instante cuando escucharon las heladas palabras del mayor.


-Pues creo que no, mi padre aun no viene por mi- dijo con media sonrisa que procuró mantener neutra, pero era tan divertido el desplante del pocionista –de hecho quería invitar a Harry a Hogsmeade, seguro y podíamos ir al salón de té de Madame Pudipié y…- el mayor la interrumpió.


-No, su padre no le dio permiso más que para un helado y fue todo, despídete Harry- dicho eso acunó a la pequeña Merope que ya estaba frotando sus ojos adormilada y comenzó a avanzar a grandes zancadas.


“Te lo dije” le guiñó el ojo la pelirroja y le hizo señas con los pulgares deseándole buena suerte.


-Sev…- le llamó al adulto que con una mueca, tomó la mano de Harry y se aparecieron en el valle de Godric.


Ignorándolo olímpicamente subió las escaleras para recostar a la pequeña Merope que había caído rendida cuando se aparecieron.


-Sev…- volvió a llamarlo, se veía más que molesto y realmente esperaba con todas sus fuerzas que el motivo fuera porque estaba celoso.


Maldito mocoso” pensaba refunfuñando “y maldito su padre que aun no llega” desganado se sentó en el sillón y comenzó a mover su pie en un tic nervioso.


No podía dejar de pensar en lo bien que se veían esos dos, lucía tan natural y adecuado que le removió las entrañas recordándole esa vocecita en su interior que le decía que todo lo que había hecho con Harry estaba mal; era mayor que él por casi veinte años, Por Salazar bendito que era ilegal y el, ahí estaba, cayendo y de boca por ese niño, que muchas veces ha considerado como “SU niño” y ahora, estaba ahí dándole vueltas a lo mismo.


-¡Hey SEVERUS!- llamó Harry cerca de él “demasiado” pensó asustado cuando vio las esmeraldas a escasos cinco centímetros de su rostro. El Slytherin tomó su rostro con ambas manos para que no evadiera su mirada –deja de pensar tan fuerte… siento que convocaras inferís de un momento a otro- dijo con una radiante sonrisa que simplemente lo noqueaba.


-Bájate de mi Potter, que no tu padre no tarda en llegar y no quiero que se haga la mala idea…- su estoica voz irritó al menor.


-¿Cuántas veces te he dicho que me llames Harry? Harry, simplemente Harry… estamos solos- intentó que su voz no se rompiera –creí que estabas celoso… pero parece que no… perdón por pensar que te gusto de esa manera…- dijo dolido comenzando a descender de las largas piernas que tanto adoraba.


Sintiendo su rostro arder lo tomó de la mano y en un hábil movimiento lo aprisionó en el sillón. Los ojos verdes se abrieron mas, expectantes, ilusionados que el mayor refunfuñó para sus adentros por lo que hizo después. Besarlo con ímpetu. Con todas sus ganas y su furia contenida.


Mordisqueó sus labios anhelantes probando su delicioso sabor, tan fresco y rozagante; su turgencia no tenía comparación que simplemente quería devorarlos.


-Estaba celoso…- confesó avergonzado limpiando con él pulgar la hebra traslucida de saliva que caía de la comisura de sus labios –odie lo perfecto que te veías con ella…- con sus manos enterradas en los suaves cabellos como la noche atrajo los labios del pocionista a los suyos, agasajándose hambriento de ese hombre que, solamente él podía hacerlo vibrar de ese modo.


-No importa lo bien que me vea con alguien más Severus…- oh como amaba pronunciar su nombre que era como un suave siseo tan erótico que le pone la piel de gallina –solamente te amo a ti… siempre te he amado… y dudo que ame alguna vez a alguien que no seas tú…- murmuró en su boca y cualquier protesta del mayor murió antes de salir como un jadeo.


La lengua de Harry se abrió paso por su húmeda cavidad, tan caliente que quería probarla por siempre, su cuerpo tembló cuando sus lenguas se unieron, refregándose la una con la otra que le faltaba el aire y más cuando las manos de Severus se posaron en sus caderas, analizándolas, amasándolas de arriba abajo.


-Pero…- musitó deteniéndose un poco –pero yo no soy joven… Salazar que no entiendo que tenga que pueda interesarte Harry…-


Como una llamarada en su interior jaló al mayor a cambiar de posición y volvió a abalanzarse contra su boca, con tanta fuerza que hizo sus labios sangrar. Con una nada tímida mirada sacó la lengua y la repasó por todo su labio lamiéndolo con un erótico movimiento que casi se olvida de respirar.


-No entiendo porque dices eso Severus… eres magnifico…- su tenue voz tan segura había adquirido tenues notas tan masculinas que le erizo todos los vellos de la piel –eres la mejor persona que conozco…- pasó sus manos por debajo de la oscura camisa y comenzó a subirla –eres tan lindo… tan, tan bello…- murmuró comenzando a lamerle sus oscuros pezones que se le antojaban apetitosos como chocolate.


-No… Harry…- sollozó tan quedo que apenas y pudo escucharle, pero no podía detenerse, ese hombre era tan adictivo y más cuando sus grandes manos apresaban sus nalgas de esa forma.


-¿Sabes que eres tan sensual Severus Snape?- dijo viéndole ahí retorcerse a cada roce que le daba, intentando grabar cada gesto, cada inspiración cargada de pasión -¿me amas?- preguntó deslizando sus manos peligrosamente a su parte baja, que necesitaba urgentemente atención.


-Si…- gimoteó cuando sintió las dos manos del menor jugueteando sobre sus calzoncillos. Solamente esa delgada tela los separaba y Harry se mordió el labio ansioso.


“¿A qué hora me desabrocho el pantalón?” se preguntó con la poca cordura que quedaba en su mente que sonaba como una lejana alarma.


-¡¿Qué?! ¡Yo no voy a ir abajo!- exclamó aterrado cuando vio las claras intensiones del menor de querer profanarlo “¿Qué no se suponía que sería al revés?” pensó turbado.


-Pero eres tan lindo Sev…- dijo casi rogándole haciendo círculos sobre su pálida piel desnuda.


-¡Que no, tu eres el lindo, con un demonio! ¡Yo estoy muy viejo para ser el que recibe!- estaba enardecido, era increíble ese niñato pensara que EL se la clavaria “por dios ¿de dónde sacan sus cosas estos niños de ahora?” se preguntó espantado.


-Pero Severus…-


-¡¡¡¿QUE JODIDAS ESTAN HACIENDO?!!!- ese grito que estaban seguros que se escuchó  a 9 kilómetros a la redonda les hizo regresar a ver de dónde provenía.


James Potter-Riddle más pálido que un fantasma, con la quijada desencajada que parecía que su alma estaba a punto de escapar por ahí y con la varita bien afianzada los miraba.


Perfecto… puedo darme por muerto…”


 

Notas finales:

wow! que les parecio? no los aturdi verdad? jejeje intente dejarlo lo mas coherente posible xD

Kyaa un avance Snarry!! -drool- espero que les aya gustado esa sorpresita ¿fue buena? ¿mala? ¿dejo a Harry de uke? ¿o la idea locochona de miniHarry seme para la primera vez? owo!

por cierto amantes del trio cachondo de BillxDracoxCharlie ya pronto va a haber un progreso al igual que el de los sexys gemelosxRon *¬* (aunque aun no me decido cual sera primero!! loz)

y les tengo una preguntita!! (jeje, si lo se ay voy yo con mis preguntas chafas xD) "¿les gustaria ver yuri explicito? o ¿asi lo dejo por encimita? ojojo?" espero su respuesta!

Les mando muchos besitos! chu~*


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