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En el amor no se manda por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

wii! holi hola mis queridos lectores!

cayendome de sueño, pero llena de animo, les publico la siguiente entrega de esta historia que tanto me ha gustado escribir (aunque luego ando devanandome los sesos ojojo) mil besitos a cris, xyori nadeshiko, gemma y Tannia!! gracias por sus lindos rr!!

los adoro a todos!! a leer se ha dicho!

-¿No va a venir Severus?- preguntó Harry a sus padres buscando con la mirada a todos lados, había una gran masa de personas esperando en el anden  que hacían señas a sus hijos ya a bordo en el expreso que seguro apenas comenzaban su primer año y estaban totalmente aterrados o emocionantes por las cosas desconocidas que les depararía su nueva escuela.

 

Por unos momentos pensó la posibilidad de que el de ojos oscuros lo acompañaría en el expreso y tal vez podrían hablar por todo el trayecto y sonreír y tal vez podría tocar su mano disimuladamente y porque no un beso…

 

-¡Harry James Potter Riddle!- exclamó Tom rabiando al ser ignorado por más de tres veces por su primogénito.

 

La pequeña Scarlet Merope Potter Riddle de  4 años jugueteaba con las manos de James mientras daba vueltas entre risitas por la rabieta de su padre que ella consideraba muy divertidas al igual que los de lentes.

 

-Lo siento padre, pero yo realmente quería verlo… no lo he visto desde que fue a casa de Draco…- dijo moqueando un poco para que su padre se apiadara. Este solo rodó los ojos exasperado; estaba realmente arto de los tópicos usuales de su hijo que siempre comenzaban con Severus esto, Sev lo otro.

 

-Descuida cachorro, seguro y Quejicus regresó con Evans y no tuvo tiempo para otras cosas- eso deprimió mas al menor, logrando que su querido esposo le dedicara una mirada asesina. “¿y ahora que dije?” se preguntó incauto.

 

-O lo más probable es que haya inventado algún nuevo menjurje que quiere patentar y se la ha pasado vegetando en su laboratorio-

 

es lo más lógico” pensó aliviado Harry abrazando a su padre que volvió a rodar los ojos, aunque odiaba con toda su alma las muestras excesivas de afecto hacia el pocionista, le dolía más la miradita tristona de su pequeño. “me estoy volviendo blando…” se dijo suspirando por millonésima vez.

 

-¡Los quiero mucho!- dijo exigiendo un abrazo grupal que James no dudó en brindar uniendo a sus tres personas favoritas.

 

-Y nosotros a ti campeón- dijo dándole un beso en la frente- diviértete muchísimo- dijo con una sonrisa maliciosa mientras le daba un pequeño paquete con disimulo- úsala bien- dijo en una voz casi imperceptible.

 

-Pero no tanto- exclamó Tom mientras su muchacho se alejaba- no quiero ninguna llamada de atención, ¿eh? Si el director nos manda a llamar, estarás en problemas jovencito- Harry asintió corriendo animado al expreso, se moría de ganas por saber que le había dado su papito.

 

-¿Qué fue eso?- preguntó sagazmente su esposo “nada se le escapa” pensó un alegre James.

 

-Solo diré, querido mío, que es una “tradición” Potter- dijo rodeándolo por la cintura dándole un casto beso en los labios esperando que olvidara lo que acababa de ver.

 

Por su parte Draco iba campante tomado de las manos de sus padres mientras su elfo Hooki jalaba su equipaje entre sollozos ya que nuevamente su pequeño amito regresaba a la escuela.

 

-Gracias Hooki- dijo dándole una palmadita a la pequeña criatura ganándose que Lucius pusiera los ojos en blanco.

 

Realmente la influencia de Remus en su vida y en la de su pequeño era tan grande que la educación clásica Malfoy era solo una vaga luz apenas visible, no es que le molestara en absoluto que su pequeño hijo demostrara su lado suave con nimiedades, pero las costumbres tan arraigadas en él le impedían aprobar al cien por cierto esa actitud.

 

-Mi cachorro, cuídate muchísimo…- dijo el hombre lobo agachándose para poder abrazar a su pequeño- Te vamos a extrañar- le dio un beso en la mejilla- cualquier cosa y nos mandas una lechuza-

 

-Y no olvides tomarte tu pócima matalobos, recuerda pedírsela a Severus con anticipación- dijo Lucius sin poder evitar querer abrazar al rubio menor- te amamos nuestro pequeño dragón-

 

-Y yo a ustedes papis…- dijo estrechándolos fuertemente con sus manitas antes de irse corriendo cuando vio a Harry subir al expreso. Lucius rodeó con su brazo la cintura de su esposo haciendo que se sonrojara. Cuando los niños encontraron un compartimiento disponible, Draco los saludó desde su lugar con una linda sonrisa.

 

Nuestro pequeño está creciendo” fue lo que pensaron los adultos al unísono, pensamiento que se esfumó cuando posaron sus ojos en cierta familia pelirroja que llegó.

 

Ronald Weasley solo les dedicó un rápido movimiento de mano a los Malfoy cuando divisó a sus amigos y fue seguido por el mayor de los Weasley quien les dio un efusivo saludo.

 

-Lucius, Remus, ¡qué bueno verlos!- Bill estrechó sus manos con un asentimiento de cabeza.

 

Aunque el rubio contestó el saludo no pudo evitar apretar de más. Ni a él ni al domador de dragones se los podía tragar por nada del mundo, como si pudiera sentir las impías intenciones que tenían con su pequeño…

 

-¿Porque él va en el expreso también? ¿No los maestros van a parte?- preguntó furibundo apretando los dientes, tanto que Remus temió que de un momento rompiera su bella dentadura.

 

-Luc, es válido, yo lo hacía cuando fui profesor…- dijo apretándose contra él -no tiene nada de malo, a parte creo que a muchos padres les tranquiliza que un adulto vaya-

 

-¡Pero a mí no me tranquiliza en absoluto!- dijo entre dientes frunciendo el entrecejo. “a mí tampoco” pensó un desanimado Remus al ver desaparecer al ojiazul.

 

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En el expreso Harry, Ron y Draco charlaban animadamente, nada les hacía más gracia que Ron imitara a Binns, el profesor de historia de la magia.

 

-Entonces chicos y chicas, en 1392 se firmó por primera vez en la historia de la vida, el tratado de paz entre vampiros y licántropos del este, pero pongan A-TEN-CION, que esto posiblemente venga en el examen, como les estaba diciendo, dicho tratado comprendía en más de 50 cláusulas “ESPECIFICAS”, que enseguida les explicare DETALLADAMENTE…-  exclamó Ron con la voz cansada y lo más lentaque pudo sin despegar sus ojos de un trozo de papel que tenía haciendo que los otros solo riera sonoramente, nadie imitaba al profesor fantasma como él.

 

-Ya tan pronto y burlándose de los profesores…- exclamó Bill acomodándose a lado de Draco que al igual que Harry seguían doblándose de la risa.

 

-Por su puesto Bill, ¿Qué es la vida sin un poco de diversión a costa de los demás?-profirió Ronald recargándose en su respaldo con satisfacción.

 

-¿Y qué jodidas haces aquí Bill?- preguntó el rubio con acidez, quien no quería que tan pronto se le viera turbada su paz y antes de siquiera llegar a Hogwarts.

 

-Tan enérgico como siempre Drake- dijo apretando su respingada nariz haciendo que el otro chillara un “no tengo cinco años”-y estoy haciendo lo mismo que ustedes, disfrutando de mi tiempo, a parte que mejor para revivir mis momentos como estudiante que el expreso- dijo con tono ensoñador mirando por la ventana el paisaje en movimiento de diferentes matices de verdes y amarillos, con unas cuantas pinceladas de azules violáceos en el cielo con difusas nubes que se perdían en la adversidad.

 

-¿Cómo has estado Draco?-

 

Preguntó Bill al momento que posaba con descuido su brazo sobre los delgados hombros, quien con ese simple gesto, indujo un ligero estremecimiento mientras sentía el latir de su corazón en el interior de sus oídos taladrar con fuerza.

 

Ni Harry ni Ron fueron conscientes de nada más que de ellos mismos que estaban jugueteando entre sí. Draco rodó los ojos crispado. “¿Por qué me siento así con este pegostioso lastre?” se preguntó indignado sintiendo como el calor inundaba sus mejillas.

 

-He estado mejor- dijo poniendo su pose aristócrata marca Malfoy- ¿serias tan amable de quitar tu mano? – pidió lo más amable que pudo dedicándole una sonrisa con desbordante atractivo, causando que el otro carraspeara inquieto.

 

-¿Te molesta, Drake?-preguntó buscando los ojos que se negaban a mirarlo.

 

El mayor siendo demasiado astuto, con su mano libre retiró de la pálida frente un par de cabellos rebeles que se reusaron a domarse con la gomina, logrando así que las platinadas orbes se posaran sin recato en los expectantes zafiros que ansiaban ese contacto.

 

<…-Ok, Ok- fue lo único que dijo sintiéndose derrotado y retiró su brazo con lentitud, haciendo que el rubio se sintiera aliviado –entonces me voy, aunque es una lástima porque esperaba mostrarte el nuevo disco muggle que encontré para mi reproductor de música, peeero en fin, ce la vie…- eso captó de inmediato la atención del ojigris.

 

“Maldito, ¿cómo se atreve a tratar de manipularme con algo tan inútil como eso?…” pensó molesto mientras cruzaba los brazos.

 

No se iba a doblegar, aunque ansiara poder escuchar más hermosa música, bella melodía que amaba con tanta pasión y locura que, tal vez valdría la pena…gruñó para sus adentros “no, no y mas no” comenzó a mover la pierna como un tic nervioso haciendo que al pelirrojo mayor se le dibujara una enorme sonrisa “simplemente adorable” pensó sobre la tan clara rabieta que estaba haciendo.

 

-Está bien… solo la escuchare unos minutos…- dijo vencido por la tentación de saber cuál de todas las melodías clásicas seria la que escucharía.

 

Bill se volvió a dejar caer a su lado y sacó la cajita negra que tanta ansia provocaba en el rubio y sin reparo compartieron audífonos para que ambos pudieran escuchar.

 

Nocturno Op.9 número 1 en si bemol menor de Chopin” sonrió embelesado el pequeño dejándose llevar por esa obra magistral sintiendo las notas suaves fluir armónicas en su interior, pausa y serenidad, la enjundia del atardecer que avanza con la música, trascolándose en un sentimiento más oscuro y profundo, tormentoso y llenador que cautiva en las experiencias ajenas y sobrias hasta desbocar en el tranquilo rio que fluyen en medio de la noche. 

 

Maravilloso” dijo para sus adentro Bill y no era por la música.

 

Sentía que podía observar ese rostro lleno de millones de emociones todo el día, cada uno de sus sentimientos aflorando como un espejo de su alma con cada respirar, lo turbaba de tal forma que le era imposible no notar esos sentimientos que trataba de acallar, pero que tan evidentes se mostraban a sus ojos en acción y forma que en parte le aterraba, pero en la otra, le importaba poco lo que los demás dijeran o pensaran.

 

Harry le hizo señas a Ron para que mirara la escena.

 

-¿No que no le interesaban mis hermanos?- murmuró el pelirrojo menor en una voz solamente perceptible para el azabache, quien rió quedamente asintiendo.

 

¿Qué se le iba a hacer si el rubio con toda su fuerza seguía negando aquello? Y Harry incluso podía apostar que si le preguntaban porque estaba tan sonrojado, diría que fue por la música y no por la cercanía de alguien más.

 

Durante todo lo que restaba del trayecto Draco y Bill no hicieron otra cosa más que sumirse en las expectativas que querían, el rubio en la música mesclada con su corazón acelerado y el pelirrojo con aquel semblante que cambiaba conforme a la melodía tan endemoniadamente hermoso.

 

Harry y Ron los miraban a intervalos iguales, conversaban entre ellos, volvían a mirar de reojo a los otros, seguían jugando su guerra de cosquillas y cansados de lo mismo, terminaron atascándose con todos los dulces que pudieron comprar del carrito.

 

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A su llegada a Hogwarts, Bill se despidió de ellos (tardándose más con el rubio como siempre era su costumbre) alegando que tenía que apresurarse, porque como maestro debía de entrar antes que los alumnos.

 

Los chicos se quedaron unos momentos más en el expreso debido a que querían dejar que toda la bola de gente saliera hecha la mocha (pero más que nada porque Ron quería hacerle burlarse a costa de Draco).

 

-No inventes hurón, que mentiroso eres, te vi haciéndole ojitos a mi hermano- el otro se puso aún más rojo por la acusación que se le hacía- ¿Qué no te interesa? Joder, mi trasero peludo- dijo entre risas el pelirrojo ganándose que se abalanzara el rubio sobre él.

 

-Cierra el culo comadreja, que no me interesa- dijo forcejando con el otro hasta que cayeron al suelo. Harry solamente se limitaba a reírse.

 

-¿Y tú de que te ríes camarada?- exclamó Ron al momento que unía al azabache a la pelea que termino en varios moretones por la estrechez del compartimento, rasguños de tantas manos aglomerándose entre si y muchos golpes con el elástico de sus bóxeres.

 

Todos con su uniforme arrugado y cabello desaliñado salieron entre risas con su equipaje acuesta.

 

-Si vieran la cara que se traen y lo maltrechos que se ven cualquiera pensaría que se dieron un encontrón de sexo salvaje en alguna esquina del tren- exclamó Harry risueño,

 

-Y eso que tú no te has visto, cuatro ojos- dijo Draco alborotándole más el cabello.

 

-¡Por dios, pensaran que tuvimos una orgia!- dijo súbitamente asustado Ron- ¡¿que pensara Hermione?!- el gris y esmeralda se regresaron a ver con la ceja levantada, preguntándose ¿realmente era lo único que le preocupaba al pelirrojo? “¿enserio?” pensaron al unísono.

 

Con un movimiento de varita Draco volvió a verse tan elegante como solo él podía verse y siguió avanzando ganándose represalias del pelirrojo que exigía saber el hechizo que había usado.

 

-¿Por qué siempre tienen que llegar hasta el último si se puede saber?-

 

-¡Severus!- dijo en un grito Harry que fue acallado por un golpe en su cabeza con un pergamino.

 

-Señor Potter, ya estando en el terreno de la escuela soy el profesor Snape, ¿entendido?- el menor hizo una mueca de enfado y asintió- Malfoy, Weasley, muévanse, que se hace tarde-

 

-Realmente te extrañe Severus…- susurró el azabache parándose en las puntas de sus pies para darle un rápido beso en la comisura de su labio inferior y salió corriendo para que el pergamino no lo volviera a golpear. El de ojos oscuros se golpeó la frente con su palma.

 

“Maldito niño, y apenas es el día 1…” sabía que le era posible resistir toda las pruebas que le deparaban la vida, desde sobrellevar la muerte de su querido padre, la crianza tan estricta de su madre que no permitía la debilidad de alma y corazón con lágrimas o niñerías como ella solía llamar, las constantes burlas de sus compañeros (principalmente del idiota de James, el pulguiento de Sirius, el indiferente Remus(y el otro lambiscón que ni siquiera merecía recordarlo), el amor de su vida que se negó a él durante mucho tiempo para que cuando lo consiguió no dudó en abandonarlo en más de cinco ocasiones….

 

Podía resistir a todo eso y más sin doblegarse, estaba seguro de ello porque ya lo había superado, pero con el transcurso de las semanas anteriores, sentía que lo único para lo que no tenía refuerzo era para esa dulce inocencia del chiquillo de ojos verdes que tanto empeño ponía en llamar su atención (y siempre de una forma u otra lo conseguía).

 

“Maldición…” se dijo desanimado mientras veía a los tres pequeños de su casa dirigiéndose vivazmente hacia el castillo.

 

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Tras el tan aburrido discurso del afable director amante de los dulces de limón, barullos en las mesas seguido de aplausos a los nerviosos nuevos estudiantes y un delicioso banquete de bienvenida, todos se dispusieron a ir a sus salas comunes a descansar para lo que les esperara el día siguiente.

 

-Hola Harry, que alegría verte- saludó alegremente Hermione Granger siendo resguardada por sus amigas Padma y ParvatiPatil.

 

El azabache contestó el saludo dejándose abrazar por la Ravenclaw; desde que Harry había defendido a la castaña de las burlas de las chicas Slytherin, se habían vuelto grandes amigos (para colmo de males de Ron quien no podía ni hablar frente a ella)

 

<…-Hola Malfoy, Ronald- “suena tan bonito mi nombre pronunciado con su voz” pensó Ron más rojo que su cabello.

 

-Granger- dijo Draco dándole un leve asentimiento al “cerebro andante” como prefería decirle y siguió su camino.

 

-H-H-Ho...- fue lo único que pudo salir de la boca del pelirrojo antes de que la castaña lo regresara a ver con la ceja alzada y con una sonrisa se alejó secundada de sus amigas.

 

-¡Brillante Rony!- profirió George dándole un aplauso sarcástico apoyando su codo en la cabeza de su hermano.

 

-¿Ese fue tu mejor intento, primor? Parece que un doxy te comió la lengua- Fred apretó su mandíbula con sus largos dedos y rio burlón.

 

-¡Ya cállense los dos y déjenme en paz!- chillo Ron zafándose de su agarre.

 

-Pequeño Rony, ¿ya tan temprano y tan amargadito?- preguntaron los dos al mismo tiempo, ganándose que su hermano menor les sacara la lengua y se diera media vuelta para salir de ahí –si no te apuras te la van a ganar- y los dos comenzaron a reír como si fuera un buen chiste (al menos no para Ron).

 

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Draco caminaba con su pausado andar, tan suave y donairoso como el mitad veela que era, que las pocas personas que un quedaban por los pasillos no podían evitar regresar a ver. No tenía ganas de llegar a su sala común, tenía mucha energía en su ser gracias a las 7 horas de música clásica continua. “nada mejor que Bethoveen, DeBussy, Chopin y Pagannini para reconfortar el alma” pensó muy animado siguiendo su camino a las mazmorras.

 

-El hermoso dragón dando un paseo nocturno, deberías de tener cuidado- exclamó Charlie con los brazos cruzados recargado majestuosamente contra la pared. La tensión en sus hombros reapareció.

 

-¿De quién debería cuidarme? ¿De algún pervertido como tú?- preguntó sarcástico el rubio irguiéndose más, poniendo su altivo mirar. Toda su tranquilidad se vino abajo sintiendo una extraña opresión en su pecho  mientras el otro daba un par de lentos pasos hacia él. Su corazón latía desbocado tan fuerte que temía que el otro lo escuchara.

 

-Algo así, no quiero que nadie estropee a mi magnífico dragón parte veela, parte lobo-

 

“Tan glorioso y esplendido como siempre” pensó gustoso, nada se le hacía más deleitable que esa combinación perfecta de cabello y ojos de plata, tan cristalinos y puros que de ser posible reflejarían tus anhelos más profundos con solo posarte frente a ellos; esa piel, tan diferente a las escamas de los dragones; tan blanca y sensible que con solo tocar adecuadamente respondía de manera vulnerable que nunca mentiría a diferencia de la venenosa lengua del dragón humano.

 

-¿Quien dice que soy tuyo, excusa de maestro?- mantuvo su voz fría, impávida, como Malfoy que es, no podía mostrar su turbación ante sensaciones extrañas., aunque su sonrojo era el peor traicionero del mundo.

 

-Nadie, más que yo mismo, mi lindo Draco, pero hay algo en ti que me da la pauta para continuar con mi línea de pensamiento- la sola mención de su nombre le hizo suspirar. “estúpido” se dijo dándose una cachetada mental.

 

-¿Y que se supone que es eso?- dijo tratando de evadir sus ojos, pero la mirada avellana, tan cremosa, pero tan penetrante lo llamaba.

 

-¿Quieres que te lo enseñe?-

 

Como odiaba las preguntas contestadas con otra pregunta. Quiso negarse, pero fue jalado fuertemente hacia la oscuridad, sintiendo como eran apresadas ambas manos y sus labios fueron tomados al instante. Charlie devoraba su boca ansiosamente, con tanto fuego que sentía derretirse. Las ganas de golpearlo se esfumaron y relajó la fuera en sus brazos dejándose llevar en los millares de mariposas que revoloteaban en su interior.

 

<…-Si tanto te molesta ¿porque no peleas hermosa criatura?- sus ojos refulgían con el fuego de las velas en la entrada. Se sentía tan ligero, con sus ojos inyectados de delectación que no podía responder.

 

-Eres… un… idiota…- dijo entrecortadamente sintiendo que su respiración aun turbada. El otro rio  por lo bajo mientras mordisqueaba los rosados labios a los que era adicto.

 

-Ya vasta Charlie!- exclamó Bill separándolos, haciendo que el rubio recuperara un poco su conciencia, dando un ligero brinquito los regresó a ver molesto con uno, abrumado por el otro y horriblemente disgustado consigo mismo por dejarse hacer lo que sea por el domador de dragones.

 

-Quítense- demandó el rubio abriéndose paso entre los adultos y se dirigió a su sala común.

 

Los hermanos se dieron una larga mirada. Charlie se lamió los labios juguetón mientras el otro apretaba los puños.

 

-¿SE PUEDE SABER QUE DEMONIOS ESTABAS HACIENDO?- la ira en su voz se dejó ver. No lo toleraba, absolutamente no lo iba a tolerar, como se atrevía a profanar a un pequeño de esa forma.

 

-Nada que te importe Billy- dijo cruzándose de brazos el pecoso haciendo rabiar al otro que lo tomó con fuerza por la camisa.

 

-¡Que beses a uno de MIS alumnos, AMIGO de mi hermano menor, por supuesto que me importa Charles!-

 

-Claaaro William ¿y tus deseos personales no son los que están hablando?- eso cabreó más al ojiazul que turbado regresó a ver a todos lados, agradeciendo que no había a alumnos cerca.

 

-Escúchame bien, Chazzy, hicimos un acuerdo cuando vi tus intenciones con él ¿recuerdas?- hizo una pausa remarcando vehemente la última palabra –dijimos que no haríamos algo que lo incomodara y ay vas tú y lo besas, ¿que no te da vergüenza robarle su primer beso?-

 

-Yo nunca prometí tal cosa… aparte ese no fue su primer beso, fue hace dos años en diciembre…- dijo recargando todo su peso contra la pared.

 

-¿Y cómo sabes eso?- “no debí preguntar” se reprendió mentalmente cuando cayó en la cuenta de la estupidez de su cuestionamiento- ¡maldito infeliz! ¿Cómo te atreves? ¡Tenía solo diez años!-

 

-Lo adoro Bill, me trae loco, no puedo explicarlo, pero así es y sé que suena tonto y vas a alegarme que es por su increíble allure y todo eso que lo hace tan deleitable pero no es solo por ello, por Merlín puedo diferenciar las cosas no por nada soy también maestro y además… sé que el también siente algo- dijo triunfal.

 

Tanto contenerme para nada…” pensó desganado Bill, tanto procurarlo y tratarlo delicadamente dándole tiempo (aunque no espacio), para sopesar sus sentimientos y si podían converger en algún punto de índole romántico (cuando fuera mayor), pero su hermano descaradamente se robó más de un beso del angelical niño.

 

-Está bien, Charlie, si así quieres jugar, entiendo, pero te aseguraré que roto nuestro acuerdo no permitiré que estés con él ¿entendiste? Usare todo lo que esté a mi alcance para impedirlo-

 

-Bien dicho Bill, me gusta que por fin saques las garras, señor caballero andante-

 

“Es imposible que se enamore de ti” se dijeron mentalmente estrechando su mano. El juego por ganar el corazón del ojigris había comenzado.

 

 

Notas finales:

wow! apenas el cap 2¿enserio? quien lo diria!

pues como nadie mas que cris contestó mi pregunta anterior, habra lemon!! chanchanchan! jojojo nada me fascinaria que escribir eso!! espero no morir de un nosebleed de solo pensarlo xD

weno les tengo una nueva pregunta!! ¿que parejita les gustaria mas? ¿Ron x Hermione? (clasico jeje), ¿o un Fred,George x Ron? (por dios esto me mueve el tapete jeje ¿que me hiciste gemma? jajaja x3)

pues espero que que les haya gustado!! nos leemos asta el 23 por razones escolares pff (ya casi se termina mi cuatri y me estan cargando los mil dementores y lastima que no tengo varita u.u) pero en fin!! espero sus hermosos rr!! los adoro personitas lindas! besitos!~

weno por si les interesa escuchar la melodia de Chopin, aqui se las dejo!! xD https://www.youtube.com/watch?v=GZbuA7r17uk


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