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Los besos del Vampiro. por SigmaIII

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Notas del fanfic:

Hola, pongo el primer capítulo de lo que será esta saga de vampiros, aunque inicia con Ulquiorra como el protagonista principal, más tarde la historia se centrara en Szayel y Aaronniero. ¿?

Sí. Szayel y Aaronniero. 

El primer capítulo comienza con Grimmjow capturado por Ulquiorra quien es un cazador de monstruos y después inicia el flashback de como se conocieron. 

Notas del capitulo:

Como siempre es un placer escribir. De estos chicos de Bleach por tite kubo que me gustan tanto. 

El sonido de una gotera era lo único que podía percibir además de oscuridad. 


Tan fuerte como sí estuviera junto a su oído.


Clank Clank Clank


Estaba tan concentrado en escuchar que tras un tiempo se dio cuenta que llevaba ya mucho tiempo pensando solo en aquel sonido. Luego se preguntó que había pasado, ¡Oh si! Había decidido reposar en aquel sótano y pasar una temporada descansando. Estaba muy oscuro y profundo como para percibirlo pero estaba seguro de que aún era otoño, esperaba despertar en un par de años. ¿Entonces que lo despertó?

Estaba somnoliento, y tenía sed. Como adivinando sus pensamientos alguien separo suavemente sus labios y vertió un poco de líquido por su boca. 
Delicioso sabor metálico.

Pronto invadió su boca y quiso más. 

Más sangre, más sangre, más deliciosa y espesa sangre. 

Como poseído quiso hacerse de la fuente de tan suculento banquete. Pero apenas intento incorporarse se percibió inmóvil, estaba sujeto al piso. Sus brazos y piernas estaban atados por grilletes de acero y estos clavados al suelo. No era acero común, estaba forjado con plata y su temple preparado con agua salada. No, el verdadero problema es que estaba muy débil como para quebrarlo.

Cuando la sangre dejo de fluir se molestó. La persona que lo alimentaba se inclinó sobre él y beso su frente. Instintivamente lanzo un mordisco esperando clavar sus dientes en su garganta, y beberle ávidamente. Pero su cuello también estaba sujeto al suelo impidiéndole tal movimiento, la persona pareció reír y permaneció unos instantes más con los labios contra su piel. Se despidió y marcho. 

Grimmjow pudo percibir el sonido metálico de la puerta, y varios cerrojos cerrarse. Luego la puerta fue cubierta con un librero. Suspiró, todavía tenía sed. ¿En serio? Lamió sus labios intentando recuperar las salpicaduras, se relamió varias veces e hizo memoria ¿Era Schiffer? ¿Pero cómo?

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Aún recordaba las palabras de la gitana retumbando en su cabeza.

"Tu alma jamás será libre, la única forma de liberarse y encontrar la paz es morir"

-¿Hay algún otro modo?

-Alguno de los dos debe morir, pero matar a la criatura es tan difícil como peligroso.

"Clava esta estaca en su corazón"
"Corta su cabeza y asegúrate de quemarla junto con su cuerpo, no dejes ni un solo resto" 
"Una vez concluido este ritual tu alma será libre, pero nunca dejes de rezar, reza todas las noches"
"Una vez rota la maldición y muerto él serás libre"

¿Y Qué hay de mi roto corazón?

Al fin después de veinte años de sufrimiento, al fin estaba por ser libre.



Todo comenzó aquella vez, hace veinte años. 

Apenas había pasado unos años desde que había partido de su ciudad natal y se había trasladado a Londres para trabajar en el famosísimo banco de Londres, estaba haciéndose de una vida próspera, poco a poco subía la escalinata social, mientras sus planes de éxito se desarrollaban, vivía en una casona propiedad de su familia, además de la servidumbre no había nadie más. Ocasionalmente ofrecía alojamiento a amistades cercanas, o aquellos que le eran referidos por sus conocidos de importancia. Por lo que no era de extrañar que hubiera habitaciones disponibles para huéspedes en busca de una estancia corta y privada, muchas veces sin suficiente dinero para pagar un hotel ostentoso pero con un renombre no despreciable de modo que las recomendaciones y reconocimiento le serían útiles sin importan en que ciudad o país se encontrará. 

Era un trato bastante conveniente. Una recompensa nada despreciable.

Esa tarde lo invitaron a una fiesta para celebrar el estreno de la obra de teatro más esperada del año. 

-Un placer-

Había acudido por invitación de la esposa de un socio del teatro. No podía permitirse faltar a la misma, pero como aún tenía diligencias por terminar deseaba retirarse pronto y sin parecer descortés.

Todo cursaba como era esperado, había damas encantadoras distraídas con los actores, algunos hombres de negocios fumando y dialogando animadamente. Conocía a varios personajes de entré los presentes, tras saludar y conversar se encontraba recorriendo el salón, tras hacerse de una copa de vino por un momento se cruzó con una mirada un tanto desafiante, perdió de vista al dueño de la misma entre la multitud, por breves instantes su corazón latió con intensidad. 

Un poco después estaba ya dispuesto para marcharse, tras despedirse lo que le llevo bastante tiempo se encontró con otro amigo de la familia.

-Joven Schiffer, es un placer verle, oh, permíteme presentarte a un muy querido amigo mío- El sujeto se aproximó, parecía extranjero, el color de su piel era ligeramente tostado mientras el de sus ojos de un azul claro penetrante ¿mulato quizás? traía una vestimenta muy a la moda y de tela fina, se movía de forma muy grácil casi como un felino, como una, pantera. Al encontrarse con sus ojos, se perdió de la conversación, algo en su cabeza le dijo "Pon atención" miró de nuevo a su amigo quien continuaba hablando...

- admirador de las bellas artes.

-Mucho gusto- Respondió el hombre. Ulquiorra se sentía perturbado de algún modo por su presencia, tanto que dudo unos instantes en darle la mano, muy mecánicamente saludo, le extraño que el sujeto no apretó su mano. 

-Encantado- El sujeto sonrió muy ampliamente complacido pero a Ulquiorra se le hizo insoportable. Por un momento creyó que seguramente se trataba de uno de esos caza fortunas oportunistas jugador empedernido que se aprovechaba de la bondad de sus anfitriones y de las jovencitas inocentes. Y una vez terminado el dinero ponía en mira otro objetivo. Sumamente detestable. Conocía a varios de estos individuos y no comprendía como es que el respetable señor Stark conociera a alguien así. 

El individuo lanzo una mirada de complicidad, Stark inmediatamente reacciono. 

-Si me disculpa el atrevimiento señor Schiffer, le comenté al señor Jaggerjack que usted muy amablemente ofrece su casa a aquellos que visitan nuestra hermosa ciudad. ¿Sería muy desconsiderado si le solicitase una habitación para que se hospede? Naturalmente el dinero no es problema.

-No deseo un pago. Mi casa como bien ha dicho esta disponible para aquellos que gustan de la prosperidad de Londres. Si es buen amigo de usted señor Stark con mayor razón es bienvenido.

-Le agradezco enormemente, E Insistiré todo lo que sea necesario para compensar las molestias.

-Y yo me negaré. -

Por supuesto que aceptaría el dinero, pero le molestaba que proviniera del señor Stark. Este individuo era joven, se veía saludable y vestía muy bien como para no poseer un trabajo bien remunerado. Queriendo eludir las intenciones del señor Stark, Ulquiorra cambio de tema. 

¿Y dígame señor Jaggerjack acaso no tendrá una cuenta de banco disponible? Disculpe si sólo se encuentra con hombres que hablen de dinero pero soy banquero y es algo de lo que no puedo dejar de hablar.

-Me temo que los destinos de mis viajes son tan lejanos como impredecibles, por cuestiones de trabajo debo trasladarme de un sitio a otro con tanta frecuencia, que el banco de mi preferencia no puede seguirme la pista, en ocasiones cuando solicito retiros me son negados así como los cheques porque tardan en rastrear mi haber de modo que prefiero llevar conmigo dinero en efectivo. Conociendo mi situación, muy amablemente el señor Stark se ha ofrecido para pagar mis gastos como gesto de buena fe por todos nuestros años de amistad.

-Que amable, muy propio del señor Stark.- Maldito parásito. 

-Lo es, muy amable en creces seguramente por el aprecio que le tiene usted piensa que soy una clase de parásito aprovechándome de la bondad del señor Stark- Ulquiorra se angustió un poco ¿Acaso su tono de voz revelaba sus verdaderos sentimientos? 

-En absoluto. La verdad me siento gustoso de recibirle a pesar de su dificultosa situación, lo admito con vergüenza.

-Aprecio sus palabras. Si me disculpa debemos retirarnos por unos instantes, espero nuestro encuentro próximo con ansia señor Schiffer. -

Stark se despidió de Ulquiorra, aún debía presentar al señor Jaggerjack con sus demás conocidos. En particular las damas morían de interés.

Los vio alejarse y acercarse a otro grupo de personas. El andar del sujeto que acababa de conocer era muy elegante y varonil pero algo distinto al de los demás, invariablemente era extranjero. 
Por un instante olvidó que pretendía antes de encontrarse con ellos. Recordó que estaba por marcharse. Término de despedirse y finalmente se dirigió a la salida. 

El mayordomo le vistió su abrigo y sombrero, se colocó sus guantes, en un presentimiento al mirar tras de sí algo que usualmente no hace se cruzó con una mirada en la que reconoció al señor Jaggerjack. Sonriéndole desde el otro extremo del salón. Bajo la escalinata buscando el carruaje. El clima estaba exquisitamente fresco. 

-Señor Schiffer ¿Ha ido bien todo?

-Sí Leroux, vámonos ya.

-Como ordene señor-

El chofer abrió la puerta e ingreso. Iban de regreso a casa. 

Al llegar se puso en marcha, se dirigió al estudio, abrió los libros correspondientes y se dispuso a hacer las comparaciones y cuentas, llevaba la contabilidad de algunos conocidos y pequeñas empresas. 

Ya era tarde, miró el reloj en el escritorio. Regreso la plumilla al tintero y soplo la lámpara.

Mientras se alistaba para dormir de reojo le pareció ver pasar a una persona extraña se giró inmediatamente para toparse con su reflejo en el espejo. 

-Debe ser el cansancio- dijo aliviado.

Se metió a la cama y durmió muy plácidamente.

A la mañana siguiente como siempre se alisto para el trabajo. 

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POV: Grimmjow.



¿Schiffer, Ulquiorra Schiffer el banquero que conoció en Londres? ¿De verdad era él?

¿Cuánto había pasado desde entonces?

Si, si era el banquero de alcurnia que se creía mejor que todos los demás. El que ofrecía habitaciones a cambio de influencias.

Si, era él, pero ya no era banquero.

No, ahora era un cazador. 

¿Cómo lo encontró?

Intento afinar sus sentidos. 
Cuando se dispuso a dormir sólo se encontraba el aroma de la humedad, oscuridad y polvo. Pero apta había distintos aromas o lo que quedaba de ellos en el aire. 

Se dio cuenta de que no estaba cubierto por una capa de polvo, como es esperado despertar luego de tanto dormir en un lugar así. Habían estado aseándole.

¿Cuánto tiempo ha estado aquí conmigo? ¿Qué ha estado haciendo?

Olía a tiza, hierbas, palabras.

¿Por qué no me ha matado si es un cazador?

¿Qué le he hecho?

Pero sabía bien la respuesta. 

El no.... No debería recordar nada.

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Por la tarde cuando volvía a casa se extrañó de ver a la servidumbre tan poco concentrada, estaban de un lado para otro tratando de condicionar la tercera habitación del segundo piso. Ulquiorra pregunto porque tanto alboroto. 

-Joven amo- respondió una de las sirvientas. - estamos preparando la habitación de huéspedes para su buen amigo. 

-¿A qué se refieren? Yo no he invitado a nadie.

-¡Señor Schiffer! -Como invocación demoniaca, el señor Grimmjow Jaggerjack salió del vestíbulo- ¡Su casa es espléndida! Nunca había visto una colección tan completa de libros. Ahora mismo sus empleados me mostraban su sala de lectura.-

Haciendo fuerza de toda su voluntad esbozó una sonrisa, no quería incomodar al conocido del señor Stark (A quien Ulquiorra aprecia) aunque lo detestara. 

-¡Señor eh....

-Jaggerjack no lo habrá olvidado ¿O sí?- el sujeto se aproximó y estrechó muy brevemente la mano de Ulquiorra.

-Por supuesto que no, no me ha permitido terminar. Es un placer verle de nuevo.

-El placer es todo mío. Le agradezco por ofrecerme una habitación en su encantadora residencia. 

-No, no es molestia para nada. Aunque si me ha tomado por sorpresa, no lo esperaba tan pronto.

-Perdone usted, debí suponer que era muy impertinente mi visita, es mi culpa, me tomé muy enserio sus palabras, si no mal recuerdo usted insistió ayer por la noche, durante la fiesta, en que viniera lo antes posible.

-Yo no...- Ulquiorra hizo memoria pero era justo como él decía. ¿Cómo pudo haberlo olvidado? Que idiota, porque se ofreció tan solícitamente. "Por favor señor Jaggerjack debo insistir venga mañana mismo a mi casa, lo estaré esperando con ansia" que idiota, pero que idiota. -Muy cierto, debí haberlo olvidado, disculpe usted. 

-No se preocupe, con tanto trabajo como iba a recordar a  alguien tan insignificante. 

-¡No es nada de eso! Perdone mi falta de atención, vamos dentro, ¿Ya ha almorzado?-

El señor Jaggerjack sonrió de la manera más encantadora y para Ulquiorra fue de los más chocante.

Mientras dormía no dejaba de pensar en aquel sujeto. 

El color azul  y penetrante de sus ojos y la insolencia en ellos. 

Despertó muy acalorado. Sudando.

 

-Pero que horrible sueño-

En su sueño el señor Jaggerjack hablaba y le sonreía, luego bebía el té que habían preparado por la tarde mientras conversaban en el salón.

-Ya, quiero dormir- No lograba conciliar el sueño. Cada vez que se quedaba dormido pensaba en ese sujeto y despertaba agobiado por el calor. Retiro todos los cobertores e incluso bebió algo de agua de la mesilla. 

A la mañana siguiente estaba muy desvelado y el papeleo en el banco se le hizo tedioso. No hubo pista del señor Jaggerjack hasta que volvió por la tarde.

-¡Señor Schiffer!

-Señor Jaggerjack, ¿Qué le ha parecido la ciudad? Seguramente salió muy temprano.

-Lo lamento, no fue así, me levante hasta tarde, me he desvelado bastante, prefiero el entretenimiento nocturno.

-Ya veo, seguramente hay un montón de librerías, y cafés abiertos por la noche, aunque yo no los he visitado aún. – sarcasmo.

-Un montón. ¿Me acompañará para la cena?

-Lo lamento, tengo toneladas de trabajo, iré ahora mismo a mi estudio, si necesita algo no dude en solicitarlo.

-No lo dudare, es usted muy amable. – Hizo un gesto con la cabeza y marchó hacia la entrada principal, mientras Ulquiorra solicitaba que le llevaran la cena a la habitación.

No durmió nada durante la noche. Esta vez no pensaba en nada, solo quería dormir. ¡Dormir! Podía escuchar el tic tac del reloj, pronto amanecería. Escucho un ruido, era Jaggerjack que regresaba luego de quien sabe que hacer. Mientras no visitara un sitio que arruinara la reputación del señor Stark o la suya, todo estaría bien.

Lo odio mucho más cuando lo venció en el ajedrez.

-Una vez más.

-Jaque.

-……-

¡Pero yo soy el mejor en esto!

Esa horrenda sonrisa llena de satisfacción.

-Mientras piensa otra estrategia- Iniciaban una nueva partida- ¿Por qué no me cuenta un poco sobre usted?

-Oh, claro que lo haré.- si como no.

-Me gustaría conocerle más. –

Y aunque Ulquiorra no quería conversar con él no pudo evitar hacerlo, el señor Jaggerjack por su aspecto parecía que había visitado un montón de lugares interesantes, se expresaba muy bien, su voz era elegante y cada que hacía una broma se reía estruendosamente por más que quería evitarlo. Cuando lo miraba a los ojos no podía evitar quedarse pasmado, eran azules, profundos, le gustaban….

-Jaque….

-¿Cuándo?- 

Este día iba para largo. 

Notas finales:

Gracias por leer, como siempre los RR son bienvenidos. 


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