Increíblemente esta es la primera vez que me pasan dos cosas similares en el tiempo con la misma persona, la primera vez el miraba la ventana y la segunda era yo quien miraba la ventana, no creo que existan tantas consecuencias.
Al verme, se sorprendió mucho, volvió a mirar a la puerta, creo que para salir, la verdad trate de no prestarle atención, puesto que no tengo nada que decir, no es que me comporte como un niño, sin embargo, él se fue sin deseas hablar conmigo, me pidió que lo dejara ir, y ahora que lo he logrado, no existe razón alguna para verlo como un amigo.
Después de ignorarlo, salió rápidamente del cubículo de profesores, tengo entendido que al nuevo profesor se le asignara mañana su escritorio, espero que no le toque junto a mí, porque quisiera que si Eita es asignado en esta escuela, le toque a mi lado.
Al día siguiente, llegue muy temprano, ciertamente Eita estará en la misma escuela que yo según el letrero de noticias, y el sorteo será para ambos, hay dos lugares disponibles.
-Kirihara-sensei, preséntese y tome una ficha para asignarle el asiento que le corresponderá, lo mismo usted Sanjo, acérquese para el sorteo-
Esperaba con ansias que le tocara junto a mí, porque de ser así en nuestro tiempo libre podríamos platicar gustosamente, y compartir nuestros puntos de vista de los alumnos, sin embargo, la suerte no está de mi lado, peor aún, es como una maldición, esperar a que un joven que fue mi exnovio, y que desgraciadamente se sienta junto a mí, le cambie el lugar a mi nuevo novio, no es algo muy alentador.
Desde luego, en el momento en el que lo vi sentarse a mi lado, me incomodo, sobre todo, porque ahora somos simples extraños, pero su presencia me causa horror.
Que fastidio, muchas jovencitas vienen a buscarlo para ver si les pasa su número telefónico, y no es que me de envidia, es que son unas escandalosas, si tan solo supieran que no tienen oportunidad con él, dejarían de estar molestando.
-Niou, ¿Cómo estás?-
-no muy bien-
-¿Por qué?-
-con la sorpresa que me dejaste, ¿Cómo iba a estar bien?-
-vamos, que es una ternura, es preciosa-
-sí, es linda, pero es exagerada-
-anda, cuídala un rato más, llévala a conocer la ciudad, por favor-
-de llevarla, si la llevo, pero me da miedo que se mueva más rápido que yo-
-vamos, que no es tan rápida, le tienes que explicar con calma las cosas-
-pero…-
-recuerda que es alemana-
-está bien-
-¿y entonces?, ¿es mona o no?-
-sí, lo es…-
-anda, si le das un beso, veras que feliz se pone, pero en la mejilla-
-¡no seas bruto!, ¡no tiene mejilla!, ¡y no!, ¡no voy a besarla!-
-ya lo sé, cuidado porque soy muy celoso con ella-
-entiendo-
Después de que colgó, y de no saber lo que el tarado ese le dijo, me moleste al saber que no hace nada con las escandalosas que vienen a perseguirlo, cuando ya tiene novia.
-Ren, mi amor, ¿Qué tienes?-
-eh, Eita, nada, tan solo divagaba un poco-
-¿de verdad?-
-si-
-entonces, aprovechare para pedirte que vengas esta noche a casa-
-¿y eso?-
-quiero cenar contigo-
Unos libros se cayeron, creo que hablan de tenis, el ruido me distrajo unos escasos segundos y después voltee a contestarle que si, después de todo, le adoro y quiero pasar mi tiempo a su lado.
Posteriormente salí después de ese tipo, no quiero topármelo ni por accidente, creo que se va a ver con Niou y su novia, en fin, que más me da, no debe importarme.
En un parque, muy cerca de la escuela donde trabajan.
-¡Masaharu!-
-¡Akaya, eres un desastre, dijiste que me ibas a presentar a alguien, nunca me dijiste que me dejarías a cargo de una samoyedo!-
-es hermosa ¿verdad?-
-tener una cachorra, no es muy común, ¿desde cuando te gustan las mascotas?-
-cuando estaba en Alemania me sentía solo, y cuando la conocí a través de los ventanales del aparador, me sentí atraído por ella, claro, ya creció mucho, pero la adoro-
-parece como si no hubieras cambiado nada-
-no he cambiado-
-a propósito, lo viste ¿cierto?-
-no lo vi-
-¿Por qué mientes?, él trabaja en el mismo lugar que tú, es un profesor igual que tú, dudo mucho que no lo hayas visto-
-Niou, la persona que yo quiero ver, se llama Ren, pero no vi por ninguna parte sus ojos, tan solo conocí un chico superficial y vacío de corazón-
-no digas tonterías, su corazón está más alegre desde que te fuiste-
-quizá tengas razón-
-no pongas esa cara, parece que te han dado una patada-
-en realidad no-
-¿entonces?-
-podemos cambiar de tema, yo decidí que él se quedó en el pasado, por lo que prefiero no nombrarlo más-
Es extraño, presiento algo malo y me dan escalofríos en la espalda, de pronto salieron unas lágrimas de mis ojos, lagrimas que no comprendo porque salen si estoy bien.
Los días pasan, he salido mucho en estos últimos días con él, me pregunto si ya estará listo, bueno, tratare de averiguarlo.
Durante este periodo de tiempo, todo ha salido bien, no he tenido que dirigirle la palabra.
-Kiri.sensei, ¿puedo pedirle un favor?-
-bueno ¿Qué esperas para decirlo?-
-gracias sensei, es el mejor-
-no me agradezcas y di, que hare lo que sea por ti-
-el viernes me toca entregar una lista con los reportes estudiantiles de la semana, pero yo no puedo, los padres de mi prometido vendrán a casa ese día, y quiero recibirlos bien, ¡ayúdeme por favor!-
-¿quieres que te cambie el lugar verdad?-
-yo me quedare la próxima semana, así que por favor-
-está bien, te ayudare, y dime, ¿con quien te tocaba entregar el reporte?-
-con Yanagi-sensei-
“maldición, ¿Qué hago para zafarme?” -mmmm-
-verdad que no me va a abandonar-
-está bien, no te preocupes-
El viernes llegó, quiero aclararlo por si no lo saben aún, yo no estaba enterado, así que aquí estoy, yo Renji Yanagi, en el estudio, con otro profesor, al que detesto, y que no quiero ver, sentados, uno en frente del otro, la peor posición, ¿Por qué me suceden estas cosas?, quiero guardar silencio, mi mente está pensando que hacer o decir.
-vete-
-eh, ¿Qué?-
-vete, no quiero trabajar con alguien poco profesional-
Azote la banca cuando me levanté y dije -¿poco profesional?, ¿Quién te crees mocoso para decirme así?-
-como sea, vete, solo me estas estorbando, acabare más rápido yo solo-
-como quieras-
Me di la media vuelta y me fui, si no quiero estar con él, y me da la oportunidad de irme, pues la tomo “poco profesional”
Comienzo a pensar que tiene razón, parece que no he madurado, será mejor que me disculpe, fui a recoger unas hojas son las otras profesoras, sirven para demostrar lo que se ha realizado, y regrese más relajado.
Es muy extraño, en la mesa, estaba el, las hojas, desde donde alcanzo a ver, ya están llenas, sus lentes me dejan ver el reflejo del sol, y sus cabellos, se mueven con el soplido bajo del viento, parece que ha cambiado mucho, el poco responsable, indeciso y sádico Kirihara, ya no existe.
No debo perderme en esos pensamientos, entre completamente y le puse en el escritorio todo lo que recopile.
-estos son los archivos, tienes que anexarlos en esta parte, y en esto de aquí, anota el folio que viene ingresado en la primera hoja-
-ah, no se preocupe, ella me dijo que hacer y cómo, pero hágame un favor-
-sí, ¿Cuál?-
-manténgase a un paso lejos de mí, los hombres me incomodan-
-que infantil, y yo soy el poco profesional-
-soy alérgico-
-alérgico, que tontería más grande-
-entonces haga lo que quiera-
-pues eso hare-
Me acerque un poco más, pude percibir su perfume, dulce y fresco, no sé, es diferente al que tenía cuando era un jovencito, inconscientemente me sonroje.
-le dije que se alejara, ahora voltee-
Cuando gire la vista, Eita estaba mirándome, parecía algo molesto, y peor aún, me arrojo una serie de libros en la cabeza, salió corriendo.
-se lo dije-
-si lo sabias desde un principio, podrías habérmelo dicho directamente-
-no estoy interesado en su vida privada-
-que grosero-
No es verdad, en realidad me lo aviso, la culpa fue mía por no hacerle caso, tan solo quería hacerlo enojar, debo dejar de pensar con mis emociones y pesar con la cabezota que tengo o jamás podre ser un buen profesor.
Se quitó los anteojos, se limpió un poco el rostro con un pañuelo y volvió a colocarse los lentes, dejo todo en orden, y únicamente me dejo llevar el documento hasta la oficina principal, donde hay que entregar el reporte de las planeaciones, ulteriormente salió del aula y se fue.
-¿Quién es el?-
-Ei…ta…-
-se conocen desde hace mucho por lo que veo, además, te venció con facilidad, le tienes consideraciones-
-no digas tonterías, ¿Cómo voy a conocerlo?-
-en tus ojos existe algo que me preocupa-
-ah sí, ¿Qué es lo que ves?-
-confusión, eso es lo que veo-
-no digas tonterías y vámonos-
Yo no estoy confundido, así que no tengo nada de qué preocuparme, por lo que no voy a permitir que esas palabras me intimiden o me den un nuevo dolor de cabeza.
Ahora que lo pienso, me deje llevar solo un poco, de la nada le obedecí, como si fuera mi superior, pero… su mirada se ha vuelto muy fría, con eso de que siempre lo ando evitando, no lo había notado.
En otra parte, un chico llega a su casa y se acuesta a descansar.
-eh, no… no… por favor, déjame ir… no… suéltame-
Una hermosa perrita blanca, recarga su cabeza en la frente de su amo, que grita desesperadamente mientras duerme, ella trata de calmarlo y darle su calor, un chico la abraza mientras llora.
-otra vez la misma pesadilla, hace tantos años que la sueño, desde que llegaste tú, me tranquilizaste, aunque en ocasiones aun veo claramente esas imágenes que me atormentan-
La cachorrita lame la cara de su amo, y mientras él la abraza, observa las estrellas por la ventana.
Un mes más tarde, Kirihara estaba dormido, nuevamente tenía una pesadilla, y en ese momento entra Masaharu caminando despacio al escuchar sus palabras.
-Akaya, Akaya, despierta, ¿estás bien?-
-¿Qué?, ¿Qué?-
-estabas hablando despierto, ¿has tenido una pesadilla?-
El joven se sienta y la sabana cae de su cuerpo.
-pero… ¡Akaya!, ¿Cómo te has hecho eso?-
-voltéate, deja que me ponga algo, así no tendrás que verlo-
-no es que me horrorice, me preocupa, ¿Cómo te lo hiciste?-
-eso es lo de menos, lo que realmente me duele, es que no sirvió de nada-
-platícame-
-no-
-anda, tal vez yo pueda ayudarte-
Los dos amigos conversan mientras Kirihara sujeta sus cobijas con fuerza.