Derek abrió de golpe y saco aire de la boca, se sorprendió al verse dentro del lago, de manera rápida, nado hacia la superficie, hasta acercase a la orilla del lago, salió aturdido del agua y regulo su respiración, cayó en cuenta lo que había pasado y se miro al pecho, no había sangre, se levanto la camiseta, dejando ver su piel pálida, no encontró ninguna herida.
-Solo fue una ilusión…-murmuro pasando su mano por su cara, era la tercera vez que intentaba suicidarse, pero era la primera vez que le pasaba algo así, imaginar o ilusionar algo tan realista como lo que vio. Volteo a ver su reflejo al agua y se congelo por un momento al ver que su reflejo sonreía con malicia, cerró los ojos y negó varias veces, después de unos cuantos minutos los abrió y con miedo dirigió la mirada hacia el lago de nuevo, esta vez su reflejo estaba normal, se sentía confundido, termino acostándose en el suelo, fijo su vista al cielo viendo que ya era tarde, era mejor volver a casa.
Al regresar, fue recibido por insultos de su padre, por el haber llegado tarde, el pelirrojo simplemente se escondió en su chaqueta sintiéndola húmeda aun, subió deprisa las escaleras ignorando a su padre, ya estaba acostumbrado a aquello, entro a su habitación y se cambio las ropas, entro al baño.
Así como entro, salió de golpe shockeado por lo que había visto, se sentía confundido y aterrados, en el espejo se encontraba un mensaje escrito en sangre, el cual decía “Pronto” con una carita feliz a un lado. Sintió un mareo y bajo la mirada viendo como sus muñecas estaban sangrando, tenía cortes, no comprendía cómo era eso posible, entro de nuevo al baño tomando una toalla y limpio el espejo, cuando separo el trapo este estaba limpio, su confusión se hizo más grande, volvió a dar otra mirada a sus muñecas y estas no tenían nada. Se paso una mano por la cara y se recargo en la pared, que demonios le estaba pasando, suspiro, tal vez solo estaba cansado y necesitaba dormir, y así lo hizo, se fue a acostar.
A la mañana siguiente se levanto temprano, y se dirigió al baño, se lavo el rostro y se miro al espejo, su reflejo tenía una mirada maliciosa, se tallo los ojos y volvió a ver con atención, no había nada, salió de ahí, termino de arreglarse y bajo las escaleras de manera silenciosa, no quería encontrarse con su padre, para su mala suerte el hombre se encontraba viendo televisión con unas cuantas botellas de cerveza, paso de manera rápida y entro a la cocina, al estar de espaldas tomando un vaso, algo duro golpeo su cabeza, reprimió un quejido de dolor, mordiéndose el labio de manera fuerte, abriéndoselo un poco, supuso que a su padre se le había acabado la cerveza y fue por mas, además de notar su presencia ahí.
-Aun sigues aquí…-dijo de manera fría, dando señal de que no quería verlo ahí.
-Si…yo ya me iba…-murmuro en voz baja.
-Entonces qué demonios esperas, largo-Ante aquello, el pelirrojo salió rápido de la cocina, tomo su mochila de la entrada, pudo escuchar un “Estúpido” por parte del mayor, salió y azoto la puerta al cerrarla.
Pronto a unas cuantas calles comenzó a sentir las miradas sobre su persona, y murmullos a cada paso que daba, lo mismo de todos los días, para algunos esto sería estresante, para él era lo normal, ya se había acostumbrado, después de la muerte de su madre comenzaron los rumores, y lo apuntaban a él y no a su padre, era un poco molesto pero poco le importo, el sabia que la familia de su padre le odiaba, solo porque había salido pelirrojo de ojos bicolor, y que no era hijo del hombre, le metían ideas a la cabeza hasta llegar al punto de la duda, y creer más en su familia que en su propio hijo, Derek, sabía que parte de la familia de su madre era pelirroja, y que su bisabuelo tenía los ojos bicolor, pero a pesar de que tratara el tema, su padre le ignoraba.
Al dar la vuelta en una esquina se detuvo y miro a lo lejos, en la entrada del parque, eran Jeremy y Alan, eran por así decirlo los “Populares” del colegio, eran arrogantes y molestos, le hacían burla a todos, pero su juguete favorito era el pelirrojo, suspiro, no quería lidiar con ellos, miro la barda, no era muy alta, aventó su mochila y salto tomándose del la pared, escalo y salto al otro lado, se tambaleo al aterrizar, pocos minutos pasaron al recuperar el equilibrio, se sacudió la sudadera y cogió su mochila, camino, al llegar al centro del parque donde encontraría con su mejor amigo, el cual ya estaba ahí, le saludo a lo lejos y le sonrió, el correspondió la sonrisa de manera leve. Estando los dos juntos chocaron los puños.
-Amigo pensé que no llegarías-le sonrió el castaño.
-Me encontré los reyes de la escuela-Sam le miro preocupado, y el solo le sonrió con tranquilidad-Tuve que saltarme la barda, y alargue el camino un poco por eso tarde-se encogió de hombros.
-Menos mal…-sonrió más tranquilo el mayor-Bien nos vamos, aun tenemos mucho tiempo, ¿Has desayunado?- le pregunto mirando los ojos bicolor, el más bajo negó.-Lo supuse, te encontraste con el anciano.-
Asintió-Si, no creí que despertara antes que yo…-pronto recordó el golpe y paso una mano por la parte trasera de su cabeza, cuando la quito vio un poco de sangre en ella-Demonios…-susurro, el castaño frunció el ceño y saco un pañuelo de su bolsillo y le limpio la mano.
-Hay veces que se sobre pasa, no puedo creer que lo soportes aun…-el de menor estatura se encogió de hombros,-Bien vamos a la cafetería, te comprare algo-el pelirrojo frunció el entrecejo y negó-Sabes que aunque lo niegues lo hare de todos modos-
-Si lo sé…-hizo un leve puchero, con Sam era el único que mostraba más sus emociones, frente a otras personas solo mostraba indiferencia, frialdad y seriedad. Comenzaron a caminar hacia la salida del parque, irían a la cafetería que frecuentaban siempre.
Al llegar pidieron algo y se fueron a sentar, mientras platicaban volvió a sentir las miradas en él, su amigo le miro y le revolvió el pelo.
-Amigo, ignóralos todos son unos idiotas- ante las palabras recordó lo sucedido de ayer, se quedo congelado en su lugar, Sam pudo notar aquello, le empujo levemente por el hombro y el menor le miro saliendo del transe-Hey ¿qué pasa?-
-Ayer…-antes de que siguiera fue interrumpido por una voz-
”No digas nada”...-al escuchar aquello y una risa juguetona volteo a todas partes buscando al dueño de la voz, volteo a ver a su amigo que lo miraba interrogante y confundido.
-No…no paso nada-dijo inseguro de aquello-Tal vez estoy cansado…-el castaño asintió y no insistió, pero teniendo dudas.
Cuando su orden llego, la chica que llevaba la comida quedo mirando al pelirrojo con atención como si sospechara de algo, se sintió cohibido por aquello. La chica se al estar lejos de ellos tenía un presentimiento de que algo pasaría, no sabía cuándo pero lo sentía, la mirada del pelirrojo tenía un brillo especial, que escondían ese par de ojos bicolor.