Después de la noche, entiéndase por la madrugada, caminábamos de vuelta a casa muy molidos por haber estado bailando toda la bendita noche, únicamente para deleitar a los clientes y dejarlos con más ganas de más. Suspiré tronándome el cuello, mi rutina era pesada y requería de mucha gracia y elegancia para poder ejecutarla junto con Shun-chan.
—Mi trasero~- se quejó Mako-chan sobándose el mismo- Maldita sea, estoy muy adolorido.
—No te quejes tanto, Makoto, tú mismo te exiges cada día más para tener una rutina perfecta.- rió Reo-san bostezando ligeramente- Muero de sueño, necesito descansar.
—Todos lo necesitamos, y mucho- Shun-chan se acomodó su mochila- Son casi las cuatro de la mañana, no tendremos mucho tiempo para descansar.
—Ustedes descansen y yo me encargaré de lo demás- los miré demasiado cansados y a punto de desvanecerse por el sueño.-Lo necesitan más que yo.
—De ninguna manera, Kazu, tienes que descansar.- vi la negativa de Reo-san mientras trataba de reprimir un bostezo- Si sigues así vas a enfermarte.
— Escucha a Reo, mocoso, nosotros nos encargaremos de esto.-gemí por el zape que me dio Mako-chan- Ustedes se me van derechito a la cama y descansen todo lo que puedan.
Seguimos con nuestra alegata hasta que llegamos a la casa. Abrimos la puerta con cuidado para no hacer mucho ruido y despertar a los otros. Me deslicé suavemente por la habitación para cerciorarme de que mi hermano estuviese bien. Al entrar le vi profundamente dormido abrazado de Momo-chan y en el sillón estaba dormido Kouki-chan.
Me acerqué a Tatsuya y delicadamente tomé su muñeca donde Kouki-kun le colocaba un monitor de pulsera para controlar su actividad cardiaca. Fruncí el ceño al ver que el monitor marcaba sesenta pulsaciones por minuto, un ritmo muy bajo y débil. Eso me indicaba que algo no iba bien con su corazón. No dudaría en decírselo al médico cuando fuésemos a llevar a Tatsuya, mejor dicho: lo llevaría mañana y no el miércoles como estaba previsto. Me levanté de la cama no sin antes darle un beso en su frente y atiné a irme al otro sofá de la habitación. En instantes me quedé profundamente dormido.
—Mocoso, despierta, te daré una tunda si no te levantas.- Mako-chan me despertó a base de coscorrones y de apretones en las mejillas.-Te aprovechaste del dolor de mi trasero, pero a la próxima te daré nalgadas por desobedecer.
—Lo siento Mako-chan, es que estaba muy cansado- bostecé de manera involuntaria y tallándome los ojos-Vine a ver a Tatsuya para cerciorarme de que estuviera bien.
—Estás igual que el otro mocoso.- señaló a un costado mío y vi a Shun-chan profundamente dormido a mi lado- No entienden a sus mayores, les encanta hacerme rabiar.
—Mmmm…¿Qué horas son?- masculló Shun-chan todo adormilado- Ah, buenos días antes que nada.
—Son casi las diez de la mañana, Tatsuya y Momo ya han desayunado y ahora junto con Reo les están preparando el desayuno.- Mako-chan se levantó y se acomodó su cabello en una coleta baja- No tarden en bajar.
—Mako-chan, tenemos que llevar a Tatsuya hoy con el sensei.- el aludido me miró de manera extraña- Anoche cuando llegué revisé su monitor y marcaba un ritmo cardiaco muy bajo.
—De acuerdo, desayunen y nos vamos derechito a ver al sensei.
El hospital al cual llevábamos a mi hermano era grande y un poco lujoso. Está ubicado en el centro de Tokio por lo cual se nos dificultaba un poco el llevarlo pero no me importaba. Tuvimos que dejar a Bob en el área de jardines del hospital con una enfermera conocida para que lo cuidara en lo que Tatsuya era atendido por su médico.
—Masaaki-sensei los está esperando, hizo un espacio en su agenda.- Koganei-kun, uno de los enfermeros locales, era quien nos recibía y nos acompañaba a la oficina del sensei-Me sorprendió su llamada, ¿Tatsuya-san siguió muy enfermo?
—Quería que Masaaki-sensei lo revisara puesto que me quedé preocupado.- musité para que no me escuchara Tatsuya, el cual iba caminando lentamente con Momo-chan,-Supe que tuvo una crisis en casa mientras no estaba.
—No te angusties, Takao-kun, él va a estar bien. Ya verás que sensei les dirá algo bueno.
Llegamos a la oficina del mencionado y Koganei-kun se nos adelantó en golpear levemente la puerta. Escuchamos la respuesta de sensei y pronto estuvimos dentro del establecimiento. El lugar era amplio, muy sobrio y elegante para el sensei, porque no le gustan muchos los lujos pero él mismo se contradice.
—Buenos días Reo-kun, Makoto-kun, Kazu-kun, Shun-kun, Tatsuya-kun y Kouki-kun,-saludó el galeno ordenando unos papeles y mirándonos de manera serena.- Me alegra verlos.
—Buenos días, sensei.
—Me sorprende su visita, chicos, los iba a ver el miércoles.- observó su agenda y nos evaluó- ¿Pasó algo?
—Así es, sensei, anoche cuando regresamos del trabajo fui a ver a Tatsuya.-me adelanté en explicar al sensei- Revisé su monitor de muñequera y me fijé que su corazón latía de manera muy lenta.
—¿Qué ritmo llevaba? Kouki-kun necesito el monitor de Tatsuya-kun para revisar las lecturas.- el aludido lo entregó mientras yo acariciaba el cabello de la larga coleta de mi hermano al verlo tan nervioso.
—Sesenta latidos por minuto, sensei. ¿Es normal por los medicamentos?
—No es normal, algo no anda bien con su corazón.- vi su ceño arrugarse y ver la figura de mi hermano evaluándola-Tatsuya, voy a examinarte. Necesito que te cambies para que también de una vez e haga los análisis previstos.
—E-está bien, sensei.- guié a mi hermano hacia el pequeño biombo donde estaba una bata de tela muy ligera y azulada. Vi el semblante de mi hermano tornarse triste y no dudé en abrazarlo.-Tengo miedo, Kazu, estoy muy asustado.
—No te asustes, Tatsu, estoy contigo no voy a dejarte solo en esto.- besé sus cabellos y lo apreté contra mi pecho- Todo va a salir bien.
—Tengo miedo de que sensei me diga que ya no tengo cura, mi temor es que me diga que estoy empeorando.
—No será así, Tatsu, no te mortifiques que eso te hace mucho daño.- en momentos como este agradecía que Tatsuya no pudiera verme porque no quería mostrarle mi semblante abatido- Tienes que ser fuerte, no te derrumbes.
Logré calmarlo un poco antes de que fuese con sensei y este lo llevara a su mesa de exploración. Pude ver a mi hermano ponerse muy nervioso cuando Masaaki-sensei comenzó a auscultarle el pecho. Pero lo que más me alarmó fue cuando el semblante de Masaaki-sensei se puso tenso y en sus ojos vi algo que no me gustó para nada.
—Masaaki-sensei, ¿Cómo está?- el susurro de Mako-chan me sacó de mis cavilaciones y me hizo poner más atención.
—Su ritmo cardiaco se escucha algo alterado, necesito hacerle un electrocardiograma y unas cuantas tomografías para ver el estado del corazón.- se acercó a su intercomunicador mientras yo me quedaba con Tatsuya-Señorita, dígale al técnico que mandaré a mi asistente con mi paciente para que le haga los exámenes que Koganei-kun le va a especificar.
Al principio Tatsuya no se quería ir sin mí para los análisis, pero la mirada de sensei me pedía que me quedara, el asunto era más serio de lo que esperaba. Para ello, Koganei-kun le acompañó mientras nosotros nos quedábamos con el sensei.
—Sensei, dígannos la verdad: ¿Tatsuya está empeorando?- musité con lágrimas en los ojos, Masaaki-sensei suspiró con pesar y asintió con el semblante dolido.
—Lamentablemente así es, Kazunari, el corazón de tu hermano está fallando. Además de que por las crisis que ha tenido, ahora sus pulmones se están viendo comprometidos.- sentí sus manos sobre mis hombros- Pero tienes que ser fuerte, no puedes derrumbarte ahora.
—¿Cómo no hacerlo? ¡Mi hermano se está muriendo!- sollocé sintiendo mis piernas como gelatina y derramando lágrimas sin control- M-mi hermanito se está muriendo…
—Sensei, ¿Qué podemos hacer? Tiene que haber algo que podemos hacer.- Reo-san se secó unas lágrimas que había derramado- Tatsu es demasiado joven, no puede morir.
—La enfermedad de Tatsuya es muy compleja y extraña, es un síndrome demasiado raro. Lamentablemente va más allá de mis conocimientos, pero he estado consultándolo con uno de mis alumnos quien se ha especializado en enfermedades cardiacas congénitas y le pasaré el caso de Tatsuya.- sentí como si un enorme peso de mis hombros fuese retirado- No está en la ciudad, pero estará aquí la próxima semana. No se preocupen, él va a estar bien.
—¿Qué debemos hacer por mientras? ¿Qué cuidados debemos tener con Tatsuya?-intervino Mako-chan-¿Hay algo que debamos modificarle en cuanto a cuidados?
—Serían los mismos de siempre, únicamente debo subirle la dosis de medicamentos y evitarle cualquier emoción fuerte. La crisis que tuvo le ha dejado muy débil y no podemos permitir que ocurra de nuevo. No lo dejen solo, ni dejen que se agite.
—Perfecto, sensei, ¿Podrá quedarse hoy en el hospital?- Kouki-kun se paró tímidamente de su asiento-Anoche me comentó que si podría quedarse en el hospital un poco con los niños. Le hará bien y le servirá para que se anime un poco.
—No veo porque no, solo hay que fijar en que alguien se quede con él-Masaaki-sensei se acomodó sus gafas- hay que mantenerlo animado, no es bueno que se deprima.
Media hora después volvieron mi hermano y Koganei-kun con los análisis del primero. Sensei los examinó había confirmado lo que nos había dicho antes.
—Koganei-kun, por favor, manda los resultados de los exámenes de Tatsuya-kun a esta dirección.- Masaaki-sensei le dio un papelito al otro- Dile que son de carácter urgente.
—Entendido sensei.
—Antes de que se vayan, Reo, quiero hablar contigo. Déjenme a solas con Reo, por favor.
Dejamos a Tatsuya junto con Kouki-chan en el hospital y mientras nosotros nos íbamos a comprar los viveres y demás cosas para la casa. Aunque tuvimos que hacer una parada forzosa en el club porque el jefe quería hacernos un aviso. Algo me decía que esto no me iba a gustar para nada.
Nuestro jefe era una persona extraña, muy analitica y rara. Imayoshi-san nos imponía miedo, respeto y terror. En especial a Mako-chan: era la única persona a la cual le tenía miedo.
—¿Qué? Imayoshi-san, no entiendo.
—Es simple, Kazunari-kun, he sido contactado por uno de mis socios para que ustedes actúen en un show privado.- el más grande nos sonrió de manera rara- Y no pueden decir que no.
—Hay un detalle, loco maniático- a pesar de su miedo Mako-chan aun lo insultaba- ¡Son una bola de mafiosos!
—No son cualquier mafiosos, son los líderes de la mafia aquí en Japón.- tragué saliva por su respuesta- Akashi Seijuuro quiere hacerle una fiesta sorpresa a uno de los otros líderes y ustedes son el mejor atractivo de Japón.
—Sabes más que nadie que eso es muy arriesgado, no te hagas el imbécil- Mako-chan ayudó a sentarse a un pálido Shun-chan, no por nada estaba aterrado. Reo-san se puso muy blanco y creo le faltaba el aire.- Creo que esta vez si podemos negarnos, no podemos arriesgar a Shun-chan.
—Pero ustedes no pueden arriesgar a Tatsuya ¿No es cierto?- Imayoshi-san se sentó en su asiento de cuero y encendió un cigarro- Akashi ofrece una suma demasiado generosa porque ustedes actúen en su fiesta privada, el dinero va totalmente destinado para ustedes. Tendrían los tratamientos de Tatsuya de inmediato.
—Entiende, pedazo de imbécil, si descubren a Shun se va a armar la gorda.- Mako-chan agarró al jefe de las solapas y lo sacudió como muñeco de trapo- Porque te juro que mataré a ese enano con aires de grandeza por muy señor mafioso que sea.
—Deben analizarlo y hagan conciencia: aprecio mucho a cada uno de ustedes y en especial a Tatsuya-kun. El pobrecito necesita sus tratamientos y estos no son nada baratos.- rechiné los dientes por estar entre la espada y la pared- Supe que se puso mal, no pueden jugar con su salud rechazando esta oportunidad.
—…lo haremos,- musitó Shun-chan aun temblando por el miedo- p-pero lo haremos con una sola condición.
—Díganla, lo que sea por ustedes.
—No mostraremos en ningún momento nuestros rostros ni tendremos contacto de ningún tipo con los clientes. No palabras, no caricias, nada de nada.
—El precio vale la pena, aunque sus exigencias son las mismas de siempre.- el jefe ladeó la cabeza- Pues prepárense, chicos, la fiesta es esta misma noche.
—¡¿QUEEEEE?!
—Reo, ¿Te sientes bien?- el jefe se acercó a Reo-san el cual lucía demasiado pálido- Iré a traer a un médico de inmediato…
—Estoy bien, Imayoshi-kun, no necesito que me vea un médico.
—Te pusiste demasiado pálido. ¿Seguro que estás bien?- Reo-san asintió- Bien entonces…
Una llamada le interrumpió y nosotros cuatro nos miramos demasiado nerviosos: estábamos en jaque por la propuesta. Y más por quien nos había contratado: el mentado fulano ese de Akashi Seijuuro, era hijo de uno de los mafiosos más poderosos. Él mismo tiene su fama y es conocido del antiguo marido de Shun-chan. Si lo ve y lo reconoce, abrirá la boca y tendremos a todos los mafiosos sobre nuestras cabezas.
—Chicos, me ha hablado Kouki-chan- la voz del jefe sonó tensa y con un toque de tristeza- Tatsuya-kun tuvo un ataque.
—¿Cómo está, sensei?-pregunté en sollozos y sosteniendo la mano de Tatsuya quien estaba sedado y conectado a un respirador artificial. Ahí estábamos todos en la habitación de hospital mientras el sensei revisaba los monitores.
—Afortunadamente ya está mejor, pero su condición es muy delicada: la arritmia que tuvo pasó a ser una fibrilación ventricular que casi lo lleva a la muerte.
—¿Pero cómo ocurrió? ¿Qué fue lo que pasó que lo puso mal?- sin duda Reo-san estaba tan afectado como yo por lo que había pasado.
—Estaba leyendo unos cuentos a los niños y uno de ellos le dijo que Kai-kun, uno de los pequeños a quien estimaba muchísimo, había fallecido por la mañana.- Masaaki-sensei suspiró mientras le acariciaba el cabello- No resistió la noticia y tuvo una crisis. Pero afortunadamente, hubo alguien que le proporcionó los primeros auxilios antes de que llegásemos a él.- su voz se escuchó tensa y molesta, como si la persona esa no fuese de su agrado.
—¿Qué debemos hacer, sensei?- Shun-chan acunó a su dormido hijo en sus brazos- ¿Va a quedarse en el hospital?
—Quiero mantenerlo en el hospital para tenerlo observado. Quiero ver como su corazón progresa por lo menos esta semana, además de que servirá que mi alumno lo vea y de un diagnóstico más preciso.- nos miró con un gesto de serenidad y calma- No se preocupen, él ya está mejor. Lo otro: necesita un tratamiento para mantenerlo estable y ocupo del consentimiento de ustedes para poder aplicarlo.
—Haga lo que sea necesario para salvarlo, sensei, haga lo que sea.- le miré con dolor y fijeza, tomando más fuerza para lo que iba a hacer.- Ahora más que nunca tenemos que hacer el trabajo.
—¿De qué trabajo están hablando, jovencitos?- el sensei sabía en qué trabajábamos y se preocupaba mucho por nosotros.
—Fuimos contratados para una fiesta privada por el grandioso Akashi Seijuuro.- la cara del sensei se descompuso por las palabras irónicas de Mako-chan. Le miré por casi diez minutos por el debate mental que estaba teniendo y al final solamente suspiró con resignación y demás sentimientos de angustia en sus facciones.- ¿Sensei?
—Cuídense mucho, jovencitos, y por lo que más quieran: no dejen que les vean el rostro ni dejen que escuchen sus voces.
—Cuidaremos de Tatsuya-kun y de Momo-chan.- Kouki-kun se llevó a Momo-chan de los brazos de su madre para recostarlo en el amplio sofá de la cama.- Vayan con cuidado, regresen con bien.
Asentí y me aproximé a la cama, me acerqué a Tatsuya y le di un abrazo acariciando su pálida cara.
—Volveré dentro de pronto, hermanito, tienes que ponerte bien. Te juro que haré lo que sea con tal de que estés mejor.
Besé su frente y después de que los demás se despidieron de él salimos de su habitación para encaminarnos a la salida del hospital. Antes de salir, nos colocamos unas máscaras, por mismo consejo del sensei previo a irnos. Me sorprendí cuando fuimos rodeados por unos tipos vestidos de negro y uno de ellos se acercó a nosotros con un aire serio.
—Fuimos enviados por Akashi Seijuuro-sama, los llevaremos al lugar del evento.- abrió una de las puertas de la limusina haciéndonos ademán de que entráramos-Entren por favor, sus cosas ya están dentro.
Con temor y pavor entramos a la mencionada limusina y nos miramos unos a otros. Algo me decía que esa fiesta iba a aguardarnos muchas sorpresas, y no precisamente buenas.