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Lindo Pandillero por Ashura

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Notas del capitulo:

Hola!

Ya se que me he demorado una eternidad y un poco más en actualizar, pero en mi defensa debo decir que la temporada Navideña es un infierno para los que debemos trabajar con fechas límites, y después de entregar todo en el trabajo me dí unas muuuy merecidas vacaciones, en un lugar tan lejano que ni a mi jefe le entraban las llamadas para molestarme <3 

Este fic será el primero que actualizare, esperen esta semana las actualizaciones de mis otros trabajos.

¡Gracias por la espera! 

Naruto estaba acostado en su cama mirando el techo con aire pensativo, acababa de llegar a su casa después de despedirse de  Sasuke, y en principio fue tal como se lo imaginó, es decir, un cretino con carita de príncipe quien presume de su puesto y se cree con el derecho de mandar sobre todos, además del complejo “todos-quieren-acostarse-conmigo”, de hecho había acertado en casi todas sus predicciones, y las ganas de darle unos puñetazos en su bonita cara no le faltaron,  pero había algo más,  Naruto intuía que había algo más detrás de todas esas capas de estupidez Uchiha, Naruto sabía (por años de experiencia) que la gente nunca es lo que se ve en su superficie, siempre hay algo detrás de los comportamientos de las personas, y su habilidad, la que le ha permitido sobrevivir, más allá de ser fuerte, pelear bien o cualquiera de esas  cosas era poder ver más allá de esas primeras impresiones, y su intuición casi nunca fallaba, había algo que le decía que Uchiha Sasuke era mucho más de lo que había visto ese día, incluso aunque odiara decirlo,  su corazón latía rápidamente al pensar en él, no en un sentido romántico cabe aclarar, Naruto pensaba una y otra vez que cuando Sasuke alcanzara su nivel máximo en habilidades de pelea, sería increíble ,tener una pelea con él a toda potencia sería asombroso, peroahora mismo Sasuke creía que ya había logrado su objetivo al ser líder de su pandilla, y se conformaba, pero Naruto sabía que su potencial en bruto era aterrador y de entrenarse un poco podría lograr grandes cosas.

Naruto tenía experiencia en esto de reconocer habilidades  y potenciales, así había conocido a la mayoría de sus nueve colas como a ellos les gustaba denominarse, a la mayoría los había recogido de la calle, como a los hermanos Hyuuga, Kiba o Lee, todos ellos con historias bastante desgarradoras detrás de su primera impresión, quienes eran bastante desconfiados y ariscos, el rubio solo podía sonreír al recordar cómo eran antiguamente sus amigos, y como los últimos años de amistad que habían forjado los había cambiado de una manera tan positiva.

Soltó un suspiro, había pasado algunos años desde que alguien le pareciera interesante,  fue más por esta razón que por cualquier otra que Naruto aceptó encontrarse de nuevo con Sasuke,  se imaginaba que aún faltaba un par de años antes de que Fugaku le exigiera llevar sus habilidades a otro nivel y él quería verificar que alguien como el Uchiha no fuera forzado a entrar a su mundo de una manera demasiado agresiva, es decir no dudaba de los principios de Fugaku, quien era bien conocido en el bajo mundo por ser sorpresivamente justo, pero habían otros que no lo eran tanto, y según la información que había recolectado esos últimos meses en la zona sur, habían un par de malos personajes que iban detrás del grupo Uchiha, y si quería lograr su objetivo debía asegurarse que estos personajes  fueran desenmascarados y borrados del mapa.

El sonido de alguien tocando la puerta interrumpió el hilo de sus pensamientos, miró el reloj de su mesita de noche, marcaba las 2:30 a.m., solo había una persona en toca la casa que se atrevería a “despertarlo” sin temer a las consecuencias, el intruso no espero a que nadie le diera permiso para entrar y lo hizo de todos modos.

-          No voy a disculparme de nada Naru, sé que estabas despierto. – dijo Shikamaru.

-          Y para que te digo que no, ¿qué necesitas de mi a estas horas Shika?

-          Tu mente es un hervidero de pensamientos, y no necesito sentirte para saberlo, hay algo que te llamó la atención del Uchiha ese, escúpelo.

-          No solo tiene potencial Shika… él tiene algo más, aunque no sé exactamente que es. – Naruto se escuchaba entre confuso y frustrado.

-          ¿No será que te gustó? – preguntó Shikamaru con claras intenciones de chinchar al rubio.

-          Por supuesto – dijo Naruto serio,  Shikamaru abrió la boca preparado para refutar – sobre todo su pelo cacatúa y su complejo de príncipe encantador – puro sarcasmo marca Uzumaki, Nara relajó los hombros. – No es eso Shika, por el amor de Dios, hay algo en la existencia de ese tipo que me inquieta, es casi como algo premonitorio.

-          ¿Quieres decir que de aquí en adelante vas a estar más involucrado con él?

-          Creo que nos hemos cruzado por alguna razón Shika, pero eso no lo sé ahora mismo, por ahora lo dejaré así y veamos como resulta todo.

-          Como tú digas Naru.  –dijo el pelinegro recostándose en la cama del rubio.

-          ¡De eso nada lindura! Vete a tu cama y duérmete 

-          Me da pereza moverme – dijo cerrando los ojos y buscando una posición más cómoda, hasta que sintió un aura un poco siniestra.

-          ¿Quieres que te mueva yo Shika? – su tono era pausado y sensual, pero no por nada Shikamaru llevaba casi toda la vida al lado del rubio, esas palabras eran una amenaza de patearle el culo seriamente sino se movía, así que se paró lo más rápidamente que le dieron las piernas.

-          No hace falta Naru, hablamos en la mañana, ¿a qué hora tienes clase?

-          En la mañana, no necesito que me recojas, tengo que hacer un par de encargos en la tarde y puede que me demore.

-          ¿Ese encargo de casualidad se apellida Uchiha?

-          Si ya lo sabes para que preguntas, buenas noches Shika. – Naru se acomodó en la cama, signo de que Shikamaru debía irse.

-          Hasta mañana Naru – Shika suspiró, sino quería ser golpeado tendría que irse, con más dudas y preocupaciones que antes.

 

Efectivamente  “los encargos” de Naruto tenían nombre y apellido, pero no iba a ser tan directo como para ir a buscarle, Sasuke había dicho que lo invitaría a salir, así que el solo iba a pasear casualmente por las zonas de la pandilla del azabache esperando encontrárselo, y así poder averiguar un poco más de aquello que le inquietaba tanto, pues bueno, ese era el plan, pero esa tarde no encontró a Sasuke por ninguna parte, ni siquiera en la noche cerca de las discotecas, por lo que ese día volvió a casa frustrado y con un humor de los mil demonios, tanto que ninguno de sus compañeros se le quiso acercar demasiado, aunque Neji y Nagato estuvieran seriamente tentados, pero prudentemente se abstuvieron.  Al rubio le hubiera gustado decir que tuvo mejor suerte al día siguiente, o al siguiente, o al siguiente del siguiente del siguiente, pero pues no, es como si Uchiha se hubiera desaparecido, Naruto rondaba todos los días por el instituto del azabache a la hora de la salida, pero nunca lo veía, veía a la chica que se le colgaba del brazo aquella vez que se conocieron, pero no iba a ir hasta a ella para preguntarle el maldito paradero de su líder de mierda.

Ya era lunes y habían pasado 10 días desde el día que conoció a Sasuke y no había el más mínimo puto rastro de él, Naruto estaba a punto de golpearse la cabeza contra una pared de pura frustración, lo peor de todo era el rumor que había escuchado ese día, estaba seguro que los chicos a los que había oído hablar hacían parte de la pandilla de Sasuke, “¿por qué habrá decidido renunciar?”  “¿no se suponía que él amaba ser el líder?” “¿A dónde habrá ido?”, era lo que había escuchado esa tarde cerca del instituto del Uchiha, debía ser imposible ¿no? Es decir, Sasuke se lucia y pavoneaba por toda su zona como si fuera el puto rey del universo, ¿renunciar? No lo creería hasta que el mismo se lo dijera, el rubio soltó un suspiro profundo, si los medios convencionales no le servirían para encontrarlo pues no lo quedaba más de otra que usar su afinidad, tomo su celular y volvió a suspirar antes de marcar el número de Shikamaru.

-          ¿Shika?

-          ¿Aló? Hola Naru, ¿tampoco tuviste éxito hoy?

-          No, reúne a los chicos, lo buscaremos esta noche.

-          No estarás hablando de usar tú…

-          A eso exactamente me refiero Shika. – dijo seco.

-          Pe-pero ¿por qué? ¿qué demonios tiene de importante Uchiha Sasuke como para que te tomes tantas malditas molestias? – alegó un muy enojado Shikamaru.

-          ¡Aquí hay gato encerrado Shika! ¡Y tengo un muy mal presentimiento al respecto! ¿Alguna vez ha fallado mi intuición? ¡¿Eh?! – gritó el rubio aún más enojado.

-          ¿A qué hora nos necesitas? – dijo resignado

-          Los quiero a todos en casa a las 6, sin excusas.

-          Está bien. -  El Nara ya iba a colgar cuando Naruto le llamó.

-          Shika…

-          ¿algo más Naru?

-          No… solo quería recordarte que fue gracias a mi intuición y terquedad que ustedes están a mi lado ahora, ¿no te parece razón suficiente para hacer esto? – Shikamaru sintió un nudo en la garganta, era cierto.

-          Si… lo lamento Naru, creo que estoy… o bueno todos estamos un poco celosos de que hayas pasado todos estos días pensando en el Uchiha. – dijo el pelinegro un poco apenado.

-          Es que todos ustedes son un poco idiotas, yo siempre estoy pensando en ustedes, nos vemos a las 6 ¿ok? –

Y sin más colgó dejando a Shikamaru con una sensación cálida en el pecho y una sonrisa resignada, se demoró un poco en reaccionar mientras veía la pantalla de su celular, Naruto era definitivamente un gran líder, prueba de ello era la lealtad incondicional que cada miembro de las 9 colas le demostraba, Shikamaru estaba seguro  que si Naruto un día les decía que su vocación era ser monje en algún monte lejano de la China, los 9 completos se raparían la cabeza y le seguirían recitando canticos Budistas hasta la montaña que Naruto hubiera elegido, suspiró levemente dejando escapar una pequeña carcajada antes de buscar un número en la agenda se su teléfono.

-          ¿Aló? ¿Neji?

-          Si, hola Shikamaru, ¿pasó algo? – contesto Neji.

-          Bueno pues… tenemos una misión…

 

 

Naruto se dirigió rápido a su casa, la casa que compartía con sus 9 amigos ¡que por lo menos era una casa enorme! No se imaginaba compartir un apartamento con todos, esta era una casa tradicional japonesa bastante grande, con unas buenas áreas sociales y varias habitaciones, lo cual le permitía a cada uno tener la suya propia y no estar muy mezclados entre todos, y menos mal, ya que a pesar de que todos se llevaban bien y en general la casa estaba llena de un ambiente fraternal bastante agradable, algunas veces los más serios quería momentos de paz, como Neji, Shikamaru o Nagato y personajes revoltosos como Kiba o Lee a veces resultaban agobiantes, gracias a Dios la casa era grande, pero lo más importante de todo era una sala especial donde él podía llevar su afinidad a otro nivel, en especial cuando tenía la ayuda de sus amigos y a sus afinidades.

Al llegar a su casa no se distrajo en nada y fue inmediatamente al cuarto especial, bueno, si alguien lo viera de buenas a primeras diría que no tiene nada de especial, era solo una habitación muy amplia, pero no había absolutamente nada en ella, estaba vacía completamente, en las paredes no había nada y además de todo esta era completamente blanca, el rubio estaba decidido a no perder tiempo, eran las 5:30 p.m. y sus amigos no tardarían mucho en llegar (dado que era una orden directa), así que tomo un kunai que siempre guardaba y se hizo un corte en la palma derecha, con la cual empezó a dibujar un circulo y varios sutras alrededor, como un gran sello, este tenía un espacio en el centro y nueve espacios fuera de él. Cuando ya dio por terminada su labor, escucho unos pasos fuera de la habitación y los ruidosos gritos de juventud de Lee, ya habían llegado, así que tomo su posición en el centro del círculo.

-          ¿Me puedes hacer el favor de explicarme para que….? – empezó a despotricar Nagato hasta que vio el circulo dibujado en el suelo.

-          Nagato, tu, Neji, Shikamaru y Hinata al frente, Konan, Iruka a los costados, Lee y Chouji a la retaguardia, ahora ¡muévanse! – la seriedad con la que Naruto daba las órdenes era de pasmosa, todos corrieron inmediatamente a los lugares asignados, una vez ubicados Naruto suavizó el gesto.

-          Neji hoy especialmente cuento contigo, buscamos a Uchiha Sasuke, hay algo que me está molestando y no creo tener paz hasta que averigüe que es, Nagato tú serás mi sensor, confío en ti.

Naruto realizó un sello con las manos y se quedó en silencio, poco a poco de su cuerpo emanaba un aura rojiza la cual recorrió las líneas de los sutras hasta llegar a los chicos fuera del círculo, Neji, Hinata y Nagato tenían fortísimas afinidades con sus ojos, las cuales se potenciaban casi al 1000% cuando Naruto las impulsaba con su chakra rojo, Nagato también tenía una fuerte afinidad a sus ojos, pero esta quedaba opacada a su habilidad como sensor,  solo habiendo sentido al Uchiha una vez podría ubicarlo fácilmente en 5km a la redonda, pero si a eso le sumabas el chakra de Naruto, podía sentir la ciudad entera y parte de sus suburbios, los demás servirían de apoyo, controlando que la enorme cantidad de chakra de Naruto no se saliera de control.

Nagato cerró los ojos y comenzó a buscar la presencia del Uchiha, no fue difícil encontrarla, estaba en los suburbios de la zona este, es una especie de bosque, el pelirrojo le dio las coordenadas a Neji quien aguzo el ojo y lo llevó directo a las instrucciones dadas.

-          ¿Ya lo encontraste Neji?

-          Sí, está en un bosque de la zona este, no parece que este herido, pero esta tirado en la mitad de un claro, no sé si este dormido o…

-          Nagato ¿está vivo?

-          No está muerto si es lo que quieres escuchar, pero no parece que se encuentre en buen estado.

-          Entiendo, gracias chicos, ahora ire a buscarlo, Neji, Nagato vienen conmigo – los mencionados asintieron -  Hinata, Konan, puede que este herido preparen primeros auxilios – sin decir nada corrieron a cumplir su encargo -  Chouji ¿podrías hacer ramen para la cena? Seguramente llegaré queriéndome comer un caballo.

-          Por supuesto que sí, ¿debería preparar ración extra para el Uchiha? – la pregunta confundió un poco al rubio.

-          Mmmm, no sé, tengo el presentimiento de que solo habrá que darle algún caldo de pollo o algo así.

-          ¿qué te hace pensar eso Naru? – dijo Lee confundido, nunca había entendido muy bien eso de los presentimientos de su líder, solo que estos por alguna razón cósmica siempre tenían algo de razón.

-          No lo sé cejotas, solo mmm no sé, solo lo siento, haz caldo de pollo por favor chouji. –Este asintió con una sonrisa bonachona.

-          También voy contigo Naru – dijo el Nara.

-          No es…

-          Sé que no es necesario, y sé que me dirás que mejor me quede aquí en caso de que surja algo, pero igual iré, me lo debes rubio. – dijo Shikamaru confiado, el rubio solo suspiró derrotado.

-          Andando entonces.

 

Notas finales:

En el próximo capítulo veremos que carajos le pasó a Sasuke y cúal fue la noticia que lo hizo desaparecer :)

Nos vemos 


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