Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La Ciudad de los Muertos por InfernalxAikyo

[Reviews - 1104]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaaaa n.n 

Pasamos los 100 reviews :3 wiiii! Muchas gracias a todos n.n 

Lamento actualizar tan tarde, la verdad es que hoy a sido un día horriblemente agitado y solo ahora - a las 21:40 - tengo tiempo como para actualizar. 

Volvimos a centrarnos en Aiden y Ethan :3 

Espero que les guste n.n como siempre, si notan alguna falta háganmelo saber. 

Muchas gracias por leer n.n 

Un abrazo a todos! 


PD: En el cap pasado muchos preguntaron como era Cuervo... la verdad es que decidí hacerlo cuando vi esta imagen (clic) así que supongo que es algo parecido a eso...aunque mucho mayor y el pelo un poquitín más largo xD debería intentar dibujarlo...pero bue, lo haré...algún día xD 

 Capítulo 16: ‘‘Eres mío’’

 


Cerré la puerta tras de mí y busqué un lugar apartado. Estaba cabreado, tanto que si me cruzaba con alguien seguramente acabaría trenzándome a golpes con él. Intenté pasar lo más desapercibido posible entre los cuerpos durmientes que se encontraban en el piso y me dirigí a unas escaleras que dirigían a la segunda planta, abandonada y destruida.

   —Eh, eh, ¿para dónde vas tan silencioso, hermanito? —una mano agarró la mía en el aire y la luz de una vela iluminó levemente el lugar. Eden me había descubierto—. No es muy de ti venir a un lugar tan solitario, sobre todo con Aiden estando a solas con ese chico… —se burló.

   —Eso me importa una mierda —dije con brusquedad y me intenté soltarme de él, pero sólo me sujetó más fuerte.

   —¿Qué demonios te está pasando? —terminamos de subir la escalera y pisamos el segundo piso. Dejó la vela a un lado y la acomodó segura sobre un trozo de madera que antes debió haber sido una mesa. Me mantuve callado y esperé a que se acercara a mí para tomar mi rostro entre sus manos. Ya sabía lo que haría, me vería a la cara y miraría dentro de mis ojos, como lo había hecho siempre, desde que éramos unos niños.

Y entonces me descubriría.

   —¿Qué…Qué demonios? —susurró—. ¿Por qué tienes esa cara? ¿Ocurrió algo malo allá afuera? —No, al parecer él no había acertado esta vez. Quizás los años lejos y la falta de práctica le habían quitado esa habilidad para leerme. Intentando ser suave, alejé sus manos de mi cara y me alejé de él, para mirar por una ventana y ver el exterior entre las comisuras de la madera que la cubría.

Había muchos zombies afuera.

   —No ha ocurrido nada, déjame en paz —Lo cierto era que si él seguía ahí seguramente íbamos a terminar peleando. Él como siempre hizo todo lo contrario, volvió a acercarse y me tomó por los hombros para girar mi cuerpo y verme otra vez a la cara.

   —Puedes decirme lo que sea, Ethan —dijo, tranquilo.

   —¿Crees que porque volvimos a encontrarnos después de todos estos años tienes derecho a escuchar algo de mí, Eden? —gruñí, quería que se alejara de mí—. No tengo porque contarte nada, imbé…

   —¿Qué pasó en la guarida? —interrumpió. Mordí mi labio inferior. El muy maldito había adivinado—. ¿Qué pasó ahí, Ethan? —insistió.

Suspiré.

   —Es…Es Noah —solté rápidamente y sus ojos oscuros se abrieron sorprendidos.

   —Creí que Noah había…

   —Le atraparon los cazadores cuando intentábamos cruzar la frontera… —expliqué—. Creí que podría encontrarle donde estaba Aiden, pero… —me quedé callado. El resto de la frase quedó atascada en mi garganta.

   —¿Pero...? —repitió él, ansioso. Ni siquiera yo podía creer lo que estaba a punto de decir. ¿Cómo demonios permití que esto pasara? Si yo, si sólo hubiese sabido que Noah acabaría de esta forma, yo…

Le habría matado antes de que se transformara en ese monstruo.

   —Lo encontré —dije.

   —Eso es genial, ¿pero por qué no está con nosotros?

   —Ahora es el líder de los cazadores.

El rostro de mi hermano empalideció hasta volver casi tan blanco como una hoja y su boca se entreabrió en una mueca sorprendida. Las manos le temblaron.

   —¿Q-Qué? —balbuceó.

   —Cuando llegué a rescatar a Aiden lo encontré… —comencé—. Él…el muy hijo de puta estaba… —hice una pausa e intenté controlar la ira, con miedo a seguir hablando, con miedo a aceptar lo que no había querido admitir, con miedo a asumir en lo que se había transformado mi mejor amigo. Eden me miraba atento, esperando que pronunciara las palabras que me condenarían a odiar a Noah—. Él…le estaba violando.

Eden me abrazó, repentinamente. Dicen que los hermanos gemelos tienen una conexión especial, dicen que a veces uno puede sentir el dolor del otro. Supongo que esta vez fue eso lo que pasó. Debí haberlo alejado de mí como lo hacía siempre. Aún entre nosotros había temas que solucionar, había motivos suficientes para querer mantenerlo lejos. Pero en ese momento necesitaba un abrazo como ese. Eden tiene ese don de poder conservar la calma incluso en los peores momentos, él conoció a Noah, conoció al chico alegre y dulce que solía ser mi mejor amigo en años anteriores. Sé que lo que dije le impactó, pero él no lo demostró. Escondí la cabeza en la curvatura entre su cuello y su hombro, como cuando éramos niños.

   —Y lo peor es que no puedo odiarlo —finalicé, en un susurro apenas audible. Él sólo me abrazó con más fuerza y así supe que me había escuchado. Me sentí un poco más tranquilo, al menos me había sacado toda la mierda que había estado guardando desde que me enteré que el hijo de puta que le hizo tanto daño a Aiden era mi amigo de toda la vida.

Oímos un grito que vino desde el baño y algo cayó al suelo. Era la voz de Aiden. Me separé de mi hermano y ambos corrimos hacia la puerta.

   —¡Joder! ¿¡Han entrado zombies!?

   —¿¡Aiden!? —intenté abrir pero le había echado llave a la cerradura. Silencio, lo único que se oía dentro era el sonido de la regadera con el agua corriendo—. Aiden, ¿estás bien? —Para ese momento, Teo y Cassie ya habían despertado—. ¡Maldición, Aiden! ¡Abre esa maldita puerta!

La manilla giró lentamente. Intenté abrir la puerta pero él la detuvo desde dentro. Aiden asomó su cabeza por el pequeño espacio que había quedado entreabierto.

   —Estoy bien… —susurró apenas al notar que habían muchos que aún dormían. Intentó esbozar una sonrisa pero no lo logró. Eden soltó un suspiro y se marchó gruñendo frases que no alcancé a entender—. Sólo me he caído, es todo —Aiden tenía los ojos enrojecidos por lo que seguramente eran lágrimas y su cara parecía la de un muerto; los ojos bien abiertos, la piel blanca. Su mandíbula temblaba.

Empujé más la puerta.

   —No te creo —le dije, mientras forcejeaba con él, pero él se esmeraba en no dejarme pasar.

   —E-Estoy desnudo, Ethan.

   —No me importa, sólo déjame comprobar que todo esté bien ahí dentro y me iré.

   —¡N-No! —empujé con todas mis fuerzas y logré entrar. Él había caído al suelo. En el baño sólo estaba él, apenas vistiendo su bóxer y nada extraño parecía estar ocurriendo, salvo lo que vi grabado en su pecho cuando me acerqué para ayudarle a levantarse. Sólo entonces comprendí porque no había querido abrirme la puerta.

Sus ojos se oscurecieron.

   —Debí haberlo notado la primera vez que él… —intentó explicar. Le ayudé a sentarse en el suelo e inevitablemente mis manos recorrieron su pecho desnudo, palpando con cuidado las cicatrices que tenía allí. En el centro, en profundas heridas que apenas comenzaban a cicatrizar podía leerse:

“You’re mine”

   —¿Por qué me lo tiene que recordar de esta forma? —gimió, mientras abrazaba sus rodillas. Yo sólo atiné a acercarme para abrazarle y el chico empezó a temblar entre mis brazos mientras sollozaba. Quise matar a Noah en ese preciso instante—. Cuando me despertaste…estaba teniendo una pesadilla con él —confesó 
con una voz apenas audible. Ya me lo había imaginado.

No pude evitar el molesto sentimiento de culpabilidad.

   —Aún tengo su maldito olor encima de mí… —levantó su rostro para mirarme y reparé en la notoria herida que tenía en su labio inferior, deslicé las yemas de mis dedos por encima de ella con cuidado y noté que aún le dolía. No pregunté si también se la había hecho el bastardo de Noah, era algo obvio—. Por mucho que me lave la boca, aún tengo su maldito sabor impregnado… —sollozó más fuerte y no pude evitar la punzada de dolor que me atravesó el pecho. Aiden estaba destruido y frente a mí no quedaban más que trozos, pedazos de él que no sabía cómo volver a juntar.

Yo sólo deseaba verle completo otra vez.

   —Quítamelo… —susurró apenas.

Me estremecí.

   —¿Qué has dicho? —balbuceé. Tomé su rostro entre mis manos para verle a los ojos, ojos tristes y vacíos, tan rotos como él.

   —Quítamelo, quítame ese sabor. Lo odio.

   —A-Aiden…

   —¡Es en lo único en lo que puedo pensar! ¡Quítamelo! ¡Arráncame los malditos labios si es necesario! —Las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos apagados, sin ritmo, sin poder detenerse. Él de verdad no podía controlarlo.

   —Aiden… —topé mi frente contra la suya—. Aiden cálmate.

   —¡N-No! ¡No puedo! ¡No quiero volver a…! —Le besé en los labios para callarle, fue un acto desesperado. Su cuerpo tembló ligeramente y un escalofrío corrió por toda mi espalda. Sus manos se soltaron de sus rodillas y cayeron, y yo las tomé con cuidado para acariciarlas, despacio, suavemente. No sabía lo que era, pero algo se sintió bien. Le rodeé con mis brazos y le acaricié el cabello. Besé la herida que tenía sobre los labios y deslicé mi lengua por ella. Dicen que la saliva humana es un buen antinflamatorio, sólo esperaba que eso fuera verdad. El sabor a hierro de la sangre me llenó la boca, pero no me molestó, sino todo lo contrario. Abrí los ojos un segundo, sólo para comprobar que él los mantenía muy cerrados, concentrando un montón de lágrimas que se acumulaban en el lagrimal, las sequé con mis dedos antes de tomar sus mejillas nuevamente para intensificar el beso. No quería dañarle, no quería hacer algo que le trajera terribles recuerdos, pero me costaba controlar esa sensación, me costaba controlar las ansias que me producían sus labios.

Un terrible escalofrío de su cuerpo me obligó a detenerme. Había ido demasiado lejos. Me separé con cuidado y miré dentro de sus ojos asustados, su mirada estaba perdida y el rubor en sus mejillas hacía resaltar un extraño brillo en sus ojos verde opaco.

   —¿Mejor? —pregunté.

   —Más —susurró.

Como quién recibe una orden, volví a tomar su rostro para besarle otra vez. No sabía a qué se debía, pero me costaba pensar en separarme de su boca, en separarme de él. No sé qué fue lo que ocurrió, pero desde la noche en la que se atrevió a besarme mientras estábamos borrachos, no había podido sacar su jodida imagen de mi cabeza. Le odiaba por esto, era incómodo, me molestaba, me mantenía distraído y me hacía sentir extraño. Algo había cambiado desde esa noche.

   —Voy a quitarte ese sabor… —me atreví a susurrar algo tan estúpido y cursi mientras me separaba de él sólo para volver a besarle. Él me recibió un poco incómodo, pero se aferró a mi cuerpo en un abrazo, seguramente para intentar compensar el nerviosismo. Abrió un poco más sus labios y tuve la osadía de introducir mi lengua para saborearle por dentro. Inevitablemente un jadeo escapó de mi boca.

Se apartó repentinamente, asustado.

   —¡E-Espera! —balbuceó, alejándose aún más. Su voz estaba quebrada. La había cagado.

Regla número uno. Controla tu respiración.

   —L-Lo siento… —intenté disculparme, alejando mis manos de él. Me había pasado de la raya.

   —N-No… —llevó las manos a sus mejillas que estaban completamente rojas y sacudió la cabeza en símbolo de negación—. Está bien, yo… —Nuevas lágrimas amenazaron con escapar de sus ojos.

Definitivamente la había cagado.

   —Ethan, yo…

Me puse de pie y caminé hasta la puerta.

   —Es mejor que me vaya —dije, rápidamente y cerré la puerta tras de mí sin siquiera esperar una respuesta suya.

Yo era el más grande de los imbéciles.

¿Acaso estaba huyendo? 

 




 

Notas finales:

Ethan huye de sus sentimientos por que es demasiado macho-pecho-peludo como para aceptarlos :3 asdsadasdasfas xD

Les gusto? No? Criticas, comentarios o preguntas a algún personaje? Déjenlo todo en un lindo -o no tan lindo ewe- review :3 

Gracias por leer y comentar n.n 


Nos leemos el domingo :D 


Saludos! 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).