Capítulo 44: ‘’Resistencia’’
- ¿Ha terminado?- hice un gesto afirmativo con la cabeza y Amy destapó sus oídos y se levantó para sentarse a nuestro lado. Habíamos por fin salido a la carretera y al parecer ellos no nos estaban siguiendo, por ahora.
- Eso estuvo cerca…- Tomé a la pequeña rubia en mis brazos y la senté en mis rodillas.
- ¿Cuándo vamos a llegar al Great Bridge?- preguntó, con la voz notablemente temblorosa.
- Pronto…pronto- acaricié su cabello. No quería hablar demasiado, mi propia voz temblaba aún y no quería asustarla más de lo que estaba. Ella estaba inquieta y se movía de un lado para otro, seguramente por la ansiedad que le causaba toda esta situación. Se soltó de mi agarre y saltó hacia un lado para caer entre Allen y yo.
- ¿Qué haces?- Amy intentó ver por sobre el hombro del peliblanco pero este no se lo permitió. En ese momento me di cuenta que él estaba mirando un teléfono móvil y tecleaba algo en él.
- Si… ¿Qué haces?- incliné la cabeza hacia un lado para intentar también mirar el móvil, pero Ethan pasó su brazo por mi espalda y me abrazó caprichosamente por el cuello, impidiendo que me moviera.
Allen guardó el aparato en su bolsillo, suspirando.
- Solo veía si el GPS estaba funcionando…- dijo con desánimo y atrapó a Amy para comenzar a hacerle cosquillas - ¿Qué querías ver, pequeña rufiana?- la chica comenzó a reír a carcajadas mientras pataleaba para todos lados.
El peliblanco cruzó una mirada conmigo y con los labios musitó un “déjamela a mí” que me relajó bastante. Ambos continuaron jugando entre ellos, riéndose mientras nos contagiaban a todos de un ambiente agradable que necesitábamos. Me acurruqué en el brazo de Ethan, más calmado.
- No deberías confiar tanto en ese tipo- susurró a mi lado.
- Eth…- solté en una risita – Estás celoso -
- No, no lo…-
- Si lo estás- interrumpí. Él se removió incómodo en su asiento.
- Está bien…puede que lo esté un poco- se soltó de mi abrazo algo molesto y rebuscó algo en sus bolsillos, supuse que buscaba cigarrillos, pero al parecer encontró algo más interesante.
Abrió la libreta que había encontrado en la cabaña hace semanas atrás y comenzó a leerla delante de ambos. Mis ojos pasaron por las líneas despreocupadamente hasta que algo llamó mi atención.
Era una hoja sin fecha:
‘’He sido un tonto…
Rossvet también tenía que ver en esto ¿Cómo no lo vi antes?
El caos llegó a Estados Unidos. El gobierno no responde ¿será que también está involucrado?
ELLOS se ha hecho con un verdadero ejército…
Van a desatar el infierno, aquí mismo
Van a dejarnos aquí dentro…a todos’’
Ethan cruzó una mirada conmigo. Sabía lo que estaba pensando ¿Qué demonios hacía mi apellido allí? Negué con la cabeza. Yo tampoco sabía.
Seguí leyendo.
‘’Día 28:
Hoy establecí contacto con un colega que también estuvo involucrado en la investigación. Me confesó que la huida de las seis pipetas infectadas fue planeada, pero no la de las pipetas inmunes. Al parecer un guardia de seguridad les ayudó a escapar ¡Lo sabía! ¡Ese tipo…!
Un gran trozo de hoja estaba en blanco, luego él volvía a escribir. La letra estaba notablemente más temblorosa.
‘’He estado en la misma cabaña por más de dos semanas. Se acaba el alimento…y el agua.
Hoy un grupo de infectados intentó entrar…yo he tenido que…matarles.
Estoy cansado…
No sé cuánto más pueda soportar…pero intentaré llegar al fondo de esto...’’
La camioneta se sacudió abruptamente, sacándome de la lectura
- ¡¿Qué ha sido eso?!- mi corazón aceleró hasta su tope ¿Otra vez intentaban hacernos volcar?
- Tranquilos…- Eden intentaba calmarnos –Solo maniobré para esquivar un grupo de zombies- giré la cabeza para mirar por la ventanilla trasera y ahogué un pequeño grito cuando les ví tras nuestro. No, ellos no estaban siguiendo la camioneta, ellos estaban en el suelo arrodillados, comiendo…comiéndose a alguien. Un nudo me apretó la garganta.
- No mires…- la mano de Ethan tirando de mí me apartó de esa escena.
Aun no me acostumbraba a ver esto.
¿Cómo todo había acabado así?
Por un momento…me sentí horriblemente triste.
Otra sacudida mucho más agresiva volvió a asustarme.
- ¡Mierda!-
La camioneta dio un par de pequeños saltos y luego se detuvo, como si de pronto se anclara al suelo. Eden apagó el motor con rapidez y volvió a encenderlo.
- Demonios…no…no anda- titubeó nervioso, pisando el acelerador repetidas veces.
- ¡Han pinchado las ruedas!- Teo, quién estaba con la mitad del cuerpo fuera de la ventana, volvía al auto para darnos la mala noticia.
- ¡Tomen las armas y no salgan del auto!- ordenó. Jalé a Amy de un brazo y la obligué a volver a esconderse bajo la corrida de asientos, si de pronto comenzaba un tiroteo ella estaría segura. La mano de Ethan me obligó a hacer lo mismo. De pronto, todos estábamos bajo los asientos.
-Vi gente…acercándose- dijo en voz baja.
- ¿Cazadores?-
- No lo parecían…-
- ¿Zombies?-
- No lo sé...shhh, intentaré oír algo- todos guardamos silencio, a pesar de que podía asegurar que nadie oía nada con la lluvia afuera.
- Es un grupo…- murmuró – Personas…quizás veinte-
- ¿Cómo demonios sabes eso?-
- De seguro es una ventaja de haber sido mordido por un zombie…- gruño Allen, que estaba demasiado cerca de Ethan debajo de esos asientos.
Se sintieron dos golpes en una de las ventanas.
- ¡Bajen inmediatamente del auto! ¡Sabemos que están allí!- era una voz suave, pero aun así inspiraba miedo. Reconocí un acento oriental - ¡Contaré hasta tres y si no lo hacen volaré esta camioneta en mil pedazos!-
Todos intercambiamos miradas nerviosas.
- Uno…-
- ¿Qué hacemos?-
- Dos…-
- ¡Hay que bajar!-
- ¿Y si son los cazadores?-
- Y….Tr…- la voz cesó cuando Teo abrió una de las puertas y levantó las manos mientras comenzaba a salir del vehículo.
- Mierda…- no eran cazadores…al menos no eran del primer escuadrón. Pero estaban armados hasta los dientes y portaban pistolas, escopetas y algunos rifles. Antes de bajar conté por lo menos veinte persona, justo como había dicho Ethan.
- Salgan todos de ahí-
Tuvimos que acceder, todos comenzamos a bajar de la camioneta. Cogí la mano de Amy y levanté la otra en son de paz mientras lo hacía.
Algo me cubrió la vista, una bolsa sobre mi cabeza ¿Siempre tenía que haber una puta bolsa?
Y luego...sentí una fuerte punzada en la nuca. Me habían golpeado.
Todo se fue a negro.
Solo volví en mí cuando oí ruido a mí alrededor. Estaba aún aturdido y fue como si mi cabeza despertase primero que mi cuerpo. Lo oía todo. Gente, mucha gente, muchas voces, pasos…el ladrido de un perro ¿Abercrombie? …Risas
¿Dónde estaba?
La voz de antes, suave, grave e intimidante habló.
- Si…son doce- ¿Con quién hablaba? – Les hemos encontrado en un móvil de cazador…pero al parecer se lo han robado a uno…- ¿hablaba de nosotros? – Si, si…comprendo, señor. No lo sé aún…ninguno parece infectado…- intenté abrir los ojos pero al hacerlo noté como aún tenía aquella bolsa encima.
- Uno de ellos presenta una herida grave…le han cortado una mano- Hablaba de Chris, no había duda - Lo hemos llevado con Morgan para que le revise. Él otro chico herido no ha querido ir…pero está bien- terminó con un inglés muy marcado y algo artificial. Se notaba que se esforzaba en hablar el idioma.
Me di cuenta que estaba en brazos de alguien solo cuando sentí como me bajaba y me dejaba sobre el suelo, con suavidad.
- ¿¡Qué demonios quieren!?- la voz de Ethan cerca de mí me sobresaltó.
- ¿E-Ethan?-
- ¡Aiden!- oí un alboroto, intentaba llegar a mí.
- ¡Déjame, idiota! -
- Tranquilas, señoritas- se burló la extraña voz en el momento en que la bolsa era retirada de mi cabeza, la luz del lugar me cegó por unos instantes. Parpadeé varias veces antes de fijar la vista en frente. Primero miré el suelo…unas botas militares se alzaron ante mis ojos, tenía miedo de seguir subiendo la mirada ¿Y si eran cazadores?
Unos pantalones negros, un cinturón con varias armas atadas a él, un cuerpo delgado, unas manos finas, un colgante...en su cuello había un colgante, un medallón, tal vez.
Unos ojos castaños me miraron burlescos.
¿Una chica?
Una sonrisa dulce le cruzó el rostro.
No parecía una cazadora, no se parecía en nada a las chicas de Alexa. Su cabello era castaño claro y lo traía muy corto, como un chico, vestía una camiseta sin mangas color amarillo y unos pantalones y botas militares. Un par de colgantes de oro en sus orejas le daba el toque de feminidad.
- ¿A quién llamas señorita, maldita planucha?- los ojos de la chica se abrieron sorprendidos ante el insulto de Ethan.
- ¿¡Cómo me has llamado!? -
- ¡Eh, Yü! No asustes a los nuevos- otra chica interrumpía y llegaba al lugar. De cabello más oscuro y casi negro, largo. Sus ojos eran notablemente orientales también. Traía un rifle colgado en la espalda y un chaleco antibalas.
- Hmm…- la chica a la que había llamado Yü bufó molesta. La joven de cabello largo se acercó hasta nosotros, pasando al lado de su compañera y se arrodilló frente a mí, sonriendo.
- Lo lamento mucho…su carácter es difícil de llevar- se disculpó – Odia que le llamen así- miró a Ethan y soltó una pequeña risa – Le has dado en el punto débil-
Ella me ayudó a ponerme de pie.
- Soy Ayame Ann – hizo un gesto con la mano para que su compañera también se presentase.
- Yü Issei…- gruñó entre dientes.
- Me llamo Aiden y él es Ethan…- aclaré con rapidez y me atreví a preguntar la pregunta del millón de dólares.
- ¿Dónde estamos?-
- ¿No te has dado cuenta aún?- Ayame ensanchó su sonrisa.Puse más atención al lugar, parecía una especie de estadio techado. Había muchas armas alrededor de mí y mucha gente también, paseándose de aquí para allá, algunos comiendo, otros curando las heridas de sus camaradas. Abercrombie también estaba allí, siendo acariciado por un grupo de jóvenes. Todo eso parecía tan…humano.
Negué con la cabeza.
- No sé de qué mierda va todo esto…- confesé.
- Bueno…este lugar es nuestra sede…-
- ¿Sede de qué?-
- ¡Ah, joder! No hagas tantas presentaciones- Yü se acercó a nosotros y apartó a su amiga - ¿Sabes disparar un arma, cierto?- asentí con la cabeza nerviosamente mientras recibía una escopeta en mis manos – Pues guárdala bien, la usarás- se dirigió a Ethan y le entregó otra arma idéntica.
- Mucho mejor…- nos miró de arriba a abajo y su rostro se relajó, ya no parecía tan molesta.
– Bienvenidos a la Resistencia-
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