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La Ciudad de los Muertos por InfernalxAikyo

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Notas del capitulo:

Holaaaa, querubines :D! 

Rápidamente actualizando y un poco más temprano de lo normal. 

Me gustaría decirles que para el miércoles les tengo otro cap, pero no estoy segura, así que atentos a la página de facebook ! 

Como siempre, si encuentran algún error de ortografía háganmelo saber. 

Espero que les guste! 

Un abrazo

Capítulo 65: “Visiones”



- Llegas tarde, hijo-

- L-Lo siento papá…-
mi padre sostenía un vaso pequeño de whisky en la mano mientras centraba su mirada en la imagen de una especie escáner que fotografiaba un cerebro ¿Quién se daba el lujo de beber whisky en estos días?

- Acércate…- avancé con lentitud hasta él, había algo en sus ojos que me asustaba ligeramente, estaban más oscuros, más sombríos, como si algo en él hubiese cambiado en este tiempo.

- ¿Dónde está mamá?- pregunté, intentando que mi voz sonara lo más neutra posible. Sospechaba que era eso lo que le tenía así de afectado.

- Te realizamos este examen ayer mientras dormías…- comenzó sin tomar en cuenta mi pregunta y me sentí nervioso ante su declaración ¿Me habían escaneado la cabeza mientras dormía? Mi padre dio un paso hacia mí aun con su vaso en la mano – Como verás, la zona del hipotálamo contrasta más que las otras…- retrocedí un paso, fue algo casi instintivo. Volvió su mirada hacia el escáner y apuntó una zona con el dedo – Aquí, justo donde se encontraría tu memoria. Presenta más actividad-

- Desesperadamente tu cerebro intenta recordar mientras sueñas…-
mi vista se congeló en la imagen del escáner que colgaba de una pared y el tiempo pareció pasar más rápido.

- Toma- mi padre tendió una pastilla hasta mí – Wolfang me pidió que te la diera y también me dijo que sentía mucho lo que pasó en el pasillo. Esto te ayudará con tu proceso de recuperación de la memoria- la depositó en mi mano y se quedó mirando alrededor suyo – Solo tengo whisky y…- cogió una taza que estaba sobre una mesita – Café, sé que no te gusta, será solo un trago- tomé la taza blanca con una leyenda que no se alcanzaba a distinguir y me tomé la pastilla sin pensar. El olor del café humeando me regaló una cierta sensación de seguridad y envolví la taza entre mis manos para sentirla más intensamente. Di un segundo trago innecesario. El café no era tan malo.

Mi padre se me quedó mirando extrañado.

- ¿Puedo quedarme con ella?- pregunté, dando un tercer sorbo. De verdad que no estaba nada de mal.

- Claro...no sabía que ahora te gustaba- no, aún no me gustaba por completo. Era la sensación que me daba. Mi padre carraspeó la garganta – Queremos hacerte un electroencefalograma hoy para registrar mejor la actividad de tú…-

- ¿¡Qué!?-
por poco tiro la taza al suelo. Retrocedí otros dos pasos - ¡Olvídalo, papa!- por ningún motivo iba a acceder ¡Qué me escanearan el cerebro era una cosa! ¿¡Pero un electroencefalograma!? ¿¡En serio!? De solo pensar en todos esos cables conectados a mi cabeza mi cuerpo empezaba a temblar. Mi padre se acercó hacia mí y me tomó por los hombros con demasiada fuerza.

- Tienes que hacértelo, Aiden. No me contradigas- su voz salía grave de su boca y sus dedos se clavaban contra mi piel. Sentí miedo.

- ¿Dónde está mamá?- volví a preguntar. Hizo un gesto de ofuscación y sus ojos se volvieron más oscuros. Me soltó.

- ¡Muerta tres estados al sur! ¿Sí?- sus ojos mostraban rabia y molestia – La enviaron a otro lugar a hacer unas investigaciones y acabó muerta en una explosión ¡¿Es eso lo que querías oír!?- alzó la voz y se acercó a mí, tenso. Creí que iba a golpearme.

- ¡Le dije que me hiciera caso! ¡No me contradigas tú ahora!- su voz entró tan profundamente en mis oídos que la sentí vibrando dentro de mi cabeza.

Desperté con un grito, un grito mío. Abrí los ojos con la respiración entrecortada e inmediatamente me llevé las manos a la cabeza, no tenía nada allí, por suerte, pero joder como dolía. Me senté sobre la cama sintiéndome mareado y confundido ¿Qué había sido eso? ¿Un sueño? Mis ojos se dirigieron a una pequeña taza blanca con una leyenda gastada que no se podía leer. No, había sido un recuerdo.

¿La conversación de ayer?

¿Cuándo me había dormido?

Sobre el mismo cajón donde estaba la taza ya vacía había un pequeño estuche con pastillas y una nota.

 “Lo siento mucho, Aiden. Tuvimos que hacerte el examen por la fuerza, arrojó buenos resultados. Debes duplicar la dosis de las pastillas que recetó Wolfang. Recuperarás la memoria más rápido.

Papá”


Volví a tocarme la cabeza. Si lo habían hecho.

Me puse de pie rápidamente y me mareé al hacerlo, a tientas llegué al baño y me metí a la ducha sintiendo como las piernas me flaqueaban y estaban a punto de derrumbarse. Estaba asustado, no entendía nada ¿Para qué eran necesarios tantos exámenes? ¿Recuperaría la memoria algún día? Quería recuperarla ¿no? Debía hacerlo, había algo en mi interior que me decía que había perdido algo importante.

Mis pensamientos volvieron al sueño ¿Todo era verdad? Normalmente los recuerdos de una persona que ha sufrido amnesia se mezclaban con la fantasía ¿Mi madre estaba bien? ¿Había muerto, como había dicho papa?

¿Y por qué no me dolía tanto como habría imaginado?

Apagué la regadera y me sentía peor de cuando había entrado. La cabeza me palpitaba con fuerza.

Mi ropa estaba tirada en el suelo, no recordaba haberla dejado ahí y tampoco recordaba habérmela quitado, pero había despertado con el pijama puesto. Intenté calmarme pensando que era normal despertar sin saber cómo me había dormido y levanté mi chaqueta para dejarla sobre la cama.

Algo sonó dentro de ella.

Palpe un par de veces la prenda para darme cuenta que había algo en su bolsillo interior, introduje la mano y sentí algo parecido a un cuaderno, una libreta o…

¡Mi diario!

Hice un esfuerzo para sacarlo de ahí, estaba demasiado ajustado y mis dedos apenas entraban en el bolsillo. No recordaba haberlo dejado dentro de la chaqueta, ni siquiera recordaba ese bolsillo.

¿Qué demonios es esto?

Lo que tenía entre mis manos no se parecía en nada a mi diario o a lo que recordaba de él. Tenía un forrado que asemejaba ser madera y unos dibujos de animales que parecían ser hechos por un niño. En algún lugar dentro de mí me dio la sensación de haberlo tenido antes entre mis manos, como un deja vu, pero no lo recordaba bien.

Lo abrí en la primera página.

“Querido Aiden:

Mamá siempre decía que debíamos agradecer por las personas que están cerca de nosotros y que nos quieren. Eres como mi hermano y te quiero mucho, pero no sabía cómo agradecerte todo lo que has hecho por mí desde que mami murió.

Ethan me contó que tenías un diario, pero que lo perdiste en la guarida de Scorpion. Así que decidí regalarte uno para que nunca más lo pierdas ¡Incluso lo he decorado yo misma!

Espero que te guste.

¡Feliz navidad!

  Amy.”

Mi cuerpo se congeló al terminar de leer esa nota y dejé de respirar por algunos segundos.

¿Qué…qué era esto?

¿Navidad?

Había algo que no calzaba. Nada estaba en su lugar ¡Aun estábamos en noviembre! Era noviembre ¿no? ¿Había pasado acaso un año desde que esta nota fue escrita?

¿De qué Ethan me estaba hablando? ¡Yo mismo le disparé a mi hermano, no podía ser él! ¿Era otra persona? El nombre Scorpion volvía a aparecer y me hacía temblar ¿Por qué?

Volví a leer la nota.

La guarida de Scorpion.

Amy… ¿Quién era? Presioné el diario contra mis manos, intentando recordar.

La imagen de una calle completamente nevada apareció de pronto ante mí, luego, una pequeña rubia chica sonreía. La cabeza comenzó a dolerme.

¿Empezaba a recordar?

¿Ella era Amy?

La imagen se distorsionó a una velocidad pasmosa y unos ojos negros aparecieron sobre mí, observándome; eran profundos y abismantes, demasiado oscuros. Me miraban en una mueca calmada y algo severa, pero me agradaban. Algo pasaba, ahora aquellos ojos mutaban, su expresión cambiaba, se volvía más sombría, más aterradora, parecía quemar. Un escalofrío me recorrió toda la espina dorsal y mis dedos empezaron a temblar. Su color se volvía azul, como un mar profundo y revuelto. Sentí miedo y dejé escapar un grito de horror y la cabeza se me partió en mil pedazos, había algo en esa visión que me estaba aterrorizando y no podía quitármela de cabeza. Solté el diario y este cayó debajo de la cama, me rodeé con los brazos, intentando contener el frio y el estremecimiento en todo mi cuerpo. Mis dedos resbalaban sudorosos por mis brazos, la respiración se agitó y sentí como una nueva crisis de pánico me envolvía y no me dejaba. Me solté para frotarme los ojos, quería alejar aquella mirada azul y aterradora que me crispaba hasta el último cabello.

- ¿Aiden? ¿Estás bien? ¡Aiden!- sentí la voz de Allen entrar por algún lugar de la habitación pero yo ya no podía controlarme, el terror se había apoderado de todo mi cuerpo - ¡Aiden! ¡Aiden, reacciona!- un golpe seco y un dolor en la mejilla me trajeron nuevamente a la realidad. Me había abofeteado.

« ¿Qué ha sido eso?»

- ¡Aiden! -
Allen estaba arrodillado frente a mí, yo me mantenía en el suelo sentado y aún intentaba desesperadamente contener el frío de mi cuerpo. Sus manos sobre mis hombros me daban algo de calidez y luchaban por despertarme por completo - ¿Qué ocurrió?- fijé mis ojos en su mirada oscura, parecida a la de antes.

- ¿Q-Quién…?- la voz me temblaba y apenas sí podía respirar. Me detuve e hice una pausa de algunos segundos en los que intenté tranquilizarme - ¿Quién es Scorpion?- no sabía por qué, pero sentía que ese nombre estaba relacionado con los últimos terribles segundos de mi visión.

- ¿Qué?- sus dedos se aferraron más a mis hombros - ¿P-Por qué preguntas eso?-

- N…no lo sé, Allen…-
sentí como nuevamente empezaba a desesperar, ante un nuevo miedo en mi interior que no había experimentado antes. Creí que iba a llorar – H-He tenido una visión, no sé…recuerdo ese nombre, me asusta ¡Dime quién demonios es Scorpion, Allen!-

Sus pálidas manos me envolvieron en un abrazo.

- Está bien…está bien- su voz se notaba nerviosa. Se separó de mí para mirarme a los ojos y secar una lágrima que había escapado de ellos. Suspiró.

- Scorpion era un cazador….- esa palabra también se me hacía conocida, no sabía de donde – V-Verás… los cazadores están para mantener el orden y no dejar que nadie escape de la ciudad, pero a terribles costos. Scorpion al principio no era un cazador si no que…- carraspeó la garganta y le miré en una mueca confusa. No entendía bien lo que trataba de decirme – El punto es que en algún momento antes de que yo te encontrara, Scorpion te capturó…- hizo una pausa – Ese hombre es cruel…- su voz se alejó ligeramente y rápidas y aterradoras imágenes empezaron a pasar frente a mis ojos como una película. Yo estaba ahí pero no las podía sentir, no aún – Creo que lo que te hizo él fue torturarte y…-

Y entonces, la peor de las visiones asaltó mi cabeza.

Sabía lo que él había hecho.

Sentí como mi piel se congelaba y cómo empezaba a sudar frio.

- ¿Aiden? Aiden ¿lo recuerdas?-

- S-Si, un poco…- intenté contener las lágrimas que empezaron a salir de mis ojos, pero no podía hacerlo, eran demasiadas. Scorpion…lo recordaba vagamente, pero sabía que él me había…

- ¿Cómo pudo pasar esto?-

-  Las cicatrices que están bajo tu tatuaje, te las hizo él-

Lo supuse.

Hice un sobresfuerzo por conservar la calma. Todo lo que había visto y escuchado hoy me habían destruido por completo ¿Pero que más esperaba? Había perdido mucho tiempo y aun así, dentro de mí sentí una chispa de tranquilidad. Había sobrevivido a una violación, y ahora estaba aquí. Seguro.

Algo había pasado conmigo en este tiempo, algo bueno. Esa idea me sosegaba un poco.

- Pero eso ya pasó, Aiden…debes estar tran…-

- Lo sé, Allen-
el peliblanco suspiró y dejó escapar todo el aire que había estado conteniendo. Sus manos se quedaron sobre mis hombros hasta que mi piel volvió a su color normal y yo sentí que me podía poner de pie.

- Creo que deberías dormir un poco-

- Acabo de despertar…-
dije por inercia,  pero la verdad  es que le encontraba razón. Me sentía muy cansado.

- Duerme una siesta mientras yo voy a que te preparen algo de comer…- no sonaba tan mal. Asentí con la cabeza y Allen esperó de pie a que me metiera dentro de la cama – Ah, y tómate tus medicamentos, Aiden- volví a asentir y él se dirigió hasta la puerta.

- Que descanses…- sonrió, una sonrisa cálida que me dio la sensación de jamás haberla visto en él. Abrí los ojos sorprendido cuando Allen pareció sufrir una extraña transformación ante mis ojos, su cabello se había vuelto negro y sus rasgos se habían endurecido un poco, pero su rostro había quedado para mí, perfecto.  La visión tan solo duró unos segundos pero me sobrecogió de sobremanera. Sacudí la cabeza, había sido mi imaginación.

- Gracias – y escuché la puerta cerrarse tras de él. Me quedé unos segundos quieto, intentando recobrar el ritmo de mi respiración, que se había agitado de pronto ante esta nueva visión ¿Qué había sido eso?

Mi corazón palpitaba rápidamente. Miré el estuche con pastillas, tomé dos y las arrojé debajo de la cama. No iba a tomármelas, no quería recordar nada más.

Notas finales:

Aiden está confundido y en cualquier minuto va a terminar de colapsar D: no creen ? 

PD: No se confundan con lo de la libreta! 

¿Críticas? ¿Comentarios? ¿Preguntas a los personajes? Pueden dejarlo todo en un lindo - o no tan lindo - review :D

Gracias por leer n.n 

Que tengan una linda semana! 


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