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La Ciudad de los Muertos por InfernalxAikyo

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Notas del capitulo:

Holaaaa, querubines! 

Rápidamente actualizando, el internet que conseguí se cae cada dos minutos xD

Por algún motivo desconocido los diálogos no salieron en cursiva, pero están dentro de los clásicos guiones de siempre :)

Espero que les guste el capítulo.

Abrazos a todos :) 

Capítulo 83: “Reunión”

 


-¡No! ¡No puedo!- Sam tambaleaba mientras intentaba desesperadamente mantener el cuerpo de Ayame sobre su espalda. Nos estábamos alejando, buscaríamos un lugar seguro para Amy y volveríamos por Ethan, pero no podíamos dejar a Ayame ahí, debíamos encontrar un lugar para ella también, un lugar dónde poder despedirla, un lugar donde llorarla, en este infierno debía de haber uno. Era necesario.

Eden retrocedió y ayudó a Sam a levantarla otra vez, Yü dejó escapar un sollozo cuando la cabeza ensangrentada de la chica de la resistencia golpeó levemente contra el suelo al hacer el cambio, inevitablemente su cuerpo se había vuelto más pesado y duro pasada casi una hora de su muerte y eso hacía más difícil su transporte. El pelinegro la cargó en su espalda y le pidió a Sam que descansara. Seguimos avanzando, por cada paso que dábamos, el paisaje del lugar iba empeorando, veía humo saliendo de las ventanas de las torres, oía disparos, gritos, alarmas y alaridos de gente viva y gente que ya no lo estaba. Corríamos hacía algún lugar, Eden había dicho que por los alcantarillados encontraríamos una salida segura, donde podíamos dejar a Amy y a las chicas a salvo, también a Ayame…esperando un funeral digno.

Estaba cansado, me dolía el rostro, la herida en mi ojo punzaba constantemente anunciando una posible infección y el solo hecho de correr hacía que mi muñeca ardiera como mil demonios, pero la adrenalina, la rabia, el miedo y los nervios me obligaban a ir más rápido. Por cada paso, por cada movimiento que hacía recordaba a Ethan, tenía que ayudarle, tenía que llegar antes de que el perdiese todo el control, porque no quería perderle a él, no iba a hacerlo, no podía permitirlo, no estaba dispuesto.

De pronto, todos nos detuvimos al mismo tiempo.

-¿A dónde van con tanta prisa, señoritas?- dos hombres se nos habían atravesado en el camino, eran dos hombres desarmados y aun así su mera presencia fue la que nos hizo quedarnos en nuestro lugar, ellos eran extraños, extraños y peligrosos, lo noté por sus rostros pálidos como una hoja, las pupilas completamente dilatadas más oscurecidas aun por el efecto de las ojeras, las venas marcándose bajo la piel de sus caras, de sus cuellos, de sus manos, como hilos o pincelazos rojizos y azulados, los labios secos y rotos, la postura tiesa y a la defensiva, como un depredador a punto de saltar sobre su presa.

Tragué saliva.

¿Existían más personas como Allen?

El estruendo de los disparos no tardó en dejarse oír. Chris y Jack ya habían vaciado los cargadores de sus armas y habían dirigido todas las balas hacia ellos. Se produjo un silencio que ni siquiera el rumor de la tormenta pudo romper, los cuerpos frente a nosotros estaban estáticos. Inhalé y exhalé una nube de vaho cargada de nerviosismo y esperé, esperé a que se mantuvieran así, quietos, esperé que esos cuerpos cayeran al suelo.

Pero no lo hicieron.

-¡Tiene que ser una broma!- gritó uno de los hombres en una risa hilarante que me erizó los pelos, mientras con sus propios dedos extraía una bala que se había quedado incrustada en su antebrazo -¿Qué clase de puntería es esa?- inconscientemente di un paso atrás, pero ya era tarde. El hombre corrió en nuestra dirección y embistió a Jack en una tacleada que ninguno de los que estábamos ahí pudo predecir. Levanté el arma hacía él y le apunté a la cabeza, disparé tres veces, las tres balas las esquivó con fluidez y se alejó rápidamente para volver con su compañero.

¡Eso es!

-¿Estás bien, Jack?- corrí hacia él le ayudé a levantarse.

-S-si, estoy bie…. –

-Hay que darles en la cabeza, al igual que los otros- interrumpí en un susurro.

-¡Cuidado!- gritó alguien, no alcancé a reaccionar y sentí como una fuerza brutal me embistió violentamente y me hizo estrellar contra un árbol, todo mi cuerpo se sacudió con el golpe que me dejó aturdido. Algo saltó sobre mi, unas manos rodearon mi cuello y me empezaron a asfixiar, era el segundo hombre.

-¡Déjalo!- oí un disparo que me dejó sordo por varios segundos, no fue un disparo de un arma común como una pistola, este sonó más ronco, más pesado, más grave y estremecedor, como una…

¡Como una escopeta!

-¡Argh! ¡Mierda!- el hombre me soltó repentinamente mientras algo líquido y caliente me caía sobre el rostro, el olor a hierro me inundó las fosas nasales, era sangre -¡niña estúpida!- oí un golpe seco seguido de un grito.

¡Amy!

Ella le había volado un brazo, el disparo había sido tan de cerca que todo lo que estaba bajo el codo del hombre se destrozó, incluso si estos eran superhombres, eran mortales, quizás no sentían el dolor, pero ellos no podían recuperar miembros completos. Aproveché su descuido y salté sobre su espalda cuando se dirigía nuevamente hacia una malherida Amy, ya la había empujado y le había hecho estrellarse contra una muralla, no iba a dejar que la tocara de nuevo. Ambos comenzamos un forcejeo en el que yo me vi desfavorecido, incluso con un solo brazo el seguía teniendo más fuerza. Caímos al suelo y el me jaló del cabello en un intento de golpear mi cabeza contra un árbol, con ambas manos logré alejar la suya, justo cuando Eden llegaba por su espalda y lo apartaba con fuerza de mí.

-¡Dispárale a la cabeza!- ordené y el apretó el gatillo casi por instinto, disparó cuatro veces, las cuatro balas se incrustaron en su cráneo.

-¿!Qué es lo que hicieron, cabrones!?- el primer hombre gritó mientras forcejeaba con Chris, dándole un puñetazo tan fuerte que el ruido que hizo su mandíbula al romperse se escuchó hasta donde yo estaba. Sin pensarlo, levante el arma en su dirección y le apunté a la cabeza, disparé, pero las balas nunca llegaron. Algo me sacudió y me hizo golpear la cabeza contra el suelo, aturdiéndome.

-¡Tú, pedazo de mierda…!- era un tercer hombre que al parecer no habíamos visto antes, en mi mareo logré ver la piel translucida y llena de marcas. Escuché gritos generalizados cuando abrió la boca y sonrió, me estremecí y mi cuerpo se paralizó por el miedo. Iba a morderme.

Oí disparos que se detuvieron al instante, el hombre había invertido la posición y ahora yo estaba sobre él, así no podrían dispararle, me estaba usando como un escudo humano. Mis manos forcejearon en un intento por soltarme de él. Las pupilas completamente dilatadas nunca me aterraron tanto como en ese momento en que las posó sobre mi muñeca herida y la agarró con fuerza, tanta que sentí que se dislocaba por segunda vez, intentó acercarla a su boca y yo me retorcí para que no lo hiciera, apretó más fuerte y dejé escapar un gritó cuando oí el crujido de mis propios huesos a punto de salir de la piel, quebrarse y transformarse en una maldita fractura expuesta.

Algo me apartó con violencia y me envió lejos, una fuerza bruta y seca, como si de pronto una terrible ráfaga de viento me hubiese simplemente sacado de ahí, salvándome de las manos de ese hombre. Mi espalda chocó estrepitosamente contra una muralla al mismo tiempo que un grito aterrado escapaba de la garganta desgarrada del tipo que segundos antes había estado a punto de morderme. A pesar de la fuerza con la que había sido alejado pensé en Ethan, creí en que había acabado con Allen y había venido a ayudarnos, creí que había vuelto a recuperar el control, como siempre lo hacía. Quise creer en que era Ethan.

Y no estaba tan equivocado, lo era.

Mi cuerpo se sacudió en un escalofrío que me heló la sangre, los huesos y los músculos hasta el punto de sentir como me faltaba el aire. Le reconocí inmediatamente, a pesar de estar un poco más alto y llevar el cabello más largo, reconocí esa silueta a torso desnudo, reconocí las manos que terminaban de estrangular el cuello de ese hombre con tanta fuerza que él no podía hacer nada para quitárselas, retorciéndose y gritando hasta que esos gritos se ahogaron en la propia sangre que escapó su garganta cuando Ethan enterró los dedos en ella. Intenté levantarme pero caí arrodillado al suelo, me temblaban las piernas. No podía creerlo. Era cierto.

Llevé la mano que temblaba a mi chaqueta para asegurarme que el frasco con la cura seguía ahí y que no se había roto, por suerte. Giró su rostro hacia mí y clavó los penetrantes, dilatados y oscurecidos ojos mieles en los míos. Su mirada me atravesó y me estremeció, haciéndome sentir como perdía las pocas fuerzas que me quedaban, solo esa mirada que lanzó sobre mí me destrozó, sus ojos…estaban tan cambiados…ya no eran dulces, ya no eran suaves, ya no me veían con amor. Todo lo que vi dentro de esas pupilas que por tanto tiempo deseé ver una vez más fue frío y vacío, un vacío que solo parecía ser llenado con odio…odio que parecía ir dirigido hacia mí.

-¿Eth…Ethie…?- la voz me salió como un tenso y tembloroso hilo a punto de romperse. Me puse de pie con las rodillas tambaleantes y avancé hacia él, perdí la noción del tiempo y de lo que pasaba a mi alrededor en ese instante, solo podía verle a él, de pie frente a mí, estático como una roca y frío como un témpano. Estiré mis manos en su dirección, quería tocarle, quería sentir el rostro de mi hermano de nuevo entre mis dedos que temblaban ansiosos a medida que los metros se acortaban entre nosotros. Él me dejo sentirle, mis manos se deslizaron por su cara hasta alcanzar sus mejillas y se quedaron ahí, acaricié su piel con las yemas de mis pulgares como si ésta estuviera hecha de algún tipo de piedra preciosa, estaba fría como una también, fría como la mueca que esbozaba mientras me dejaba tocarle, fría como los ojos que no me miraron otra vez hasta que yo le obligué a hacerlo cuando atraje su rostro al mío y lo dejé frente a mí.

-Ethan…- solo susurré su nombre, mi voz no daba para más -eres tú...- lo que ocurrió dentro de mí en ese momento fue arrasador, quería gritar de felicidad, quería abrazarle y estrujarle entre mis brazos, quería saltarle encima y no soltarle más, quería hablarle de la cura, decirle que todo iba a estar bien ahora…hablarle de mamá, contarle que papá la había encerrado y había ordenado que Wolfang la infectase, quería decirle también que nuestro padre había enloquecido, que James había muerto, que Kat estaba afuera, que había comenzado una guerra, que todo estaba a punto de explotar y derrumbarse, que teníamos que huir.

No hice nada de eso.

-No soy tu hermano…- fue todo lo que dijo y apartó mis manos bruscamente para alejarse de mí. Algo de realidad volvió y me sacudió en ese momento, otra vez oí la tormenta y otra vez volví a sentir dolor y frío, él ya se hallaba demasiado lejos cuando reconocí el significado de las palabras que había dicho. Oí gritos y vi como Ethan terminaba de asesinar al primer hombre que nos atacó, le había embestido la cabeza contra el suelo, como lo había hecho Eve con Ayame, solo que más brutalmente, aquel hombre terminó con la mitad del cráneo hundido y deformado.

Definitivamente ya no era mi hermano.

Oí el sonido de los gatillos a punto de ser accionados.

-¡Deténgase!- grité. Todos… Jack, Eden, Teo, Yü, Sam, Ivy e incluso Claire apuntaban directamente a la cabeza de Ethan.

-¡Es peligroso, Aiden!- gritó Eden sin bajar el arma. Le tenían rodeado y mi hermano estaba quieto en medio de todos, mirando en mi dirección.

-¡P-puede que tengas razón…!- balbuceé -¡pero es mi hermano! ¡déjame hablar con él!-

-¡No podemos! ¡tú mismo viste cómo asesinó a esos hombres, podría hacer lo mismo con noso…!- calló de pronto, fue interrumpido por Ethan que había saltado sobre él para darle un puñetazo y tirarlo al suelo. Solté un grito desgarrado y me llevé las manos a la cabeza cuando la lluvia de balas se dejó escuchar en su dirección, salpicando lodo y agua por todas partes. Hubo un silencio que me paralizó el pulso por unos segundos, luego un golpe contra el suelo en uno de los rincones del jardín, miré hacia allí, Ethan estaba en el piso mientras con sus dedos quitaba una bala que había quedado dentro de su muslo. Se escucharon los cargadores y las armas se levantaron de nuevo, iban a volver a dispararle, corrí hacia él y me interpuse entre él y los demás.

-¡Muévete, Aiden!-

-¡No voy a hacerlo!- grité. Ya no tenía más opción, tenia que intentar salvar a mis amigos y a mi hermano sin que se matarán entre ellos -¡váyanse de aquí!!puedo controlarlo!-

-¡Está infectado, él ya no es la persona que conocías!- Jack intentaba hacerme entrar en razón mientras ayudaba a levantarse a un aturdido Eden, sin bajar el arma. Le imité y levanté mi revólver hacia ellos también.

-¡Se perfectamente que está infectado!- grité y agradecí que Amy estuviese inconsciente, ella nunca me perdonaría si me viese apuntándole a mi propio grupo con un arma-¡casi matan a Amy, deben dejarla en un lugar seguro y buscar uno para Ayame!- tenía que sacarlos de ahí de una u otra forma -¡Por favor, Jack! ¡váyanse!-

-¡No vamos dejarte solo, Aiden!- la voz le tembló.

-¡Tienen que hacerlo! ¡Este es mí problema, no es el suyo!-

-¡P-pero….!-

-¡Aprovechen la maldita oportunidad!- grité más descontroladamente. Jack me miró a mi y luego a Eden que a penas estaba despertando de su aturdimiento, también a Chris quién intentaba contener el sangrado de su boca, luego a Amy, dormida y malherida en los brazos de Morgan. Asintió con la cabeza.

-¡Vamos a volver por ti!- gritó y dio la orden para que el resto comenzase a avanzar. Teo cargó a Ayame sobre su espalda y fue el primero en moverse. El resto lo siguió.

Solté un suspiro largo cuando les vi a todos lejos.

Fui nuevamente embestido y caí al suelo, solo que esta vez ya sabía quién me había tirado. Tomé el puño de Ethan en el aire justo cuando lo dirigía a mi cara.

-A mí también me alegra verte- bromeé, no era el mejor momento para hacerlo. Volvió a clavar las pupilas dilatadas sobre mí, se me oprimió el pecho cuando vi más de cerca las venas marcadas en su rostro y los pequeños manchones rojos en las mejillas que delataban la rotura de algunos vasos sanguíneos. Levantó el otro puño y no pude evitar el feroz golpe en el mentón que despertó nuevamente todos mis dolores, tampoco evité el que le siguió, y el que le siguió a ese. Solté un gruñido y me revolví bajo su cuerpo intentando zafarme, lo cierto era que sus músculos parecían pesar el triple de lo que recordaba y la fuerza de ellos también parecía haber aumentado, lo noté cuando solo con la potencia de su hombro izquierdo volvió a tirarme al suelo como si yo fuese una especie de lata de gaseosa que simplemente aplastó con el pie.

Escuché un pitido agudo muy dentro de mi oído cuando la vista se me hizo borrosa otra vez, me forcé a mí mismo a mantenerme despierto y tardé varios segundos en ver y sentir claramente de nuevo, el dolor en mi rostro y en mis brazos se hizo más intenso entonces y me impulsó en una ráfaga de adrenalina a emplear todas mis fuerzas para quitarme ese cuerpo de encima, lo logré, invertí la posición y casi sin pensarlo le di un golpe en la mejilla.

-¿Qué es lo que te pasa, idiota?- grité también de manera inconsciente. Ethan volteó los ojos hacía mí, al parecer mi golpe no le había causado ni cosquillas. Impulsivamente tomé mi arma y la cargué contra su frente -¡Quieto!-ordené.

Dejó escapar una sonrisa.

-Anda, hazlo…- dijo y su voz salió seca y ronca, como si no la hubiese usado en mucho tiempo. Mis manos temblaron, al igual que todo mi cuerpo.

-Sabes que no puedo…- la voz también me tembló. Le estaba apuntado a mi propio hermano, pero no podía dispararle.

-No…¡Porque eres un cobarde!- gritó y con una sola de sus manos me empujó y me apartó enviándome lejos, quizás uno o dos metros más allá. Mi espalda estrelló fuerte contra la tierra húmeda y el golpe me cortó la respiración por algunos momentos y sacudió todo mi cuerpo, intenté inspirar hondo, pero no conseguí hacerlo, tardé en notar que la razón eran sus manos alrededor de mi cuello, no pude hacer nada, ni siquiera advertí cuando las puso ahí.

-¡Escúchame!- grité con todas mis fuerzas cuando sentí el peso de su cuerpo sobre el mío -¡Estás confundido, no querrás hacer esto!- tomé sus manos e intenté apartarlas, logré tomar un poco de aire.

-¡Lo estoy haciendo!- respondió en un grito desgarrado. Sus manos ejercieron más fuerza cuando tomó mi muñeca para estrujarla y obligarme a ceder por el dolor. Sus dedos no tardaron en presionar nuevamente contra mi cuello.

No pasó mucho tiempo para que el aire empezase a faltarme otra vez. Esta vez no forcejeé, solo rodeé sus manos con las mías que temblaban y acaricié su antebrazo.

-No, Ethie…- dije en un jadeo apenas audible. Tenía un nudo en la garganta y los pulmones apretados, dolían al no poder tomar aire -N-no sabes lo que se siente…- y no, no me refería al dolor físico -No tienes idea …de lo que es saber que mataste a tu propio hermano…- las manos le temblaron en el momento en que empecé a sentirme mareado y mis oídos se taparon, junto a esa horrible sensación de presión dentro de mi cabeza, como si amenazara con explotar de pronto. Las lágrimas comenzaron a escapar sin que pudiera evitarlo. No estaba asustado para nada, no temí por mi vida en ese momento, de pronto había concebido una tranquilidad interior que creo solo pueden alcanzar las personas que están a punto de morir, por lo que de verdad temía era por la suya, por su vida, por lo que iba a pasar luego de esto, por lo que iba a sentir él después de acabar conmigo. No quería que él tuviera el mismo peso en la conciencia que cargué yo por tanto tiempo.

Algo húmedo cayó sobre el rostro en el que creí ya no tener sensibilidad, tarde varios segundos en reconocer la calidez de una lágrima.

-N…No puedo- balbuceó y sus dedos empezaron a ceder, vi asomar el color miel otra vez en sus ojos oscurecidos. Dejó caer otra lágrima sobre mi rostro -Joder, yo tampoco…puedo- me soltó y el tan preciado aire entró dolorosamente en mi garganta, como un trago de agua congelada. Comencé a toser, volví a ahogarme cuando su cabeza castaña cayó de golpe sobre mi pecho. Empezó a llorar ahí.

Con dificultad, levanté los brazos acalambrados hasta soltarlos sobre su espalda en un torpe intento por abrazarle -No puedo hacerlo…- repitió por tercera vez con cierta angustia en la voz, subí la mano que estaba en mejor estado hasta su cabeza y comencé a acariciar su cabello, cada movimiento eran lágrimas involuntarias suyas y mías. No lograba comprender nada de lo que estaba pasando, solo sabía una cosa, había perdido a mi hermano y ahora volvía a tenerlo junto a mí, nada más importaba.

-Esta bien…- susurré las palabras que había querido decirle todo este tiempo -Estamos bien…- Ethan lloró más fuerte, tampoco entendía que ocurría con él, habían sido meses y sabía que había cambiado. Sabía que mi padre era un sádico, quizás qué atrocidades le hizo para hacerle llegar hasta este estado, sabía que Allen lo había influenciado, sabía que ya no era el mismo que recordaba, sabía que quedaba muy poco de él, pero eso tampoco importaba.

-¿Por qué no me mataste?- preguntó entre lágrimas y apenas si pude oírle.

-Creí que te había matado- respondí quitando todo rastro de crueldad en mis palabras, creí que lo había matado porque le habían mordido, porque creímos que iba a convertirse. Era un estúpido en esos momentos, no sabía que un disparo en el estómago no frenaría la transformación incluso si llegaba a matarlo, ahora sabía que debió haber sido en la cabeza.

Ahora me alegraba de haber sido un estúpido.

-Pero no estás muerto…- sollocé -estás aquí…- oí unos pasos cerca de nosotros pero no atiné a moverme, lo hice cuando escuché una voz cansada, jadeante y que me pareció un poco siniestra. Ciertamente lo era.

-Ambos están aquí…pero no podrán estar por mucho- reconocí esa voz, él también, Ethan levantó la cabeza de mi pecho para mirar hacia la puerta por la que antes habían salido Jack y los demás y que conectaba con una de las torres, le imité y le vi allí, parado bajo el umbral, a pesar del frío estaba sudando. Todo mi cuerpo se tensó, el de mi hermano también, a lo lejos, noté la piel empalidecida y los labios secos y rotos, sonrió.

-¿Bonita reunión familiar, no?-

Notas finales:

Al parecer a Ethan Jr no le duró tanto el coraje xD pero a cambio tenemos a...¿ya adivinaron quién llegó a interrumpir al final? 

Aiden esta muy malherido...con un ojo infectado y con una mano rota que a estas alturas solo la tiene de adorno , sumenle la cantidad de moretones, el otro ojo morado y la cantidad de veces que lo han estrellado contra algo...creo que es el personaje que más he maltratado en esta historia xD

¿Críticas? Comentarios? Preguntas? Pueden dejarlo todo en un lindo, o no tan lindo, review.

Nos leemos el prox domingo! 


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