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Más que un esclavo. por Eliza Uchiha

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Notas del capitulo:

¡Hola!

Disculpen la demora, pero en realidad no sabía que escribir…. Se supone que el fic era de Naruto y el problema con Madara, pero supongo que eso ya se soluciono, agregue a Sora, para  solucionar también el problema de Sai y Gaara… ¿y ahora que más puede pasar? pues no se XD no quiero ponerle  relleno, pero creo que este es el ULTIMO CAPITULO

Muchas gracias por leer y apoyarme:

CronorBlack
MiYuKy61
narutik
Anari huchiha 

Leer notas finales

 

 

A  trascurrido un mes desde entonces, Sai parece ignorar la llegada de su hija, en la mansión y como consecuencia es Gaara quien la cuida, hay de admitir que en el fondo no quería ver a la pequeña ¿pero qué culpa tenia ella? Con el tiempo se había dado cuenta el porqué aceptada a la menor “la sonrisa falsa” su sonrisa falsa se parece a la de Sai…y ciertamente eso le agradaba.

— Sora ¿Tienes hambre?

— No… — Contesto la pequeña.

— Mientes. — Dijo Gaara acercándose a la menor agachándose para quedar a su altura, le sonrió un poco, posando sus manos en los hombros de la azabache — No tienes porque mentirme a mí, yo te cuidare.

—…… — Sora bajo la cabeza ocultando su triste mirada — ¿Por qué eres tú quien cuida de mí y no mi padre?

—…Tu padre no se encuentra bien…

— Siempre me ha evitado… — Levanto la vista lentamente para encontrarse con los profundos ojos de Gaara, las lágrimas recorrían sus mejillas sin permiso, la pequeña no parpadeaba luchando internamente por detener sus lágrimas.

— Aun estas muy pequeña para entender, tu padre te ama. — Le aseguro abrazándola— Si quieres llorar hazlo…. Te aseguro que te sentirás mejor.

Sora correspondió el abrazo dejando escapar el dolor de su pequeño corazón, por medio de las lágrimas que había contenido desde hace años. Siempre soñó con estar con su padre, tenia entendido que Sai había vivido con ella cuando era muy pequeña y le gustaría recordarlo… Siempre espero que su padre la tomara en brazos y le dijera cuanto la amaba, que jugara con ella a pesar de ser muy pequeña o cosas que seguramente el azabache mayor no querría hacer, pero ese era su más egoísta deseo, quería a su padre, lo quería para ella y sin embargo desde el día que llego, su padre  no se dignaba a mirarla ¿Qué era lo que no entendía a su corta edad? Gaara la tomo entre sus brazos levantándola del suelo mientras seguía abrazándola. Sora oculto su pequeña cabeza en el hueco del hombro y cuello del peli rojo, sus ojos estaban cerrados y tan solo se escuchaban sus hipidos.

— ¿Quieres hacer un picnic? Estaremos todos, te aseguro que Sai también ira.

La péquela abrió sus ojos con un brillo de esperanza en ellos, asintió con un mueca  intentando forzar una sonrisa.

— Bien, le diré a Sakura que prepare todo ¿Puedes ayudarle? Yo iré a informarle a los demás.

— Si… — Contesto en casi en un susurro. Gaara el bajo con cuidado de sus brazos para luego limpiar sus lágrimas, esta vez la pequeña sonrió mas honestamente, le agradaba el sentimiento de sentirse querida.

— Bien, espérame abajo.

Sora volvió a sentir para bajar corriendo por las escaleras, un poco mas aliviado toco tres veces la habitación en la que se encontraba Naruto y Sasuke. Los dos nombrados estaban en la cama devorando sus bocas,  Naruto se encontraba sobre Sasuke acariciando el pecho del azabache mientras liberaba los labios del Uchiha para pasar a besar su cuello. Definitivamente Naruto era un poco atrevido y salvaje.

— Los espero abajo en cinco minutos. — Les aviso para luego volver a cerrar la puerta. Ya los había encontrado varias veces en momentos incómodos, por surte en ninguno los había encontrado follado.  Dio unos pasos más para entrar a la habitación de Sai sin preocuparse en tocar, cerró la puerta tras de sí mientras se acercaba al Uchiha que amaba. — necesitamos hablar…

Sai dejo de mirar por la ventana en el momento en que se giro para afrontar la peli rojo, ya sabía de que quería hablarle “De su hija” siempre que entraba a su habitación sin tocar la puerta, era para hablar de sora y sobra decir que siempre terminaban peleando entre insultos y golpes por haber abandonado a su hija, por más que intentaba olvidar el dolor del pasado… Quería aceptar a su hija, porque después de todo por su pequeño cuerpo corría de su  sangre por sus venas. Pero lastimosamente cada vez que la veía, el dolor volvía, y no era un dolor que debiera pertenecerle a él.    Eso se debía a que había visto uno de los recuerdos de Gaara, quizás al peli rojo en este tiempo no le importaba, pero ciertamente a Sai le afectaba lo que esa mujer “Si, esa mujer” la mujer que se aprovecho de él, quien prácticamente lo violo, le hizo al peli rojo…

—Ya es momento de que aceptes a sora, ella te necesita.

—Lo sé, pero no puedo.

—Ya deja de pensar que lo que me paso es por tu culpa, Sai… las cosas no cambiaran solo porque así lo quieras.

—Esa niña…

—No es “Esa” es tu hija. —Lo interrumpió Gaara a unos cuantos pasos de Sai.

—Mi hija… —Camino deteniéndose a un paso del peli rojo— Debería ser nuestra hija, tuya y mía…

Gaara apretó los puños mirando los profundos ojos del azabache, ciertamente le dolían esas palabras ¿Pero qué podía hacer? El ya no podía concebir… Es un vampiro. Y algunos  vampiros tienen la oportunidad de  engendrar, pero su pasado… El accidente de su pasado le quito esa oportunidad.

La mujer que amaba obsesivamente a Sai se entero que el Uchiha tenía sentimientos hacia él y en su huida ella se encargo de que no se volvieran a encontrar, pero con el tiempo en el que decidió desaparecer  ella mando a unos hombres que hicieran el trabajo sucio, quitándole la oportunidad de poder quedar embarazado ¡Qué suerte tenia Naruto! porque a pesar de los golpes… A pesar de todo lo que había sufrido aun tenía la oportunidad de dar a luz, aunque no era un embarazo normal era uno  en el que correría muchos riesgos.

—Yo no puedo tener….

— Hijos. —Completo Sai la frase — Lo sé, por eso no puedo verla sin sentir rencor.

— Pero es tu hija.

— Una hija que ciertamente no quiero.

— Bien… Entonces olvida todo lo que crees que te pertenece, porque todo lo que deberías desear tener, ya lo tienes y no lo quieres. — Dio un paso atrás — Incluyéndome.

— Gaara…

El nombrado se alejo caminando hacia la puerta de salida, pero se vio interrumpido por los brazos de Sai que lo sujetaron con fuerza y estampo de espaldas contra la puerta.

—Tú eres todo lo que quiero.

—Pero este no es el Sai al que amo. Deja de luchar una batalla que ya no existe, deja de cargar con mi dolor, es mío, no tuyo. Deja de sentirte culpable por lo que me paso ¡No puedo tener hijos! Lose… Al principio me dolió porque quería tener algo creciendo en mi interior, algo tuyo… En ese entonces creí que no importaba… Porque nunca estarías conmigo… Y ahora. ¡Ahora estás conmigo! Y no dejas de culparte por algo de lo que nadie tiene la culpa.

— ¡Claro que hay culpables!

— ¿Y qué vas hacer, matarlos? Yo también lo aria. Pero date cuenta que ya tienes una hija… Una hija que te necesita, quizás no fue producto del amor… Pero puedes brindarle el amor que yo le doy pensado que es mía… Que es mía y tuya. ¡Podemos pensar que es nuestra! Podemos amarla como si viniera de nosotros dos….

—…….

— Sai… esa niña nunca antes había sentido un amor distinto al de sus abuelos… Inclusive su madre la odiaba, porque a los pocos meses de haber  nacido su madre la evitaba, pero se veía obligada alimentarla ¡¿Sabes porque la odiaba?! ¡Porque la dejaste!

— ¡Porque quería estar contigo!

—……Pero yo quiero estar con ella, con sora. — Afirmo empujado al mayor lejos de sí y abrir la puerta — Te esperamos en el jardín, aremos un picnic y le prometí a nuestra hija que estarías ahí, no me decepciones…

Tras decir eso Gaara cerró la puerta, Sai soltó un suspiro caminando nuevamente hacia la ventana. Desde ese ángulo podía ver a su hija acomodando las cosas del picnic junto a Sakura “Es nuestra hija” sonrió honestamente, como hace mucho no lo hacía, al pensar  en que esa pequeña podría ser producto de Gaara y de él, ciertamente le removía algo en su interior. Pero… él sabía la verdad, sabía que no era producto del amor que le fue arrebatado hace ya muchos años… “Deja de cargar con una carga que no es tuya, es mi dolor, no tuyo” bajo la mirada pensativo “Su madre también la odiaba” apretó los puños al pensar que abandono a sora a los pocos meses de haber nacido, recordaba que al principio se había alegra al imaginar que sería padre… pero al saber que no era de Gaara, si no de una loca mujer le hacía sentir deseos por acecinarla “Ella no asentido un amor distinto al de sus abuelos” levanto la mirada para contemplar a su hija reír junto a Sakura, Sasuke y Naruto. “Es nuestra hija, solo nuestra” pensó mirando como Gaara se acercaba a ella y besaba su frente a la vez que acariciaba su azabache cabello “solo nuestra” susurro saliendo de la habitación.

— ¡Sasuke! — Le grito Naruto sonrojado al sentir como el mayor acariciaba su espalda y bajaba lentamente hasta apretar una de sus nalgas, su mirada azulina claramente decía “No estamos solos, si te atreves a hacer algo mas, te mato”

El azabache suspiro alejando sus manos de la piel acanelada junto a él, era cierto que desde la muerte de Madara y llegada de sora había transcurrido un mes, Naruto parecía mejor, mucho más seguro de sí mismo y sabía que era por Deidara y su hermano Itachi, el rubio mayor se encargo de cuidar a Naruto en ese lapso de tiempo… se sentía impotente y también sentía celos al ver como Deidara si podía hacer mejorar el ánimo de Naruto y él, no lograba mucho… internamente le agradecía la ayuda. ¿Cómo murió Madara? Al  entrar a la cabaña encontró a Naruto sujetando a su tío del cuello, pero los ojos azules del menor parecían perdidos, entonces entendió que estaba en una hipnosis de su tío por aplazar su muerte, cosa que no duro mucho, quería ayudar al rubio pero sus instintos asesinos provocaron que corriera directo  hacia su tío, la sangre hirvió en sus venas deseoso de matar al culpable de sus problemas actuales, quería arrancarle la vida de una mordida, pero debía controlar sus impulsos, no le dejaría las cosas tan fáciles, quería hacerlo sufrir y así lo hizo,  durante tres días hizo sufrir al Uchiha mayor, quitándole o mejor dicho arrancándole cada parte de su ya viejo cuerpo.

Al principio no entendió porque Naruto mostraba tanta tranquilidad y en una noche mientras  lo miraba dormir fue repentinamente abrazado por el rubio menor, quien se escondió en su pecho, contándole todo lo que había sentido al estar lejos de él, las lagrimas que había contenido frente a su hermano Deidara se las mostro a él y solo a él, le hablo de que Uchiha Sasuke era su fuerza para seguir, que lamentaba la pérdida de su hijo, que lamentaba no haber sido más fuerte…y desde ese día Naruto buscaba nuevamente quedar preñado, quería un hijo suyo, quería formar una familia…

— ¿Dónde está mi padre? — Fueron las palabras de sora, sacando de sus pensamientos al Uchiha.

— Sai…

El pequeño suspenso hizo que la menor sacar sus propias ideas “Mi padre no quiere verme” bajo la mirada dándose auto fuerza para mostrar una sonrisa falsa, pero al levantar la mirada se encontró con los posos oscuros de su padre. Dio un paso atrás algo sorprendida al verlo, era la primera vez que su padre no la miraba con lastima u odio oculto. El Uchiha se agacho para quedar a su altura y para sorpresa de todos la abrazo. Las lágrimas de sora no demoraron en hacer presencia, estaba impactada, sorprendida y completamente feliz. Se aferro al cuello de su padre al escuchar un “perdón” una palabra que la alivio, aunque no era exactamente lo que quiera escuchar, eso la hizo feliz. Era un avance, un comienzo…

Gaara sonrió internamente mirando el acto de Sai, hacia su hija.

Itachi y Deidara se habían instalado en la mansión Uchiha, se acercaban al picnic en donde todos reían, charlaban y comían. El rubio mayor llevaba una carta en la mano y una amplia sonrisa en su rostro.

— Ha llegado. — Hablo Itachi llegando  hacia donde estaban los demás. Los empleados también habían sido invitados y por consiguiente también se encontraban en el picnic, la comida estaba  acomodada en una mesa  bastante pequeña y larga. Todos disfrutaban del cómodo momento.

— ¿Llego qué? — Pregunto Naruto al ver que Itachi se dirigía a él.

Su hermano, Deidara le ofreció una carta la cual  tomo dudoso, la abrió ante las miradas expectantes de sus amigos, la desdoblo y leyó la palabra “Positivo” una sonrisa ataco su rostro, sus ojos se iluminaron, se giro hacia Sasuke que lo miraba esperando que le dijera algo.

— ¡Seremos padres, Sasuke, seremos padres! — Se le lanzo encima riendo con diversión y alegría. El Uchiha lo abrazo con  fuerza alegre de la noticia.

Todos fueron envueltos ante la emoción de la pareja ¡Un nuevo miento se uniría a la familia! Los empleados los felicitaron al igual que sus amigos a la espera del nuevo integrante. 

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado.


Se supone que es el ultimo capitulo, pero algo roda por mi mente y en realidad no sé si hacerlo o no, así que lo dejare a votación de ustedes.


Sabemos que Gaara no puede concebir, pero que los vampiros si ¿quieren GaaSai? Gaara X Sai, solo para poder tener un hijo, de su sangre, aunque Sora  también lo es, después de ese momento Sai la aceptara como suya y de Gaara.  Y en ese mismo capítulo pondría al bebe de Naruto. ¿Hago otro capítulo ¿o así está bien? aunque practicamete, este capitulo es el final. 


Bueno quiero recomendarles un fic que me ha gustado mucho “Compañeros de cuarto”


http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=127883


Ese no es mío, pero es muy bueno. Y nos míos: “amor online”


http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=142891&index=1


Y “entre bromas nace el amor”


http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=140345#sthash.Bm5dPlaL.dpbs


Eso es todo. Espero y los disfruten!


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