La sorpresa de encontrase aquel rubio después de 11 años fue bastante fuerte para Sasuke. ¿No se supone que estaba a cuidado de su hermano? Se acerco al menor con temor, no sabía qué hacer ¿debía ayudarlo o salir corriendo y hacer de cuenta que nada paso? Quito con cuidado la venda que cubrían los opacos ojos azules del menor que en cuanto vio su rostro empezó a forcejear por soltarse, sus gritos eran opacados por la mordaza que tenía en la boca, acaricio su golpeada mejilla con pesar ¿Qué era lo que le había pasado? ¿Por eso es que su tío había cambiado tanto…? “perdóname Naruto” pensó volviendo a colocarle la venda en los ojos y como si no hubiera visto nada salió de la habitación dejándola tal y como estaba. Ese maldito sótano era el cuarto de tortura de aquel rubio. Se dirigió a su habitación y se acostó en la cama con la intención de asimilar lo que acababa de ver.
El sueño no fue más fuerte que el recuerdo de hace unos momentos, no logro dormir en toda la noche y su tío llego a la mañana siguiente muy temprano, no quiso levantarse a recibirlo como hacia hace varios años atrás, solo se dedico a mirar desde la ventana de la habitación como su tío llegaba a la mansión y entraba apurado, salió de su cuarto sin ser visto por nadie, su tío no demoro en encerrarse en aquel sótano… en donde estaba aquel rubio…. Con el nombre de Naruto.
Con desilusión se dirigió a la cocina para tomarse una jarra de agua, definitivamente no dejaría las cosas de esa manera.
Cuando la tarde llego invito a su tío a comer a un lujoso restaurante, al principio se negó diciéndole “que estaba cansado, que quería descansar, que no lo molestaran mientras estuviera en el sótano” pero Sasuke sigue insistiendo hasta obtener una respuesta positiva. Cuando su tío finalmente se arreglo para la ocasión ambos en su carruaje se dirigieron a tan famoso restaurante “el Kyubi”. Se sentaron en sus respectivos puestos para disfrutar de aquella cena.
—Brindemos —Propuso Sasuke.
— ¿Por la vida eterna?
—Por la vida eterna. —Repitió Sasuke chocando su copa con la de su tío.
Ambos saborearon la sangre que contenía la copa, a Madara por lo usual no le gustaba ese tipo de sangre, era mucho más deliciosa cuando era directamente del cuello de un mortal; para Sasuke era algo completamente nuevo, no hace mucho había sido trasformado, pero a decir verdad le satisfacía para ser la segunda vez que probaba aquel manjar. Cuando fue transformado su tío le ofreció en una copa, sangre realmente exquisita. No sabe de dónde la saco, pero le gustaría volver a probarla.
La noche transcurrió mas rápido de lo esperado, ambos brindaron y hablaron de cosas triviales como los negocios familiares. Cuando finalmente se aburrieron de aquel lugar el cual había empezado a llenarse de gente adinerada decidieron partir a su hogar, pero el cochero no se encontraba, Madara por su parte estaba enojado y se lo aria pagar, el chofer debía cumplir con su trabajo. Sasuke logro calmarlo antes de que empezara a desquitarse hasta con una piedra. Ambos caminaron de vuelta a casa, el Uchiha menor le indico a su tío pasar por el bosque, pues era un atajo y llegarían más pronto.
— ¿Cuándo despertaran mis poderes?—Pregunto Sasuke.
—Cuando encuentres a la persona que se vuelva tu energía, tu alimento… deberás proteger aquel humano a toda costa, porque será la única persona de la que te podrás alimentarte sin perder las fuerzas. Puedes seguir alimentándote de otros mortales, pero si encuentras a esa persona, la sangre de esa persona se volverá esencial para tu cuerpo.
— ¿Y cuando sabré que ya encontré a esa persona?
—Cuando no puedas detener tu sed de sangre frente a esa persona, pero deberás detenerte si no quieres que muera. —Contesto Madara.
— ¿Cómo se mata a un vampiro?
—Antes no solías hacer todas estas preguntas.
—Antes no era un vampiro.
—Así que ahora si vez la importancia de esto. —Expreso Madara caminando entre los arbustos junto al menor de los Uchiha— Bien, un vampiro muere cuando se le quita la cabeza y su cuerpo arde entre las llamas del infierno.
— ¿Así de fácil?
— ¿Qué esperabas?
—Si eso es todo ¡Espero que sufras! —Vocifero Sasuke sacando de entre su ropa un cuchillo el cual clavo en el pecho de su tío.
— ¡¿Qué rayos crees que haces Sasuke!? —Grito con enojo el mayor levantando del cuello al azabache y lanzándolo con fuerza hacia un árbol.
— ¿! Por qué Naruto está en ese maldito sótano!?
— ¡Porque me desobedeciste! ¡Les dije que tenían prohibido entrar ahí!
— ¿! Que le has hecho a Naruto!? —Grito el menor levantándose con dificultad, una gota de sangre recorría su frente. — ¡Te are pagar por lo que le has hecho!
— ¡Eso jamás pasara, te matare si es necesario! —Afirmo en un alarido al quitarse sin cuidado el cuchillo que había sido clavado en su pecho— ¡Naruto es solo mío!
Madara mostro una expresión de confusión en cuanto intento moverse su cuerpo se tambaleo, Sasuke por su parte se rio con maldad, levanto su vista hacia su objetivo preguntándole con la mirada que era lo que le pasaba a su cuerpo ¿! Porque no se movía!?
—Se que la mejor forma de matar a un vampiro sin morir en el acto o al menos sin un rasguño es inmovilizando su cuerpo. Sé que no somos humanos pero nuestro cuerpo sigue siendo uno a pesar de haber vendido nuestra alma. Cuando era pequeño mi padre antes de morir me contaba historias que siempre me parecieron ilógicas y irreales, llame a mi hermano hace una noche y le pregunte como matar a un vampiro; me dijo que la mejor forma era esta. Utilice un liquido el cual no me fue fácil preparar, lo coloco que en la punta de la daga antes de atravesarte. —Explico el Uchiha caminando hacia donde su tío recorriendo la daga que su víctima había dejado caer. —la función de esa poción es hacer que nuestro cuerpo recupere una parte humana “el dolor” ¡sentirás cada cortada! —Grito con dolor desgarrando el cuello de su tío hasta la mitad. — ¡Por la vida eterna! —Expreso mirando la mueca de dolor que mostraba su tío desgarrando por completo su cuello.
El cuerpo cayo inerte al suelo, la cabeza rodo entre el césped dejando un camino de sangre.
—Eres un maldito, pero no olvides esto. ¡Naruto es mío!
Sasuke pisoteo con toda su fuerza la cabeza parlante de su tío, después de aquella escena busco ramas, hojas y rocas con la cual hizo una fogata haciendo arder el cuerpo de su tío. Observo como poco a poco aquella carne desprendía un olor a podrido y se quemaba transformándose en ceniza, sin esperar a que los huesos se desintegraran decidió seguir su camino, hacia el sótano de la mansión Uchiha.
Cuando finalmente llego todos preguntaron por su tío, no tenía una buena excusa, había pensado en tantas pero ninguna había logrado convencerlo, en el camino se encontró con el chofer el cual lo trajo de vuelta a casa. “mi tío se ha encontrado con un amigo y a decidido quedarse con él”
Antes de realizar aquel plan, le había dicho al chofer que los recogiera en otro lugar. “No sospecharían que su adorado sobrino” todos en la mansión eran seres de la oscuridad y a decir verdad a nadie le importaba que pudiera pasar con Madara Uchiha. Luego se inventaría alguna excusa creíble, cuando encontraran los restos de su tío.
Cuando todos estaban en sus respectivas habitaciones durmiendo Sasuke se dirigió al sótano para ayudar aquel niño que había llamado su atención años atrás.
Encendió la luz molestando un poco sus ojos, el rubio parecía estar dormido, desato las cadenas que lo ataban a la cama, las mordaza y las vendas, sin querer alterarlo lo inyecto con un liquido el cual lo aria dormir unas horas más, acaricio su fina piel con cuidado recibiendo quejidos inconscientes del menor. Lo sujeto en sus brazos y lo llevo con cuidado a su recamara después de dejar todo como estaba en el sótano, acomodo al blondo en su cama para luego ir a preparar un baño de agua tibia con espuma, cuando estuvo lista baño al dormido rubio como pudo, solo con el contacto del agua el pequeño se estremeció y dormido dejo salir unas lagrimas de dolor por los golpes que evidenciaban su cuerpo, limpio con cuidado cada zona, vendo cada herida como mejor pudo, seco su cuerpo con delicadeza y o vistió sin mucha complicación. Lo acomodo bajo las mantas de su cama, para finalmente sentarse en una silla para contemplar al dormido rubio.
Ahora solo debía esperar que despertara ¿pero cuál sería su reacción?
Las horas pasaron y cuando finalmente el rubio empezaba a despertar Sasuke se levanto para preguntarle si quería algo pero a cambio lo que recibió fue a un asustado rubio que no lograba gritar. Su expresión le causaba lastima, sus ojos estaban apagados como la flama de una vela, su cuerpo estaba vendado bajo la ropa que le había puesto encima, su cuerpo estaba mucho más delgado a como lo vio la primera vez que lo compro junto a su tío como a un esclavo; pero lo que más le molestaba era saber que aquel chico ya no era humano, habían dos pequeños orificios en su cuello y una cortada bastante grande en uno de sus brazos, él no era un experto en la medicina o como tratar a una persona herida, pero había tenido que cocer la herida con unos cuantos puntos.
Acerco su mano con cuidado hacia el menor diciéndole que todo estaría bien, pero el rubio cada vez se alejaba mas susurrando el nombre de Madara con temor.
—No me temas… ¿Me recuerdas? Todo estará bien.
—No… No mas… —Lloraba apretando las sabanas de la cama mientras se alejaba como podía de aquellas manos que creía habían lastimado su cuerpo incontable veces. —¡Mátame De una buena vez! —Grito desgarrando su garganta.