Blaise frunció el ceño al escuchar esas palabras.
-¿Tu madre es muy adinerada?
-Eso no te importa-contesto con fastidio él tenía un carácter muy peculiar y podía soportar hasta cierto punto, pero nunca le había gustado que preguntaran de su madre de repente en la sala reino un gran silencio todo el mundo se había quedado completamente callado.
-Yo solo preguntaba....
-¿Por qué no te callas?-contesto con pesadez.
-Me estas mandando a callar te diré algo.....
-¿Acaso estas sorda?-le pregunto con cinismo-Te dije que te callaras me fastidia escuchar tu chillona voz
Fleur lo miro con odio mientras se paraba del sofá y salía de la sala con expresión dramática “Como todo una actriz de cuarta” pensó Blaise.
-No debiste tratar a Fleur así-dijo Ginny con enojo-¡Ella es parte de la familia tu no!
-¡¡¡Ginny!!!-le grito el señor Weasley, todos sabían lo estirada y estúpida que podía llegar a ser Fleur.
-No vuelvas a tratar Blaise así Ginny-hablo Ronald con aparente calma, ya que por dentro estaba a punto de explotar no le gustó nada en la manera en que Ginny le hablo a su novio.
-No Ronald ella tiene toda la razón no soy parte de la familia-se paró del sofá y se dirigió a la puerta-Mucho gusto en conocerlos.
Ronald salió detrás de el sin dirigirle la palabra a nadie en silencio le abrió la puerta del coche a Blaise para que este entrara, luego de minutos en silencio en el cual Blaise miraba por la ventana con fingido interés.
-Lo siento Blaise.
-¿Por qué lo sientes?
-Yo no quería que la primera vez que estuvieras con mi familia pasara algo así.
-No Ronald no te preocupes yo sé que... tal vez yo no sea el típico doncel que se queda callado cuando algo le molesta.
Ronald estaciono el carro en el borde de la solitaria carretera y respiro lentamente.
-Blaise yo te amo-pronuncio lentamente tratando de que Blaise entendiera eso.
-Yo te amo más Ronald-dijo mientras se inclinaba y lo besaba lentamente el beso se fue volviendo más intenso y cuando los dos sintieron ganas de respirar se separaron lentamente-Llévame a casa amor.
-----------------------------------------------------
La mañana era fría su plan era perfecto, se había enterado por medio de Percy de la dichosa apuesta que habían hecho Harry y Ron de conquistar a Draco y a Blaise, se sentía afortunada tenía la oportunidad que había deseado, se convertiría en la señora de Potter y nada ni nadie podría detenerla, por eso estaba frente al departamento de Lavender a esa hora de la mañana, la espero fuera hasta verla salir.
-¡Lavender querida!- le llamo cuando la vio salir del edificio.
-¿Ginny?- pregunto pasmada.- ¿Qué haces aquí?
-Vine a proponerte un trato.
-Yo no me meteré en problemas por ti.- le dijo desconfiadamente.- Estas muy equivocada si piensas que...
-Se trata de Ron.- contesto sonriendo mientras Lavender se quedaba callada.- Se que te gusta mi hermano, desde hace años.
Lavender estaba enamorada de Ron, desde que lo había visto por primera vez, en la oficina de Harry e hizo todo lo que estuviera de parte para poder conquistarlo pero el pelirrojo nunca la tomo enserio y ahora venía ese estúpido italiano llamado Blaise a quitarle lo que era suyo, ella había estado tan cerca de conquistar al pelirrojo, hasta le hizo ver que su relación con la estirada de Granger no tenía futuro.
-Habla, que tengo que hacer.
Ginny sonrió triunfal, su plan iba viento en popa.
----------------------------------------------------------
Su estómago estaba revuelto no había comido nada en todo el día, hace una semana que se sentía extraño, sin embargo estar en el jardín lo tranquilizaba. Su teléfono sonó contesto sin siquiera mirar la pantalla de su teléfono, pues sabia su madre siempre lo llamaba a esa hora de la tarde.
-¡Hola! Estaba esperando tu llamada.
-¡Buenas tardes! ¿Es usted Draco Potter?- una voz chillona le pregunto.
-Sí, el habla y disculpe ¿Quién es usted?.
-Veras Draco, no quiero parecer chismosa pero usted me agrada mucho.
-Espera, espera... ¿Quién eres?- pregunto medio enojado.
-Soy... Lavender, la secretaria de Harry ¿Podemos encontrarnos ahora en un lugar más privado?.
-Yo no se.- no era tan estúpido como para salir a encontrar a esa mujer en la calle sin siquiera saber qué tema iban a tratar, todo esto le estaba dando mala espina, pero sentía curiosidad por lo que quería decirle Lavender.- ¿Por qué no vienes a la mansión?.
-Perfecto, estoy afuera en este momento.
-Ok, les diré a los de seguridad que te dejen pasar.
Se sorprendió que al ver entrar a la mujer a la sala, estuviera con grandes gafas de sol y con una peluca negra de cabellos largos hasta la cintura. Frunció el ceño consternado, la última vez que había visto a la chica, esta tenía el pelo de color castaño, era claro que no quería que nadie supiera que ella había estado ahí.
-Siéntate por favor.- le sonrió educadamente.- Ahora, vallamos directo al grano ¿De que querías hablarme?.
-Como ya le dije antes señor Potter, no quiero parecer chismosa, pero usted de verdad me agrada mucho.- hizo un pequeño silencio, mientras ponía cara de tristeza.- Es que yo como mujer no me gustaría que me hicieran algo así.
-¿De que estas hablando?- pregunto con un nudo en la garganta.
-El otro día, escuche una conversación en la oficina.- suspiro lentamente.- Del señor Potter y el señor Wesley, junto con el señor Longbottom.......
-No entiendo, por qué vienes aquí a comentarme cosas de ellos tres, eso no tiene nada que ver conmigo.
-Te equivocas Draco, si tiene que ver contigo.- cruzo las piernas lentamente y se acomodó más en el sofá, se aclaró la garganta y dijo con voz firme.- Ellos tres hicieron una apuesta.
-¿A qué te refieres?
-Que el señor Potter hizo una apuesta con los otros dos para que ustedes se enamoraran de ellos, los trataban como si fueran juguetes a sus espaldas, todo era un plan bien elaborado. Mientras ustedes se enamoraban de ellos, ellos se reían a sus espaldas.
-¡No! estas mintiendo.- le dijo espantado, Harry no sería capaz de hacerle eso a él.
-Te equivocas, si quieres pregúntale tú mismo.
-Sal de aquí ¡AHORA MISMO!- grito enojado.
-Señor Draco, por favor no le diga a Harry que le dije esto.- se paró del sofá rápidamente y se dirigió a la puerta.
Harry no podía estar haciéndole eso a él, tenía que ser mentira él estaba seguro de que su esposo lo amaba se lo había demostrado diariamente cuando lo despertaba, lo besaba y cuando le hacía el amor, uno por uno los pensamientos fueron pasando por su mente la manera en la que Harry lo miraba con amor infinito no podía ser fingida, pero aun la duda estaba hay metida en su cabeza y si Lavender tenía razón y Harry solo fingía además esa mujer también había dicho que los tres jugaban con ellos eso quería decir que Ronald y Neville jugaban con sus dos mejores amigos tenía que saber la verdad y solo había un modo de saberlo, les preguntaría directamente en la cara de frente, se digirió a la sala tomo una chaqueta Azul marino y salió con pasos apresurados.
-Hagrid -llamo con voz ronca cuando vio al inmenso hombre dirigirse a el-Necesito que me acompañes a la compañía.
-El señor Harry dijo que no lo dejara salir-contesto amablemente.
-Es a el que quiero ir a ver-Hablo en tono autoritario sorprendiéndose a el mismo por el tono empleado.
-Está bien señorito lo llevare ahora mismo-El hombre se dirigió hacia el parqueo y a los dos minutos volvió con una Hummer negra completamente blindada, Draco subió con dificulta ese vehículo era muy grande y muy espacioso pensó perfecto para Hagrid.
-¿Le sucede algo señorito?-pregunto al ver el silencio de Draco.
-Todo está bien Hagrid.
-----------------------------------------
Se sentía completamente afortunado Neville había decidido pedirle la mano directamente a su padre expresándole todo el amor que sentía por él.
-Prefiero que el casamiento sea lo antes posible -comunico tristemente el padre de Theo, pues este sabía que a su esposa no le quedaba mucho tiempo de vida y quería que esta viera a su hijo casarse antes de morir.
-Yo pienso igual señor Nott- contesto Neville.
Theo le sonrió a su padre y le dio un abrazo bien grande.
-¿Donde esta mama?-la emoción era palpable en su voz.
-Está en su habitación -Theo asintió mientras salía del despacho de su padre y corría escaleras arriba para poder llegar a la habitación principal abrió la puerta sin tocar y corrió hacia los brazos de su madre quien lo esperaba ansiosa.
-Lo ha aceptado Mamá ahora puedo casarme con Neville.
-Lo se mi amor te lo dije Neville iba a conquistar a tu padre con ese porte tan varonil-La mujer le hablo despacio mientras acariciaba el suave cabello de su único hijo-¿De Verdad lo amas cariño?
-Desde la primera vez en que lo vi supe que fue amor a primera vista-dijo mientras se sonrojaba y escondía su rostro en el pecho de su madre.
-Amor él es un buen chico para ti. Puedo ver cuánto te ama.
-Mami Te Amo-dijo mientras abrazaba delicadamente él sabía que esos momentos con su madre se acabarían pronto pero todo estaba tan perfecto en ese momento que no quiso pensar en el futuro era tan feliz entre los brazos cálidos de su madre que pensó que nunca en su vida se había sentido de esa manera.
------------------------------------
Cuando Hagrid estaciono el coche en el estacionamiento le entraron los nervios no quería que nada de lo que le había dicho esa mujer fuera verdad, su Harry lo amaba al menos eso le decía su corazón, camino con Hagrid a su lado hasta llegar al ascensor el hombre tuvo que agacharse para poder entrar lo cual le causo risa, él se veía tan pequeño al lado de Harry pero delante de Hagrid se sentía como uno si estuviera al lado de un semi gigante, a pesar de sus cortos pensamientos la llegada al piso donde trabajaba Harry se le hizo relativamente corta, no pudo dejar de ver su desconcierto al ver a Lavender sentada como si nada hubiera pasado nada entre él y ella hace menos de una hora , con su pelo castaño Claro y su horrible sonrisa de hipócrita.
-Señor Potter cuanto tiempo sin verlo-dijo mientras miraba a Hagrid con desconfianza.
-¿Harry está adentro?.
-Si pero está ocupado-mas Draco no le hizo caso y se dirigió al despacho de su esposo, abrió la puerta con rapidez y sintió como si el alma se le iba del cuerpo Harry estaba más que cerca para su gusto de una mujer Rubia de extravagantes curvas.
-Draco-dijo sonriendo al verlo.
-Quiero hablar contigo en privado ahora-Sus ojos plateados relucían de furia y de celos.
-Claro eh... Magaly espero que me disculpes pero necesito hablar con mi esposo a solas-Le hablo educadamente a la mujer haciendo que la furia de Draco creciera todavía más, la mujer asintió y salió de la habitación tratando de hacer el menor ruido posible.
Harry se acercó a él y lo tomo en sus brazos pero cuando quiso posarle a Draco un beso en los labios este lo rechazo rotundamente apartándose de el con rudeza.
-¿Quién era esa mujer?
-Mi amor es solo una clienta-Dijo mientras trataba de acercarse al rubio en vano-Mi amor no te pongas celoso solo te amo a ti.
-No es cierto-Pronuncio mirándolo con rencor.
-¿Qué?
-Quiero hacerte una pregunta y tienes que jurarme que me contestaras con toda la verdad.
-Claro mi amor-Harry lo miro extrañado no sabía lo que le pasaba a su apasionado rubio.
-¿Tu hiciste una apuesta para conquistarme?-y Harry sintió como todo su mundo se desmoronaba.
-Draco déjame explicártelo...
-¡¡Entonces es verdad!!-grito mientras las lágrimas que había contenido todo el tiempo salían sin cesar de sus ojos.
-Si es verdad pero...
-Te odio… Te odio… Te odioooo Te odiooo!!!!-Grito desesperado-Escúchame bien Harry Potter no quiero saber nada de ti nunca más en mi vida me escuchaste.
Harry vio los ojos de Draco lleno de rencor y sufrimiento y sintió como su corazón le dolía había lastimado a su adorable rubio él lo amaba con todo su corazón, sin embargo lo había lastimado.
-Lo siento-pronuncio lentamente asiendo que Draco lo mirara con Rencor.
-No me busques más- salió del despacho dejándolo solo mientras sentía que su corazón estaba roto y que ya no sería capaz de ser el mismo, Harry lo había roto y no lo iba a perdonar nunca jamás -Hagrid llévame al aeropuerto.