Draco se quedó mirando a Theo como si le hubieran salido dos cabezas, Theodore Nott, enamorado no puede ser, pero la sonrisa cálida que este le devolvió lo hizo sentir feliz, por fin estaba con sus dos mejores amigos, vieron como los tres chicos se introducían al coche de Ronald y se marchaban sin siquiera percatarse de ellos.
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Con toda la paciencia del mundo se levantó de la cama miro a su alrededor encontrándose con Blaise y Theo todavía dormidos anoche se habían quedado hasta tarde platicando de todo un poco, pero había llegado el día en que se casaría con Harry al pensar en él se sonrojo, sabía todo lo que se había esforzado Harry en caerle bien lo trataba completamente diferente no iba a negarse lo que estaba empezando a sentir algo por el apuesto oji-verde.
Con pasos inseguros de dirigió a la ventana donde se podía contemplar el sol saliente, su subconsciente una y otra vez le decía que se había equivocado con opinión a él, sonrió lo intentaría.
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Tomo el baño más relajante que pudo con sales preparadas por su madre, cuando salió en su albornoz solo pudo escuchar la voz de Theo.
-Blaise ese color te queda perfecto -Draco lo miro para que iba a negar que el rojo pecaminoso que era el traje de Blaise era perfecto para él.
-A mí me gusta-le dijo Draco, tomo el traje Blanco inmaculado que estaba colocado cuidadosamente en un perchero, la tela era exquisita suave era perfecta para él, con ayuda de Blaise y Theo se lo coloco.
-Las lentillas- suspiro Blaise -quítate los lentes.
Draco lo miro mal odiaba las lentillas pero como era un día especial las usaría, 30 minutos después de pataleos y lloriqueos se había colocado las dichosas lentillas, alguien toco la puerta y entraron las estilistas a arreglar su cabello, colocándole un sencillo broche en el pelo y un poco de labial trasparente, las chicas estaban alucinadas, dijeron que no necesitaba nada más que se veía perfecto.
Los tres estaban listos, por el bien de todos decidieron que Blaise usaría una peluca de pelo largo castaño oscuro con un flequillo en la frente para poder tapar su cara, se mantendría en los asientos de atrás así evitaría llamar la atención.
La boda se celebraría en la mansión Potter con solo los más allegados de las dos familia, la decoración era exquisita, las flores estaban por todas partes dando un ambiente íntimo y acogedor todo estaba perfecto, la decoraron la había hecho Narcisa con esmero.
Con pasos nerviosos bajo por la escalera, ya hacía rato que Blaise y Theo habían bajado para colocarse en sus asientos, cuando Draco miro al frente se encontró con la sonrisa de su padre el cual le tendió la mano.
-Te ves hermoso esta noche Draco-Le dijo galantemente -La frente en alto un Malfoy nunca se pone nervioso.
-Si Padre -tomo el brazo que le tendía su padre y se dirigieron al lugar donde se celebraban la ceremonia, la música inundo el lugar dando aviso a su llegada, mientras Lucius lo escoltaba hacia el altar, hasta que llegaron frente a Harry el cual lo miraba pasmado.
-Cuida bien de mi hijo Harry-Le hablo Lucius a Harry fuerte y claro-Es lo más preciado que tengo así que trátalo como es debido.
-Si señor claro que lo hare-le contesto cortésmente, no podía negar que el chico era realmente hermoso, con ese traje Blanco sin esas horribles gafas y sus hermosas mejillas sonrojadas le daban el aspecto de ser lo más hermoso que hubiera existido en la tierra.
Harry tomo la mano de Draco y se colocaron frente al cura mientras Lucius tomaba asiento al lado de Narcissa.
-Estamos aquí reunidos-Hablo el cura con voz fuerte y clara-Para unir estas dos personas en sagrado matrimonio.
Después de escuchar el típico discurso dado por el cura los dos se miraron a los ojos no sabía cómo explicarlo pero se sentían emocionados como si hubieran estado esperando toda su vida ese momento.
-Draco Lucius Malfoy Black-Hablo el cura en voz alta-aceptas a Harry James Potter Evans en sagrado matrimonio para amarlo y respetarlo, en la salud y enfermedad, hasta que la muerte los separe?
-Acepto-Dijo con voz temblorosa.
-Y tu Harry James Potter Evans aceptas a Draco Lucius Malfoy Black en sagrado matrimonio para amarlo y respetarlo, en la salud y enfermedad, hasta que la muerte los separe.
-Acepto-Dijo en voz baja.
-Por el poder que me ha sido conferido los declaro Marido y Doncel Pueden besarse.
Besarse joder como había olvidado ese echo tendrían que besarse se dijo Draco, vio a cámara lenta como Harry se acercaba a él y depositaba en sus labios un tierno besos que le izo sentir miles de sensaciones causándole un sonrojo inmediato Harry lo tomo de la mano y lo guio hacia el lugar donde se celebraría la fiesta.
Para que negarlo el rubio parecía un ángel solo le faltaban las dos alas para que dijeran que era la criatura más hermosa de la tierra, en ese traje ceremonial y su hermoso cabello le caía armoniosamente por la cara haciéndolo pensar cómo se sentiría pasar sus dedos por esos cabellos tan hermoso y sus labios lo provocaban a besarlo por horas a parte el sonrojo tan tierno que tenía Su rubio, si Su rubio ahora era Su rubio y estaba dispuesto a enamorarlo y no por esa dichosa apuesta sino porque le gustaba.
-¿Estas nervioso?- le pregunto galantemente.
-Si -Respondió para que iba a mentirle.
Harry lo guio hasta los asientos ceremoniales y educadamente le movió la silla para que se sentara y después tomo asiento él.
-No debes temer- Le susurro despacio al oído-Yo estoy a tu lado Draco.
El ojo-plata solo bajo la cabeza y se sonrojo todavía más.
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-Disculpa no quise-dijo mientras trataba de limpiar la bebida derramada del traje ceremonial del chico.
-No pasa nada yo tampoco te vi venir -Hablo algo enfadado su traje rojo pasión se había arruinado completamente-Si me disculpas.
-Espera nos hemos visto verdad.
-¿Qué? -Pregunto incrédulo.
-Creo que no nos presentaron bien ese día-suspiro el chico se le estaba haciendo el difícil o acaso estaba enojado.
-si me disculpas tengo que irme a cambiar.
-Espera me gustaría invitarte a salir ya sabes para disculparme por haber arruinado tu traje.
-La verdad hoy no estoy de humor -Este pelirrojo lo sacaba de sus casillas quien se creía primero le dañaba su hermoso traje de diseñador y ahora le invitaba a salir.
-Mi nombre es Ronald Weasley Por favor acepta mis disculpas-dijo siguiendo al chico el cual lo estaba ignorando y se dirigió a una pequeña fuente que había en el jardín, si había derramado esa bebida a propósito encima del chico.
-¿Qué haces siguiéndome? no lo hagas, odio que me sigan-dijo de mal humor.
-Siento haberte molestado -su cara se tornó roja y dio media vuelta.
-Blaise-Le dijo cuando vio que el chico se iba a marchar-mi nombre es Blaise y si me gustaría salir contigo otro día.
Ron dio la vuelta con una gran sonrisa.
-¿Puedo hacerte compañía?
-mmmm la verdad es que estaba empezando aburrirme así que está bien-dijo sonriendo tímidamente.
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-Disculpa un jugo de naranja por favor -Le dijo al barman que estaba sirviendo bebida, el cual lo miro seductoramente.
-Claro preciosura- le contesto este.
-Un whisky por favor -hablo una voz varonil a sus espaldas.
-Aquí tienes preciosura-le paso la bebida a Theo, y se fue a servirle el whisky al otro hombre.
Cuando se dio la vuelta grande fue su sorpresa al encontrarse con el chico del otro día.
-Neville longbottom -Susurro sin darse cuenta.
-Dijiste mi nombre?-Neville arrugo el ceño.
-No, digo si -dijo mientras se sonrojaba.
-Aquí está su bebida -los interrumpió el barman, Neville asintió y tomo su bebida.
-¿Te gustaría hacerme compañía?-le pregunto al chico que estaba con las mejillas sonrojada y lo miraba con un brillo extraño en los ojos.
-Si -Contesto mientras le daba una tímida sonrisa.
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Se dirigió a la oficina de su jefe con pasos apresurados ya era de noche y quería irse a su casa pero conociendo bien a su jefe tardaría más en poder irse.
-Señor unos hombres dicen que necesitan hablar con usted-dijo sumisamente no vaya a ser que su jefe se enoje o algo parecido.
-Diles… que… estoy… ocupado-le respondió entrecortadamente mientras se arrimaba en la mesa y succionaba una raya de cocaína.
-Señor Greyback dicen ser policías-lo miro suplicante.
-¿Qué? ¿Por qué no lo habías dicho antes?-rápidamente recogió todo de su escritorio y lo escondió en una de las gavetas -Seguro que son noticias de Blaise, te juro que cuando lo tenga en mis manos le daré unas cuantas nalgadas que bien merecida las tiene.
-Si señor usted tiene toda la razón ese chiquillo malcriado solo trae problemas.
GreyBack sonrió con cinismo.
-Peter Pettigrew -miro a su fiel secretario-Te lo daré como regalo, claro después de que yo haya hecho todo lo que desee con él, ese chico necesita a alguien que lo ponga en cintura y tú eres perfecto para eso.
-Ohh señor, usted es tan bueno-Su voz chillona resonó por todo el despacho.
-Ahora Peter diles a esos policías que pasen-de inmediatamente salió el regordete hombre del despacho y a los dos minutos volvió con dos hombres, Greyback les sonrió con cinismo a esos dos los conocía muy bien.
-¿Y encontraron al chico?-Pregunto ansioso.
-Veras GreyBack no hemos venido aquí por tu capricho por el chico Zabini-dijo el más bajo de los dos.
-habla Mundungus y tú también Bertham -El hombre más alto sonrió.
-Esto lo dejaron frente al ministerio de justicia-saco de su maletín unas cuantas hojas las cual GreyBack tomo y analizo con cuidado-Tienes un enemigo uno que te vigila muy bien.
-De eso ya me di cuenta-dijo furioso.
-Nos tienes que dar más dinero, salvamos de que esto llega a otras manos-Sonrió Mundungus dinero, dinero eso movía su mundo.
-Está bien les daré más dinero-su furia era primitiva-¡Estoy seguro que Blaise tiene algo que ver con esto cuando encuentre a ese chico sabrá quién soy yo!
El grito furioso resonó en todo el despacho le iría muy mal a ese mocoso si tenía algo que ver con esto pensó furioso.