En un enorme parque lleno de árboles y áreas verdes, se encontraban dos chicos sobre una cobija a cuadros de colores azul cielo y blanco. Justo sobre ella había una canasta de picnic junto con copas y todo tipo de comida.
-Sasuke- dijo el rubio que se encontraba recostado sobre las piernas de su novio. Observaba las diferentes formas de las nubes mientras que el azabache acariciaba sus hebras doradas.
-dime- seco, igual que siempre... le encantaba.
-me gusta esto-
-a mi me gusta más Naru- se acercó y le dio un beso en la boca, fue un casto pero muy significativo beso. -me encantaría hacer esto todos los días-
-a mi igual- el rubio se llevó una uva a la boca y le puso una al azabache en la boca.
-podemos hacerlo, ¿sabías?-
-¿ah si?, ¿cómo?-
-... quiero saber... ¿aceptarías poner esto en tu dedo?- sacó una pequeña caja de su bolsillo y se la entregó al rubio. Naruto la tomó entre sus dedos y la abrió dejando ver un enorme anillo de oro con un gigantesco diamante brillando en el.
-oh... ¡SII!-
-¿en serio?- el azabache lo abrazó y lo besó.
<<PIIIIP PIIIIP PIIIIP PIIIIP>>
Naruto abrió sus ojos de golpe al escuchar la alarma del reloj que tenía en la cabecera.
-¡demonios!- gritó. -¡me gustaba mi sueño!- bajó de la cama y aún con la pijama encima abrió la puerta de su cuarto buscando las noticias de la escuela, lo único que encontró fue a una enorme multitud de chicos y chicas de su escuela. -... ¿qué hacen en mi puerta?- dijo sin mucha gracia.
-mmm nos dijeron que estuvieramos aquí... que era importante- dijo una chica de cabello negro.
-aaah... de acuerdo...- se metió lentamente a su habitación y cerró con cuidado la puerta. -...¡el mundo se está volviendo loco!- gritó mientras corría al baño y se daba una ducha rápida. Se vistió lo más rápido que pudo mientras trataba de darle forma a su cabello y no parecer un extraño en esa escuela. -de acuerdo, aquí voy- abrió la puerta y el doble de gente se encontraba ahí. -oigan... ¿qué hacen aquí?-
-nadie sabe, solo nos llamaron-
-... de acuerdo, bueno... yo me voy- colocó el cerrojo a su puerta y salió de ahí pasando entre la gente. luego de unos minutos entre la multitud se cansó de tratar de salir, al parecer toda la escuela estaba ahí. -rayos- decidió regresar a su habitación.
Sasuke estaba bajando de su auto justo al frente de la escuela de Naruto, ese día sería la segunda cinta oficial con su rubio. Le permitieron la entrada a la escuela al notar quien era por lo que caminó hasta donde se suponía estaba la habitación de su novio.
-¿pero qué...?- dijo cuando subió las enormes escaleras de marmol, había una enorme bola de chicos y chicas en el pasillo. Trató de caminar entre ellos, era casi imposible pero aún así trataba. De pronto, lo vio, su rubio estaba pegado a una ventana.
-Dios, me estoy sofocando- dijo el rubio mientras se trataba de abrir paso hacia la ventana más cercana que tenía, finalmente después de algunos empujones lo logró. Nunca notó los ojos ónix que lo veían.
-Naruto- dijo Sasuke mientras se abría paso rápido para llegar a donde estaba su novio. -¡Naruto!- el rubio escuchó la voz de su novio a lo lejos por lo que volteó a buscarlo.
-¡¿Sasuke?!- gritó emocionado al verlo llegar. Saltó a sus brazos y le dio un enorme beso en su boca. -te extrañé mucho- se refugió en sus brazos oliendo ese delicioso aroma de hombre.
-yo te extrañé mucho más- lo besó nuevamente. Así estuvieron pocos segundos hasta que a lo lejos se escuchó un grito.
-¡¡¡AAAAAAAHHH!!!- había sido un doncel, todos voltearon y se encontraron con un enorme charco de sangre que salía de su cuello. De inmediato todos comenzaron a gritar. y a correr por todos lados empujando a todos aquellos que se ponían en sus caminos, no importaba si era mujer o doncel.
-¿qué está pasando?- dijo Naruto a uno de los chicos que comenzaban a correr.
-mataron a un estudiante- dijo, después siguió corriendo.
-oh no... ¡vamos al cuarto!- El rubio trató de correr hacia el otro lado del pasillo pero los estudiantes corriendo y empujando frente a el no le permitieron el paso, algunos incluso lo golpearon cuando trató de pasar.
-mejor vamos al auto- Sasuke lo tomó entre sus brazos y lo guió a las escaleras, lo que se encontró fue algo atemorizante. Chicos y chicas en el suelo sangrando, las ventanas estaban rotas al igual que los muebles que habían en los pasillos. Todos temían por sus vidas. -Vamos Naruto- Sasuke bajó mientras protegía a su novio entre sus brazos y el barandal.
-muy bien, el primer paso está hecho- dijo Fugaku mientras veía desde la reja de entrada cómo todos salían corriendo y hacían un desastre. -paso dos- tomó una pistola con silenciador y apuntó a las llantas del auto de su hijo.
Sasuke y Naruto salieron corriendo del edificio, se dirigieron directo al auto, cuando llegaron se dieron cuenta de que todos los neumáticos estaban destrozados.
-¡¿qué demonios?!- dijo Sasuke mientras se agachaba.
-Sasuke, esto no me está gustando- dijo el rubio al ver que la calle estaba vacía y la atención de los guardias estaba en el disturbio interior.
-no te preocupes amor, entra al auto- le abrió la puerta al rubio, después de que este se subió la cerró.
Naruto entró al auto y sintió los cómodos asientos de cuero. Volteó la vista a la ventana buscando a Sasuke. No lo encontró.
-¿Sasuke?- dijo mientras bajaba poco la ventanilla. De pronto, algo impactó contra el parabrisas del auto rompiéndolo en miles de pedazos. -¡¡¡AAAAAAAAAGHHH!!!- gritó Sasuke al sentir esos cristales incrustándose en su piel.
-¡Sasuke!- Naruto abrió la puerta pero inmediatamente alguien la empujó por fuera dejándolo encerrado.
-de aquí no sales nene- una voz escalofriante habló. Volteó y se encontró con un hombre algo mayor de cabello café y piel canela.
-¿quién es usted?- dijo con temor.
-soy tu suegro nene- soltó una risa malévola después de eso. -llévenselos- Unos hombres aparecieron vestidos de negro y engancharon el auto a un autobus que había pocos metros adelante, uno que extrañamente había aparecido ahí sin que Naruto se diera cuenta.
-¿Sasuke?- dijo en voz baja al ver que los hombres tenían enormes armas de fuego. El azabache volteó su cara y se encontró con el rubio asustado.
-tranquilo, todo estará bien- con un esfuerzo supremo entró por el parabrisas al auto cortándose las manos con el cristal roto en el tablero. -todo estará perfecto- lo abrazó sintiendo cómo su espalda escocía.
-vamos con Orochimaru- dijo Fugaku al conductor del camión.