Es muy extraño la forma en la que las cosas se dan. Tomemos como ejemplo a Sasuke Uchiha, el chico siempre fue despreciado por su padre, y sobreprotegido por su madre. Un hermano tenía, lo que podía tomar como apoyo se volvió insoportable de un momento a otro, descubrió que se drogaba en su habitación y violaba a las y los sirvientes de la casa. Su padre alcohólico y su madre abnegada, una vida ideal para un chico así, nunca buscó problemas con nadie, pero, ¿qué es lo que ha ganado?...
-Sakura... yo, quiero preguntarte algo- dijo un azabache blanco de ojos negros, era un hombre muy guapo.
-dime amor-
-yo... eh- volteó a todos lados, nadie en el restaurant lo estaba viendo, sus mejillas tomaron un tono carmesí cuando sintió una pequeña caja en la bolsa de su saco. La tomó y la sacó. -me harías el honor de, ¿convertirte en mi esposa?- abrió la pequeña caja, adentro había un enorme anillo con diamantes y esmeraldas incrustadas.
La chica observó el anillo.
-... Sasuke... hay halgo que quiero comentarte-
-Sakura, por favor, no me dejes sin una respuesta, por favor contestame- el azabache se comenzó a poner nervioso, llevaba meses planeando la proposición a su novia, esto no estaba en sus planes.
-yo... quiero terminar contigo Sasuke, mañana me marcho de la ciudad... lo lamento- la chica se levantó de la silla y tomó su abrigo de piel, Sasuke se quedó observando al silla vacía. Una solitaria lágrima salió de su ojo derecho. Una opresión se comenzó a sentir en su pecho que lo embargó por completo en pocos segundos.
-... ¡¡¡AAAAAH!!!-
Sasuke abrió los ojos y se encontró gritando en medio de una habitación pintada de color blanco. Tenía una luz molesta sobre su cara, en sus brazos tenía conectados diferentes cables y el abdomen bendado.
-¿¡donde estoy!?- preguntó a la enfermera que estaba atendiéndole en el momento. La tomó del vestido y la atrajo a el para sarandearla.
-¡aaah!- la mujer se soltó y salió corriendo hacia cualquier doctor que se encontrara en el pasillo, era su primer día y el único paciente al que atendía estallaba de esa manera, buena forma de iniciar.
Naruto estaba platicando con Kiba y Neji en la sala de emergencias sobre la escuela.
-chicos, ¿qué es lo que vamos a hacer cuando entremos a clases?, si Sasuke no despierta perderá el año entero- dijo el rubio mientras tomaba un sorbo de café. Kiba, que estaba a su lado lo observó y dijo.
-no creo que les preocupe mucho a su madre y hermano, el va tres años adelantado, de hecho ahora es su último año-
-... vaya, no lo habría imaginado de el-
-aunque no lo creas no todo el tiempo es un cretino jajaja- de pronto, en los altavoces del hospital se escuchó. "familiares de Sasuke Uchiha favor de acercarse a ventanilla". Los tres corrieron, tanto Mikoto como Itachi estaban en casa tomando una muy merecida siesta para después volver a cuidar al menor.
-¡nosotros somos sus parientes!- gritó el rubio que corría tratando de no tirar su bebida, atrás de el iban Kiba y Neji.
-el paciente ha despertado y exige ver a su madre-
-... mmm- el rubio volteó a ver a Kiba, este solo le lanzó una mirada de cómplice. -mi eeh, mi tía Mikoto está en casa durmiendo, pero yo soy su primo... quizás pueda tranquilizarlo- dijo el rubio.
-... usted no se parece en nada al señor Uchiha-
El rubio se puso serio.
-mi padre tuvo una aventura con una prostituta rubia y de ojos azules-
-... claro, pase por aquí- la mujer lo guió por un pasillo largo hasta que llegaron a la habitación 326. La puerta estaba abierta y solo se podía ver a un azabache recostado en la cama tratando de salir de ahí.
-no es recomendable que te muevas- dijo el rubio mientras entraba a la habitación. Sasuke se sobresaltó al ver a Naruto ahí.
-¡quiero ver a mi madre!-
-y yo quiero que guardes silencio Sasuke- el rubio caminó y se sentó a los pies de la cama del azabache.
-¿qué estás haciendo aquí?- el azabache se mostró molesto.
-... ¿te molesta que venga a verte?-
-si, y mucho-
-pues me vale un reverendo pepino, yo fui el que te trajo, sin contar que el que debería estar molesto soy yo-
-¡¿tu por qué?!-
-si mal no recuerdo el estúpido en la cena fuiste tu, no yo-
-pero fui a disculparme contigo, y ni caso me hiciste-
-es verdad, lo lamento tanto, lamento haber tenido una cita ese día y que llegaras en el momento menos oportuno, sin contar que seguía muy enojado contigo-
-... ¿seguías?, ¿ya no lo estás?- Sasuke cambió su semblante por uno más tranquilo.
-es verdad Sasuke, ya no lo estoy- el azabache sonrió, Naruto se sintió avergonzado al verlo sonreír, era tan guapo para sus ojos.
-¿me darías otra oportunidad?-
-¿por qué habría de hacerlo?-
-porque yo se que te gusto, sin contar que tu a mi me gustas-
-también sacando del tema el que nuestros hijos serían perfectos-
-jajajaja, cierto-
-Fugaku, ¿estás seguro de lo que me estás pidiendo?- dijo Orochimaru mientras tomaba algunos papeles en sus manos.
-por supuesto Orochimaru, necesito vengarme de Sasuke, y eso solo lo lograré recuperando la fuerza que tenía antes-
-pero te lo advierto, esto es magia muy antigua y poderosa, y ese poder tiene un precio-
-¿cual es el precio?-
-tu alma-
-... acepto-
-Deidara, aah si- gemía un chico pelirrojo en el interior de una enorme habitación victoriana.
-si, si Sasori, así por favor-
-ah ah ¡aaaahh!- gimió el mayor corriéndose dentro del rubio, Deidara al sentir esto igualmente soltó su semilla en el estómago de ambos. Volteó a ver las ventanas y se encontraban empañadas. Sasori salió de su interior y se acostó a su lado.
-te amo Deidara-
-yo te amo más- lo besó.
Así es, son muy extrañas las formas en las que las cosas se dan, están aquellos a los que la vida los ha tratado bien, y aquellos a los que la vida les ha dado patadas a más no poder, ¿quién podría imaginar que todo eso, está a punto de cambiar?.