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Recuérdame por onepiecelove

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Notas del capitulo:

Hola! Onepiecelove está aquí reportándose y trayendo un nuevo capítulo. Siento la tardanza.Y pues...Adelante con el capítulo!

 

 

 

Se había atrevido, lo hizo, había besado a Law.

 

¿Qué era eso que sentía desbordar de su pecho? Era como una macedonia de emociones, como un hilo el cual no podía ser desenmarañado por nadie.

 

Pero no es que fuese algo malo ¿O sí? Puede puesto que estaba en una relación con otra persona.

 

Un sentimiento de nostalgia invadió su cuerpo, algo le decía que lo que había hecho era prácticamente imposible y que tuvo mucha suerte. Al rato sintió lágrimas recorrer sus mejillas cayendo una de ellas sobre el rostro de la persona que yacía frente de él. Se secó las lágrimas con el dorso de la mano y se fue lo más rápido que pudo pero guardando el silencio sepulcral de la casa.

 

Se acostó en el sofá tapándose de pies a cabeza con la sábana. Se llevó los dedos a sus labios apenas rozándolos provocando cosquillas en la zona tocada. Y recordando el tacto de los labios ajenos, Luffy cayó en los brazos de Morfeo.

 

A la mañana siguiente Law despertaría encontrándose con una nota sobre su mesita de noche.

 

 

 

 

 

 

“ Muchas gracias por dejarme quedar en tu casa. Tenía algo que hacer en cuanto saliese el sol por eso me fui tan temprano. Siento no agradecerte en persona, te lo compensaré invitándote a un café ¿te parece bien?

 

Nos vemos,

Luffy”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

…..............................

 

Tal vez eso era lo mejor, aunque se hiciese el dormido la noche anterior, no sabía cómo mirarlo a la cara. ¿Cómo debería actuar a partir de ahora? Obviamente con normalidad....o al menos lo intentaría.

 

Por cierto, hoy tenía que salir así que se vistió y al abrir la puerta Cora-san estaba fue con una cara de cabreo que no era ni normal.

 

…...........

 

…..........

 

…..........

-Ya estoy en casa~

 

Obviamente no tenía nada que hacer en cuanto saliese el sol, pero sí era verdad que tenía algo que hacer.

 

Tiró las llaves sobre el recibidor y dejó caer su mochila al suelo liberando sus hombros del peso de ésta.

 

-¡Luffy, HAS REGRESADO!

 

Ace salía de la sala de estar para recibir a su hermanito.

 

-Pensaba que no estarías aquí hasta dentro de unos cuantos días.

-Ya...y yo. Law tenía cosas que hacer por lo que volvimos pronto.

-Ya veo. Y tú...¿cómo estás?

-Bien. Voy a mi cuarto. Por cierto, allí hay ropa sucia -dijo señalando su mochila.

-¿Te crees que soy tu criado o algo?

-¡Muchas gracias!

 

Se detuvo en mitad de las escaleras.

 

-Ace.

-Dime.

-¿Cómo sabías que no iba a funcionar?

-Funcionar ¿el qué?

-Nada, olvídalo.

 

El pecoso quedó muy confundido. No le dio importancia, cogió la mochila y fue a hacer la colada.

 

.

..

..

.

 

“Tenemos que hablar. Dime cuando puedes y a qué hora.

 

Luffy”

 

 

Dejó su móvil sobre su cama y al rato escuchó el sonido que avisaba que tenía un nuevo mensaje en el buzón de entrada.

 

¡Muy rápido!

 

Hancock ya le había contestado.

 

“Me alegro mucho que ya estés de vuelta en casa, mi amor. ¿Te parece bien dentro de hora y media en frente d ella estación de autobuses?

 

Besos, Hancock”

 

Le contestó con un simple “Nos vemos allí” y a los tres segundos recibió un mensaje pero pasó de leerlo.

 

Le costaba respirar y tuvo un pequeño mareo. Con una de sus mano se su frente, se sentó sobre la cama. Haciendo onigiris para alguien muy especial, varias tardes perdidas en un despacho de un ¿hospital?, una fiesta....Y Law en ella. Eran imágenes, nuevas imágenes que no había visto.

 

.

..

….

..

.

 

-¡LUFFY!

 

Hancock estaba esperándolo, corrió y se abalanzó sobre él. Después de estrujarlo contra sus pechos, le dio varios besos por toda la cara acabando en los labios del menor.

 

-Vayamos a ese Sturbucks. Hay un café nuevo que me gustaría probar, seguro que a ti también te gusta, Luffy.

-¡Ah! Pero...

-Venga, que hay mucha gente.

-V-vale...

 

Después de unas dos horas en aquel lugar, Boa Hancock quiso dar un paseo. Luego del paseo se lo llevó a comer.

 

-En el museo hay una exposición de la mitología griega.

 

Hancock realmente disfrutó de aquella exposición. La tarde llegó y aún no había dicho nada de lo que quería, parecía como que ella estaba haciendo lo posible para no dejarlo hablar.

 

-Ven, vamos a ver esa tienda de ahí.

 

Le cogió del brazo y lo guió a saber Dios dónde.

 

-Mira ¿No crees que es hermoso? Me gustaría llevarlo algún día...no muy lejano.

 

Era una tienda de vestidos de novia. El escaparate mostraba un vestido de color blanco puro. Era vestido palabra de honor con una gran cola. Un gran nudo del tamaño de la cola del vestido se formó en su garganta. No podía seguir, tenía que decírselo.

 

-Hancock, creo que es mejor corrtar.

-¿Eh? ¿Cortar qué? ¿La cola del vestido? ¿Te parece larga? A mí me parece la longitud ideal.

-No me refiero a la cola del vestido...Hancock, me refiero a nuestra relación como pareja.

-¿P-pero qué dices, Luffy? Si nuestra relación va viento en popa -se dio la vuelta para mostrarle una sonrisa fingida.

-Sabes que no es así, no está funcionando y no creo que nos lleve a ningún lado. Hancock, entiénde-

-¡NO! LUFFY, VAMOS A CONTINUAR TAL Y COMO LO HEMOS HECHO HASTA AHORA...Verás cómo todo se soluciona, te enamorará más de mí y puede que algún día tú y yo -se volteó a mirar el vestido otra vez.

-¡Hancock, recapacita! No puedes obligarme a seguir contigo...Me he dado cuenta que te quiero, pero te quiero a igual que a todos mis amigos y no puedo fingir que siento amor cuando no es así. Hancock...- estaba llorando y miraba el suelo -Entiéndeme por favor yo...

-Mentiroso....

-...

-Mentiroso. TÚ NO LO HACES PORQUE HAYAS LLEGADO A LA CONCLUSIÓN DE QUE ME QUIERES COMO A UNA AMIGA, TÚ QUIERES LIBRARTE DE MÍ PARA PODER REVOLCARTE CON TRAFALGAR LIBREMENTE.

 

Gracias a Dios que estaban lo suficientemente lejos de la avenida principal y no había gente para ser espectadores de eso. Pero si esto seguía así puede que atraigan a las masas.

 

-¿Qué? No, no es así.

-TÚ PREFIERES A TRAFALGAR ANTES QUE A M.Í. YO QUE TE HE DADO AMOR, EN CAMBIO ÉL, SÓLO DESPRECIO.

-¿De qué estás hablando, Hancock?

 

Se secó las lágrimas con ambos dorsos de la mano y le dirigió una mirada de odio a Luffy, era la primera vez que lo miraba así. Bueno, puede que antes haya sido mirado de esa manera pero él no lo recordaba.

 

-Tú amas a Trafalgar. Venga, dilo.

-No, espera. Creo que estás equivocada.

-DÍMELO, DIME QUE LO AMAS. VAMOS, ¿A QUÉ ESPERAS? ¡DILO!

 

Cayó en su juego.

 

-SÍ, ME HE ENAMORADO DE LAW Y ES POR ESO QUE NO PUEDO CONTINUAR CONTIGO. No puedo hacerlo – estaba llorando, lágrimas bajaban lentamente por sus mejillas -No puedo seguir contigo mientras estoy pensando en otra persona. No sería justo para ti. Eres buena persona, no te merecerías eso. Espero que puedas perdonarme y...volver a ser amigos.

 

Recibió una fuerte bofetada.

 

-Si tan buena persona creías que era, no haberme hecho pasar por esto. Yo, que me había esforzado tanto en hacerte feliz, una mujer tan hermosa con un cuerpo envidiable, he sido rechazada una vez más por la misma persona. Eres despreciable, no mereces mi amor. Olvídate de ser perdonado y mucho menos de ser amigos.

 

Hancock dejó a Luffy. Sacó su móvil de su bolso y llamó a su hermana.

 

-Sandersonia.

-¡Hermana! ¿Estás llorando?

-Os necesito, a ti y a Marigold.

 

 

Luffy seguía de pie, totalmente quieto. El gran escozor en su mejilla no era lo que le dolía, lo que le dolía en verdad era ver llorar a la otra mujer. Lo mejor era irse a casa, sí. Cuando levantó la cabeza se dio cuenta que no era el único en el lugar. Allí, en frente de él, estaba el principal causante de la ruptura de la pareja.

 

….

…..

…...

…..

….

...

 

La ciudad era grande, ¿Cómo era posible haber acabado en frente de él? EL caminar sin rumbo para perderse podía hacer que dos personas se encuentren. En cualquier otra ocasión hubiera sido lo ideal  pero en ese momento quería que la tierra se lo tragase.

 

Horas antes

 

-Law, maldito. Me has tenido preocupado.

 

Unos diez minutos después de que Corazón le haya explicado una y mil veces que no podía desaparecer de esa manera cuando una persona llegaría para quedarse unos días en su casa, prosiguió con decirle que gracias a él tuvo que buscarse una habitación de un hotel y que acabó por alojarse en una suite – Law no veía nada malo con eso -. Al final le preguntó dónde estuvo y que qué tal estaba.

 

-Cora-san...Tengo algo que contarte.

-¿Me vas a devolver el dinero que perdí con mi alojamiento en ese hotel?

-No seas estúpido, no voy a pagar nada.

-Bueno, dime de qué quieres hablar.

-Es algo muy personal...Y embarazoso.

 

¿Se estaba poniendo nervioso? ¡Pero si le estaban sudando las manos y no podía mirar a Corazón a la cara!

 

El rubio observaba a su hijo y conocía ese comportamiento, él estaba igual el día en el que se confesó a su fallecida esposa. Sonrió, una sonrisa que era un mezcla de tristeza y felicidad: tristeza porque se podría decir que Law ha experimentado algo que no lo había hecho hasta ahora, había crecido en su plenitud. Y felicidad porque era lo que necesitaba y así no acabaría solo pero el problema era la otra persona.

 

-Te has enamorado de Luffy, ¿verdad?

 

¿Qué pasaría cuando recuperase la memoria?

 

Law asintió y comenzó a hablar.

 

.

.

.

 

Eso sí que era flipante, pocas veces lo había visto llorar y ninguna vez fue por amor. Era comprensible: Luffy estaba saliendo con otra persona por lo que un amor era imposible porque ni se acordaba del amor que tenía hacia Law y si se llegase a enterar que Law podría decirse que es el causante de la pérdida de su memoria... Probablemente Luffy no se lo tomaría muy bien.

 

 

Decidió invitar a Law a comer a ver si así le quitaba un poco esa cara larga que llevaba, Es cierto que nunca llevaba una radiante cara de felicidad extrema pero tampoco era una cara de haber perdido a tu perrito en un accidente, por ejemplo. Su cara mas bien era de asco al mundo, y Corazón prefería esa cara a la cara de tonto que tenía en ese momento.

 

-Law, ¿quieres comer un bocadillo?-

 

“A ver si reacciona”

 

.Vale...lo que quieras -le sonrió con una triste sonrisa.

 

“¿Quién cojones era ese tipo que tenía delante? Law, definitivamente no era. Si fuese su Law, le habría mandado a la mierda por haberle ofrecido pan. PAN”

 

-Eeee...Mejor comamos otra cosa-

 

Menudo bajón había pillado Law. Parecía un mundo alternativo en donde las personas tienen personalidades distintas.

 

 

Corazón se pasó el día intentando animarlo pero es que no podía decirle tranquilamente “No te preocupes si Luffy recupera su memoria, estaba tan enamorado que dejará pasar el que lo hayas echado de su casa” Eso no era nada creíble.

 

-Law, yo tengo que irme. Cuando llegue te llamo.

-Está bien.

-Espero que contestes, mocoso.

-Lo haré. Es raro que cojas el tren.

-Ya, pero ya que estamos aquí. Law, no le des vueltas a la cabeza con ese asunto.

-Lo intentaré.

-El tren ha llegado. Me voy, cuídate.

-Y tú.

 

Después de eso, Law comenzó a caminar sin prestar atención a dónde iba. Los gritos acompañados de llanto le hicieron volver a la realidad. Delante de él tenía a Boa Hancock y a Mugiwara-ya.

 

-DÍMELO, DIME QUE LO AMAS. VAMOS, ¿A QUÉ ESPERAS? ¡DILO!

 

-SÍ, ME HE ENAMORADO DE LAW Y ES POR ESO QUE NO PUEDO CONTINUAR CONTIGO. No puedo hacerlo – estaba...¿llorando? -No puedo seguir contigo mientras estoy pensando en otra persona. No sería justo para ti. Eres buena persona, no te merecerías eso. Espero que puedas perdonarme y...volver a ser amigos.

 

Escuchó la fuerte bofetada que recibió el otro, eso debía doler.

 

-Si tan buena persona creías que era, no haberme hecho pasar por esto. Yo, que me había esforzado tanto en hacerte feliz, una mujer tan hermosa con un cuerpo envidiable, he sido rechazada una vez más por la misma persona. Eres despreciable, no mereces mi amor. Olvídate de ser perdonado y mucho menos de ser amigos.

 

Aquella mujer se fue y Luffy no se movió para nada.

¿Qué fue lo que escuchó?

 

No podía ser cierto.

 

No tendría que haber escuchado nada. Pero sentía su corazón palpitar como loco y se sentía ¿Feliz?

 

-¿Eh?

 

Mierda. Lo había visto.

 

-Law, ¿eres tú?

 

¿Eso era Luffy o un tío que llevaba una máscara roja, muy roja?

 

-Soy yo.

-¿C-cu-cuánto has escuchado?

-Creo que...lo suficiente.

-Dios -se volteó para darle la espalda al ojeroso -Tierra trágame, por favor...

 

No era un silencio incómodo, era muy, muy incómodo.

 

-Luffy yo...

-¡NO DIGAS NADA! Por favor...Sólo olvida todo lo que escuchaste. Bueno, tengo que irme.

 

Pero Luffy fue sujetado por el brazo.

 

-Déjame ir.

 

Luffy hacía lo posible para liberarse del agarre pero el condenado doctor tenía mucha fuerza.

 

-Me he enamorado de ti.

 

¿Por qué se ponía a llorar?

 

-Luffy mírame.

 

No quería que lo viese llorar, se negó con la cabeza mas fue en vano ya que el otro lo giró.

 

-Me he enamorado de ti.

 

Luffy se sorprendió de sobremanera. Se suponía que que iba a guardarse ese secreto hasta quién sabe cuándo pero la confesión de Trafalgar Law era demasiado como para no abrir la boca.

 

-Y...yo de ti.

 

Law acarició la mejilla del otro secándole la lágrima que descendía. Acercaba su rostro con lentitud, esta vez no dejaría al otro escapar. Se fundieron en un beso, uno lleno de sentimientos, uno que necesitaban, un beso cálido y lleno de ternura.

 

-¿Por qué sigues llorando?

-¡No lo sé, simplemente no puedo parar!

 

Fue abrazado por Law. Le encantaba el olor de Law. También lo abrazó.

 

-No sabes cuánto necesitaba yo esto.

 

 

-Oh, vaya – esa voz -¡Cuánto tiempo!

 

Law, que aún no había visto al dueño de esas palabras, puso un mala cara. Soltó al sonrojado Luffy y se dio la vuelta para encontrarse con Eustass Kid.

 

-¿Cómo estáis?

-B-bien -contestó Luffy

-Te había echado de menos, Luffy.

-Amm...Que..¡Qué sorpresa tú por aquí!

-No vivo muy lejos de aquí y salí a que me diese un poco el aire.¿Te vienes a tomar algo? Conozco un bar aquí cerca que está muy bien y creo que te gustará.

-Lo siento pero Luffy no puede ir, tiene algo que hacer. Con tu permiso.

 

Law cogió a Luffy de la mano y se esfumaron de la vista del pelirrojo que sonrió con malicia.

 

-Así que Luffy, ¿Eh? ¿Dónde quedó el “Mugiwara-ya?

 

Kid había sido un espectador de todo el show, lo había visto absolutamente todo.

 

 

 

 

 

 

-Ten cuidado con ese tipo.

-No creo que tenga que hacerlo.

-Créeme, intenta algo.

-Está bien pero creo que exageras.

-Lo que sea.

-Oye, sobre lo nuestro...¿Somos pareja?

Law esbozó una sonrisa -Sólo sí tú quieres.

-Por supuesto que sí. Pero...de alguna manera me preocupa lo que digan los demás...y más ahora que acabo de romper con Hancock.

-Lo mantendremos en secreto, ¿te parece?

-Está bien.

-Además, parece excitante.

 

Ambos se miraron y sonrieron.

 

…....

…....

…....

…...

 

 

Ya desde hacía un mes desde que Law y Luffy se habían convertido en amantes secretos. Luffy se pasaba por casa de Law de vez en cuando, en realidad, todos los días. Solamente quería verlo y era lo que hacía y al otro no parecía importarle.

Un mes, un jodido mes desde que Luffy iba a su casa y éste iba recuperando su apetito habitual, el de siempre. Se había quedado sin suministros ya, lo que significaba que tenía que hacer la compra. Llamó a Luffy y quedaron delante de un supermercado. Nunca antes ir de compras fue tan divertido.

 

 

Estaban en casa de Law otra vez. Y a era una costumbre acabar en su casa. Estaban solos, los dos se amaban. Estaban solos.

 

En casa de Law.

 

Solos.

 

Solos.

 

La palabra “solos” no paraba de dar vueltas en la cabeza de Luffy que parecía una tetera a punto de echar vapor por las orejas. Hace un par de días vio un programa en la televisión en el que hablaron maravillas de una cosa que ambos tenían edad suficiente para eso. Desde ese día estuvo pensando y llegó a una conclusión. No habían pasado de los apasionados besos que te dejaban sin aire, de esos abrazos en los que piensas que la ropa es una molestia, de esas caricias que hacen que por tu cuerpo recorra una descarga eléctrica...Él quería algo más. Eso que hacen las parejas cuando están a solas...también quería hacerlo.

 

-Law...

-Dime.

 

Dilo -¿No crees que hace calor?- dijo estirando el cuello de su camiseta y moverlo con la intención de refrescarse.

-Pues no tanto, el verano ya está por acabar. Puede ser que...

 

“¿Se dio cuenta?”

 

-¿Tengas fiebre?

 

“¡Eso no!”

 

-No, estoy bien -dijo decepcionado

-Yo voy guardando las cosas, ¿me ayudas?

-Claro...

 

 

Luffy guardó lo último que quedaba.

 

-Oye.

-¿Si?

-¿No tienes... -inclinó un poco la cabeza dejando al descubierto su cuello al que acarició de arriba a abajo – ...hambre?

-Un poco, voy a preparar algo. ¿Te quedas a comer?

-Sí, claro.

-Por cierto, ¿te pasa algo en el cuello?

-Nada -dijo un poco irritado

 

“Este tío es gilipollas”

 

Ya en la mesa Luffy puso su pie en la entrepierna de Law quien soltó la cuchara cayendo ruidosamente sobre el plato.

 

-Es que me duele un poco la pierna .No te molesta mi pie,¿ verdad?

Law estaba lavando los platos y fue arrinconado por Luffy.

 

 

-¿Vas a hacerme tuyo de una puñetera vez?

-¿¡QUÉ!?

-¡No me hagas repetirlo! Es vergonzoso...

-¿Por qué dices eso así de repente? -decía un Law rojo como el tomate

-Bueno...Estamos en tu casa, solos, ambos sabemos de nuestros sentimientos hacia el otro y...

-¿Y?

-Tienes una erección.

-¿¡A dónde estás tocando tú!?

-Pero...

-No me provoques, niño. ¿Por qué te quitas la camiseta?

-Yo estoy preparado. Tómame.

-Espera un momento.

-¿No quieres?

-No es eso.

-¿Entonces? Soy hombre, tengo mis necesidades y tú por lo visto -sonrió sensualmente al otro.

-A la mierda todo.

 

Besó a Luffy pero no fue tierno ni nada por el estilo, lo besó con fiereza, con deseo y pasión. Una guerra por ver quien dominaría en la boca del otro comenzó. Law levantó un poco al menor del suelo quien se aferró a la cintura de este ayudándose de sus piernas. Law caminaba a su habitación pero se detuvo en mitad del camino.

 

-¿Estás seguro de esto? Puede que te cueste sentarte después.

-Eee...

-Me da igual lo que me digas, no voy a parar.

 

Le cerró la boca con otro beso y reanudó la marcha hasta su habitación. Dejó a Luffy sobre su cama, éste, de rodillas, le quitó la camiseta a Law dejando a la vista a aquellos músculos que parecían estar hechos por dioses y esos tatuajes que decoraban su morena piel, era algo muy excitante para el menor.

 

Law comenzó a besar el cuello de Luffy. Primero eran suaves besos, después comenzaron las mordidas y el jugueteo con la lengua. Luffy aprovechó que el otro estaba entretenido con su cuello para desabrochar el pantalón del ojigris.

 

Fue recostado sobre la cama. Law se posicionó sobre él. Descendía desde el cuello, jugó un poco con sus pezones, abdomen, ombligo...Sus pantalones fueron arrojados por ahí, luego los buscaría.

Su ropa interior acabó igual.

 

-Parece que no soy el único.

 

Su miembro fue engullido con gula, la lengua de su amante era tan húmeda y cálida, era como estar en el paraíso. Se sentía tan bien, demasiado bien. De repente su boca fue invadida por el otro.

 

-Humedécelos.

 

Obedeció. Al rato esos largos dedos abandonaron su cavidad bucal para entrar por otra lado mucho más abajo que su boca. Primero fue uno, después dos. Se movían dentro de él, al principio era algo incómodo pero ya se había acostumbrado e incluso lo estaba disfrutando un poco. Algunos gemidos escapaban de su boca haciendo que Law sonriera satisfecho.

 

-No aguanto más, voy a entrar.

 

El que avisa no es traidor. Entró poco a poco. Dios, era jodidamente estrecho, pudo notarlo con sus dedos anteriormente. Su interior era abrasador, decir que esa sensación le encantaba era poco. Comenzó con suaves estocadas, por cada estocada veía a su compañero moverse, sus ojos cerrados, sus mejillas sonrojadas. Law iba profundizando cada vez más y también aumentando la velocidad, algo que estaba volviendo a loco al menor.

 

La habitación se llenaba de gemidos y jadeos , la temperatura del ambiente subió considerablemente. Una de las paredes de las habitaciones era golpeada, Law acomodó una almohada para que Luffy no se hiciese más daño en la cabeza. Los ocupantes de esa habitación se deleitaban con lo que el otro le ofrecía. Sus cuerpos estaban perlados en sudor y el menor estaba perdido por culpa de tanto placer, tanto que fue el primero en llegar al clímax.

 

Law abandonó su cuerpo y lo volteó dejándolo en una posición un poco vergonzosa. Sintió la lengua del ojeroso recorrer su espalda de abajo arriba. La voz ronca de Law diciéndole “te quiero” en un susurro mientras se adentraba en él otra vez y proseguía con los vaivenes.

 

No tardó mucho para que ambos llegasen al orgasmo y se recostaran sobre la cama por el cansancio.

 

Se durmieron abrazados, era inevitable.

 
Notas finales:

Bueeeeeeeeno, no me tiréis tomates por favor. Quiero saber vuestra opinión sobre esa última escena ya sabéis, para mejorar porque de hecho, es la primero vez que escribo algo así y no sé cómo va la cosa. Nos vemos mis amores!


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