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¿Amor? por Amito-chan

[Reviews - 55]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

Eh! Sexto cap!!!!!!! Jajajaja ya sé que me demoré mucho!!! Soy una mala persona :c jajajaja es que la escuela estaba muy pesada y no podía hacer nada XC jajajajaj Espero que les guste este capítulo… jajajja, de verdad espero que sí. Si está mus soso y tonto DIGANMELO! Acepto de todo! Jajajaj Iliris, hice lo mejor que pude y aún falta poner lo de la *familia mafiosa*! Perdóname si no te gusta y espero que particularmente tú me escribas un review. Gracias a:  tressa28 kingsley   iliris kendra jackson Lyddia Ria   Que me escribieron un review, sino se han dado cuenta, yo los contesto xD jajaja Oh! Casi me olvidaba!... espero que te agrade el capítulo, Freya.

VI

*Percy se levantó del mueble, no había nadie a su alrededor ¿Dónde estaban los demás? Empezó a recordar todo, sobretodo el golpe de Luke, supuso que debería estar soñando. Miró a todas partes, era la casa; pero todo era diferente… Los muebles eran antiguos y la mesa era mucho más grande de lo que la había visto antes... ¡Su ropa era completamente diferente! Estaba a un punto salir corriendo, sin embargo alguien lo llamó. Volteo rápidamente…
-*¿Quién eres? *
-*Soy ”neiro, zopenco… *-La chica se acercó – *Tuviste fiebre, te desmayaste y te traje aquí* – explicó. Percy la miraba estupefacto. Era idéntica a Nico, sus ojos, los labios, la piel pálida… imposible, lo único que la diferenciaba del hijo de Hades era que su cabello era largo, que usaba vestido, que sus características eran delicadas y bueno… obviamente que poseía busto.
-*¿Me repites tu nombre?* – decía incrédulo
-*”neiro… ¿La fiebre te dejó amnésico? No es momento para ponerte a jugar, Glykós*
-¿Soy Glykós?
-*¡En serio! ¡Compórtate! ¿El gran conde gastándole bromas de mal gusto a una dama?
-*Te juro… no te conozco*
-…- La chica lo miraba temerosa. Percy observaba el rostro de la menor; no podía hacerle eso… fuera lo que fuera, estaba en un sueño y la chica tenía miedo.
-Jajajaja ¿en verdad te lo creíste? – trataba de actuar – Hubieras visto tu cara Jajajaja
-Glykós estúpido – habló mientras le tiraba un buen golpe en las costillas – ¡¿Sabes lo asustada que estaba?! – bajó la mirada - Te desmayaste de la nada…
-Tranquila… estoy bien… - Entonces recordó la historia de Marcus – ¡No puede ser! ¡Fue de verdad! – gritó
-¿Ah? ¿De qué hablas? – Cualquiera hubiera salido al ver el rostro de lunático de Percy.
-¿Puedo hacerte una pregunta? – exclamaba el ojimar
-Cla-Claro- respondió
-¿Quién es tu padre?- esa era la mejor arma que podría asegurar lo que pensaba
-Glykós, tu más que nadie sabe que mi padre desapareció cuando nací- respondió lentamente. Daba la impresión de que se avergonzara de ese hecho.
-Perdón – Mierda, era verdad… Aquella historia si ocurrió en el pasado
- No hay problema, ¿Acaso no es lo mismo contigo?
-Sí…
-La caída te afectó o qué?
-Debió ser la caída… -Ambos se quedaron en un incómodo silencio.
-Glykós, hay algo que tengo que decirte… Yo… bueno, antes de que te desmayaras quería decirte algo… sé que tal vez me mires mal por un tempo… pero… yo…
La chica se detuvo, estaba a punto de llorar. A Percy se le partió el corazón al verla así. Tal vez quería decirle que lo amaba… bueno, a Glykós.
-No pasa nada, solo dilo
-Yo... estoy enferma
-… ¿Cómo? – No, no era exactamente lo que creía que iba a escuchar - ¿De qué?
-Es el corazón, el médico dice que tendré que ir al norte para reponerme…
- ¿Por qué?
- ¿No te acabo de decir que es para reponerme?
-No por eso, dime porqué justamente allí
-Una rosa azul
Percy bajó la mirada. Ella ya iba a buscar la rosa… ella se iba a olvidar de Glykós y ambos morirían…
-No lo hagas… por favor, no – Las palabras solo salieron. La mujer se quedó inmóvil por un momento.
-No es como si tuviera elección, sabes… quiero estar viva cuando te cases con María – Si alguien pudiera describir aquella triste mirada, estoy segura de que estaría llorando… al igual que el semidiós.
-¿Me casaré con María? – dijo entre lágrimas - ¿Y tú?
-¿Y yo qué?
-No me quiero casar con ella… -Percy sentía que aquellas palabras no eran de él. Eran las de Glykós.
-¿Acaso no fue tu decisión?
-La de mi familia…
-Pero no es como si quisieras hacer algo para acabar con todo… Parto la otra semana, ya está dicho
-Está bien, te deseo suerte… querida amiga…
El sueño cambió rápidamente…
Sintió que caminaba hasta una enorme casa verde. Llamó a la puerta con tres golpes fuertes y dos suaves, Percy sabía que aquello ya era una tradición. Un hombre alto salió
-Señor Golden, la señorita no está dispuesta a recibir visitas – el hombre trataba de cerrar la puerta, pero Percy logró sostenerla.
-Debo verla, por favor déjeme pasar…
-No insista, La señorita está muy enferma
-Pero ella se recuperará ¿Verdad?
-Nadie lo sabe con certeza. Retírese
-NO, déjame pasar!
-Usted sabe que la señorita tendría que haber partido al norte ayer. Entienda que ella ya no podrá viajar y se piensa que tal vez muera.
- ¡¿Y aun así no me dejas pasar, Charles?!
El hombre se sobo la sien - El médico dijo estrictamente que nada de visitas, señor Golden
-Bien, entonces subiré por la enredadera como antes! Si termino con un hueso roto fue tu culpa, Charles – Glykós caminó hasta la parte trasera de la casa. El hombre lo siguió, ese chico tenía la maldita costumbre de subirse por ahí hasta que se cayó, hace tres años, de los diez metros que significaban la distancia entre la habitación al suelo.
-Vamos! Piense!!!! Se va a caer de nuevo! Usted ha crecido, pesa más – Recibió una fría mirada de Glykós… no estaba gordito – Bueno! Perdone! Pero igualmente se puede caer!– exclamaba el mayordomo, sin saber que ese era el plan. Glykós giró el cuerpo rápidamente y abrió la puerta, subió las escaleras y estaba a medio metro de llegar a la habitación de ”neiro de no ser por el hombre que se le tiró encima. Que lo sujetó y amordazó ferozmente.
Glykós volvía a estar a fuera, otra vez, con la mirada del mayordomo pegada a su rostro.
-Usted es un caprichoso niño, entienda de una puñetera vez que mis órdenes son de no dejar que nadie entre al cuarto de la señorita.
-Pero!
-Me vale un comino sus peros! ¿Usted cree que si fuera por mi yo no lo dejaría pasar? – Se sacó el abrigo – Claro que no! Vosotros han sido amigos desde que le tenía que cambiar los pañales a la señorita!
-No podría dejarme verla por un momento?
-Entienda que no!
-¿Pero le puede decir algo? – La pregunta salió como un ruego
-Claro…
-Dígale que no me casaré con María – El mayordomo abrió los ojos como platos
-No me lo creo… pero si usted… y la perra loca de María... ¡ES DECIR, LA SE—ORITA MARIA!
-Solo dígale eso, por favor
-… - Al hombre le cambió la mirada - Está bien, se lo diré…

El sueño cambió de nuevo. Esta vez estaba trepando el acantilado. Percy intentaba con todas sus fuerzas detener al cuerpo de Glykós, pero nada funcionaba.
-Dime dónde está la rosa blanca – grito Glykós.
Se apareció el fantasma de lo que parecía ser un rey – En la cima, aún falta un poco más, señor.
Glykós siguió subiendo, casi resbala tres veces; nada lo paraba, Percy podía percibir lo decidido que estaba a hacer cualquier cosa porque ”neiro lo recordara.
El fantasma le gritó *Vaya a la derecha*. El hombre lo hizo. Solo había un tramo entre él y la rosa. No podía llegar… Y se tiró con todas sus fuerzas para alcanzarla. Lo logró, pero las piedras se desmoronaron y empezó a caer.
Escuchó un sonoro grito de mujer, Percy no volteó pero sabía que era ”neiro…
Al final de todo Glykós dijo *Gracias, ”neiro*. Lo había recordado, y eso era suficiente.

El sueño volvió a cambiar por tercera vez. Todos lloraban, la tierra temblaba y el mar se oía demasiado molesto.
Percy sabía que el sueño estaba terminando cuando vio a su padre caminar al ataúd del chico. Y cuando se percató de que a lo lejos se escuchaban fuertes gritos. Caminó siguiendo el sonido… Era Hades abrazando fuertemente el cuerpo ya sin vida de su hija. Nunca había visto esa faceta en él.
El dios de los muertos dijo en un pequeño murmullo casi inaudible *No me dejes*
+++
-Ya se despertó – dijo Nico
-Por Zeus, es bueno saberlo – habló Jason. Los demás hicieron un círculo alrededor de él.
-Saben, sé que nos conocemos bastante tiempo… pero se siente incómodo – Percy los miraba expectante hasta que los chicos abrieron el círculo - Eso está mejor, gracias – Ellos sonrieron.
-Hombre, perdóname – Se acercó Luke – No fue mi intención golpearte – el rostro del rubio se veía claramente avergonzado
-Y también siente haberte dejado inconsciente – Ethan caminó hasta él – Gracias por defenderme de este mandril – La sonrisita pícara de Ethan se mostraba en todo su esplendor. El hijo de Hermes empezaba, otra vez, a irritarse.
-No hay problema –Trató de levantarse y se dio cuenta de que estaba en las piernas de Nico. Lo miró un rato, tenía suerte de que este extraño y melancólico chico estuviera con él.
-¿Pasa algo? – Dijo el menor. Percy pasó sus brazos por el cuerpo del chico de la muerte y lo abrazó con todas sus fuerzas. Agradecía a los dioses por tenerlo a su lado. -¿Estás bien? – Percy entendía cuan incómodo estaba Nico, pero le agradaba la idea de que a pesar de eso no lo haya empujado.
-Nada… ¿Tienes algo? ¿Una enfermedad devastadora o algo por el estilo? ¿Estas sufriendo por algo últimamente?
-¿Eh? – No fue Nico el único que dijo eso, la mayoría de los chicos lo hizo
-¿Y a ti que mosca te pico? – preguntó Annabeth
-El amor, el amor – canturreó esta vez Marcus – Ustedes tienen tantas cosas raras que cualquier chofer los hubiera dejado en el medio de la nada.
Todos empezaron a reír. Era verdad, ellos no eran exactamente el ejemplo de normalidad; bueno, un par de titanes y monstruos habían contribuido a la causa.
-Percy – Llamó suavemente Cástor. En las manos sujetaba unas cartas de colores – Cuando nos despertamos aparecieron con nosotros – las extendió – Tienen el nombre de un tal Leo Valdez, Hazel Levesque, Jason Grace y Thalia Grace, Frank Zhang, Nico Di Angelo y Percy Jackson, o sea tú.
Los * ¿Qué? * o * ¿Cómo? * No se hicieron esperar por los campistas. Hasta Marcus se acercó a ver lo que pasaba. Percy se dio cuenta de que no se habían percatado exactamente de la presencia del conductor… ¡HABIA ESCUCHADO PRACTICAMENTE TODO LO QUE NO DEBIA ESCUCHAR!
-Gracias – Agarró rápidamente las cartas – Las leeremos más tarde – Los semidioses querían golpearlo, hasta que se dieron cuenta de Marcus y se tranquilizaron.
-¿Alguien quiere comer pizza? – interrogó Marcus – Ya saben, por algo las compré- Los campistas hicieron caso y se sentaron en una especie de círculo. Dividieron la pizza y disfrutaron del momento, no todos los días estabas con aquellos que habías perdido.
-¿Cómo has estado Annabeth? – interrogó Luke tratando de engullir un peperoni
-…-La rubia sonrió – Todo bien, un par de peleas con algunos *chicos malos*, pero todo bien ¿Y tú? ¿Algo de lo que tengamos que enterarnos?
-Nada importante, excepto que… - fue interrumpido por Nakamura
-Ha tenido problemas, mi madre lo odia y logró interferir un poco para que el papi de Di Angelo lo tuviera adiestrado. Sabes, yo creía que los mandriles eran inteligentes, me temo que no es así. –Nico aguantaba la risa, al parecer él si entendía el significado de todo; al igual que Luke, que quería golpear a Nakamura
El incómodo hubiera seguido de no ser porque la puerta fue abierta rápidamente y apareció la hija de Afrodita.
-¿Y ellos? – exclamó expectante. Solo se había ido por un momento y encontró cuatro extraños sentados - ¿De dónde salieron?
-Son unos amigos del campamento – hablo Annabeth – Dudo que los conozcas - Bajó la pizza y estiró la mano – El de cabello rubio es Luke Castellan, el de rizos es Cástor, el más bajito es Michael Yew - recibió un gruñido al decir eso – Perdón Michael… y el de cabello negro es Ethan Nakamura.
-…- Los miró por un momento. – Es un gusto, soy Piper – Observó a Ethan por un momento -¿De quién estás enamorado? – las palabras salieron sin pensar. Cayó en la cuenta de ello al ver las caras de sus amigos – Per-Perdón, no… es decir… yo, discúlpame.
El chico con el parche se levantó – Tranquila – se aproximó hasta su oído y en un murmuro dijo *Es un secreto*. El corazón de Piper latió rápidamente, por un momento aquel chico hizo lo mismo que la desgraciada de Thalia hacía.
-¿Estás bien? – Preguntó Ethan, su cara demostraba cierta incomodidad. El asiático se preocupó, no es como si le gustara poner así a las personas.
-Yo, estoy bien… gracias… ¿Nos sentamos?
-Claro
Ya ambos acomodados en el suelo de madera, fue Frank el que les acercó la pizza. Paso un tiempo hasta que la cosa volvió a la normalidad. Todo iba tranquilo, pero faltaba que una persona entrara, y esa era Thalia… y lo hizo muy abruptamente.
-Pero que mierda… - Fue lo primero que le salió al ver a Luke vivo – Imposible…
-Hola niña ¿Qué tal? – Las cosas simplemente fluyeron. Thalia se tiró a los brazos de Luke y empezó a llorar, el rubio trataba de consolarla diciendo cosas como *Tranquila* o *Lo sé*
-Eres un maldito idiota, ¿sabes toda la mierda que me hiciste sentir? – Piper trataba de no ver como aquel chico abrazaba a Thalia… no es como si estuviera celosa o algo por el estilo… ¿No?
-Perdóname, era un idiota
-Y lo sigue siendo – dijo esta vez Ethan. Thalia lo miró por un momento
-¿Tú también estas vivo?
-Sep
-Al igual que yo – saludó Michael
-Y también yop- agregó Cástor
-Dioses… - Logró estirarse para abrazar a los cuatro chicos – Están aquí – Thalia tenía los ojos brillosos
-Jajajaja, todos estuvimos igual –dijo Annabeth – Es bueno tenerlos de vuelta
-¿A dónde se fueron? – interrogó Marcus
Los campistas voltearon a verlo. Tenían que concentrarse en no decir ninguna cosa más
-Ellos estuvieron de viaje por unos años – excusó Nico – Se fueron a otro campamento
-Ah! Claro, ustedes también vienen de un campamento ¿Cómo se llama?
-No es exactamente un campamento, es un campo de fresas; solo que nosotros siempre vamos allá – siguió Nico
-Okay, debe ser un lugar muy acogedor como para que vayan siempre
-Seee –Es muy lindo - Habló Michael. Percy sonrió, las cosas habían cambiado bastante en su ausencia.
El grupo estaba volviendo a la calma. La cena estuvo fantástica, las sodas igualmente… estas tenían un buen sabor, no como en el campamento… que aún poseían un sabor un tanto peculiar.
+++

Las horas pasaron y decidieron ir a la cama.
-Yo creo que iré al cuarto del fondo – dijo Marcus – Claro, si no es de mucha molestia… - Annabeth le dedicó toda su atención – Jajaja… solo decía… - comentó ante la atenta mirada de la rubia.
-No es por eso, es que… solo hay 8 cuartos y cada uno tiene una cama…
-Fácil, dormirán en parejas y punto – Dedujo Frank
-Eso ya lo sé… hmmmm… Va! – Giró el cuerpo, los observó a todos con detenimiento – Primer cuarto: Piper y Yo, Segundo Thalia y Reyna, Tercero… Hazel con Frank…
-¡ESPERA! ¿Qué? – exclamó Di Angelo – Eso no va a suceder… ñeee… ni de coña… - Frank y Hazel lo miraban sonrojados – Yo duermo con Hazel – declaró
-¡NO! – gritaron Hazel y Annabeth, ¿tanto esfuerzo para que Nico tenga un complejo de hermano y lo mande a la mierda el plan? ¡NO! - ¡NO PUEDES DORMIR CON HAZEL! – grito esta vez Annabeth. Que decidió bajar el volumen de la voz. Ya que los ojos de Nico empezaban a oscurecerse… se estaba enojando… ¡maldición! – Es decir, tú sabes que es una chica y ella debe dormir con chicas
-Ya, pero Frank no es mujer - las palabras traían veneno.
-Fue la mejor opción – La rubia pensó un momento –Entonces, ¿Con quién se puede quedar a dormir?
-… ¿No puede dormir conmigo?
-No! No podría hacer nada en el cuarto si estás tú, hermano – La morena se sonrojo otra vez. No quería dormir con él, ese sería el trabajo de Percy – Si quiero cambiarme o algo por el estilo no voy a hacerlo frente a ti.
-Entonces lo ibas a hacer con Frank? – Preguntó calmadamente Nico
-NO!- gritó esta vez el chico con cara de bebé, que estaba rojo como un tomate – Ella jamás haría eso! Y Yo menos!
Jason se abrió paso- ¡Vamos, Chico mortal! ¡Confía en ellos! Jajaja no es como si fueran tú y *cierta persona* -dijo pícaramente el rubio. Percy odiaba cuando pasaba eso, las miradas entre Jason y el menor… no es como si estuvieran mal, la cosa es que Nico nunca le dedicaba esas miradas de confianza o en busca de opinión. Sí, estaba celoso de Jason… ¿Qué carajos?
El hijo de Hades solo dio una sonrisita de lado - ¿Pa-Pasa a-algo? – interrogó titubeante Frank. Nico sonreía, todo se fue a al diablo.
-Puedes dormir con ella. No hay problema - volvió a sonreírle – sin embargo *le vostre decisioni definiranno la vita o la morte * (tus desiciones definiran tu vida o muerte)
Frank estuvo congelado por uno cincos minutos y tuvo que ser llevado a rastras por Hazel
-Voy a acomodar la cama, no abras esa carta sin mí – exclamó antes de entrar corriendo a la habitación
-Ustedes tienen un don realmente inmenso para seguir poniendo tensión- Los campistas no dejaban de reír, el pobre conductor tenía que aguantar la presión que siempre emanaban.
-¿Con quién duermo yo? –interrogó Jason.
-Con Ethan - Luke estaba al costado tomando su soda, al escucha eso… sep, la escupió… en Michael.
-Tu… bastardo – maldijo el ex capitán de la cabaña de Apolo
-Perdón… ¿Cómo es que…?
-Vale, Estoy seguro de que me llevaré bien con el rubio – dijo Ethan. Atravesó la distancia que lo separaba de Jason – Y dime ¿Por qué rayos me recuerdas a una chispita?
Jason sonrió, Piper le decía lo mismo – No sé, solo brillo naturalmente
-Me caes bien, voy por mi… oh, cierto… no tengo equipaje… - Nakamura se llevó un dedo a la mejilla – Hay tiendas por aquí ¿verdad? – le preguntó a Marcus haciendo caso omiso a la estupefacta cara de Luke
-Sep, mañana los llevó para que conozcan la plaza – agregó Marcus
-Gracias… solo que… supongo que, por hoy, tendré que dormir desnudo.
Nico y Reyna aguantaron las carcajadas, Piper los miraba raro… luego entendió que esos tres (Nico, Reyna y Ethan) tienen el mismo sentido del humor, negro como su alma. Luke volvió a escupir la soda, solo que estaba vez estaba con las mejillas enrojecidas tanto de furia como de excitación.
-No te preocupes, te puedo prestar una camiseta y un pantalón – Jason pasó un brazo por el hombro del Ethan–Me gustas…
-Es mutuo – habló sensualmente el hijo de Némesis. Luke ya estaba cabreado. Reyna y Nico seguían riendo por lo bajo.
-Bueno… Yo creo que mejor me voy a dormir – dijo Marcus. Annabeth entendió que el chofer ya no aguantaba las miradas que se mandaban Luke y Ethan.
-Claro, tu cuarto es el último. Leo dormirá contigo – Ahora era Leo el que iba a morirse de un paro
-Es- espera… yo no…
-Oh, será divertido tenerte de compañero jajaja yo ya me voy a dormir – Marcus le dedicó una linda sonrisa y se fue a dormir.
Paso un rato hasta que Percy abrió la puerta de la habitación de Hazel y Frank. Hizo un ademan para que todos entraran.
Los campistas no entendían hasta que mostró las cartas y decidieron pasar.
Ya en el cuarto cerraron la puerta. Y se sentaron en el piso, a excepción de Frank, Nico y Percy, que estaban sentados en la cama.
-Bien, comencemos con esto – Percy le dio las cartas a los chicos que correspondían. …l encontró al final su carta, era de color azul y tenía una nota al otro lado – ¡Esperen! – exclamó – Hay indicaciones… Las cartas se leen en voz, sino se quemaran?...
-¿Qué mierda son estas cosas? – interrogó Nico
-La mierda que se tiene que leer en voz alta sino se consumirán – hablo Ethan.
-Ah! Yo comienzo – Leo abrió la suya. No es como si fuera a hacer tanto problema por investigar quién las habría enviado… Uno se acostumbra a las cosas tan raras del olimpo. Decidió leer parado -*Mi cielo, espero que estés bien… - No muchas personas veían llorar al hijo de Hefesto tan rápidamente. Leo miró a Jason – Es de mi madre… imposible… yo… n-no… - Estaba a punto de colapsar. Jason tuvo que agarrarle las manos para tranquilizarlo
-Sigue leyendo… Está empezando a quemarse del borde –advirtió Nico – Los chicos dirigieron toda la atención… era cierto, las carta se empezaba a consumir.
-Cla-claro… -Se limpió las lágrimas y continuó - *Perdona por no haber estado contigo cuando más me necesitabas. En el inframundo las cosas no fluyen tan bien como en la tierra, tuve que esperar a un amigo para que pudiera llevarte esta carta. Disculpa si es muy corta, pero no se puede escribir mucho.
Espero que estés bien.
Te amo, mijo.
Con amor, mami*. – La carta terminó. Leo estaba acurrucado en los brazos de su amigo – Mi mamá me escribió… mi mamá me recuerda… jajajjaja – Más de uno sonreía, sabían la historia de su amigo, algunos se mostraban entusiasmados. Eran las cartas de sus seres queridos en el inframundo.
-Mi turno! – Se levantó Hazel - *Espero que te encuentres bien, gracias por todo. Sí, me enteré de que si no hubiera sido por ti estaría en un lugar lamentable, te agradezco por todo.
Pd. Sammy te envía saludos y también a un tal Leo * - Ahora era Hazel la que estaba llorando. Frank sabía perfectamente quién era Sammy, y comprendió que su novia aun quería mucho a su antiguo amigo; dio unos pasos para lograr abrazarla.
Thalia se levantó y se colocó al lado de Jason – Hagámoslo, hermanito – El rubio le tomo la mano
-¿Será ella?
-Debe de serlo – Abrió la carta - *Jason, Thalia perdóneme. Perdónenme por todo. Lo siento, no tengo más palabras que estas. Los amo y perdón* - Vaya, que larga
-Al menos se disculpó – Jason pasó un brazo por el hombro de su hermana – Tú querías que ella dijera eso ¿Verdad?
-Ja, tienes razón chispitas
-Yo sigo – dijo Frank - *Hola bebé, espero que estés bien – una dulce sonrisa surcó sus labios – Es mi madre… jajaja *me han contado que ya tienes novia. – Continuó leyendo.
No te olvides de tu madre!
Tu abuela dice que no seas un cobarde y que no la dejes ir.
Recuerda: Tú puedes ser lo que tú quieras ser, así que se el chico perfecto para esa niña
Te amo*
-Y ya lo es – dijo Hazel dándole un pequeño beso en la mejilla a su niño con cara de bebé.
-Es el turno de Di Angelo! – profirió el hijo de Némesis
-No es como si fuera el único que tiene una carta ¿Sabes? – refiriéndose a Percy - Yo la leeré después, Va Percy – indico al final. El ojimar movió la cabeza en señal de aprobación.
-Vale… lo curioso es que parece un poco más rellena y la cosa es que, yo no recuerdo haber perdido a alguien cercano. Es más, creo que nunca ha pasado
-Tú solo abre la carta – ordeno Thalia
-Va, Va – La abrió rápidamente – Son como notas… hmm… la primera dice: *Mi pequeño Luke, - Percy lo quedó mirando - ¿Has perdido a alguien?
-Que yo recuerde… no…
-Bueno… *visítame pronto. ¿Sabes a lo que una tienes que llegar para que la visiten? Tuve que decirle a un viejo amigo que te entregara esta carta. Muy aparte de eso, dile a tu padre que lo amo. Sé que perderé pronto la conciencia, espero puedas perdonar el hecho de que tu madre está un poco loca.
Te amo, y ¡No! ¡No estoy muerta!* - ¿Es tu mamá? – Luke estaba entre conmocionado y, otra vez, estupefacto
-Ella… aún entiende… no la he perdido completamente… jajaja ¡ESTE ES EL MALDITO DÍA MÁS FELIZ DE MI VIDA! – grito. Annabeth y Thalia lo abrazaban, Ethan sonreía… Percy se dio cuenta de dos cosas la primera la dijo abiertamente
- Entonces nos pueden escribir las personas vivas…
-Y hay un *amigo* que dejó las cartas –secundó Nico
-Ustedes dos matan el momento – declaró Jason. Los campistas empezaron a carcajearse, ese era trabajo de Annabeth
-Pero tienen razón – declaró Hazel – Percy, sigue leyendo – El muchacho hizo caso y paso a la siguiente carta
-*Sé que estas vivo pequeño duende, tal vez nos veamos pronto, con amor… ¿Quién crees, idiota? Pd. Sé que me suplantaste como capitán… duende ingrato
Pd2. Dile a Will que más le vale que consiga novia… o novio, lo que quiera!* - No es como si Percy hubiera deseado mirar directamente a Michael y luego a Will, quién estaba rojo como un tomate - ¿Es tuya? – le preguntó a Yew
-Sí, solo hay una persona que tiene la valentía de decirme duende… Y ese es Lee…
- Jajajaja… ¿cómo diablos sabe eso?– preguntó Will
-Podemos ver las cosas que pasan con ustedes… no muy claras, pero lo podemos hacer… Tal vez te vio en un momento, ya sabes…
-¿Eh?
-Tal vez te vio con aquel chico que te llama cada media hora… No sé, tal vez sea por eso – comentó sin mucha importancia Reyna
-¿Eso es verdad? –cuestionó Percy. Le convenía saber si Will estaba en una relación o no… no es como si siguiera celoso de él…
-Es solo un amigo…
-¿Un amigo? – preguntó esta vez Nico
-Un amigo… y nada más… - miró sus pies por un momento – ¡Sigue con las cartas Percy! – ordenó en un puchero
-Vale – Percy aceptó por el hecho de que no quería ver más incómodo al hijo de Apolo -… - Percy miró la carta, levantó el rostro y volvió a la carta – Pero qué carajos? – logró decir mientras veía los signos *?????????* - ¿Alguien entiende chino o coreano… o lo que sea?

Ethan se acercó y agarró la carta – Eres un idiota, está en japonés… - miró a Percy como si fuera lo más obvio del mundo. Volvió a mirar la carta - Es de mi padre… Supongo que tendrá que quemarse, pues yo no pienso leerla – se volvió a sentar, mientras veía como la carta empezaba a consumirse de una esquina. Percy se la dio de nuevo

-Lee la, tal vez; luego te arrepientas – La colocó junto al pecho del asiático – Puede ser importante para ti y para todos – su mirada era fuerte y decidida.

-Ash – se la quitó de las manos – Dice *Querido Ethan.
Además de ser la deshonra de nuestra sangre, déjame decirte que estoy agradecido de que estés vivo.
Cuando te fuiste a Nueva York, entendí que te estabas separando de mí. Cuando moriste, comprendí que te había perdido. Supongo que te dieron una nueva oportunidad para volver conmigo y nuestra familia.
Tú madre me ha dicho que espera verte pronto en algún lugar, menos en el campamento Mestizo; quiere, es decir, queremos que vuelvas a Osaka lo más pronto posible. Aquí si estarás seguro, y lejos de esos a los que ella llama *idiotas*
Entiende esto claramente, La familia te necesita en Japón. Ya no queremos volver a perderte. Y necesitamos a alguien que haga cargo la empresa y todo lo demás.
Estaré esperando tú llamada.
No olvides, que será mejor que hables conmigo o tendrás que desaparecer.

Recuerda quienes somos y cuerda qué clase de mujer es Némesis.



Atte.
Nakamura Kuro*… Por eso no quería leer la carta. ¿Dime Percy? ¿Te fue de ayuda saber lo que pensaba mi padre con respecto a mi estadía? - El mencionado bajó la mirada, entendió perfectamente porque no quería leerla.

-perdón… no fue mi intención – trataba de disculparse

-No te preocupes, no es importante…

-Claro que lo es – habló Luke con la cabeza gacha - ¿Te vas a ir?

-Supongo que sí – Ethan parecía estar esperando algo más del hijo de Hermes – Ya me voy a dormir

-Quédate - dijo esta vez Piper

-No es como si lo que dijo tu padre fuera completamente verdad ¿No? – Annabeth trató de calmar la situación

-Voy a dormir, mañana los veo – sujetó la perilla, abrió la puerta; apenas dio un par de pasos cuando un hombre logró agarrarlo por el brazo

-Lo dudo chico – El hombre era alto, esbelto, cabello negro largo y unos intimidantes ojos rojos

-Oh mierda… -Nico sacó su espada, Jason liberó a Gladius – Tú, maldita mierda

-Las pagaras! – rugió Jason
-… -los campistas estaban en shock ¿Qué diablos hacía ahí Cupido y por qué Nico y Jason querían matarlo?
-Eh! Calma! – intervino otro hombre que se apareció detrás de Nico – Yo más que nadie quiero verlo muerto, pero sin él las cosas irían por mal camino – alto, piel morena, ojos miel, cabello negro hasta los hombros… Thanatos

-THANATOS!!!! –dio el grito Hazel tirándose hasta el mayor como una niñita

-Niña!!!!!!!!!!!! – devolvió el saludo el mayor

-… - Nico y Jason seguían con las armas en alto

-¿Van a bajar esas cosas o qué? – interrogó Cupido aun sujetando el brazo de Ethan

-Suéltalo – llegó decir Luke

-¿El hijo Hermes? Dime tonto… Si quieres que lo suelte, lo mejor sería que digas de quien estás enamorado – los campistas seguían en shock, excepto por Jason y Nico

-Yo lo mato!!!! – Nico se abalanzó sobre cupido, mientras que Reyna trataba de separarlo. Jason se acercó y ayudó a Nico con un par de golpes. Annabeth y Thanatos le cogían de las piernas a Nico, pero el chico no soltaba en cabello de Cupido –Maldito bastardo! – exclamaba el hijo de Hades

-QUITENME AL PUTO GATO! – gritaba Cupido antes de recibir un rasguño en el brazo. Percy solo se dedicaba a mirar a Nico…

-Vamos hombre suéltalo – decía Ethan sujetando la camiseta de Jason

-QUITENMELO! – seguía gritando Cupido

Michael, Cástor y Luke luchaban por separar a Jason de Cupido. Piper intentaba ayudar a Cupido, hasta que Thalia se le acercó y de casualidad le agarró los senos.

-Tú! MALDITA PERRA! –la hija de Afrodita se tiró contra Thalia

-Fue sin querer!!!! –trataba de excusarse la cazadora. Will y Leo aspiraban ayudar a Thalia.

La cosa se estaba poniendo fea y por suerte se escucharon unos golpes en la puerta
-¿Están bien? – interrogó Marcus – Los campistas quedaron inmóviles

-S-Sí – pronunció Percy – Todo tranquilo

-¿Y todo ese ruido de hace un momento?

-Perdona, estábamos jugando…

-¿Jugando?

-Sí – contestó Reyna

-Okay, si ustedes lo dicen… me voy a dormir, los veo mañana!

-Vale, descansa – Annabeth se levantó lentamente - Dios!

Los demás poco a poco fueron separándose, el último en pararse fue Nico, quien tuvo que ser cogido por Percy para poder soltar a Cupido. Fue como cargar a un gato… jajajaja Cupido tenía razón en ese aspecto.

-Esto no pienso olvidarlo – declaró el hijo de Afrodita

-¿Por qué están aquí? – interrogó Percy

-Esas malditas cartas fueron un regalo de los dioses! Poseidón, Zeus y Hades quería recompensarlos con alguna cosa, deseaban verlo sonreír… pero ustedes siempre se lo toman mal!

-¿Nos lo tomamos a mal? ¡Querías joder a otra persona con lo de *Di que lo amas*! – exclamaba el hijo de Hades

-Ya! Entendí! Pero era necesario! – se excusaba Cupido

-Este puto – exclamó Jason

-Jajajajaja – Thanatos no aguantaba la risa – Ay! Por Hades!

-¿Y? ¿Responderán por qué están aquí? – siguió preguntando Percy

-…l ya te lo dijo – Thanatos se acercó a Reyna y luego Cástor, a ambos depositándoles una nota – Son un regalo de los tres grandes, deberían de ser más agradecidos

-Técnicamente lo estábamos hasta que ustedes aparecieron –interfirió Leo

Cupido lo examinó – Otro que está con ganas de coger – exclamó sin importancia. Leo tenía las mejillas enrojecidas.

-Yo no… ¿Qué?

-Tranquilo – Nico guardo su espada – Solo lo dice por fastidiar

-Vaya hijo de Hades, no conocía ese lado tan… salvaje… Me pregunto si así serás en la cama – Nico se le tiró nuevamente, la suerte fue que Percy logró aprisionarlo de la cintura

-Calma, calma –tranquilizaba el ojimar

-Suéltame! Yo puedo hacerlo sufrir! Yo sé que puedo! – gritaba Nico

-…- Cupido los observó – Así que decidiste enfrentar a tu amor…

El pálido chico de la muerte se relajó – En realidad, él ya lo sabe desde hace un año…

Percy estaba sorprendido - ¿Enfrentar su amor?

-Larga historia! – contestó Nico

-¿aquella vez… cuando me dijiste *eso* delante de Annabeth?

-Sep…

-¿Entonces tú aun sigues… ya sabes… ena- fue interrumpido por el menor

-No eres mi tipo

El cuarto se quedó en silencio, fue destruido cuando Reyna y Ethan empezaron a reír

-¿No soy tu tipo? – el tick en el ojo de Percy reapareció

-Nope

-Va-vale – Annabeth tuvo que agarrar a Percy de los brazos. Le habló al menor -Aun no lo supera ¿Sabes? – dijo la rubia

-Pero que rápido eres, hijo de Hades – habló Cupido – ¿Así que ya cambiaste a *esto* por algo mejor? – comentaba despectivamente

-Piensa lo que quieras, mierda

-¡Grosero!
-Me llega al pin*** de Afrodita - (Nota : hasta para mí eso fue un poco grosero)

-JAJAJAJAJAJAJA – Reyna y Ethan no paraban de carcajearse. Percy aún seguía con el tick

-Afrodita no tiene eso! – exclamó Piper, era su madre después de todo

-¿Quién sabe? – murmuró Cástor

Las risas no se hicieron esperar, él único que seguía enojado era Cupido

-Dime, Hijo de Hades… ¿Qué dice tu carta?- la mirada que mandaba hizo retroceder un par de pasos al pelinegro

-Aún faltan leer las notas de Reyna y de Cástor, además de la carta de Percy… la mía se leerá al último

-Yo de ti la leería ahora mismo…

-Ya te dijo que la leerá última – advirtió Jason. Los ojos rojos del mayor se cruzaron con los azul eléctrico del rubio

-Yo solo lo digo, porque quiero ayudar – se rindió Cupido

-¡Cástor, Reyna! – llamó Annabeth – Lean lo dice en sus papeles, los chicos asintieron

-*Querida hermanita, voy a ir el martes al campamento Mestizo, te veré pronto.
Atte. Hylla * Hmm… la muy condenada recurrió a esto

-Voy Yo! – Cástor empezaba a emocionarse - *Tu hermano y yo estamos muy emocionados de volver a verte.
Dionisio.
Pd. Saluda me a Perry Johansson*

-No sé si sentirme bien porque me recordó o querer golpearlo…

-Jajajaja, me cae mejor Perry que Percy – comentó Nico

-¿Cómo?

-Es que… él si es mi tipo

-¡…L ES TU TIPO!

-JAJAJAJAJAJAJA - seguían riéndose Reyna y Ethan – Te lo mereces!

-… - Percy volteó a mirar con el ceño fruncido al menor – Entonces… ¿Tendré que ser Perry?

-Ah… - Nico no bajaba la mirada – Tal vez sí, tal vez no… eso depende… - El ambiente empezaba a ponerse rosa cuando alguien interrumpió

-Por favor, leed la carta… - imploraba Thanatos - Si tu padre te viera así con el hijo de Poseidón se pondría a llorar…

-Okay – habló Percy – Mi turno… *Querido Percy, tu mamá y yo estamos muy felices de que te hayas ido de vacaciones al menos por unos días. Esperamos verte pronto…
Cierto… Vas a ser un buen hermano mayor… por segunda vez, claro.
Atte. Paul * … -Su mirada era un sinfín de emociones - ¿Voy a ser hermano mayor por segunda vez?... vaya…

-¡Felicidades! – Todos los campistas hicieron una especie de abrazo grupal

-Tyson va a estar feliz… - Grover sonreía y bailaba de la mejor manera posible que un chico cabra puede hacerlo, ante esto los campistas y Thanatos empezaron a reír

-Sí!!!! – Percy estaba sonriendo de oreja a oreja. Annabeth lo abrazó muy fuerte

-Pobre niño el que tenga que estar en tus manos, sesos de alga…

-¡Cállate Listilla!

-Jajajajaja te deseo suerte – La rubia seguía colgada del cuello de su amigo, se detuvo al ver que Nico estaba mirando un poco triste.
La verdad que muchos saben y la que Annabeth llegó a entender es que… a cualquiera le hubiera dolido ver a la persona que amas con otro.

Cupido levantó la mirada – Tu turno, Di Angelo…

-Déjalo en paz – rugió Jason

-Oh… así que tú también estás enamorado del chico…

-…- Jason solo evitó mirar al hijo de Hades

-Jason… tú…
-Perdóname, pero no es así. Yo estoy enamorado de alguien más, así que no tienes nada de qué preocuparte – comentó esto mirando a Nico

-Aun así… me habría valido un pepino… Deberías de confiar más en mí, Jason.

Percy solo observaba y callaba. Envidiaba a Jason desde que se hizo amigo de Nico… el hijo de Hades depositaba su corazón en las manos del rubio y eso lo hacía enojar, pero no decía nada; ¿Qué tendría que decir? No es como si tuvieran una relación o algo parecido.

-¿Y? ¿Vas a leer, hermano? – dijo Hazel

-Sí… *A pasado tanto tiempo, recuerdo que cuando te dejé jugabas con unos carritos. Y ahora peleas con una espada y tocas la guitarra, no me creía que un hijo mío llegara a hacerlo.
Era muy torpe para ese instrumento, pregúntaselo a tu padre y te responderá de la misma forma que me decía constantemente “Te amo, pero mejor dedícate a otra cosa”.
Sé que te has hecho fuerte y poderoso. No sé qué decirte, la verdad es que nunca me agradó la idea de que tú y tu hermana pelearan.
Nunca estuve para ti, me lamento por eso. Sabes, estoy en un buen lugar y a pesar de que nunca me dejo encontrar con tu padre, yo lo amo; por favor díselo.
Sé que Bianca murió, y que tú estuviste a punto. Ten cuidado, por favor hazme caso ¿Sí?

Hay una mujer que siempre me habla de su hija, Hazel… dile al bastardo de tu padre que espero que se las corten algún día… ¡Díselo! Y saluda a la niña, sé que ella te cuida como lo hacía Bianca, su madre nunca deja de decir que es muy leal y amable.

No intentes buscarme, yo te veré cuando lo desee. No guardes rencor a nadie y enamórate de alguien.
En Italia ve a Florencia y pregunta por la familia Di Angelo, Nico… en mi familia sabían quién era mi esposo. Y estoy segura de que hay alguien que te recuerda.
No pierdas las esperanzas ante nada.
Hijo, por favor… ten cuidado con los hijos de Poseidón, pueden destruirte el corazón.

Atte. María Di Angelo* - Nico guardó silencio, Percy estaba estupefacto y el resto los miraba.

-Yo… voy a dormir – dijo Annabeth

-Yo igual – siguió Jason arrastrando a Ethan – Los vemos mañana

Thanatos y Cupido los observaron y desaparecieron.

Y así continuaron las despedidas hasta que solo quedó Hazel y Frank

-Yo voy al otro cuarto a dormir – dijo la morena

-Y yo también, que descansen – Frank agarró sus maletas – Bye

Solo quedaron los dos. Se oyó que alguien dejó algo en la puerta. Fue Nico quién la abrió y vio que eran las cosas de los dos.
Percy solo escuchó la puerta abrirse y cerrarse.

-Será mejor que durmamos ya… - comentó el hijo de Hades

Percy no dijo nada, se cambió la ropa por un pijama azul y se acomodó en la cama. Nico hizo lo mismo.
El silencio era abrazador, no se escuchaba nada en toda la casa; solo la respiración de los chicos.

-... ¿Y ahora qué? – la pregunta salió repentinamente. Nico no giró el rostro y siguió mirando el techo

-¿Qué cosa? – sabía cuál era la respuesta, pero deseaba escucharla

-¿Te alejarías de mí? – Percy estaba entrando en pánico, y lo raro es que eso solo pasó con Annabeth, y ahora era mucho más fuerte con *el menor no tan menor*

-Depende…

-¿De qué?

-De lo que tú y yo hagamos

-¿Qué haríamos? – la pregunta de Percy era completamente inocente. Se dio cuenta de todo cuando su mejilla tuvo la dicha de ser tocada por los labios de Nico.

-De algo como esto… Duerme bien, Percy – Nico se tapó de la cabeza a los pies en la sobrecama. Percy tenía los ojos muy abiertos y Nico… bueno… él estaba volando, otra vez, en el mundo que sintió con el primer beso de Percy.

-OH DIOSES!

-Eh? … - destapó un poco su rostro

-ESO QUIERE DECIR QUE YO SOY…

-No… eso no quiere decir que tú…
-SOY TU TIPO!

-NO

-SOY TU TIPO!!!! – gritaba eufórico

-NO LO ERES

-SOY EL TIPO DE NICO DI ANGELO!

-NO JODAS! – volvió a ocultarse

-NO TE ESCONDAS! S… QUE ME QUIERES!

-VETE A LA MIERDA!

Los gritos retumbaban por toda la casa. Los campistas sonreían, Marcus sonreía… Thanatos y Cupido sonreían…

Los mayores se encontraban en el pórtico.

-¿Cómo crees que termines? – pregunto el moreno

-Te digo algo… Es la primera vez que no puedo ver un futuro entre dos personas…

-Eso significa que…
-Tal vez no sean el uno para el otro…

-Oh tal vez estés equivocado – comentó Thanatos

-Supongo… pero no creo que tengan un final juntos, si uno de los dos muere ¿no?

-Eso es imposible…

-Lo mismo creían de aquella pareja…

-Eso fue cosa diferente… -El moreno empezaba a sentir miedo – ”neiro murió por una enfermedad…

-No me refiero a la hija de Hades… sino a su hijo…

-¿James?

-Una trágica historia, como la anterior…

-…l… ellos…

-…- su mirada era fría y calculadora - Los hijos de Hades y de Poseidón tienen un mal final si se enamoran… tal vez sea por eso que no veo futuro entre Percy Jackson y Nico Di Angelo… - agachó la cabeza – me pregunto qué diría Hades si se enterara de que otro hijo suyo puede morir por amor.
Notas finales:

Gracias por leer y no se olviden de dejarme un review!

 


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