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¿Amor? por Amito-chan

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Notas del capitulo:

Vaya, esto es nuevo… JAJAJAJA a mi parecer no me tardé tanto tiempo… ¿qué es casi un mes para dos? xD okno… tengo que actualizar más seguido.

Bien, además de que la mayoría de los nuevos reviews se basó en *¿Y si Jason se enamora de Alabaster?*… no lo había pensado… así que lo hice c: aunque el plan era que Micael se quedara con Jason por el hecho de ser el f… casi me estaba pasando XD da igual.

Espero que lo disfruten y que me dejen un review… si no lo hacen no sabré que mierda escribir! Y hablo muy en serio! xD

Gracias a las personas que me escribieron un review y… No son Julietas o Romeos, Culeao! No mames wey! Jajajajaja perdón, nunca me gustó Romeo y Julieta… considerando que mueren y que fue un amor de días… no menosprecies mi Percico! XD

Oh! Es cierto! Freya! Lo de Venecia y Florencia, después lo voy a explicar… si es Florencia XD

Los personajes son de Rick Riordan, yo solo  uso a los campistas para fines extraños y poco pervertidos.

 

VII. …   -¡CONTESTA, NICO! – seguía gritando Percy   -¡Deja de joder, coño!...Solo duérmete

 

-Pero…

 

-¡Que te duermas!

 

-Okay… - Se dio por vencido, cerró los ojos y el sueño no fue difícil de conciliar. Soñó cosas bastante extrañas, siempre vinculadas con un Nico de 25 años… cosa que no le importaba, Nico había crecido y su color era más saludable. Era fuerte y su cuerpo era mucho más atlético, pero aun manteniendo la delgadez que lo caracterizaba. Al Nico de 25 años le gustaba salir a pasear, y le gustaba leer cualquier cosa… Todo era Nico, pero el sueño empezó a oscurecerse y los gritos ahogados retumbaron la cabeza de Percy. Se levantó un poco asustado los gritos no se detenían. Cogió a Nico por el hombro y vio que de verdad estaba pasando.

 

-¡Hey! ¡Levántate!

 

-… duele… suéltame… por favor…- estaba jadeando cuando su cuerpo se tensó y dejó salir verdaderos gritos - … ayuda, por-por… favor… ayuda – Para Percy fue suficiente y lo abrazó

 

-¡Vamos! ¡Despierta! – lo abrazaba más fuerte. Se dio cuenta de que Nico estaba comenzando a ponerse frío - ¡Maldición! ¡Tú puedes acabar con todos ellos! ¡Vuelve a mí! … por favor, vuelve a mí… estás con nosotros… estás conmigo…

 

-… - seguía retorciéndose, las antiguas heridas del Tártaro estaban ardiendo – ¡Por favor suéltame! – llegó a rogar – Me duele mucho…

 

Percy seguía abrazándolo, pero Nico no se calmaba y continuaba gritando de una manera tan desgarradora… eran como el grito que dio Óneiro cuando murió. Ese recuerdo bastó para tomar medidas. Se levantó y cargó a Nico, abrió la puerta de la habitación y corrió hasta la puerta principal. Salieron de la casa y lo llevó hasta la playa, lo agarró muy fuerte y entraron al mar. Nico abrió los ojos y se aferró al cuello de Percy.

 

-Me duele mucho… mucho… - estaba llorando como un niño, a Percy se le estaba partiendo el corazón de solo escuchar al menor de esa forma.

 

-Calma, estas aquí… estas aquí… estás conmigo…

 

 

+++

 

 

A la mañana siguiente todos estaban desayunando… hasta que se dieron cuenta de que  los *tortolitos no declarados* no estaban, y entraron en pánico.

Los buscaron por toda la casa, Hazel estaba a punto de desmayarse cuando abrieron la puerta. Eran Thanatos y Cupido.

 

-Buenos días - saludo Cupido

 

-¿Dónde está Nico? – rugió Jason

 

-¿Perdón?

 

-¿Dónde puñeteras está mi hermano y el idiota de Percy? – grito Hazel

 

-No empiecen a sacar conclusiones, niñatos – comentó Thanatos – Se nota que la juventud de ahora no sabe mirar afuera de *la caja*…

 

-¿Ah? – Grover estaba bastante desconcertado

 

-Que miren a fuera de la casa – concluyó el mayor.

Los chicos salieron corriendo, a excepción de Marcus, que seguía en la ducha.

 

En la playa estaban los dos semidioses muy dormidos debajo de una sombrilla. El brazo de Percy servía de almohada  de Nico, y este aferraba sus piernas a la cintura del mayor.

 

-Así que estaban teniendo su encontrón – murmuró Ethan

 

-¡Tú calla!- exclamó Jason – Que debes de haber tenido varios  

 

-Nada que me haya satisfecho – comentó alegremente

 

-…- Los demás solo guardaban silencio. No decían nada porque podían ver como Luke estaba… ¿ardiendo?

 

-Así que nada satisfecho… ven aquí maldito cabrón, que te voy a satisfacer adecuadamente a puñetes.

 

Ethan lo observó detenidamente – Oh dioses… - colocó su mano en la cicatriz de Luke – Está desapareciendo… 

 

-Eso no puede estar pasando – dijo Annabeth

 

-He visto esa maldita cosa durante mucho tiempo como para saber si algo le pasa.

 

-¿Piensas que es maldita?

 

-Aún recuerdo lo de cronos, no es fácil olvidarlo… sabes – decía todo eso sin quitar la mano del rostro de Luke – Pero, es bueno que esté desapareciendo – la mirada de Ethan era completamente diferente, no tenía ni una pizca de ironía y Percy lo notaba muy bien, a pesar de estar echado. 

 

-Buenos días- dijo Percy - ¿Qué tal?

 

Los campistas y los dioses lo observaron

 

-Aquí estabas, maldito – hablaron al usonido  los campistas

Los chicos estaban rojos, eso no se hacía… no es como si fuera bien visto escaparse en la media noche y dormir juntos a luz de la luna…

 

-Pe-Percy – tartamudeó Hazel – suelta a mi hermano… - decía apenada

 

-¿Eh?

 

– Suelta al niño – advirtió Thanatos

 

-¿Cómo? – preguntó Percy

 

-Que sueltes a Nico Di Angelo… –fue interrumpido

 

-No quiero, estoy bastante cómodo –  dijo el menor y diciendo eso envolvió con más fuerza sus piernas en el mayor

 

-Sabes que debes de levantarte, sabes que debes comportarte – Thanatos se tapaba la cara- … y estas durmiendo con Percy Jackson, he vivido por mucho tiempo… y esto es después de…

 

-¿De qué? – interrogó Nico

 

-Tú ya sabes…

 

-Ah… ¿hablas de hacer *eso*? – Nico se separó lentamente de Percy ante la incomodidad del momento.

 

Thanatos empezaba a enrojecer, y los otros chicos estaban iguales a un tomate.

 

-Sí… exactamente después de *eso*… - coincidió el dios

Jason estaba menos rojo que los demás, parecía furioso – Venga ya… vayan a cambiarse. Vamos a ir a la ciudad – Nico miró fijamente al rubio, el mayor lo evitó.  Se sintió tan lastimado, agarró la mano de Percy y entraron a la casa.

A Percy no parecía importarle ser llevado a rastras por el menor, pero era algo extraño. Regularmente,  si Nico se sentía avergonzado iba por Jason, no por él. Al final llegaron a la habitación.

-Yo voy al baño de las chicas, tú cámbiate aquí– el chico solo recogió sus cosas

 

-¡Hey! ¿Estás bien?

 

-…- Nico estaba pensando la respuesta. ¿Le había fallado a Jason? – Sí, todo normal

 

-¿Seguro? – Percy volvía preocuparse – Ayer no la pasaste muy bien que digamos… - refiriéndose a las pesadillas. El hijo de Hades permanecía en silencio

 

-Tranquila mamá, estoy bien. Solo que no me gustaría que me vieran cambiándome  el bóxer  - Habló con picardía, logrando que Percy se sintiera como un pez fuera del agua.

 

-Va-Vale… Nos vemos con los chicos

 

-¡Va! – Nico técnicamente salió huyendo, no quería preocupar más al hijo de Poseidón. Lo de ayer ya había sido suficiente para estar avergonzado toda la vida.

Se quitó la ropa llena de arena, limpió sus dientes. Aún seguía pensando en Jason, hasta que vio el agua y recordó el abrazo de Percy en el mar. Fue muy dulce.

 

+++

 

-¿Tanto tardan? – preguntó el conductor, que ya había venido hace unos 10 minutos.

 

-Lo casual, deben estar quitándose la arena – respondió Leo

 

-Cierto, ¿Por qué durmieron en la playa? Ese era mi plan – le dijo a Leo

 

-¿Qué?...

 

-Solo entren en la casa y hagan lo que tienen que hacer – comentó Piper riéndose – Ya es momento de que se dejen de indirectas y prueben el fruto prohibido del amor – habló tratando de igualar la voz de Afrodita

 

-Exacto – coincidió Annabeth

 

-Yo lo haría rápido, pero no quisiera lastimarlo – contestó Marcus a Piper – No me gustaría tenerlo de esa forma… no me gustaría verlo llorar – el chofer decía aquellas palabras sin darse cuenta del efecto que lograban en Leo

 

-…Gracias – murmuró el hijo de Hefesto que estaba haciendo una  pequeña camioneta con alambres

 

Marcus acercó su oído a la cara de Leo – No he podido escucharte, podrías repetirlo

 

-Que gracias – la voz del de rizos volvió al estado de antes, a ese alegre y vivaracho estado de antes – Es una noble causa mantener mi virginidad a salvo – decía entre sonrisas

 

-No por mucho – Ethan se acercó hasta Leo – Pobre chico, no aguantarías ni una “jineteada”

Hazel abrió los ojos muy grandes - ¿Alguien ha dicho jinetes? ¿Hay caballos? – preguntaba inocentemente.

Marcus y Ethan no paraban de reír. Los demás no entendían. Se suponía que el del alma negra era Ethan… no Marcus.

Leo solo los miraba, le gustaba el chico de ojos verdes. Siempre soñó estar con una chica muy linda como Calipso… bueno, este era un chico muy lindo. Y parecía querer una oportunidad. Fue muy directo en ese punto, Marcus quería una cita, se lo había dicho anoche.

 

Flashback (Hace tiempo que no hago un flashback c´: )

Leo entró a la última habitación, no había nadie en la cama. Aprovechó el momento y se dejó caer como un saco de papas. ¡Ah! La cama estaba tan cómoda, lástima que debía compartirla.

-Hablando de compartirla… ¿Y Marcus? – habló en voz alta. El chofer no estaba cerca, no se escuchaba nada en el baño. ¿Dónde estaba?

Y como escuchando sus pensamientos apareció Marcus – ¡Eh! ¿Qué tal? – decía con una gran sonrisa - ¿Quieres comer algo?

Ambos chicos bajaron a la cocina, que gracias a los dioses ya estaba con provisiones.

-¿Qué quieres? – preguntó el chofer

 

-Un sándwich estaría bien

 

Marcus lo hizo rápidamente – Espero que te guste –se lo dio en un fino plato.

Bueno, uno no espera gran cosa de un sándwich… hasta que probó los de Marcus – De-li-shiosos – balbuceaba.

 

-Es bueno saber que te agradan – el chofer fue por  un gran plato de cereal con leche - En lo particular, a mí me gusta solo esto.

 

-El cereal?

 

-Seee… espera, ¿me das un poco?

 

-Tú lo has hecho solo debe…- no terminó de hablar al ver a Marcus tan cerca, bajando la cabeza y mordiendo el emparedado…* se veía tan sexy … esperen… ¡¿QUÉ?!  *. A Leo casi le da un infarto

 

-¿Estás bien?

 

-S-sí… eso creo

 

-Vale… Una pregunta

 

-Dime

 

-¿Has tenido novia?

 

-Ah… una vez… una chica llamada Calipso, ella es muy guapa… ¿Tú?

 

-Sí, unas cuantas

 

-¿Cómo cuántas? – interrogó

 

-Las suficientes – respondió Marcus con una sonrisa - ¿Envidioso?

 

-Nope, el Marcus de ahora está coqueteando con un tío – A Marcus casi escupe el cereal al escuchar esas palabras. Leo solo reía

 

-Sos un odioso- trataba de pasar el cereal – Un verdadero odioso

 

-¿Sos?

 

-Larga historia – se llevó otra cucharada de cereal – ¿Qué te gusta?

 

-¿Ah?

 

-¿Qué te gusta? – volvió a preguntar

 

-Cualquier cosa está bien

 

-Pero hay algo que es mejor que otra cosa ¿No?

 

-Me gusta comer tacos, pizza, helados, últimamente adoro los sándwichs – Leo solo sonreía

 

-Ya, pero ¿Te gusta el cine?

 

-Sep ¿Y a ti?

 

-También – Leo recién estaba comprendiendo a donde iba la conversación. Marcus se acercó un poco –Abre la boca

El hijo de Hefesto tenía ese porte dudoso - ¿por qué?

 

-Tú solo ábrela, confía en mí – Leo lo hizo y Marcus le dio una cucharada de cereal – Te va a gustar – Leo aceptó la invitación, y tenía razón… ¿Cómo diantres el cereal con leche podía saber tan bien?

 

-Rico – el chofer le limpió los labios con una servilleta –Jajaja gracias

 

-No hay problema… Hmm La cosa es que. Si tú gustas y tienes tiempo, tal vez puedas ir conmigo al cine el domingo

 

-¿Y por qué saldríamos?

 

-Porque me gustaría tener una cita contigo… ¿tan difícil es de notar? – Marcus mantenía el tono hilarante en cada palabra  - ¿O no quieres? Porque si es así, entonces no te molesto más y…

 

-¡Claro que sí! – gritó emocionado. Se lamentó un poco por hacerlo.

 

-¿Siempre eres así de sincero? – Marcus tenía esos comentarios que en vez de hacerte sentir extraño lograban que tuvieras la sonrisa más grande del mundo. A Leo le daba la idea de que ese extraño, alto y atractivo chico era mágico. - Bien, es un trato. Tenemos una cita. – dijo el chofer.

 

-Si mi madre me viera así, no sé qué diría

 

-Te diría que estas tomando la decisión correcta – El chofer hizo una revolución el cabello de Leo, más de lo que ya estaba

 

-Lo dudo… jajaja esto es raro. Pero supongo que mamá diría *¿Por qué no?*

 

-Tu mamá es genial

 

-Sí, ella era genial – guardó silencio y por su rostro se colaba ese aspecto taciturno que tanto odiaba. La carta aun rondaba por su cabeza. Su madre le había escrito, era el día más feliz que había tenido en su vida. Ahora lograba comprender que todo lo que pasó y tuvo que soportar valió la pena. No notó que sus manos tenían una fina capa de fuego, hasta que Marcus las tomó y empezó a besarlas.

 

-Perdón, no fue mi intención hacerte sentir de esa forma – decía con los labios pegados a su piel, sin darse cuenta del efecto que provocaba.

 

-No… mames… - A Leo le casi le dio un paro cardíaco (por segunda vez), Marcus las estaba besando como si nada. Era imposible que su fuego no le hiciera nada... espera… ¡LO ESTABA BESANDO!  El chofer se detuvo al escuchar esa curiosa frase

 

-Jajaja  Está bien, no vuelvo a coquetear tan rápido jajajaja ¡Hombre! ¡Solo fueron unos besos! – retiró los labios de las manos de Leo

 

-S-Sí… - No sabía qué hacer. Sujetó la mano de Marcus y volvió a emanar fuego intencionalmente… -Por el martillo de Hefesto…  - Nada, no pasaba nada. El mayor no presentaba quemaduras y no prestaba atención al fuego

 

-¿Por el martillo de Hefesto? – sonreía – Jajaja de madrugada eres extraño jajaja ¿Vamos a dormir? Mañana hay mucho que hacer y visitar.

 

-Sí… - Era algo extraño… ¿Sería la niebla? No… si fuera la niebla de igual forma se hubiera quemado – Te alcanzo en un rato

 

-Vale, no te demores futura cita

 

Asintió y se quedó solo en la cocina

 

-No mames…

 

Fin Flashback

 

-¿y qué es una jineteada? – interrogó Percy, que recién había llegado, al lado de Nico

 

Marcus  y Ethan seguían sonriendo – Tal vez lo que tú hiciste a noche – comentaron en coro

 

-¿Ah? ¿Tú entiendes? – Percy se dirigía a Nico, pero fue otro quién le contestó

 

-Hay una posición llamada jinete – hablaba Jason de forma dura – En lo que respecta a relaciones íntimas

Aquellas palabras dejaron a todos fríos; sobre todo a Hazel, que parecía un rubí

 

-Bien… todos suban a la camioneta – Marcus logró que todos entraran sin decir ninguna palabra

 

El viaje transcurrió en silencio debido a la mirada turbia de Jason.  A Frank parecía recordarle una enorme tormenta, la más furiosa y grande que hubiera visto.

 

En medio de todo  Piper recordó  las palabras de Cupido… las de Thanatos… tenía que hablar con Percy lo más antes posible.

 

 

Llegaron a la ciudad, era bellísima. Había cantidad de tiendas de cualquier cosa… de verdad… de cualquier cosa. Por un lado  se podía ver los dulces y peluches y por el otro… una  casa de brujería con un letrero de *Si lo quieres conservar, solo danos 20 dólares*.

El primero en salir fue Jason – Los veo después

 

-Hey! ¡Aún no se pueden ir! – exclamó Marcus – Se pueden perder y…

 

-Ya veré como regreso – contestó el rubio – Puedo hacerlo – aseguraba

 

-Jason, solo quédate… - La voz de Nico tenía tanta pena – Por favor – agarró la mano de su amigo

 

-Déjame – Jason trataba de guardar la compostura – Suéltame

 

-Por favor… solo…

 

-¡Qué me dejes! –rugió

Nico terminé en el suelo. Lo había empujado.

Las cosas se estaban saliendo de control.  El cielo se oscurecía, y Piper tuvo la mejor idea del mundo

 

-Qué tal si cada uno, o en pequeños grupos sale a visitar el lugar y luego regresamos a… aquí, a las seis.  Así cada uno podrá disfrutar a su manera… Son las diez, hay tiempo para ver el lugar y todo eso… ya saben… - intentaba ponerse firme ante lo que decía.

El resto asintió; aunque Marcus aún seguía dudoso. Leo actuó rápido, lo mejor sería dejar solo a Jason, y sujetó la mano del chofer.

 

-¿Y si vamos por un postre?  - fue lo primero que se le vino a la mente – Vamos por unos helados y luego almorzamos… futura cita

 

Más de uno miraba extrañado a Leo, incluso los nuevos lo miraban raro – ¿Ya están? – preguntaron en coro

 

-No es de su incumbencia – Leo salió corriendo con Marcus ante la atenta mirada de los campistas y los transeúntes.

Chicas:… Vaya…

Chicos: … Ya están

Jason: … Juntos

Percy:  …Wow

 

Todos intercambiaron miradas por un rato

-Bien, yo haré las compras – decía Reyna sin mucha importancia – aún faltan cosas para abastecernos hasta el lunes.

 

-Okay, pero no te olvides de volver a la hora – advirtió Annabeth

 

-Yo iré contigo – se apresuró Michael – las bolsas pueden estar pesadas… yo te ayudo – las mejillas empezaban a arderle, pero no importaba… quería conocer a la extraña chica de mirada seria.

 

Poco a poco todos se fueron retirando hasta quedar los hijos de los tres grandes, Annabeth y Piper.

 

-Vuelvo a las seis – Jason ya estaba a tres metros cuando dijo eso

 

-Vale… pero…  - Nico trataba de mantenerse calmado – ¿Puedo ir contigo?

 

-Quiero estar solo. Espero que disfrutes del paseo. – movió la cabeza noventa grados. Se podía ver su perfil -   Y perdón por empujarte – levantó la mano en señal de adiós y se perdió entre la gente…  Las nubes oscuras desaparecieron, pero el dolor punzante en el pecho de Nico, no.

 

 

 

+++

 

-Y dime ¿De dónde eres? – preguntaba Michael

 

-Puerto Rico ¿y tú?

 

-Estados Unidos … ¿Cuántos años tienes?

 

-17, la misma edad que Jason, Will y Leo… por si deseas saber jajajaja  ¿Tú?

 

-…- bien, ahora ya se sentía como mierda… - Tengo 15… ¿Y por qué quisiera saber la edad de ellos?

 

-Bueno, últimamente todos andan con ciertos gustos jajajaja… dudo que tú no seas jajaja

 

-¡No soy gay! – gritaba - ¡Me  gustan las chicas!

 

-Jajajaja  todos dicen eso y luego, shippeados con Nico Di Angelo JAJAJAJA

 

-¿Cómo?

 

-No es nada, llevo mucho tiempo lidiando con Piper y Annabeth… y Wattpad

 

-¿Qué es Wattpad? 

 

-No creo que te guste saberlo jajajajajaja

 

-Vale…

 

-Jajaja venga, te invito un refresco… niño heterosexual – La morena se paseaba campante.

 

-¡Que no soy homo! ¡y solo me llevas dos años!

 

-Bueno, para mí eres mi niño jajaja –colocó su mano hasta la cabeza de Michael  - Me caes bien, Michael

 

-… Y tú a mí…

 

-Es bueno saberlo…  - por un momento recordó todo. Reyna volvía a tener esa pequeña faceta.

 

-¿Por qué pones esa cara? – preguntó algo curioso, el rostro de Reyna parecía muy feliz y luego agarró cierto aire de melancolía.

 

-No es nada, solo que recordé algo… - miró al horizonte y volvió a Michael.

La forma de ver el vació y luego dar una sonrisa… a Michael le pareció que... la gente era tonta si no veía que aquella chica era preciosa.

 

-En que piensas, Miguel – Reyna entró a una pequeña tienda hindú. Obviamente que Michael la siguió.

 

-¿Miguel?

 

-Tu nombre es Miguel… bueno, en español es así… jajajaja en mi país había un niño que tenía ese nombre. – volvió a sonreír – Una vez me dijo “¡Soy Michael! ¡Un gringo me ha dicho que soy Michael! ¡Así que deberás empezar a llamarme así!” – se dio una palmada en la frente – Ese niño era tan estúpido. Pero, en ese entonces, yo estaba enamorada de él. Y le di la razón… dioses! Cada vez que lo recuerdo no puedo evitar avergonzarme.

 

-¿Por qué?

 

-Por enamorarme de un idiota.

 

-Vaya, habla la chica seria y madura – Michael solo fastidiaba… Reyna era eso, solo quería joderla un poco.

 

-Já! – hizo una revolución la cabeza del menor y se quedó boquiabierta – Tu cabello no es negro natural ¿No?

 

-¿Cómo? – Michael se sujetó rápidamente la cabeza – Ahh… odio cuando sucede eso. Tendré que comprar tinte

 

-¿Te tiñes el cabello? ¿Por qué lo haces? ¿No te gusta tu cabello rubio?

 

-No, nunca me gustó – se acercó al encargado de la tienda - ¿Sabe dónde venden tintes para el cabello?

El hombre le dijo que la parte central de la plaza, y salieron del lugar.

 

-Es algo raro, creía que Annabeth era la única rara que odiaba su cabello – comentaba la pretor

 

-Habla la chica que se llama R.A.R.A – deletreó rápidamente – Veras, soy más bajo que los demás… y con el cabello rubio, la gente creía que se podía aprovechar de mí… ellos creían que era tonto, les parecía alguien muy amigable y estúpido. – entraron a una tienda de cosméticos – Lo que no soy… idiota, bueno… eso somos todos.

 

Reyna guardó silencio.

 

-Además, los ojos marrones no combinan con el cabello rubio… Mis hermanos son más altos, más atractivos y de ojos azules o verdes… yo fui el único que nació así, chaparro, de ojos marrones, cejas negras pero cabello rubio… ¿Quién carajos tiene las cejas negras pero el cabello rubio?

 

-Un hijo de Apolo que es la oveja negra de la familia.

 

-Una verdadera oveja negra.

 

 

 

+++

 

 

Por otro lado, un rubio con anteojos caminaba por un parque con varios turistas.

El lugar era realmente hermoso. En el centro había una catedral hecha de mármol y decorada con ciertas letras de oro.

Entendió el mensaje fácilmente… estaba en latín “Aquí yacen los cuerpos de los locos enamorados”. Se acordó de la historia de Marcus, después de todo si había existido. Pero por ese momento todo le daba igual y seguía caminando, arrastrando esa nube oscura; que algunos curiosos se quedaban observando… bueno, el día era una maravilla… y una pequeña nube negra llena de furia acompañando a un muchacho de aspecto fiero… era algo bastante raro de ver en la ciudad.

 

Caminaba tan ofuscado con  la imagen que había visto en la mañana que no se dio cuenta que estaba a punto bajar unas escaleras bastante irregulares… el primer escalón no lo notó, pero es segundo sí y perdió el equilibrio, cerró los ojos… al diablo su poder, quería caerse. Pero no pudo. Lo único que vio fue dos machas: roja y marrón, sostenerlo antes del desastre. La mancha roja lo sentó en un escalón, mientras las personas aplaudían y gritaban “viva, lo han salvado”… Jason se dio cuenta de que las escaleras no eran nada pequeñas… aún quedaban 15 metros para su caída.

 

-¿Estás bien? – la mancha roja se acercó. Era bajo  no tanto como Michael, pero lo era.  Su piel era canela, pero sus ojos eran como fuego… de verdad  esas cosas flameaban.

 

-Son como hogueras… hasta Juana del Arco tendría pánico de tenerte cerca

 

-Pero qué carajo… jajaja ¿Juana de Arco?

 

-Y tu cabello – era rojo, pero no ese rojizo como el de Rachel; este era del color de la sangre - ¿Qué eres?

 

-Es tu salvador ¿Me dices tu nombre o te llevo a un hospital? – la mancha marrón que había visto antes se acercó y cobró sentido. Se mostró un interesante rostro, adornado de unos intensos ojos verdes. Para Jason todo se había ido al tártaro.

 

-Soy Jason… Jason Grace ¿Y tú? – no dejaba de mirarlo. Tenía la piel clara, unas enormes ojeras. Usaba unos tejanos y una camiseta sin mangas llena de signos raros… eran runas.

 

-Alabaster, soy Alabaster –le tendió la mano – Venga, tienes mal color.

Jason aceptó la mano y fue levantado rápidamente

 

-¡Yo soy Micael! – gritó el menor

 

-Perdón, es un gusto Michael – Jason se había olvidado por completo del menor

 

-No! Micael! – volvió a gritar el pelirrojo.

 

-Micail? – Jason no podía decirlo de la misma forma. No podía pronunciarlo.

 

-Sabes que muy pocas personas pueden pronunciar bien tu nombre– Alabaster le dio un golpe muy fuerte a la mancha roja en la cabeza.  El rubio no pudo evitar sorprenderse, el menor no flaqueaba ante tremendo golpe.

 

-Au!!!!  - solo se quejaba

 

-Puedes decirle Mica, más corto, más fácil – Alabaster le sonrió – Si gustas me puedes decir Al. – volvió a sonreír – Alabaster es muy largo y…

 

-A mí me gusta Alabaster – Jason trataba de calmarse – Alabaster está bien. – a la vez que intentaba de recordar dónde había escuchado ese nombre antes… ¿En el campamento Mestizo?

 

+++

 

Volviendo con Percy, Nico, Annabeth y Piper…

-Voy a ir de compras ¿Vienes conmigo, Nico? – preguntó amablemente Annabeth

 

-No sé… - aún se sentía incómodo estando cerca de la rubia

 

-Lo mejor será que la acompañes –comentó Piper – Se pone como loca si ve algo de arquitectura, debes de retenerla

 

-Pero…

 

-Anda con ella – seguía insistiendo Piper, solo que esta vez usó el embrujahabla. Annabeth se dio cuenta y se llevó de un solo jalón a Nico.

 

Percy se quedó con las palabras en la boca. Cuando Annabeth se lo proponía era feroz.

EL hijo de Poseidón llego a gritar: “¡Tengan cuidado!” Antes de verlos desaparecer.

 

-¿De qué se trata esto? –interrogó el mayor

 

-Tenemos muchas cosas que discutir, Percy  -Piper le tendió una foto - ¿Sabes quiénes son?

El mayor intentaba contener el grito - ¿Dónde la has conseguido? Estos… esto son…

 

-Óneiro  y Glykós, los locos enamorados – Piper bajó la cabeza y sacó otra foto – En realidad Marcus se equivocó con los nombres… - extendió la mano para que el mayor la pudiera ver – Ellos son los locos enamorados, ellos son los que se suicidaron…

 

-Imposible…

 

-Son James Blue y Pandora Black – guardó silencio –  Ellos fueron los chicos que se suicidaron…

 

- Glykós se cayó del risco… eso es…

 

-Los locos enamorados son aquellos que se tiraron del mismo risco donde murió Glykós. Marcus se equivocó un poco con la historia.

 

-Vaya…

 

-Percy, ellos también eran hijos de dioses…

 

-¿De cuáles? – aún estaba confundido – Espera… un hijo de Poseidón y otro de Hades, ¿Verdad?

 

-Percy, la historia de Glykós y Óneiro se llama “una promesa”, la de James y Pandora es “los locos enamorados”… pero, hay más

 

-¿Cómo? ¿De qué estás hablando?

 

-Percy… -sacó más fotos. En todas las fotografías, una de las personas se parecía a Nico y la otra a él. – En total son cinco…

 

-¿Me estás diciendo que nosotros…? –murmuró algo que Piper no pudo oír

 

-Percy, si tú y Nico están juntos… tal vez mueran.

 

-Estas bromeando… estas bromeando ¿no?... yo – la voz se le resquebrajaba – N-NO…

Piper le sujetó las manos -Ayer escuché a Cupido hablar con Thanatos… Investigué en la madrugada yo…

Alguien apareció detrás de ellos – Un hijo de Hades y otro de Poseidón se enamoraran. El mar los envolverá y se unirán como uno. ¿Morirías por amor? – unos intensos ojos rojos se asomaron

 

-Cupido… - Percy solo mencionó el nombre, no podía hablar…

 

-Es momento de que te hagas cargo de lo que empezaste, hijo de Poseidón – los ojos rojos seguian plantados en Percy – Si te hubieras quedado con la hija de Atenea, el chico de la muerte no estaría corriendo peligro… ni tú. Si te hubieras contenido y hubieras sido menos egoísta, y la tal vez si no lo hubieras besado; ambos seguirían a salvo.

 

-¿Cómo lo sabes? – el hijo de Poseidón estaba a punto de sacar a contracorriente.

 

-La pareja muere si el hijo o hija de Poseidón besa a uno de Hades. Esa es vuestra maldición – Cupido levantó la mano y señaló el corazón de Percy – Fuiste egoísta, ese chico te estaba olvidando, estaba volviendo a ser el de antes y lo envolviste en un problema – se acercó más y le tocó el pecho – No entiendo por qué tu padre no te dijo nada…

 

-Pero… ellos los solucionaran, ellos se aman – Piper aún mantenía las esperanzas

 

-…- Cupido sonrío – No estés tan segura de eso, hermanita

 

A Piper le puso los pelos de punta escuchar la voz del mayor - ¿Cómo?... pero… ellos – guardó silencio – Percy, tú estás enamorado de Nico… ¿No es así?

 

-Yo…

 

Cupido volvió a hablar –Lo quiere, le parecía, le gusta… pero nada más. – sonrió – Amar es un arma de doble filo… te aman o te destruyen, es así de sencillo – se alejó de los chicos – Acabas de cavar la tumba de Nico Di Angelo… porque en las últimas fotos, solo murieron los hijos de Hades.

 

Los chicos vieron como Cupido desplegaba sus alas y se perdía entre las nubes…

 

-Y se jodió… - Percy miraba el horizonte – Piper –llamo suavemente – ¿Te gustaría acompañarme a ver a mi padre?

 

+++

 

 

En unas tiendas, y muy incómodo se encontraba Nico... que estaba a punto de estrangular a Piper… ¡Pinche enbrujahabla!

 

-Entonces… ¿Qué tal? – La primera en romper el silencio fue la rubia – Percy me dijo que te habías sentido mal en la noche

 

-Estoy bien, gracias – hacía tronar sus dedos como si su vida dependiera de ello – ¿Y tú?

 

-Bien, todo bien… - no sabía que preguntarle… había aceptado llevarse a Nico un rato para que Piper lograra conversar con su amigo y exnovio… nunca había pensado que tendría que comunicarse con *el menor no tan menor*

 

Siguieron a otra tienda, era la más extraña que habían visto hasta ahora. Tenía colgadas estrellas de papel dorado y muchas bombillas decoradas. Habían libros muy antiguos y varios frascos con cosas extrañas, pero bellas…

 

-¿Una tienda de magia? – preguntó en voz alta Nico

 

-¡Así es! – era alta y bellísima, de largo cabello negro y unos grandes ojos azules – Y también hacemos tatuajes – sonrió vivaracha

 

Annabeth y Nico no pudieron evitar poner una sonrisa, esa chica era realmente amigable.

 

-Justo lo que estaba buscando – dijo Nico sin mucha importancia.

 

A Annabeth casi le da un infarto - ¡¿Qué?! ¡¿Estás drogado?!

 

-También tenemos amapolas… si eso buscan – comentó la chica

 

Annabeth volvió a mirar a la de ojos azules -…

 

-Es broma! – sonrió la encargada –No tenemos eso, pero hay algo que es mejor. – se acercó a una esquina y sacó unas pipas – A las personas que desean hacerse un tatuaje les damos una pipa, para que se relajen

 

-Oh – Nico tomó una –Gracias

 

Annabeth parecía la única racional en ese lugar – ¡Pero no se da cuenta de que es un niño! – gritaba eufórica.

La chica la miraba tranquila – Vamos, este chico no es ningún niño… - le tomó la mejilla a Nico – Los niños no hacen esas cosas

 

-¿Qué… - Annabeth se quedó en shock – Nico no es…

 

-Ya no… - el menor trató de tranquilizarla – Fue hace un tiempo… estaba muy dolido… y alguien llegó. Solo me deje llevar… Y pasó…

 

-…Oh Dioses – si Percy sabe eso va a matar a la persona que estuvo contigo…

 

-No es de su incumbencia lo que hice o dejaré de hacer – volteó a ver a la muchacha – Eres Urania… ¿No es así? – preguntó tranquilamente

 

-Sí – sonrió – muy hábil, Di Angelo

 

-¿Urania? ¿Cómo la musa? – interrogó la rubia

 

-Sí jajaja

 

-¿Qué haces aquí?

 

-Trabajo en esta tienda por solo este mes, me aburro de siempre estar en el olimpo… además, soy maestra de astronomía.

 

-Wow – Nico la miraba asombrado

 

-No entiendo como sabías quién era yo… - dijo Urania

 

Nico sonrió – Los únicos seres que podían saber eso era aquel chico y las estrellas… o bueno, tal vez alguien que estaba estudiando las estrellas en ese momento… yo te vi aquel día y tú me saludaste… jamás olvidaría tu sonrisa de incomodidad

 

-JAJAJAJA  POR REGULUS! – se carcajeaba la musa – ¡Es que ustedes lo estaban haciendo en pleno campus!

 

-¡¿QUÉ?! – gritó Annabeth – ¡Inmoral sin pudor engaña sesos de alga! – gritaba mientras Urania y Nico reían con más fuerza. Poco a poco Annabeth se les unió.

 

-¡Vamos mujer! Tú estabas con él y yo necesitaba a alguien – se quitó el polo negro – No le fallé a nadie, además entre Percy y yo no pasa nada. No es mi tipo. – volvió a sonreír y esta vez le habló a Urania -Me gustaría uno en mis hombros.

Annabeth abrió la boca… por los Dioses!!! Además del cuerpazo de héroe que mostraba… porque ese chico tenía el abdomen marcado, al igual que los brazos… cosa que no se podía creer aún. Nico tenía varios tatuajes…

 

-¿Qué son?

 

-… Tatuajes… Daa – hizo unas muecas raras y  sonrió. Señaló uno de ellos – Las flores con plumas es Piper, la corona con una espada equivale  a Reyna;  el arpa con una cruz es Will, el oso con las flechas es Frank,  el  dragón es Leo…  la gorra representa a Bianca, a ella le encantaba llevarla a todas partes…  - guardó silencio - el diamante es Hazel… El búho… - sonrió – el búho eres tú, el tridente…

 

-…- Annabeth contuvo el aliento – El tridente a la altura de tu corazón es Percy, el águila con rayos cerca de la clavícula es Jason… y la calavera en tu pecho eres tú… ¿Tienes muchos tatuajes y quieres hacerte más?

 

Nico sonreía, y Annabeth entendía porque Percy estaba tan colado por aquel chico…

 

-¿Qué significan? – preguntó a pesar de saber la respuesta…

 

-Mi familia… significa familia…

 

Urania los miraba dulcemente, esos dos… tenían mucho en común… además de compartir saliva con el estúpido hijo de Poseidón.

Notas finales:

Gracias por el leer el fanfic c: Espero que les haya gustado y toda la cosa.

No se olviden de dejarme un review! Acepto cualquier opinión!

Jajaja nos leemos en 4 meses XD!

 

 


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