Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Amor? por Amito-chan

[Reviews - 55]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Okay… jajaja cuando escribí lo de los cuatro meses no hablaba en serio, o eso creía. Ninguna idea se asomó, ni una puta idea. Mis palabras dicen el futuro okay no, tengo que dejar la droga. En fin! Agradezco a las personas que me dejaron un review! Gracias por leer este fic matador de otps xD

Gracias por todo, no se olviden dejarme alguna crítica (constructiva xD) Es mi primer fic, es normal que me equivoque xD por favor perdonen por eso :c

OH! OTRA COSA! No crossover please, ni de coña! Quiero salir rápido de este fic ajajjaj xD naa este es mi bebé y no pienso dejarlo ni modificarlo jajajaja me demoró mucho para construir ideas... no crossover please!

En fin! espero que les guste! 

Verdad! El nombre de la musa es Urania... por alguna razón Word me corregía cada vez que escribía su nombre 

VIII.

 

Annabeth agarró una de las pipas – Yo también quiero un tatuaje – habló eufórica

Nico solo reía, al igual que Urania 

 

-Será un placer hacerle un tatuaje a la hija de Atenea – dijo Urania –Aunque el que tendrá que hacerlo será mi sobrino.

Los dos semidioses voltearon a ver en muchas direcciones hasta llegar a la puerta principal. Un muchacho de rizos negros pasó.

 

-¿Y estos quiénes son? – preguntó el muchacho – ¿Ya estás trabajando de nuevo? ¿Cómo es que consigues clientela?

 

-Tú cállate, niño – La musa se había enojado un poco. Señaló un encendedor – Tráelo y deja tus cosas, vamos a hacer arte

 

Nico y Annabeth intercambiaban miradas “¿Qué estaba pasando? ¿Quién era aquel chico?”

 

-Para mí la música es arte, tía – comentó

 

Para Annabeth todo tomó sentido -¿Entonces eres… Orfeo? – preguntó

 

El chico respondió - ¡NO! ¡NO SOY EL PUTO ORFEO!

 

-Es Lino – aseguró Nico – Hijo de Calíope, hermano de Orfeo

 

-Por fin, alguien que entienda – el chico acercó el encendedor a la pipa de Nico – Me caes bien, niño. – dijo para luego acercarse a Annabeth – ¿Pipa o cigarrillo con boquilla larga?

 

-¿Cómo? – preguntó algo perdida

 

Urania le acercó una enorme caja de madera  y le mostró la gran colección que tenía– Este es un cigarrillo con boquilla larga – El cigarrillo era como los que se veían en las películas de blanco y negro

 

-¿Qué tiene de especial? – preguntó perspicaz la rubia.

 

-Que se ve más delicado en una mujer-  Lino seguía sacando algunas cosas un tanto extrañas – Es tu problema si lo deseas usar o no… la cosa es, que no me gustaría ver llorar a una chica. Estos tatuajes duelen, son de calidad, bitch.

Annabeth no sabía que pensar... en que sus padres la iban a matar, o que ese chico se estaba preocupando por ella…

 

-¡¿BITCH?!

 

-Es broma, nena – Lino la hizo sentarse en un mueble. Annabeth estaba un poco tensa.

 

-Esto…

 

-Tranquila- Urania puso una extraña pose de comercial - ¡Este lugar es 100% seguro e higiénico!

 

-¿Por el estigio? – preguntó Nico

 

-Por el estigio – juró Urania divertida

 

-Va – la rubia agarró un cigarrillo y Lino lo prendió.

Annabeth empezó a toser, ella nunca hecho eso…  ¡DIOSES! ¡QUE CARAJOS ESTABA HACIENDO!

Comenzaba a asfixiarse hasta que Lino la agarró por lo hombros.

-Trata de aspirar como si fuera una pajilla, no inhales

 

Annabeth lo miró un poco confundida.

 

-Tú solo hazlo! – grito el hijo de la musa.

La rubia se calmó, e hizo lo que dijo… lentamente. Poco a poco fue recuperándose. Y notó que toda la atención la tenía ella.

 

Pasó un rato para que se tranquilizara y pudiera hablar -Esto…

 

-Bienvenida al lado oscuro – comentó Nico – Te has convertido en una rebelota malota.

Todos comenzaron a reír. El lugar era bastante agradable.

Urania siguió sacando pequeños frascos de lo que parecía ser pintura– Bien, ¿Qué se quieren hacer? – presionó unos interruptores y las estrellas se encendieron – La luz siempre es buena – sonrió – ¿Y? ¿Cómo quieren los tatuajes?

 

El primero en contestar fue Nico – Quiero… no sé qué quiero…  Haz lo que desees. Con tal de que no sea el rostro de nadie, todo bien.

Urania sonrió y le prometió que no haría nada de eso.

Por otro lado Annabeth estaba fumando como loca… apenas habían encendido el primero cuando dijo “Otro por favor”.

 

-Urania – llamó el de rizos negros – ¿Le puedo dar algo? Ya sabes, para que se relaje…

Urina lo miró de mala forma – ¡No te atrevas a emborracharla!

 

-Trae lo que tengas que traer – habló la rubia nerviosa – Lo sentiré menos ¿No? – Lino asintió – Que sea algo fuerte, porque el tatuaje va a ser grande…

 

 

+++

 

 

Por otro lado, y alejado de emborracharse un poco; estaban Jason, Alabaster y el miniom rojo.

 El rubio solo se dejaba llevar, los chicos le hablaban de cantidad de cosas sobre la ciudad… una más extraña que la otra. Para ser sinceros, la ciudad era bastante interesante y bella.

Jason no notó que la nube que lo seguía había vuelto a ser blanca… esperen, ¿Las nubes lo seguían? Esto era nuevo, pensaba divertido.

 

Aunque lo más divertido era ver a Alabaster cargando a Mica.

-¿Cuánto pesas? – el mayor se tambaleaba de un lado a otro - ¿Cómo carajos es que “él” te puede cargar?

El hijo de Júpiter sonrió un poco, nueva cosa que descubrir… “el”, la lista de descubrir cosas estaba creciendo un poco.

No se dio cuenta de que Alabaster y Micael se le tiraban encima gritando “Arre caballito” mientras le daban palmazos en el trasero.

 

-¡OIGAN! – gritó el rubio -¡PESAN DEMASIADO!

Ellos reían a carcajadas. Jason no tuvo más alternativa que llevarlos hasta una banca… a dos cuadras…

 

-Oh!!! Pero si es tan fuerte y varonil! – comentaba el menor

 

-Deja de fastidiarlo – se quejó Alabaster –O te convertiré en una enorme rana roja

 

-Oh no! El gran Alabaster me va a convertir en rana! – gritaba Mica

 

Jason subió un poco el rostro y le dedicó una sonrisa – Así que eres mago

 

-Algo así… -Alabaster contestó algo incómodo. Jason lo notó rápidamente y la suerte fue que llegaron a tiempo a la banca… El rubio calló rendido.

 

-Ustedes dos pesan realmente horrible – empezó a estirarse – mi pobre espalda va a morir.

 

Ambos chicos sonreían. Para Jason esto era nuevo…  y muy extraño… se sentía como si ellos fueran parte de su familia, de su interesante familia. Se asustó por momento, ellos también estarían en riesgo. Era lastimoso, pero debía alejarse de ellos por su seguridad.

-Ya es momento de que me vaya – dijo al momento en que se paraba

 

-¿Qué? –Alabaster parecía confundido - ¿Por qué? ¿No te estabas divirtiendo? – se levantó del asiento junto con Mica - ¿Estás bien?

Jason detestaba que las personas se preocuparan de esa forma por él. No pudo evitar recordar a Nico, le merecía explicaciones y unas enormes disculpas.

 

-No es nada, debo ir a buscar a mis amigos… deben de estar preocupados

 

-¿No que te ibas a las seis? – Alabaster lo miraba triste - ¿Ya no quieres estar con nosotros? ¿Es por lo de cargarnos? ¡No lo volvemos a hacer!

 

“Demasiado dulce” pensaba Jason, era una especie de  Nico más alto.

 La gran mayoría de personas sabían que ese chico de la muerte le había abierto su corazón, que confiaba en él. Jason adoraba a Nico, lo quería demasiado y por eso se enamoró.                           Había llegado a odiar a Percy por momentos, está bien que haya logrado aceptar que no tenía oportunidades… pero aún dolía… demasiado.

 

+++

Sujetó la bolsa que le dio la señorita.

-Bien, ya que no pienso andar con el cabello de dos colores todo campante y kawaii – salió de la tienda – ¿Podríamos ir primero a la peluquería y luego compramos las cosas? – preguntó Michael

 

-Oh… sí, no hay problema… - Reyna se acercó a la mujer del mostrador – Si es así, entonces aprovecho y yo también me lo tiño

 

-¿Estás segura? El color de tu cabello, y su forma… es lindo, no lo cambies

 

Reyna lo observó - ¿Te gusta así? – estaba comenzando a entender de que iba Michael… le estaba tirando los tejos desvergonzadamente sin darse cuenta de ello.

 

-Sí, es bonito

 

-Oh… y mi piel… ¿Es bella?

 

-También, es de un color cálido…

 

-¿Mis ojos tienen algo de interesante?

 

-Claro, son preciosos

 

-¿ Y Mis labios qué te parecen? – seguía interrogando

 

-Son … - calló en cuenta de lo que estaba diciendo – Son… lindos, como los de cualquier chica

 

-¿Me acabas de llamar común y simple?

 

-¡NO! ¡Pero me estás jugando una enorme broma!

 

-Usted comenzó, niño heterosexual

 

-¡Que no soy gay!

 

-¡Me vale!

 

-Eres una odiosa

 

-Y tú un desvergonzado

 

-No he hecho nada de lo que me arrepienta

 

-Oh… ¿y quién es esa tal LaRue? ¡¿Qué pensará tu novia si te ve echándole los tejos a alguien más?!

 

-Esa perra loca no es mi novia… ¿Quién carajos te ha mentido tan mal?

 

Reyna sonrió de lado – Nadie, solo quería saber si ibas en serio

 

 

 

+++

 

 

En otras circunstancias no sabría que hacer… pero esta era la excepción. Fue con Piper hasta una cueva cerca al mar, alejado del pueblo y gritó con todas sus fuerzas “Padre”, no sabía si funcionaría  pero estaba muy enojado… y pareció que su padre lo sintió…

De entre las olas apareció un hombre con una caña de pescar y una interesante camisa tropical – Percy – llamó Poseidón – Tanto tiempo si veros… y a ti, Piper MClean – el dios abrazó a Percy – Es interesante verte aquí – tenía cierto temblor en su voz, Piper lo reconoció muy rápido.

 

-Sí, lo sé –contestó Percy – Es interesante… al igual de no decirle nada a tu hijo sobre su posible muerte ¿No crees?

 

Piper los observaba, Percy solía tener una mirada muy diferente a la de ahora… las de siempre eran “Hey, soy guay y un buen tipo, ¿En qué puedo ayudarte?”, en este momento era “Quiero que caiga sangre… sangre azul”

 

-Así que ya te enteraste – Poseidón se sobó la cabeza – Buen trabajo, hija de Afrodita. No sabía quién lograría sacarlo a flote… Pensaba que sería Annabeth Chase, pero me agrada que hayas sido tú… una hija del amor comprenderá.

 

-¿Comprenderá qué? – Percy seguía enojado - ¿Y? ¿No vas a decirme nada?

 

-Bien… sin rodeos, me agrada tu forma de hablarme

 

-¿Glykós te hablaba así? – fue un golpe bajo, pero Percy estaba harto de ser usado por los dioses; incluso por su propio padre.

 

-Glykós fue un gran hombre, incomparable… no utilizaba la espada para hacer honor, él era capaz de razonar– se sentó en la arena e hizo una seña para que los dos semidioses hicieran lo mismo, lo cual obedecieron – Era tan bueno como tú, Percy.

 

-¿Y los demás chicos? – Piper habló y la atención se centró en ella, vaciló por un momento… odiaba cuando sucedía - ¿Los demás chicos eran igual de buenos?

 

-Sí, todos fueron realmente inigualables a su distinta forma – Parecía que Poseidón agarraba más arrugas y tomaba un carácter más solemne. Propio de un dios que vivió por mucho tiempo.

 

-¿Por qué no me dijiste nada? – Percy se recostó al lado de su padre. A Piper le dio un poco de pena… le hubiera gustado que Zeus tuviera esas atenciones con Jason… También le dio un poco celos, Poseidón era diferente a su madre…  oh dioses, se estaba poniendo melancólica.

 

-Se suponía que tú y la hija de Atenea estarían juntos. Afrodita siempre lo dijo… las moiras también especulaban lo mismo. Cuando conociste a Nico Di Angelo… Hades estaba como loco… ya de por sí, en ese entonces, no nos quería cerca… cuando eso pasó, Hades quería convertirte en la cena de Cerbero.

Percy tragó saliva – Va ¿Y?

 

-Afrodita  dijo que tú estabas muy enamorado de Annabeth Chase y que dudaba que Di Angelo corriera esa suerte. Eso nos tranquilizó… por un tiempo. – lanzó su caña de pescar, el mar estaba muy cerca – Pero Hades empezó a notar que su hijo sentía algo por ti… y reconsideró el tirarte a Cerbero, pero se le aclaró que no sentías nada por su hijo. – jaló su caña y salió un tiburón – Ash… estoy harto de sacar tiburones – luego lo tiró como si nada al mar y volvió a su sitio – En fin, Nico Di Angelo conoció a Will Solace y Hades se calmó…

 

-Va ¿Y? – esta vez fue Piper la  que preguntó - ¿Por qué no dijo nada? ¿Por qué no nos avisó que había un problema?

 

-Veras, querida – la miro detenidamente con esos ojos que mostraban el océano.. vale, Piper ya estaba intimidada – Nosotros pensábamos que pasaría vacaciones en, no sé, ¿California? – tiró de su caña y sacó un interesante pez de colores – Na… muy colorido – y lo volvió a tirar – Perdón, ¿Qué decía?

 

Piper y Percy lo observaron – Pensaban que estaríamos en California 

 

-Oh claro claro – Pasó un brazo por los hombros de Percy –  Zeus, Hades y yo creíamos que estarían muy lejos de este lugar… incluso pensamos darles un pequeño obsequio, ya sabes; las cartas de sus seres queridos. Aunque supongo que el hijo de Némesis no lo tomó nada bien ¿no?

 

Piper lo captó rápido - ¿Cómo es que Ethan y los demás revivieron?

 

-Tiene razón – Percy tomó una actitud más tensa - ¿Los revivieron?

 

-Oh chicos, eso no podemos hacer aunque lo quisiéramos. – sonrió de lado – Nosotros no, pero las puertas de la muerte, sí. Aún no sabemos con certeza que pudo haber pasado, pero las puertas se abrieron por un pequeño momento hace unas dos semanas.

 

-Nosotros cerramos las puertas definitivamente – parecía que Percy quería golpearse la cabeza contra algo – Por favor, no más gigantes… ni titanes… ni mujeres locas que quieran matarnos.

 

-Las Puertas sienten de vez en cuando, supongo que solo quisieron abrirse y ya. Tal vez sea una nueva oportunidad para todos. Incluso para los monstruos.

 

Percy se tiró en la arena y comenzó a patalear como un niño –No más monstruos! Ya no!

Poseidón sonreía, sabía que su hijo solo estaba dejando salir la tensión – Luchaste contra titanes y Gigantes, hazme el favor

 

Piper estaba tranquila, disfrutando del momentos y entonces –Espere…  - Poseidón y Percy la miraron - ¿Los chicos están vivos desde hace dos semanas?

 

-Sí – contestó el dios

 

-Pero ellos nos dijeron que solo habían pasado unos dos días…

 

-Desde que despertaron – Poseidón se puso de pie – Estuvieron inconscientes todo el tiempo. – dio una sonrisa – Bien, yo ya me voy

 

-Espera! ¡¿Qué?! Ni siquiera me has dicho como podría, no sé, ¡no morir! – Percy seguía a su padre –Ya sabes, tu genial hijo a punto de morir… morir otra vez

 

-…- Poseidón volvió a reír – Glykós era más genial

Percy estaba dolido, Piper estaba riéndose y Poseidón seguía adulando a Glykós

 

-Tenía que vengarme – miró a Piper y le tomó la mano – No soy experto en estas cosas, pero lo mejor sería ir por tu madre, ella entiende de esto. – se arregló la camisa - Si las buscáis ahora la podréis encontrar en un restaurant de la gran plaza, pregunten por  el más costoso– el dios mostraba un extraño carácter dulce – Piper MClean, tienes más fuerza y respuestas de lo que tú podrías creer. Te confío a mi hijo.

Fue extraño, pero por un momento Poseidón se pareció a su padre. Piper quería echarse a llorar en la arena.

 

El dios se acercó a su hijo – Son nuevas oportunidades, para todos… los buenos, los malos… los doble agentes. Aprende a confiar en tus enemigos y también a pedir perdón – lo abrazó con fuerza – Por favor, no mueras. 

 (Ahora Piper sí que estaba llorando)

 

-..- El sesos de alga intentó decir algo, pero las palabras no salían. Solo llegó a decir “No lo haré”

Poseidón se separó de Percy, se acercó al mar y antes de desaparecer – Yo tenía un hijo llamado Claus, él era un niño de diez años… - estaba de espaldas – ¿Lo podrías saludar?

Percy no entendió, iba a hablar, pero Poseidón se había ido.

 

-Okay, entonces… -Percy seguía mirando el mar - ¿Ahora qué hacemos? ¿Una malteada o Afrodita?

Ambos chicos salieron de la cueva.

Piper le dio una sonrisa  - Mejor vamos por mi madre… La malteada puede esperar… mi madre no, además- miró al horizonte - no sé por qué siento que va a ser un largo día…

 

 

+++

 

-¿Me piensas decir por qué estás tan enojado? – Thalia caminaba con Luke por una catedral - ¿Es por el chico del parche?

 

-Y tú qué crees – Luke tenía el ceño fruncido – Ir en busca de Jason Grace porque quería hablar con él… lo detesto

 

-¡Hey!, Es mi hermano –le dio un codazo en las costillas – Él no tiene la culpa de que no sepas como manejar una relación

 

-¿Qué? ¿Te diste cuenta? – el rubio paró en seco – Ya sabes, “esa clase” de relación

 

-Todos nos dimos cuenta. – le dedicó una mirada dulce – Creo que siempre necesitaste de alguien como Ethan Nakamura.

 

-¿Una desgracia como persona?

 

-Una desgracia muy especial, - Thalia le sujetó la mano – ¿Recuerdas cuando caminábamos así?

Luke soltó el agarre y  pasó una mano por su cintura - ¿Qué te pasa chica pino? ¿Me estás conquistando?

 

-No, solo estoy recordando. Estaba tan enamorada de ti, igual que Annabeth…

El rostro de Luke cambió– Supongo que tengo que disculparme con todos, por mis acciones.

 

-Creo que sería lo más indicado, sin embargo – pasó un brazo por los hombros del rubio – Yo te apoyo

 

-Te lo agradezco

 

Siguieron caminando en silencio hasta que Luke habló.

 

-¿Desde cuándo eres lesbiana?

 

Thalia abrió los ojos, se sintió tan voluble e indefensa -¿Qué dices?

 

-Ya sabes… Desde cuándo empezaste a tener ese tipo de gustos… porque esa mirada que le mandabas a… ¿Piper?, no eran de amigas

 

-…

 

-Vamos – sujetó la cintura de su amiga más fuerte como para que no escapara -  sabes que me gusta un chico, ¿Qué tiene de malo que seas lesbiana?

 

-Yo no… bueno… no, o sí… ¿Compramos ropa?

 

-Thalia, tú no eres así jajaja ¿Comprar ropa? – le sonrió – ¿Es lo mejor que se te ocurrió?

 

-Solo déjame

 

-Te apoyo… eres lesbiana, bravo

 

-No ha sido fácil – Thalia tenía esa mirada melancólica

 

-Nadie dice lo contrario – Luke se detuvo y de un empujón  la hizo entrar en un callejón por el que justamente estaban pasando.

 

-¡Hey! ¿Qué pasó?

 

- Dime, Thalia – se acercó a su pecho - ¿Por qué guardas dolor?

 

-¿De qué estás hablando? ¡Estoy bien!

 

Luke rodó los ojos - ¿Quién es Phoebe?

Thalia quedó inmóvil y las lágrimas parecían un río a punto de desbordarse –Cómo es que tú… sabes de ella…

 

-Ella fue la primera ¿No es así?

 

-…

 

-Es por eso que no sabes si recibir a Piper o no, te sientes culpable por la muerte de Phoebe…y a la vez sientes que la has engañado, ¿Me equivoco?

 

 Thalia lloraba, ya no aguantaba más. Se dejó caer en la acera y colapsó

 

-Dime, Thalia… por favor

 

-Estoy harta de todo – sollozaba – quiero mantenerme firme, pero ya no puedo… y nadie lo sabe, he estado sufriendo tanto –maldijo por lo bajo y siguió hablando– Te juro que la amo…  te juro que la adoro, te juro que estoy enamorada de Piper

 

-Lo sé…

 

-He hecho cosas estúpidas por mantenerla a salvo, y ella me odia. – guardó silencio por un rato -Hace dos años perdí a Phoebe, ella era tan dulce y me quería tanto… yo – se pasó las manos por la cabeza – fue  mi primera compañera – trataba de hablar – le dije que la cuidaría, pero aquel día la perdí y ella… – salieron varios alaridos antes de que pudiera hablar– ella murió y me dejó sola y… La extraño tanto… aquella noche yo estaba dolida, había paso un año desde su muerte… Y me aproveché de Piper… necesitaba sentirme anclada, necesitaba sentirme parte de alguien…

 

Luke se arrodilló y le tomó la mano.

 

-Le dije “No te preocupes” – las lágrimas no paraban – Use a Piper – miró fijamente a su amigo – ¡Le hice el amor pensando en Phoebe y luego me fui por meses!

 

 Levantó a su amiga de un tirón y la abrazó– Si de usar gente se habla, creo que yo superé la expectativa – le dio una sonrisa – No te culpes por la muerte de Phoebe, ni por lo de Piper… La amas, y técnicamente estás pagando todo el daño que le hiciste, no te martirices.

 

Thalia lo miraba con los ojos rojos – Es fácil decirlo…

 

-Oh créeme, no te lo diría si no lo hubiera pasado… - recostó su cabeza en el cuello de su amiga - Lo hice pasar a mi habitación, por primera vez, una noche antes de que peleara contra un hijo de Poseidón en el laberinto. Pensé “No puedo dejar que muera sin haberlo probado”- Luke tenía la voz temblorosa-  ¿Entiendes la diferencia?, yo lo usé sin remordimientos, sin miramientos de bondad o de moral.

 

-Estabas influenciado por Cronos

 

-No exactamente – sonrió de lado - ¿Crees que dejaría que Cronos lo viera de aquella “dulce” forma?

 

 

Thalia lo miró -Bien, ¿el punto es?

 

-Cuando morimos, después de tiempo, lo encontré sentado. Recuerdo que le pedí perdón por todo – le revolvió el cabello a Thalia y salieron lentamente del callejón - ¿Y sabes lo que dijo? – la miró divertido

 

-…No

 

-Otra ronda y veremos

 

-… - Thalia no sabía que cara poner - ¡¿Qué?!

 

-Verás – la miró - no importa cuán mierda hallas sido – volvió a sonreír -  Si te ama, no te abandonará… porque de eso se trata el amar, el buen amor… un amor que es mutuo…

 

-¿Desde cuando eres tan cursi?

 

-Desde que te volviste lesbiana

 

-Buena esa colega… - Thalia pasó un brazo por el cuello del rubio y empezó a ahorcarlo como en lucha libre – ¿Qué clase de amigo te hace llorar?

 

-Los mejores amigos

 

-… - Thalia le dio un beso en la mejilla – Gracias, necesitaba respirar

 

-No hay problema, eso es lo que hacen los amigos…

 

Thalia sonrió y siguieron caminando por un buen rato hasta que Luke habló.

 

-Thalia – la llamó

 

-Dime

-Me gusta tu corte de lesbiana…

 

-Esta mierda gay

 

 

 

 

+++

 

Era interesante ver como el flacuchento de Leo podía mover el cuerpo de Marcus solo para que Jason no matara a personas.

 

-Futura cita – dijo Marcus – Sé que me amas y que no puedes vivir sin mí, pero suelta mi mano… la estas apretando mucho y ya duele un poco…

 

-¡Perdón!  - Leo lo soltó inmediatamente  -No era mi intención 

 

Había salido corriendo de la mano de Marcus hace unas ¿Diez cuadras?

 

-Yo, lo lamento – vio la mano de Marcus, estaba roja – De verdad que sí

Marcus con un  rápido movimiento lo puso del otro lado y le tomó la mano –Así está mejor.

 

Leo quería morirse de la vergüenza, caminar con un hombre… de la mano… ¡Dios! ¡Si lo viera Calipso!, estaba seguro de que la chica diría *¿Cómo carajos terminé con este flacucho arruina ropa, además de  gay?*

 

-Soy una mierda – Leo no se dio cuenta de lo que dijo

 

-Una mierda kawaii – contestó Marcus despreocupadamente – Todos tenemos un poco de mierda, es normal, no te sientas mal niño duende latino

 

-¿Duende qué?

 

-Solo bromeo – le agarró las orejas – pero si estas cosas terminan en punta

 

-¡ESO NO ES VERDAD!

 

-Y también tienes la altura de un duende

 

-Va, ¿Y tú qué? – se soltó del agarre – Con esa sonrisita y esos ojos verdes tratando de conquistar a alguien que… okay, no tengo nada…

 

Marcus sonrió – Soy perfecto, niño

 

-¿Niño? – soltó el agarré y le mando un amigable puñete en el brazo - ¿Acaso eres de la época de las cavernas?

 

-Tengo veinticuatro años

 

-… ¿Qué? – Leo quedó más que sorprendido

 

-Creía que ya lo sabías – Marcus estaba riendo por la expresión de Leo

 

-Yo pensaba que tenías diecinueve o algo así

 

-Pues no, tengo veinticuatro

 

-¿Me estás tomando el pelo?

 

-Nope

 

-… Hefesto me va a matar…

 

-¿Hefesto?

 

-No… nada – Vale, no se podía poner así…  estuvo con Calipso, que son 500 años más que él, pero… pero… Calipso era mujer… Hefesto sería capaz de tirarle una bola de Arquímedes a Marcus sin importarle nada diciendo algo como “¿Quieres conocer el dolor?”

 

-¡Hey!... ¡Hey! – Marcus trataba de sacar del letargo a Leo

 

-¿Qué?

 

-No te vayas al otro mundo – dijo tocando su cabeza llena de rizos

 

-Está bien – estaba un tanto preocupado

 

Marcus seguía sonriendo. Leo lo miraba raro

 

-¿De qué te ríes? –estaba un poco alterado

 

-… JAJAJAJA –se carcajeaba el chofer – Es que tu actitud es tan obvia

 

-Bueno, eres como sietes años mayor que yo… Mi padre me va a matar…

 

-Oh... ¿Entonces te dejo?

 

-¿Ah? – Leo cambió rápidamente – No, no te vayas – estaba alterándose más –  Y-yo… no me… me… arre… arre… ya sabes… – tartamudeaba

 

Marcus lo acorraló contra una pared, se acercó mucho y luego le levantó el mentón con un delicado movimiento  - Debes de decir las cosas claras, solo es “Yo no me arrepiento” y listo – susurró las palabras cerca de los labios de Leo - ¿Puedo?

¡ERA UNA BROMA! Pensaba Leo, Marcus lo tenía en esa situación y acababa de preguntarle si podía besarlo. Leo quería morirse de vergüenza. Esta realmente rojo; incluso sus manos emanaban fuego.

 

-Yo…

 

-Te demoras mucho, niño – No espero más y lo besó. Bien, Leo estaba a punto de morir de un paro… claro, mientras que unas chicas gritaban como locas… Ah… Hefesto lo iba a matar…

 

 

 

 

+++

 

 

-La vida es tan bella – canturreaba Annabeth – Sabían que El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia  o también llamado la Sagrada Familia, es una basílica católica de Barcelona, diseñada por el arquitecto Antoni Gaudí. Se inició en 1882 y hasta ahora sigue en construcción. Es realmente impresionante y muy bella, algún día tengo que ir…

 

-Así que la emborrachaste – dijo Urania

 

-Pero si está feliz – Lino se divertía viendo a la hija de Atenea cantar y luego decir cualquier dato arquitectónico de la nada – Y ella fue la que me dijo que quería algo para calmarse

 

-¿Cuando se le va a pasar? – preguntó Nico – Es la doceava vez que dice algo de arquitectura

 

-En unos segundos – Lino seguía sonriéndole a Annabeth – Eres muy guapa, ¿Me darías un beso?

 

Annabeth puso una gran sonrisa – Sí…

Nico y Urania hablaron en coro – Ni se te ocurra

 

-Okay, solo bromeaba – Lino siguió con el tatuaje. Annabeth tenía una bata con la espalda completamente descubierta, mientras que estaba echada en un sillón especial. Nico se encontraba de la misma forma solo que sin la bata.

 

-¿Ella sabe lo que está pasando? –Nico estaba un poco preocupado

 

-Ella se da cuenta de todo, solo que actúa sin pensar… dice cosas sin pensar – Urania le estaba explicando hasta que oyeron un grito, era Annabeth, acababa de “despertar”

 

-¡Duele!  - se quejó

 

-Tiene que doler, es un tatuaje – repuso Lino

 

-¡Aun así! ¡Se cuidadoso!

 

-¡Ya mujer! ¡Tranquila! ¡Lo estoy haciendo con amor! – Lino reía

 

-¡Pues tu amor duele! – Annabeth seguía quejándose

 

-¡El amor siempre duele! – respondió Lino

 

Después de un par de comentarios sobre el amor y un par de gritos de dolor.

 

 

-Nico-llamó Annabeth

 

-Dime

 

-Dos preguntas – lo miró un rato - ¿No te dolieron o qué?

 

Los presentes comenzaron a reírse, Nico solo sonrió.

 

-Aguante tantas cortadas, caídas, una transportación por viento, un par de monstruos, el viaje sombra, a Cerbero de mal humor; un hombre lobo  y  al tártaro. Creo que no debo de quejarme

Annabeth se sonrojo, estaba avergonzada. Nico la contempló un momento para luego hablar.

 

-Cada persona aguanta cierta cantidad de dolor, no debes de pensar que eres débil por quejarte por un tatuaje. – le dio esa sonrisa llena de cariño que muy pocas veces mostraba – Eres fuerte, una de las mujeres más fuertes que he conocido

 

Annabeth tenía los ojos llorosos. – Gracias

 

-No hay problema – jugó un rato con su anillo de calavera – Cuál era la otra pregunta

 

-¡Ah! ¡Sí! – se frotó los ojos - ¿Nunca le dijiste a nadie sobre los tatuajes?

 

-En realidad Jason, Reyan y Hazel lo saben

 

-¿Y Percy? ¿Él no lo sabe? – la rubia parecía confundida - ¿Ustedes no nadaron juntos en la playa ayer?

 

-Bueno, antes de subir a la camioneta le pedí a Hazel que los ocultara por un tiempo, ya sabes, con la niebla. – hizo un par de señas -  No sabía cómo reaccionarían, sobretodo Percy y Will…  en fin, le dije a Hazel que lograra que las personas vieran lo que quisieran ver… Percy me miraba muy raro… me daba miedo…

 

-Jajaja ¿Pero por qué yo lo vi?

 

-El efecto terminó ayer en la noche, cuando Hazel se fue a dormir –Nico explicaba completamente tranquilo. Annabeth aún lo miraba asombrada

 

-¿De verdad que no te duele?

 

-Duele bastante, pero estoy aprendiendo a tolerarlo

 

-Como el macho peludo que es- gritó Urania

 

Los tres chicos la miraron

 

Lino bajó la cabeza – Y salió su lado oscuro – se detuvo – Voy por sus pastillas antes de que haga algo

 

-Estoy bien! – Urania sonreía – Saben lo difícil que es aparentar ser una hermana nada engreída y responsable durante siglos? Cuidar de unas niñas realmente caprichosas con las hormonas alborotadas por algunos héroes?, ¿saben lo difícil que es aguantar ser la diplomática de unas estruendosas hermanas sin poder disfrutar?

Los tres muchachos la escuchaban.

 

-Yo aguanté al idiota de Aquiles… además de que me asesinó… también el que destruyera lo único que mi madre me había dado en toda la vida –Lino tenía la mirada un tanto perdida

 

-Yo aguanté a mi madrastra por buen tiempo – Annabeth tenía ganas de llorar – y la muerte de mis amigos

 

-Yo  aguanté la muerte de mi hermana… y aun idiota que no dudaba de ponerme en jaque a pesar de siempre estar de su lado, supongo que entendemos un poco de lo que significa tu carga – Nico sonreía de lado - ¿La enseñanza es?

Urania se carcajeó un rato hasta poder contestar

 

-Disfruten de su juventud al máximo, de lo que les ofrezca la vida. No se detengan por unos idiotas, no se lamenten por sus acciones, serán buenas anécdotas cuando sean abuelos.

Los chicos sonreían y siguieron tranquilos… excepto Annabeth, ella seguía gritando de vez en cuando porque Lino era algo rudo (Oh dios. Eso sonó mal)

Notas finales:

Plus:

Frank y Hazel caminaban por la ciudad agarrados de la mano. El viaje había sido una buena decisión.

 

-¿Cómo crees que estén? -  preguntó Frank – Ya sabes, los chicos

 

-Supongo que bie- no pudo terminar de hablar. A lo lejos vio como un hombre lanzaba a un chico rubio, con una camiseta morada con las iniciales de SPQR, al mar.

 

Los dos se miraron asustados antes de gritar “Jason” y salir corriendo a ver a su amigo… y… ¿ese que abrazaba a otro chico con una espada de oro imperial no era Ethan Nakakamura?

 

 

 

Hey! 

Si has llegado hasta aquí, gracias por leer y por no mandar a la mierda el fic jajajaj

Críticas constructivas por favor!

No vemos pronto! Si me demoro más de un mes… tírenme todas las groserías que quieran por ser una mentirosa engaña niñas de Amor Shaoi jajajja ahuevo

Byebye!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).