IX.
…
-¡JASON! –gritaron Frank y Hazel
-¡Alabaster!- gritó Ethan
-¡COMIDA! – se unió Micael
Frank por un momento tuvo miedo de Mica… el chico parecía fuego. Luego de tanto tiempo llegó a temer por ese pedazo de madera. El pretor se quedó estático mientras que Hazel solo observó a la mancha roja. Se sorprendió por el aspecto del chico pero no dudó en levantar a Jason del agua… está bien que el hijo de Zeus vuele y toda la cosa pero Jason, aparentemente, estaba en estado de shock. Y bueno, si volteabas y veías a Ethan te darías cuenta de que parecía un koala envuelto en un chico que estuvo un poco estupefacto pero no se olvidó de corresponder el afectuoso abrazo.
-Okay… esto es nuevo –dijo Hazel bastante confundida – Ethan – llamó - ¿quién es tu amigo? - lo decía algo temerosa porque el chico nuevo tenía una filuda espada de oro imperial, y ella no recordaba haberse cruzado con un tío así en el campamento júpiter.
-¡Da igual quien es niña!
Hazel volteó y encontró a un hombre bastante enojado… espera, ¡eso era otra espada! – ¿Vale?
-¡ESTE NIÑO! – el hombre infló el pecho
Alabaster se tomó la sien –Ay no…
-¡ES MI TESORO! ¡Y LO CUIDARÉ! ¡CON MI VIDA! ¡Y NADIE! –volteó a ver a Jason, que estaba en el regazo de Hazel –¡ME LO VA A QUITAR!
-Él solo estaba hablando conmigo y Mica – Alabaster tomó por los hombros a su cuidador –Ya no soy un niño pequeño al que debas cuidar con tanto esmero y –fue interrumpido por el hombre
-¡Me vale! ¡Tu madre me mata si te hacen algo! – volvió su mirada a Jason – Así que… - Jason lo miraba confundido aún – Dime, ¿cuáles son tus intenciones?
-¿Mis intenciones? –Jason seguía confundido
-En serio que no dejas de meterte en problemas – comentó Hazel
-Responde hijo de Zeus! ¡¿CUÁLES SON TUS INTENCIONES?!
-¡Se lo quiere coger! (:v) – dijo Mica haciendo que todos los presentes voltearan a verlo - ¿Qué? Usted no cree que Jason solo hablaba con Alabaster, entonces debe quereselo cog- no pudo terminar de hablar por la mano de Alabaster.
-Tan lindo tú… siempre apoyándome a tu tan característica manera, pinche enano – Alabaster lo tenía bien sujeto. – En fin, creo que es momento de que nos vayamos… Adiós hermano. –dijo abrazando a Ethan, que había quedado en segundo plano por Mica.
-No pensaba volver a verte tan pronto – sonreía Ethan – Cualquier cosa estamos por la playa, mándame una nota y vendré a corriendo a ti
-No te preocupes muñeco chino – abrazó por última vez a Ethan y se despidió de Frank con un fuerte apretón de manos. Logró que el doc se moviera y dejara espacio para despedirse de Jason… tuvo que arrodillarse porque Jason no se iba a levantar en un buen rato.
-No sabía que te tenían vigilado… -comentó el rubio
-Ni yo… - sonrió un poco, le dio un beso en la mejilla a Hazel (quién ya parecía un pequeño tomate) y un toque en la frente a Jason antes de pararse. – Espero verlos pronto. – miró a Hazel – Por favor cuida al hijo de Zeus
Hazel asintió y no notó como es que Jason se levantó de golpe ante todo pronóstico tan solo para decir - ¿Sabías que era hijo de Zeus?
-Sí…
-¿quién es tu padre?
-Bueno, mi madre es la maestra de tu amiga – volvió a sonreír y con un chasquido los tres extraños desaparecieron en la niebla.
+++
-Enano – canturreó Reyna a la vez que recibía una fuerte mirada de odio.
-¿Qué? – dijo a secas Michael
-¿Estás enojado conmigo?
-No, ¿por qué mierda lo estaría?
Bueno, verán… Hay cosas que los hombres en algún momento suelen pasar. Como terminar en un spa rodeado de muchas mujeres mientras te están tiñendo el cabello y usas una bata rosada.
-Vamos hombre, esta es una gran oportunidad para quitar el estrés
-Claro, ¿Pero no pudimos elegir un lugar más privado?
Reyna sonrió de lado -Nope, así estamos bien
Michael quería matarla, pero no podía negar que a pesar de todo se estaba divirtiendo mucho. Además era curioso que Reyna de vez en cuando mandara esas sonrisas de lado cada vez que lo miraba... no sabía porqué pero sentía que algo no iba del todo bien.
…
-¡QUE VIVA LA VIDA! – gritaba una muchedumbre de hombres en la gran plaza - ¡QUE VIVA LA BELLA AFRODITA!
-No de nuevo por favor – se lamentó Piper después de tirarse un manotazo en la frente.
-Venga, y yo que creía que encontrar a tu madre iba a ser difícil.
Los dos chicos la observaban desde lejos. La escena era tan curiosa como siempre que se trataba de los dioses. Afrodita estaba sentada en una silla que era cargada a su vez por cuatro chicos realmente atractivos, mientras que siete hombres estaban bailando alrededor.
-¿Cómo es que siempre consigue estar con hombres más guapos que tú? – le preguntó Percy
-¿Khe?
La hija de Afrodita lo miró en señal de “Estamos rejodidos ¿y tú piensas en que ellos son atractivos?”
Percy levantó los hombros -¿Qué?
-Solo hay que ir, niño pez… - le sujetó la mano y comenzó a jalarlo mientras Percy se quejaba de que lo llamaran “niño pez”.
Apenas caminaron unos 5 pasos cuando escucharon un fuerte grito…
-¡PIPER! ¡MI VIDA!
Oh dioses – pensaba Piper – que vergüenza…
En sí, queridos niños y niñas; creo que todos somos conocedores de las vergüenzas que nuestros padres suelen hacernos pasar… bien, pero ahora súmale ser hijo de la diosa del amor… aquella disque mujer que arruinó un par de vidas, aquella que es bien putence y usualmente no actúa muy normal.
La diosa no corrió hasta su hija, los hombres que la cargaban fueron los que corrieron hasta Piper y depositaron a la diosa cerca de su hija y el “niño pez”.
-¿Cómo has estado cielo?
-Bien… - Piper quería que la tierra la tragara.
-¿Y tú? – dijo Afrodita mirando a Percy que se había puesto a ver a una abeja.
-Todo normal
-Vaya, entonces para que soy buena –en la cara de los semidioses apareció una gran sorpresa – ¿Qué? ¿Por qué más me buscarían?
-Muy bien. Si lo pone así, seremos directos – Percy sacó las fotos del bolso de Piper - ¿Usted cree que podamos hablar de esto?
La diosa sonrió de lado. No con esos gestos coquetos, sino con el semblante melancólico. Claro dijo Vamos al restaurante.
Los dos chicos la siguieron hasta lo que parecía una casa realmente lujosa con un elegante letrero en el que decía “Lumus”
-¿Harry Potter? – preguntó Pipper mientras pasaba por la entrada.
-¿Qué tiene de malo gustar de “unas buenas varitas”? – Afrodita volvía a dar esa faceta coqueta.
Pipper enrojeció y Percy no entendía que eran “Unas buenas varitas”.
Subieron por unas escaleras y al llegar al segundo piso fueron llevados hasta una preciosa mesa labrada. Había un pequeño vaso con flores silvestres.
Ese lugar, pensaba Pipper, era realmente precioso y agradeció que su madre después de todo tuviera tan buenos gustos.
-Bueno niños, ¿Con qué quieren comenzar?
Ambos semidioses intercambiaron miradas. Pipper experimentó la comunicación telepática. Percy le decía “Hazlo tú, eres su hija” mientras ella respondía “Pero a mí me da miedo”.
Al final la que habló fue Pipper.
-¿Qué es exactamente lo que pasó con todos ellos?
La diosa tomó las fotos en sus manos. – Ellos – señaló – Son Prior y Cordelia, ambos se enamoraron y bueno, Cordelia murió de pena cuando su esposo la dejó por una mujer más joven. Estos son Francis y Lula de Bell, Lula Bell murió de leucemia al negarse a probar un solo bocado desde que su esposo le había sido infiel con su hermanastra.
Los campistas estaban sorprendidos. Bueno, quería que la diosa sea directa pero no tanto.
Afrodita pidió al camarero un poco de vino – Estos de aquí son Maximiliano y Grace Gold.
Los chicos abrieron los ojos, ella acababa de decir “Gold”, el apellido de Glykós.
-No se emocionen, igual murieron. – sorbió un poco de vino – Estos… - levantó la foto que tenía en sus manos, era la más antigua – Ellos son Pandora Black y James Blue. Esto es interesante porque su historia es realmente de las mejores. Es una de mis favoritas. – dio una gran sonrisa antes de continuar - ¿Desean que se las cuente?
Ambos asintieron.
-Bien, niños. Pero es mejor que pidan algo de comer, esto puede ser un poco largo…
Y apenas dijo eso sonraon los truenos y una fuerte lluvia se desató. Pipper supuso que alguien no estaba contento de que su madre vaya a abrir la boca.