Cap15# ………
Es irónico que, no te das cuenta que tan importante es una persona en tu vida hasta que tus manos intentan alcanzar su corazón luchando con todo tu ser por hacerle latir, mientras lágrimas escapan sin poder contenerse… al menos en mi caso y, no puedo evitar taladrarme con aquella frase tan trillada pero que todos sabemos es cierta “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”… y perder algo es muy difícil de superar pero, perder a alguien es lo más doloroso en la vida ¿por qué notar lo que tuviste cuando ya es demasiado tarde? ¿a quién divertimos con enseñanzas como esta? ¿quién nos observa y apuesta a nuestro favor o en nuestra contra? ¿destino tal vez?...
El ruido del ir y venir del personal del hospital me parecía insoportable, suspire poniéndome de pie, traía puesto un pants del hospital, mi temperatura se había regularizado y podía marcharme a casa… camine a pasos ausentes ¿de qué otra manera podía encontrarme? Es increíble como la vida puede irse de las manos en cuestión de segundos.
-…- mire la puerta de aquella habitación, me adentre y mire su cuerpo pálido y frio sobre la cama, me forcé a tragarme las ganas de llorar al verle y la ira comenzó a desplazarse por mi cuerpo –juro que si no hubiera tantas personas que podrían verme te molería a golpes
-hm, y-yo también me alegro d-de que estés bien
-¡¡eso fue realmente estúpido!!
-lo siento- me sonrió con dificultad, su cuerpo desnudo se encontraba cubierto por un montón de mantas que intentaban darle calor
-no basta- dije fríamente, todo ocurrió de manera confusa, al parecer la mocosa y su madre habían llamado a los paramédicos, en cuanto llegaron me apartaron del rubio contra mi voluntad y me obligaron a subir a la ambulancia para recibir atención médica…
Según me dijeron cuando llegamos al hospital, de haber permanecido más tiempo en el agua al rubio le hubiese dado hipotermia y que, la reanimación que le di (RCP) había funcionado a mantenerlo vivo mientras ellos llegaban.
-pudiste haber muerto
-lo siento
-la mocosa te mandó agradecimientos por su… cosa esa, al enterarse de que estarías bien ella y su madre se fueron a casa
-…- él sonrió, eso me molestó aún más
-¿por qué lo hiciste?
-… algunas personas… colocamos sentimientos muy fuertes en los objetos
-¿…?
-algún recuerdo, algo significativo, inclusive amor… personas…
-… fue estúpido- repetí, no quería entender, no quería entender algo como eso –los sentimientos deben depositarse en las personas
-¿y qué hay cuando ya no tienes a esas personas?- pude ver la tristeza en sus ojos… así que, había perdido a alguien importante y además había perdido el único recuerdo de esa persona, eso es lo que me pareció leer en su mirada
-¿y qué hay cuando alguien importante para ti hace cosas estúpidas?
-¡¡…!!
-entiendo lo de depositar sentimientos en cosas pero… ¡¡si esa persona puede quedarse contigo estoy seguro que la elegirías!!
-…
-¡¡no quiero un objeto para recordarte porque prefiero tenerte aquí!!- grite desesperado
-…- sus ojos se humedecieron y formó la sonrisa más hermosa que haya salido de sus labios, lágrimas escaparon de sus orbes perdiéndose en la nada –gracias… gracias… gracias por considerarme alguien especial
-lo eres- dije y, siguiendo mis impulsos le abrase, sí que era especial para mí, me di cuenta cuando tuve miedo de perderlo y no volver a verle nunca más, pero… ¿en qué forma era especial? No lo sabía.
…
…
No le dieron de alta sino hasta el día siguiente, entonces regresamos a casa…
Le recosté en el sillón, note en el teléfono la insistente luz de la contestadora, debía de haber mensajes, supuse que de mi madre o de Tomoyo quizá
-te traeré algo caliente ¿o prefieres un jugo?- pegunte con cuidado, era extraño, aún sentía miedo de perderle, el peligro había pasado, pero al verle me recordaba que, en cualquier momento podía perderle y la desesperación corría entre mis venas, era un sentimiento totalmente irracional, pero ahí estaba, presente en mis sentidos, probablemente pasaría pronto
-chocolate caliente por favor ^^
-de acuerdo, no tardo- le mire una vez más, él me sonrió…
Me dirigí a la cocina para poner a calentar el chocolate, suspire con pesadez, tendría que llamar a mi trabajo para justificar mi falta de ese día, eso significa no otra cosa más que tendría mucho trabajo atrasado y acumulado para mañana, mientras se calentaba el chocolate decidí llamar a la oficina así que fui por el teléfono.
-…- el rubio me miró nervioso, sostenía el teléfono en las manos
-¿pasa algo?- pregunte extrañado
-n-no…- dijo quedito y dirigió la mirada al teléfono, me acerque a él con calma, tome su mano y le mire dándole confianza
-¿vas a llamar a alguien?
-¿eh?- me miró extrañado
-bueno, estuviste a punto de morir, supongo que te hizo reflexionar muchas cosas, tal vez quieras llamarle a tus padres, decirles que estas bien, arreglar las cosas en tu casa- solté mi hipótesis pero el rubio bajo la cabeza con tristeza
-yo… no tengo a nadie que se preocupe por mí
-¿…?- no comprendía sus palabras, todos tenemos a alguien que se preocupe por nosotros –quizá es lo que crees pero, estoy seguro que no es así, tal vez sea un mal entendido o…
-es verdad, en donde vivía yo no era especial para nadie- dijo con tranquilidad y seguridad
-deberías intentar arreglar las cosas, los padres siempre aman a sus hijos, aunque algunos no sepan demostrarlo
-hm, es mentira- dijo sonriéndome lo cual me descoloco un poco –no todos los padres aman a sus hijos- pude sentir el dolor en aquellas palabras a pesar de que me miraba sin expresión alguna
-…- preferí no insistir para no lastimarlo, aunque, yo no creo que haya alguien incapaz de sentir algo por una persona como él, no lo creo
-…- me dio el teléfono, yo lo tome y me dispuse a marcar el número de mi trabajo, tarde repare en el hecho de que los mensajes de voz habían desaparecido, o quizá haya sido mi imaginación y jamás habían existido tales mensajes, bueno, no sería nada raro que mis nervios me traicionen después de la experiencia que pase con el rubio.
Avisé a mi trabajo inventando estar enfermo, luego colgué, justo en el momento en el que el timbre de la casa sonaba
-¿…?
-¡¡…!!
-¿quién podrá ser?- me dispuse a abrir pero ¿¡..!? Fye me había tomado del brazo y me miraba suplicante
-no abra- me pidió
-¿…?- el timbre volvió a sonar
-por favor- dijo desesperado
-…- solté su mano con cuidado y me dirigí a la puerta, no entendía nada del porqué de su actitud pero supuse que al abrir la puerta lo sabría, así que lo hice…