Capítulo 25: Navidad parte 1
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Deprimente
Era como seguramente se veía estando ahí solo en la mesa de las serpientes. Era el único Slythering que no había ido a casa con su familia… obviamente no era el único que se había quedado en Hogwarts en las vacaciones navideñas, sin embargo no conocía nadie y no estaba dispuesto a tratar de hablarles a los chicos de Revenclaw que platicaban sobre sabrá Merlín que cosa.
Draco prefería terminar pronto con su cena y volver a su habitación y tratar de convencerse de que su situación no era tan mala como creía, pero justo cuando estaba por levantarse e irse sintió un leve tirón por el brazo y lo único que pudo ver fue el piso.
-Pero qué?! – exclamo un tanto asustado
-No te reocupes estas en buenas manos - tebbayo! – dijo una voz conocida
-Naruto? – pregunto
-Así es – contesto el rubio que llevaba a Draco sobre su hombro como un costal de papas
-Que estás haciendo? – pregunto con confusión
-Técnicamente te estoy secuestrando – respondió simplemente
-Eh? – fue todo lo que pudo decir
De pronto tuvo que cerrar los ojos al sentir esa sensación conocida de un exitoso traslado y cuando pudo abrir los ojos nuevamente se encontró en una oficina con un gran escritorio que le parecía conocido, levanto la cabeza y se encontró con un par de ojos furiosos.
-Naruto! Cuantas veces tengo que decirte que no te aparezcas así de repente! – le grito muy molesta la hokage
-Deje de quejarse, no es mi culpa que siempre que usamos esa cosa… traslador o como se llame, aparezcamos en su oficina! – le grito con el mismo tono
-Mocoso insolente! – respondió
-Sabe que no tengo tiempo para esto oba-chan, tengo que entregar mi paquete! – dijo refiriéndose al chico en sus hombros
-Que hace el aquí? – pregunto la mujer
-Adiós Oba-chan! – se despidió ignorándola olímpicamente
-Naruto!!!
Como si no hubiera escuchado tremendo grito, el rubio ninja siguió avanzando con cuidado de no tirar su preciada carga quien estaba demasiado confundido con lo que estaba sucediendo enfrente de sus narices. Un minuto estaba sentado en el comedor y al otro era llevado contra su voluntad a un país diferente.
Al parecer Naruto no respondería sus muchas dudas en ese momento así que a Draco no le quedo de otra que mirar el paisaje para distraerse un poco, sin embrago pronto su mirada capto un punto muy llamativo en las montañas que rodeaban la aldea. Nunca se cansaría de ver el monte hokage, como le habían dicho que se llamaba, era una verdadera obra de arte y no importaba que no conociera a las personas cuyos rostros estaban tallados en piedra, sentía un gran respeto por ellos.
“Si tan solo Harry pudiera verlos, estoy seguro que…” sus pensamientos se detuvieron rápidamente, “Harry” era todo en lo que podía pensar ahora. Que estaría haciendo? Con quien estaría hablando? Me odia?... espero que no, se dijo a si mismo porque si de verdad el de lentes lo odiaba no podría soportarlo.
Mientras vagaba en sus pensamientos Draco no se dio cuenta cuando por fin llegaron a la humilde casa de los Hatake y solo salió de su mente cuando escucho a su ruidoso secuestrador hablarle.
-Hemos llegado – dijo Naruto mientras lo bajaba
-Eh?
-Adelante – le dijo mientras lo guiaba a la puerta
-Que hacemos aquí? – pregunto
-Pasar la navidad por supuesto – le respondió con una sonrisa
-Que? – dijo el oji gris con confusión
-No quiero ser grosero pero podemos continuar con nuestra conversación adentro? – Pregunto – porque me estoy congelando – dijo mientras se sorbía la nariz
-Ah sí claro – fue todo lo que se le ocurrió responder
-Bien entremos – abrió la puerta y lo invito a pasar al cálido hogar – llegamos – grito para que alguien lo escuchara
-Ya era hora dobe! – le respondió Sasuke
-Teme! – dijo mientras le sacaba la lengua – Misión cumplida! – le dijo a Iruka quien salía de la sala
-Bien hecho Naruto – le dijo el castaño mientras frotaba sus cabellos rubios
-Eh… yo, am – Draco quien se había mantenido en silencio no sabía por dónde empezar
-Tranquilo chico – dijo Kakashi – no te trajimos para interrogarte – le dijo
-Ah no? – pregunto claramente confundido
-Bueno… - hablo Naruto
-En realidad si tenemos preguntas que hacerte – dijo Sasuke mientras Draco se ponía alerta – pero no será hoy – aclaro
Suspiro obviamente relajado al escucharlo decir lo último, sabia de sobra que tenían muchas preguntas que hacerle sin embargo no importaba cuanto le preguntaran, Draco se negaría a responder por el bien de sus padres.
-Bueno, aclarado eso… que tal si comenzamos con nuestros preparativos navideños – dijo Iruka mientras tomaba de la mano a un sonriente y menos pálido Draco
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-Estas muy callado esta noche – le dijo el hombre lobo mientras se sentaba a su lado
-No… tú crees? - más que pregunta Harry afirmaba
-Qué sucede? – le pregunto
-Yo… - bajo su mirada y se quedó callado
-Quieres que llame a Sirius? – le sugirió mientras posaba su mano sobre su hombro
-No… bueno sí, quiero hablar con ustedes dos – respondió
-Está bien espera aquí – le dijo Remus mientras intentaba levantarse
-No – exclamo – yo iré por él, tú no te levantes – dijo y salió en busca de su padrino
-Aun puedo moverme – susurro Remus para sí mismo
Harry buscaba a su padrino mientras pensaba en las palabra que usaría para explicarles todo lo que pasaba por su mente y más importante todo sobre aquella persona que se había adueñado de todos sus pensamientos.
-Sirius – dijo en cuanto lo encontró – podemos hablar?
-Claro – dijo sin siquiera pensarlo
-Bien vamos – le dijo mientras lo guiaba a donde se encontraba el hombre lobo
Mientras todo mundo estaba en la cocina dando ideas sobre la fiesta navideña que planeaban hacer este año, ellos usarían la sala para tener un poco de privacidad, solo un poco porque nadie se dio cuenta de cierta chica pelirroja que se quedó detrás de la puerta tratando de escuchar lo más que se pudiera.
Sirius se sentó junto a su esposo mientras que Harry se sentó en el sillón frente a ellos. Tan pronto como todos estuvieron cómodos el silencio invadió la estancia, el de lentes trataba de acomodar sus palabras sin saber cómo empezar y al parecer su padrino se percató de ello por lo que decidió ayudarlo un poco.
-Bien, que querías decirnos? – le pregunto
-Es complicado – dijo con la mirada baja
-Levanta la cabeza Harry – le pidió Remus – no importa que sea, sabes que siempre vamos a apoyarte – le dijo tratando de darle ánimos
-Lo sé – sonrió – gracias… es solo que no se por dónde comenzar – dijo apenado
-Eso es sencillo – dijo Sirius comprensivo – comienza por el inicio – le dijo a lo que Harry sonrió mientras Remus le mandaba una mirada de “enserio”
-Todo empezó el día que regresamos a Hogwarts – harry comenzó con su historia
Le conto todo a su padrino y Remus que también contaba como uno, les dijo como había comenzado a pasar más tiempo con Draco Malfoy y aunque se sorprendieron demasiado les dejo en claro que el chico había cambiado para bien y que realmente le encantaba pasar el tiempo a su lado. Omitió algunos detalles como lo fueron todos aquellos momentos en que recordaba haber besado al rubio pero nunca les oculto que había empezado una relación amorosa con el poco antes de enterarse de la verdad.
-Entonces… escuche – se detuvo un poco pues para ese momento la voz comenzaba a quebrársele – escuche… como decía que él había sido escogido por el mismo Voldemort para hacer algún trabajo…
-Tranquilo – dijo Sirius cuando se acercó a él, se puso de rodillas justo delante de Harry y tomo sus manos mientras Remus tan solo los miraba con los ojos llorosos
-Es que…
-Shhh – lo interrumpió el de cabello largo mientras lo abrazaba
-De verdad lo quiero mucho – dijo entre sollozos
Mientras tanto la chica que aun espiaba fuera de la sala de estar se mantenía quieta mientras su cerebro buscaba la manera de asimilar la información recién adquirida, no solo había perdido a Harry si no que lo había hecho por un chico al que odiaba desde que se conocieron. No era justo! Sin querer escuchar nada más, la chica salió corriendo hacia su habitación.
-Ginny que pasa? – pregunto Hermione que salía de la cocina en busca de los que faltaban – Ginny? – repitió al verse ignorada por la chica que paso a su lado sin hablar
Sin prestar más atención a ello Hermione decidió seguir con su búsqueda por lo que llego a la sala encontrándose con una escena que no esperaba. Harry lloraba sobre el hombro de su padrino mientras que este lo abrazaba con fuerza y le susurraba al oído que todo estaría bien, Remus tan solo lloraba en silencio antes de percatarse de la presencia de la chica.
-Hermione – dijo en voz baja aunque capto la atención de los otros dos
-Todo bien? – pregunto sin saber que más decir
-Si… solo les conté sobre Draco – dijo Harry al separarse de su padrino
-Oh… y entonces porque llo…- no pudo seguir pues se vio interrumpida por su mejor amigo
-Porque no te eh contado lo que sucedió hace poco – le dijo con una mirada tan pesada que Hermione quiso salir corriendo de allí
La chica escucho con atención lo que su amigo le contaba, sabía que Draco no era del todo honesto pero nunca imagino que fuera un mortifago, aunque ahora todo lo que habían visto desde antes de entrar a clases tenía sentido, sobre todo lo de Katie Bell.
-Lo lamento mucho Harry – le dijo con pesar
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Luego de tanto tiempo, por fin había llegado el día del año más esperado por los niños que siempre están dispuestos a recibir un nuevo regalo. La navidad era una fecha muy especial para todos pues se trataba de una noche en donde convivir con tus seres queridos era lo más preciado de la velada.
Esa mañana despertó sintiendo un frio infernal, se levantó un poco con ayuda de sus brazos mientras miraba a la persona que se encontraba a un lado suyo titiritando al igual que él. Tomo la cobija que se encontraba a los pies de la cama y los cubrió a ambos mientras se acostaba de nuevo y se quedaba mirando al rubio que dormía tranquilamente enfrente de él, levanto su mano sin dudar en acariciar los hermosos cabellos y de pronto se encontró con unas enormes gemas azules que le miraban detenidamente.
-Buenos días teme – saludo el rubio
-Mhn Dobe – respondió
-Ven aquí – le dijo mientras lo jalaba para poder abrazarlo – Iremos con Harry? – pregunto
-Sí, aún tenemos que hacerle algunas preguntas, creo que lo mejor será irnos pronto para volver en la tarde – decía mientras frotaba la espalda del rubio
-Y que pasara con Draco? – pregunto
-Podemos preguntarle si quiere ir… aunque creo que lo más seguro es que se niega – dijo Sasuke
-Tenemos que irnos ahora? – preguntó el rubio con pereza
-Si… arriba dobe! – le dijo mientras trataba de separarse de el
-Nooo
Mientras tanto Draco iba entrando a la cocina cuando se encontró con tan comprometedora escena. Kakashi tenía al pobre Iruka sobre la mesa y se encontraba desnudo de la cintura para arriba mientras el peli plateado trataba de quitarle el pantalón, sin embargo el rubio no pudo evitar soltar un grito de sorpresa lo que lo delato enseguida haciendo que tanto el mago como el sensei de la academia ninja se pusieran tan rojos como los tomates que a Sasuke tanto le gustan comer.
-D-Draco! – fue todo lo que pudo decir el castaño mientras aventaba a su esposo separándolo de el
-Y-yo… yo no vi nada! – grito para luego salir corriendo escaleras arriba topándose con Sasuke que salía de su habitación
-Que sucede? – le pregunto
-N-nada – tartamudeo
-Hola Draco! – saludo el rubio – porque estas tan rojo?
-E-er ah no es nada! – repitió con una risilla nerviosa
-Está bien – dijo el azabache no muy convencido
-Bajemos a desayunar – dijo el rubio – muero de hambre – agrego y en ese mismo momento se escuchó el rugido de su estomago
A Draco no le quedo de otra más que seguir al par de ninjas después de todo tarde o temprano debía de enfrentar la situación por más vergüenza que le causara. Una vez armándose de valor entre de nuevo a la cocina percatándose de que Kakashi tenía un enorme chichón en la cabeza e Iruka estaba muy molesto con él.
-De verdad lamento lo que viste – le dijo el castaño apenado
-No, no se preocupe – respondió de igual forma
-Seguramente Kakashi hizo de las suyas otra vez no? – le pregunto Naruto a su sensei
-Si… - dijo el moreno
-Kakashi cuando vas a entender – le dijo esta vez Sasuke al peli plateado que se encontraba deprimido en el rincón
-Digan lo que quieran pero yo solo estaba demostrándole amor a mi Iru-chan! – exclamo mostrando con orgullo su chichón
Y antes de que Iruka pudiera hacerle otro, escucharon el sonido del timbre por lo que Kakashi corrió a abrir la puerta para evitar molestar todavía más a su esposo. Unos minutos después el copy-nin regreso a la cocina acompañado de dos chicos uno con cabellera negra y otro pelirrojo que mostraba con orgullo su embarazo.
-Sai! Gaa-chan! – Exclamo feliz Naruto al verlos
-Hola a todos… oh y a ti Sasuke bastardo – saludo con su falsa sonrisa
-Maldita copia barata – el azabache le regreso el saludo mientras lo miraba con molestia
-No es que no me guste verlos – dijo Kakashi – pero que hacen aquí? – pregunto
-Bueno… ya que ninguno de los dos tiene padres y los hermanos de Gaa-chan festejaran con sus parejas, decidimos venir aquí – explico con la sonrisa falsa que normalmente ponía
-Pues bienvenidos! – les dijo Iruka luego de que el silencio inicial se rompiera
Luego de que se le pasara la vergüenza, Draco disfruto ver cómo era la convivencia en la casa, era divertido ver como se peleaban unos con otros pero sin llegar a lastimarse. Nuevamente llegaba a la conclusión de que nada era igual en Londres pues ahí todo era frio: las miradas, los gestos, las personas… en cambio viendo a los ninjas se daba cuenta de que apreciaban mucho el tiempo que pasaban juntos y quizás era porque teniendo una profesión tan peligrosa nunca sabrían cuando les llegaría el momento de marcharse definitivamente. No pudo evitar pensar que le hubiera gustado haber nacido en esa humilde aldea si así podía evitar su horrible destino.
-Tenemos que irnos Naruto – le dijo Sasuke cuando terminaron de desayunar
-Que? A dónde van? – pregunto Iruka
-No te preocupes sensei volveremos antes de las 5 – le tranquilizo Naruto
-Está bien…
-Quieres ir? – le pregunto el rubio a Draco
-Sí, claro… a dónde? – pregunto curioso
-Con los Weasley – dijo esta vez Sasuke
-Oh… yo… no creo que sea buena idea – dijo cabizbajo
-Seguro? – Le miro – Harry estará ahí – agrego
-Lo sé – admitió – no estoy preparado para verlo aun…
-Entiendo… - fue todo lo que dijo Sasuke
-Volveremos pronto – dijo Naruto
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-A qué hora dijiste que llegaban tu amigos harry? – le pregunto la señor a Weasley
-Ah no dijimos una hora en específico – le dijo Harry
En ese mismo momento se escuchó un gran estruendo por lo que todos salieron para ver de qué se trataba encontrándose con un gran sapo de color naranja y rojo que abría su enorme boca. Los magos atónitos observaron cómo desde adentro del sapo emergieron dos figuras conocidas para los menores de edad y por demás extrañas para los mayores.
Quien Rayos Eran Ellos?!
Continuara...