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Una boda para toda la vida por Elineko Chibi No Kokoro

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Notas del capitulo:

Hola Minna-san!!

 

Me agrada que les haya gustado la historia n.n y que haya tenido una buena reacción en tod@s y todos ustedes ya que eso me deja feliz n.n

 

Bueno les dire algo que se me olvido decir en el capi anterior

1- en este mundo existen las mujeres, donceles y hombres

2- en este Fic tetsuya No sufre de NO PRESENCIA, por lo que es visible para todos, además que es algo más fragil

3- Aclararles que en este fic todo sucedera en Estados Unidos, los nombres de pueblos y paises serán de ese lugar, para que no se vayan a enredar :/

Bueno creo que es todo por ahora n.n

No los atraso mas a leer~

 

Estaba amaneciendo, pero el cielo estaba todavía teñido de los colores de la noche. La carretera por la que iban estaba iluminada que parecía de día

Las Vegas

Taiga sacudió la cabeza y miro al doncel que dormía junto a él, en el asiento del copiloto. Tenía una expresión inocente, como un ángel. Algo le dijo que al padre del angelito no le iba a gustar mucho lo de la boda en Las Vegas

-… ¿Tetsuya?- le dijo suavemente

El doncel se movió, estiro una mano y saco un pie desnudo de la camiseta con a que se había envuelto para dormir. Taiga sintió deseos de acariciarle el tobillo y de seguir subiendo por aquellas piernas… desvió la mirada y se controló (…como si pudiera con tanta tentación cerca jijiji ¬w¬)

-…hmmmm- contesto el peli celeste medio adormilado

-…despierta, ya hemos llegado-

El peli celeste desperezó inmediatamente y miro sorprendido por el parabrisas

-…madre mía- contesto mirando todos aquellos hoteles y casinos

-… ¿no habías estado nunca en Las Vegas?- sonrió Taiga

-…No-

-…bienvenido al templo del vicio- dijo él parando el coche ante la puerta de un hotel

-… ¿por qué paramos aquí?- pregunto Tetsuya receloso

-…porque no sabemos dónde vamos-  contesto Taiga

-…debemos buscar una capilla, no un hotel-

-…si- contesto él preguntándose si todo aquello no era una gran locura -… ¿estás segura de que quieres seguir adelante con esto?-

-… ¡sí! Tengo que hacerlo-

-…no, no es una obligación. Podrías contarles la verdad a tus padres. Quizás se muestren más comprensivos de lo que tú crees-

-…no- dijo negando decidido con la cabeza -…mi padre nunca lo entendería- dijo tragando saliva -…nunca- murmuró

-… ¿y un amigo? ¿Ni tienes ningún amigo que quiera casarte contigo?-

-…no, nadie. Dunning es una ciudad pequeña. Todo el mundo se conoce. Si le pidiera a alguien de allí que se casara conmigo, la ciudad entera, incluido mi padre, se enteraría del verdadero motivo de la boda en menos que canta un gallo. No puedo hacer que mi familia tenga que pasar  por una vergüenza así-

Taiga suspiro y abrió la puerta del coche

-… ¿Dónde vas?- le pregunto el peli celeste agarrándolo del brazo

-…voy a entrar en el hotel a ver si tienen un folleto con las capillas-

-…buena idea- murmuró Tetsu -…voy contigo-

Taiga le abrió la puerta y entró después del pequeño en el vestíbulo del hotel. Lo agarro del codo y se dirigieron a la recepción, en cuyo mostrador había varios folletos. Taiga agarro unos cuantos

-… ¿Qué te parece este?- preguntó pasándole uno por encima del hombro a Tetsu

Al no obtener respuesta, se giró y vio que no estaba. Asustado, pensó que se había perdido o que lo habían secuestrado. Fue en su busca y lo encontró a escasos metros, mirando una máquina tragaperras con los ojos como platos

-…maldita sea, Tetsu- se quejó -…creí que te habías perdido-

-…lo siento, pero nunca había visto una de estas- se disculpo

-…toma, prueba- dijo Taiga tendiéndole una moneda incapaz de creer que alguien pudiera ser tan inocente

Taiga le dio las instrucciones pertinentes y aparecieron tres cerezas en las casillas. En ese momento, la máquina comenzó a iluminarse y a sonar. Tetsuya se echó atrás

-… ¿he hecho algo malo?-

-… ¡no! ¡Has ganado el gordo!-

-… ¿el gordo?- repitió viendo que había unas cuantas personas mirándolos -… ¡Oh, Taiga! ¡Es maravilloso! ¡Has ganado! ¡Has ganado!- exclamo abrazándolo

Taiga no pudo reaccionar. Se limitó a abrazarlo, mientras sentía el pecho del peli celeste chocando con el suyo propio, era tan excitante. Tenía los brazos del doncel alrededor del cuello y aquel aroma a rosas que desprendía el pequeño era delicioso…

Tetsu se arrodillo y comenzó a recoger las monedas

-… ¡Dios mío, Taiga!- dijo con los ojos brillantes de emoción -… ¡aquí debe de haber cientos de dólares, miles, tal vez! ¡Eres rico!-

-… ¿yo?- pregunto Taiga estupefacto -…este dinero no es mío-

-… ¿cómo qué no? Es tuyo. Tú fuiste la que le dio a la palanca-

-…no, la moneda era tuya. El dinero no es mío-

Taiga lo miro perplejo. Cualquier otro estaría ya en la caja canjeando las fichas y pensando en que se iba a gastar el dinero

-…un ángel- murmuro quitándose el sombrero para que el pequeño echara las fichas. Era un ángel de la suerte -…vamos a canjearlo y nos vamos. Ya veremos luego quien se queda con el dinero-

 

-…no- dijo Tetsu observando la capilla situada junto al hotel. El edificio tenía unas luces de neón rojo que parpadeaban bajo unas campanas con unos lazos plateados. El letrero anunciaba que casarse allí costaba veinticinco dólares -…está es muy…muy…-

-… ¿cutre?-

-…si- contesto desalado -…demasiado-

Era la cuarta a la que iban y la cuarta que Tetsuya descartaba. A él le había gustado la de estilo Elvis, pero el peli celeste la había desechado con una simple mirada

-… ¿y está?- pregunto Taiga agarrando uno de los folletos -…El nombre está bien. Pequeña Iglesia del Oeste. Parece una iglesia de verdad, ¿no?-

-…sí- contesto estudiando la foto -…esta, sí- sonrió radiante

-… ¿estás seguro?-

-…sí, además no está muy lejos- dijo mirando el mapa -…a tres manzanas de aquí-

 

*^*~$º$~*^*

 

 

Taiga se quedó atrás mientras Tetsu hablaba con la recepcionista. Tenía el sombrero entre las manos y se sentía como  un cadáver a quien le están eligiendo ataúd

-… ¿qué paquete prefiere? ¿El normal o el de lujo?-

-…no lo sé- contesto Tetsu girándose hacia Taiga, que se limitó a encogerse de hombros -… creo que el normal está bien-

-…muy bien. Supongo que querrán el video de la ceremonia para enseñárselo a la familia-

-…no, no-

-…bueno, pues, en ese caso, tenemos un fotógrafo profesional que se encargará de las fotos-

-…no- contesto Tetsu lentamente. A Taiga le pareció que su voz denotaba tristeza -…no…no-

-… ¿flores?-

-…no. Solo…- Taiga vio que Tetsu levantaba el mentón. Aquello indicaba que pronto llegarían las lágrimas. No le extraño. Lo que se preguntaba era cómo había aguantado tanto. Seguro que un doncel como él había estado toda su vida soñando con el día de su boda *igual que una mujer*, y no con casarse con un vaquero al que no conocía de nada y en Las Vegas

-… ¿por qué no me esperas en el coche? Ya me encargo yo- le dijo haciéndose cargo de la situación para que el pequeño no sufriera

Tetsu asintió con lágrimas en los ojos. Taiga espero a que se cerrara la puerta tras él

-…muy bien, solo queremos casarnos, ¿de acuerdo? ¿Cree usted que puede hacernos una ceremonia sencilla, con un sacerdote, música y un testigo que firme?-

-…sí, podemos hacer la ceremonia que usted quiera-

-…bien, porque ese doncel está esperando un bebé y quisiéramos casarnos antes del parto-

-…claro, claro- contesto la recepcionista confusa -… ¿qué tal hoy a las diez de la mañana?-

-…estupendamente- contesto Taiga yendo hacia la puerta -…incluya un ramo de rosas amarillas y foto-

Aunque Tetsu no se consideraba un novio de verdad, se merecía unas flores. En cuanto a las fotos, le iban a hacer falta a él para que Hyuga y Aomine le creyeran.

*^*~$º$~*^*

 

Había más cola en los juzgados de lo que habían imaginado y tardaron dos horas en conseguir los papeles para casarse. Taiga supuso que el pequeño necesitaría algún tiempo para asimilar que iba a prometer amar y respetar para toda la vida a un completo desconocido, pero no lo tenían. Llegaron a la capilla con tan solo unos segundos.

Taiga recordaba esperar en el altar  mientras el pequeño avanzaba hacia él al ritmo que marcaba el órgano. Recordaba cómo sus dedos apretaban el ramo de rosas y los lazos que colgaban de él y que lo golpeaban en las rodillas mientras andaba. Recordaba que, al llegar al alta, Tetsu había levantado la cabeza y lo había mirado.

Hasta ahí, bien, pero luego no se acordaba de nada. Cuando aquellos ojos celestes llenos de lágrimas lo habían mirado, cargados de inocencia y de confianza… él se quedó sin habla. Por supuesto, había repetido los votos que el predicador le indicaba, pero no era consciente de haberlo hecho. Lo único que tenía en la mente eran los ojos de Tetsuya.

Algo le dijo que aquellos ojos y su dueño le habían hechizado para el resto de sus días.

*^*~$º$~*^*

Taiga entró con el coche por el paseo hasta que vio frenar a Tetsu. Entonces, apago el motor y puso el freno de mano. Suspiro y se pasó una mano por el rostro. Estaba agotado. Llevaba cuarenta y ocho horas sin dormir.

Habían ido a Las Vegas, habían vuelto a recoger el coche de Tetsuya a Kingman, Arizona, y luego había seguido a Tetsu hasta su ciudad natal. Y todo aquel recorrido parando muy poco.

Observó la timidez con la que el pequeño se acercaba a su coche. Era normal. Después de la confianza que habían adquirido al ir a Las Vegas y a Kingman, el trayecto cada uno en su coche hasta allí les había vuelto a convertir en perfectos desconocidos.

-…debería sacar a mi caballo a dar una vuelta-

Tetsu asintió y lo siguió hasta el remolque

-…se llama Seirin, ¿no?- pregunto Tetsu intentando iniciar una conversación

-…sí, ese es su nombre-

El caballo se escurrió un poco al tocar el asfalto, pero Taiga lo ayudó a mantener el equilibrio. El vaquero miró a su alrededor con el ceño fruncido

-… ¿vives aquí?- pregunto mirando el edificio de dos plantas situado tras el peli celeste

-…sí. Tengo el piso arriba y la tienda abajo. Es pequeño, pero para mí, vale- Taiga suspiro preguntándose cómo podía alguien vivir allí. Él prefería los prados verdes, las colinas y los lagos para pescar, como el lugar donde estaba su casa, al Este de tejas- Mis padres viven dos manzanas más allá, junto a la iglesia-

Taiga recordó que le faltaban pocas horas para conocerlos y tiró de las riendas de Seirin

-…vamos a dar un paseo- sugirió agarrando a Tetsu de la mano para que se tranquilizara

Tenía intención de soltarlo, pero, al sentir sus dedos temblorosos, entrelazo los suyos y le dio un apretón. Sabía que el peli celeste también estaba pensando en el encuentro con sus padres

-…supongo que no les va a hacer ninguna gracias-

-…no, pero tendrán que asimilarlo- dijo desafiante

-…ya veremos- contesto Taiga -…en cuanto los conozca, me tengo que ir por que el viernes tengo un rodeo en Pecos-

-…bien- contesto él. Taiga se dio cuenta de que se había puesto tenso al pensar que tendría que vérselas solo con su padre -…no esperaba que te quedaras-

-... ¿qué se supone que tengo que decir cuando los conozca?-

-…nada, hablare yo. Tú solo eres la prueba-

-…la prueba- repitió atando a Seirin a un lado del remolque -…no sé qué prueba que esté aquí-

-…que es cierto que tengo marido. Ya sabes- dijo sonrojándose

-…sí, ya sé a lo que te refieres- contesto poniéndole una mano en la espalda mientras subían las escaleras

Taiga espero a que el peli celeste abriera la puerta y encendiera las luces de su piso. La habitación no era muy grande, pero estaba puesta con gusto y era muy acogedora

-…ya te dije que era pequeña- advirtió Tetsu encendiendo la luz de la cocina -… ¿quieres beber algo?-

-…no, gracias. Solo quiero echarme un rato y recuperar un poco e sueño-

Taiga se quedó de piedra al ver que el pequeño levantaba el brazo y bajaba una cama de la pared

-…es un mueble cama. No tengo dormitorio-

-… ¿no hay dormitorio?

-…No. Solo salón y baño- contesto sonrojándose. Puso unas cuantas almohadas y doblo cuidadosamente la colcha a los pies de la cama -…tú dormirás aquí y yo en el sofá-

-…tengo una idea mejor- sugirió Taiga mirando el pequeño sofá -…compartiremos cama. Yo encima y tú debajo- Tetsuya lo miro horrorizado y Taiga se vio obligado a dar una explicación -…me refiero a las sabanas. Yo dormiré encima de las sabanas y tú, debajo-

 

*^*~$º$~*^*

 

Tetsuya se tapó hasta la barbilla y miro al techo. Llevaba cuarenta y ocho horas, desde que había salido de casa de Hanamiya teniendo muy claro que no quería saber nada de él ni del niño, en una nebulosa. Lo único que tenía claro era que no podía volver a casa y enfrentarse a sus padres sin un marido, sin un apellido para su hijo

Miró a Taiga, tumbado a su lado, que tenía los ojos cerrados y respiraba acompasadamente. No podía creerse que le hubiera pedido a un extraño que se casara con él. Aunque no lo conocía de nada, aquel hombre no le daba ningún miedo. Había algo en él que le hacía pensar que era un hombre de fiar

Supuso que había sido el destino el que había hecho que se encontraran en  la cafetería. Él buscando desesperadamente un marido para que hiciera de padre de su hijo y el vaquero necesitado de dinero para no tener que vender su caballo. Destino o intervención divina, el hecho era que no podría pagarle el sacrificio tan grande que estaba haciendo por él y por su hijo aunque viviera un millón de años. Se dio cuenta de que no le había dado las gracias

-… ¿Taiga?- susurró

-… ¿Hmm?-

-… ¿estás dormido?

-…no, pero lo estoy intentando

-…Oh- murmuro avergonzado -…lo siento, no quería molestarte-

-…no estaba dormido. ¿Qué ocurre?-

-…nada, es que quería…- se interrumpió buscando las palabras adecuadas para expresar su gratitud -…quería…darte las gracias-

-…no hay de qué-

-… ¿Cómo qué no?- dijo mirándolo en la oscuridad -…no te puedes imaginar lo que te agradezco que me dejes utilizar tu apellido, que me llevaras  a Las Vegas y que te encargaras de todo. No sabía el tiempo que llevaba conseguir el permiso y todo eso. Menos mal que tú  te ocupaste de todo-

-…ya te he dicho que de nada. ¿Por qué no duermes un rato?-

Tetsu volvió a mirar al techo y se volvió a tapar hasta la barbilla, pero estaba demasiado emocionado como para dormir

-…Taiga-

-… ¿Hmm?-

-…me parece que no voy a poder dormir-

-…  ¿Quieres que te cuente un cuento?-

-…no-  contesto sonriendo -…me parece que ya soy un poco mayorcito, pero… ¿te importaría hablarme un rato, solo hasta que me duerma?- pregunto estrujando las sabanas

-… ¿qué quieres que te cuente?- pregunto girándose hacia el pequeño

-…cualquier cosa. Solo háblame. Cuéntame de dónde eres- sugirió metiendo una mano bajo la almohada mientras lo miraba en la oscuridad

-…soy de Texas. Tengo  una casa cerca de Tyler. ¿Sabes dónde está?-

-…sí-  contesto sorprendida apoyando la cabeza en un codo -…voy a Canton todos los primeros lunes de mes para hacer compras. No está muy lejos, ¿no?-

-…no. Sí que se montan buenas los primeros lunes de mes- sonrío Taiga

-…sí, es muy divertido- sonrío el peli celeste también recordando la gran variedad de mercancías

-…hace años que no voy- comentó ausente -…mi casa está a unos treinta kilómetros de Canton-

-… ¿de verdad?- pregunto con curiosidad

-…bueno, en realidad era la casa de mis abuelos. Trecientos acres, más o menos. Ellos se encargaban de cultivar la tierra, pero yo preferí dedicarme a los caballos. Ahora tengo un poco de ganado y probablemente aumentaré el rebaño cuando deje el rodeo-

-… ¿lo vas a dejar?-

-…algún día. No lo he pensado mucho-

-… ¿Quién se ocupa del ganado cuando tú no estás?-

-…tengo un vecino al que pago para que le eche un ojo-

-… ¿cómo es eso del circuito de rodeos?-

-…consiste en ir corriendo de un lado para otro, de una punta a otra del país. Es ponerse  nervioso como un crio cuando te toca competir, es desayunar en un estado y cenar en otro, intentar participar en todos los rodeos que puedes. Hyuga, Aomine y yo llevamos juntos tres años. Nos turnamos conduciendo para que todos podemos dormir- se encogió de hombros -…en eso consiste, más o menos-

-… ¿tienes familia?- pregunto bostezando

-…una abuela, pero está en una residencia- contestó dubitativo

-… ¿está enferma?-

-…sí, tiene Alzheimer-

-…que pena. ¿Le vas a contar que te has casado?-

-…no creo. La mitad de las veces, ni siquiera me reconoce. No quiero confundirla más. Además, no creo que lo entendiera-

Tetsu percibió el dolor de Taiga e, impulsivamente, pasó una mano sobre las suyas

-…lo siento, Taiga. Debe de ser duro-

Taiga no respondió, no podía. Se limitó a mirar al techo, intentando tragarse el nudo que tenía en la garganta. Sentir su mano, su suavidad, su calor. Se quedó quieto como un muerto, temiendo que si movía, él retiraría la mano y no quería. Por fin, reunió el valor para mirarlo. Tenía  los ojos cerrados  y los labios abiertos, relajados. Con cuidado para no despertarlo, abrió la palma  de su mano y entrelazo sus dedos con los de Tetsu

“…un ángel” pensó

Deseó poder darle algo más que su apellido. Tal vez, podría ser un marido y un padre de verdad. Sin embargo, pensó que no había motivos para retenerlo junto a un hombre al que todo el mundo tenía por la persona que había nacido para ensuciar el apellido de los Kagami

Cerró los ojos y se quedó dormido, reconfortado por su calor...

Notas finales:

Bueno espero que les haya gustado...

Que pasara con esta parejita? Diran los padres de Tetsuya al enterarse del matrimonio? Esto y más en el siguiente capi :3

 

Dejen RW para saber sus opiniones n.n

 

 

Se cuidan Besos :*

 

Sayonara *W*//

 

 

 

 


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