Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Volverás a ser mio, Naruto por Bad boy x3

[Reviews - 146]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos! Buenas noches :)

Ya sé que estoy actualizando bien tarde por la noche xD pero no pude evitarlo, estube algo distraido, lo siento, pero un gran saludo los que están despiertos leyendo esto! >w<

Capítulo 2 - Conozcamos a Naruto


Una bella mujer de cabello pelirrojo, parecido al color de los tomates entraba a pasos ligeros y silenciosos a la habitación de su pequeño hijo, llegó hasta la cama en forma de auto de carreras, donde un pequeño y bonito niño dormía abrazando un zorrito de felpa. La mujer sonrió de ternura al ver a su hijo descansar tan a gusto, pero era día de escuela y tenía que despertarlo, le acarició sus pequeños brazos y llamarlo por su nombre, “Naruto, hijo es hora de ir a la escuela” dijo tranquilamente pero el chico aún seguía dormido, más bien abrazó más fuerte a su zorrito de peluche para seguir durmiendo. Kushina, la madre de Naruto lo movió más fuerte pero no funcionaba, de verdad que su hijo que su hijo se había acostumbrado a despertarse de la nueva manera, Kushina suspiro, no era como cuando ella era niña, pero al menos siempre funcionaba, tomó el reloj despertador de la mesa de noche de su hijo y presionado un botón se disparó un pequeño laser de color celeste, que al tener contacto con Naruto hiso que el pequeño se despertara de inmediato.


-         Ahh… -bostezó el pequeño- Buenos días.


-         Hola Naruto, ya es hora de que te alistes para la escuela.


-         Sí mamá, que pena que hoy es el último día de escuela.


-         Pero sí tendrás escuela el próximo lunes -le acarició el cabello.


-         Sí, pero es que me gusta estar en las clases con Sasuke y mis amigos.


-         Awww ¿te gusta mucho Sasuke?


-         Sip, es el niño más lindo de la clase -sonrió contento Naruto.


-         Qué lindo suena eso, bueno ahora anda a cepillar tus dientes para ir a la escuela y ver a Sasuke y a tus amigos.


-         Sip!


Naruto saltó de la cama y con su zorrito de felpa en sus brazos caminó hasta el baño, donde presionando botones de colores salían pequeños láser que le limpiaban la carita, mientras Naruto podía jugar con su juguete favorito, el señor Ramen, le había puesto ese nombre a su zorrito de peluche porque el ramen era su platillo favorito. Cuando Naruto terminó de limpiar su cara encendió otro pequeño aparato, era un pequeño cepillo con forma cuadrada, que flotaba cepillando sus dientes, la verdad era que la tecnología había avanzado de una forma genial. Al niño rubio le gustaba verse al espejo con toda esa espuma en su boca, le daba risa verse así, al terminar de cepillarse escupió la espuma y con un vaso de agua enjuagó su boquita y también a su pequeño cepillo dental.


Cambiarse de ropa no era un problema para el niño de ojos azules, simplemente ponía la opción de “aleatorio” en su armario y la ropa salía en bonitas combinaciones y como saliera las combinaciones de ropa se las ponía el pequeño, aún así fueran muy coloridas. Al bajar las escaleras Naruto se sentó en la mesa para desayunar con sus padres, lo más genial era que sus padres eran tan atentos con su pequeño que lo dejaban ver sus programas favoritos en el televisor de hologramas durante el desayuno. Al terminar de comer Naruto tomó su mochila y metió al señor Ramen en ella, con la cabeza afuera para que pudiera “respirar”. Se puso la mochila en su espalda y salió de la casa junto a su papá, no antes de decirle “Adiós mami” a Kushina con un beso en su mejilla. Ya afuera Minato le abrió la puerta trasera del auto y Naruto subió, Minato se sentó en el asiento de conductor y encendió el auto, este empezó a levitar suavemente y aceleró.


El viaje en el auto era tranquilo, a Naruto le encantaba mirar por la ventana y enseñarle al señor Ramen todo lo que pasaba, le explicaba cada detalle de las cosas más cotidianas, así como si ese zorrito de peluche lo pudiera escuchar. Aunque la tecnología avance, la imaginación de los niños seguirá siendo igual de inocente. Al llegar a la escuela Naruto le dio un abrazo a su papá antes de irse a trabajar y se bajó del auto, yendo corriendo a entrar al bonito y moderno edificio, quería llegar a su salón antes de que Iruka-sensei llegara, así tenía más tiempo para hacer travesuras, como poner pintura en el asiento del maestro, sería divertido.


Entró al salón de clases y todos los niños estaban dibujando dibujos y líneas de colores en el aire con sus “pinceles mágicos” o jugando juegos de video con sus visores en forma de lentes, tenían que aprovechar que aún no era hora de clases y que podían hacer lo que querían. Naruto buscó con la vista a su novio azabache y lo encontró jugando en su pupitre a los videos juegos con sus lentes. Naruto sonrió, Sasuke no lo podía ver, así que  se acercó lentamente hasta él y le dio un beso en los labios, algo más largo que un piquito para que pudiera sorprenderse.


-         Mmm… ¡Naruto!


-         Jajaja, hola Sasuke -se rió el pequeño.


-         Me hiciste perder, ahora repetiré el nivel.


-         Buuu… ¿no es mejor un beso mío?


-         Bueno… sí tu lo dices -se avergonzó un poco el pelinegro.


-         ¿Trajiste a Daki?


-         Oh sí, aquí está.


Sasuke tomó su mochila y de ella sacó a un dinosaurio verde de felpa, se llamaba Daki, a Sasuke le gustaba ese gracioso nombre, se le había ocurrido así simplemente. Tomo a su dinosaurio y le dio un fuerte abrazo.


-         ¿Ves? Ahora el señor Ramen no estará solo -dijo el azabache.


-         Serán novios igual que nosotros ¿si?


-         Sip.


Naruto también sacó a su zorrito de felpa de su mochila y se puso a jugar con Sasuke y con Daki, todo fue así con risas y gruñidos fingidos hasta que llegó un pequeño pelirrojo con piel muy blanca y se los quedó mirando.


-         ¿Qué se supone que hacen? ¿No están muy grandes para eso?


-         ¡Hola Gaara! Y no estamos grandes, Daki y el señor Ramen quieren jugar -dijo Naruto todo alegre.


-         ¿Tú no tienes un peluche Gaara? -preguntó el pelinegro.


-         Bah, no lo necesito, ya soy un niño grande.


El pelirrojo se cruzó de brazos y se sentó en su pupitre al lado de Naruto encendiendo su tableta holográfica para empezar a leer las clases de ese día, quería demostrarles a Naruto y Sasuke que él ya pensaba como un niño grande, aunque la verdad era que quirie llaman la atención de uno de los dos. Mientras que el rubio y el pelinegro seguían jugando infantilmente con sus muñecos de felpa.


-         Jajaja, me gusta este juego, el señor Ramen y Daki se abrazan como los profesores Iruka y Kakashi.


-         ¡Naruto que acabas de decir!


Iruka-sensei había acabado de entrar al salón de clases y escuchó perfectamente lo que había dicho el pequeño rubio. “Oops” dijo el niño de ojos azules sonriendo y todos sus compañeros se rieron divertidos, toda la clase sabía que Iruka-sensei se abrazaba muy cariñosamente con kakashi-sensei, el profesor de gimnasia. El profesor castaño solo pudo ponerse rojo antes de empezar las clases, sus alumnos eran demasiado despiertos como para ponerles excusas.


-         Jugaremos en el recreo, guardemos nuestras cosas -dijo el azabache guardando su dinosaurio.


-         Está bien.


-         Naruto ¿recordaste recargar tu tableta holográfica hoy? -preguntó Gaara.


-         Sip, no será como ayer -sonrió el de ojos azules.


-         Si quieres te puedo ayudar como ayer con las aplicaciones.


-         Gaara, Naruto es mi novio, yo lo ayudaré -respondió el azabache.


-         Pero si no necesito ayuda, les dije que sí taje mi tableta…


-         Niños ya dejen de hablar, la clase ya comenzó.


-         ¡Sí Iruka-sensei!- dijeron los tres niños al unisonó prestando por fin atención al maestro.


----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------


 


Un poco más de medio día, el viento entraba por una ventana hacia una habitación algo desordenada, había una cama con las sabanas recién hechas, pero eso era porque la cama se podía ordenar por sí misma, en el suelo habían latas de gaseosa y el escritorio estaba vacío, el joven que ocupaba la habitación no lo necesitaba pues había decidido tener ese año sabático, o sea que durante todo ese año no estudiaría, no se preocupaba mucho, sus padres siempre le cumplían poniendo dinero en su cuenta digital.


La habitación estaba vacía, pero en la cocina se podía ver un cuerpo de pie frente a un mostrador en forma de refrigerador, aunque no era uno, ahora los alimentos no tenían necesidad de estar en un refrigerador, se mantenían frescos a temperatura ambiente. Ese bien formado y bonito cuerpo estaba desnudo, completamente desnudo, desde los pies hasta la punta de cada rubio y alborotado cabello. Naruto Uzumaki, un joven de 18 años de edad, estaba muy a gusto estando desnudo en su hogar, estaba tomando una cerveza helada, él no era de tomar alcohol a menos que esté en una fiesta, hace solo dos días había tenido una y seguramente ese mismo día o mañana iría a otra, no había semana en que Naruto Uzumaki no asistiera a una fiesta, era algo que en verdad le gustaba. La razón que estuviera tomando una lata de cerveza era porque las gaseosas se le habían terminado, tendría que ir a comprar más luego.


“Hoy es un lindo día creo… tal vez pueda divertirme hoy más que ayer” pensó recordando que el día anterior solo había estado durmiendo recuperándose de tremenda fiesta un día anterior a ese, después de varias duchas con láser y una con agua, ya se sentía mejor, especialmente porque había dormido bien toda la noche, se había despertado no más de 5 minutos atrás.


El hermoso chico rubio de cuerpo bien esculpido y delgado terminó su lata de cerveza y la lanzó al exterminador de basura, que desintegró la lata al contacto. Naruto estiró sus músculos por un momento y aún estando desnudo se puso unos lentes, que activaron hologramas alrededor de él, el rubio revisaba sus diferentes redes sociales, en cada una tenía un nombre diferente, en ninguno tenía su nombre verdadero, era más divertido así, al menos para él. “Pues parece que no hay nada interesante para hoy” dijo para sí mismo empezando a caminar hasta su recamara. Cuando llegó a su habitación escuchó el timbre y pensó que sería cierta persona, caminó rápido hasta armario y tomó unos bóxers blancos que tenía a la vista, se los puso y salió para abrir la puerta.


Al llegar a la puerta esta se puso transparente para su vista, viendo que era un chico castaño y risueño que ya conocía, “Pues no, no es él, seguro lo veré luego ¿Pero que hago con el pequeño?” pensó por un segundo en ponerse más ropa, pero luego le dio pereza y así como estaba abrió la puerta de su depa.


-         Hola Konohamaru.


-         Oh… -se sorprendió el chico de 14 años al ver a Naruto casi desnudo.


-         ¿Qué haces aquí tan temprano? -preguntó sonriendo.


-         Hola Naruto nii-chan, es que… ayer no te vi en todo el día y quería saber si estabas bien.


-         Oh sí, sabes que soy como el acero, solo que ayer necesitaba descansar.


-         Me contaron que fuiste el alma de la fiesta pasada.


-         ¿Y cuando no lo soy?


-         Jaja cierto… eres muy guapo nii-chan -dijo algo sonrojado el pequeño.


-         Lo sé, ehhhh… ahora iré a comer con alguien, ¿está bien si vengo a buscarte en la tarde y jugamos a lo que quieras?   


-         Sí, estás bien, me alegro de ver que están bien.


-         Gracias Konohamaru -le acarició el cabello al pequeño castaño.


-         Bueno… entonces ya me regreso a mi depa, ¡hasta más tarde!


-         ¡Nos veremos luego!


Naruto y Konohamaru se despidieron, el menor entró al departamento del frente ahí viva junto a su compañero, en ese condominio admitían a chicos desde los 13 años de edad, era normal que a esa edad los chicos ya se quieran independizar de sus padres, Naruto lo sabía bien, él vivía ahí desde los 14 años, igual que el pequeño Konohamaru. Naruto cerró la puerta de su departamento y fue a su alcoba a cambiarse de ropa, tenía ganas de ver a cierta personita. Se puso ropa muy ajustada, tanto que dejaban ver su hermoso cuerpo muy bien y marcado, a Naruto le gustaba que lo miraran, ser el centro de atención, lo hacia sonreír y sentir adrenalina.


Al salir de su habitación tomó su tarjeta de acceso a su departamento y se dispuso salir, notó que sus lentes digitales, que estaban sobre la mesa, vibraron, eso significaba que le había llegado un mensaje, pero no tenía ánimos de revisar ningún mensaje, si no había recogido los embaces de ramen del suelo pues tampoco tenía porqué revisar mensajes a última hora, ignoró todo y salió de su depa… “Ahora voy a ir por ti, tendrás que invitarme el almuerzo” pensó para sí mismo.


 


Un par de horas después el mismo rubio estaba regresando a su departamento, estaba contento, tenía un contenedor con 10 latas de gaseosa en su bolsillo, esa era la facilidad de poder guardar cosas más grandes en pequeños cubos. Ahora solo tenía que esperar a su… “mejor amigo” que estaba estacionando su auto, ya lo alcanzaría. Llegó hasta la puerta de su departamento pero la encontró abierta… ¡y con un extraño dentro! Y lo peor de todo… ¡estaba tocando sus cosas!


-         Oye ¿qué estás haciendo con mis cosas? -dijo algo molesto mirando al extraño por la espalda.


-         …


El chico ese volteó pero se quedó con cara de sorpresa… era un chico lindo, pero no tenía permiso de estar ahí.


-         ¿Hola? ¿Quién te dio permiso para entrar a mi depa de soltero?


-         Tú… Tú eres…


-         ¿Yo? ¿Quién eres tú? -preguntó Naruto.


-         Ejem… -el chico pelinegro se paró derecho.


-         ¿Y bien? Responde.


-         ¿Acaso no me recuerdas Naruto Uzumaki?   


Naruto se sorprendió, ¿Cómo rayos ese chico lindo sabia su nombre? ¿Acaso era un enfermo acosador? Lo miró extrañado… esa cara la había visto en alguna parte… pero el rubio no recordaba exactamente en donde, tal vez en una fiesta o en algún lugar, de pronto Naruto vio a ese chico azabache sonreír, eso lo puso en guardia de nuevo.


-         ¿C-Como sabes mi nombre? ¿Eres un acosador o algo así? -se puso en guardia de pelea- te advierto que soy cinta negra.


-         Sí claro, sí a ti nunca te gustaban las artes marciales en la primaria.


-         ¿Y tú como lo sabes?


-         ¿Es en serio? ¿No recuerdas al chico que te dio tu primer eso?


¿Su primer beso? ¿De qué estaba hablando ese chico? Naruto bajó la guardia y lo pensó un poco, tal vez ese chico se había confundido o algo así.


-         ¿Estas ebrio o algo así? Sí yo ni te conozco -dijo casi riendo el rubio.


-         ¿Qué? Claro que nos conocemos… de la primaria “Escondida entre las hojas”… soy Sasuke Uchiha.


-         ¿Sasuke… Uchiha?


Entonces Naruto recordó algo… recordó varias cosas… cosas que pensó haber olvidado… y reconoció de nuevo ese rostro, en serio era Sasuke.


-         Ya recuerdo… ¡Tú eres Sasuke! -dijo sonriendo el rubio.


-         Sí, lo soy -Sasuke también sonrió y dio dos pasos hacia Naruto.


“¿Pasa algo aquí Naru?” escucharon de pronto y ambos chicos voltearon a la puerta, un pelirrojo alto y de piel pálida había entrado al departamento.


-         No puede ser… ¡Tú eres Gaara!


-         Mmmm… ¿Sasuke? -Gaara lo reconoció al instante.


-         ¿Qué haces tú aquí Gaara y… Naruto?


-         Yo vivo aquí -dijo el de ojos azules.


Gaara se acercó a Naruto y lo abrazó por la espalda, el pelirrojo le dio un beso a Naruto muy cerca de sus labios, dejando a Sasuke muy sorprendido, “Bueno… tarde o temprano Naru iba a tener un nuevo compañero, pero nunca pensé que te veríamos aquí, es una sorpresa luego de tanto tiempo” dijo Gaara de forma muy tranquila.


-         Tengo… tengo que ponerme al día de muchas cosas -pronunció Sasuke sintiendo algo que no había sentido en mucho tiempo… ¿celos?

Notas finales:

Y bueno, ya conocemos a nuestros pequeños enamorados y también jovenes que empezarán a vivir juntos.

Veremos más acción y emociones en el próximo capítulo! Muchas gracias a los que dejaron y dejarán reviews ^w^

Hasta la próxima semana! Que disfruten su fin de semana!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).