Las manos de Minho no dejaban de presionar la delicada garganta de Taemin.
El menor presionaba los ojos igual que sus manos sobre las de Minho, no podía respirar y cada segundo que pasaba la presión era más fuerte, sentía que sus pulmones iban a colapsar en cualquier momento, abandonó la idea de quitarse las manos de Minho y comenzó a darle algunos golpes en el pecho.
-Para.- susurró con un hilo de voz, golpeándolo cada vez más leve.
Y Minho no dejaba de presionar sobre su cuello.
-¡Te dije que si no eras mío no serías de nadie!- gritó quitando la mano derecha del mallugado cuello de Taemin para darle una bofetada. –¡De nadie ¿oíste?!- volvió a tomar al menor para seguir presionando.
-Déjame… explicarte.- susurró retomando las manos de Minho para intentar liberarse.
-¡¿Quién era ese?!- gritó Minho cegado por la cólera. –¡No tenías permiso para verlo!-
-Minho…- susurró con un leve movimiento en sus labios, sus ojos se giraron hacia el techo y las pequeñas lágrimas que se formaron en sus ojos escurrieron por sus mejillas. –Para, por favor.- suplicó con un hilo de voz.
Accedió sonriendo, los pulmones de Taemin se llenaron de oxigeno y comenzó a toser, pero su recuperación se vio interrumpida por una nueva bofetada que no sólo le giró el rostro sino por la misma debilidad lo lanzó al suelo.
-¿Te divierte salir de puta?- preguntó acercándose para tomar sus mechones y levantarlo. –No quieres hacerlo conmigo pero te arrastras por otros.- le dio una bofetada más.
-No es así.- susurró tocándose el labio, lo sentía caliente pero no sangraba. –Por favor, cálmate, él y yo sólo coincidimos en la calle.- en un nuevo ataque de furia Minho tomó el cuello de Taemin, no quería oírlo, no quería saber los detalles de ese “romance”.
-No respiro.- susurró Taemin intentando soltarse de Minho, pero este sólo negó sonriendo. –Para… no respiro.-
-¿Te gustaba salir con él? ¿Ha? ¿Puta? ¿Se te arruinaron los planes cuando te vi? ¿Querías que él te follara? ¡Contéstame Taemin!- agitó su cuerpo y en ese brusco movimiento los pulgares de Minho se hundían más.
-No…- susurró presionando sus ojos. –Puedo explicarte.- Taemin había logrado sujetar las manos de Minho pero no podía hacer que las alejara de su cuello. –Para por favor.- susurró con un hilo de voz.
Pero Minho terminó por hundir sus pulgares en el cuello ajeno.
Entonces las manos de Taemin cayeron a sus costados.
Sus ojos se habían cerrado y su pecho ya no se movía. Minho comenzó a reírse sin creer lo que había hecho, tomó la quijada de Taemin para moverlo como si de un muñeco se tratara y al ver que no respondía sonrió.
-¿Eso es lo que querías?- preguntó soltando el cuerpo de Taemin, este cayó al suelo. –¿Querías esto para ti?- observó que no había ningún movimiento, entonces sonrió. –¿Querías follar, verdad?- abrió de manera obscena sus piernas que quizá, si estuviera vivo se hubiera quejado.
Desabrochó el pantalón de Taemin y lo desnudó de la cadera a los pies, sin perder tiempo volvió a abrir sus piernas y flexionarlas, metió uno de sus dedos al caliente ano del menor, sonrió por la calidez e introdujo el segundo.
-¿Así te lo hacía él?- preguntó moviendo su mano violentamente. –¿Quieres más, verdad puta?- introdujo un tercer dedo y continuo con el movimiento.
Le excitaba tener en la perfecta disposición a Taemin.
Lástima que tenía los ojos cerrados.
Sacó sus dedos del cuerpo ajeno, se acercó al torso y lo desvistió dejándolo desnudo por completo. Tomó los pezones y tiró de ellos hasta dejarlos rojizos, se inclinó para morderlos a su gusto e imaginaba los gemidos del menor, llevó su mano al falo e intentó masturbarlo pero no obtuvo respuesta.
-Te tomaré como mío, y después si aun tienes ganas, le puedo hablar a él para que también te lo haga.- dijo Minho levantándose para cargar el cuerpo de Taemin y llevarlo hacia la habitación que compartían, una vez ahí lo recostó sobre la cama y nuevamente se hizo de su cuerpo, penetrándolo lo más descuidado y violento posible.
Después de todo el cuerpo aun seguir caliente.
Abrió las piernas de Taemin lo más que estas permitieron para seguir embistiéndole, luego salió de su cuerpo y lo colocó bocabajo para darle un par de nalgadas, posteriormente lo giró de nuevo y fue hacia su boca.
Delineó los labios con su glande hasta que los abrió con las manos, metió los mismos dedos que antes le habían dilatado para comprobar que aun estuviera optimo para una felación. Al comprobarlo tomó la nariz de Taemin para abrir más la boca, entonces introdujo su miembro y penetró hasta donde permitía.
-Oh~ lo haces de maravilla.- susurró marcando un vaivén en su boca. –¿De esto disfrutaba él? ¿Eh, Minnie?-
Continuo embistiéndole hasta que salió de su boca y eyaculó en ese rostro inmutable, el semen cayó sobre la mejilla derecha y parte del ojo también era cubierto.
Se masturbó un poco más para probar una segunda eyaculación, esta fue dentro del ano del menor.
-Eso fue lo más delicioso que he hecho en mi vida.- sonrió Minho mirándolo. En unos días más, cuando nadie los viera alguien reportaría la desaparición y la policía tendría que investigar, entonces sería bueno que ellos también fueran testigos de lo puta que era Taemin.
Minho acomodó el cuerpo del menor en el centro de la cama, con las pierna abiertas dejando ver el semen que escurría entre sus muslos, su brazo derecho lo acomodó en el pecho, cerca de su pezón y la izquierda en su miembro, como masturbándose.
Al final su cabeza la acomodó para que al entrar a la habitación hubiera contacto “visual”.
-Eres hermoso, amor.- susurró.
Minho salió de su habitación, fue a la cocina por un cuchillo y regresó, observó el cuerpo del menor una última vez, se acomodó en frente a sus piernas abiertas y sonrió.
Finalmente el filo del cuchillo cortó su cuello.