Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Limite por Kunay_dlz

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Personajes de Tokyo Babylon pertenecen a CLAMP.

 

Advertencias: No hay final feliz.

                    No habrá continuación.

 

 

Todo lo perdí

 

 

 

Esto no puede estar pasando... es imposible. El hombre que amo no pudo haber matado a mi hermana, mi querida Hokuto-chan. Mi única hermana, mi hermana gemela. ¿Por qué? ¿Por qué? Seishiro-san... ¿Por qué?

Íbamos juntos a la escuela, nos hicimos amigos, conspiraste con mi hermana para conquistarme... hicieron tantos planes, tan locos y extraños... en los que siempre terminaba cayendo. Así persistieron más de un año... así se juntaban para hablar de mí, para planear, para contar sus avances... hasta que tuvieron éxito.

 

Toda mi ternura

mis caricias y locura

mi felicidad.

El amor entero

de este cuerpo aventurero

quizás algo más.

 

Su éxito no fue gracias a uno de sus descabellados planes, fue a causa de un accidente, un auto se pasó el alto, yo no lo vi venir, Hokuo-chan gritó... pero no me sucedió nada más que un par de rasguños, Seishiro me quitó del camino. Fu él quien recibió el golpe del auto.

En ese momento no pude imaginarme la vida sin él. Si algo le pasaba...mi alma se estrujaba de tan solo pensarlo.

Después de un par de días, me presenté en el hospital. Fui a verlo y, a disculparme. Si no hubiera sido descuidado, nada de esto habría pasado. Entré a su cuarto, él estaba dormido, me acerqué en silencio y le observé dormir. Vi sus ojos avellana abrirse lentamente, me sonrió y, esta vez, a todas sus preguntas, contesté que sí. Desde ese día, viví para él.

 

Tus razonamientos

eran como mandamientos

eras credo y fe.

Todo cuanto tuve,

cuanto quise,

cuanto pude te lo regale.

 

Viví por y para él. Hokuto-chan estaba feliz, dijo que yo también lo era... en este momento, no lo recuerdo. Dejé mis metas y mis sueños en segundo plano, Seishiro-san siempre era primero que nada. Salíamos como todas las parejas, inventamos un lenguaje secreto, aprendí muchas cosas estando a su lado.

Supongo que sí fui feliz, supongo que... no lo entiendo. ¿Por qué Seishiro-san querría matar a Hokuto-chan? Éramos como una familia, la más cálida de todas, la más unida, la más amorosa. ¡¿Por qué Seishiro-san?! ¿Qué te hizo actuar así? ¿Qué te hizo... arrebatarme a mi hermana? ¿Qué te hizo... quitarme a mi querida Hokuto-chan?

 

Y así, me quedé sin vida

me quedé sin alma

me quedé sin fe.

 

Al quedarme solo, Hokuto-chan muerta y Seishiro-san prófugo, mi abuela me llevó con ella, me llevó a un templo; ella era sacerdotisa, me dijo que yo podría usar el poder espiritual al igual que ella, que a pesar de no haber crecido en el templo, mi situación actual me permitía iniciar de nuevo, como un nuevo renacer.

Para la sorpresa de todos, lo logré. Mi habilidad era extraordinaria, en tan solo semanas aprendí lo que en toda un vida debió aprender, incluso, me hicieron heredero. Yo sería el protector del templo más sagrado en Japón. Mi destino estaba decidido. Pero un día, él regresó.

 

Y así, al final de cuentas

no me diste nada

qué le voy a ser.

 

--Hola, Subaru-kun. Ha pasado tiempo. --escuché su voz cerca de mí, me volví hacia los árboles que crecen dentro del templo, detrás de ellos, Seishiro-san me miraba con anhelo.

--Seishiro-san... --susurré, simplemente no pude decir más, no quería dar rienda a mis sentimientos enterrados en mi interior, no ahora que tenía relativa paz.

--¿No dirás más? Creí que en cuanto me vieras, pedirías explicaciones... incluso me preparé para algunos golpes de tu parte. --decía él, hablaba sin sentirlo, sin arrepentimiento alguno, hablaba como que si no hubiera hecho jamás lo que hizo.

>>Subaru-kun... tus preciosos ojos verdes lucen diferentes, tu rostro también... ¿Acaso te han hecho algo aquí en el templo? ¿Dime qué fue lo que te hicieron? ¿Dime quién se atrevió a lastimarte? --declaró con frialdad.

 

Todo te lo di,

y al final perdí

qué le voy a ser,

todo lo perdí.

 

No sé si reír o molestarme por lo que acaba de decir. ¿Será una broma? ¿Se está burlando de mí? Cómo decirle que me siento vacío... cómo decirle que él es el causante de mi estado... cómo decirle que soy un cadáver que se mueve y habla por el poder espiritual que me ha elegido... si por mí fuera, hubiera seguido a mi hermana casi enseguida.

Debería sentir ira y desprecio por el hombre frente a mí. Debería aprovechar que no hay nadie más… y, matarle con mis propias manos... como él lo hizo con mi querida Hokuto-chan. ¿Cómo pudo causarme esto la persona que más amé? Esa persona que un día dijo que yo era su todo, que yo era la razón de su existencia, la que le motivaba seguir viviendo.

 

Te volví a la vida

y cure de las heridas

a tu corazón.

Como un bello cuento

me creí tus juramentos

como creo en dios.

 

Me pierdo en las mentiras del pasado, sigo sin responder nada al hombre frente a mí, sigo vagando en los pensamientos de la vida que una tuve a su lado. No me decido, ¿Abandonarme a mis sentimientos o aferrarme a esta nueva vida, vacía y ajena a lo que una vez fui?

--Subaru-kun –decía Seishiro con impaciencia –ven conmigo, deja éste lugar que te hace tanto daño. Ven conmigo y te haré feliz, como cuando aceptaste ser mío.

Como cuando aún no mataba a Hokuto-chan… él se acerca cada vez más. Mi cuerpo tiembla y mi mente se nubla, se contrae mi alma y una barrera de energía le impide dar un paso más.  

 

Siempre fuiste ajeno

y mi castillo hecho de arena

se me derrumbo.

Todo fue un engaño

y al final me hiciste daño

con tu desamor.

 

--Subaru-kun, ven conmigo, no dejaré que te sigan dañando, no dejaré que te alejen de mí. Si alguien intenta arrebatarte de mi lado no dudaré en mandarlo al otro mundo… pero tú, tú no puedes alejarte de mí. Eres mío, me perteneces.

>>No me obligues a llevarte por las malas. Nadie, ni siquiera tú, puede privarme de tu presencia. No seas necio como tu hermana, ven por tu voluntad y haré de cuenta que este pequeño acto de rebeldía nunca pasó. –dijo el hombre frente a mí.

Así que… mi hermana, él le arrebató la vida a mi hermana porque se sintió amenazado por ella… mi querida hermana gemela… mi querida Hokuto-chan… esto no puede estar pasando. Esto no tiene que ser verdad.    

 

Y así, me quedé sin vida

me quedé sin alma

me qué de sin fe.

 

¿En qué momento amor se convirtió en sinónimo de posesividad, de monopolio y de egoísmo? ¿Cuándo amor era fundamento para arrebatarte a tus seres queridos por… no querer compartir? ¿Desde cuándo… amor es solo un recuerdo doloroso y nada más?

Lágrimas surcan mis mejillas. A través de mis ojos acuosos, veo un joven más alto que yo, tiene el pelo negro y sus ojos, marrón obscuro, casi negros, ocultos tras un par de anteojos, su porte varonil y su… falsa y amable… sonrisa. Esa era la imagen se Seishiro-san cuando lo conocí por primera vez. Esa es la imagen del hombre frente a mí… pero, sus ojos parecen pozos, su falsa sonrisa está ausente y, sus manos… tienen sangre, la sangre de mi querida Hokuto-chan.

 

Y así, al final de cuentas

no me diste nada

qué le voy a ser.

 

Bajo la barrera que le ha impedido el paso. Él sonríe complacido y continúa avanzando. Pienso en los sueños que una vez tuve. Pienso en las sonrisas que un día le dediqué. Pienso en la calidez que él emanaba para mí. Pienso en las veces que dijo amarme. Pienso en… el día que lo vi con el cuerpo de Hokuto-chan siendo atravesado por el arma que él sujetaba. Pienso en el dolor que me hizo abstraerme del mundo. Pienso en Hokuto-chan.

Seishiro-san está prácticamente abrazándome. Una ligera ráfaga de aire mueve mi atuendo ceremonial al ritmo de la energía que proviene de todo lo que me rodea.

--No debes preocuparte Subaru-kun, jamás te dejaré ir otra vez. –dijo él.

Puse mis manos a ambos lados de su cara y, dejé que toda la energía que estaba conteniendo se traspasara hacia él. Su rostro no dejó de mirarme. Un resplandor blanco nos envolvió a los dos.  

 

Todo te lo di,

y al final perdí

qué le voy a ser,

todo lo perdí.

 

Siento que camino en un lugar cubierto por nieve, no tengo frío, todo parece congelado. Al final del mi ‘camino’ veo una figura por más conocida. Una chica de pelo negro con dos mechones enmarcando su cara, y un flequillo que resaltaban sus enormes ojos verdes, me miraba contenta, alzó su mano derecha para saludarme, su piel blanca, casi se confundía con el entorno de no ser por su ropa extravagante.

Es ella. Es Hokuto-chan, mi hermana gemela.

Mi querida Hokuto-chan.

--Hokuto-chan…

--Subaru-chan, me has tenido esperando por mucho tiempo, esa no es manera de tratar a tu hermana favorita. –dijo ella.

--… lo siento. Pero, Hokuto-chan, eres mi única hermana.

--Hermana gemela, recuerda que somos gemelos idénticos. En fin, vamos que aún tenemos que caminar un poco más. –dijo para tomar mi mano y guiarme por el camino.

 

 

 

Fin. 

Notas finales:

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).